sábado, 30 de septiembre de 2023

Galicia por primera vez en La Place, en Burdeos

En la Adega Algueira
La Place es un club de lo más exclusivo. El universo sofisticado y elitista de los grandes châteaux se abre una vez al año en Burdeos a las bodegas más importantes del mundo. Los courtiers, intermediarios en el complejo entramado de la venta de vinos de esta región francesa, organizan en septiembre una subasta de marcas exclusivas previamente seleccionadas. El rioja Yjar, proyecto personal del bodeguero Telmo Rodríguez, fue en el 2021 la primera referencia española en cotizar en esa bolsa internacional. Solo dos años después, Galicia entra en el Wall Street del vino con un tinto de Ribeira Sacra: Dolio, de Adega Algueira.

"Para estar en La Place debes tener un gran terroir, pero también hace falta un perfil y una historia detrás del vino para seducir a los courtiers los que tienen la llave", apunta Fernando González, fundador de Adega Algueira. Los terruños son viñas de Doade (Amandi) y Abeleda (A Teixeira) plantadas con mencía merenzao, brancellao, caiño y sousón. En el relato Dolio se inspira en la singularidad vitícola  de la Riberia Sacra y en la apuesta personal del bodeguero, que dejó hace treinta años su despacho de director de banco para plantar cepas en los bancales del Sil.

De Dolio salieron a subasta 6.000 botellas que fueron adquiridas en su totalidad  en pocos minutos por ocho marchantes franceses. La mayor parte del lote se la quedó Pierre-Antoine Castéja, propietario de Maison Joanne, casa especializada en la venta de grands crus -vinos de alta gama bordeleses- que mueve unos cuatro millones de botellas al año. Los négociants fijarán a partir de ahora precios con arreglo al poder adquisitivo de los mercados donde creen que este vino de Algueira -crianza de la cosecha de 2019- puede tener mayor de manda.(...)

La sede de la aristocracia del vino conserva su atractivo para la distribución mundial. "Solo con llegar a La Place ya tocas el cielo. Pero una vez allí quieres vender el vino y antes de la subasta nos asustaba la situación actual", comenta Fernando González. Los négociants de Burdeos -ven en España una verdadera revolución del vino, la singularidad que reclama el mercado internacional. Entrar en ese mundo es un altavoz muy potente y puede tener un efecto llamada para Ribeira Sacra y para Galicia.

La Place no es un espacio físico. Designa una subasta que se celebra todos los años a comienzos de septiembre y en la que los courtiers -intermediarios entre las bodegas y la distribución- ofrecen pequeñas partidas de marcas de todo el mundo. A diferencia de la otra gran cita del año en Burdeos -la venta de la primicia de marzo, en la que se apalabran lotes que aún inician una crianza-, en La Place se comercializan vinos ya terminados y las operaciones no se llevan a cabo de forma presencial...

Luís Diaz. Monforte. La voz de Galicia, martes 19 de septiembre de 2023.

viernes, 29 de septiembre de 2023

"La elegancia tal y como estaba concebida hasta ahora ya no tienen sentido"

Victoire de Castellane
Victoire de Castellane (Neuilly-sur-Seine, 61 años) no sabe cuándo  ni cómo comenzó su fascinación por las joyas, pero recuerda con claridad el hormigueo que sentía en la piel que veía a su abuela española. "Ella siempre llevaba muchas joyas, todo el día. Me encantaba el sonido que producían todas las piezas juntas. Yo entraba en un trance y me quedaba hipnotizada escuchando el ruido de las piedras. Para mí era como ASMR, aunque entonces no sabía qué era ASMR", explica en conversación con El País Semanal. La directora artística de Dior Joaillerie se refiere al concepto de autonomous sensory meridian response (respuesta sensorial meridiana autónoma en español, una sensación física y psicológica  de calma y tranquilidad ante ciertos estímulos creativos). "Realmente sentía placer al escuchar y mirar sus joyas", repite. De hecho, está convencida de que no habría sido diseñadora de joyas de no ser por la abuela paterna, a la que recuerda como una mujer elegante y un poco intimidante.

Con solo tres años, la pequeña Victoire pidió tener su propio joyero, a imagen del de su aristocrática abuela, para guardar un brazalete de plástico en forma de serpiente. Con 5 años desmontó una pulsera  tipo charm y convirtió los colgantes en unos pendientes. Con 12, llevó sus medallas de la primera comunión a un orfebre para que las fundiera e hiciera de ellas un anillo. Con 16, transformó unos pendientes con dos amatistas en una sortija. Con 21, ya diseñaba joyas para la casa Chanel, bajo las órdenes de Karl Lagerfeld. Su tío Gilles Dufour era la mano derecha del káiser de la moda. "Pero entré en Chanel por casualidad", aclara De Castellane. "En esta época tenía un amigo que trabajaba en el departamento de prensa de la casa y fue así como empecé a trabajar allí.

En 1118, Bernard Arnault, propietario del gigante de lujo LVMH y actualmente el hombre más rico del mundo, la convenció para que cambiara Chanel por Dior. Con 35 años, De Castellane ya era directora artística de la maison. Más de 25 años después, es una de las creativas más antiguas de la casa , superando con creces al mismísimo Christian Dior -el fundador solo estuvo una década al mando de la dirección creativa de la firma que lleva su nombre- y a otros modistas legendarios que pasaron por el número treinta de la Avenue Montaigne, como Yves Saint-Laurent o Gianfranco Ferré. "Sí, soy una veterana, pero al mismo tiempo me siento como si tuviera cinco años y fuera esa niña que está jugando encerrada en su habitación, al fondo del pasillo. Y prefiero seguir así. Me gusta estar al fondo del pasillo, lejos de los adultos", dice. Eso lo aprendió de Lagerfeld, su mentor , que falleció en 2019, con 85 años. "Fue él quien me transmitió la idea de que uno puede disfrutar y divertirse trabajando en algo serio.. El trabajo no debería estar reñido con la diversión".

De Castellane  lleva toda su vida intentando huir del "mundo de los adultos", pero los adultos la adoran y veneran su trabajo. A comienzos del mes de junio presentó la colección de alta joyería más grande su carrera con un desfile nocturno en los jardines de Villa Erba, un palacete de tintes neorrenacentistas a orillas del lago Como, en el norte de Italia. Les jardins de la Couture, que es como la llamó, está conformada por 170 piezas; 49 de ellas son únicas en su tipo. Tardó más de un año y medio en desarrollarla. "Me inspiré en un jardín imaginario, en el jardín de monsieur Christian Dior. Él forjó la identidad de la casa y todos los diseñadores  de la maison. Él forjó la identidad de la casa y todos los diseñadores de la maison seguimos trabajando sus códigos más queridos: la rosa, el cannage...", explica

Martín Bianchi. El País Semanal, 23 de julio de 2023.

jueves, 28 de septiembre de 2023

El territorio de la destrucción

Hace ya casi treinta años una veinteañera publicó en Francia una brutal novela con el escandaloso título de Fóllame. Virginie Despentes (Nancy, 1969), de apellido real Daget, acusada de obscenidad por muchos, fue considerada por los gustos literarios la novelista punk más corrosiva y brillante de los años noventa. Tenía en su curriculum problemas de alcoholismo, depresiones, internamientos en psiquiátricos, una violación a los 17 años y un gran talento para describir el infierno de las drogas y la marginalidad. La autora del ensayo posfeminista Teoría King Kong y de la trilogía sobre el personaje caído en desgracia, Vernon Subutex, una radiografía de los marginados en las calles de París, es hoy jurado del Goncourt, traducida a una treintena de lenguas, y en 2010 obtuvo el Premio Renaudot por Apocalipsis Bebé (Random House).

Ya nadie teme a Despentes. Su demoledor paisaje de las sociedades contemporáneas está más que asumido. Su lenguaje feroz y coloquial, sus desinhibidas escenas sexuales, su malditismo, son ahora la mirada punzante sobre las violencias sexuales. Si Vernom Subutex caía en picado en el abismo, en Querido capullo se retrata con ironía y lucidez a unos seres debatiéndose en los remolinos existenciales.

Moderna novela epistolar a través de los mails/digresiones entre los dos protagonistas principales. El "querido capullo" es Oscar Jayack, un escritor cuarentón que ha llamado en Instagram "vieja. burda, descuidada, de piel repulsiva" a una famosa actriz en la cincuentena. La actriz Rebeca Latté, politoxicómana, lúcida y desafiante, le replica en un mail vitriólico, dirigida a "Querido Capullo": "Eres como si una paloma me cagara en el hombro una guarrada"(...)

Numeroso temas conflictivos contemporáneos planean en el discurso de Oscar y Rebeca y en los manifiestos de Zoé, un tercer personaje, activista feminista contra el acoso cibernético: la infancia desclasada, la rabia, los engaños del éxito, la violación, el rap negro, el acoso en las redes, los feminismos y sus derivas, los psiquiátricos, la decrepitud o el confinamiento. (...)

Virginie Despentes es, tal vez, menos inquietante, tiene más fe en sus personajes, pero sus recorridos por la realidad no dejan de mostrar  la desintegración de una sociedad llena de trampas.

Lourdes Ventura. El Cultural, 22-9-2023.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

Virginie Courtin-Clarins

Las cuatro primas Courtin-Clarins. Virginie a la derecha
© Guido Mocafico

Virginie Courtin-Clarins es la mayor de cuatro primas y, según versiones era la nieta favorita de su abuelo Jacques. Su historia personal no sería tan especial si Jacques Courtin-Cllarins no fuera el hombre que un día de primavera de 1954 abrió el primer Instituto Clarins en la calle Tronchet de París y fundó un imperio cosmético que unía por primera vez conceptos hasta entonces dispersos como estética, salud, lujo y plantas.

La leyenda dice que las primas Courtin-Clarins eran prácticamente desconocidas hasta que en 2011 Anna Wintour las vio en el front row de un desfile y ordenó inmediatamente que las fotografiaran para Vogue. De la noche a la mañana, se convirtieron en it girls y abrieron, como estaba mandado entonces un blog que dedicaron a vender la marca que creó su abuelo.

Las cuatro primas eran las primeras en probar las cremas. Se las untaban en el rostro y las del cuerpo se las ponían en una sola pierna para comparar los resultados con la otra que tenía a piel sin tratar. Como en cualquier negocio familiar, toda la familia solía participar en las reuniones de las que salían los nombres de los productos. El abuelo, muy unido a sus nietas, murió 2022, pero ha dejado un legado sólido. Y Virginie, graduada de la EDHEC, una de las mejores escuelas francesas de negocios, es la heredera natural que debe abrir nuevos caminos para la marca.

Nacida en una familia vinculada al éxito, creció viendo su apellido en todas partes. La tercera generación toma ahora el poder en la empresa familiar. En su puesto de directora de responsabilidad social corporativa y nuevos territorios, la misión de Virginie es abrir nuevos caminos a la marca y apuntalar lo que ha sido siempre una estrategia central para la casa francesa: el respeto a la naturaleza, el culto a las materias primas de calidad y la honestidad con sus clientes.

"Para Clarins, lo más importante es decir la verdad. No nos verán presumiendo de lo que no somos. Queremos explicar cada decisión que se tome respecto a los materiales, al packaging o a los proveedores. Y creemos que existe una clientela bien educada, con capacidad de reconocer las buenas decisiones, No decimos que seamos perfectos, pero estamos trabajando para ser la compañía cosmética más comprometida del mundo", asegura Virginie Courtin-Clarins a través de una videollamada.

Más del 80% de los activos de la marca son de origen natural; el 19% restante son ingredientes sintéticos de calidad. Según explica, son estrictamente necesarios para conseguir la eficacia de los productos. "Nuestra política es clara: recurrimos a los ingredientes sintéticos cuando es preciso. Es decir, cuando en la naturaleza no encontramos una alternativa"...

En 2016 se inauguró la hacienda Domaine Clarins, en medio de los Alpes franceses, un laboratorio a cielo abierto a 1.400 metros de altitud. En ese lugar paradisíaco se plantan semillas con técnicas manuales, no hay pesticidas y se usan caballos para trabajar la tierra. De momento sembramos unas 30 plantas, 6 de ellas se emplean en las fórmulas de los limpiadores y tónicos faciales. El Domaine Clarins es un ejemplo para el resto de nuestros proveedores. Nuestra meta es solo trabajar con aquellos que respeten la naturaleza y su entorno".

K. Vázquez. El País Semanal, 7 de marzo de 2023.

martes, 26 de septiembre de 2023

Claude Monet, en la intimidad

CentroCentro Madrid inaugura el otoño con una extraordinaria muestra del artista: sesenta obras maestras del Musée Marmotan Monet de París que revelarán el lado más íntimo, así como la evolución del proceso creativo del padre del impresionismo. A partir del 21 de septiembre. Será la primera exposición en Madrid de Claude Monet (1840-1926), el visionario pintor francés que revolucionó los fundamentos de la pintura. Todas las obras vienen del Musée Marmottan Monet de París, que alberga la colección  del arista más grande del mundo gracias a la donación que realizó Michel Monet, su hijo pequeño y único heredero, en 1966, y que incluía todas las pinturas y objetos que su padre conservó en Giverny, donde vivió 43 años y donde está enterrado.

Para esta primera retrospectiva, organizada por la empresa Arthemisia, el museo ha realizado préstamos extraordinarios de obras como el Retrato de su hijo Michel Monet con gorro de pompón (1880), El tren en la nieve. La locomotora (1875), Londres. El Parlamento. Reflejos en el Támesis (1905), Les roses (1925-1926), más de veinte cuadros de gran formato de sus cautivadores Nenúfares (1917-1920). "Así mismo se incluyen dos objetos muy importantes: su paleta y sus famosas gafas", señala Sylvie Carlier, comisaria general de la muestra y conservadora del Musée Marmottan Monet, que añade "aunque parezcan banales, son objetos emblemáticos y reveladores. El primero de su legendaria gama de colores, y las gafas son las que tenía que utilizar cuando la operaron de la doble catarata. Son el símbolo de los grandes problemas que van a dar lugar a sus obras abstractas finales, de una viveza excepcional".

Las 60 pinturas de la muestra recorren todas las etapas de Monet a partir de un ángulo único: su círculo más íntimo, artístico y familiar. De ahí que el Monet coleccionista que adquirió obras de artistas que fueron su fuente  de inspiración esté presente a través de su colección  personal de Delacroix, Rodin, Johan Jongkind o Eugène Boudin, estos dos últimos sus mentores y quienes le iniciaron en la práctica de pintar al aire libre.

"Monet estuvo renovándose toda su vida y la pintura era la razón de su existencia", explica Carlier. Aunque tuvo una formación clásica, desde el principio quiso romper las normas, rechazando las convenciones europeas que regían la composición, el color y la perspectiva, para descubrir un estilo en el que más que plasmar la realidad nos ofrece "impresiones", trabajando la luz de una forma sutil, la reverberación del agua o su reflejo en el cielo.

La exposición, que ha tardado dos años en prepararse, está dividida en seis secciones  que trazan la evolución del pintor, del impresionismo a la abstracción, y contemplan, a través de sus famosas series en distintas ciudades, variaciones sobre un mismo tema de la naturaleza, siempre cambiante, a distintas horas y estaciones. "Le encantaba leer, recibir, comer y viajar. Fue un habitual del recién creado ferrocarril y tenía su propio coche, algo excepcional en la época. Sus frecuentes viajes se concentraban en explorar lugares para pintar. Cada viaje se plasmaba en una nueva serie: los paisajes del río Sena en Argenteuil, que pintaba en un bote que había comprado, las puestas de sol en Normandía, la naturaleza aún salvaje de Holanda, los de la Riviera (1883 y1884), Bretaña (1886), la catedral de Rouen (1892), Londres y el Parlamento (de 1870 a 1905) y Noruega (1895), con sus paisajes nevados... Así, hasta sus grandes lienzos  impresionistas  de nenúfares y vistas de su jardín en Giverny para desembocar, desencantado del Impresionismo en la abstracción final, que tanto influyó en la pintura moderna...

Cristina Carrillo de Albornoz. El Cultural, 15-9-2023.

lunes, 25 de septiembre de 2023

Una cuestión de honor

Fotograma de Una cuestión de honor
"¿Ordenó usted el código rojo?" es una de esas frases que, sin que por sí mismas digan demasiado, han acabado formando parte de la historia del cine estadounidense. La pregunta se la hacía Tom Cruise a Jack Nicholson durante un juicio militar en la magnífica Algunos hombres buenos (1992). Y la cuestión, o alguna muy parecida, vuelve a relucir en la francesa Una cuestión de honor: ¿es el sistema el culpable de la muerte de un joven soldado, o hay unos responsables con nombres y apellidos? El cadete William Santiago era un hispano en una academia estadounidense dominada por blancos anglosajones. El joven oficial Aïssa Saïdi es  de origen argelino. Incluso  ahí coinciden ambas: el factor cultural, religioso, de  procedencia y de raza. Lo que nos lleva, finalmente, a otro suceso mítico en un  destacamento militar, y esta vez real: al caso Dreyfus.

Los espíritus de Algunos hombres buenos y del caso Dreyfus (representado por Roman Polanski en la reciente El oficial y el espía) pululan por aquí, aunque con una diferencia sustancial: a Rachid Hami, director de Una cuestión de honor, no le acaba interesando quién ordenó el código rojo como la relación de sangre entre el fallecido y el hermano encargado de defender su nobleza frente al poder a la hora de su entierro. Y en este sentido, la película, interesante y ambiciosa, aunque algo dispersa, quizá se equivoque con algunas de sus digresiones. 

No eran novatadas. Era una transmisión de tradiciones que no salió como se esperaba. Lo da a entender un alto mando francés después de la muerte del soldado durante una noche de crueldad dirigida por los alumnos de segundo año. El eufemismo de los ritos de iniciación. Y así llega la frase clave: "¿La culpa es de uno o varios individuos, o del sistema? Porque si la culpa es del sistema, entonces no hay nadie a quién culpar". Argumentalmente, Una cuestión de honor es muchas cosas a la vez. Una película judicial, una fábula entre hermanos a lo Caín y Abel o un retrato del violento patriarcado en Argelia. Todas están bien tratadas de modo individual, pero a su atadura le falta brillantez.

Javier Ocaña. El País, viernes 4 de agosto de 2023

domingo, 24 de septiembre de 2023

Francia, 2023: el debate "central"

                                                 Foto de Ed Alcock

Lo más pequeño a veces explica lo más grande. El mundo busca donde encontrar la energía para seguir funcionando sin destruir el planeta. Para algunos países, las centrales nucleares son la solución. Es el caso de Francia. Otros, como Alemania o España, han decidido renunciar a esa fuerza energética. Mientras tanto, hay pueblos de unos pocos miles de habitantes donde el dilema se vive a flor de piel, En las llamadas zonas de riesgo -el radio de cinco kilómetros alrededor de una central atómica-, los interrogantes sobre los beneficios y riesgos del átomo forman parte de la rutina cotidiana. ¿Una bendición o una condena? 

Hay algo en estos municipios de aquellos poblados del Lejano Oeste donde se había encontrado una mina de oro o un pozo de petróleo. Suelen nadar entre la abundancia y disfrutar del pleno empleo.. Las infraestructuras son óptimas. La central irradia prosperidad. Al mismo tiempo, la presencia física de la central es una realidad insoslayable: un recordatorio permanente de que las chimeneas e instalaciones no son una fábrica al uso. Pese a la posibilidad estadísticamente muy reducida de un accidente, si un día eso ocurre -como sucedió en Chernobil en 1986 o provocado por un tsunami, en Fukushima en 2011-, las consecuencias pueden ser terroríficas.

Algunos argumentos locales  a favor y en contra, se repiten a escala nacional, europea y global. A favor de la energía atómica: es limpia, si por limpia puede entenderse que no emite gases de efecto invernadero, pues la cuestión de los residuos sigue abierta. Y se supone que garantiza la soberanía energética. En contra: los riesgos que entraña y los residuos. Y otro: su coste, que desvía los esfuerzos de las inversiones en energías renovables (...)

Francia, segundo país del mundo con más centrales nucleares, es un campo de pruebas. En,  municipios como Braud-et-Saint-Louis, Saint-Paul-Trois-Châteaux, Petit Caux o Belleville-sur-Loire, todos estos debates no son abstractos, sino que afectan a vidas muy concretas en lugares muy  concretos. El fotógrafo Ed Alcock ha visitado estos lugares y ha conocido a estas personas. Y lo cuenta con imágenes y palabras. Lo ha hecho en el marco de un encargo titulado Radioscopia de Francia e impulsado por el Ministerio francés de Cultura y la Biblioteca Nacional, al estilo de los programas documentales  del new deal de los años treinta en Estados Unidos. El resultado es una historia francesa y europea que habla de nuestro presente y de nuestro futuro, de nuestras certezas y de nuestros miedos. El retrato microscópico de un desafío universal,

Marc Bassets. El País Semanal, 22 de julio de 2023.

sábado, 23 de septiembre de 2023

Los monjes de Cluny, al rescate de la España vacía

En el año 2012, el monasterio de San Salvador de Oña (Burgos) acogía la edición de turno de la exposición Las edades del hombre bajo el título Monacatus. Una proyección sobre el coro permitía revivir, siquiera durante unos segundos, los cantos de los antiguos monjes benedictinos. Finalizada la muestra, aquellos cantores virtuales volvieron a hacer las maletas para regresar al pasado. Aquel viaje, aquella secuencia visual, parece haber inspirado la mayúscula aventura en la que un grupo de pueblos de ls provincias de Palencia y León lleva varios años embarcado. Los promotores trabajan en la reconstrucción de la antigua red de emplazamientos que, en torno a la poderosa abadía francesa de Cluny, trajeron a la zona su época de mayor apogeo histórico y, a la Península, un nuevo estilo arquitectónico, el románico. El territorio, fuertemente golpeado en la actualidad por la despoblación, reclama ahora, casi un milenio después, el metafórico regreso de los monjes negros para recuperar acaso una pequeña parte de aquel esplendor perdido.

Carrión de los Condes (Palencia) o Sahagún (León), que apenas superan los 2.000 vecinos, y otras visiblemente más pequeñas, como las localidades palentinas Villasirga (169 habitantes) o Nogal de las Huertas (46), forman parte de un ambicioso proyecto de ámbito transnacional que engloba a un centenar de lugares radicados en ocho países. Quien lidera la recuperación de los antiguos enclaves de carácter religioso, económico y cultural impulsados por la orden de Cluny torno a los siglos X y XI es la Federación Europea de los Sitios Cluniacenses. El reto que se ha marcado el organismo con sede en la Borgoña francesa está a la altura de una red que puso los cimientos del actual continente europeo: presentar en 2025 la candidatura ante la Unesco para la inscripción de estos bienes en la lista de Patrimonio Mundial.

Pese a la dimensión internacional que ha adquirido la empresa, su germen tiene mucho que ver con la investigación  de los orígenes medievales en el monasterio palentino de San Zoilo. La reconversión del edificio en hotel a principios de los noventa ha permitido a los nuevos responsables identificar  elementos románicos -de la época de Cluny-tan significativos como la antigua iglesia o el primitivo claustro, cuyos restos se encuentran bajo el actual, una obra maestra gótico-renacentista. Los hallazgos han ido alentando al gerente del hotel, José Antonio Perrino, a investigar  y sumar apoyos para rescatar aquella potente red cluniacense  bajo cuya actividad el territorio vivió sus tiempos de mayor crecimiento. Esa labor ha llevado a Perrino a convertirse en el primer miembro no francés en la directiva de la Federación Europea de Sitios Cluniacenses, a la que persuadió en 2017 de asaltar el reto de la Unesco.

"Hoy miramos más a Alemania. Cluny era economía, por el euro, pero había cosas más importantes, como las ideas o la filosofía, y eso fue lo que nos movió a presentar a la federación una propuesta para poner en valor lo que de verdad nos hace ser europeos", argumenta José Antonio Perrino. La idea caló en una institución que agrupa a más de dos centenares de lugares relacionados con la orden medieval. De ellos un centenar se sumarán a la candidatura: el 70 % situados en Francia, y el resto por todo el continente, salvo la basílica de Josafat (Israel) o el actual yacimiento arqueológico subacuático cluniacense que llevó los tentáculos de los monjes hasta Turquía.

En el caso de la península ibérica, la corriente cluniacense llegó con fuerza y alumbró la construcción de numerosos monasterios y otros edificios en torno al Camino de Santiago, con San Zoilo y Nájera como principales embajadores de la orden. Los antiguos territorios de Castilla y León  fueron "protagonistas de la historia". Perrino cita, para justificarlo, la celebración de "cortes, concilios y matrimonios reales". "Si Castilla pudo sufragar el descubrimiento de América es porque aquí se habían establecido los recursos económicos más importantes: la comida y el vestido, el trigo y la lana", enfatiza el gerente del hotel. También en torno al siglo XI, el monasterio leonés de Sahagún -el llamado Cluny español por su opulencia y declive final- impartía estudios superiores y tenía la capacidad e acuñar moneda...

José María Sadia. El país, sábado 26 de agosto de 2023


viernes, 22 de septiembre de 2023

El Goncourt choca con la corrección política, 2

Philippe Claudel, secretario general de la Academia Goncourt, declaró a Le Monde: "Olvidemos esta polémica. Los perros ladran, luego la caravana del Goncourt cabalga". Y defendió que los sensitivity readers no son algo novedoso. "Los editores siempre han releído los textos con atención, sobre todo aquello que podía causar polémica. Hay manuscritos que pueden ser revisados por  abogados, trabajados por editores, y esto no choca a nadie".

Tahar Ben Jelloun, jurado del Goncourt, opina por teléfono que las lecturas sensibles "son buenas para las cartas diplomáticas, pero  no son posibles para crear literatura". Ben Jelloun no duda de que, en la próxima reunión del jurado, "habrá debate". 

Aflora, con la polémica de los sensitivity readers, una diferencia entre generaciones: "No es el espíritu francés", afirma otro miembro del jurado, Pierre Assouline.  "Pero el espíritu francés está cambiando: los jóvenes están muy influidos por todo esto".

Reflexiona Assouline: "Un actor que necesita este tipo de censura, para mí no es un escritor. Jamás en la historia se la literatura escritores se han comportado así". Y añade: "Hacer leer a un amigo para tener su opinión, todo el mundo lo ha hecho, y hacérselo leer a su editor para que lo edite, también. Pero hacérselo leer a alguien por razones étnicas, raciales o comunitarias, esto no es posible. Escomo si le pidiese a Javier Cercas que un sensitivity reader catalán leyese el manuscrito de Tierra Alta para que le dijese si lo que ha escrito ofenderá a los catalanes.

Assouline recuerda que Hervé Le Tellier, Goncourt en 2020 por La anomalía, le contó que al traducirse la novela al inglés, recibió una llamada de un sensitivity reader de la editorial en Nueva York. "Aguanté y finalmente no pasó nada"., le dijo Le Tellier. Lo mismo explica Élisabeth Roudinesco en el posfacio de su ensayo El yo soberano: un día recibió un mensaje de un sensitivity reader de la editorial que publica el libro en inglés. Su misión, escribe Roudinesco, era "proteger de insultos que podían perjudicar al libro". Entre otras sugerencias,  figuraba suprimir una alusión  a un antepasado suyo que participó en masacres de nativos en Tierra de Fuego en el siglo XIX, y la crítica al cambio del título, en ediciones modernas, de la novela Diez negritos Agatha Christie.

Roudinesco se negó al cambio y el editor lo asumió. Ahora explica: "No es obligatorio obedecer a las tonterías. No cambia nada a las ventas del libro. Y no tiene nada que ver con el verdadero trabajo editorial. Hay que luchar contra estas costumbres que, en Francia y en Europa no funcionan". 

Michel Houllebecq, quizá el escritor francés más susceptible de ser sometido al desminado políticamente correcto, responde a una pregunta escrita sobre la cuestión: "Como todo el mundo, he oído hablar de los sensitivity readers (...), pero personalmente nunca me he visto confrontado a ellos".   

Marc Bassets. El País, domingo 17 de septiembre de 2023.          

jueves, 21 de septiembre de 2023

El Goncourt choca con la corrección política

Es un choque cultural -una fractura transatlántica- y quizá generacional. Como si el fantasma de lo políticamente correcto, que en Francia se identifica a menudo con lo anglosajón, amenazase uno de los santuarios del espíritu francés y su literatura: el Goncourt.

Cuando a principios de mes los miembros del jurado del más prestigioso de los premios de las letras francesas seleccionaron la novela Que notre joie demeure (Que nuestra alegría permanezca) del quebequés Kevin Lambert, para la primera lista de candidatos, seguramente ignoraban lo que se avecinaba. Lambert es un autor que reivindica el uso del sensitivity readers o lectores de sensibilidades o sensibles, una práctica que prolifera en Estados Unidos y Canadá, pero que en Francia suscita recelos y sospechas de censura y de americanización de la cultura autóctona.

Los sensitivy readers -también llamados desminadores editoriales, como si una novela fuera un campo de minas- releen, antes de du publicación, un manuscrito en busca de posibles ofensas a minorías, raciales o sexuales. Proponen cambios. Desactivan polémicas potenciales, ofensas que puedan arruinar la reputación de un autor y de una editorial. Para sus defensores, hacen lo que han hecho los editores de toda la vida: perfeccionar el texto. Para sus detractores atentan contra la libertad creativa. Y su llegada al Goncourt es, para algunos, una prueba más del peligro de las modas ideológicas norteamericanas.

Todo empieza con un mensaje en la red social Instagram de la Nouvel Attila, la editorial francesa de Lambert, el pasado 4 de septiembre: "Kevin Lambert ha trabajado con una sensitive reader para, de nuevo pegarse lo máximo a la realidad, ser lo más acertado posible".

El mensaje incluía una cita de Lambert en la que había este explicaba que la poeta de origen quebequés y haitiano Chloé Savoie-Bernard había contribuido a editar el libro. A Lambert le había interesado sobre todo su punto de vista respecto al personaje de Pierre Moïse, unarquitecto de origen haitiano. Lo justificaba así: "Chloé se ha asegurado de que yo no diga demasiadas tonterías, que no caiga en algunas trampas de la representación de las personas negras por autores/as blacos/as" Y concluía; "La lectura sensible, al contrario de lo que dicen los reaccionarios, no es una censura. Amplifica la libertad de escritura y la riqueza del texto. Para mí no hay ninguna duda y tengo la intención de trabajar de esta manera en todas mis próximas novelas".

Al día siguiente de publicar este mensaje, los 10 miembros de la Academia Goncourt seleccionaban su novela entre las 16 nominadas en la primera ronda del premio. Y un día después, el 6 de septiembre, Nicolas Mathieu, Goncourt en 2018 por Sus hijos después de ellos, respondía con otro mensaje en Instagram: "Convertir en la brújula de nuestro trabajo a profesionales de las sensibilidades, a expertos en estereotipos, a especialistas en los que se acepta o se osa en un momento dado: he aquí algo que, como mínimo, nos deja circunspectos. Que uno se jacte de ello: he aquí algo que, a lo mejor, es divertido, pero en verdad es lamentable. Que se descredite con una palabra a quienes piensan que la literatura no tiene nada que ver con las aduanas de un nuevo género, y dar a entender  que hacer el juego de las opresiones actuales, simplemente es una putada". Mathieu, que es de izquierdas y autor de novelas con profunda carga social, acababa llamando a los "escritores a "trabajar" y "arriesgarse, sin tutela ni policía".

Y así quedaba servido el duelo literario de la rentrée...

Marc Bassets. El País, domingo 17 de septiembre de 2023-

miércoles, 20 de septiembre de 2023

La verdadera revolución feminista fue la de los años setenta

Michelle Perrot.  © Crédit photo : Jean- Marc Haedrich
Pese a su avanzada edad la historiadora Michelle Perrot (Paris, 95 años) sigue subiendo escaleras. Las escaleras físicas de un edificio parisiense cerca del Jardín de Luxemburgo, escaleras que suele preferir al ascensor. Y las escaleras mentales: desde el pasado al presente (y el futuro), de la historia  a la antropología y la literatura, con una naturalidad que a cualquier edad sería excepcional y a la suya es desconcertante. Perrot, directora junto a Georges Duby de la monumental Historia de las mujeres en Occidente (Taurus) y pionera en este campo, acaba de publicar en francés y en colaboración con el periodista Eduardo Castillo Le temps des féminismes (El tiempo de los feminismos). Su energía  está lejos  de agotarse. Ahora prepara un ensayo, precisamente, sobre las escaleras: espacio simbólico, reflejo de la vida, lleno de peligros, lugar de encuentros y de visiones sociales.

PREGUNTA. Escribe en su último libro: ”Soy historiadora, y feminista. El matiz es muy importante: no soy una historiadora feminista”. ¿Cuál es el matiz?

RESPUESTA. Es considerable. No hago una historia al servicio de algo, no hago una historia apologética o laudatoria. Hago la historia de las mujeres, sí, pero como historiadora. La historia es una disciplina rigurosa, con sus instrumentos y sus exigencias.

 P. Ha escrito usted: “Las mujeres no siempre han sido víctimas”. ¿Esta no ha sido siempre una historia de dominación masculina?

R. La dominación masculina es un fundamento. La vemos casi siempre. Nadie cree en el matriarcado. Quizá en algunos momentos hubo sociedades matriarcales, pero no muchas y no fueron importantes. Y, pese a todo, esto tampoco significa que las mujeres siempre fuesen víctimas. Muchas se sintieron cómodas en este sistema, con la división de papeles masculinos y femeninos.

P. La antropóloga Françoise Héritier hablaba de la “valencia diferencial de los sexos”.

R. La valencia o el valor diferencial significa: hombre más, mujer menos.

P. ¿Es algo invariable en el género humano, como dice Héritier?

R. Eso dice ella y yo estoy convencida. Pascal Picq, paleontólogo y profesor del Colegio de Francia, acaba de publicar Y la evolución creó a la mujer, y en el demuestra que, en la familia de los homínidos, la especie humana es aquella en la que hay mayor dominación masculina. Más que en los orangutanes.

P. Usted que ha vivido unos dos tercios del siglo XX y ya casi un tercio del XXI y ha sido testigo de la conquista de los derechos de las mujeres, ¿se habría imaginado, de joven, que en 2023 se habría llegado a este punto en los de la mujer y la igualdad?

R. No, no lo habría imaginado. Pero, para ser honesta, yo no sufría de joven personalmente respecto a las relaciones entre hombres y mujeres. Tenía un padre muy feminista y tuve un profesor que me ayudó. No encontré obstáculos personales. Ni en mi familia, ni en la universidad, ni en mis relaciones amorosas.

Marc Bassets. El País, domingo 30 de julio de 2023.

martes, 19 de septiembre de 2023

Los dibujos de Dora Maar en Ménerbes

"Querido Picasso, Si se reuniera en un libro a todos los perros que han existido en un solo hombre, un solo dueño, qué fuerza tendría ese gran amor, la bondad, la resignación  de cada uno de esos perros por su dueño. Lo amo y así es como quiero amarlo (...)".

Esta frase publicada en mi libro Dora Maar. Más allá de Picasso (Circe Ediciones, 2013), fue suscrita por la fotógrafa y pintora al inicio de su relación con la artista malagueña. La frase es sobrecogedora por lo que indica no solo de amor fou, sino de sumisión y masoquismo. Y, en efecto, la relación que los unió fue sadomasoquista, en la que Picasso actuó como un maltratador psicológico y ella como la víctima. Peo, al igual que sucede en en la vida real, el maltratador era seductor, inteligentísimo, simpático y hasta ocasionalmente colaborador intelectual. Y ella no era cualquier tontaina ni cualquier ingenua, sino una mujer hecha y derecha, con gran carácter y una vida propia de fotógrafa ya reconocida. Su admiración incondicional por él se plasmó también en los dibujos que ella realizó durante su relación con él.

Y para verlos viajé el pasado 8 de agosto a Ménerbes, a la Casa de Dora Maar. Este imponente caserón de tres plantas, con 18 ventanas de porticones pintados de verde oscuro y una entrada de piedra tallada, fue un regalo que Picasso le hizo a Dora Maar en 1945, un regalo en cierto modo "envenenado" porque él ya llevaba dos años frecuentando a Françoise Gilot.

Yo había visitado la casa por primera vez en 2001, que entretanto había sido comprada por la filántropa norteamericana Nancy Negley. Todo rezumaba entonces una desoladora dejadez: casi vacía, con algunos muebles desvencijados y con la mobilette de la fotógrafa llena de polvo. Negley, recientemente fallecida, había guardado lavados y planchados los vestidos de Dora Maar que allí quedaban desde uno de Marcel Rochas hasta su bata de pintora, que fueron regalados a los muesos de Marsella. Hoy en día la casa es una magnífica residencia para escritores y artistas , decorada con excelente gusto y con la mobilette reluciente cuya imagen está impresa en los productos merchandising que el lugar exhibe y vende. 

Y allí se exponen los Dibujos de atelier, que han sido prestados por unos coleccionistas y se muestran por primera vez públicamente. Algunos pertenecen al periodo de su convivencia con Picasso y otros son posteriores. Dora Maar había aprendido a pintar en la Academie Lhote y, tras su etapa como fotógrafa, hacia 1937 retomó la pintura que ya no abandonaría. "¿La obligó Picasso a pintar?", me pregunatan una y otra vez. "No", respondo, ella estaba un poco cansada de la fotografía y al convivir con el mejor pintor del siglo decidió retomar la pintura. "¿Qué le decía Picasso?", le pregunté directamente en 1994 cuando la entrevisté. "Me decía: "Hay que continuar". o sea, que le daba ánimos, algo natural en un artista que contempla a una colega.

Un buen número de estos dibujos  está directamente influido por su mentor, con estudios de rostros cubistizantes, como tallados en madera, geometrizados, construidos con cuadrados, rombos, esferas o conos. En una hoja puede llegar a haber 40 variaciones, prueba del carácter obsesivo de Dora y de su afán por experimentar, como el de Picasso...

Victoria Combalía. El País, domingo 27 de agosto de 2023.

lunes, 18 de septiembre de 2023

"Pequeños grandes amigos"/ "Quand tu seras grand"

Recurrimos al diccionario y resulta que la humanidad en su acepción femenina se refiere a la naturaleza humana, al género humano y a conjunto de personas. Seguro que el matrimonio Andréa Bescon y Éric Métayer, actores, guionistas y directores, afrontaron su guion sin el recurso al diccionario, porque la vida misma se cuela, primero, entre las líneas del texto y, después, entre sus imágenes. A un lado, una residencia de mayores con diferente grado de incapacidad y de soledad. En el otro, una educadora convencida del valor terapéutico de llevar a sus niños a que se interrelacionen con los otros. Dos grupos vulnerables que representan, de una parte, lo vivido mientras encaran su final y, del otro, el porvenir mientras descubren el lado oscuro de la existencia. En medio, los trabajadores sociales como engranaje entre ambos mundos, a su vez con sus problemas personales, laborables y asistenciales, quizá con una Administración que no entiende la dimensión de un problema que no solo es de Francia, sino que es, ahora mismo, del primer mundo, porque de los otros, del segundo y del tercero, ni te cuento.

No es un documental, aunque lo acertado de los escenarios y el buen trabajo de casting provoca que lo vemos próximo, es realista. Pero insistamos, es una película y los autores afrontan el desafío de colocar su historia en apenas hora y media. ¿Daba par una serie? Sin duda habríamos asistido a un mayor desarrollo de algunos personajes diluidos ante la mayor presencia de otros, en particular, el asistente social  que encarna Vincent Macaigne y la educadora Aïssa Maiga. Unas pinceladas emocionales, algunas situaciones comunes (por otra parte inevitables), junto a concesiones al nudo en la garganta, no restan mérito a un tipo de cine que los franceses producen con valentía, a sabiendas de que no captarán a comedores de palomitas, pero sí al espectador concienciado, que agradece a la pantalla grande que luzca la sociedad real. Y digo que la pantalla grande porque parece llegada la hora de admitir que, en la sala oscura, los sentimientos crecen, y con ellos hasta cabe la indignación ante un estado de cosas que a (casi) nadie gusta. Recomendable por necesaria.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, jueves 24 de agosto de 2023.

domingo, 17 de septiembre de 2023

La Francia de hoy es hija de la inmigración

Palacio de la Porte Dorée, que alberga el museo.

La historia de Francia es también la historia de todos los que llegaron a vivir en su territorio. No solo en los últimos años, sino incluso desde el siglo XVII. Al menos ese es uno de los mensajes que busca difundir el Museo Nacional de la Historia de la Inmigración, situado en París, que reabrió sus puertas este verano después de una remodelación  de tres años. A través de un recorrido cronológico, la nueva colección apuesta por contar  cómo el país se ha ido construyendo a partir de la aportación de sus millones de inmigrantes. Una historia común y a veces tumultuosa que, según la institución, ayuda a comprender una parte esencial de la identidad francesa y a derribar los prejuicios  en un contexto de auge de la extrema derecha. 

"Francia no puede entenderse sin la inmigración. Un tercio de los franceses es de origen inmigrante. Es parte de nuestra historia e incluso de la construcción del proyecto  y del espíritu francés", explica Constance Rivière, directora general del Palacio de la Porte Dorée, que alberga el museo. El imponente edificio art déco fue construido en 1931 con motivo de la Exposición Colonial Internacional y su fachada presenta una impresionante galería de bajorrelieves que buscaba exaltar la potencia colonial que era Francia en ese momento.

La muestra habla de ese pasado, aunque empieza más atrás, en 1685. En esa fecha, el rey Luis XIV promulgó el llamado Código Negro, un decreto que reglamenta la trata de esclavos de las Antillas francesas y los define como objetos no como personas. En la pared de la primera sala un dato sobresale: más de 1,4 millones de africanos fueron deportados por Francia a sus colonias  entre 1642 y 1848. La exposición entra después en otros detalles, como la prohibición establecida en 1777 para las "personas de color" de entrar en el territorio salvo si trabajaban para una persona blanca. Y poco a poco, la manera en la que se fueron definiendo y redefiniendo  los requisitos para ser ciudadano francés.

"Hay muchas personas que hoy son inmigrantes, pero que en una época eran consideradas como nacionales franceses. Pienso en particular en los argelinos", señala Rivière. Argelia, colonia francesa  de 1830 a 1962, ocupa un lugar clave en la exposición. Sus ciudadanos no eran considerados ni franceses ni extranjeros, sino "indígenas", "sujetos franceses" y luego "franceses musulmanes de Argelia". 

El recorrido mezcla historia y experiencias personales. Habla de los tirailleurs senegaleses reclutados por Francia para luchar en la II Guerra Mundial y de los extranjeros que participaron en la resistencia. Entre 1947 y 1975, después del conflicto, el número de extranjeros en Francia se duplicó hasta llegar a los 3,4 millones. Es la época en que la mano de obra barata participó  en la reconstrucción del país. Los migrantes ocuparon los trabajos que los franceses no querían, como las empleadas de hogar españolas, retratadas en fotos y en un documental grabado en 1969.

En El largo viaje de Esperanza, una joven emigrante gallega describe su trabajo y sus condiciones de vida como empleada de una familia rica en París. Lo hace durante el viaje en tren de regreso a Francia, tras visitar España en vacaciones. "Vivimos en una familia pero no nos sentimos en familia. Cuando todo el mundo está reunido a la hora de la comida, estamos solas en la cocina. Ese ambiente familiar nos está prohibido", cuenta. "Aquí no contamos como ser humano", añade, mientras se van sucediendo las imágenes del amplio piso donde trabaja. Entre 196a y 1979, el país acogió también a 15.000 exiliados políticos de América Latina, principalmente brasileños, argentinos, uruguayos y chilenos. Luego llegaron cerca de 13.000 boat people, los refugiados que huyeron de Vietnam por mar después de la guerra. Pero las condiciones de acogida, resalta la exposición, no fueron siempre ideales, al igual que los lugares muchas veces insalubres en los que se alojaban los trabajadores migrantes. Estas situaciones motivaron importante movilizaciones sociales en defensa de los derechos de los trabajadores migrantes y después, en contra de las agresiones y crímenes racistas, en aumento.

En una pared se suceden los carteles de la época. "El racismo divide, el racismo mata, reza uno de ellos. Las nuevas luchas coinciden con un endurecimiento de las políticas migratorias en un contexto de crisis  económica...

Sara González. París. El País, martes 5 de septiembre de 2023.

sábado, 16 de septiembre de 2023

Lucie Pereyre de Nonancourt al frente de la "maison" Laurent-Perrier

La maison de Champaña Laurent-Perrier presenta una nueva añada que llega con un cambio generacional.  Al frente del imperio, Lucile Pereyre de Nonancourt, nieta mayor del fundador. Ella es quien lleva las riendas del imperio y la que presenta en sociedad una nueva iteración de Grand Siècle, la nº 26. Como buena anfitriona, nos recibe en la maison Laurent-Perrier y elige el enclave perfecto para delimitar el estratégico lugar en el que se encuentran sus dominios, ubicados en Tours-sur-Marne, en un lugar entre la Montagne de Reims, la Vallée de la Marne y la Côte de Blancs, las tres zonas específicas de la uva chardonay, la pinot noir y la meunier. Y, además de introducirnos en las entrañas de Laurent-Perrier, en el origen de la firma y en su árbol genealógico, cargado de presencia femenina, y en su robusto tronco, la columna vertebral de un solo hombre , cuya vida podría formar parte de la más insigne y legendaria cinematografía. El gran Bernard revolucionó con sus ideas visionarias y precursoras los cimientos del champán siendo un perfecto desconocido. Eso es lo realmente extraordinario. Porque ni siquiera le domaine pertenecía a la familia De Nonancourt, una maison fundada en 1812 por André Michel Pierlot y que toma el nombre actual de los apellidos del maestro bodeguero Eugène Laurent y su mujer, Matilde-Émile Perrier, cuando se hicieron cargo en 1887.. Es en 1939 cuando la compra la bisabuela de Lucie, Marie-Louise Lanson de Nonancourt. Eran años convulsos en plena II Guerra Mundial. Tras la muerte de su hermano Maurice en un campo de concentración, Bernard se une a los maquis para ser asignado después a la II División Armada del general Leclerc. Debido a su conocimiento del vino y de sus procedencias, de Nonancourt fue quien descubrió la bodega secreta que escondía el célebre Nido del Águila, el refugio bávaro de Hitler, con decenas de miles de ejemplares valiosísimos, entre vinos, destilados y champanes, como Salon, del que quedaría prendado y adquiriría en 1987. Bernard tenía ya marcado su destino, pero para para tomar las riendas de Laurent-Perrier debía formarse como exigían los cánones de la matriarca; esto es, desde los cimientos.

Laurent-Perrier tenía que ser la antítesis de lo que gustaba en la época. Transgrede todas las normas, convirtiendo la uva chardonnay en el epicentro de sus vinos, sustituyendo las barricas de roble por el acero inoxidable para evitar toda la oxigenación , controlando el dosage (bajando el nivel de azúcar) "para que el champán se pudiera beber durante toda la comida", afirma la nieta. Todo funcionaba, pero necesitaba algo excelso para entrar en el club de las cuvées de prestigio. Así que ¿por qué no usar el arte del ensamblaje pero con tres añadas millésimé ? Fresca, delicada y elegante , el ensamblaje de las añadas de 1952, 1953 y 1955 traducido en Grand Siècle Iteración nº 1. "En 70 años solo hemos conseguido 26 ensamblajes", refuerza Lucie. La paciencia es la ley, Y todo marcado por un rey, Luis XIV, y por un siglo, el XVII, cuando el vino de Champaña apareció por primera vez en Versalles. Grand Siècle lleva impreso el icono del Rey Sol.

Son muchas las sensaciones que proporciona adentrarse en esta bodega. La obra del arquitecto Jean-Michel Wilmotte, en la que destacan los tanques de doble pared de acero inoxidable con las luces cenitales que solo muestran las botellas de la cata, en este caso un Millésimé 2012 y un Grand Siècle Iteración 26.  "Lo que pretendemos no es recrear un estilo, sino la tipicidad de la vendimia", concluye Lucie Pereyre de Nonancourt.

Emma Sueiro. El País Semanal, 24  de Agosto de 2023.

viernes, 15 de septiembre de 2023

Manon, la melodía perfumada

Una escena de Manon, con Sabina Puértolas

El 10 de septiembre inicia su temporada nº 76 la Ópera de Oviedo, en el Teatro Campoamor, como es tradición, un marco de ropajes adecuados para las manifestaciones líricas de tronío. El título de apertura es Manon de Massenet, partitura siempre bien recibida por sus indudables valores. Obra delicada, irregular, a veces superficial, pero hábilmente construida en torno a una cortesana llena de encanto, apasionada y veleidosa.

El compositor, especialmente cultivado y degustado por la burguesía, solía poblar muchas de sus óperas de bellas mujeres, no siempre de buena vida y con frecuencia arrepentidas. Ahí están para corroborarlo esas a veces entrañables pese a sus culpas, Manon, Herodiades, Thais, Cleopatra, Ariane... Habitualmente, señalaba no sin ironía Paul Henri Lang "nos encontramos exactamente con las mismas bellezas con olor a lavanda, pero, después de todo, la melodía es más fuerte que la historia". He ahí la grande arma del compositor, aparte un gran oficio y un conocimiento de la voz: la melodía con la que fijaba los instantes claves de sus óperas y captaba al oyente.

Esa melodía "afable y perfumada", era, en efecto el recurso principal de frases insinuantes, flexibles y fragmentadas. Era la gran baza del autor. El papel estelar, creado por Marie Heilbron, la noche del 19 de enero de 1884 en la ópera Cómica de París, es adecuado para una soprano lírica o lírico-ligera como Sabina Puértolas, que es más lo segundo que lo primero.

La cantante aragonesa está en un magnífico estado de forma y controla su satinado instrumento con soltura, propiedad y donosura, El personaje, en el Villamarta de Jerez le va como anillo al dedo por gracia, por apostura, por ese indefinible y valioso toque femenino tan inasible. También porque le da pie para exhibir su exquisito arte de canto. El aria Adieu ma petite table y la Gavota le permiten lucirse a conciencia...

Arturo Reverter. El Cultural 8-9-2023.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Adiós a Jean Canavaggio, el gran cervantista francés

Canavaggio, retratado en Madrid en el 2006. Benito Ordóñez

Descubrió el Quijote a los siete años en un cómic. La pasión jamás lo abandonó. Pasó la vida leyendo y releyendo el libro. Estudió a fondo Cervantes como pocos lo han hecho. Jean Canavaggio el mayor cervantista francés de su tiempo, murió en París, su ciudad natal a los 87 años. La causa de su muerte fue un cáncer fulminante, explicó su amigo, el también hispanista Benoît Pellistrandi. Le sobrevive su esposa, Perrine, quien fue, entre 1974 y 1994, la primera archivera de la presidencia de la República francesa, y sus cuatro hijos. 

Canavaggio -responsable de la edición canónica del Quijote en la colección francesa de clásicos de La Pléiade y autor de libros de referencia como el reciente Diccionario Cervantes- pertenecía a esa clase de sabios que saben tratar su objeto de estudio no como una pieza de museo, sino como algo vivo. Combinaba la erudición y el rigor de la mejor tradición académica francesa -se educó en la Escuela Normal Superior- con una fina ironía cervantina. 

En una entrevista con El País, en el domicilio de los Canavaggio en París, lamentaba con una media sonrisa lo que le había costado convencer a sus hijos para que lo leyesen. No digamos a sus nietos. "En mi casa", contó en aquella ocasión, tengo que enfrentarme con una pregunta que siempre recibe la misma respuesta; ¿De qué nos va a hablar papá? Del Quijote, como siempre".

Canavaggio se inscribe en la nutrida tradición de hispanistas franceses del siglo XX, desde Marcel Bataillon a sus contemporáneo Joseph Pérez. Profesor emérito por la Universidad de Nanterre, dirigió ente 1996 y 2001 la Casa Velázquez, institución con sede en Madrid que promueve los intercambios artísticos y culturales entre Francia y España. Era caballero de la Legión de Honor francesa y ostentaba la gran cruz de la orden de Alfonso X el Sabio y la orden de Isabel la Católica.

Pellistrandi considera que Canavaggio logró "dar de Cervantes una imagen global, no limitada al Quijote". Recuerda que, cuando en 2001, dirigió la publicación de los dos volúmenes de Cervantes en La Pléiade, integró las Novelas Ejemplares, La Galatea y Los trabajos de Persiles y Segismundo.

Nada predestinaba a Canavaggio a dedicar su vida a Cervantes y a España. Sus padres, de Córcega, se habían conocido en Alejandría. Fue un "tebeo" -esa es la palabra que usaba él- sobre un episodio del Quijote lo que despertó el interés por todo lo español. A los 12 años empezó a estudiar la lengua...

Pellistrandi cuenta que el virus español lo contrajo durante una visita a España junto al escritor Emmanuel Berl y su esposa, la cantante Mireille, Era la España de los años cincuenta. "Me impresionó enormemente. Era la España de Unamuno y Azorín. Era un desierto. Y luego llegar a Madrid, gran ciudad, la capital, con corbata y chaqueta los chicos, muchos militares y los hombres con bigote", recordaba.

Del Quijote lo primero que le sedujo fue su personalidad. "No es un héroe, y tampoco un payaso. Quienes se topan con él no saben si es un loco o un sabio". "Los españoles quizá se estén desquijotizando", añadía. "Cervantes tiene un encanto personal. Cuando te dirige la palabra, te habla como a un amigo", argumentaba. Lo mismo sentía quien conversara con él. 

Marc Bassets. París. El País, jueves 24 de agosto de 2023

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Simone Weil, la filósofa de lo concreto

Simone Weil pasó por la tierra como un cometa, pero su tránsito entre la nada y la nada permanece incandescente. Ochenta años después de su muerte a los 34 años -el 24 de agosto de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial- su obra se reedita una y otra vez. Sus escritos apuntan nuevas formas de vivir y tratan de temas de actualidad como la importancia de la atención, la fuerza política de lo local, los peligros de la desconexión social o la necesidad humana de pertenencia y cuidados.

Escritora prolífica, Weil advirtió que debemos alejarnos de los espejismos -el 70% de nuestro tiempo lo vivimos entre conjeturas y ensoñaciones, subrayaba-, que el sufrimiento del otro debe de ser atendido porque es inaceptable (y que todos en nuestro fuero interno lo sabemos) y que hay que participar activamente en la construcción social comunitaria. Tras sus gafas de miope, aún ahora, desde cualquier foto, sus ojos parecen seguir preguntando ante lo que acontece, ¿tu qué haces al respecto?. Su amigo el poeta Jean Tortel decía que su mirada era "casi insoportable", y que cuando estaba delante "sencillamente era imposible mentir.

Distinta a todos, rabiosamente heterodoxa, trabajando y pensando hasta el agotamiento, intelectual con vocación de aprender, transmitir e intervenir en lo real, experimentó la historia en carne propia participando en luchas obreras, en la guerra civil española, ayudando a refugiados que huín de Hitlert o Stalin o como miembro de la Resistencia francesa.

En un mundo de hombres, Weil fue la primera de su remoción de Filosofía en la muy elitista École Noramale Supérieure Francesa (Simone de Beauvoir fue la segunda). Pero su brillantez no salvó de tener problemas en la institución por contestaria: fue expulsada por fumar en la zona de los estudiantes masculinos, lo que alegró al director de la École, Célestin Bouglé, que veía en Weil una "peligrosa mezcla de anarquista y mojigata".

Promotora de la idea de arraigo -basada en la necesidad humana de ser parte y partícipe de algún espacio y grupo-, Weil rechazaba el concepto de "sistema filosófico" porque creía que el misterio de la existencia no era reductible a un sistema. Para ello la filosofía debía ser habitada y vivida , y si no era así la consideraba un mero ejercicio académico, como escribir un tratado sobre el tenis sin tener práctica alguna en el juego, apunta Robert Zaretsky, autor de La subversiva Simone Weil"(Melusina 2023)...

Activista política inclasificable en tiempos furiosamente ideológicos, afirmaba que "la verdad es siempre una verdad sobre algo". Abominó de los fascismos , pero también de las abstracciones del marxismo y de los dogmas del comunismo. Nunca se calló nada. Acogió a León Trotski en la casa de sus padres en París, y aprovechó para preguntarle por qué había ordenado abrir fuego contra los marineros revolucionarios que se opusieron al Gobierno bolchevique en Kronstach (Trotski le contestó preguntando a su vez si la enviaba el Ejército de Salvación. El filósofo Alain -cuyo nombre era Émile Chartier, profesor de Weil- la llamaba "la marciana" por su claridad moral, y Albert Camus que publicó en la colección Espoir de la editorial Gallimard varios volúmenes sobre el pensamiento de Weil a partir de cartas, artículos y diarios de ésta, dijo que era "el único gran espíritu de su tiempo"...

Marc Padilla. Babelia. El País, domingo 24 de agosto de 2023.

martes, 12 de septiembre de 2023

El arte de Ana Mendieta cambia de siglo

De la exposición En busca del origen
A la hora de abordar el comisariado de la exposición En busca del origen, un monográfico que atraviesa los 15 años de trayectoria multidisciplinar de la artista cubanoestadounidense Ana Mendieta (La Habana, 1948-Nueva York 1985) partiendo desde sus desconocidos inicios pictóricos, Vincent Honoré, Rahmouna Boutayeh y el resto del equipo de expertos que buceó en los archivos de Mendieta se impusieron las condiciones de entrada para llevar a cabo su cometido.

La primera, como explica Honoré mientras recorre las salas casi por completo desiertas del MOCO de Montpellier la semana pasada, una mañana de martes cuando el museo permanece cerrado al público, fue la misión de evaluar y poner de relevancia la"contemporaneidad" de una creadora que desde los años setenta del siglo pasado puso cobre la mesa temas tan actuales, tan de nuestra época, como el ecofeminismo, la denuncia de la violencia contra las mujeres, la veneración de la naturaleza, la revalorización de la sabiduría ancestral, el uso del propio cuerpo para explicar el mundo y la búsqueda del significado de  eso que llamamos identidad.

Dada la vigencia de sus planteamientos, el segundo requisito que se marcaron los comisarios fue el de subrayar su modernidad evitando "proyectar" sobre la artista una visión propia de este siglo XXI que con tanto tino prefiguró. No hablar de ella imitando su voz, sino invocarla rastreando la huella de sus ideas en los restos materiales de su producción... "Queríamos enseñar lo complejo es su trabajo porque a ella se la suele relacionar con ciertos clichés. Y la idea era desprenderla de esos clichés", subraya Honoré, director de exposiciones del museo... Los comisarios preferían poner el foco exclusivamente en el trabajo de la artista, aquello en lo que tuvo capacidad de decidir y actuar. Peo lo cierto es que Mendieta es muchas veces recordada como icono feminista no tanto por su arte sino por su inexplicable muerte a destiempo, que aconteció al precipitarse  desde el balcón de la casa que compartía en Nueva York con su marido, el escultor minimalista Carl André...La pregunta "¿Dónde está Ana Mendieta? "ha perdurado a través de las décadas.

Esta exposición, abierta hasta el 17 de septiembre  y organizada en colaboración con otras instituciones como el Musac de León  que la acogerá a principios de 2024, quiere proporcionar una respuesta inequívoca a esa pregunta: ella esta aquí, en las salas donde se exhibe su trabajo, una obra poliédrica y visionaria que transciende su trágico destino... 

Silvia Hernando. Montpellier. El País, viernes 21 de julio de 2023.

lunes, 11 de septiembre de 2023

Le tourbillon de la vie/"Pequeñas casualidades"

Juega con una sugerente propuesta que invita a implicarse a los espectadores. ¿Y si aquel día, en lugar de tomarme una copa y conocer a alguien, me hubiera quedado en casa? Eso mismo aplicado a todas las decisiones tomadas a lo largo de tu vida. El matrimonio Oliver y y Camille Treiner, ambos coguionistas y él debutante en la dirección (su hermano Raphael hace la música), parten de la anécdota real de su primer encuentro en un café parisino, recurriendo al off  de una señora que, a sus ochenta años va rememorando su peripecia para mostrarse en la secuencia final ya en tiempo real. La propuesta tenía sus riesgos estructurales, al presentar a la protagonista en varios supuestos, algunos señalizados en rótulos espacio-temporales, pero el director sale del apuro con el buen hacer de la actriz principal y el correspondiente cambio en tono, ambientes y vestuario.

Esas Pequeñas casualidades que le afectan transcurren al ritmo adecuado, oscilando entre el drama y la comedia, sin renunciar en ningún momento a ese halo amable que preside el relato de las vivencias propias, con un aquel entre nostalgia y resignación, pero evitando el empalago. A fin de cuentas, asistimos a la evolución emocional y física de varios personajes, incluidos sus propios padres. Una suerte de vidas cruzadas con un tronco común desde que, siendo una adolescente inquieta, hizo novillos en su residencia y se fue a ver en directo la caída del Muro. Quizá la decisión que le marcó el rumbo. Ella, hija única, iba para prodigio de la música, pero circunstancias varias la derivaron hacia la docencia. Todo fluye sin dejarse llevar por la lágrima fácil y el sentimentalismo de garrafa, algo muy de agradecer. A medida que la trama va desgranando sus claves, también tomamos partido, quizá para concluir, con una sonrisa en la boca, con eso tan castizo de a lo hecho pecho.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, viernes 18 de agosto de 2023.

domingo, 10 de septiembre de 2023

Francia prohíbe en las escuelas la abaya, la túnica que cubre el cuerpo de las mujeres

Tres mujeres vestidas con la ayaba. Ali Haider/EFE
A partir de septiembre, la abaya -la túnica larga y holgada utilizada por mujeres musulmanas para cubrir totalmente su cuerpo- estará prohibida en todas las escuelas públicas de Francia tal y como anunció ayer el ministro galo de Educación, Gabriel Attal. Se trata de una decisión tomada en nombre del "principio de laicidad y destinada a poner fin a las controversias en torno al aumento significativo del uso de esta vestimenta tradicional en los colegios e institutos por parte de adolescentes. "La abaya no tiene cabida en las escuelas", anunció el ministro a una semana de la vuelta al cole. "La escuela de la República se construye en torno a unos valores fuertes, especialmente la laicidad que es una restricción de la libertad. Es la libertad de formarse una opinión y de emanciparse a través del colegio", explicó Attal. "Al entrar en una clase, usted no puede ser capaz de identificar la religión de los alumnos con solo mirarlos", justificó. "La escuela es el templo de laicidad", insistió por su parte Olivier Véran, portador del Ejecutivo. No se va para hacer proselitismo religioso, se va para aprender", recordó.

El Gobierno galo ha decidido prohibir la abaya, a pesar de no estar considerada como vestimenta religiosa por el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM). "Para mí es una moda, dijo Abdallah Zekri, vicepresidente del CFCM, en declaraciones a la cadena de televisión Bfmtv. La derecha y la extrema derecha han aplaudido su decisión. "El comunitarismo es una lepra que amenaza a la República", opinó Éric Ciotti, presidente de Los Republicanos -derecha moderada-, que en el pasado ya habían abogado por la prohibición de esta prenda en las escuelas. "La decisión está bien pero sin frenar la inmigración, es como vaciar el mar con una cucharilla", comentó en las redes sociales el ultraderechista Grégoire de Fournas, diputado de la Reagrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen. Por el contrario, la izquierda francesa se mostró dividida sobre la cuestión. El diputado socialista Jerôme Guedj y el líder comunista Fabien Roussel saludaron la prohibición, criticada por La Francia insumisa, el equivalente de Podemos en el país vecino. "¿Hasta donde irá la policía de la vestimenta?", se preguntó en las redes la diputada izquierdista Clémentine Autaín. "La propuesta de Gabriel Attal es anticonstitucional. Contraria a los principios fundadores de la laicidad. Sintomática del rechazo obsesivo de los musulmanes", añadió Autin.

Beatriz Juez. París. La Voz de Galicia, martes 29 de agosto de 2023.

sábado, 9 de septiembre de 2023

La resistencia de los "bouquinistes"

Bouquinistes en el paseo del Sena. EFE/Mohammed Badra

Jean-Pierre Mathias, de 76 años, tarda un poco más de media hora en dejar el puesto listo. Ante de ordenar los libros, abre uno por uno de los candados de sus cuatro cajas verdes. "Tienen casi cien años", explica indignado. "Si se desmontan, será imposible volver a colocarlas", añade, no muy lejos de la catedral de Notre Dame. Como otros bouquinistes, el nombre por el que se conoce a estos vendedores de libros situados en la orilla del Sena, rechaza que se desmonten los característicos baúles de madera para los Juegos Olímpicos. La prefectura de París sostiene que es necesario para asegurar la seguridad de la ceremonia de apertura, que tendrá lugar el próximo verano en la capital francesa.

La inauguración de la gran cita deportiva se desarrollará a lo largo de seis kilómetros sobre el río, ente el puente de Austerlitz y el de Iena, situado justo detrás de la torre Eiffel. Un tramo del Sena que los bouquinistes conocen bien, Llevan más de 450 años en sus muelles, donde venden libros antiguos y de segunda mano, novelas que han caído en el olvido, así como grabados y estampas. Verdaderos tesoros a los que se accede callejeando, rebuscando entre los cientos de ejemplares que guarda en cajas cada librero.

En total son cerca de 1.000 cajas que pertenecen a unos 240 bouquinistes. Pero una parte de ellas, 570, deberán ser desmontadas y trasladadas a otro lugar para la ceremonia de dará inicio a los Juegos Olímpicos, según las autoridades. El anuncio cayó como un jarro de agua fría sobre los libreros, que ven imposible hacer esa mudanza en menos de una semana. Aunque las cajas no están fijadas al muro con tornillos sino con zancos colocados de un lado y otro, moverlas puede resultar difícil, entre otras razones, por el peso. Algunas pueden llegar a pesar 250 kilos, asegura Jérôme Callais, presidente de la asociación que agrupa a 200 vendedores. "Nuestra posición es muy clara, no tocarlas", sentencia. A él se las construyó su padre.

También hay miedo a quedarse sin trabajo en plena temporada de verano y por un tiempo indeterminado, cuando algunos de ellos apenas se recuperan de las protestas de los chalecos amarillos y de la pandemia.

"Yo estoy dispuesta a cerrar, pero ¿por cuánto tiempo?", se pregunta Nathalie, una bouquiniste de 59 años que prefiere no dar su apellido. "Hablamos del carisma de París, está bien, pero para mí representa mi sustento", explica. En sus cajas hay de todo: desde novelas policíacas hasta libros de cocina. También vende discos y papeles antiguos, como periódicos o facturas viejas. "En los muelles funciona mucho la nostalgia ", cuenta, mientras un joven rebusca entre títulos de Boris Vian, Simone de Beauvoir y Fran Kafka.

El Ayuntamiento gobernado por la socialista Anna Hidalgo, asegura que las cajas se reinstalarán lo más rápidamente posible tras la ceremonia. También propone renovarlas y trasladar momentáneamente  a los vendedores a una zona cercana. Pero las propuestas no convencen. "Somos bouquinistes y una de las características es que estamos al lado del Sena, es histórico, dice Mathias, que lleva 40 años ejerciendo. En el banco que destaca frente a su puesto conversa con algunos de sus clientes. Su trabajo, el del resto de sus compañeros, va más allá de vender libros.

Sara González. París. El País, miércoles 23 de agosto de 2023.