domingo, 3 de julio de 2022

Tiempo de viajes: ¿ Marruecos o Colliure?

En los calurosos días de mayo de verano anticipado, que hemos vivido hasta en la brumosa Galicia, los planes y proyectos de viajes son inevitables. Es el momento de pensar y preparar el destino para los que puedan disfrutar de un cambio de aires y más aún después de dos años en los que hemos aplazado o acortado las salidas. Las propuestas que aparecen en el título del artículo se engarzan en varios hilos sueltos que dejaron no solo mis lecturas, también algunas vivencias personales. Uno al norte, otro al sur, en los extremos de la península ibérica.

...mi madre es el vivo retrato de Mathilde, su misma fuerza,
su determinación...
A Marruecos, me lleva una lectura sobre la que ya he escrito hace casi un año, Le pays des autres de la escritora franco-marroquí  Leila Slimani. También con esa novela cerramos hace uno días el curso de nuestro club de lectura en la Alianza Francesa de Santiago de Compostela. En 1944, la joven francesa, de Alsacia, Mathilde,  se enamora de Amine Belhaj, un marroquí enrolado en el ejercito francés. Después de la Liberación, la pareja se instala en Marruecos, en Meknès, ciudad de militares y de colonos. La novela se extiende durante diez años  en los que la tensión entre los colones y los marroquís va en aumento hasta la independencia del Protectorado en 1956. Figura en el blog un artículo, archivado en  Leer y pensar con el título del libro. Si vuelvo a él es por el paralelismo  que me toca muy de cerca. Cuando Mathilde y Amin se establecen en Meknès, otra pareja llega a Tetuán,  capital del Protectorado español. Se acaban de casar en una aldea de la provincia de Orense. Se llaman Pilar y José. Son mis padres. Sin oficio, mi padre, combatant como Amin en una guerra reciente, la guerra civil de España, se queda en el ejército 12 años. Pedía los destinos más lejanos, mejor pagados, mientras construía su familia. Mi hermano nace en Tetuán. Dos años después, en1948, nazco yo, en un pueblo de alto Ampurdán. Mi padre no se parecía en nada a Amin. Por el contrario, mi madre es el vivo retrato de Mathilde, su misma fuerza de carácter, su determinación, su empeño en lograr una vida mejor para sus hijos. También su belleza y su encanto. Ella nos hablaba con frecuencia de Marruecos. De sus temores en los primeros meses, viviendo en el barrio moro. De la magia de la ciudad europea, de sus mosaicos y sus jardines. La foto vestida a la usanza local habla por sí sola.

Muchos años después, poco antes de mi jubilación, tuve un alumno llamado Anás. Sus padres fueron de los primeros procedentes del Maghreb que vinieron a mi ciudad.. Se dedicaban e la venta ambulante por los mercadillos de la provincia. Ya entonces, Anás les ayudaba los fines de semana. Hoy sigue en el negocio familiar. No era un alumno brillante. Siempre que podía me hablaba de sus dos grandes pasiones: la música y Marrakech, donde le esperaban una casa y su familia. Componía canciones de rap que colgaba en YouTube.  Me pedía ayuda para las letras con las que quería reivindicar el orgullo de sus orígenes. Era muy agradecido con los simples versos que le sugería, todos rimando en é: Marrakech, Marrakech, mon pays adoré, je veux rentrer...  Me miraba asombrado,  susurrando esta sentencia: "Eres una gran poeta".

El recuerdo de este alumno peculiar se hizo presente hace unos días con el artículo de los dos arquitectos franceses, Fournier y Marty,  establecidos en Marrakech: Buscar y encontrar el Edén en Studio Ko. Algunos de sus trabajos para los jeques árabes son invisibles para nosotros. Pero si se puede apreciar los que hicieron en lugares públicos como el Café de la Poste, hoy el más popular de Marrakech. O en  las villas que levantaron, dando una visión contemporánea de la arquitectura tradicional, usando materiales como el barrio y la arcilla, integrando la arquitectura al paisaje. Esta ha sido la última llamada para que no olvide uno de mis viajes pendientes y que en este momento sigue siendo un proyecto.

El otro lugar que hace mucho que deseo visitar es Colliure. Machado es el poeta que más me ha acompañado desde niña. Su tumba, en el pequeño cementerio de esta localidad, es una de las más visitadas del territorio francés. Y son muchos los españoles que han peregrinado hasta allí. Fue un punto de encuentro de exiliados y de intelectuales republicanos. Grupos escolares de centros de todos los lugares han dejado su recuerdo en el pequeño cementerio: plantas, flores y hasta placas con los nombres de esos institutos de enseñanza que quisieron honrarlo no solo como poeta, también como profesor. Mi hija, la gran viajera de la familia, así me lo contó y hasta me hizo un reproche de no haberme detenido "alguna vez de tantas en las que  cruzaste la frontera". "Se echa en falta el nombre de vuestro instituto". Para reparar ese "descuido", ella y su hermano me habían preparado un viaje sorpresa con motivo de mi jubilación. Un inesperado y feliz acontecimiento familiar pospuso el viaje una vez más.

 Hace unos años, durante el Gobierno de Zapatero, hubo una gran polémica en torno a esta tumba y se habló de su traslado a España. Dos artículos publicados en El País, uno en 2019, el segundo. en febrero de 2022 nos informan sobre esos últimos meses de Machado en Colliure. El primero, Antonio Machado en el andén del exilio, firmado por Vicens Giménez es un relato de la llegada del escritor con sus familiares a la estación de Colliure: "El 28 de enero de 1939 se bajaron en la estación de Colliure cinco personas que media hora antes se habían subido al tren en Cerbère, el primer pueblo de la costa francesa por el lado oriental de los Pirineos. Eran Antonio Machado, su madre, Ana Ruíz, su hermano José con su mujer Matea y el escritor Corpus Barga, que los había ayudado a salir de la ratonera en que se había convertido el paso fronterizo de Els Balitres. El jefe de estación les indicó el mismo hotel donde se alojaba él, el Bougnol-Quintana, a 10 minutos a pie siguiendo una avenida en dirección al mar. José ayudaba a su hermano Antonio, que caminaba a duras penas. Padecía del corazón y tenía asma: mal panorama para un fumador empedernido que había pasado varias horas bajo la lluvia"...

El destino final de Machado era un exilio en Cambridge, es el título del artículo publicado el 24 de febrero de  2022. La firmante del artículo, Eva Saiz, escribe sobre  unas jornadas celebradas en Sevilla, en febrero de este año. En ellas, la sobrina nieta de Machado, Mercedes de Lecea ha desvelado el contenido de las 19 cartas que el poeta recibió durante las semanas en las que estuvo en Colliure. Mercedes de Lecea ha estudiado las cartas durante un año y medio, intentando reconstruir cómo fue su estancia en Colliure,  descubriendo así que el destino de Machado no era La Unión Soviética, como hasta ahora parecía ser la conclusión final sino Cambridge, en el Reino Unido.

 Estos días azules y este sol de la infancia. Esos versos escritos en un papel arrugado, encontrados en un bolsillo de su gabán, esos versos inspirados por la luz y por el cielo de Colliure son los que mantienen mi esperanza de un viaje, por ahora, imaginado.

Carmen Glez Teixeira

Leer y tejer empieza sus vacaciones. Estaremos de nuevo aquí en agosto. Feliz verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario