miércoles, 31 de mayo de 2023

Júlia Casamitjana ha introducido la cultura de la sopa en Francia

Dohatsu es el proyecto que Júlia Casamitjana ha lanzado al mundo para hacer feliz a la gente. "Es lo que significa la palabra en euskera antiguo", dice. Esta catalana, arquitecta de formación, vio un posible negocio cuando se encontraba estudiando en París. "Me dí cuenta de que allí se había perdido la tradición de hacer caldo y tampoco se vendían en los supermercados", cuenta desde su último hogar, en una granja de Zugarramurdi, frente a la frontera navarra con Francia. Casamitjana fue tomando interés por el urbanismo y las diferentes formas que tenemos de socializar, entre ellas la comida. "También fui profundizando en temas como el campesinado, la artesanía o el tejido rural", explica. Todo eso lo fue uniendo buscando ganaderos y ganaderas que pudieran hacer que su caldo tuviera entidad, cariño y mucho sabor".

"Entonces empecé a teorizar sobre lo importante que ha sido el caldo en nuestras vidas y lo reconfortante que es", describe de un proceso en el que es vital la cultura del aprovechamiento, "algo que ya casi ha desaparecido, antes se cocinaba para mucha gente , pero ahora cada vez es más difícil que sobre nada cuando se cocina para uno solo". Además había otro factor determinante: los huesos y carcasas de los animales no se reutilizan en Francia. "Las grandes farmacéuticas se han hecho con el mercado todo esto y ya casi nadie los utiliza". Sin embargo, Casamitjana no se dio por vencida y continuó intentándolo. "Llevo ya dos años y ha consistido mucho en investigar, hacer pruebas e ir adaptando a los gustos de la clientela francesa", apunta. Porque Dohatsu, de momento, solo se puede conseguir en Francia y en algunos establecimientos muy bien elegidos de España, como el de Clara Díez (de la quesería Formaje, en Madrid), buena amiga de Casamitjana.

"Nuestros caldos no siempre son iguales, funcionamos con la temporada", comenta de un producto que se vende de tres formas diferentes. Está el de huesos de vacuno y verduras frescas, en el que se puede utilizar zanahoria, cebolla, col o nabo, pero que al cambiar con  las estaciones no siempre incluye los mismos ingredientes; el que llaman de invierno, con cerdo, vacuno y pollo, basado en recetas locales y que evoca la cocina de antaño, al que se le añaden vinagre de sidra de manzana, laurel, perejil y tomillo fresco, o, por último, el de gallina, a base de gallinas viejas no ponedoras, unos animales que habitualmente no tienen ningún uso y que aquí imprimen sabor y textura. Las etiquetas llevan dibujos de aire setentero firmados por la ilustradora Rozalina Burkova. En este proceso de creación también juega un papel importante la sabiduría popular. "A veces me siento como una bruja", explica Casmitjana, que utiliza vinagre para que el hueso suelte más colágeno. "Y también los tostamos", precisa. Posteriormente se cocerán en diferentes marmitas durante largas horas. "Tenemos comprobado que el colágeno empieza a desprenderse a 70 grados, en el caldo de gallina solemos emplear tres horas y en el de huesos de vacuno ocho horas, por ejemplo".

Y nuevamente vuelve a cavilar sobre la historia del caldo: "Siempre lo han hecho las mujeres, generaciones y generaciones de abuelas. Al final es un tipo de cocina lenta, que necesita tiempo y que siempre asociamos a la cultura de los cuidados". Para Casamitjana no hay mayor homenaje  a cualquiera de los animales que su aprovechamiento: "Hay un desgate emocional al ver a muchos  de ellos tirados a la basura sin ningún tipo de uso". Su vínculo con varias granjas locales con las que ha establecido  una fuerte relación de pertenencia, también posibilita que ahora se encuentre disfrutando de un proyecto como  Dohatsu. Jean-Michel Urruty, de Xotildeia, en Armendarits, es el encargado de suministrarle las verdura, el tomillo, el laurel y el perejil fresco. Christian Aguerre, de Haranea, en Itkassou, lo hace con los huesos de cerdo y la pimienta de Espelette. "Dohatsu nació de la voluntad de recuperar el caldo tradicional, pilar de la cocina campesina. Si hay muchas recetas de caldos, aquí están impulsadas por el mismo principio: cocinar con ingredientes de alta calidad que hasta ahora se han dejado de lado". "Nada se pierde, todo se transforma".

 Abraham Rivera. El País Semanal, 23 de abril de 2023. (Imagen cedida por la marca).Melvin Israel

martes, 30 de mayo de 2023

Van Gogh. El frenesí truncado por un disparo

La iglesia de Auvers

Dos de los museos más importantes del mundo ofrecen sendas exposiciones sobre la última etapa del artista. Durante sus dos últimos meses de vida, realizó 74 cuadros y 50 dibujos en la localidad francesa de Auvers-sur-Oise. No se había dedicado una retrospectiva a una etapa crucial niciada con esperanza en un enclave visitado por pintores como Corot, Cézanne o Pissarro, que acaba en tragedia. Titulada sin rodeos Van Gogh en Auvers: sus últimos meses, el museo del artista en Amsterdam reúne por primera vez hasta el 3 de septiembre unos lienzos con casas, flores, paisajes y algunas efigies concluidos en un frenesí creativo truncado por un tiro en unos campos que tanto le habían inspirado. El esfuerzo ha sido posible con la colaboración del Museo d'Orsay, de París, que recogerá el testigo el próximo octubre. 

Van Gogh llegó a Auvers en mayo de 1890 procedente del hospital psiquiátrico de Saint-Rémy-de-Provence, al sur de Francia. Mientras estuvo internado, los periodos buenos se alternaron con crisis terribles en las que intentó envenenarse en dos ocasiones. Al mismo tiempo, su obra empieza a despegar entre los críticos. "Uno de ellos, Albert Aurier, le puso por las nubes diciendo que era el heredero de los maestros antiguos holandeses", señala Wouter van der Veen, investigador experto en el artista. Aurier publicó su artículo en enero de 1890 en la revista Mercure de France y se refiere a la obra de Van Gogh en estos términos: "La vehemente pasión por sus dibujos y colorido no basta para explicar  su profundo, complejo y distinto arte". El pintor le dio las gracias en una carta, adquirida por su museo en 2019, donde asegura que encuentra sus propios cuadros "renovados", mejor de lo que son en realidad, más valiosos y con más sentido", tras haber leído la reseña.

Después de hablar con Teo, su hermano y principal valedor, y cuando ya se siente mejor, Van Gogh se pone en manos del doctor Paul-Ferdinand Gachet, especializado en enfermedades nerviosas. El médico era también mecenas y pintor aficionado, y a su casa en Auvers acudían artistas que luego formaron parte del impresionismo. Al viajero holandés le gusta la localidad y, muy recuperado, juega con tonos azules y verdes y pinta mucho y muy deprisa. "Se formó una comunidad creativa en la que había europeos, estadounidenses y hasta un cubano, y Van Gogh quiere demostrar su valía en ese entorno. El grabador español Nicolás Martínez de Valdivieso almorzó varias veces con él en su hospedaje, la Posada Ravoux", sigue explicando el experto. Su buen ánimo se refleja en las primeras obras abordadas, que alternan las vistas de la localidad, castaños, en flor, y barcazas en el río Oise, con retratos como el de Adeline Ravoux, la hija del dueño del establecimiento. En varios lienzos puede verse, a lo lejos, la iglesia que haría famosa bajo un cielo azul cobalto.

El templo fue construido en el siglo XIII, y en la composición  aparece envuelto en reflejos violeta. "A la izquierda del espectador vemos a una campesina con una toca parecida a la que llevaban las holandesas de Brabante, donde el había nacido. El uso del color es llamativo y hay cuadros muy famosos de esta última época y otros poco conocidos, y gran parte están en Estados Unidos", explica Nicole Bakker, conservadora senoir de pinturas de la pinacoteca de Amsterdam, La vista de la iglesia ha sido cedida, junto con otras siete, por el  Museo d'Orsay, y destaca el Retrato del doctor Gachet. Sentado y con la cabeza apoyada en una mano, la expresión melancólica del modelo va más allá del ejercicio de estilo. "El pintor quería reflejar el alma rota de nuestro tiempo y se sentía identificado en sus depresiones con el facultativo, que era viudo", añade. Esta es una segunda versión que pertenecía a Gachet mismo, cuya familia la legó al Estado francés. En Auvers, Van Gogh solo firmó el retrato de la niña Ravoux, y Bakker indica que lo hacía con su nombre por razones prácticas. "Siempre escribían mal su apellido. No parece que quisiera igualarse a maestros como Rembrandt"...

Los cielos abiertos y las mañanas luminosas del principio van oscureciendo... Su serie de cuadros panorámicos -hay 10 en la muestra- refleja la rápida caída en la depresión. "Pinta en momentos de gran vida y bullicio, en plena cosecha, pero sus campos están vacíos". El desenlace llega cuando estaba ocupado con unas raíces de acacia en el camino hacia la posada Ravoux. La bala que se disparó en el pecho no podía extraerse, y el pintor pidió que le dejasen morir en paz. El doctor Gachet hizo unos dibujos del rostro de Vincent en su lecho de muerte, incluidos en la muestra.

Isabel Ferrer. Amsterdam. El País, martes 23 de mayo de 2023.

lunes, 29 de mayo de 2023

"El colibrí"

Seguramente esta película pasará desapercibida. No es una obra maestra; quizá, en el fondo, solo sea una bonita historia imperfecta, pero resulta muy atractiva en su notable valor reflexivo sobre la angustia, el dolor y el amor.

El colibrí del titulo -que evoca a un corazón permanentemente agitado y la capacidad de permanencia de los pequeños grandes deseos- es el protagonista, así apodado desde niño. Un pajarito tenaz y frágil, atiborrado de hormonas y vitaminas para poder sobrevivir. Resulta curioso que, luego, en la madurez, el personaje se encarne en el grande y plácido físico del actor Pierfrancesco Favino. Tras la aparente calma del intérprete, hay un gran retrato de la culpa y la insatisfacción.

La película comienza en verano, en la casa de una playa toscana, con el primer amor; un amor siempre presente, siempre inconcluso. El gran descubrimiento se ve truncado por el suicidio de la hermana del joven colibrí, y desde ahí, ya todos serán falsos movimientos de infelicidad. La historia, no lineal, comienza a volar adelante y atrás, y sí, cada recuerdo es un salto temporal, cada sensación conjurada renueva la angustia del personaje.

Francesca Archibugi -promesa del cine italiano de los noventa, dirigiendo Verso sera o Mignon vino a quedarse- conduce con maravilloso sentido de la observación la atormentada vida sentimental del protagonista, su amor postergado y hondamente enterrado y su vehemente relación con una esposa arrasadora. Bérenice Bejo y Kasia Smutniak dan vida a los dos laberintos en los que el desventurado personaje se pierde una y otra vez. El contrapunto lo pone el psicoanalista -terapeuta de la esposa- interpretado por Nani Moretti: él es la voz de la razón. Y suena I'll be seeing you de Billie Holiday, mientras la mirada de Favino nos habla de esos momentos decisivos que construyen nuestro infortunio.

Eduardo Galán Blanco. La Voz de Galicia, viernes 26 de mayo de 2023.

domingo, 28 de mayo de 2023

Edgar Morin: "No caminamos hacia un futuro brillante"

Edgar Morin

Edgar Morin es un hombre con una misión. Una misión inacabada, inaplazable, ineludible: transmitir sus ideas, compartir sus conocimientos, ofrecer un legado lo más nutrido posible. La producción intelectual mantiene lúcido  y alerta a sus 101 años. Le alimenta. Le conserva: se ve a sí mismo "poseído" frente a su ordenador cada vez que se enfrenta a un libro o a un artículo. En su libro Lecciones de un siglo de vida, confiesa que fue un mal hijo y mal padre. No mal esposo, dice. Ni mal pensador.

Es un superviviente de una especie en extinción: la de los grandes intelectuales del siglo XX. Ha escrito más de 20 libros (además de otros pequeños, entrevistas, etc) y en Francia acaba de publicar De guerre en guerre: de 1940   à L'Ukranie (de guerra en guerra: de 1940 a Ucrania, aún sin editorial en España), ensayo inconformista, "disidente", como él mismo dice, ajeno a la corriente de pensamiento que domina en los medios clásicos occidentales, en el que hace un claro alegato por la paz en la guerra que sacude al mundo desde febrero de 2022. En junio tiene previsto publicar otra obra, Encore un peu (todavía un poco más). Y en septiembre, cuestión de no bajar la guardia, uno más, coescrito alalimón con la mujer que le sostiene y le da la vida, Sabahh  Abouessalam, socióloga marroquí a la que está unido desde que se conocieron en una conferencia en el año 2009.

Intelectual de referencia para la izquierda francesa, inspirador (junto a Stéphane Hessel) para aquellos jóvenes  que salieron a las plazas  del mundo  en el año del 15-M, este descendiente  de judíos sefardíes españoles (nacido como Edgar Nahoum) es un humanista  al que siempre le ha gustado intervenir en el debate público. Con todo, en el ámbito del pensamiento, se le reconoce por la publicación entre 1977 y 2004 de los seis volúmenes de El método, donde desarrolla las claves del pensamiento complejo, metodología de reflexión multidisciplinar  y panorámica, ajena a los cajones estancos.

Nos recibe en uno de sus rincones favoritos de Marraquech (vive a caballo entre París, Montpellier  -sur de Francia - y la ciudad marroquí), en el palacio Es Saadí, un vergel de pájaros y palmeras hecho hotel: en su casa se ha roto el aire acondicionado y no se puede estar, el calor le merma las fuerzas. El peso sobre los hombros de los 101 años vividos se esfuma de pronto en cuanto se enciende la grabadora. Se pone a hablar y resplandece. Irrumpe el ímpetu en la voz, algo quebrada, y las manos empiezan a acompañar las inflexiones en sus palabras.

P.- Arranca su nuevo libro evocando los primeros bombardeos de la Luftwaffe que aniquilan Róterdam en mayo de 1940. Estaba usted adscrito al Estado Mayor del Primer Ejército comandado por Lattre de Tassigny. ¿Es el hecho de haber vivido el horror de la guerra lo que le ha empujado a escribir un libro más, con más de 100 años?

R,- Las imágenes de la guerra de Ucrania, los edificios destruidos, los cadáveres de civiles... Todo eso me trajo a la memoria las guerras que viví y en particular la Segunda Guerra Mundial. Entonces vi ciudades como Hamburgo, como Mannheim, completamente destruidas.

P.- Toda guerra en nombre del bien comporta en realidad el mal en ella , dice usted. ¿Ocurre en Ucrania?

R,- Sí, pero a un nivel mucho menos masivo. Si bien la Rusia de Putin es culpable de haber atacado, y hasta intentado anexionar a Ucrania, hay crímenes de guerra que se han podido cometer en ambos bandos, y hay propaganda  de guerra en ambos lados. La guerra favorece las mentiras, la información falsa, el ocultamiento de lo que es negativo para tu bando... He querido que nuestros contemporáneos sean conscientes de ello, Sobre todo porque en Francia, por ejemplo, ha habido una especie de beatificación de Ucrania, a la par que se han atribuido intenciones diabólicas a Putin, 

P,- ¿No son diabólicas las intenciones de Putin?

R,- Lo que es diabólico en Putin, sobre todo, es su represión interna sobre sus opositores y la dictadura que mantiene en Rusia. Está en medio de una guerra, que evidentemente tiene aspectos criminales.  Pero somos informados de las acciones de los rusos por los ucranios. Hay bruma informativa. 

P.- En su libro hace un claro alegato por la paz. Pero la paz implica hacer concesiones a un invasor, a Putin.

R,- Cuando las fuerzas de los dos adversarios están igualadas, se puede llegar a acuerdos de compromiso...No está claro por qué Ucrania pide un monopolio sobre Crimea, se puede buscar un compromiso. Donbás es una región extraordinariamente rica en minerales que comenzó a ser industrializada por la Rusia zarista a finales del siglo XIX y fue la URSS de Stakin la que la hiperindustrializó. Se podría plantear que las riquezas de Donbás fueran explotadas en común. 

P.- ¿Se debe hacer este tipo de concesiones?

R.- Podría ser una solución de compromiso para obtener la soberanía de Ucrania, su adhesión a la Unión Europea y su neutralidad militar... Hay un nuevo imperialismo ruso de carácter paneslavo. Pero también hay un imperialismo  estadounidense que está presente de manera económica, política y militar. Ucrania, en su búsqueda de la independencia y la soberanía, es el escenario de un conflicto de dos imperialismos. Con este libro yo sabía que no estaba en el mainstream, sé muy bien que es disidente en las actuales circunstancias. No me gusta pero mi deber es decir lo que creo que es útil... 

P.- Se dice usted heredero de Montaigne y de Spinoza 

R.- Sí, porque Montaigne aconsejaba la práctica de la duda y del autoconocimiento. Tenía un espíritu muy humano. Decía: "Todo hombre es compatriota". Es el primer anticolonialista. Y Spinoza hizo la gran revolución  del pensamiento moderno al acabar con la idea de un Dios superior y externo al mundo que es su creador y dueño. Dio la soberanía a la naturaleza.

P.- Permítame una pregunta, señor Morin: ¿Qué hace usted para mantener tan bien sus facultades intelectuales con 101 años?

R,- Persevero en mi ser, como diría Spinoza. La edad me afecta, camino peor que antes, tengo diversos problemas físicos, pero, afortunadamente, mentalmente sigo siendo el mismo. Conservo toda mi curiosidad, mi interés por el futuro de la humanidad...

Joseba Elola. El País. Ideas, domingo 30 de abril de 2023.

sábado, 27 de mayo de 2023

La pizarra de Valdeorras llega por el Sena hasta Notre Dame

Traslado de las cúpulas por el Sena. (Cupa Pizarras)

En una de las calles que desemboca en Notre Dame se encuentra la Prefectura de la Policía de París. Las cúpulas de este emblemático edificio están hechas con rocas orensanas. Las láminas de pizarra que las cubren partieron de las canteras de Carballeda de Valdeorras --y el municipio leonés  de Benuza-, y del grupo empresarial Cupa. Hoy, ya forman parte de uno de los lugares más visitadas del mundo, la isla de la cité.

El arquitecto Philippe Pumain fue el encargado de la reforma del edificio. Durante los trabajos de planificación solicitó el proyecto inicial y el permiso de construcción obtenido en 1893 por el arquitecto Ernest Papinot. Descubrió que el edificio había tenido , en su origen, dos  cúpulas de seis metros de diámetro. De esta manera, Cupa Pizarras  entró en el proyecto, ya que el uso de su material, en concreto de la denominada Selección Monumento Histórico, es habitual en Francia, siendo este país su principal cliente. Esta pizarra también se puede ver en Fontainebleau, en el Palacio de la Bolsa de Burdeos o el Castillo de  Azy-le Rideau.

Lo curioso del proyecto de la comisaría de la isla de la Cité tiene que ver con la logística necesaria para su instalación. Las nuevas cúpulas se construyeron en Clermont-Ferrand, a más de 400 kilómetros de París. Fueron recubiertas con dos capas de madera de álamo antes de instalar  las alrededor de 8.500 piezas  de pizarra natural talladas a mano, una a una. Las cúpulas, en cuatro cascos viajaron en camión hasta París. Y se ensamblaron en e puerto de Charenton, desde donde partieron navegando por el Sena hasta la isla de la Cité. Allí, y de forma excepcional, fueron izadas con una de las grúas que participaron en la reconstrucción de Notre Dame. Una vez en suelo firme, dos pequeñas máquinas la colocaron en su posición final.

Desde el grupo Cupa subrayan  que la producción de la Selección  Monumento Histórico depende más de la demanda del mercado que de su planificación debido a la imprevisibilidad de los proyectos de restauración . "La pizarra es percibida cada vez más como un material moderno  y sostenible, que tiene su lugar dentro de la arquitectura contemporánea, no solo tradicional. Son ejemplo de ello el Edificio Binet, en París, o uno de los próximos proyectos de Foster and Partners en Londres, en ambos en la fachada", explica.

C. Andaluz.  Orense. La voz de Galicia, miércoles 3 de mayo del 2023.

viernes, 26 de mayo de 2023

Gira española de Zaz en marzo y agosto

A finales del año pasado The Project presentó el cartel del Guitar BCN 2023, un festival cada vez más ecléctico en el que su propio nombre es más una marca que una definición de lo que alberga. Durante las primeras ediciones los instrumentos de cuerda tenían un protagonismo que con el devenir de los tiempos ha ido en receso. A pesar de ese cambio de dirección, cada edición del festival ofrece la posibilidad  de reencontrar o descubrir nombres interesantes.

La artista francesa Zaz, uno de los nombres destacados del Guitar BCN 2023  actuará en nuestro país dentro del programa de Scènes françaises del Institut Français. En el mes de marzo ha actuado, el 17, en San Sebastián (Kursaal), el 25 de marzo en Las Palmas de Gran Canaria (Auditorio Alfredo Kraus) y luego ya en verano,  el 6 de agoto en Chiclana (Poblado de Sancti Petri), 7 de agosto en Marbella (Cantera de Nagüeles ) y el 9 de agosto en Alicante (Plaza de toros).

Uno de los puntos más sugerentes de la edición de este año viene de su mano. La artista es uno de los nombres emergentes de la nueva canción francesa y del jazz gipsy, y sus directos se caracterizan por la energía  y el positivismo que desprenden. Sus visitas a Barcelona se cuentan por llenos y por una demanda cada vez mayor para ver sus conciertos. 

Sergio Leiva. Dirtyrock. info

jueves, 25 de mayo de 2023

"Memorias de la rosa". Consuelo de Saint-Exupéry

Una nueva traducción al español recupera las memorias de la mujer del autor de "El Principito". "Las flores son débiles, son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen terribles con esas espinas", le dice el Principito al aviador del famoso cuento de Saint-Exupéry. En apariencia inofensiva, esta afirmación cobra un sentido menos entrañable al leer, Memorias de la rosa, el libro en el que la mujer del autor de El Principito, la artista salvadoreña Consuelo de Saint-Exupéry (Consuelo Suncín Sandoval de soltera), narra la tumultuosa relación que tuvo con su marido. En ella se inspiró el célebre piloto para crear el personaje de la rosa orgullosa que atormenta al pequeño príncipe del planeta B 612 y Consuelo fue consciente de ello. Pero estas memorias recientemente editadas en español por la editorial Espinas, desvelan la tortura emocional a la que la sometió su marido.

Desde su primer encuentro en Buenos Aires en 1930 y hasta la muerte del piloto en una misión de la II Guerra Mundial en 1944, Antoine la ignora a propósito para castigarla, la chantajea -en numerosas ocasiones le dice que se morirá si lo deja-, la humilla delante de sus amigos y familia, la manipula para que se sienta culpable  de sus propias infidelidades con actrices y autoras, la controla, la aísla de las amistades que ella teje y la intimida. Se podría cantar bingo con todas las situaciones el libro en las que se presentan signos de lo que hoy consideran los psicólogos una relación tóxica, en la que la mujer maltratada no es capaz de salir de su situación de abuso.

¿Por qué es tan desconocida la faceta de maltratador del autor francés? Para Alicia de la Fuente, editora de este libro y fundadora de la editorial Espinas, dedicada a resucitar textos de autoras olvidadas por el canon, está muy claro: "No interesa que se sepan las cosas que ella cuenta porque Saint-Exupéry es un héroe nacional en Francia y casi un mártir que murió combatiendo en la II Guerra Mundial. Es peliagudo desmitificar al genio". Disponible en 498 lenguas, El Principito es el libro más traducido en el planeta después de los textos religiosos y Saint-Exupéry el autor francés más vendido.

Consuelo escribió estas memorias en Nueva York durante la guerra y después de la muerte de su esposo, pero al acabarlas las encerró en un baúl que se llevo consigo a Francia y que no lo volvió a abrir. A su muerte, en 1979, pasaron a las manos de su secretario, José Martínez-Fructuoso, que heredó toda su obra. Este no las sacó a la luz hasta el centenario del nacimiento del aviador en el año 200. "He dudado mucho antes de tomar la decisión de revelar su existencia", escribió. Le cedió el texto a Alain Vircondelet, biógrafo de Saint-Exupéry, que coincide con De la Fuente: el heredero no se atrevió hasta entonces a publicarlo "por miedo a romper o, más bien desmitificar al héroe", explicó Vircondelet en una entrevista para France Culture en 2021.

La fundadora de Espinas opina que Consuelo sí que deseaba que salieran a la luz: "Un manuscrito que no se destruye y que además se deja en herencia es una declaración de intenciones Ella no se atrevió a publicarlo en vida. Creo que sabía que no se la iba a creer o que iba a pesar más la memoria y la reputación del autor". Cuando las memorias se publicaron en Francia en 2000  no tuvieron una gran repercusión, pero en 2021 Gallimard publicó la correspondencia entre los dos considerados enfants terribles del panorama cultural de los anos treinta, y puso en evidencia el abuso emocional de Tonio hacia Consuelo. 

"Esta correspondencia permite al gran público descubrir que Saint-Exupéry tenía una mujer, que era un personaje franco, frontal, exuberante, que asumía su poesía y su faceta excesiva. Antoine estaba muy enamorado de ella, tenía prontos muy violentos y momentos más dulces, pero exhibía un narcisismo enorme. Las cartas muestran como Saint-Exupéry se escucha a sí mismo. cómo quiere ser amado antes que amar. Y a pesar de todas sus palabras de amor, nunca dejó de engañar a su mujer", dijo Vircondolet en la misma entrevista...

Memorias de la rosa es, admite De la Fuente, difícil e incluso desagradable de leer: "Muchas mujeres se enfadan con que Consuelo sea tan pasiva, tan permisiva con él, pero creo que es importante que genere ese rechazo en la lectura de hoy". La monologuista Pamela Palenciano (No solo duelen los golpes) denuncia en el prólogo que las mujeres hayan sido educadas para mirarse a través de los ojos de los demás. "Somos la otredad, porque salimos de las costillas de Adán. Nos entrenan en la espera porque nuestro lugar es la pasividad", escribe. De la Fuente hace referencia al impacto negativo del lugar de la mujer en los mitos fundacionales: "Desde la leyenda de Ulises, en el que el papel de Penélope es esperar eternamente mientras el gran héroe vive su epopeya, hasta los cuentos populares, las mujeres siempre han asumido el rol de la persona frágil a la que hay que salvar y que, además, sirve de premio al hombre"...

Nora G. Fornés. Madrid. El País, domingo 7 de mayo de 2023.

miércoles, 24 de mayo de 2023

Barbara Stiegler. Filósofa y activista

Bárbara Stiegler

La filósofa francesa Barbara Stiegler (52 años) es una revolucionaria. Cree que estamos impregnados del neoliberalismo, que somos incapaces de ver el mundo sin esas gafas, y tiene cierta esperanza en los movimientos sociales  que han agitado recientemente su país. Profesora de Filosofía Política en la Universidad de Bordeaux Montaigne, ha estructurado su pensamiento en torno a esta corriente y a Nietzsche, además de ser activa participante en el debate público francés. Como activista que es, se unió a los chalecos amarillos y escribió Du cap aux grèves  (del rumbo y las huelgas, no publicado en español). Su última obra es Hay que adaptarse. Tras un nuevo imperativo político (editorial La Cebra, su primer libro traducido al español), en el que se remonta a los años treinta del siglo pasado y ahonda en el debate sobre qué es el liberalismo que mantuvieron el filósofo y periodista Walter Lippmann y el también filósofo y psicólogo John Dewey.

Está enamorada de Grecia, atiende desde el instituto Francés, donde participa en el debate La Noche de las Ideas. Habla rápido, con soltura latina. En su cuenta de Twitter ha fijado el cartel de un manifestante:"Leurs yachts échoueront sur nos grèves" (sus yates encallarán en nuestras huelgas).

P.- ¿Puede explicar el cartel?

R.- Me gustó. Los yates son el símbolo  de la depredación neoliberal del mundo, de su obscenidad.

P.- Dice que todos estamos impregnados de neoliberalismo. Que los partidos de izquierda están también ahí mientras creen que lo combaten.

R.-Así es. A la izquierda le ha costado percatarse de las distintas formas que adopta el neoliberalismo. Para el partido socialista francés, británico, alemán..., poner en marcha políticas públicas era luchar contra el neoliberalismo. No comprendieron que muchas políticas públicas eran perfectamente neoliberales. Estamos todos impregnados de su hegemonía.

P.- ¿Podría poner un ejemplo?

R.- Hablemos de la igualdad de oportunidades. Los responsables de educación dirán que es muy importante. Y, si los escuchas, oirás que se refieren a la igualdad para poder competir. La idea es que, en la línea de salida, todos los niños hayan tenido igualdad de oportunidades. Los más pobres recibirán más medios, los más ricos menos y eso asegurará que ganen los mejores. ¡Esa es una mirada neoliberal!   Supone creer que la educación es la selección de los mejores. Pero para mí es emancipación, formación colectiva y de uno mismo. ¿Es un buen modelo? No lo creo. Y desde luego no es de izquierdas.

P.- ¿Cuándo se empieza a debatir qué es el neoliberalismo?

R.- Hubo un debate teórico en los años treinta en EEUU, tras la crisis de 1919. Los liberales afirmaron que había que refundar el liberalismo sobre un Estado fuerte. Es entonces cuando se adapta el sistema educativo a la globalización. Al principio se trataba solo de una corriente teórica que no gobernaba. Pero poco a poco fueron prosperando y para los años setenta y ochenta alcanzaron el poder en todos lados. A partir de la década de 2000 -con la crisis climática, la Gran Recesión- los ciudadanos empezaron  a movilizarse. Por una genial casualidad coincidió con la publicación del curso del filósofo Michel Foucault Nacimiento de la biopolítica, en 2004, en el que identificó el objeto neoliberal. Y cuando identificas algo es cuando puedes distanciarte de ello. Si no estás como pez en el agua, no ves el agua. Ha tenido mucho impacto en las universidades de todo el mundo.

P.- ¿En qué consistió ese debate entre Lippmann y Dewey del que habla en su libro que llevó a ese error que afirma que aún perdura?

R.- John Dewey, que tenía mucha influencia, quería que EEUU pusiera en marcha una democracia. Creía que el sistema que tenían no era realmente democrático, todo era muy jerárquico. Creía que había que extender la idea de la democracia a todos lados; escuelas, centros de trabajo... Era el filósofo estadounidense más reconocido de la primera mitad del siglo XX. Cuando conoce a Lippmann, que era un cronista también muy influyente, chocan. Lippmann critica el exceso de democracia y afirma que esta supone fabricar las ideas del pueblo a escala industrial. Será Lippmann quien gane este enfrentamiento ya que Dewey falleció durante la Segunda Guerra Mundial y acabará siendo barrido por otros pensadores. Y esta mirada neoliberal y antidemocrática es la que prevalece. Hoy, en todas las universidades, se está redescubriendo el pragmatismo de John Dewey y su exigencia de democracia.

P.- ¿Ve esperanza en ello?

R.- Vengo de un entorno comunista al que no acabé de adherir. Veía a Bréznev y al resto y me parecían personas horribles. Durante años me aburrí políticamente. Los años noventa me resultaron grises. Y a partir de 2000, con la crisis ecológica asomando y la reclamación de democracia, empecé a ver que algo pasaba. En 2005, cuando Francia rechazó el proyecto de Constitución Europea, sentí que vivimos un momento de debates muy ilusionante. Mi país se ha ido volviendo crecientemente autoritario y yo y muchos hemos ido teniendo más ganas de democracia. Tengo una relación compleja con mi país: es muy autoritario y por suerte también muy revolucionario...

Carmen Pérez-Lanzac. El País, domingo 21 de mayo de 2022.

lunes, 22 de mayo de 2023

Viendo a Picasso en el Museo del Prado

Acudí tempranero en el puente de San José, a quien se le ocurre, al Museo del Prado. La cola era larga. Quería ver los nueve cuadros de la temporal Obras maestras de la Frick Collection, presentados en diálogo con otras obras que posee el museo de los pintores reunidos: Velázquez, Goya, El Greco, Murillo... El diálogo se establecía sobre todo, entre los codos de los numerosísimos visitantes agrupados -diría que como casi los lienzos- en la sala 16 ¡Qué afición tenía Murillo a que sus figuras se salieran de su marco! En su Autorretrato un codo amaga con salirse del óvalo que lo retiene. En su otro autorretrato, es una mano la que se escapa. Como nos recordó el año pasado el Thyssen, el trampantojo, en busca de la tercera dimensión, ha tenido muchos cultivadores desde antiguo. Y después de contemplar la triste y severa mirada  del San Jerónimo del Greco -lo que más disfrute de la sala-, y sus kilométricas barbas, y su moderno pelo pincho, la riada inhumana me arrastró con oportuno azar hasta Picasso.

Había olvidado que desde hace dos años -y no sin que las aguas se agitaran-, el Prado, gracias a la cesión de cinco años de American Friends of the Prado Museum, colocó Busto de mujer (1943) en la sala 9B, junto a los retratos de El Greco y a El Bufón Calabacillas, de Velázquez, que tanto impresionaron a Picasso, siendo un chaval, cuando los vio en 1895. Dice la información del museo que el malagueño, acreditado en su momento como copista en El Prado, pintó Busto de mujer en un solo día -¿como otros muchos de sus cuadros?-, concretamente el 7 de octubre de 1943, cinco meses después de conocer a Françoise Gilot, expresando así el horror que le inspiraban los estragos de la guerra. Bueno, eso hay que creerlo, pues el cuadro, con las habituales deformaciones y tensiones picassasianas -dos rostros confluyentes con sendas narices y ojos para cada lado, al igual que los pechos entrelazados de la mujer con mantilla y fondo gris-. podría pasar por uno más de los que pintó en la época.

Manuel Azaña, a la sazón presidente de la Segunda República, nombró a Picasso director del Museo del Prado el 19 de septiembre de 1936. Meses después, a primeros de enero de 1937, Picasso recibió en París la visita del cartelista Joseph Renau, quien como director general de Bellas Artes le había recomendado para el puesto, y de otros acompañantes - José Bergamín entre ellos-, quienes le solicitaron para el pabellón español de la Exposición Universal de la capital francesa lo que acabaría siendo -pese a su rechazo inicial a hacer una pintura de gran tamaño- el Guernica. Picasso como es sabido, nunca tomó posesión de su cargo, en el que sucedía nada menos que al escritor Ramón Pérez de Ayala. Ayala apenas llegó a ejercerlo por ser designado por el primer gobierno republicano casi a la vez, con evidente discoordinación con el patronato del museo, embajador en Londres. Pérez de Ayala, tan leído -¿y hoy?- en mis años universitarios- Bernardino y Apolonio, Tigre Juan, A. M..D. G...-, vivió una increíble historia. Vuelve de Londres el 4 de julio de 1936 para incorporarse al Prado -había estado en funciones su subdirector-, y a los 14 días tiene lugar la sublevación militar. El 30 de agosto se cierra el museo. Días después un grupo incontrolado de milicianos va a buscarlo a su casa con las peores intenciones. Le salva la vida su chófer, que es anarquista y logra impedirles el paso. En vista del panorama, Ayala, firmante años atrás del manifiesto "Al servicio de la República", se pone a salvo marchando a Francia. Allí se entera, meses más tarde, de que ha sido destituido del Prado. Su sucesor, Picasso.

Manuel Hidalgo. El Cultural, 31-3-2023.

Mi crimen. Gozoso vodevil

Fotograma de Mi crimen
Mi crimen, la última película del francés Frnçois Ozon, es una comedia gozosa con aire de vodevil que fluye  como un manantial  de la mano de un reparto sembrado capaz de moverse entre diálogos brillantes y endiablados, y una trama con todos los ingredientes posibles: asesinatos, desahucios, amantes, actrices fracasadas, juicios, sororidad y un poquito de Me Too. 

Dos amigas, actriz y abogada, interpretadas por  Nadia Tereszkiewicz y Rebeca Marder, están al borde del desahucio cuando sus vidas se complican aún más al acabar una de ellas acusada del asesinato de un empresario y productor de cine. Lo que desencadena la confesión de ese crimen es una loca comedia de época muy bien construida, capaz de ser tan blanca y ligera en la superficie como negra en el fondo. El prolífico cineasta francés adapta libremente una obra de teatro de 1934 de Georges Bert y Louis Verneuil que ya fuera llevada al cine en Hollywood en 1937 bajo el título de Confesión sincera, con Carole Lombard en la piel de la asesina confesa y a las órdenes del director de No soy ningún ángel, clásico de Mae Mae West. Ozon encuadra Mi crimen en la trilogía que completan sus dos comedias femeninas Potiche. Mujeres al poder, de 2011, y Ocho mujeres de 2002, aunque esta vez el asunto central es la amistad femenina.

Ambientada en un París que remite al cine clásico, Ozon logra sacar brillo de un artificio inteligente que no solo transporta al espectador al pasado, sino al sueño de ese pasado, como si dentro de Mi crimen y sus guiños a la screwball comedy nadasen decenas de comedias  de otra época  que tratan  de tú a tú al presente, sin gestos ni diálogos acartonados.

La guinda del pastel la sirve la estrella invitada: Isabelle Huppert, en la piel de una diva decadente que podría situarse  entre Cruella de Vil y la Gloria Swanson de El crepúsculo de los dioses. Ozon mueve tan bien los hilos que la fabulosa y muy divertida presencia de Huppert no eclipsa el resto del reparto.

Elsa Fernández-Santos. El País, viernes 5 de mayo de 2023.

domingo, 21 de mayo de 2023

"Las protestas en Francia confirman la libertad que hay"

En la estala de la tremenda (y oscarizada)adaptación alemana de Sin novedad en el frente llega la francesa Padre y soldado, otra película sobre la Primera Guerra Mundial, ese conflicto que ha dado tan buenos filmes (La gran ilusión, Senderos de gloria, Capitán Conan...). Padre y soldado, que se estrena en España el 26 de mayo y que ha podido verse en el BCN Film Fest de Barcelona, narra la historia de un pastor de vacas senegalés, Bakari Diallo, que se alista en el ejército colonial francés para proteger a su hijo Thierno, enrolado a la fuerza. Enviados ambos para combatir a los alemanes en Francia integrados en el famoso cuerpo de fusileros senegaleses (tiraillers sénégalais), que fue el elemento principal de la "fuerza negra" del ejército francés, padre e hijo viven juntos el horror de la guerra de trincheras, mientras el progenitor trata por todos los medios de que su retoño no muera en un conflicto en el que perecieron 30.000 de los 180,000 movilizados, uno de cada seis.

A Bakari Diallo lo encarna Omar Sy (Trappes, Francia, 45 años), el actor de raíces senegalesas de Intocable y de la serie Lupin que ha visitado Barcelona con el motivo del festival y recibido, primero, uno de los premios fuera del certamen, y segundo, el de mejor actor, ya que Padre y soldado participaba en la competición.

¿Cómo era ser fusilero senegalés en la Primer Guerra Mundial? "Era tal y como describe la película", responde Sy, un hombre alto y robusto cuya cabeza envidiaría un bronce de Benín y cuyo cuerpo envidia cualquiera. "Estaban muy aislados, primero por el lenguaje, la mayoría no hablaba francés, sino peul, que es lo que hablan Bakari y su hijo ( y es la lengua de los padres de Sy) o wolof, u otros dialectos, así que no entendían lo que pasaba. Y después estaba esa guerra horrible que escapa a la comprensión de alguien del Senegal: no sabían contra quién luchaban, ni por qué. Hay que añadir las condiciones climáticas del invierno en el frente: los americanos se morían de frío, no estaban adaptados a ese mundo hostil. Sin olvidar que muchos senegaleses habían sido reclutados, como se ve en la película, con métodos propios de la trata de esclavos, raptándolos".

Sy, que lamenta no haber visto aún  Sin novedad en el frente, reflexiona que ser negro en la Gran Guerra, cuando los habitantes de Senegal no tenían la categoría de ciudadanos franceses, era ser simplemente "una herramienta colonial y nada más". Curiosamente Padre y soldado no muestra episodios de racismo (al contrario, el teniente blanco Chambreau exhibe una sorprendente falta de prejuicios, aunque también es verdad que para las misiones suicidas no importa mucho el color), e incluso se sugiere alguna historia de amor interracial,,, "predominaba la fraternidad del frente", señala el actor. "Estaban en una guerra  y combatían juntos, de alguna manera todos los soldados franceses eran hermanos de armas. Todos sentían la misma vulnerabilidad ante la escabechina del frente"(...).

Parece inevitable preguntarle qué opina de la situación en Francia  y los disturbios contra Macron.  "Lo que ocurre en Francia es la confirmación de la libertad que hay  el país", recalca.

De Intocable, señala que le debe muchas cosas a ese filme, "entre ellas el estar aquí, esencialmente toda mi carrera como ha ido es consecuencia con la película". ¿Son peores las trincheras que los velocirraptores? Sy, que hizo del cuidador de animales Barry Sembène que se encarga de los peligrosos dinosaurios terópodos en Jurassie World, ríe ante la comparación. "Sin duda son peores las trincheras, porque eran reales. También ha hecho varias películas de superhéroes. "Me gusta la diversidad, son diferentes maneras de contar historias: veo mi carrera como un camino en el que cada proyecto me lleva a otro".

Jacinto Antón. El País, lunes 1 de mayo de 2023. 

sábado, 20 de mayo de 2023

Chandon Secret Garden: un mercado efímero, francés y castizo

La empresaria española Blanca Miró. (Alba Ricart)

Casi medio año estuvo trabajando Blanca Miró en el mercadillo que del 21 al 23 del pasado abril copó los jardines del museo madrileño Lázaro Galdiano, bajo el nombre Chandon Secret Garden by Blanca Miró. El proyecto, dice, le llegó a la empresaria, diseñadora y creadora de contenido digital en un momento clave: "Durante años rechacé cualquier iniciativa que no tuviera que ver con la moda, que es mi fuerte". Entonces, ¿Qué ha cambiado ahora? Pues que en este caso, el de Chandon no era un trabajo en el que tuviera que poner mi imagen y ya está". En efecto, lo que la firma le pidió a Miró fue que, con total libertad y visión propia, comisariara un evento de un fin de semana inspirado en Chandon Garden Spritz, el vino espumoso 100% natural pensado para el momento previo a una comida o cena, y que pudiera servirse en una especie de mercado ad hoc al aire libre. "La idea era crear algo que tuviera un punto muy francés pero a la vez muy español". Se explica: "Por poner un ejemplo, lo que se vio en el Lázaro Galdiano tenía mucho del mercado que organizan en Saint-Tropez todas las semanas del año". Efectivamente, en los puestos se podía adquirir prendas confeccionadas en España que Miró diseña de manera sostenible junto a María de la Orden en su marca conjunta La Veste, además de vajillas pintadas a mano de The Platera o los arreglos escultóricos que prepara Mario Molina en su floristería Metatopy del Mercado de San Antón de Madrid.

A cargo de los aperitivos estuvieron la tienda Formaje de Chamberí (quesos), el bar Hermanos Vinagre (conservas y encurtidos) y el gigante Levadura Madre ( panes artesanales). en tres paradas obligatorias que juntas conformaban la vertiente española de la cita. "Ese momento del aperitivo que es tan nuestro", describe la catalana, y que en el Chandon Secret Garden fue posible disfrutar con los amigos, al sol y con la música de los conciertos". Actuaron Anni B Sweet y Leo Rizzi, así como los DJs Javier de Miguel y Marco Llorente, creando un ambiente que invitó a desconectar del día a día. O lo que es mejor, a degustar hasta bien entrada la noche este spritz que incluso se podía adquirir para llevárselo a casa, enfundado en un porta botellas ideado por Miró que incluye, junto al logo unas frutas, bordadas, con las que se hace referencia al ingrediente madre del vino espumoso: la piel de naranja macerada con especies botánicas, atención al dato, durante horas y horas.

 Pablo García. Smoda. El País, mayo de 2023.

viernes, 19 de mayo de 2023

Jordi Savall, entre tormentas

Jordi Savall

El domingo 7 de mayo tendrá lugar en el Auditorio Nacional de Madrid una gran fiesta musical de gran aparato presidida por la batuta rectilínea y siempre precisa de Jordi Savall, ese artista exquisito, ese terne y entusiasta aventurero en pro de nuevos territorios de toda época, de hallazgos inesperados. Descubrimientos defendidos con su viola de gamba y otros instrumentos. Y puestas a veces en pie desde el podio que ocupa cuando dirige alguno de los conjuntos por él creados: Hespérion XXI, La Capella Real de Catalunya y Le Concert des Nations.

Es con este último grupo con el que afronta una cita de tan alto interés, en la que, como es costumbre, pondrá al día, desde una moderna perspectiva, una serie de músicas que se agrupan dentro del epígrafe Homenaje a la tierra. Tempestades, tormentas y fiestas marinas en el Barroco europeo. Una auténtica representación de las fuerzas de la tierra. Una celebración vista desde la perspectiva de un ilustrado. Un pretexto para llevar en volandas al oyente espectador a lo largo de un viaje ameno y contrastado para lo que juega un gran papel el componente descriptivo. Vitalidad y variedad rítmica que en ocasiones nos levanta del asiento.

La sesión comienza por la tan descriptiva y fulgurante  Les éléments de Jean Féry Rebel (1666-1747), que se ha hecho tan famosa. Continúa con Airs por les matelots y les tritons, de Alcione, de Marin Marais (1656-1728) -uno de los músicos que forjaron en su día la fama  de Savall como gran violagambista-, y sigue con ,Wassermusik, Hamburger Ebb und Flut de Telemann, (1681-1767), compositor siempre sorprendente. El cierre del concierto será espectacular ya que viene ocupado por extractos  de tres óperas-ballets de Rameau (1683-1764): Les Indes galantes (1735). Hippolyte et Aricie (1773) y Zaroastre (1749) agrupados bajo la leyenda de Orages et et Tonnerres. 

De la primera se han seleccionado El Air pour les Zéphyrs, Orage y Air pour Borée, de la segunda una tonnerre y de la tercera una contradanza. Piezas de lucimiento, de fuerte sabor danzable, que serán sin duda muy plásticamente reproducidas, con diáfana claridad por la animada y rigurosa batuta de Savall, un gran olfateador, que se rige siempre por rigurosos planteamientos musicológicos en los que impera el buen gusto, el equilibrio, la cuidada afinación, la claridad de las voces, la esmerada acentuación  y un colorido variado y más bien oscuro, de excitante sonoridad gracias a un manejo inteligente de las combinaciones tímbricas y al diseño de las líneas instrumentales.

Un concierto que quiere Savall que conecte con el preocupante cambio climático, tan patente en España. El artista, en el programa de mano  de su grabación en Alia Vox de Les éléments de Rebel decía: "La tierra será lo que hagamos de ella. Puede la música recordárnoslo, con sus tempestades y tormentas".

Arturo Reverte. El Cultural 5-5-2023.

jueves, 18 de mayo de 2023

"El principito" cumple 80 años sin una sola arruga, 2

"Yo al episodio al que siempre he vuelto a través de los años es al del zorro. El libro es un refugio, pero esos párrafos del principito y el zorro son un pequeño hogar. Me los sé de memoria.", revela el autor de las series de Marcus Pocus y las Princesas Dragón. "He aquí mi secreto -revela el zorro-. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos".

¿Es un libro para niños o para adultos o quizá para ese tipo de adultos que quieren volver sobre ese mundo propio de la infancia cuando ya voló? "Al tener un lenguaje sencillo, es apetecible para un niño, pero es verdad que tiene una complejidad que permite la conversación con el adulto. El principito, en realidad, te habla de las cosas importantes de la vida, ¿no? Y te habla de la importancia que tiene la mirada de un niño frente a los horrores que está viendo en la mirada del adulto. Es un viaje muy corto y muy lejano, profundo", señala Zamarrón.

La mejor autoayuda, invita a pensar  este clásico, puede ser la ficción. "Fue un libro al que volví en mi adolescencia, al igual que otros a lo mejor han recurrido a la autoayuda... A mí El principito fue un libro que me ayudó a conectar conmigo, sobre todo cuando sentía mucho ruido alrededor, cuando estaba perdido... Es un libro sencillo, poético, infantil, pero al mismo tiempo con frases lapidarias, frases que te guían : "Lo esencial es invisible a los ojos", "El tiempo que dedicas a algo es lo que lo hace valioso para ti", escoge Pedro Mañas, cautivado por "ese ser ambiguo de la serpiente...

Salamandra celebra los 80 años de su príncipe lanzando un libro con una edición bilingüe en inglés-español, que incluye acuarelas del autor. Hay otras tres novedades más en este 80º cumpleaños: un libro para primeros lectores titulado Dónde estás zorro; en julio, la editorial lanzará una agenda escolar y la cuarta novedad del año será un libro en tapa dura con una ruleta en la que, al girar, van saliendo todos los personajes del relato y que, además de la historia íntegra y las acuarelas de Saint-Exupéry, recoge la biografía del autor, que es un relato de misterio. ¿Sería igual El principito sin la vida de su autor?

Hay escritores que creen (cuyo nombre no revelo) que El principito es el libro de los no-lectores. Pero solo una serpiente podría responder a todos los enigmas. ¿Y  hay algo más importante que saber si el cordero se comerá la flor o no? Gracias a él sabemos que las estrellas se ríen, qué significa domesticar y de qué va el buen amor y la autoestima sin necesidad de un coach. Cada pregunta de El principito arranca una mala hierba. 

Es un asombro esa caja de zapatos con tres agujeros donde está justo el cordero que quiere el principito. Y también nuestro propio cordero. Cada persona que mire verá algo distinto dentro. 

Ana Abelenda. La Voz de Galicia, viernes 14 de abril de 2023.

miércoles, 17 de mayo de 2023

La María Antonieta más íntima: del parto a la guillotina

María Antonieta, reina de Francia.
(Elisabeth-Louise Vigée Le Brun, 1788)
Funambulista reedita el primer tomo de los escritos de Madame Campan, dama de compañía de la reina durante dos décadas y una de sus mayores confidentes. Estas Memorias son un jugoso documento sobre los entresijos y las intrigas de Versalles, y una radiografía profunda, en primera persona, de la célebre esposa de Luis XVI.

El primer parto de María Antonieta tuvo casi más testigos que su ejecución en la guillotina. En la corte francesa existía la costumbre de dejar pasar indistintamente a todo aquel que se presentaba para ver parir una reina, el 19 de diciembre de 1778 una masa de curiosos numerosa y tumultuosa entró en a habitación en la que iba a nacer María Teresa Carlota, conocida como Madame Royale y la única superviviente a la Revolución de los tres hijos del matrimonio real.

El monarca, Luis XVI había atado con cuerdas los inmensos biombos de tapicería que rodean la cama de su esposa para que no se viniesen abajo. Dos saboyardos se subieron encima de un mueble para ver de forma más cómoda a María Antonieta, situada enfrente de la chimenea, quien de repente empezó a desmayarse. "Aire, agua caliente, ¡hay que hacer una sangría en los pies!", gritó el partero. Pinchó el primer cirujano y la sangre salió a borbotones. El júbilo estalló tras la situación de alarma.

"La reina volvió de las puertas de la muerte. Ella que no había sentido el pinchazo de la sangría, preguntó, una vez colocada en su cama, por qué tenía una venda de tela en la pierna ", recordaba Madame Campan, dama de compañía y la mayor confidente de la reina. Ocho años habían tardado los monarcas galos, el último suspiro del Ancien Régime, en engendrar descendencia. Pero el sexo del recién nacido no era el ansiado. "Pobrecita niña, no eres deseada, pero no por eso serás menos querida. Un hijo habría pertenecida más al Estado. Serás mía; tendrás todos mis cuidados, compartirás mi felicidad y aliviarás mis penas", dijo al estrechar al bebé contra su corazón".

La circense narración del parto la firma Madame Campan en Memorias de María Antonieta, mujer que en el espacio de dos décadas, desde las nupcias reales de la archiduquesa de Austria cob el delfín, hasta el asalto al palacio de las Tullerías por los revolucionarios, apenas se separó de su señora. Editadas póstumamente en 1822 por el historiador Jean François Barrière, Funambulista publica el primer tomo de un jugoso documento histórico que pormenoriza los entresijos del palacio de Versalles, sus intrigas, misterios y fiestas. Pero, por encima de todo, se trata de un retrato de primera mano de la biografía y la vida privada de una soberana detestada por el pueblo por sus derroches y convertida con el paso del tiempo en un icono de la cultura popular.

Madame Campan -su nombre era Jeanne-Louise-Henriette Genet- nació en París el 6 de octubre de 1752. Su padre era el primer secretario del Ministerio de Asuntos Exteriores y se instruyó en el arte de la música -acompañaría a María Antonieta al arpa o al piano cuando quería cantar las arias de André Grétry- y de las lenguas extranjeras. Sus raíces aristocráticas y su educación la convirtieron pronto en la lectora de las Damas, las hijas de Luis XV. 

"Tenía entonces quince años, mi padre sintió cierto pesar al entregarme tan joven a la malignidad de los cortesanos. El día en que, ataviada por primera vez con el vestido de la corte, fui a abrazarle a su estudio, las lágrimas se le escaparon de los ojos y se mezclaron con su expresión de alegría", recordaría en una carta ya en tiempos del Directorio escrita desde Saint-Germain , donde había establecido una pensión reconvertida en institución de enseñanza para mujeres -entre sus pupilas se encontraba la hija de Josefina Bonaparte-. Tuvo un éxito rápido, y Napoleón la seleccionó para dirigir un nueva casa imperial donde educar a los hijos de los guerreros muertos o heridos en Austerlitz.

Casada con Monsieur Campan, hijo del secretario del gabinete de la reina, se convirtió en la confidente de la reina, incluso en ocasiones del propio rey. Se mantuvo fiel a ambos tras el 10 de agosto de 1792, el día que se hundió la monarquía de Louis XVI, e hizo todo lo que le ordenaron. El monarca, en su celda del convento de los Feuillants, se desprendió de dos mechones de su cabello y le dio uno a ella y otro a su hermana, además de confiarle sus papeles más secretos y peligrosos. Mientras, la soberana, echando los brazos al cuello de ambas, les decía: "Desdichadas mujeres, solo lo sois por mi culpa; ¡pero yo lo soy más que vosotras!". Aunque suplicó que la encerraran en la torre del Temple con su señora, Madame Campan logró sobrevivir a la persecución de Robespierre. 

martes, 16 de mayo de 2023

Cubismo, física y neurociencia. Picasso entre dos aguas

Se adjudica a Picasso la frase: "Me tomó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevo toda una vida aprender a dibujar como un niño". Difiere mucho de las obras de Rafael, pero el óleo sobre lienzo Ciencia y caridad , que pintó en 1897 -tenía 15 años-, pertenece a la tradición que busca no alejarse de la realidad  vista con los ojos, no a través del filtro depurador -¿deformador?- del intelecto, es decir, al "realismo social". No es demasiado frecuente que un joven de 15 años muestre la sensibilidad que revela este cuadro: la mujer enferma a la que toma el pulso el médico -representante  de la modernidad que proporcionaba la ciencia- y la monja, caritativa con el niño , testigos dramáticos del final que se sospecha se avecina. Los jóvenes, los niños, prefieren en general mirar al presente y al futuro con ojos más optimistas, más despreocupados, no con la infinita tristeza que refleja esa conmovedora obra.

Y sí, le llevó tiempo "pintar como un niño", mirar con otros ojos, por ejemplo Las Meninas de su admirado Velázquez, y pintar sus versiones (en 1957), en las que se observa ese estilo "infantil" que tanto le costó conseguir. Pero también se detecta en esos cuadros, en, por ejemplo, la cara "partida" de la infanta Margarita María, la huella del cubismo, el movimiento artístico que tuvo como sus principales creadores a Pablo Picasso y a Georges Braque. Enfrentados al problema de representar en el plano bidimensional de un lienzo una realidad que habita ineludiblemente en un espacio tridimensional, los cubistas utilizan la táctica de hacer coexistir en un mismo plano diferentes perspectivas o ángulos de visión desde los que se observa esa realidad, ya sea una cara, un cuerpo, una guitarra o una mesa. Al contemplar un cuadro cubista no pocas veces vemos una maraña de líneas en las que no es fácil identificar la imagen que representa -no siempre ocurre esto: por ejemplo, en Las señoritas de Avignon (1907), la referencia clave del cubismo, sí se distinguen bien las figuras, no en el Retrato de Ambroise Vollard (1910)-, pero para sus creadores esa maraña era la esencia del objeto o cuerpo "matriz". La idea era mostrar que el arte puede existir independientemente de la naturaleza y del tiempo tal como lo percibimos, representar la esencia de la realidad en lugar de su apariencia. Se abrió así la puerta que condujo a una abstracción aún más radical, evidente en las obras de Vasili Kandinski, Kazimir Malévich o Piet Mondrian,

Al conocedor de la teoría de la relatividad especial, lo anterior le suena familiar. En efecto, la teoría que Albert Einstein propuso en 1905 buscaba describir la esencia común de las leyes que representan los fenómenos físicos, independientemente del sistema de referencia desde el que se observan (siempre que estos sistemas  se relacionen entre si con velocidades uniformes... Una cuestión importante es la de saber si existe alguna conexión entre las disciplinas en las que se desarrolló el "método  de las diferente perspectivas"., si, en particular, la relatividad einsteiniana influyó en el cubismo o viceversa. No parece que así fuera. Los orígenes del movimiento cubista se encuentran entre 1905 y 1910, cuando pocas personas - y desde luego solo físicos y algún matemático- habían  oído hablar de la relatividad especial. Las obras  de los cubistas no eran teóricas, su método creativo se basaba en el memoria visual. Lo que deseaban era librarse de lo que consideraban convenciones estilísticas rigurosas, su problema era expresar la experiencia subjetiva del artista y la manera de trasladar esa experiencia al lienzo. Y si no existieron esas conexiones, ¿hubo , acaso, algo así , como un "espíritu del tempo", un zeigiest cultural dominante que favoreciese la aparición de semejantes coincidencias en personas tan diferentes como Picasso y Einstein y sus respectivas disciplinas? (...)

Arte y ciencia unidos en una insospechada conjunción.

José Manuel Sánchez Ron. El Cultural, 31-3-2023. 

lunes, 15 de mayo de 2023

"Los tres mosqueteros: D'Artagnan", Dumas a ritmo de infarto

La nueva versión del realizador Martin Bourboulon, taquillazo en Francia, viene a demostrar dos cosas: los viejos clásicos nunca mueren y el género de aventuras históricas (aquí en la variante de capa y espada) no es un cadáver. Basta con someterlos a un lifting inteligente mirando el espectáculo.

Desde que en 1921 Fred Niblo filmó la primera incursión de Los tres mosqueteros, novela publicada por Alejandro Dumas en 1844 (antes fue folletín por entregas ese mismo año), el cine y la televisión se han mantenido fieles al asunto con casi medio centenar de adaptaciones. Las peripecias vividas en el siglo XVII por el gascón D'Artagnan bajo el reinado de Luis XIV, junto a sus compañeros Athos, Portos y Aramis, hallan buena parte de su fuerza en sus antagonistas  Milady de Winter y el intrigante Richelieu.

Fiel al original en lo fundamental, pese a tomarse algunas licencias, se trata de una superproducción al viejo estilo. Sobresale su cuidada recreación artística, con el escrúpulo que caracteriza al cine francés de ambiente histórico al abrigo de su espléndido patrimonio monumental de los siglos XVII y XVII, con espacios muy agradecidos a la cámara. También acierta el tono académico elegido por Bourboulon, salvo las secuencias de acción y la necesidad de dar caña a la steadycam para aparentar una apuesta visual. Va a ritmo de infarto, aunque procura vestir a los personajes para darles cuerpo y evitar la caricatura. No falta un sazonado a base de pizcas políticas, religiosas, sentimentales y alguna desvergüenza.

En cuanto a la trama, casi toda es respetuosa con el espíritu de Dumas, si exceptuamos algunas ausencias  y la obligación de ajustar el metraje a un formato estándar. Conste que rodaron entre los veranos del 2021 y el 2022, junto a su secuela. Lo dicho, el cine de género está muy vivo.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, 1 de mayo de 2023.

domingo, 14 de mayo de 2023

El mito de D'Artagnan impregna la Francia de Macron

Y, de repente, en esta primavera convulsa de manifestaciones y cólera social en Francia por la impopular reforma de las pensiones, regresan D'Artagnan y los tres mosqueteros. Lo hacen con una nueva película dirigida, por Martin Bourboulon, la 46ª, inspirada por la novela de    Alejandro Dumas. Y una evidencia: hay franceses que siguen viendo en aquellos personajes y en sus aventuras algo profundo de sí mismos.

"Hay rasgos de carácter que atraviesan los siglos", dice el divulgador de historia y especialista en monarquía Stéphane Bern, que ha estrenado un documental sobre el D'Artagnan real. "Es esta voluntad de desafío permanente del poder y las verdades establecidas y el intento de alzarse por encima de su talla. Eso es muy francés".

Todo país tiene su mitología, el espejo legendario en el que le gusta mirarse o en el que los demás identifican sus virtudes y defectos. España tiene a Don Quijote. Francia tiene a varios. Bern se refiere a Astérix, el personaje de cómic creado por Gosciny y Uderzo. Pero, sobre todo, a D'Artagnan, ese "Don Quijote de 18 años": así lo presenta Dumas en su novela de 1844, el joven que en la primavera de 1625 abandona su Gascuña natal para servir como mosquetero a Luis XIII.

Los tres mosqueteros es una historia del siglo XVII: las intrigas del cardenal Richelieu, las guerras de religiones, un mundo medieval que no acaba de morir y el moderno que da sus primeros pasos. Y es una historia del siglo XIX, empezando por la figura del muchacho de provincias que va a la capital para hacerse un nombre. ¿También un mito actual?

"Los mosqueteros son un mito que impregna el imaginario francés", observa el periodista Sébastien Le Fol, autor del recién publicado En bande organisée. Miterrand, le pacte secret (En banda organizada. Miterrand, el pacto secreto). Este libro es una crónica sobre una banda de amigos que, como D'Artagnan y los mosqueteros Porthos, Athos y Aramis, acompañaron a lo largo de su vida a François Miterrand, presidente de la República entre 1981 y 1994. Entre la Francia de Luis XIII y la de Emmanuel Macron hay coincidencias según Le Fol: "Tenemos un país que sigue siendo inflamable, eruptivo, peleón, dividido. El campo de cultivo en el que crecieron los mosqueteros del siglo XVII no ha cambiado mucho".

"El mito va más allá de Francia", dice Claude Schopp, biógrafa de Dumas. "Su universalidad es muy masculina: la imagen de la amistad viril, con una idea subyacente: sí tenemos derecho de hacer justicia por nuestra cuenta, como en El conde de Montecristo". Cuando se le pregunta a este especialista si Dumas tiene herederos en la literatura actual, no cita a ningún francés: "El verdadero descendiente de Alexandre Dumas es Arturo Pérez-Reverte".

Lo específicamente francés en el mito de los mosqueteros son una serie de tópicos sobre lo autóctono. El más citado entre los entrevistados para esta crónica es el panache: el arrojo, la fiereza mezclada con un orgullo un poco inconsciente, Cyrano de Bergerac tiene panache. D'Artagnan también. "Es una noción un poco sobrevalorada, una manera de ser, ligeramente revolucionaria", explica Schopp. "En las protestas de estos días hay algo de los mosqueteros, una falta de sensatez. Apunta Bern: "Hay en los mosqueteros una camaradería y fidelidad al rey y a un principio, aunque a la vez son libres, guasones".

Macron, quejándose hace ya unos años de la reticencia de los franceses a aceptar reformas económicas, habló de "los galos refractarios". Pensaba seguramente en Astérix, pero según Bern hay también en los mosqueteros "ese lado un poco brabucón  que desafía a la autoridad, al tiempo que es fiel a unos valores".. 

Hay algo de los mosqueteros en los manifestantes pero también en Macron, que, como confesaba en enero a Javier Cercas en una conversación para El País, considera que, en el fondo, la literatura "es lo único que importa". Él, como D'Artagnan o los balzaquianos Rastignac o Rubempré, también fue un muchacho que desembarcó en París con hambre de mundo y poder.

Bern, próximo al matrimonio Macron, ve en el presidente simultáneamente rasgos de Richelieu y de D'Artagnan . Macron-Richelieu, sgún Bern: "Era un personaje brillante y eminente, calculador. Macron tiene algo de él". Macron -D'Artagnan: "Es el lado bravucón, casi provocador. "Si no me queréis, me da igual". No todo el mundo es capaz de no necesitar ser querido. D'Artagnan tampoco buscaba ser popular".

Hay un rasgo esencial de D'Artagnan que, según el periodista Le Fol, le falta a Macron: carece de una pandilla, unos mosqueteros. Al menos no se le conocen. El núcleo de su equipo  son él y su esposa, Brigitte.

sábado, 13 de mayo de 2023

La Rotonde, símbolo asediado del macronismo

                                                                                                 (EPA PHOTO)

Cuando el pasado jueves, un grupo de participantes en la manifestación contra la reforma de las pensiones en Francia atacó al restaurante La Rotonde con botellas y algún proyectil incendiario, el objetivo era algo más que una famosa brasserie parisina. El objetivo era Emmanuel Macron.

Si se hiciese una ruta turística por el París de Macron, habría que pasar inevitablemente por el palacio del Elíseo, pero también por su restaurante de cabecera, hoy convertido en el símbolo de una presidencia en crisis. La imagen del fuego en el centenario establecimiento del boulevard de Montparnasse era la imagen, enormemente efectiva, aunque muy parcial, de un país sublevado y de un líder bajo asedio.

Al día siguiente a media tarde no había ni rastro del incendio, que se apagó enseguida. Pero las ventanas en la planta baja seguían agrietadas. El suelo estaba salpicado de pinturas de colores que los manifestantes habían lanzado contra el restaurante. Afuera, los turistas tomaban un vino o un café; dentro, se servían las primeras cenas, como un viernes cualquiera. "No podemos hablar", zanjó en la puerta la maître de La Rotonde,  invitando al periodista a marcharse.

A un radio de 100 metros, las otras brasseries históricas del barrio (Le Select, La Coupole, Le Dôme) estaban intactas. Y eso que la manifestación del jueves también había pasado por delante. Solo La Rotonde estaba protegida por un muro de policías antidisturbios. Solo La Rotonde fue atacada. No era la primera vez: en enero de 2020 ya sufrió un incendio. Para entender la fijación con este local, hay que situarse en la noche del 23 de abril de 2017. Noche electoral, primera vuelta de las elecciones presidenciales. Macron ha sido el más votado y se ha clasificado para la segunda vuelta, en la que se enfrentará con la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen. Después de pronunciar un discurso, convoca a sus colaboradores y amigos en La Rotonde.

Una de las primeras críticas que recibió Macron fue organizar una celebración cuando todavía no había ganado la segunda vuelta y cuando la extrema derecha acababa de obtener los mejores resultados de su historia. "No era una fiesta, no había champán, había vino, nadie se puso a bailar al final de la noche", recuerda alguien que estuvo ahí, la escritora Gäel Tchakaloff, amiga de Brigitte Macron, la esposa del presidente. "Como muchas personas le habían ayudado gratuitamente, quería darles las gracias". Y Macron, según Tchakaloff, no estaba para celebraciones aquella noche. "Me acuerdo de que alguien se le acerco para felicitarle por el discurso que acababa de hacer", dice, "y no quería que lo felicitasen". 

Abajo se encontraba el equipo de la campaña. En el primer piso, los VIP. Emmanuel y Brigitte, junto a su círculo más próximo, y gente de la farándula. La escritora vio algo que no le gustó. Algunas de estas estrellas del espectáculo estaban apoltronadas en los sofás, las piernas estiradas, las copas demasiado llenas, las risas estruendosas. Describió la escena en su libro Tant qu'on est tous les deux ("Mientras estemos lo dos", sin traducir al español) y ahora la rememora por teléfono. "No se comportaban como uno se comporta ante un futuro presidente de la República", dice Tchakaloff. "Me chocó". Quizá todo empezó a torcerse ahí.

El otro problema con aquella velada era que recordaba demasiado a otra, el 6 de mayo de 2007. Nicolas Sarkozy acababa de derrotar a la socialista Ségolene Royal en las presidenciales. Y lo celebró por todo lo alto en Fouquet's, un exclusivo restaurante de los Campos Elíseos, rodeado de ricos y famosos. Sarkozy cargó el resto de su mandato con la noche de Fouquet's. Jamás pudo desprenderse de la imagen de presidente deslumbrado por los ricos y famosos, el presidente bling-bling, onomatopeya que designa el ruido de las joyas. En 2019, cuando ya había dejado el cargo, los chalecos amarillos incendiaron el restaurante. La compleja relación de Francia con el lujo (lo adora y detesta, como adora a los reyes y al mismo tiempo quiere cortarles la cabeza) se proyectó en el episodio de Fouquet's y después en La Rotonde, aunque La Rotonde no sea Fouquet's. Es una buena brasserie, sí, pero la carta es más asequible. E, históricamente, ha sido más un lugar de literatos que de multimillonarios.

viernes, 12 de mayo de 2023

Alan Braxe personificó el French touch o French house

Alan Braxe
No es sencillo sostener el móvil en una mano y en la otra el cigarrillo y la taza del doble expresso. Pero Alan Braxe (París, 51 años) consigue mantenerlo todo en precario equilibrio cuando se conecta al Zoom desde el balcón de un hotel de París. Son las diez de la mañana y ese es el desayuno de los campeones del hombre que a finales de los noventa personificó eso que se llamó French touch o French house. No recuerdo la primera vez que escuché esa expresión, pero sí que, en aquel momento, los productores franceses nos preguntábamos: ¿A qué se refieren? Ahora, con perspectiva, me parece que era bastante adecuado. Sí que había un sonido francés y sí que se puede llamar French house. Digamos que me costó entenderlo, pero me parece la terminología adecuada".

El French house nació a mediados de los noventa, en gran parte, alrededor de Roulé, la discográfica de uno de sus amigos -Thomas Balganter, de Daft Punk-, donde Braxe publicó sus primeras producciones. El French touch era básicamente un sonido con una melodía tan cremosa y simple como el chantilly. Se inspiraba en el house estadounidense, usaba samplers funk o como el primer hip hop y le añadía elementos locales. "Yo creo que todos los que fuimos incluidos en ese sonido compartíamos background. Estaba eso que dices, pero también un poco del sonido de los primeros sintetizadores. Cuando llegaron en los setenta, éramos niños de siete u ocho años. De repente todo empezó a hacerse con ellos: desde la sintonía superkitsch de las noticias a la música de los dibujos animados, que era muy buena. Creo que entró en nuestro cerebro de niños. Nosotros le añadimos un toque música disco, que fue muy popular en Francia en los setenta y los ochenta. En nuestra cabeza era una gran mezcla".

En la suya y en la de casi todos. Tal vez no se pueda hablar de un revival de aquella particular forma de entender el house, porque simplemente se ha convertido en atemporal. Y el caso es que parece estar en muchos sitios. Hay algo de French touch en Beyoncé, en Drake o en the Weeknd.  Y está desde luego en la reedición de The Upper Cuts, un disco publicado en 2005 tan deseado que, hoy, supera los 100 euros en las web de segunda mano. Reúne la mayoría de las primeras producciones de Braxe en solitario y sus colaboraciones. Incluida Music Sounds Better With You, quizás la pieza más popular de las realizadas fuera de los EE UU, firmada por Stardust, un trío ocasional formado por Braxe, Thomas Bangalter y el vocalista Benjamin Diamond. También su trabajo con el bajista y productor Fred Falke, al que conoció en la mili. "Los dos tocábamos en la banda del Ejército del Aire. Yo, el clarinete. Él, esa especie de tuba enorme que se cuelga del hombro", recuerda. La reedición es el siguiente paso tras el regreso triunfal en 2022 de Braxe, que durante años trabajó de una forma muy discreta, junto a su primo DJ Falcon, otro de los pioneros del French house. Esta nueva versión introduce cambios. Salen algunas canciones que estaban y entran dos canciones nuevas. Entre ellas una colaboración nu disco con Annie. También un remix de 2002 para Britney Spears. "Es de mis favoritos. Lo hice en una noche. Cuando por la mañana llegó el mensajero para llevarse la cinta, solo tenía dos minutos acabados. Y eso fue lo que entregué. Al fin y al cabo eso es lo bueno de las remezclas: que te dejen hacer lo que quieras. Por eso he hecho tantas. Debo llevar unas setenta de todo tipo de música".

Braxe dejó París hace años y vive en las afueras de Toulouse. "La familia creció y es más asequible", se justifica. Divorciado, tiene dos hijos de 13 y 19 años. "Al mayor le gusta lo que hago. El pequeño solo escucha música medieval", explica. Él esta acostumbrado a actuar para chavales que no habían nacido cuando publicó sus primeros temas, pero se define como un hombre de familia: "Lo que más me gusta es trabajar en el estudio de mi casa". Cuando pincha por el mundo, en clubes o festivales, ya no se va de fiesta. Prefiere los museos, los restaurantes y mantener un perfil bajo... "Me centré en la música, fundé mi propia discográfica y todo fue bien. Comportarme como una estrella no está en mi ADN. No soy David Guetta. Todo depende del tipo de vida a la que aspires. Y yo soy un tío muy sencillo".

Iñigo López Palacios. Icon. El País, 7 de mayo de 2023.