sábado, 30 de noviembre de 2019

Saint-Nazaire. En busca del oro bretón

Saint-Nazaire
Su situación privilegiada en el estuario del río Loire, de cara al Atlántico, sirvió para que aquel pueblo al oeste de Francia de apenas 1.000 vecinos a mediados del XIX subiera como un suflé hasta convertirse, en pocos años, en una ciudad moderna de 30.000 habitantes. La llamaban entonces la petite Californie brtonne. Y es que, además del oro blanco proveniente de las cercanas salinas, a Saint-Nazaire llegó el ferrocarril en 1867, se construyeron dársenas y astilleros, y, sobre todo, Napoleón III le asignó  la primera línea transatlántica que, gracias a los nuevos buques a vapor, enlazaba su puerto con el de Veracruz (México) en poco menos de un mes. El arquitecto Paul Leferme creó, además, un trazado octogonal que se cubrió de hermosos palacetes.
Pero llegó la guerra. Sobre todo, la II Guerra Mundial, cuando los alemanes construyeron en 1941 una base indestructible para sus submarinos protegida por más de 30.000 soldados. Las bombas acabarían destruyendo el 85% de la ciudad. Hubo que reconstruirla entera. Hoy, con más de 70.000 habitantes, Saint-Nazaire es un hervidero cultural y social. Y, además un magnífico trampolín para explorar el territorio fascinante y poco reconocido que la rodea.
Los aliados bombardearon Saint-Nazaire para destruir el nido nazi y arrasaron la ciudad entera, salvo la base submarina (9, boulevard de la Légion d'Honneur). Ni siquiera se pudo demoler aquel monstruo de hormigón una vez acabada la guerra. Así que hubo que buscarle algún provecho. Actualmente, aparte de la oficina de turismo, cafés y centros de arte y música, la antigua base aloja dos reclamos principales. La visita al Escal'Atlantic transporta de forma sensorial a la época dorada de los grandes paquebotes, cuando los 25 o 26 días que duraba la travesía, hacia o desde América, se aliviaban con lujo, banquetes y bailes. Entrar en cambio en el submarino Espadon da un poco de conjoga; aquel tubo estrecho de acero que prestó servicio entre 1960 y 1985 fue el primero en navegar bajo la costra helada del Ártico. Fuera de la base en el puerto, se pueden hacer muchas cosas: visitar el Ecomuseo que narra la historia local en un tinglado portuario o concertar un recorrido por los astilleros...También se puede seguir la ruta de Tintín, pues el dibujante Hergé situó aquí la acción de Las 7 bolas de cristal, plasmada ahora en grandes murales por la ciudad  que acompañan a otros muchos -uno nuevo cada año- encargados por el municipio a reconocidos grafiteros...
Carlos Pascual. El Viajero. El País, viernes 22 de noviembre de 2019

viernes, 29 de noviembre de 2019

De Luis XIV a Vogue, el origen de las revistas de moda

¿Qué fue antes, la moda o las revistas de moda? Quizá esta no sea una cuestión tan circular como si fue antes el huevo o la gallina, pero tampoco su respuesta es tan clara como podría parecer si se dijera que las revistas de moda son muy posteriores a la aparición de las tendencias. No es así. "Moda y revistas son inherentes", afirma María Prego, una de las comisarias de la exposición  ¡Extra moda!. La que se considera la primera publicación con contenidos de moda, Mercure Galant, fundada en en 1672 en la Francia de Luis XIV, ya habla de lo que se lleva y de lo que no. Hay puntos en los que no es comparable con lo que se entiende hoy por este tipo de prensa: con sus webs, sus redes sociales  y sus continuas novedades, pero hay muchas más similitudes de las que se puede imaginar.
Mostrar estos parecidos es uno de los objetivos de la exposición que se podrá visitar del 22 de noviembre al 1 de marzo de 2020 en el Museo del Traje de Madrid."La moda es una industria y la prensa de moda su portavoz. Pretendemos enseñar que esto no se inventa en el siglo XX, que tiene más de 300 años. No se puede entender este tipo de publicación sin imagen, es lo que prima, ahora y antes. Por eso uno de los elementos más importantes de la muestra son los figurines" comenta Prego. Ni ella ni Ana Cabrera, la otra comisaria, quieren que se desvele el inicio del recorrido. Su intención es que el visitante se sorprenda en ese salto al pasado.
Parte con ejemplos de Durero (1471-1528), quien realiza dibujos y grabados de personas cuyos trajes están sumamente detallados, que podrían tomarse como un precedente del figurín, y llega hasta la creación de dos cabeceras que se mantienen y continúan líderes del sector: Harper's Bazaar, que sale por primera vez en noviembre de 1867, y Vogue, cuyo número uno data del 17 de diciembre de 1892. No distan mucho de otras publicaciones periódicas como The New York Times, fundada en 1851.
España va a otro ritmo... Mientras en Francia, la cuna y todavía el eje  de la industria de la moda, se exportaba desde el principio la marca París, en España, Cádiz juega un importante papel. Es el momento de la Ilustración, de la difusión de los pensamientos  y de una cosmopolita ciudad que es entrada y salida de ideas y mercancías...
Rut de las Heras Bretín. Madrid.El País, sábado 16 de noviembre de 2019

jueves, 28 de noviembre de 2019

Jorge Semprún. Historia y Memoria del siglo XX

Jorge Semprún
A su regreso a España en los ochenta, ya como ministro de Cultura, en un sorprendente giro de los muchos que marcaron su atribulada e intensa vida, Jorge Semprún (Madrid, 1923-París, 2011) frecuentó las conferencias y ciclos de la Residencia de Estudiantes y en ese mismo salón se evocó ayer su figura. Una mesa redonda con una marcada perspectiva personal clausuró el coloquio académico Jorge Semprún. Historia y Memoria del siglo XX, organizado por la profesora Scheherezade Pinilla Cañadas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.
Ha sido el primer coloquio científico en torno a la figura de Semprún  que se ha celebrado en su ciudad natal. Si en las sesiones de la mañana se abordó el papel que la experiencia en el campo de concentración de Buchenwald (Alemania) tuvo en la obra del autor de La escritura o la vida, o se debatió sobre el lugar que ocupa en el canon español un escritor que prefirió publicar la mayor parte de sus libros en francés, en la mesa redonda que clausuró la jornada, estas mismas cuestiones cobraron un tinte íntimo.
Su nieto Thomas Landman recordó la primera visita  en 1989 de Semprún al campo donde estuvo detenido: "Fue como si mi abuelo regresara a su casa, como un niño señalaba donde estaban el campo pequeño o las letrinas". Por su parte, Carmen Claudín regresó a su infancia al recordar cómo Semprún fue la primera persona que vio al llegar a París con su madre y hermana para reunirse con su padre, el dirigente comunista Fernando Claudín. "La gente para mí se dividía en dos grupos: los demás que podían ser buenos  o malos, amigos o no; y los camaradas", contó. "Cuando mi padre me dijo 'nos han expulsado del partido a mí y a Jorge', me tranquilizó que Jorge, George para mí, también saliera, porque él era mi preferido".
Claudio Aranzadi, que coincidió el el gabinete de ministros de Felipe González de 1988 -"Jorge bromeaba que él, Solchaga y yo éramos los bukharinistas"-, analizó la definición que el propio Semprún dio siempre de sí mismo: un rojo español. "Es algo que aclara y complica las cosas. ¿Era el mismo el detenido en Buchenwald que quien emprende el trayecto a la socialdemocracia?". El escritor y diplomático José María Ridao planteaba, a modo de conclusión, que Semprún  es una de las figuras europeas que nos interpelan:"Nos obligan e escoger qué preferimos, si la etapa final  o el itinerario que les llevó hasta allí. Yo prefiero el itinerario".
Andrea Aguilar. Madrid. El País, jueves 7 de noviembre de 2019

miércoles, 27 de noviembre de 2019

"Nous toutes", marcha histórica en París

Manifestacón contra a violencia machista.
Foto de Christian Hartmann. Ruiters
Algo está cambiando en Francia en materia de violencia machista, que cada año le cuesta la vida en este país a más de un centenar de mujeres. Este 2019 son ya al menos 116 fallecidas a manos de su pareja o expareja, aunque organizaciones feministas elevan la cifra a 137. En los últimos tiempos estos asesinatos son noticia destacada en casi todos los grandes medios, que además han dejado de hablar de "dramas familiares"o crímenes pasionales" para calificar estos hechos como "feminicidios", una palabra casi tabú hasta hace poco. La sociedad va tomando conciencia de un problema que ya no es considerado del ámbito privado o cosa de feministas. Sin embargo, para las decenas de miles de mujeres y hombres que ayer marcharon en París y en otras ciudades de Francia, todo esto no es, ni de lejos, suficiente.
Lola, Garance y Majda acudieron ayer a la manifestación convocada por el colectivo feminista Nous Toutes y otras 70 organizaciones para presionar ante los anuncios que el Gobierno, después de tres meses de discusiones, debe hacer este lunes para combatir la violencia machista. Las tres llevaban el cuerpo cubierto de huellas rojas de manos simbolizando la violencia física o sexual por parte de su pareja o expareja, que según datos oficiales sufren cada año  213.000 adultas en el país, el 1% de las mujeres entre entre 18 y 75 años. " No queremos que las mujeres sigan muriendo a manos de los hombres". Un mensaje que también repiten en su instituto de Montreuil, en las afueras de París. "Algunos chicos lo entienden y otros no, pero cada vez más lo aceptan", afirmaban. Algo más lejos de ellas, Pierre, un jubilado de 66 años, se felicitaba por la gran afluencia masculina. "Todavía hay mucho trabajo por hacer. Sobre todo el Gobierno, que tiene que tomar más medidas y proporcionar medios", subrayó. Precisamente ese es el mensaje  que las organizaciones  detrás de la manifestación de París y de ciudades como Lille, Grenoble o Burdeos querían recalcar...
Silvia Ayuso. París. El País, domingo 24 de noviembre de 2019.

martes, 26 de noviembre de 2019

El Centro Pompidou abre sede en Shanghai

Nuevo Centro Pompidou en Shanghai © Aki / West Bund Museum
Hay obras de Picasso, de Sonia Delaunay, de Kandinsky, de Mondrian, de Brancusi, de Chagal, de Cy Tombly, de Calder, de Paul Klein, de Cristina Iglesias, de artistas chinos como Zao Wou-Ki o Zhang Huan...
Pero tan significativas como las obras que, desde su inauguración el 6 de noviembre, se muestran en el nuevo Centro Pompidou de Shanghai son las piezas que estaba previsto exhibir y que no están. Las autoridades chinas han obligado a retirarlas.
"No llegan a cinco las obras que hemos tenido que retirar", confiesa Serge Lasvignes, presidente del Pompidou -cuya titularidad es pública- tratando de quitarle fuego al asunto.
-¿Y qué obras han sido censuradas?
-"Eso no se lo puedo decir. Lo primordial para nosotros ahora es entender por qué esas obras han sido consideradas inapropiadas.
- "En China es muy importante lo que se dice, las palabras que se usan", continúa Lasvignes. 
"Habrá quien considere que si te censuran una obra no se puede trabajar en China. Yo no lo veo así. Eso no es pensar en la gente, sino en los intelectuales", dice, en alusión a las críticas recibidas en Francia.
Algunos de esos reproches sostienen que París ha contribuido a blanquear la imagen internacional de China. "La imagen exterior de China no es asunto mío. Lo importante para mí es  si nuestra presencia aquí puede fomentar el diálogo entre culturas ", enfatiza Lesvignes, quien considera que la apertura del nuevo espacio en Shanghai tampoco va a dañar la imagen del Pompidou.
"Al revés: creo que el Centro Pompidou va a tener una imagen más fuerte. Primero porque hemos tenido el valor de venir aquí. Y en segundo lugar porque vamos a demostrar que se pueden hacer cosas interesantes en China sabiendo cuál  es la situación  y el criterio de las autoridades chinas".
-¿Y si no lo consiguen?
-"Si vemos que no podemos hacer cosas interesantes echaremos el cierre"...
Irene Hernández Velasco.El Mundo, jueves 7 de noviembre de 2019

lunes, 25 de noviembre de 2019

Pequeñas mentiras para estar juntos

Fotograma de Pequeñas mentiraspara estar juntos
Hace nueve años, Pequeñas mentiras sin importancia se convirtió en un fenómeno mediático social en Francia. Su principal responsable,  el actor y realizador Guillaume Canet, consolidaba con ese éxito su incipiente carrera como director, tras triunfar con su anterior película, el thriller No se lo digas a nadie (2006).
Pequeñas mentiras para estar juntos es la secuela de aquella cinta. La acción transcurre unos años más tarde, en el mismo lugar, el Cabo Ferret, en la costa atlántica de Francia. En este pequeño paraíso vacacional caracterizado por la calma y la tranquilidad, los protagonistas del anterior filme vuelven a reunirse para celebrar algo juntos. Todos se conocen desde la juventud. Algunos,  desde la infancia.
Max (François Cuzet) es el dueño de la residencia veraniega que ha servido de cuartel general para este grupo. Él es un tipo nervioso, iracundo, depresivo y en crisis a punto de cumplir los 60 años. Por si fuera poco, sus problemas económicos le obligan a vender la casa. Sin previo aviso, Max recibe la visita de sus colegas, dispuestos a montarle una fiesta de aniversario.
"La primera película tenía mucho de autobiográfico", señala Canet. "Contaba cosas que me estaban pasando. Los actores y actrices aran amigos míos y el ambiente del rodaje fue más improvisado, más loco. Lo pasé fatal poniendo orden a aquel caos. Ahora sus personajes han evolucionado por su cuenta y yo he sido más disciplinado"...
"Siguen siendo los mismos y a la vez son distintos", comenta Canet. "Me interesaba hablar de este tema y de lo que lo rodea. También de la amistad, de cómo se enquistan los enfados o de cómo nos portamos mal con algunos amigos  porque son amigos nuestros..."
Pedro Calleja.  El Mundo, jueves 7 de noviembre de 2019

domingo, 24 de noviembre de 2019

Una utopía llamada librería

La más legendaria librería anglófona de París cumple un siglo de existencia. Shakespeare and Company llega a su primer centenario en plena forma, plantando cara al comercio electrónico y permaneciendo fiel al espíritu que llevó a Sylvia Beach a fundar este establecimiento en 1919. En su local de la rive gauche se concentró la plana mayor de escritores anglosajones exiliados en París, como Ernest Hemingway, quien dedicó un capítulo a la librería en París era una fiesta. También F. ScottFitzgerald, D.H.Lawrence, Gertrude Stein o James Joyce. Fue la misma Beach quien accedió a publicar su Ulises en 1922, cuando nadie quería hablar de él tras su juicio por obscenidad, antes de que el escritor vendiese los derechos a una editorial de mayor envergadura y la dejara casi en la ruina.
Beach, a quien su biógrafa llamó "la comadre del modernismo", escondió otras artistas. Nació en Baltimore  (EE UU) en 1887 y fue una entregada sufragista que viajó a España para estudiar de cerca sus movimientos libertarios, antes de instalarse en París y abrir esta tienda junto su compañera Adrienne Monnier. Shakespeare and Company era entonces una mezcla de librería y biblioteca que frecuentaron, sobre todo, mujeres deseosas de emanciparse intelectualmente, en una época en que la lectura era considerada un peligro para su género. Entre ellas estaba Simone de Beauvoir que tomó prestados volúmens de William Faulkner y Virginia Woolf en un tiempo en que era prohibitivo agenciárselos, como demuestran distintas fichas de préstamo.
Otro estadounidense, George Whitman, le tomó el relevo en los sesenta, cuando rebautizo su librería a las orillas del Sena, Le Mistral, con el nombre de la tienda de Beach, que se lo regaló antes de morir, al considerar que era su más digno suceso. Si la fundadora estuvo vinculada ala Generación Perdida que sobrevivió a la Primera Guerra Mundial, Whitman atrajó a esos beatniks que intentaron dar cuenta de lo que sucedió en la Segunda... Hasta su muerte en 2011, a los 98 años, Whitman llevó el timón esta "utopía socialista disfrazada de librería"... Desde su muerte sujeta las riendas su hija treintañera, Sylvia Whitman a quien llamó así en honor de la fundadora... El contexto ha cambiado pero Shakespeare and Company sigue siendo un epicentro para la comunidad anglófona de París.
En los viejos bancos de madera de la plazoleta donde se encuentra la librería, situada delante de la catedral de Notre Dame, hordas de turistas acuden a consumir las últimas huellas de esa bohemia añeja que ha convertido a París en el destino turístico más visitado del mundo...
Álex Vicente. París. El País, domingo 24 de noviembre de 3019

sábado, 23 de noviembre de 2019

En los campos de Flandes

Parque de Tervuren
El otoño es la estación más hermosa en Bélgica. El gris que durante tantos meses se incrusta en la retina, ese gris hiriente, idioma mudo de un cielo hostil y una arquitectura violenta, eclosiona durante unas pocas semanas en una maravillosa paleta de verdes, marrones y naranjas. Las calles y canales se cubren de millones de hojas y las carreteras se convierten en un prodigio de esperanza y alegría.
En otoño hago muchos más kilómetros de los necesarios para salir de la ciudad siempre por Tervuren. Allí donde acaban los barrios residenciales, antes de llegar a la autopista, hay una de las rectas más perfectas de Europa. Con las coníferas encargadas por Leopoldo II. A muy poca distancia de su famosísimo Arboretum, en formación militar. La zona es una gran imagen de la propia capital, con los árboles agrupados según su origen geográfico y no en función de las especies, como en un jardín botánico clásico. Sequoias, araucarias, castaños americanos, estoraques, mezclados, caóticos, sin un orden comprensible a los sentidos.
Es una belleza extraña, antigua. Que mezcla emociones. Colores tibios pero duros, como los que uno asocia a las Hautes Fagnes, cerca de Spa. Páramos húmedos, planos, sin colinas o montañas. Expuesto al frío y a un viento cortante. Con la mayor reserva natural del país, rica en vida, pero distante, melancólica, memoria  de los caídos en las Ardenas.
En otoño, y sobre todo en noviembre, tras las celebraciones del Armisticio, es imposible huir de la carga emocional de los campos de Flandes, allí donde yacen los que una vez cantaron, amaron y fueron amados. Aquellos que inmortalizó JohnMcRae desde las trincheras y que jamás descansarán si los que vivimos perdemos la fe y no mantenemos la antorcha. Allí, en los campos de Flandes, donde florecen las amapolas y vuelan las alondras valientes, todavía resuena el eco de los cañones.
Pablo Suances. Bruselas. El Mundo, martes 19 de noviembre   

viernes, 22 de noviembre de 2019

Fuente bohemia

Vanessa Paradis en concierto
Volver al mundo de la música después de un parón de cinco años y lograr que tu nuevo trabajo triunfe por igual entre críticos y seguidores no es una labor sencilla. Salvo si eres Vanessa Paradis (Saint-Maur-des Fossés, Francia, 1972) y traes bajo el brazo un disco grabado a fuego lento, en la intimidad de un estudio de Los Ángeles, donde cada canción desprende la magia y el chic bohemio que encarnas desde hace más de tres décadas. Este idilio divino (título de uno de sus temas más famosos) entre artista, fans y expertos dio comienzo en 1987, cuando encabezó la lista de ventas europeas con su Joe le taxi, y continúa con su último trabajo, Les Sources. Iba a presentar este álbum el pasado octubre en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid y en la Sala Barts de Barcelona, pero la gira sufrió un aplazamiento de última hora, aunque la artista espera volver pronto a los escenarios españoles. "Mi carrera profesional me ha hecho muy feliz. He estado llena de grandes momentos y encuentros. Me siento sorprendida, afortunada y  dichosa al ver que la gente sigue viniendo a verme. Es una suerte poder trabajar en algo que me gusta tanto como la música. Echo la vista atrás y me impresiona lo que he logrado y con quién lo he hecho. El balance de estos años es muy bueno", explica la solista.
Lo tenía muy claro desde niña: quería ser artista. Un gusto por la música y la interpretación que empezó a pulir, con solo cinco años, gracias a unas precoces clases de piano y danza. Recuerda que los musicales de la Metro-Goldwyn-Mayer - El mago de Oz, Cantando bajo la lluvia o Un americano en París- jugaron un papel determinante en el desarrollo de la sensibilidad creativa. "Son mis primeros amores vinculados con el arte y nunca me han abandonado. Todavía hoy se me ponen los pelos de punta cuando veo alguna de aquellas películas", confiesa. Quizá, por eso, el destino ha querido que grabe Les Sources (una palabra que en francés significa manantial, procedencia o fuente ) a pocos kilómetros de los escenarios que un día la llevaron a soñar con seguir los pasos y piruetas  de las estrellas más brillantes de Hollywood.
Es como una vuelta a sus orígenes a través de unos temas creados rodeada de sus seres más queridos. "Mis hijos viven en Los Ángeles. Quería estar cerca de ellos durante este proceso creativo. El hecho de que ya sean mayores y no les apetezca pasar mucho tiempo con su madre me permitió estar totalmente inmersa en mi último álbum. Trabajaba durante el día  y por la noche y luego, cuando volvía casa, seguía con mis canciones... Me he tomado el tiempo de grabar este disco sin prisas; todo un lujo hoy día", afirma...
Elena R. Ballano. Smoda, domingo 17 de noviembre de 2019

jueves, 21 de noviembre de 2019

Jean-Paul Dubois gana el premio Goncourt

Jean-Paul Dubois. @ Xavier de Fenoyl/la dépêche/Maxppp
El escritor francés Jean-Paul Dubois (Toulouse, 69 años) ganó el premio Goncourt, el más prestigioso de las letras francófonas, por su Tous les hommes n'habitent pas le monde de la même façon/ Todos los hombres no viven en el mundo de la misma manera. La votación se resolvió en cinco minutos. "Es una declaración de amor y, como tal, no suele comportar horas y horas ", bromeó el presidente del jurado, el crítico Bernard Pivot.
El narrador del libro ganador, que Alianza de Novelas (AdN) publicará en España en mayo, es el portero de un edificio que cumple condena en Montreal. Llamado Paul, como todos los protagonistas de las más de 20 obras que ha publicado Dubois, repasa los hechos que le condujeron a la celda, empezando por una infancia como hijo de un pastor danés y de una atea recalcitrante, y concluyendo con los días que pasó al lado de Winona, su compañera. La novela llegó a las librerías francesas en septiembre  y ha recibido excelentes críticas. El Goncourt, cuya dotación es un cheque simbólico de 10 euros, suele traducirse en abultadas ventas.
Dubois se formó como sociólogo y fue una de las firmas más destacadas del semanario Le Nouvel Observateur antes de ganar el Femina en 2004 por Una vida francesa y abandonar el periodismo. "Las cosas terminan por suceder. Es adorable, aunque yo no estoy hecho para este tipo de cosas", reaccionó ayer, escueto, a su llegada al restaurante Drouant, donde se anuncia el ganador del Goncourt.
Mientras el premio Renaudot, que tradicionalmente se da a conocer poco después del Goncourt, recayó en Sylvain Tesson por La panthère des neiges.
Álex Vicente. París. El País, martes 5 de noviembre de 2019

miércoles, 20 de noviembre de 2019

EL Acuerdo de París

El inicio del proceso por parte del Gobierno de Donald Trump para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París ha desencadenado una riada de declaraciones públicas de mandatarios en defensa de este pacto. Así lo han hecho líderes de China, Francia, la Comisión Europea, España, Chile... Por el momento, solo EE UU se ha retirado del acuerdo contra el cambio climático, firmado en 2015 en la capital francesa. El resto de los grandes emisores - China, la Unión Europea e India- siguen dentro. Pero una cosa es defenderlo a través de declaraciones y otra es estar en la senda de cumplir con la meta que establece ese pacto: que el calentamiento de la Tierra, que tiene en el Mediterráneo una de sus zonas cero, se quede dentro de unos límites manejables. 
Un grupo de expertos, encabezados por el expresidente del IPCC -el panel de científicos asesores de la ONU- Robert Watson, ha analizado los compromisos de los 184 países que han presentado los planes de recorte de emisiones a los que obliga ese pacto. Y el resultado es que menos del 20% se consideran suficientes para cumplir con París.
Este 20% de cumplidores está dominado por el bloque de la Unión Europea. A los 28 se añaden Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, Suiza, Ucrania y la República de Moldavia. Todos ellos, según este análisis auspiciado por la Fundación  Ecológica Universal (FEU), tienen planes de recorte que fijan reducciones para 2030 de sus gases de efecto invernadero de al menos un 40% respecto a los niveles de 1990. En el caso de la UE, Liliana Hisas, directora ejecutiva de FEU, estima que las medidas aprobadas llevaran a una reducción de hasta el 58% de esas emisiones.
El Acuerdo de París obliga a los 195 Estados que lo firmaron a presentar planes de recortes de sus emisiones de gases de efecto invernadero, culpables del sobrecalentamiento del planeta según la mayoría de la comunidad científica y vinculados, principalmente, al uso de los combustibles fósiles. De momento, 184 Estados los han presentado. Dispares, y en muchos casos, difíciles de comparar, deben servir para que el incremento medio de la temperatura  en el planeta se quede por debajo de los dos grados respecto a los niveles preindustriales y en la medida de lo posible por debajo del 1,5...
Manuel Planelles. Madrid. El País, miércoles 6 de noviembre de 2019 

martes, 19 de noviembre de 2019

Un instante antes del mundo

En la Bienal de Rabat de Arte Contemporáneo
Marruecos ofrece a veces estas paradojas. El mismo día que se hizo público el manifiesto de 490 mujeres y hombres que se declaran fuera de la ley en protesta por varios artículos del Código Penal que castigan con cárcel a quienes mantienen relaciones fuera del matrimonio y a las mujeres que abortan, se presentó ante la prensa la primera Bienal de Rabat, que se ha volcado en el arte de las mujeres. Participan 63 creadoras de arte procedentes de 27 países, 106 incluyendo a las directoras de las películas que se exhiben, frente a 21 hombres. Es decir, suponen el 83% de la muestra, a falta de cerrar la nómina de participantes en los seminarios de literatura. Porque durante los dos meses que durará la bienal, que se celebra bajo el lama Un instante antes del mundo hasta el 18 de diciembre, además de exposiciones de pintura, esculturas, muestras de arte callejero y exhibición de películas, habrá debates y seminarios repartidos en 11 sedes.
En la fachada de Museo Mohamed VI de Arte Contemporáneo, el espacio principal entre todas ellas, puede leerse desde este lugar una frase escrita en inglés y árabe que dice: "Mientras sea más importante seguir nuestras normas que seguir nuestros corazones yo seré feminista". Su autora, la austriaca Katarina Cibulka, explica que la obra pertenece  a una serie que intenta explicar por qué es necesario ser feminista. Cibulka empezó su trabajo en 2016 y desde entonces lo ha ido colgando en diversos edificios europeos. Uno de ellos, sobre la catedral de Innsbruck  (Austria), decía: "Mientras Dios tenga barba, yo seré feminista". El proyecto tenía la bendición del obispo, Herman Gletter.
El comisario de la exposición, el historiador del arte argelino Abdelkáder Damani, se forzó a sí mismo a realizar una selección que tuviera en cuanta a las creadoras. "El trabajo de comisario es totalmente subjetivo. Si uno es justo y analiza su trabajo, te das cuenta de que el mundo te ofrece un 90% de artistas hombres y un 10% de artistas mujeres. Entonces cuando haces tu selección eliges a pocas mujeres sin ni siquiera ser consciente. Por eso he tomado la decisión de cambiar las cosas. He hecho una lista consciente, me he forzado a descubrir artistas, aunque algunas ya las conocía de antes"...
Francisco Peregil. Rabat. El País, jueves 26 de septiembre.

  

lunes, 18 de noviembre de 2019

Los Miserables

Fotograma de Los Miserables
"No hay malas hierbas ni hombres malos; sólo hay malos cultivadores". La frase aparece en el frontispicio de Los miserables y sobre ella (o contra ella) el director Ladj Ly compone una película que, en realidad es sólo ira. Y pocos afectos (o desafectos) tan confusos como esa "pasión triste"  que decía Spinoza. Aristóteles veía en ella la posibilidad del placer que siempre acompaña a la esperanza de vengarse. Por un lado, no cuesta localizar en ella la nobleza de la rebeldía contra las ofensas y las injusticias soportadas; pero, por otro, la ira lleva consigo la pérdida necesaria tanto de la autonomía como del juicio. Digamos que todos los personajes de la cinta del debutante cineasta francés de origen maliense viven atrapados en la contradicción de saberse con un único privilegio: el derecho a la desesperación.
La película que se estrena el viernes tras ganar el Premio del Jurado en Cannes y que representará a Francia en los Oscar, arranca con una celebración. En el centro de París, en el mismo sitio en que poco después los chalecos amarillos harán que los cimientos de la República enseñen sus grietas, un grupo de adolescentes se deja arrastrar por la fiebre. Francia se proclama campeona del mundo de fútbol, y aunque solo sea un instante, todo cobra sentido. Es la última vez que se oye cantar a alguien en la película. La cámara vibra como solo son capaces de hacerlo los documentales cuando pierden el equilibrio. De eso se trata, de perder el pie entre la furia de una masa de gente alegre y a la vez furiosa. La escena marca  la temperatura de todo lo que vendrá después que, ya se ha dicho, es sólo ira.
Los miserables sigue a un grupo de policías en un barrio del extrarradio de París. Se trata del mismo lugar en el que Victor Hugo hizo que Jean Valjean se refugiara y se encontrará con Cosette. Y se parece demasiado a la barriada en la que los jóvenes de 15 y 17 años murieron electrocutados cuando intetaban huir de los agentes que los perseguían en 2005. Aquello desencadenó la furia en todo París. Y la ira. La banlieue se llama Montfermeil y la miseria de siglos atrás sigue en el mismo sitio, a la misma hora y dispuesta de la misma manera. Lo relevante es que los miserables de entonces comparten localidad, heridas y miseria con los de ahora ...
Luis Martínez. El Mundo, domingo 17 de noviembre de 2019


domingo, 17 de noviembre de 2019

Francia, del amarillo al rojo

Un año de chalecos amarillos. Emmanuel Macron alcanza la mitad de su mandato tras haber sobrevivido a la mayor protesta social desde Mayo del 68. Ha recuperado popularidad  y volvería a ganar la presidenciales. Pero a este presidente singular le aguarda en 20 días una gran movilización sindical, banderas rojas al viento, contra sus planes de reforma de la jubilación. El Gobierno teme que la convergencia de luchas desborde de nuevo las calles. Estudiantes y personal sanitario han salido esta semana. Todos los analistas detectan el cabreo popular y la ansiedad del Ejecutivo. En la cúspide de las instituciones de la V República, el presidente carece de oposición parlamentaria. En la calle, vienen tiempos duros. François Ruffin, que estudió en el mismo colegio que Macron, los jesuitas de Amiens, pero es la estrella ascendente de la La Francia Insumisa  (extrema izquierda), lo tiene claro: "No habrá nada sin desbordamiento popular. Se acabó el fin de la Historia. Se ha vuelto a poner en marcha para lo mejor y para lo peor".
El primer aniversario del nacimiento de los chalecos amarillos se vio ayer empañado por episodios de violencia y actos de vandalismo cometidos en algunos puntos de París por miembros de este movimiento social y por alborotadores violentos y Black Blocs que lanzaron piedras, destrozaron mobiliario urbano y quemaron coches. La policía usó gases lacrimógenos y cañones de agua. 
Macron, que empezó su mandato reformando sin oposición y a paso de carga, ha cambiado de método desde la crisis de las chalecos amarillos. Ha puesto al frente a un veterano gaullista con buena interlocución con los sindicatos, Jean Paul Delevoye. Y vengan rondas explicativas. Ha soltado lastre a toda prisa con otros sectores quejosos: plan de urgencia para los hospitales, pago de una parte de las horas extra debidas a los policías...
Iñaki Gil, El Mundo, domingo 17 de noviembre de 2019 

sábado, 16 de noviembre de 2019

Maison Bonnet

El pequeño atelier parisiense de Maison Bonet,
cercano al Palais Royal.
 
Fundada en 1930, la óptica más exclusiva de París, sigue fabricando como hace un siglo, por encargo y a medida.
Lo primero en que se fija Franck Bonnet en un hombre es en los ojos. O, más precisamente, en la distancia que separa ambas pupilas. El ángulo que dibuja la nariz, la posible simetría entre pómulos y orejas. El color del cabello del desconocido que tiene delante. Este cuarentón afable y canoso echa un primer vistazo de cerca y luego se aleja unos tres metros de su objeto de estudio. Observa la morfología de su cuerpo y las proporciones de sus extremidades. Y en cuestión de segundos establece un diagnóstico...
Maison Bonnet abre al País Semanal las puertas de su atelier, situado en una discreta travesía a dos pasos del Palais Royal. Sacara entonces de una gaveta algunos de los 400 prototipos que sirven de base para crear los anteojos más deseados de la capital francesa, que la élite política e intelectual no ha dejado de lucir desde los años sesenta.
En este insigne establecimiento solían comprar sus gafas los presidentes franceses pero también personalidades como Le Corbusier, Simenon o Aristótoles Onassis que regaló sendos pares en carey a Jackie Kennedy y María Callas. Todos ellos fueron los mejores embajadores de su sobrio y atemporal estilo. Yves Saint Laurent fue otro de sus clientes más conocidos...
Maison Bonnet fue fundada por su bisabuelo Alfred en 1930. Esta óptica levantó la persiana en Morez, una pequeña ciudad del macizo del Jura, junto a la frontera con Suiza. Fue allí donde, en 1796, un comerciante llamado Pierre Hyacinthe Caseaux se inventó las primeras gafas en el sentido moderno del término. Después tomo el relevo el hijo del fundador, Robert, que decidió instalar la tienda en París en 1950. Treinta años más tarde le sucedió su hijo Christian, que pese a estar oficialmente jubilado, sigue regentando el atelier de la marca en Borgoña, a hora y media de París. Cuatro generaciones después es el hijo de Christian  y bisnieto del fundador el que sigue defendiendo la calidad artesana de sus ancestros...
En 2.000 Christian Bonnet  recibió el título de maître d'art  por parte del Estado francés, accediendo al pequeño círculo -solo 74 en todo el país-, que reconoce el savoir faire de los maestros de la tradición artesana...
Álex Vicente . El País Semanal, 13-10-2019

viernes, 15 de noviembre de 2019

Le monde d'Hermès

Uno entra en Hermès y, aunque los dependientes sean muy amables, puede que sienta un ligero pinchazo de frustración si no tiene una tarjeta de crédito sana, feliz y lista para un pequeño dispendio. O uno puede entrar en Hermès para hacerse con Le monde d'Hermès, la revista semestral que la firma publica, y que no solo insufla alegres dosis de surrealismo a los productos y a la cultura de la casa, sino también a la cultura en general. Gratis.
"No se puede entender Hermès sin Le monde d'Hermès", suelen decir los miembros de esta compañía, que, de algún modo, logra que algo tan antiguo como la artesanía más exquisita vendida a precios de mareo siga resultando no solo deseable, sino totalmente contemporáneo. Razón por la cual acaban de replantear el título como un medio de comunicación muticanal: a partir de esta temporada, habrá podcats, una remozada cuenta de Instagram y una publicación totalmente rediseñada por el grafista Philippe Apeloig, el director de arte ThomasPersson y una editora invitada. Este otoño la veinteañera Laure Flammarion, cuyo primer paso cuando recibió el encargo fue pedir a Josephin Ritschel ilustraciones de la fascinante colección de tesoros inspirados en el viaje y la equitación, traídos de todas partes, que se acumulan en el museo Émile Hermès, en el piso de arriba de la tienda en el Faubourg Saint-Honoré. Allí Flammarion también encontró unos hipnóticos dibujos de geometrías matemáticas que podrían ser diseños para los pañuelos de la casa, pero que resulta que fueron obra de un contable con insomnio. Todo ello está en la revista, " un libro de niños para adultos", según su editora. No es poco. 
Daniel García. Icon, 10 de noviembre de 2019

jueves, 14 de noviembre de 2019

Blaise Cendras, el alférez de la cofradía surrealista

Blaise Cendrars
Dado que pertenece a esa estirpe de escritores de vida arrebatada, auténticos hombres de acción con cuya vida no sería difícil hacer una serie de televisión que hipnotizase, el suizo Blaise Cendrars ha tenido, en cambio, que penar con la cruz de que su obra haya quedado por detrás de un personaje que no dejó de moverse ni después de muerto. Lo que es una auténtica pobreza según se ha empeñado en demostrar la exquisita editorial Libros de Trapisonda, que en muy elegantes  volúmenes recupera la obra de este auténtico gigante de la literatura europea al que cualquier etiqueta -viajero, poeta vanguardista, editor, reportero nocturno, antólogo, narrador -lo jibarizaría. De momento han aparecido sus escritos sobre los bajos fondos, Panorama del hampa, y están próximos a salir  Pequeñas memorias de un editor, su testimonio como inventor de la gran colección La sirena en la que se daban las manos grandes del pasado como Apollinaire con los nuevos maestros de la poesía francesa como Jean Cocteau, y El fin del mundo filmado por el ángel de Notre Dame, extraordinario texto con ilustraciones de Fernand Léger que culmina su aventura simultaneísta en la que la poesía y la pintura saltaban la misma comba....
El Cendrars menos conocido es el que Trapisonda está poniendo en español: el periodista de insaciable curiosidad y el memorialista que lo ha vivido todo. Muchas veces se ha repetido esa dichosa frase que Borges dedicó a Quevedo -"más que un hombre es una literatura"- refiriéndola a muchos autores. Siempre que la leo pienso en Blaise Cendrars, que escribía poemas que eran relatos, y ensayos que eran novelas, y novelas que eran poemas. Alguien que de veras nos parece mucho más que un autor: toda una literatura.
Juan Bonilla. El Mundo, 3 de noviembre de 2019  

Bruselas abre embajada en 105 escuelas

Alpuente
Cuando Nerea de la Torre aceptó hace 14 años hacer sus prácticas de profesora de inglés en el centro de La Serranía su padre no daba crédito: "Allí no van ni los cuervos ". Y es que en Alpuente, en el interior de Valencia hay tanta calma que algunos se deprimen y a veces nieva tanto que se quedan aislados. Pero Nerea se "enamoró de esta localidad y allí sigue. Coordina a sus 14 compañeros en el proyecto Escuelas Embajadoras del Parlamento Europeo, con el que este pretende "dar la oportunidad de experimentar la ciudadanía europea: lo que significa  la Unión en la vida cotidiana y lo que se puede hacer para lograr en el futuro la Europa deseada", es decir, demostrar que esta institución tan aparentemente aburrida que determina nuestras vidas tiene una cara apasionante.
Este año el proyecto cumple cinco años. La Serranía participa por primera vez . En 1900 Alpuente tenía 3.000 vecinos y hoy apenas 600. Nerea teme que con la despoblación terminen cerrando secundaria, con 35 escolares. Hay otros 38 entre infantil y primaria. "Esta es una gran oportunidad de tener visibilidad", dice. Los de 4º de ESO son los embajadores júniors del proyecto. "Mis alumnos, hijos de pastores y ganaderos, suelen sentirse inferiores y con pocas ambiciones. Así que cuando nos eligieron -no teníamos esperanzas- me dijeron: "Somos pequeños, pero parece que importamos para Europa".
El Parlamento escoge las escuelas, este curso 105 en España, por "la motivación y experiencia descritas en el formulario" y con equilibrio terrritorial, y estas se comprometen a tener un punto de información en Europa, a organizar actividades y a trabajar con sus cuadernillos. La institución organiza un concurso premiado con una visita a Estrasburgo...
Elisa Silió. Madrid. El País , sábado 2 de noviembre de 2019

martes, 12 de noviembre de 2019

Los impresionistas y la fotografía

La primera de las ocho exposiciones que los impresionistas realizaron en grupo fue en 1874, en el estudio parisiense del pionero de la fotografía Félix Nadar. La elección del escenario no fue anecdótica para los entonces apestados impresionistas. Es una de las muchas pruebas que certifican la relación que desde un primer momento mantuvieron quienes intentaban retratar un instante de la naturaleza con los que se lanzaron a capturar momentos de la vida con sus revolucionarias cámaras fotográficas. 
El Museo Thyssen inauguró una amplia exposición  (66 pinturas y 150 fotografías ) con las que quiere mostrar la relevancia que la invención de la fotografía tuvo para las corrientes pictóricas del siglo XIX, subrayando afinidades e influencias entre los artistas de una y otra rama. La muestra se podrá ver hasta el 26 de enero de 2020.
Para Paloma Alarcó, responsable del proyecto y jefa de Conservación de Pintura Moderna de Thyssen, la relación entre la fotografía  y el impresionismo es incuestionable. Recuerda que, a mediados del siglo XIX, París era la capital mundial del arte y el mayor centro de circulación de imágenes gracias a la aparición de los daguerrotipos y, sobre todo, de técnicas de impresión fotográfica. "Los primeros grandes fotógrafos", explica, "tienen formación artística". Y los artistas descubren muy pronto el poder documental que la fotografía ofrece para sus obras. La mayor parte de las imágenes, todas copias de la época, están firmadas por Gustave Le Gray, Eugène Cuvelier, Henri Le Secq, Olympe Aguado, Charles Marville o Félix Nadar, confrontados con las pinturas de Édouard Manet, Edgard Degas, Camille Pissarro, Paul Cézanne, Alfred Sisley, Claude Monet, Marie Bracquemond, Pierre-Auguste Renoir y Berthe Morisot. 
Divida en nueve ámbitos temáticos, la exposición arranca con el bosque como argumento, el movimiento del agua y el reflejo de los árboles en su superficie son otros temas que vinculan a los fotógrafos con los pintores, el retrato ocupa la parte central de la exposición... 
El proyecto cuenta con préstamos fotográficos de la Biblioteca Nacional de Francia, el Museo J.Paul Getty de Los Ángeles, el Victoria&Albert de Londres, la Sociedad Francesa de la Fotografía o el Prado. Las pinturas proceden del Metropolitan de Nueva York, el Musée d'Orsay de París, el Marmottan Monet de París y la Fundación Beyeler de Basilea, así como de las colecciones privadas de Henry Rose Pearlman y de la Ann y Gordon Getty.
Ángeles García. El País, lunes 14 de octubre de 2019

lunes, 11 de noviembre de 2019

Una pequeña mentira

Théo es, a sus 12 años, el ídolo de los habitantes de una pequeña población del norte de Francia: juega tan bien en el equipo de fútbol infantil que hasta llega a verle un ojeador del Arsenal. El club londinense le rechaza por su poca estatura (su íntima amiga le apoda "fourmie", es decir, hormiga), sin entrar a considerar los precedentes de Messi y Griezmann, pero Théo miente por compasión a su padre divorciado, desastroso y bebedor, al decirle que sí ingresará  en la escuela de juveniles de los gunners, llegando a propagarse la falsa noticia en el pueblo como bola de nieve. Comedia modesta y simpática por el retrato de los personajes del círculo del niño futbolista, la cinta supone el debut como director del guionista François Rappeneau. Es una película pequeña que adapta un cómic pero que fácilmente podría estar inspirada en hechos reales. Hay un momento de suspense porque la acción sucede en vísperas de la disputa de una final, pero lo que cuenta es la relación entre los personajes, todos con buenos intérpretes.
Francisco Marinero. El Mundo, viernes 4 de octubre de 2019

domingo, 10 de noviembre de 2019

Ante la tumba de Napoleón en París, ¿un dictador o un héroe?

Foto en Flickr de Carlos - Zaragoza, España
Es mediodía y sólo un puñado de turistas y un grupo de estudiantes de Arquitectura merodean en torno a la tumba de Napoleón. La única guía turística de explicaciones a una familia. Pone el acento en las paradojas del sitio:"Impresionante pero sobrio", "un revolucionario bajo la cúpula que levantó Luis XIV, encarnación del absolutismo".
Pero la que llama mi atención es ésta: "Está en el centro pero en una cripta, seis metros por debajo del nivel de la iglesia". Es quizá la imagen perfecta. Porque Napoleón es aún hoy un mito. Pero fue un golpista. Incendió Europa. Ganó batallas, pero perdió las guerras. Dejó Francia en ruinas y murió en el destierro.
Sin embargo, aquí está. Como un héroe. Con los nombres de sus ocho victorias más relevantes grabados en el suelo, rodeado de estatuas con coronas de laurel. "El zócalo de granito verde sostiene el sarcófago de cuarcita de Finlandia. Esta piedra se asemeja al pórfido y su color rojo oscuro recuerda el manto de los emperadores romanos", leo en la guía oficial. Pero seis metros bajo el suelo.
Se calcula que el emperador ha inspirado más de 100.000 libros y unas 1.000 películas. Aquí en la tienda del Museo del Ejército, que está en los Inválidos, como la tumba de Bonaparte, hay más de 50 títulos a la venta. Predominan las elegías. Y los que tienen muchas fotos...
De camino par en la librería Compagne, junto a la Sorbona. Tienen una treintena de libros sobre el tema...
Y, a todo esto, ¿qué piensan los franceses? Florian, un parisino de mi barrio, me responde:"Yo soy muy poco chauvin  y paso de toda la parafernalia imperial. Pero hay que reconocer que nos legó el Código Civil. Valoro más ese aspecto que los hechos de armas".
Ipsos hizo una encuesta en 1999... Se dividían a partes iguales los que lo creían "continuador de la obra de la República" y los que pensaban que la "había traicionado"...
En realidad, Bonaparte había soñado con un panteón familiar en Saint Denis, donde están los reyes de Francia. Pero dejó escrito: "Deseo que mis cenizas reposen a orillas del Sena, en medio de ese pueblo francés que tanto amé". Así se lee a la entrada de la cripta...
Iñaki Gil. El Mundo,, sábado 26 de octubre de 2019

sábado, 9 de noviembre de 2019

Champán en un château

Château de Saran
Celebramos el 150 aniversario de Brut Impérial,  de Moët-Chandon, con una exclusiva experiencia: visitamos el Château de Saran, una majestuosa residencia del siglo XIX construida por la familia donde se han hospedado desde aristócratas a estrellas de Hollywood. 
Comenzamos por Épernay, un encantador pueblo en el corazón de la Champagne, donde la maison posee sus bodegas principales. Nos reciben en su sede, un edificio que recuerda a Versailles, y allí disfrutamos de un picnic (con máquina expendedora de Moët incluida. Después nos espera la visita al verdadero tesoro, las bodegas: 29 kilómetros de túneles las convierten  en las mayores del mundo. En muchas de las 30.000 botellas almacenadas todavía se realiza el método tradicional del removido. 
Tras la clase magistral toca calzarse las botas y trabajar como auténticos vendimiadores en el valle del Marne, cuyos confines vislumbran el señorial castillo donde dormiremos. Durante las tres semanas que dura la vendimia más de 10.000 vignerons se encargaran de recoger y analizar la madurez de las uvas para que se encuentren en su punto óptimo antes de ser prensadas.
Cuando el sol está a punto de ponerse nos dirigimos al Château de Saran, que acaba de abrir sus puertas después de una restauración magistral a cargo del arquitecto de interiores Yves de Marseille. Cada una de las 11 habitaciones sigue una temática pensada para llevar al visitante a un viaje extraordinario. Encontramos desde la suite Christian Dior  a la Imperial o Hollywood, la nuestra que nos transporta al lujo del cine de los años 40.
Con nuestras mejores galas nos dirigimos a la cena, servida por el prestigioso chef Marco Fadiga, que se encarga de fusionar los grandes clásicos de la cocina francesa. Por supuesto, el champán Moët&Chandon es uno de los ingredientes estrella de algunos de sus platos...
Marta Benayas. Yodona , 31 del 10 de 2019

viernes, 8 de noviembre de 2019

Beckett y Godot, contra la náusea

Pepe Viyuela, Alberto Jiménez, Juan Díaz, Fernando Albizu
 y Jesús Lavi 
"El señor Godot me manda deciros que no vendrá esta noche, pero que mañana seguramente lo hará". Así reciben Estragón (Pepe Viyuela) y Vladimir (Alberto Jiménez), dos de los personajes más complejos y representados de la historia del teatro, una de las incumplidas promesas de encontrarse con la espectral figura de barba blanca que nunca termina de aparecer: Godot. "Espera", llega a decir Estragón". "Tengo frío", responde su antagonista en un cruce de diálogos - compartidos por Pozzo (Fernando Albizu), Lucky (Juan Díaz) y Muchacho (Jesús Lavi)- capaz por él solo de hundir sus raíces en un profundo e inconsolable existencialismo marcado en todo momento por el tedio y la falta de sentido de la vida. De sus vidas. De las vidas de todos. "Godot habla de la necesidad de no vender nuestros derechos, de mantener la esperanza, aunque lo presenta desde el reverso de la moneda", explica a El Cultural Antonio Simón, director del nuevo montaje que podrá verse este viernes, 8 , en el Teatro Palacio Valdés de Avilés y a partir del 21 en el Bellas Artes de Madrid.
"No tengo una lectura nihilista de la obra, más bien me interesa la capacidad del hombre por no ser nihilista. Me interesa, por tanto, la esperanza y el tedio, pero el tedio que puede ser sublimado a través del humor", añade el profesor del Institut del Teatre de Barcelona. "En la sociedad de la precariedad y de la incertidumbre todo es una sucesión de buenos comienzos". Más o menos de esta manera define Zygmunt Bauman la sociedad líquida y me parece muy oportuno para una aproximación a Esperando a Godot , ya que esta obra nos explica nuestro temor a perder el tren, a no seguir el ritmo, a no aceptar las fechas de caducidad", sentencia el director de Yo, Feuerbach, que se ha apoyado también para tejer la aparente sencillez de Beckett en textos de Alain Badiou y Jordi Claramonte...
Javier López Rejas. El Cultural, 8-11-2019

jueves, 7 de noviembre de 2019

Las lealtades

Delphine de Vigan
Con Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt,1966), Georges Steiner fracasaría con su pregunta: "¿En realidad las mujeres propenden a derrochar el lenguaje?". En Las lealtades (Les Loyautés, 2018), los personajes femeninos ocultan secretos, callan por miedo, se autoprotegen mediante el silencio. También los dos jóvenes protagonistas son cómplices en sus disimulos. Quizá porque el registro de De Vigan es económico, contenido y más implícito que descriptivo. La autora de Basada en hechos reales consigue crear tensión psicológica  en ese territorio hostil de las violencias cotidianas, sin perder su pulso narrativo y sin gran despliegue estilístico o verbal. 
Lo más clarificador del título, Las lealtades, novela a cuatro voces, se plantea en los párrafos iniciales, a modo de "nota de autor". De Vigan explica a qué lealtades se refiere: "Son lazos invisibles que nos vinculan a los demás - lo mismo a los muertos que a los vivos-, son promesas que hemos murmurado y cuya repercusión ignoramos, fidelidades silenciosas, son contratos pactados las más de las veces con nosotros mismos". 
Y puesto que en la historia coexisten preadolescentes de familias desestructuradas, mujeres decepcionadas, y una profesora, hija maltratada por un padre violento, la novelista estará hablándonos de pactos de silencio, de no traicionar a los padres, de no decir más de la cuenta. Las consecuencias de estas lealtades profundas y oscuras son imprevisibles...
La disfuncionalidad interna de las familias es un tema recurrente en la obra de Delphine de Vigan . En Nada se opone a la noche, narraba el suicidio de su propia madre. Las referencias a las violencias familiares invisibles  aparecen consciente e inconscientemente en su narrativa. Sus personajes adultos cargan con las heridas de la niñez.
Hay quien reprocha a De Vigan que las cuatro voces se parezcan demasiado; el nombre de cada personaje como título de cada fragmento sirve para guiarnos en un flujo de conciencias encadenadas. Personalmente, creo que el efecto de una misma frecuencia mental en el habla de los personajes es a propósito. Víctimas de traumas del mismo origen, la novelista tiende a igualar el discurso de cada personaje con el suyo propio, encarnando así la voz colectiva de los portadores de hondas desgarraduras familiares. Una obra que cuestiona a una sociedad que mira hacia otro lado, ante las violencias soterradas. 
Lourdes Ventura. El Cultural, 1-11-2019