jueves, 31 de enero de 2019

Ben Jelloun ajusta cuentas con Marruecos

Una mañana  de julio de 1966, un jeep del ejército del rey Hassan II de Marruecos se detuvo frente a la casa donde vivían los Jelloun en Tánger. "A este hijo de puta lo vamos a enderezar", soltó uno de los militares en referencia al joven Tahar, de 20 años. Su delito: participar en una manifestación pacífica de estudiantes contra una circular del Ministerio de Educación. Su castigo: 19 meses de detención en diferentes campamentos militares controlados por excombatientes de la guerra de Indochina sin escrúpulos. "Aquí no existen pensamientos", escribirá el autor franco-marroquí Tahar Ben Jelloun  (Fez, 1944) 50 años después en su último relato. El castigo (Cabaret Voltaire). El poeta y Premio Goncourt (La noche sagrada, 1987) necesitó medio siglo para poder abordar ese episodio traumático en el que, estima, su "pequeña historia personal "se confundió con la de toda una nación privada de libertad.
Ben Jelloun
Explicar lo ocurrido, lo que no se contó, dejar un legado, un testimonio para las nuevas generaciones que no conocieron ese Marruecos de los años de plomo regido por la violencia y la arbitrariedad. Eso, asegura, fue lo que le llevó a recordar esos meses de detención que él creía haber borrado completamente de su memoria. Hasta que empezó a escribir. "Mi memoria ha sido muy amable conmigo. Se sentó a  mi lado y de pronto recordé hasta el más ínfimo detalle. El libro lo escribió ella", explicó hace dos semanas en Madrid Ben Jelloun con una carcajada que contrasta con la dureza del castigo al que fue sometido junto a otros 93 estudiantes sospechosos de haber organizado la protesta...
Frente a la crueldad y la crasa ignorancia del sargento Aqqa y del coronel Ababu -ambos protagonizarán el golpe de Estado de Sjirat en 1971 contra Hassan II- que, escribe el autor, parecían salidos de un psiquiátrico, Ben Jelloun resiste con su arma favorita: la imaginación. Su cabeza era el único lugar donde no podían entrar. Al entonces estudiante de Filosofía le bastaba con cerrar los ojos y concentrarse para recordar los textos de Kafka, los versos de Rimbaud o de Aragón cantados por Léo Ferré. Y cuando no pensaba en literatura, el cine llenaba su mente. La inconfundible voz de Jean-Louis Barrault, y su papel  en la obra maestra de Marcel Carné Los niños del paraíso, la sensualidad de Ava Gardner, las películas de Chaplin, John Huston o Sidney Lumet -en particular La colina, con la que se identificaba al sentirse como el protagonista de aquella cinta- no dejaron de acompañarle...
"Ese capital cultural que me transmitió mi familia y mi educación me salvó de la locura", aseguró. También le ayudó descubrir mediante una radio que un compañero de celda le prestaba a escondidas, que al otro lado del mundo, un joven filósofo francés, aspirante a revolucionario, llamado Régis Debray vivçia una experiencia similar a la suya en una cárcel bolivariana. Un episodio que marcaría a ambos escritores..."Tardé muchísimo tiempo en volver a ser yo mismo. Los cinco años consecutivos a mi liberación fueron durísimos. Conseguí por fin pasar página al llegar a Francia en 1971...
Carla Mascia. Madrid. El País, jueves 27 de diciembre de 2018

miércoles, 30 de enero de 2019

"Pañuelos rojos" en defensa de las instituciones

Los chalecos amarillos han encontrado una réplica. Son los pañuelos rojos, o la protesta contra la propuesta. Nacieron por medio de varias iniciativas de ciudadanos en Facebook para defender las instituciones ante la revuelta y contra la violencia.
La primera manifestación de este ensayo de movimiento a favor del orden republicano, celebrada ayer en París, congregó a 10.500 personas . Fueron más que los chalecos amarillos en sus recientes convocatorias en la capital francesa, pero menos que el total de personas -70.000 en toda Francia este fin de semana- que desde hace dos meses y medio protestan cada sábado.
En el recorrido, se escucharon ayer cánticos que parecían una respuesta a los argumentos de los chalecos amarillos. "Hemos votado", decían, por ejemplo, y así reivindicaban la legitimidad de Macron. O "nosotros también somos el pueblo".
El País. Internacional. Lunes, 28 de enero de 2019

martes, 29 de enero de 2019

Los Renoir: en el nombre del padre y del hijo

Fue hijo de un monstruo de la pintura, pero Jean Renoir nunca tuvo que matar al padre. Su solución fue optar por el cine como medio de expresión, disciplina que entonces no era considerada un arte con mayúsculas, evitando la odiosa comparación con las obras maestras que convirtieron a su progenitor, Pierre-Auguste Renoir, en uno de los jefes del impresionismo. Pero el hijo nunca cortó del todo el cordón umbilical. La influencia de eses padre al que no dejó de venerar terminó impregnando su filmografía, como demuestra la exposición Renoir, padre e hijo. Pintura y cine, en el Museo de Orsay de París.
Renoir hijo fue consciente de mantener una relación ambivalente con el legado paterno. "He pasado mi vida intentando determinar la influencia de mi padre sobre mí", dijo en 1974, cinco años antes de su muerte. Tal vez porque la respuesta a su reflexión no era categórica: el diálogo del cineasta con el pintor fue tan fecundo como paradójico y conllevó acuerdos y discrepancias. A ratos las películas del hijo son un reflejo deformante de los lienzos del padre. En otros casos, no parecen firmadas por un consanguíneo. Pese a todo el ejercicio comparativo que propone el Museo de Orsay, hasta el 27 de enero desprende una"sensibilidad común", como dejó dicho el crítico André Bazin. Para demostrarlo, la muestra pasa revista  a cuadros, fragmentos de películas, esbozos y dibujos, cartas manuscritas, vestidos de época y viejos carteles. "Esa sensibilidad se traduce en un gusto compartido por la naturaleza y por la luz. Ambos crean un arte vivo, que capta las vibraciones y los cambios que se producen a su alrededor", analiza la comisaria, Sylvie Patry, conservadora general del museo. 
Los motivos son recurrentes en las obras del padre y del hijo. Están la mujer y el niño, la obsesión por el curso fluvial, el interés por la danza como espectáculo social. Y, en el parecido más cautivador, el columpio que protagoniza un famoso cuadro de Renoir padre, que cobra movimiento en una secuencia de Una partida en el campo, mítico mediometraje de 1936 que la nouvelle vague convirtió en piedra fundacional de su revolución fílmica. Basada en un relato de Guy de Maupassant ambientado en 1860, cuando Pierre-Auguste era un joven artista, la película transcurre en esa naturaleza pastoral que predomina ene sus obras y está protagonizada por personajes que parecen salidos de sus obras. 
Los dos se consideraban artesanos. Pierre-Auguste trabajó como pintor de porcelanas en sus inicios y fue un defensor de las artes decorativas, mientras que Jean empezó en la cerámica por imposición paterna, antes de dirigirse hacia el cine...Padre e hijo rechazan el papel del artista como teórico...La obsesión por el naturalismo también fue común . Apasionados lectores de Flaubert y Zola, se plantearon como reflejar la vida real en sus obras...La obra del hijo no existiría sin la del padre. No solo por esa influencia inmaterial, sino también por los beneficios generados por la venta de sus cuadros que heredó después de la muerte de Pierre-Auguste en 1919. Pese a los fracasos iniciales, el éxito de La gran ilusión (1937) o La regla del juego (1939) convirtieron a Jean en una estrella. A mediados de los 70 regresó a París para rodar películas como French CanCan o Elena y los hombres, homenaje al Montmartre que frecuentó su padre.
Álex Vicente. París. El País, domingo 6 de enero de 2019

lunes, 28 de enero de 2019

De viaje por la Galia

Astérix, junto a su inseparable amigo Obélix, vuelve a la carga. El valiente galo que combate a los romanos que acechan su pequeña aldea tiene nueva película. En este caso, se trata de una cinta de animación, dirigida por los mismos realizadores que convirtieron, en 2014, Astérix: la residencia de los dioses en un éxito en Francia. Ahora, con Astérix: el secreto de la poción mágica, Louis Clichy y Alexandre Astier intentan repetir la jugada con una historia que no tiene correspondencia alguna con ningún álbum publicado. 
"En el film anterior, Louis Clichy y yo adaptamos un cómic que habían leído muchos espectadores", señala Alexandre Astier, codirector de este filme. "Pero en el caso de Astérix: el secreto de la poción mágica, se trata de algo original. Cuando propuse la historia pensé que sería rechazada. Al fin y al cabo el mundo que rodea a Astérix está delimitado: vive en una aldea que es atacada por los romanos y todo sigue su curso más o menos habitual. Pero, en esta ocasión, encontré que un pequeño detalle como saber que pasaría si Panorámix no pudiera preparar su poción mágica, lo cambiaría todo. Creo que se puede contar una nueva aventura respetando al mismo tiempo todo lo que se ha ido construyendo en torno a estos personajes".
La cinta refleja las aventuras que viven Astérix y Obélix por toda la Galia cuando descubre que es necesario buscar un druida que merezca conocer la fórmula mágica de Panorámix. Y todo como consecuencia de un pequeño accidente sufrido por el anciano que ha puesto el corazón en un puño a los habitantes de la aldea...
Javier Estrada. El Mundo, lunes 28 de enero de 2019

domingo, 27 de enero de 2019

Audrey Azoulay al frente de la Unesco

Retratar a Audrey Azoulay (París,1972) como una mujer irremediablemente guapa, elegante y refinada, además de cautivadora en el tú a tú, supondría, con toda probabilidad, incurrir en el estigma machista que esta francesa hija de judíos marroquíes (su padre, el banquero André Azoulay, fue consejero del rey Hassan II) quiere combatir desde su puesto de directora general de la Unesco. Así que no lo haremos. Azoulay cumplió en noviembre un año al frente del organismo de Naciones Unidas que vela por la educación, la cultura y la ciencia. Objetivos prioritarios: poner en pie iniciativas educativas de nuevo cuño para alfabetizar a niñas y mujeres, utilizar la diplomacia cultural y la defensa del patrimonio como arma de paz; y sentar las bases de un arsenal ético para controlar los posibles excesos de la inteligencia artificial y los avances científicos. Exministra de Cultura en el Gobierno del presidente François Hollande, su pedigrí no admite dudas: es diplomada por la muy prestigiosa y muy elitista Escuela Nacional de la Administración frances (ENA), por el Instituto de Estudios Políticos de París y por la Universidad de Lancaster en Reino Unido. Nada más sentarse en su despacho de la sede de la Unesco en París, en noviembre de 2017, Estados Unidos e Israel anunciaron que se iban de la institución  "por demasiado politizada e antiisraleí ". Azoulay inició el 18 de enero una visita a España, entre otras cosas para dar carta de naturaleza a la declaración del yacimiento cordobés en Medina de Azahara como patrimonio de la humanidad.
  
P.- De ministra de Cultura de Francia a directora general de la Unesco...¿Son planetas distintos o no tanto?
R.- Entre los dos puestos hay más continuidad de lo que pudiera parecer, porque la Unesco es una casa donde se respira cierta concepción de la cultura muy ligada a la educación, y mi concepto del Ministerio de Cultura era precisamente ese, Además, siendo ministra ya tuve que trabajar muy intensamente en colaboración con la Unesco, sobre todo en lo relativo a la diversidad cultural.
P.- Como máxima responsable de este organismo, ¿aplica usted el principio de excepción cultural de la misma forma en que lo hacía como ministra de Francia?
R.- Depende de qué se considere como excepción cultural. Pero si hablamos de la idea de defender que la cultura no es una mercancía, desde luego que sí. La especificidad cultural más allá de lo comercial. Eso lo promovemos a través de nuestros textos legales, nuestras convenciones. Ahora mismo, por ejemplo, estamos centrados en el tema de la remuneración de los autores en el ámbito digital, un debate que tiene lugar ahora en el Parlamento  Europeo y que es un asunto muy, muy difícil.
P.- Pero esa defensa apasionada de la cultura no parece compartida por otros socios europeos. La cultura suele quedar muy bien para la foto, pero ala hora de repartir presupuestos suele ser el patito feo-
R.- Totalmente de acuerdo. Uno de nuestros objetivos es precisamente demostrar todo lo que puede aportar la cultura en los desafíos políticos a los que nos enfrentamos hoy, en la reconciliación después de conflictos, por ejemplo, o en la recuperación del patrimonio, o en el empleo juvenil a través de industrias culturales. Está claro que estos temas no pueden ser algo marginal...

Borja Hermoso. París. El País Semanal, 17 de enero de 2019

sábado, 26 de enero de 2019

La ciudad de Julio Verne

El castillo de los duques de Bretaña en Nantes
A Nantes se la conoce en parte por un elefante mecánico y otras máquinas fabulosas que evocan el mundo fantástico de Julio Verne, allí nacido. Pero Nantes, más que un escaparate de feria, es un laboratorio. Allí se está llevando a cabo una mutación arquitectónica callada, pero colosal, que la sitúa entre las ciudades más dinámicas de Europa en ese aspecto. Y no sólo eso: es al mismo tiempo escenario de una revolución urbana verde ; su centro despejado, como si los coches no se hubieran inventado, llega a causar desasosiego. Esta apuesta de futuro no palía el hecho de que fuera el primer puerto de Francia en el siglo XVIII y que la riqueza del tráfico atlántico la sembrara de palacetes. Para descubrir lo antiguo y lo nuevo han pintado en el suelo una línea verde que enlaza lo imprescindible, solo hay que seguirla y maravillarse. A ese invento le llaman Le voyage à Nantes (levoyageanantes.fr), o sea, el viaje a Nantes.

Un museo en el palacio.- El castillo de los Duques de Bretaña es uno de los más imponentes y hermosos del Loira y, sin duda, el alma de la ciudad. El río que lamía sus torres y muros se ha retirado, y el antiguo lecho se ha convertido en un jardín circular. Dentro de los bastiones se alza el palacio que levantó en el siglo XV el último duque de Bretaña y que heredó su hija Ana, luego reina de Francia. Pero el interior no se corresponde a esa época, es un museo (recién renovado) de la historia de Nantes. Una maqueta permite entender sus metamorfosis, como preámbulo a salas que acercan los hitos más notables. Especial énfasis sobre el el tráfico triangular Nantes-Guinea-Las Antillas, que llevaba esclavos negros a América y volvía con azúcar. Se hicieron casi 2.000 expediciones, desde 1657 hasta poco antes de abolirse la esclavitud en 1848 (el Memorial de la Abolición, soterrado en el muelle del río, evoca la bodega de un barco esclavista). También se hace hincapié en la historia reciente, la ocupación nazi y la ayuda de milicianos españoles que lucharon contra el horror.

El casco medieval.- El barrio de Bouffay, que arropa el castillo, se considera, "ciudad libre". Tiene su propio alcalde y hasta su propio viñedo (en la Rue du Vieil Hôpital ) hasta la catedral de San Pedro y San Pablo se extiende una maraña de callejas que conservan sabor medieval y casas de entramado de madera ( como la célebre Casa del Boticario en la Place du Change, que aloja en sus bajos un café y la Casa de la Poesía ). La catedral empezada en el siglo XV , no se terminó hasta 1891, y cobija los sepulcros de los duques padres de Ana, una exquisitez artística que ella misma encargó en 1508.
Pegada a este barrio medieval está la llamada Île Feydeau que era una isla antes de que los brazos del Loira fuesen desecados en parte . Fue coto de los ricos comerciantes del XVIII, como delata la ostentación de mascarones y rejas de fachadas y balcones. Quedan a un paso las plazas du Commerce y Royale. El Passage Pommeraye uno de los más elegantes de la Europa del XIX, conduce a la Place Graslin, presidida por la Ópera, con un entorno abigarrado de terrazas, multicines  y jolgorio estudiantil.

Comer en una isla.- En la otra punta del casco viejo, una novedad el Musée d'Arts, que reabrió sus puertas en 2017 tras muchos años cerrado por renovación. Ha cambiado radicalmente y hoy es uno de los grandes museos de Francia; con clásicos, por supuesto, pero sobre todo con una excelente obra contemporánea. Queda cerca el Jardin des Plantes, que es naturaleza sometida a los moldes del arte. Y para reponer fuerzas un sitio muy recomendable es Les Chants d'Avril. Otra opción es cruzar el río y entrar en la Isla de Nantes, esta, sí, una isla de verdad . Entre los nuevos edificios se encuentran los restaurantes Lulu Rouget y La Civelle...  

Carlos Pascual. El Viajero. El País, viernes 25 de enero de 2019

viernes, 25 de enero de 2019

Les Rois Mages

Fabián Panisello
Fabián Panisello se pone al frente del Plural Ensemble para dirigir en el Auditorio Nacional este viernes el espectáculo del teatro musical multimedia Les Rois Mages, compuesto por él basándose en la obra de Michel Tournier... La propuesta es muy atractiva y entra de lleno en lo que en nuestros días, en paralelo de la creación de nuevos modelos de expresión y de la aplicación de las técnicas más sofistificadas, se conoce como espectáculo multimedia. En este caso concreto todo nació de la idea de alumbrar un proyecto de teatro musical, Les Rois Mages, a partir de un libreto de Gilles Rico inspirado en la obra homónima de Michel Tournier. La imagen, detallada y prescrita en la partitura, es el elemento central de la puesta en escena y combina la animación de dibujos infantiles y la alta definición de la ESO Supernova Planetarium de Múnich. En la composición la imagen y la música establecen una relación continua e ininterrumpida en la que las diferentes formas de utilizar el el texto (recitado, cantado, hablado, narrado, susurrado, en Sprechgesang...) son unificadas orgánicamente con la música instrumental, el componente electroacústico, el video y la acción teatral. Todo ello es consecuencia en cierto modo de la fructífera experiencia de la ópera anterior de Panisello, asimismo, aunque por otros caminos, obra multimedia, Le Malentendu, con libreto de Juan Lucas basado en la pieza de Camus.
Se respeta la estructura de la novela de Tournier recontando las historias de Gaspar, Balthazar y Melchior y su encuentro con Herodes. También la de Taor, el cuarto sabio que llegó tarde a la Natividad, pero que a través de su propio viaje personal vuelve  a representar el sacrificio de Cristo. Y, además se suma la del asno y el buey, que aportan su sorprendente punto de vista animal.
Un narrador ayuda a vincular los diferentes episodios de la historia. Ese carácter externo permite jugar con la temporalidad de la narrativa, creando rupturas, lapsos y rápidos flashbacks. Esta figura se transformará unas veces en uno de los personajes de la historia y otras estará fuera de la acción. El tiempo literario no es el musical por lo que, forzosamente, el texto de Tournier ha sido convenientemente abreviado...
Después del estreno en el Auditorio Nacional este viernes 25, el espectáculo viajará a Niza, Múnich y Tel Aviv...
Arturo Reverter. El Cultural, 25-1-2019

jueves, 24 de enero de 2019

Pequeño gran libro

Durante uno de mis primeros cursos como profesor universitario, asistió a mis clases un muchacho incluido en cierto programa de rehabilitación al que habían recomendado hacer algunas asignaturas de filosofía para resocializarse. Entraba en el aula con un vaso de tubo lleno de líquido y hielo en la mano y con un walkman enchufado a los oídos (algo completamente inusitado entonces); después de un rato absorto en su asiento, levantaba la mano, y para disgusto de sus compañeros, hacía una interpelación impertinente y rompedora que interrumpía unos minutos la explicación. Una tarde me lanzó a bocajarro esta pregunta:"¿Pero tú has leído el Discurso del método?" . Durante el instante -que me pareció eterno- en el que estuve discurriendo cómo responderle, como dicen que les sucede a los ahogados, inundaron mi memoria, como en una película, no las imágenes de mi vida , sino las de la experiencia de mi primera lectura  de ese texto de Descartes que desde hace siglos circula separado de los ensayos científicos a los que originalmente sirvió de prólogo y que, por su razonable tamaño, tantas veces me acompañó  en autobuses y vagones de metro en el bolsillo de la chaqueta.
Parece inevitable, cuando se penetra en sus páginas, quedarse mudo de asombro ante la sencillez y la precisión con las que este caballero, que ha hecho de la claridad y la distinción la exigencia primera de su estilo intelectual, y que está lo bastante bien educado para no presentar sus logros  como doctrinas obligatorias para sus semejantes, sino como como meras decisiones personales, sin más ayuda que la de su entendimiento y después de desprenderse de todas sus creencias y hábitos, de las opiniones heredadas y hasta de sus sentidos a veces engañosos, emprende una tarea para la que otros han necesitado miles de páginas tortuosas y oscuras, llenas de citas y argumentos de autoridad, y la resuelve con decisión, modestia, aparente facilidad y admirable brevedad, pero también de forma del todo concluyente...
Así que creo recordar que respondí a aquel muchacho:"No, no he leído el libro, pero sí he visto la película". No era verdad pero hoy lo es aún menos, gracias a la magnífica edición  que Pedro Lomba, que conoce como pocos al pensador francés, ha hecho de este escrito, y que tiene además de la virtud de una cuidada traducción, la de acompañarlo por primera vez de las versiones francesa y latina del texto, que ayudan a comprender el esfuerzo de creación terminológica que hay detrás de sus páginas, y la de contener un condensado apéndice de cartas y objeciones que no puede ser más pertinente, y un prólogo tan medido, riguroso y claro como lo exige la propia obra que le sigue...
José Luis Pardo. Babelia. El País, sábado 29 de diciembre de 2018

Discurso del método para bien conducir la razón y buscar la verdad en las ciencias.  René Descartes. Edición y traducción de Pedro Lomba.

miércoles, 23 de enero de 2019

Burbujas en femenino

La viuda Clicquot , la gran dama del Champagne
A pesar de que es un mundo profundamente masculino, las pocas mujeres que han logrado abrirse paso en la producción del vino espumosos más famoso del mundo están dando mucha guerra, tanta que lideran algunas de las bodegas más reputadas de la región francesa de Champagne. "El champagne es la única bebida capaz de hacer más bella a una mujer después de beberla". Eso dejó dicho para la posteridad una cortesana francesa llamada Jeanne-Antoinette, más conocida como marquesa de Pompadour y la amante preferida de Luis XV. Lo decía en conocimiento de causa , pues era toda una experta en la materia: en sus fiestas siempre corría a raudales. Tan devota era de esa bebida espumosa que cuentan que la primera copa creada específicamente para beberla, esa de boca ancha ya en desuso, fue elaborada por orden de Luis XV tomando como modelo su pecho izquierdo. Aunque también hay quien sostiene que en realidad se inspiraba en los senos de Madame du Barry, otra más de sus amantes.
El champagne, ese vino espumoso que encierra más de siete millones de chispeantes burbujas en cada botella, siempre está intrínsecamente asociado a las mujeres, grandes consumidoras de ese brebaje desde que en la primavera de 1690 un monje benedictino llamado Dom Pérignon diera por casualidad con la fórmula para elaborarlo. Sin embargo, y salvo raras pero muy notables excepciones, su producción siempre ha sido cosa de hombres. "Y lo sigue siendo, aunque poco a poco está empezando a cambiar", cuenta Laureen Baillette, una de las contadas mujeres que llevan las riendas de una bodega.
Los números son absolutamente escandalosos. En la región de Champaña hay alrededor de 5.000 viticultores, "pero solo el 2% son mujeres, y eso siendo bastante generosos", revela Laureen Baillette...
Sin embargo ellas están consiguiendo abrirse hueco en esta región, que cuenta con 33.000 hectáreas de viñedos y unas 300 bodegas de las que cada año salen más de 300 millones de botellas de champagne. La prueba es que hay un par de asociaciones que agrupan a mujeres que lo elaboran...En realidad, y a pesar de las dificultades con que se han topado, siempre ha habido mujeres llevando las riendas de bodegas. Empezando por Barbe-Nicole Clicquot Ponsardin, famosa en el mundo entero como la veuve Clicquot, la viuda Clicquot. Tenía 27 años en 1805 cuando su marido murió, dejándole varios negocios: un comercio de lana, otro relacionado con servicios financieros y también una pequeña bodega de champagne. Aunque la viuda Clicquot era suficientemente rica como para poder vivir de las rentas, decidió convertirse en una de las primeras empresarias de la historia. Y concentró su atención en la producción y venta de esa bebida espumosa. Cuando murió a los 89 años, había transformado el pequeño negocio que heredó de su marido en una gran empresa internacional, y al champagne, en sinónimo de lujo...
Irene Hernández Velasco. yodona.com.2018

martes, 22 de enero de 2019

La Gioconda y Beyoncé, un imán infalible

Beyoncé y Jay Z en el Louvre
El imán de la gioconda es infalible. Pero su poder seductor se multiplica si se alía con Beyoncé. El atractivo de la extraña pareja contribuyó a llevar 10, 2 millones de visitas en 2018 al Museo del Louvre, que establece un récord mundial de afluencia. Con un incremento del 25% respecto a 2017 -8,1 millones- bate además su propia marca -9,7 millones en 2012-. El director del museo, Jean´Luc Martínez, no duda en achacarlo al tirón del vídeo que Beyoncé grabó en sus salas y a la menor amenaza del terrorismo yihadista.
"Por primera vez en su historia, y creo que por primera vez en la historia de los museos, más de diez millones de personas visitaron el Louvre en 2018", se ufanó Martínez. Achacó el histórico registro al aumento del turismo en la Ciudad de la Luz tras una caída del 30% en los últimos años debido a los atentados y a la publicidad generada por el clip Apeshit que Beyoncé grabó junto a su marido entre las obras maestras del museo.
Martínez lo admitió en declaraciones a France Info, agradeciendo a Beyoncé Knowles, la reina del pop y a su marido, el rapero, productor y empresario  Jay-Za, Shawn Carter en su DNI, que eligieran el museo para el clip en el que posan ante La Gioconda reproducido ya casi 150 millones de veces en YouTube..
El clip que reivindica la identidad negra  en las salas d el Louvre, se rodó en secreto y se difundió cuando el matrimonio anunció su álbum Everything is Love. Los Carter actuaron ante la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia y antes pinturas magistrales como La consagración de Napoleón, de Jacques-Louis David, el pintor oficial de Bonaparte, Las Bodas de Caná de Veronese, o La balsa de la Medusa, de Géricault.
También aludió Martínez a una reformas que aumentaron la capacidad de acogida del museo más visitado del mundo, dotado de nueva consigna, nuevas taquillas  y acceso para grupos. Todo esto nos permite acoger mejor  a más visitantes", dijo Martínez a AFP de una remodelación que costó 60 millones de uros, aportados en parte por el acuerdo suscrito con el Louvre Abu Dabi, inaugurado hace poco más de un año.
Y puede que este histórico récord no sea el último, ya que el Louvre celebra en 2019 dos efemérides que atraerán aún más visitantes: el trigésimo aniversario de la célebre pirámide de vidrio alzada por el arquitecto Ming Pei en el patio central del Louvre, y una gran retrospectiva de Leonardo de Vinci en el quinto centenarios de la muerte del genial pintor de la Mona Lisa, fallecido el 3 de mayo de 1519 en el Castillo de Clos Lucé  en la villa francesa de Amboise... 
Miguel Lorenci. Madrid. La Voz de Galicia, sábado 5 de enero de 2019 

lunes, 21 de enero de 2019

El collar rojo

Fotograma de El collar rojo
"Cómprate un perro, tal vez te haga bien un poco de amor incondicional", le decía la belleza suicida Riley Keough al enamorado loser Andrew Garfield en el vitriólico final de Lo que esconde Silver Lake, una de las mejores películas del año pasado. De eso, de amores incondicionales y de fidelidades inquebrantables, va el aparentemente sencillo pero complejo último filme de Jean Becker, octogenario talento de ese cine francés al que no le gusta epatar ni exagerar con la grandeur. Algunas de esas cosas -lealtad, nobleza, devoción- ya estaban en otras películas del cineasta galo -por ejemplo, en La fortuna de vivir- que aprendió del maestro Jean Renoir las virtudes del realismo poético y de su padre Jacques -París, bajos fondos- las bondades de la metáfora. En El collar rojo encontramos a un soldado, héroe de guerra, encarcelado en una prisión vacía, unos meses , después de acabada la Primera Guerra Mundial. Cuando el oficial instructor, que lo va a juzgar por"ultraje a la nación", llega al polvoriento pueblucho del Valle del Loira encuentra a un enorme perro negro, sediento y hambriento, ladrando a las puertas de la cárcel. Con las entrevistas en tiempo presente y con los flashbacks que siguen, ambientados en los diferentes frentes de la Guerra de las Trincheras, sabemos más de la historia. El can fiel pertenecía a la novia del soldado y siguió al combatiente involuntario allá donde lo obligaron a ir: "con el perro se llevó una parte de mí" dice la joven hija de anarquista que enseñó a leer -con Dumas, Goethe y Rousseau- al campesino que amaba. 
Para los cineastas franceses la sangrienta Gran Guerra es fuente inagotable de notables películas antimilitaristas y pacifistas: La gran ilusión, La vida y nada más o Capitán Conan. Y los animales en un campo de batalla son poderosas metáforas de la bestia de la guerra, que mueve por igual a hombres y alimañas. Spielberg trató el asunto en Caballo de batalla, pero Becker, sin tanto ruido ni dinero, profundizó mucho más, con su sinceridad y sencillez. El talento del veterano François Cluzet como comprensivo comandante y el magnetismo de Sophie Verbeeck completan la belleza de esta modesta pero valiosa película.
Eduardo Galán Blanco. La Voz de Galicia, miércoles 9 de enero de 2019.

domingo, 20 de enero de 2019

Ellas fueron más que musas

Pablo Picasso y Dora Maar
En el año que ahora empieza, las musas de los grandes pintores del siglo XX invadirán las salas 
de los mayores museos del mundo. Lo harán por derecho propio, despojadas de una pegajosa y reductora etiqueta que las suele reducir a un papel pasivo, lo que casi nunca se ajusta a la realidad de los hechos. Así lo intenta demostrar Modern Couples una exposición en el Barbican de Londres centrada en los binomios sentimentales, pero también artísticos, que formaron personajes fundamentales del arte del siglo pasado, como Frida Kahlo y Diego Rivera, Gala y Salvador Dalí, Sonia y Robert Delaunay, Nadja y André Breton, Man Ray y Lee Miller o Pablo Picasso y Dora Maar. A la vez la Tate Modern expone una gran retrospectiva  sobre el arte textil de Anni Albers, la tejedora de la Bauhaus, tantas veces eclipsada por la reputación de su marido, el artista y profesor, Josef Albers. "Estas iniciativas subrayan las influencias recíprocas y la realización conjunta de ciertas obras, pero también recuerdan que hubo muchas mujeres que se quedaron en la sombra", señala la jefa de artes visuales del Barbican, Jane Alison. "No se trata de decir que en todos los casos, ellas fueron artistas tan importantes como sus maridos, pero sí que no fueron personajes insignificantes. Queríamos demostrar que el arte no es el resultado de un genio solitario y masculino".
Cuando esas muestras terminen a finales de enero, otras similares tomarán el relevo. En junio la propia Tate centrará su atención en Natalia Goncharova, esposa del pintor  Mijail Lariónov, figura de las vanguardias rusas. En Berlín la Alte National-Galerie expondrá la obra de  Sabine Lepsius, esposa del retratista Reinhold Lepsius y una de las primeras mujeres que fueron admitidas en la Academia de Bellas Artes hace un siglo. Dora Maar, compañera de Picasso entre 1936 y 1943, protagonizará una muestra en El Centre Pompidou de París que se centrará en su trayectoria  como pintora  fotógrafa y escultora francesa, menos conocida por los avatares de su relación con el artista malagueño. El año pasado una exposición en el Museo Picasso de la capital francesa ya sostuvo que la fotografía surrealista de Maar jugó un papel fundamental en la concepción del Guernica.
Por su parte, la escultora Camille Claudel murió en 1943 en un manicomio, obsesionada  por el tenaz menosprecio de Auguste Rodin, su antiguo maestro y (adúltero) compañero. Ahora, un nuevo museo dedicado a su obra en Nogent-sur-Marne, a un centenar de kilómetros de París, la desvincula de la herencia del escultor u apuesta por una tesis novedosa: que él la influyó tanto como ella a él.
Durante la mayor parte del siglo XX se consideró que la vida sentimental de los creadores no era un asunto digno de estudio académico, argumento que llegaría su culmen con la llamada "muerte del autor" en la teoría literaria. Pero, en las últimas décadas, muchos historiadores del arte se han enfrentado a esta noción. Entre ellos se encuentra la francesa Emma Lavigne, que dirige el Centro Pompidou-Metz, delegación del museo parisiense en la capital de Lorena, y máxima impulsora de la exposición  que ahora se puede ver en el Barbican. Lavigne lleva años investigando "la importancia  de los afectos en la producción artística". "Detrás de esas grandes figuras, expuestas sin cesar en museos de todo el mundo, suele haber figuras olvidadas con las que establecieron diálogos fecundos y que terminaron provocando bifurcaciones  en la historia oficial de los ismos ", opina Lavigne, partidaria de una lectura de la modernidad más amplia de la que ha imperado hasta hace poco...
Álex Vicente. El País, domingo 13 de enero de 2019

sábado, 19 de enero de 2019

Pirineo francés, diversión blanca

Estación de Esquí Grand Tourmalet
Esquiar en la vertiente francesa de los Pirineos siempre ha sido una tentación para los aficionados españoles. Las estaciones del país vecino tienen un encanto propio, empezando por la cantidad y la calidad de la nieve. Las nueve que pertenecen al departamento de Altos Pirineos, en el centro de la cordillera, presumen de haber logrado en las últimas tres temporadas el récord de las precipitaciones. Ofrecen también buenos desniveles (en algún caso, hasta los 1.100 metros), un paisaje de montaña bien conservado bajo la protección del parque nacional de los Pirineos o de la reserva de Néouvielle y unos pueblos que han sabido mantener su alma con el paso del tiempo; la actividad pastoril se ha conservado en muchos de sus valles y los viajeros pueden aún contemplar cómo se hacen las labores de ordeño o cómo se fabrica o se fabrica el queso en cabañas de montaña. A todo ello se añade el placer de bañarse en aguas termales naturales aprovechadas ya desde tiempos de los romanos: todas las estaciones ofrecen balnearios a pie de pistas o en sus proximidades. En Altos Pirineos hay nueve de estas instalaciones, y la de Loudenvielle, a unos 10 kilómetros de la estación de Peyragudes y a unos 25 de la de Saint-Lary, es uno de los centros de balneoterapia de montaña más grande de Francia. Aunque las carreteras de la zona son estrechas y sinuosas, y los servicios no siempre puestos al día, para esquiar en la zona norte es una opción interesante.
Grand Tourmalet. con 100 kilómetros de pistas y una altitud entre 1.400 y 2.500 metros , es el dominio esquiable más grande de los Pirineos franceses. Incluye las dos vertientes del Col du Tourmalet, La Mongie y Barèges, y tiene el único espacio freeride de la cordillera, el Pic du Midi, a 2.877 metros de altitud...Saint-Lary Soulan.- Es el otro gigante de este departamento con 1.000 kilómetros de pistas entre los 1.700 y los 2.515 metros de altitud. Para el aficionado español su atractivo es la proximidad -a unos 30 kilómetros de la frontera por el túnel de Bielsa (Huesca). Peyragudes, Piau Engaly, Cauterets,Artouste y Ax 3 Domaines, así como las estaciones agrupadas bajo la marca Les Neiges Catalanes, en la Cerdaña francesa forman parte de la oferta de los Altos Pirineos...
Carlos Ara. El Viajero, El País, viernes 18 de enero de 2019.

viernes, 18 de enero de 2019

Oh là là, la danse

El Ballet de la Ópera de París, una de las compañías más prestigiosas y menos viajeras del mundo, presenta en Madrid un atractivo programa que reúne obras de tres importantes coreógrafos del siglo XX: George Balanchine, Jerome Robbins y Hans van Manen. Entre los días 21 y 26, la histórica formación, acompañada por la Orquesta titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid) con Maxime Pascal a la cabeza, pone a prueba a su elenco de bailarines en un programa exigente que resume la visión que la Ópera de París ofrece hoy del ballet clásico.
Estrellas consagradas como Mathias Heymann, Dorothée Gilbert y Ludmila Pagliero desembarcan junto a una nueva y menos conocida generación de bailarines. La última vez que este Ballet actuó en Madrid, en 2004, José Carlos Martínez -todavía Étoile de la compañía- interpretó Diamonds de Balanchine junto a Agnès Letestu. La actual directora de la compañía, Aurélie Dupont (París, 1973) llegó al cargo en 2016 tras haberse formado en la Escuela de ballet de la Ópera de París y haber puesto punto final a una carrera de veintiséis años como bailarina en la que escaló por todos los puestos hasta alcanzar la categoría de Étoile en 1996..."Llegué a esta institución con diez años y me marché con cuarenta y dos", dijo poco después". "Lo que descubrí cuando me retiré fue la libertad". Poco le duró la vida fuera de la Ópera de París, ya que no mucho después Benjamin Millepied -el entonces mediático director del conjunto-le ofreció quedarse en la casa como Maestra de Ballet y apenas un año y medio después sucedió al propio Millepied...
La Ópera de París, en 2019, celebra dos conmemoraciones simultáneas: el 350 aniversario de su fundación por Luis XIV bajo la denominación de Académie d'Opéra y el 30 aniversario de la Opéra Bastille, levantada para conmemorar el bicentenario de la Revolución francesa y ampliar las posibilidades  que les brinda el prestigioso pero ya limitado Palais Garnier...
Elena Matamoros. El Cultural, 18-1-2019

jueves, 17 de enero de 2019

Hija de revolucionarios

Laurence debray, autora de Hija de revolucionarios. Efe
La generación de los hijos del mayo francés ha llegado a la edad de contar sus vidas y de perdonar, quizá, a sus padres.¿Qué nos reprocharán nuestros hijos cuando sean adultos y nuestro modo de vida les parezca hipócrita? ¿Serán más conservadores que nosotros o vivirán más libremente? ¿Nos perdonarán antes de que muramos?
En realidad,  la tensión entre padres e hijos es el gran tema de nuestro mundo, casi siempre en la misma dirección : cada generación llega con un deseo de transgresión contra sus mayores. Bernarda Alba, el padre de Kafka, el de Roth, el de Amos Oz... Padres castradores, tiránicos, incapaces para el afecto y demás tesoros. Pero, como pasa con todos los moldes, hay un negativo de la foto, una versión en la que los hijos llevan vidas más conservadoras que sus padres. Los chicos de la revolución, en su afán por vivir libremente, dejaron a sus hijos una sensación de orfandad. Ahora, sus niños, los vástagos del 68 y la contracultura llegan a la edad de contar su vida. 
Hija de revolucionarios, de Laurence Debray (Anagrama), ha sido la gran aportación al género de esta temporada. "Mi libro ha gustado a los de la edad de mis padres", cuenta su autora. "Supongo que hay algo generacional". El revolucionario del título, el padre de Debray, es Régis Debray, el periodista francés de burguesísima familia que se adentró en el castrismo y fue amigo de Fidel. En 1968 fue detenido en Bolivia y pasó un año preso. A menudo se ha dicho que Debray delató al Che; su hija lo desmiente. Cuando volvió a Francia se convirtió en asesor íntimo de Mitterrand. Laurence mientras creció entre Sevilla y París, viviendo a veces como una niña rica y a veces como una niña pobre. Nunca ha conectado del todo con su padre.
¿Y eso por la política? "Mi padre hablaba de Klaus Barbie y yo quería una barbie. Hablaban del Tercer Mundo y yo quería que me cuidaran". Duda: si Régis hubiese sido gaullista, ¿no hubiera sido el mismo padre errático? "Quizá. Puede que compensase un malestar´muy íntimo con la política. Que se rodease de gente como una manera de esconderse de sus problemas. Quizá le pase a muchos políticos. Lo planteo como pregunta no como certeza"...
Luis Alemany y Philipp Engel. El Mundo, domingo 6 de enero de 2019

miércoles, 16 de enero de 2019

Un menú Michelin por 10 euros

El restaurante Xantar en A Guarda
Cuando la chef Lucía Freitas descubrió que A Tafona era uno de de los nuevos locales gallegos con estrella Michelin, echó la vista atrás y recordó que su negocio compostelano había nacido como una casa de comidas del todo alejada de los parámetros que se esperan de un restaurante que entra en la guía roja. Pero estos parámetros no siempre siguen la línea imaginada. Para muestra, un botón situado en A Guarda que guarda más paralelismo con el tipo de restaurante que un día fue A Tafona. Más allá de sus rústicas paredes de piedra y la apuesta en firme por el producto local, el restaurante Xantar, que lleva quince años haciendo las delicias de los vecinos de O Baixo Miño, también conseguía entrar en noviembre en la guía Michelin. En este caso, en la categoría Bib Gourmand, que incluye esos lugares que ofrecen calidad excelente con precios ajustados. Y tan ajustados, pues el menú del día cuesta solo 10 euros. Bajo la batuta de César Verde, que compró una casa antigua en A Guarda en el 2003 tras varios años cocinando fuera de Galicia, las cuatro personas que trabajan en el local consiguen dar a sus clientes los mejores productos gallegos por precios por los que en otras ciudades de España casi ni puedes tomarte una tapa de tortilla. Así se entiende que, de los 248 restaurantes Bib Gourmand, Xantar sea el más barato del país con esta distinción.
Verde, que explica que las especialidades de su local son "dos arroces, el rodaballo con erizos de mar, el pulpo a la brasa y la filloa rellena de grelos y langostinos" quita hierro al tema del coste de sus platos al asegurar  que el precio de sus elaboraciones "se adecúa a los bolsillos de la gente de aquí". Y añade: "Al contar con un producto tan bueno tan bueno al lado de casa te ahorras el transporte y todo suma". Pero además, garantiza el propietario de Xantar , "si encarezco los precios la gente dejaría de venir, lo tengo claro. Llevo tres años manteniendo los precios y así voy a seguir"...
Laura G. del Valle. La Voz de Galicia, martes 11 de de diciembre de 2018

martes, 15 de enero de 2019

Las casas globo vienen de París

Una casa voladora de Laurent Chéhêre
Una historia clandestina en una habitación de un hotel. Un circo antes de empezar la función . Unos inmigrantes en busca de su futuro. Imaginar el devenir de los habitantes que pudieron ocupar estas casas del París bohemio. Un vuelo por el maravilloso mundo de realidades y sueños creado por el artista francés Laurent Chéhère. Las "casas voladoras" de Laurent Chéhère no solo flotan en un cielo imaginario, también hablan. Cuentan que un día tuvieron vida en un París inspirado en Julio Verne, Win Wenders o Federico Fellini. Y que formaron parte del trazado de los barrios de Belleville y Ménilmontant. Y esconden los recuerdos de quienes las habitaron. "Si pudieran decir lo que saben, lo que han visto y escuchado...", reflexiona Chéhère. Motivado por la curiosidad y la nostalgia, el artista aisla las viviendas de las calles donde fueron construidas. Las convierte en cometas que bailan al ritmo de su imaginaciçon. Cada detalle de sus fotomontajes sugiere una experiencia vivida. Invita a descubrir lo que sufrieron o disfrutaron amantes, familias, turistas, estudiantes, domadores de leones... Estas residencias que fueron retratadas en su contexto real reviven en estas imágenes que proponen un viaje fantástico por los diferentes estilos arquitectónicos de la Ciudad de la Luz. Un soplo atrevido y surrealista de arquitectura, cultura pop, arte callejero e historia. El libro Flying Houses, de la editorial Kehrer, recopila esta colección de escenas evocadoras que también pueden contemplarse en la galería Persiehl&Heine Gallery, en Hamburgo, hasta el 19 de enero de 2019.
Carmen Guri. El País Semanal, domingo 9 de diciembre de 2018

lunes, 14 de enero de 2019

Perdidos en París

Fiona y Dominque, protagonistas de "Perdidos en París".
Una joven bibliotecaria canadiense viaja a París para evitar que los servicios sociales recluyan a su tía en una residencia  y se topa reiterada-mente con un mendigo que previamente había encontrado su mochila rescatada de las aguas del Sena... Se podría continuar contando el argu-mento sin desvelar, ni por aproximación, la verdadera naturaleza de esta tierna y divertidísima comedia que, por momentos, parece la escenificación de un cómic y evoca, por su tono, su ritmo, y las atrabiliarias situaciones en que se encuentran los personajes, a Chaplin, Keaton o a Tati. Fiona Gordon, que puede recordar a la Olivia de Popeye, y Dominique Abel, además de portentosos mimos, son los guionistas y codirectores  y se mueven junto a la legendaria Emmanuelle Riva en un mundo paralelo, de apariencia realista pero concienzudamente estilizado, idílico y regido por una lógica onírica. Un escenario de cuento vitalista y sentimental en el que cabe casi todo, incluso deliciosos números musicales de pies románticos y soñadores.
Alberto Bermejo. El Mundo, viernes 21 de diciembre de 2018  

sábado, 12 de enero de 2019

La Francia que nadie vio venir, 2

"El país se ha vuelto ingobernable. Es la conclusión un poco desesperada a la que llego". Desde su despacho de la editorial Gallimard, en París, donde dirige la revista Le Débat, el filósofo Marcel Gauchet observa las convulsiones francesas y emite su diagnóstico. Autor de volúmenes de referencia como La revolución de los derechos humanos, acaba de publicar Robespierre. L'homme qui nous divise le plus (Gallimard), un ensayo sobre una figura fundacional de la Francia moderna, a la vez apóstol de la Declaración de los Derechos del Hombre y tirano sanguinario del Terror.
Uno de los rasgos de la revuelta de los chalecos amarillos ha sido su violencia. En París nunca ha convocado más de 10.000 personas y en toda Francia, no más de 300.000, pero fue cuando se incendiaron coches y destrozaron comercios en el centro de la capital cuando el Gobierno empezó a hacer concesiones. "Hay un imaginario revolucionario que sigue siendo muy fuerte. Es una constante en la vida política francesa. A quien no rompe nada no se le toma en serio".
Gauchet teorizó hace tres décadas sobre la llamada "fractura social", término que ha marcado muchos de los debates sobre los chalecos amarillos desde las primeras protestas a mediados de noviembre. "Si nos remontamos a las raíces de estas fracturas, hay una causa: la proyección sobre el territorio  de las fracturas globales ligadas a la mundialización. La desindustrialización ha golpeado regiones enteras que se encuentran en estado ruinoso".
La novedad es la elección de Emmanuel Macron en las elecciones de 2017. "Macron fue elegido a causa de la descomposición del sistema político. Dio expresión al descrédito de los partidos políticos", explica. "Logró ganar con la promesa de escuchar a la sociedad. Pero no solo la incumplió sino que hizo lo contrario". Y, además, quiso "hacer de presidente", sostiene. Es decir, impostar el aspecto monárquico de la institución, actuar como un presidente-rey.  No entendió que "en la tradición francesa, un rey, es un árbitro: su función es obligar a los gobernantes  a escuchar a los gobernados". "Cuando la gente le acusa de ser el presidente de los ricos, sobre todo le reprochan que no sea el árbitro entre los ricos y los pobres", observa. El resultado es que no ha acabado de tomarle la medida al cargo...
¿La solución? Macron podría cambiar. "Es joven, plástico, no está encerrado en las rutinas del poder". Pero resolver la crisis de los chalecos amarillos será más complicado. "Mejorad nuestro destino". Se habla mucho de la cólera, pero lo que hay es sobre todo una demanda dirigida al poder. Pero, ¿cómo mejorar la vida? La cuestión que se plantea es inédita. Se pueden tomar medidas puntuales. Pero, ¿y después?...Ni siquiera es una fractura social : es una fractura moral entre personas que no tienen nada que decirse. Nunca habrá un consenso. Y es así como Francia se ha vuelto ingobernable.
Marc Bassets. París. El País, domingo 23 de diciembre de 2018

Le Mans, Una Francia de cuento,2

Cerámica de Malicorne-sur-Sarthe
Desde luego, la capital de las carreras automovilísticas vive a un ritmo mucho más relajado de lo que podríamos pensar, pero para completar la imagen de la vida placentera e idílica hay que salir a recorrer la campiña de la provincia. Dos ríos principales la atraviesan: el Loir y el Sarthe. El primero es afluente del segundo que, a su vez lo es del Loire. Este, con la e al final, es de los castillos, aunque junto a éstos también se levantan algunos tan impresionantes como el de Poncé-sur-le Loir o el de Le Lude. El itinerario por este último incluye las antiguas cocinas, instaladas en una impresionantes salas abovedadas que parecen estar pensadas para actividades más espirituales. El caso es que cinco siglos después de su construcción continúan utilizándose para preparar banquetes una vez al mes.
Esta es también tierra de vinos y en pueblos como Marçon se producen algunos de los mejores de la región, como los que elabora la familia Fresneau, acogidos a la denominación Jasnière, que tiene como variedad de referencia la uva chenin blanc.
Pero sobre todo sigue siendo tierra de artistas y artesanos. ¡Y de anticuarios, claro! En La Chartre-sur-le-Loir, con sus decenas de tiendas de antigüedades, eso salta a la vista. Hasta quí peregrinan muchos profesionales , expertos y entendidos, aunque también los que solo son aficionados o entusiastas... Pero si hay un oficio de artistas y artesanos que resalte en esta comarca es el de la fayenza, la loza con un acabado vítreo que inventaron los egipcios. Los creadores de más renombre están en Malicorne-sur-Sarthe, donde por supuesto, un flamante museo, (Espace Faïence) cuenta la historia  y los secretos de este arte y sus diferencias con otras técnicas como la porcelana o la cerámica. El proceso en sí mismo también puede seguirse en uno de los establecimientos faros, Faïence de Art Moderne de Malicorne, mientras que las piezas más tradicionales se encuentran expuestas en Bourg-Joly, la casa más antigua...
Junto al río , el viejo molino, donde antaño se trituraban las piedras y los minerales de donde se extraían los pigmentos  de colores para la loza,se ha convertido en un espacio de exposición de otros oficios de arte realizados en la región. Aquí, joyas, esculturas, maderas talladas, vidrieras o sombreros de época están además a a la venta...
En Asnières-sur-Vègre, Philippe y Khady Grandy crearon un jardín paisajista  que han llamado Jardin Mosaïque: en dos hectáreas y media de terreno crecen centenares de variedades de flores silvestres, una colección de rosales antiguas, plantas medicinales u un huerto.
La última sorpresa: los ríos son navegables. Ahora imagínate en un barco por estos tranquilos cursos de agua flanqueados de vegetación, sorteando esclusas, parando junto a antiguas abadías como la Solesmes... En Sablé.sur-Sarthe se pueden alquilar los barcos con o sin patrón para ponerse a navegar...
Óscar Checa. Yo Dona, sábado 5 de enero de 2019

viernes, 11 de enero de 2019

Dom Pérignon y el rock and roll

La cabeza es un cuarto trastero de supersticiones, que empeora en los días señalados como del cambio de año. Algunas de las ceremonias para atraer al buen baji son esas de poner oro en la copa de champán, además de besarse a las 12 de la medianoche y llevar ropa interior de color rojo.
Ese culto afrancesado al champán se confirmó hace unas semanas en Barcelona cuando Loquillo volvió a cantar: "Me gustan las chicas /que por condición /necesitan tiempo y dedicación/elegantes y bonitas,/con liguero de Dior/Chanel, cocaína y Dom Pérignon".
La canción es de 1986, cuando los Trogloditas, y estalló en el Palau Sant Jordi para cerrar la gira de 40 años de rock and roll. Es que, ya que a los españoles no se les permite ser patriotas, acabaremos siendo chauvinistas. Dior, Chanel y Dom Pérignon levantan las fiestas y los sabaneos; los franceses han logrado que sus productos, especialmente el champán, sean uno de los símbolos de faire l'amour y la versión efervescente de La Marsellesa.
La Pompadour justificaba su afición por el champán diciendo que el diablo rubio era el único que la mantenía bella y Marilyn Monroe parece que declaró:"Yo no bebo alcohol. Yo solo bebo Dom Pérignon". No estoy seguro de que Orson Welles se emborrachará con champán; yo lo seguí una noche por los bares de Madrid y le daba a la priva con vino caliente, entre la estupefacción de los camaretas. 
Los franceses dicen que Voltaire desayunaba con ostras y champán y el escribió sobre "un vino efervescente, cuya espuma/con tanta fuerza su tapón expulsa/ que al lanzarlo hacia arriba en raudo vuelo/genera entre nosotros, tal revuelo que,/por ser vino burbujeante, /es de Francia, la imagen más brillante".
El champán, cuyos cañonazos hemos oído estas noches, brilló en las cortes y en los cabarés, especialmente en la Belle Époque, como cuenta mi gran amigo Serafín Quero, profesor de Lengua en la Universidad de Dresde...Por Serafín Quero sabemos que fue Napoleón uno de los publicistas del vino del diablo al sentenciar que era "merecido en la victoria y necesario en la derrota". Y Heine lo cantó: "Mi padre fue un zoquete, templado y receloso;/mas yo el champán apuro, y sé un monarca ser.(...) Me dicen los doctores:"No bebas", mas yo bebo" .
Raúl del Pozo. El Mundo, jueves 3 de enero de 2019.

jueves, 10 de enero de 2019

Houellebecq, caballero de la Legión de Honor

M. Houellebecq
El escritor francés, de 62 años, uno de los autores más internacionales del panorama literario galo, ha sido nombrado caballero de la Legión de Honor, la máxima condecoración de la República Francesa. Houellebecq forma parte de la tradicional promoción del 1 de enero de la Legión de Honor, que en esta ocasión también distingue  de manera excepcional a los 23 jugadores de la selección nacional de fútbol que el año pasado ganaron el segundo Mundial para Francia...En total la nueva promoción distingue a 402 personas "repartidas en exacta paridad hombre-mujer", destacó la Cancillería de la Legión de Honor al anunciar a los laureados, entre los que abundan policías y bomberos por "su acción y por la seguridad del país" y otros artistas, como las actrices Nathalie Baye, Ludmila Mikaël y Michèle Laroque. Las tres han sido nombradas caballero de la Legión de Honor, al igual que el periodista Stéphane Bern, especializado tanto en temas del corazón -es el cronista galo por excelencia de las casas reales europeas- como en series y libros sobre la historia de Francia y la preservación del patrimonio, una pasión que comparte con el presidente francés, Emmanuel Macron, que le encargó el proyecto  de crear una lotería para ayudar a financiar la recuperación de edificios históricos. Recién cumplidos los cien años, el dramaturgo y poeta René de Obaldía ha sido designado comandante de la Legión de Honor.
El nombramiento de Houellebecq  se conoció a pocos días de la salida de Serotonina, el 4 de enero. En español la publica Anagrama. Una vez más, el también premio Goncourt por El mapa y el territorio, se ha convertido en la "entrada literaria del invierno" en Francia, donde los periódicos llevan días dedicando artículos al escritor  y ensayista que, por su capacidad de captar el espíritu de los tiempos, es calificado en su país como una especie de sismógrafo sociológico. Serotonina anticipa el malestar social expresado por los chalecos amarillos, la revuelta de las clases medias empobrecidas que ha convulsionado Francia las últimas semanas.
Silvia Ayuso. El País, 2 d enero de 2019.

miércoles, 9 de enero de 2019

El rey glotón que cambió la gastronomía

Durante el reinado de Luis XIV,  cambió  la manera de cocinar y Francia empezó a liderar la 
gastronomía mundial. Un nuevo libro des-vela por qué. 

Un desayuno ligero, una comida abundante y el grand couvert. Así llamaban al banquetazo que Luis XIV de Francia, el rey Sol se despachaba a las 10 de la noche. Consistía en más de 20 platos: faisán, marisco, sopa y paté como entremeses; pasteles de pollo, pavo, pato, jabalí, venado, tortuga con arroz y verduras y, por supuesto, los básicos, sardinas, ostras y salmón. Durante el vasto reinado -de 72 años- de este monarca glotón, Francia protagonizó importantes cambios gastronómicos y comenzó a ganar fama de cocina exquisita, la mejor. El rey mandó construir en el palacio de Versalles un gran edificio cuadrado, el Grand Common, para alojar las cocinas: en 1712 trabajaban allí 324 personas. La comida importaba mucho. Nacieron nuevas mezclas como el roux, la unión de harina y tocino derretido: la base de la salsa bechamel. Es curioso porque, según Francesca Sgorbati Bosi autora de A la mesa con los reyes (Gatopardo Ediciones), la idea la llevó a Francia desde España Ana de Austria, mujer de Luis XIII, madre de Luis XIV y heroína de Los tres mosqueteros. También esta reina española exportó la "olla podrida" y el chocolate. La olla a presión, sin embargo tiene un origen muy francés. La ideó el físico Denis Papin en 1679. "La presentó  como una máquina digestiva que extraía la gelatina de los huesos y cocinaba las carnes en menos tiempo. Lamentablemente  les añadía un poco apetecible sabor a amoniaco", cuenta Sgorbati Bosi. Hubo otras ideas que cuajaron pronto. El fuego para guisar, por ejemplo, dejó de estar necesariamente en las chimeneas con el potager, un mueble antepasado de la cocina. Las salsas comenzaron a servirse aparte. Y la mantequilla se convirtió en imprescindible. Los nobles querían emular el glamour versallesco y buscaban chefs creativos. Luego con la Revolución francesa, estos cocineros perdieron a sus jefes -exiliados o decapitados- y se marcharon al extranjero a expandir la cocina francesa. Uno de ellos, Beauvilliers, abrió en París en 1765 el primer restaurante del mundo.
Fátima Uribarri. XL Semanal, 23 de diciembre de 2918

martes, 8 de enero de 2019

El incierto retorno de los tesoros africanos

¿Volverán los tesoros expoliados durante el colonialismo a pertenecer a sus legítimos propietarios? La pregunta está sobre la mesa desde que, a finales de noviembre, se hizo público un informe encargado por Emmanuel Macron a dos expertos que abogan por restituir al continente africano toda obra u objeto que haya llegado a las colecciones francesas de manera irregular. Podría ser el inicio de una revolución en las relaciones bilaterales entre Europa y sus antiguas colonias. O bien quedarse en papel mojado, si no se logra salir de lo que ya se anuncia como un laberinto jurídico, administrativo y político. Los museos europeos reaccionan con diplomacia, aunque no esconden su hostilidad ante el maximalismo que desprende el documento.
Macron ya ha decretado la devolución inmediata de 26 obras de la dinastía Dahomey que fueron robadas en 1892 por los líderes militares franceses. Si los estudios jurídicos son favorables, pronto regresarán a Benín. 
Otros países africanos ya mueven ficha. Por ejemplo, Senegal piensa exigir que se lo devuelvan todo. "Estamos listos para encontrar soluciones con Francia. Pero, si identifican 10.000 piezas en sus colecciones, pediremos las 10.000", dijo el ministro senegalés de Cultura, Abdou Latif Coulibaly, en la presentación  del nuevo Museo de Civilizaciones Negras, inaugurado a comienzos de diciembre en Dakar. En Costa de Marfil, el Gobierno tiene a punto una lista de "un centenar de obras maestras" que piensa solicitar. Y, esta semana, la República Democrática del Congo ha anunciado que también quiere recuperar un listado de obras que se encuentran en Bélgica para exponerlas en un nuevo museo que abrirá en Kinshasa en 2019.
Los autores del informe son la historiadora francesa Bénédicte Savoy y el economista senegalés Felwine Sarr. Su recomendación principal es que, cada vez que un país africano haga una demanda de restitución de un objeto, Francia la acepte sino puede demostrar que el objeto no fue robado o expoliado. Pese a todo, aseguran que no se va a producir una salida masiva de objetos. "La cuestión no es vaciar los museos europeos para llenar los africanos. Se trata de repensar el pasado para reflexionar sobre el futuro, instaurando un nuevo diálogo entre los dos continentes", señala Savoy...
Álex Vicente. París. El País, sábado 15 de diciembre de 2018 

lunes, 7 de enero de 2019

Juliette Binoche estrena "Viaje a Nara"

El viernes 28 de diciembre llegó a los cines Viaje a Nara (Visión), de la directora Naomi Kawase, en la que Juliette Binoche encarna a una escritora en busca de una extraña planta medicinal y de sí misma. Juliette Binoche rodó casi de forma simultánea esta película y otras dos a las órdenes de Olivier Assayas y de Claire Denis. Y ahora prepara el rodaje de La verité, el nuevo film del japonés Hirokazu Kore-eda. Será la primera vez que coincida en un reparto con Catherine Deneuve. Serán madre e hija...
 -Es usted actriz, pero también canta, pinta y sobre todo, escribe poesía.¿Considera la poesía necesaria en este mundo tan rápido, tan virtual y tan de saberes útiles? Necesaria, no, indispensable.

-¿Por qué? Porque es la quintaesencia de la experiencia íntima. En un poema, la asociación de palabras a veces no es correcta gramaticalmente, pero siempre es justa, porque es una creación de un universo personal, entra en el ámbito de la persona. Yo soy una ferviente lectora de poemas no tanto que brillen en la forma, sino que entren en un fondo complejo. O sea, poemas en los que la forma llega a ser brillante gracias a un fondo complejo...A veces una se pregunta cómo van unidos, qué llega antes, ¿fondo o forma?  Ese es el misterio de la poesía. Que lleguen a la vez. De la mano. 

-Baudelaire, Rimbaud. La pintura de Van der Weyden. Adecuación de fondo forma. Eso es un genio...Exacto. Pero ese genio no pertenece a la persona, no pertenece al autor. Pasa a través de él, pero el artista no es más que un catalizador. Su mayor virtud es su capacidad de recibir y asumir ese genio. Es una forma de entrar en contacto con lo invisible, con algo que no nos pertenece,  pero que podemos alcanzar si somos capaces.

-La verdad es que es un asunto apasionante. Es el arte.

-Sin embargo, en la escritura , y no digamos en el cine, hay auténticos profesionales del fuego de artificio...Desde luego. A menudo hay una mediocridad en el fondo. A veces una película es formalmente perfecta... pero no te toca, no te llena. Por eso, cuando leo un guión, mi interés sobre todo es si tiene fondo de verdad como para que me interese meterme en el proyecto. Si lo tiene, sé que será un proyecto ganador, aunque le falle en algo la forma. Si me doy cuenta de que la forma es perfecta pero está como prefabricada, siento que eso jamás llegará al público... 

Borja Hermoso. El País Semanal, 29 de diciembre de 2018

domingo, 6 de enero de 2019

La Francia que nadie vio venir

"Es un mar de fondo y las cosas no  termi-narán con el fin del año. La única incógnita es saber  si  todo esto  se inclinará del  lado del populismo  o bien se irá hacia una redefinición en profundidad del contrato social y de la vida democrática". 
Pierre Rosanvallon -historiador de las ideas y filósofo político, profesor del Collège de France- se ha ocupado toda su vida de algunas cuestiones que han aflorado con los chalecos amarillos, desde los éxitos y fracasos de los proyectos emancipadores nacidos en Mayo de 1968 hasta los problemas de representatividad y el populismo. Su último libro, Notre histoire intellectuelle et politique. 1968-2018 (Seuil), aunque se publicó en agosto, podría leerse como largo prólogo de la crisis actual.
"El populismo ocurre cuando los sentimientos de repulsión y no los de adhesión, son los que dirigen la acción. Es la expresión de un hartazgo", decía hace unos días en su despacho en París. "Por otro lado, es la expresión de un mundo social en el que los miedos, los fantasmas, las expectativas tienen un papel esencial respecto a los interese materiales". El profesor entiende el fenómeno de los chalecos amarillos en el contexto de un "viraje populista" en las democracias occidentales. ¿Por qué este viraje? "Porque las formulaciones de futuro están averiadas, y es así como hay una preferencia y una atracción por esta democracia negativa, lo que yo llamo contrademocracia".
Los chalecos amarillos no son exactamente un movimiento social. "Es mejor hablar de una revuelta social. Un movimiento social se caracteriza porque plantea demandas y se organiza estratégicamente en función de estas demandas", explica. "Un movimiento social, al inscribirse en la estrategia de larga duración, sabe alcanzar compromisos, adoptar acuerdos. Sabe que, si no obtiene mucho un día, el combate continúa. Aquí hay una precipitación de todo lo inmediato".
La revuelta, apunta, "no se puede explicar solo por factores económicos". "También expresa reivindicaciones de un mundo social que tiene la impresión de haber sido olvidado y que de repente toma la palabra". Y en esa toma de palabra repentina hay a la vez una cacofonía y una demanda infinita: una sociedad más democrática y justa sin precisar las cosas. Esto es lo que hace muy difíciles las condiciones de salida de esta crisis"...Como salida al bloqueo actual no le convence lo que en su libro llama "la exaltación de la democracia directa con el culto del referéndum y la sacralización del poder mayoritario con el rechazo de las autoridades independientes y la crítica a los tribunales constitucionales"...Un motivo para el optimismo es que la crisis es una advertencia sobre la necesidad de una "renovación democrática", para que "más allá de las elecciones y de las instituciones se encuentre un conjunto de procedimientos para que la palabra circule más fácilmente , para que mejore la representación"...  
Marc Bassets. París. El País, domingo 23 de diciembre de 2018

sábado, 5 de enero de 2019

Le Mans, una Francia de cuento

Black Jade
Conocida en todo el mundo casi únicamente por la carrera automovilística que aloja su capital, Sarthe es un encantador depar-tamento francés de la región de Pays de La Loire que merece la pena ser descubierta, una auténtica oda a la sensualidad y el deleite a medio camino entre París y Nantes. 
Bergamota, cardamomo y gálbano...Después aparecen notas de canela, incienso, jazmín y rosa, y al final se aprecian otras de ámbar, sándalo, pachulí, vainilla y tonka. Todo esto es lo que contiene cada una de las gotas de Black Jade, que es, ni más ni menos, el perfume que usaba María Antonieta. La casa Lubin, fundada por uno de los aprendices de Jean-Louis Fargeon, el perfumista de la reina, lo recuperó hace poco y ahora se comercializa en puntos tan exclusivos como Jovoy Le Mans, especializada en perfumes raros. "Aquí sólo encontrarás felicidad", dice Valérie, manager de la tienda. Y no le falta razón, pues cada una de las esencias y velas de este espacio transportan nuestra imaginación a los lugares o momentos más apasionantes y deliciosos. Ocurre igual en otros puntos y establecimientos de Le Mans...Sí,sí, la misma ciudad del circuito  y de las 24 Horas! Esta competición deportiva ha eclipsado el resto de sus atractivos pero no dudéis en dejaros caer por aquí  y por el resto de la provincia de Sarthe para disfrutar el art de vivre francés. 
Para empezar hay que recorrer su casco antiguo, La cité Plantagenet, que es uno de los mejor conservados de toda Francia. Está rodeado de unas de las más llamativas murallas romanas que han llegado a nuestros días y en sus calles empedradas se levantan casas medievales y mansiones renacentistas. ¡En sus fachadas no veréis ni un solo cable! Todo está cuidado al detalle y por eso es un lugar donde se han rodado muchísimas películas de época, como El hombre de la máscara de hierro o Cyrano de Bergerac, entre otras. 
Le Mans ama el cine pero también son apasionados de otro arte, el cómic. Basta con pasearse por Bulle para darse cuenta: 200 metros cuadrados de librería de diseño (desde el parquet hasta las escaleras) dedicados en exclusiva a los tebeos. Es la mayor tienda de este tipo en Francia y en sus estanterías podemos encontrar unos 30.000 títulos diferentes, incluídas algunas ediciones antiguas originales de Tintin. Raro es el establecimiento que no esconde aquí algún tesoro: los diseños de moda de Lucie en Lutilu; los broches, bolsos joyas, camisetas y artículos de decoración de creadores locales en Au coeur des artistes; o las divertidas ilustraciones de Caro from Le Mans y sus dos personajes fetiche, Rillett'man y Rillett'woman. Son el alter ego del plato gastronómico por excelencia de Le Mans y su región: les rillettes de cerdo, una especie de paté de carne deshilachada cocinada en su propia manteca. En marzo se organiza hasta un festival dedicado a este manjar, Le Printemps des Rillettes...
Óscar Checa. Yo Dona. El Mundo, sábado 5 de enero de 2019

viernes, 4 de enero de 2019

Nadia Boulanger: maestra de maestros

Nadia Boulanger
Leonard Bernstein, Daniel Barenboim, Aaron Copland, Igor Markevich, Yehudi Menuhin, Astor Piazzolla, Philip Glass o Quincy Jones tenían en común haber pasado a la historia de la música del siglo XX. También compartieron otra cosa: en algún momento de sus vidas recibieron clases o enseñanzas de Nadia Boulanger, la maestra de todos esos maestros y de algunos más, que murió en París con 92 años, en 1979. 
La lista da cuenta de que, ante todo, esa mujer clave en la música de su tiempo gozó de un privilegiado radar para detectar talento. Bruno Monsaingeon (París, 1943), músico, cineasta y escritor, tuvo el privilegio de acercarse a su magisterio. Lo descubre en Mademoiselle. Conversaciones con Nadia Boulanger (Acantilado), testimonio que muestra a esta figura insólita, entregada al arte y a la enseñanza, desde su estudio parisino encapsulado en otra época, pero atento a su presente y a las variaciones del futuro.
Cada jueves, a finales de los sesenta, los recibía de dos a seis de la tarde en su casa. Monsaingeon era un joven violinista curioso que compenetraba su carrera de intérprete con la de comunicación. Grabó y rodó varias de sus conversaciones -como también hizo con Glenn Gould (Acantilado publicó un libro de esa relación en 2016) o Sviatoslav Richter entre otros- y de ellas sacó una serie documental, unos cuantos programas radiofónicos y este libro que aparece ahora en España. "En total anduvimos metidos en proyectos comunes casi 10 años", asegura el autor.
El reguero de conexiones que Nadia Boulanger estableció a lo largo de su vida la convirtió en leyenda. "Verla entrar en las salas de conciertos era una experiencia. Lo hacía de forma majestuosa. Muchos se acercaban a saludarla y quedaban atentos a su juicio", dice Mon- saingeon. Toda ella ataviada de negro, resultaba un complejo entramado de sabiduría, curiosidad  y cruces con figuras  de las que supo extraer y aportar a la vez un juicio eminente.
Fue alumna de Gabriel Fauré, compañera de estudios de Ravel, amiga de Paul Valéry, Manuel de Falla y Stravinski...Por sus manos y ante su metrónomo pasaron en plena Guerra Fría rusos y estadounidenses, judíos de la diáspora, españoles exiliados, franceses, alemanes, italianos o latinoamericanos hasta conformar una lista que reflejaba todo el cosmopolitismo posible en la geografía del momento, con París como capital de muchas cosas. Entre el piano y el órgano pegado a la pared, impartía sus clases proverbiales...
Jesús Ruiz Mantilla. Madrid. El País, jueves 3 de enero de 2019


jueves, 3 de enero de 2019

Serotonina

Michel Houellebecq
Michel Houellebecq lo ha logrado de nuevo. Genio de las letras contemporáneas para unos  y sobrevalorado fenómeno mediático-literario para otros, Houellebecq tiene un olfato indiscutible para captar lo que los alemanes llaman el zeitgeist: el espíritu de los tiempos.
Su novela Plataforma que incluía un atentado en Tailandia, se publicó un mes antes del 11 de septiembre de 2001 y un año antes de un ataque similar en Bali. Sumisión, donde imaginaba una Francia gobernada por un islamista, llegó a las librerías el mismo día del ataque terrorista contra el semanario satírico Charlie Hebdo, en enero de 2015.
En su nueva ficción, Serotonina (Anagrama en castellano y catalán), una de las escenas centrales es el bloqueo de una autopista por parte de agricultores en cólera contra París, "que como todas las ciudades hecha para engendrar la soledad", y la Unión Europea, una "gran puta", en palabras del protagonista. La protesta termina en un enfrentamiento sangriento con la policía, como si el sismógrafo houellebecquiano hubiese anticipado los chalecos amarillos, la revuelta de las clases medias empobrecidas que ha convulsionado Francia en el último mes. Serotonina se pone a la venta el 9 de enero en España. 
La desesperanza en la Francia de provincias es uno de los temas que recorre esta novela sórdida y pesimista, la historia en primera persona de la desintegración de un  hombre y quizá de una civilización...
El protagonista y narrador es Florent-Claude Labrouste, exempleado en el Ministerio de Agricultura, 46 años, un hombre en las últimas, profundamente solo e infeliz, "en el estadio en el que el animal envejecido, herido de muerte y sintiéndose mortalmente golpeado, busca un refugio para acabar su vida". El médico le receta Captorix, un medicamento que aumenta la secreción de serotonina, la llamada "hormona de la felicidad"...
Marc Bassets. París. El País, sábado 22 de diciembre de 2018