lunes, 30 de septiembre de 2019

Laetitia en el festival de San Sebastián

Laetitia Casta
Dice Laetitia Casta que todo cambió en 1976. Faltaban dos años para que naciera, pero en ese verano una ola de calor lo invadió todo como premonición quizá de lo que vendría después. Cambió el clima. Cambió la situación de la mujer, dice, y cambió el hecho de que, por primera vez, el futuro dejó de estar claro. Beyond the horizon, la película de Delphine Lehericey de la que ella es protagonista, habla de esto. Se trata de un drama necesariamente tórrido que trae por segundo año consecutivo a la antes modelo y ahora actriz al Festival de San Sebastián.

P.- Usted es madre de tres hijos, hace de madre en la película  y la responsabilidad de la maternidad es uno de los argumentos...
R.- Creo que todas las madres del mundo vivimos un momento delicado. Nos enfrentamos por primera vez en la historia ante la obligación  de explicar a nuestros hijos que quizá el planeta que le dejamos no tiene futuro. Cuando yo era niña eso no pasaba. El futuro existía. Eramos una generación de privilegiados, sin saberlo.

P.- ¿Siente también la responsabilidad de utilizar el poder de la fama para cambiar las cosas?
R.-Sin duda. De hecho, soy embajadora de Unicef e intento involucrarme en todos los proyectos que tengan que ver con mujeres y niños. La sociedad te da un poder y es justo que le devuelvas algo de tu privilegio. El cine puede ser también una herramienta para cambiar las cosas. Intento elegir papeles que me digan algo y que tengan algo que decir a los demás.

P.- Su película está en una sección donde la mitad de las producciones están dirigidas por mujeres...
R.- Es bueno, es lógico, es necesario que sea así .

P.- ¿Está de acuerdo con establecer cuotas para favorecer las voces de las mujeres?
R.- No creo que poner números fijos sea una buena solución. ¿Quién dice el número exacto de mujeres y hombres  que tenga que haber  y en función de qué? Creo que las cosas se tienen que conseguir  de manera mas fluida, más natural. (...)

P.- ¿Qué relación mantiene con la belleza?
R.- Mis padres nunca me dijeron que era guapa. Nunca. Vivimos en una sociedad donde todos nos parecemos. La obsesión por la belleza superficial están creando clones. Somos prototipos de una feminidad extrema sin defectos...La belleza tiene que venir de dentro, tiene que ser de cada uno, personal...
Luis Martínez. El Mundo, viernes 27 de septiembre de 2019

domingo, 29 de septiembre de 2019

Mirando los Pirineos: Pau

Bulevar de los Pirineos
Pau es una ciudad muy mona y tranquila, de 77.000 habitantes, situada a la vista (y menuda vista!) de los Pirineos, que por eso mismo ha sido 71 veces final de etapa del Tour y una (este año, el 3 de septiembre de la Vuelta Ciclista a España. Pero la urbe francesa tiene también su lado rebelde y una pasión por el skate y la cultura alternativa.
Lamartine dijo que Pau tiene la vista más hermosa de la tierra, así como Nápoles la tiene del mar. Para comprobarlo, nada como andar con el primer sol por el Boulevard des Pyrénées, un paseo de un kilómetro que va del castillo de Pau (donde nació Henri IV de Francia ) al parque de Beaumont (que tiene grabados en su baranda de hierro los nombres de los muchos picos que se otean y sus alturas. El más llamativo, el afilado Midi d'Ossau (2.885 metros). A esta hora ya lleva una y cuarto funcionando el funicular de Pau, un entrañable armatoste de 1908 con el que podemos bajar al parque Tisslé cerca de la estación de tren, para recorrer el Tour des Géants, un museo al aire libre formado por 108 tótems amarillos que informa con textos y realidad aumentada sobre curiosidades de la Grande Boucle. Pau es la ciudad que más veces ha recibido al Tour, después de París y Burdeos. Luego volveremos a subir en el funicular, !es gratis!. O lo haremos a pie por la avenida de Napoleón Bonaparte, una cuesta con los nombres de los vencedores de la etapa de Pau pintado sobre el asfalto; incluido Perico Delgado, que ganó en 1986...
Al lado de la estación de tren se encuentra la Halle Sernam, un antiguo pabellón industrial de 5.800 metros cuadrados que Pau quiere convertir en el mayor skate park de Europa: los espacios abiertos se inaugurarán a finales de este añoi, y el interior, en 2021. Al skate dedica Pau todos los veranos el festival Vagues de Béton . Y en septiembre y octubre, otro a las culturas independientes; Été Indé. Todo el año abre sus puertas L'Atelier Ambulant, una antigua galería comercial transformada en laboratorio de arte urbano, con variosartistas a los que se puede ver trabajando en las tiendas...
Ronda de museos. El degas original (y un sorolla y un greco se puede ver el Museo de Bellas Artes...A 13 kiométros de Pau , en Gan, nos aguardan los empinados viñedos de Domaine Lapaty donde se producen los dulces blancos de Jurançon...
Andrés Cmpos. El Viajero. El País, viernes 30 de agosto de 2009

viernes, 27 de septiembre de 2019

Bernard-Marie Koltès, la soledad del meteorito

Bernard-Marie Koltès
La noche en que vio a María Casares protagonizando "Medea", tenía 20 años y sintió algo así como una revelación. Se dijo que su lugar en el mundo estaba en la escritura, contar "con palabras sencillas" un deseo, una emoción. Porque "sin la belleza no merecía la pena vivir". Y lo cumplió. Bernard-Marie Koltès nació en Estrasburgo, el 12 de enero de 1968, a los 20 años de edad. Fue durante una representación, Medea, protagonizada por María Casares y con dirección de Jorge Lavelli. Al final del primer acto el entonces estudiante de Periodismo necesita salir a la calle. No puede respirar. Tampoco siente el frío de la noche. La visión del cuerpo de la actriz, una de entre los muchos españoles republicanos, provoca la revelación. Antes de entrar de nuevo en el teatro susurra "Voy a escribir", y nombra así su sentido en la tierra. A su cumplimiento dedicó los otros 20 años que aún le quedaban de vida.
Decide abandonar sus estudios de Periodismo  servir al teatro: "Arriesgo mi vida , mi alma, mi futro por él, porque en ese riesgo ya está mi victoria", le dice a su madre. Trató sin éxito entrar  en el teatro por la puerta de la interpretación, luego de la dirección escénica. No desiste. Funda una compañía propia y escribe sus primeras piezas. Quiere cumplir su destino...
Envía los manuscritos de sus obras a cuantos teatros puede, hasta que se produce el encuentro decisivo con Patrice Chéreau. El director decide montar cuanto escriba aquel joven perseverante. Años después confensó que lo que le enamoró de Marie Koltès fue la creencia compartida de que hacer teatro era una misión de locos o santos...
Chéreau dijo que su vida fue "un meteorito que atravesó nuestro cielo en soledad". Como la de Marlowe, Kleist o Lorca, su obra ha quedado suspendida en una eternidad prematura.
Alberto Conejero. El Mundo, 15 de septiembre de 2019

jueves, 26 de septiembre de 2019

Conversaciones literarias de Formentor

Annie Ernaaux
Celebradas en el exclusivo hotel Formentor, apartado del mundo en el extremo norte de Mallorca, sirven a dos fines: compartir lecturas y honrar la obra de un escritor veterano. Este año por primera vez desde que el premio homónimo resucitó en 2011, tras un primer y heroico acto en los sesenta, el reconocimiento ha sido para una escritora: la francesa Annie Ernaux. Recibió el viernes a sus 79 años el Formentor de las Letras con un discurso feminista y combativo en el que, como en uno de sus libros autobiográficos, repasó sus lecturas y su vida, que es también la de las mujeres de la generación del baby boom en las sociedades de Europa occidental.
Ernaux recordó la toma de conciencia adolescente sobre un hecho: "Todos somos seres atravesados por conflictos". "Espontáneamente, adopté una escritura violenta como única manera de responder a la memoria de las humillaciones, de la vergüenza y de la vergüenza de la vergüenza, cuyo equivalente en el mundo real es la violencia  efectiva de los chalecos amarillos", dijo, al recoger un galardón dotado con 50.000 euros, gracias al mecenazgo  de las familias Barceló y Buadas. El homenaje lo había completado por la tarde un pequeño congreso de especialistas en la obra de la premiada, que interpretaron desde distintos puntos de vista. Entre otros, intervinieron su traductora Lydia Vázquez Jiménez -¿ cómo verter al español los modismos de la Francia que se aburría antes del 68?-, la escritora Marta Rebón que analizó la "prosa transparente" de la autora de Los años o el filósofo Víctor Gómez Pin  que propuso una fórmula: Ernaux es Proust por otros medios  (los de una cierta "fenomenología de la humillación")....
Iker Seisdedos. Pollença. El País, lunes 23 de septiembre de 2019 

miércoles, 25 de septiembre de 2019

A cuánto la hectárea de terruño galo

En pleno corazón de Francia, donde extensos campos de trigo se confunden con la inmensidad del cielo galo, una transformación silenciosa está en marcha. Desde hace ya unos años y de forma paulatina, cientos de hectáreas de tierras cultivables están pasando a manos chinas. Los agricultores franceses gritaron basta cuando el empresario multimillonario Hukeqin se hizo con 900 hectáreas en el Allier en 2017. Esto se sumaba a las 1.700 hectáreas que el magnate ya había comprado  en 2014 en la zona de Indre. Su objetivo era exportar trigo francés directamente a China para abrir una cadena de 1.500 panaderías especializadas en la baguette francesa. El made in France ofrece un prestigio atractivo a la creciente población china cuyo nivel de vida mejora, cambiando sus hábitos alimentarios.
Estas adquisiciones forman parte de la marea de compras de tierras agrícolas por parte de China en el mundo. Desde 2010 lleva invertidos 97.000 millones de dólares en agricultura. En parte es por necesidad: posee el 20% de la población mundial, pero cuenta con menos del 10% de tierras cultivables del planeta. A diferencia de otros países el caso galo tiene la particularidad de que los franceses sienten su patrimonio y savoir-faire amenazados. Nos referimos al trigo que se transforma en sus baguettes y a los viñedos de donde salen sus aclamados vinos. Más de un agricultor lo equipara a que los franceses comprasen una parte de la Gran Muralla China.
Algo parecido ocurre con los vinos centenarios de Burdeos. Los chinos adoran el vino bordelés y su voracidad los ha llevado a adquirir más de 150 châteaux en los últimos 10 años...A los franceses no les hace gracia que se les cambie el nombre de las bodegas históricas, como ha decidido el emperador Chi Tong con sus châteaux: Larteau es ahora Conejo Imperial, Tour Saint-Pierre se rebautizó Château Conejo Dorado...También temen que algunos propietarios cambien el sabor de los vinos para adaptarse a los gustos de los consumidores chinos...
Pero a pesar de lo que pueda pensarse la opinión pública francesa, los chinos solo poseen el 2% de los viñedos de Burdeos, y en cuanto  a tierras agrícolas adquiridas, solo representa el 1% de lo que China invierte en el mundo. La amenaza real no viene de fuera, sino que está en su casa, dentro de las fronteras del hexágono. Lo que realmente está cambiando el panorama agrícola francés es su industrialización y el acaparamiento de sus tierras por parte de empresas, que aumentó un 20% entre 2006 y 2016...
Mónica Montero. El País Semanal, 18-8-2019.

martes, 24 de septiembre de 2019

Un visitante daña un "buren "en el Pompidou

Pintura, Manifestación 3 de Daniel Buren
El ataque fue fulminante y breve, pero para cuando el agresor fue detenido, el daño ya estaba hecho. Un hombre se abalanzó el jueves con un cúter contra el lienzo Pintura, Manifestación 3, realizado  en 1967 por Daniel Buren y expuesto en una de las salas del Centro Pompidou. La obra confirmó ayer el museo, sufrió una" importante degradación voluntaria". La institución no ha precisado aún en cuanto estima los daños, que según Le Parisien, que adelentó la noticia son elevados. Otro interrogante que despierta el ataque es el nivel de seguridad de un museo que alberga incontables obras de alto valor. El agresor, al parecer un hombre sin techo con trastornos psiquiátricos, logró atravesar los controles de seguridad sin que nadie detectara la cuchilla.
Los hechos ocurrieron a las 12h30, cuando el agresor se lanzó contra el cuadro. "El agente de vigilancia que estaba de ronda en el espacio donde se sitúa la obra alertó de inmediato al puesto de seguridad", explicó el museo. "Las cámaras permitieron localizar inmediatamente al individuo, que fue localizado con el cúter". Según el centro el agresor "no formuló ninguna reivindicación" antes de ser entregado a la policía... De acuerdo con Le Parisien, el hombre de 54 años solo formuló frases "incoherentes" y fue trasladado a un instituto psiquiátrico, donde se encuentra ingresado.
La institución ha abierto una "investigación interna" para determinar si hubo algún fallo de seguridad. Para ingresar en el museo, hay que pasar un control visual y un detector de metales, pese a los cuales nadie descubrió la cuchilla. El museo está en obras de renovación y se ha movido la entrada. El artista fue informado del siniestro y el cuadro trasladado a los sótanos del Pompidou. Mientras, será sustituido por otra obra de Buren.
Silvia Ayuso. París. El País, sábado 14 de septiembre de 2019

lunes, 23 de septiembre de 2019

Guédiguian en Venecia

Robert Guédiguian
La realidad contemporánea se infiltra en las obras de los viejos maestros del cine social. Uno de los personajes de Gloria Mundi, el nuevo filme del francés Robert Guédiguian, trabaja como conductor de Uber. En una secuencia de la película, presentada en la Mostra de Venecia, un grupo de taxistas decide apalearlo por su competencia desleal. Con el brazo roto, el chófer queda inhabilitado para conducir. Es el comienzo de una catástrofe personal para este joven padre de familia, acostumbrado a las largas jornadas laborales y obsesionado por obtener una puntuación de cinco estrellas de cada uno de los usuarios a quienes presta sus servicios. Sin conducir no puede trabajar. Y sino trabaja, tampoco cobra.  
Dejando atrás su conocida querencia por las luchas añejas de la clase obrera, Guédiguian denuncia ahora el nuevo dogma de la flexibilidad laboral en una película coral que describe una sociedad deshumanizada. Los individuos se han vuelto intercambiables. Ya no hay derechos sociales y las huelgas se han convertido en meros paripés. Los jóvenes son los peores: no dudan en enriquecerse a costa de los más débiles y tratan de perdedores a quienes han tenido peor suerte. Su máxima aspiración es convertirse en millonarios, como les aconsejo el presidente Emmanuel Macron, citado en una secuencia de la película. "No tenemos hijos porque queremos tener éxito en la vida", dice un personaje. Sus padres, hijos del 68, se han despolitizado. Ahora creen que la izquierda y la derecha son lo mismo. La actriz Ariane Ascaride, esposa y musa del director, interpreta a una mujer de la limpieza que ejerce de esquirol durante un parón sindical. Lo nunca visto en la obra de este antiguo militante del Partido Comunista Francés, cuyo cine parece ahora teñirse ahora de un pesimismo desesperado.
"En realidad hice la película porque me sacaba de quicio que todas estas cosas se den por normales, que se nos haga creer que estamos condenados a actuar de forma individualista y narcisista, a soñar solo con hacernos ricos y no con tener una seguridad sociedad universal", dijo Guédiguian  en rueda de prensa...
Álex Vicente. Venecia. El País, viernes 6 de septiembre de 2019

domingo, 22 de septiembre de 2019

El "dandy" de la política francesa: Cédric Villani

Cédric Villani
No son las 9 de la mañana y el mando del control de acceso a Notre Dame me ha enviado a dos gendarmes a preguntar al enjambre de periodistas qué hacemos allí. Temen una manifestación y sonríen relajados al saber que esperamos a Cédric Villani. Al poco se abre la puerta y el candidato a la alcaldía de París inicia, torero, el paseillo mediático en su primera rueda de prensa, en un café a dos pasos de su cuartel general.
Ya no lleva el pelo tan largo como cuando irrumpió en política. Un estudiado flequillo cae sobre sus cejas gruesas. Tiene la nariz aguileña y una barba rala sal y pimienta, que es como llaman los franceses a las primeras canas. Viste con todos los atributos que le han hecho famoso: traje de tres piezas con el reloj de bolsillo en el chaleco. Corbatín de nudo ancho con alfiler sobre camisa blanca y una araña de ocho centímetros en la solapa. Una pulsera de cuero en la muñeca izquierda es la única modernez de ese look de romántico del siglo XIX.
El aspecto no es lo único singular. Su curriculum es excepcional. No sólo es matemático de formación, dedicación profesional y trabajos publicados. Ganó en 2019 la medalla Fields, considerada el Nobel de esta ciencia. Presidió hace cinco años el comité de apoyo a Anne Hidalgo, alcaldesa de París. Luego se sumó a la ola que llevó a Emmanuel Macron al Elíseo.
Peleó por la nominación del partido presidencial como aspirante a la alcaldía de la capital. Los candidatos hicieron campaña pero, al final, la comisión de investidura, tras un examen oral de varias horas, se decidió por Benjamin Griveaux, fiel compañero del presidente desde el principio y exportavoz del Gobierno. El aparato se impuso ecomo en tiempos de la vieja política, antes de la era Macron. Sólo que Villani no ha pasado por el aro. Y va a ir por su cuenta. Las municipales son en marzo. Pero la batalla por París va a ser épica...
Griveaux que recibió hace poco el respaldo público del primer ministro Édouard Pilippe, hizo un llamamiento a la unidad:"Mis puertas están abiertas". Respuesta de Villani: "Las mías también".
Dicho con sonrisa vacilona, en este café de la rue Arcole. El candidato ha subrayado el simbolismo de la ubicación de su oficina electoral:"Junto a Notre Dame, en la isla de la Cité, con el Ayuntamiento a dos pasos y en una calle con nombre evocador". (Arcole es una batalla ganada por Napoleón, que dio a la Francia revolucionaria el dominio del norte de Italia. Bonaparte, joven general a las órdenes del Directorio, se abrió paso enarbolando una bandera, en el combate por un puesto estratégico. Pudo morir peroo cambio la Historia). "Arcole evoca la conquista, el dinamismo y el espíritu positivo que va con ellos", dice el candidato rebelde. . .
Iñaki Gil. París. El Mundo, sábado 21 de septiembre de 2018 

sábado, 21 de septiembre de 2019

La Roche-Guyon

La Roche-Guyon
La Roche-Guyon tiene el privilegio de ser la única localidad de toda la región parisina que luce la etiqueta de "Los más bellos pueblos de Francia". Está situado a la orilla de uno de los múltiples meandros del Sena, pero lo que más impresiona a la llegada es el castillo adosado a un acantilado de caliza, y en la cima, el torreón de la antigua fortaleza situada en un lugar estratégico para hacer frente a las ambiciones del ducado de Normandía.
El pueblo debe su nombre a los antiguos dueños del castillo medieval, La Roche de Gui, que ocuparon sus dependencias durante más de 300 años, hasta mediados del siglo XV. Desde la torre se divisa una vista sin igual del zigzaguear del río Sena y se asciende por una escalera subterránea de 250 escalones cavados sobre la roca para acceder al espectacular castillo del siglo XVIII que el mariscal Rommel convirtió durante su estancia  en Francia, a partir de febrero de 1994, en sede de su estado mayor.
La Roche-Guyon ha inspirado a escritores ilustres como Víctor Hugo y Lamartine. Pintores como Monet, Pissarro, Renoir, Cézanne y Braque, han plasmado su belleza arquitectural en sus cuadros. El historietista belga Edgar P. Jacobs eligió La Roche-Guyon como escenario de una de las aventuras de Blake y Mortimer en La trampa diabólica. El castillo ha vivido numerosas modificaciones lo que permite un viaje a través del tiempo de la mano de los distintos estilos arquitectónicos, desde su torreón medieval a las caballerizas del siglo XVIII, desde los primeros espacios troglodíticos (en algunos casos reconvertidos hoy en garajes), al huerto experimental de los Lumière. Este ha sido recientemente restaurado según los planes de 1741 que describían estructura y plantaciones, para recuperar su primera vocación de huerto experimental, dedicado al cambio de técnicas de cultivo y a la dimensión social de la alimentación.
La iglesia, construida en dos tiempos a causa de la ocupación inglesa durante la Guerra de los Cien Años, o el sistema hidráulico, que durante los últimos cuatro siglos ha suministrado agua al castillo, son otros de los múltiple encantos de este pueblo, uno de "los más bellos de Francia".
Asunción Serena. La Voz de Galicia, sábado 31 de agosto de 2019. 

viernes, 20 de septiembre de 2019

El teatro Châtelet recupera su lustre

Teatro Châtelet. (Foto, Franck Bohbot)
Châtelet recupera su lustre. Sí, su araña (lustre, en francés) y el halo luminoso original,  entonces de gas, hoy de LEDs. Y los estucos originales, y las cuatro estatuas del balcón y ... Una restauración que ha costado 32,3 millones de euros al Ayuntamiento de París que lidera Anne Hidalgo. Châtelet espera recuperar su lustre, su brillo, su esplendor, El inaugural, en tiempos de Napoleón III y Eugenia de Montijo. Y el vanguardista, en 1917 con el mítico Parade, del padre de los ballets rusos, Diaghilev, que ha inspirado el espectáculo de reapertura.
Châtelet es el buque insignia de la política cultural del ayuntamiento de París, con vocación de influir en la vida de la capital. Christophe Girard, adjunto para al cultura de Hidalgo, nos lo explicaba en el hall del céntrico local hace unos días mientras los obreros daban los últimos martillazos.
Recordaba que Jacques Chirac (alcalde antes de ser presidente) quiso hacerle competencia a la Ópera Nacional. Eran tiempos de representaciones de vanguardia. Un modelo que Alberto Ruiz Gallardón quiso para Madrid, primero con los Teatros del Canal.
La marca cultural parisina se pretende participativa, mestiza y moderna. Para eso ha puesto su programación en manos de Thomas Lauriot, cuyo último destino fue la Monnaie en Bruselas, y de Ruth Mackenzie que ideó la olimpíada cultural de los Juegos de Londres (2012) una vez fue au pair en París
Iñaki Gil. París. El Mundo, 16 de septiembre de 2019

jueves, 19 de septiembre de 2019

El colgajo: sobrevir a Charlie Hebdo

Philippe Lançon.   (Foto, J. Galisson/Starface)  
Philippe Lançon (Vanves, Francia; 1963) habla de recuerdos lejanos en tercera persona, como si fueran de otro. Y en su caso la consigna de Rimbaud cobra brutal literalidad, porque lo es.
Es otro desde la mañana del 7 de enero de 2015, cuando el azar quiso que el escritor, cronista y crítico literario dirigiera su bicicleta primero a la redacción de Charlie Hebdo antes que a la de Libération, sus dos lugares de trabajo, para sumarse a la habitual reunión de consejo de los viernes del semanario satírico. Todo fue como de costumbre, hasta que los fusiles kaláshnikov de los hermanos Kuachi sembraron el terror. Casualmente Lançon se disponía a cambiar de vida, había aceptado una invitación de la Universidad de Princeton (EEUU) para dar clase, ya tenía el pasaje a Nueva York, donde lo esperaba Gabriela, su novia chilena. Pero lo que cambió entonces a sus 51 años fue todo.
Eso es lo que narra Lançon en El colgajo (Anagrama ), el superviviente de la masacre de Charlie Hebdo que convierte en literatura íntima, sin ficción y de implacable belleza el infierno que pasó entonces y el de los nueve meses de hospitalización, curas y operaciones reconstructivas para reparar lo que se había llevado la bala: su mndíbula inferior y su boca. La obra, durísima y a la vez sutil, sin pizca de odio ni grandilocuencia fue publicad en Francia por Gallimard como Le Lambeau y se convirtió en el libro de 2018, con más de 300.000 ejemplares vendidos, los Premios Femina y Especial Renaudot y múltiples traducciones. 
Ese otro Philippe Lançon en un pasaje, lleno de tubos y cánulas y que sólo puede comunicarse con una pizarra, se sabe incapaz de emitir juicio, porque "el nervio que me unía a la facultad de juzgar parecía cortado, como el que me unía a la memoria". Un crítico literario y teatral que ya no puede juzgar ni criticar parece un contrasentido, pero eso es El colgajo, una valiente e íntima suspensión del juicio ante el horror. " No es el cirujano ni el fisioterapeuta ni el psicólogo ni tampoco la escritura de este libro lo que reconstruye eso, sino el tiempo", dice. "Eso es la vida, la capacidad de juzgar, burlarse, decir tonterías"...
Matías Néspolo. Barcelona.El Mundo, miércoles 4 de septiembre de 2019.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Los españoles que liberaron París

Homenaje a la Nueve. (Foto, Santi Donaire)
Sonó el himno de Riego. Y el Ay Carmela. Y ondearon banderas republicanas.También de la CNT. Pero sobre todo sonaron los homenajes. El reconocimiento oficial francés y español, ahora sí, de que el 24 de agosto de 1944, hace ahora 75 años, un puñado de españoles, los miembros de La Nueve, soldados republicanos que se unieron a las filas aliadas bajo el mando del general Leclerc para combatir el fascismo y el nazismo en Europa, fueron los primeros que entraron en París para liberar la capital y dar la esperanza al mundo entero de que los totalitarismos estaban de retirada. Una gesta, como reconocieron ayer las autoridades francesas y españolas, demasiado tiempo olvidada. Asistieron varios centenares de hijos y nietos de republicanos, de españoles exiliados, refugiados o emigrados, y la alcaldesa de la ciudad Anne Hidalgo. 
"Los libros de texto borraron la presencia de españoles, de nuestros brigadistas internacionales, del papel que jugaron en la defensa también en Europa, en la defensa de los ideales que hoy sostienen el mundo", dijo la ministra de Justicia en funciones", Dolores Delgado. 
Silvia Ayuso. París. El País, domingo 25 de agosto de 2019.

martes, 17 de septiembre de 2019

La caverna infinita

"Sobre la sombra que yo soy gravita/ la carga del pasado. Es infinita". Esos dos versos extraídos de un soneto de Jorge Luis Borges, iluminados en un oscuro pasillo, dan comienzo a la insólita exposición veraniega que el Centro Pompidou dedica a la relación entre el arte moderno y contemporáneo y el concepto de prehistoria. Junto a ese poema aparece un cráneo del hombre de Cromañón, descubierto en 1868, que convive con El tiempo, extraña acuarela sobre gasa y yeso que pintó Paul Klee mientras el continente se enzarzaba en guerras autodestructivas. La yustaposición conduce al visitante hacia el abismo temporal que debieron de sentir los artistas nacidos en el último tercio del siglo XIX, cuando la vida humana en la planeta empezó a contarse en millones de años, a medida que eran descubiertos los primeros objetos simbólicos del Paleolítico.
La tesis de la muestra es que ese constructo cultural al que seguimos llamando prehistoria, cúmulo imaginario de realidades distintas y episodios diacrónicos, constituye la matriz conceptual de la que surgirá el arte moderno. La ruptura con el viejo esquema historicista, que llevaba a pensar en un pasado poblado por quimeras gigantes, marca una separación en la psique del artista. El estudiado profundizado de este preámbulo brumoso, que dota al hombre de un origen científico pero sigue sin resolver el misterio de la existencia, funcionará como "un motor de pensamiento" para los impulsores de las vanguardias, en palabras de la comisaria de la muestra parisiense, Cécile Debray, actual directora del Museo de la Orangerie. La exposición eleva a los artistas al rango de "coproductores" de la noción de prehistoria junto a la comunidad científica. Con esa actual temporalidad llega una nueva manera de entender el mundo y la condición humana. El arte y sus representaciones no quedaran al margen de ella...
Álex Vicente. El País, sábado 17 de agosto de 2019 

lunes, 16 de septiembre de 2019

Los años más bellos de nuestra vida

Fotograma de Los años más bellos de nuestra vida
Claude Lelouch:"No soy un director de cine, soy un director de vida". El 13 de septiembre se estrena en nuestro país Los años más bellos de nuestra vida, una nueva actualización de la mítica Un hombre y una mujer . "Quedaos con su nombre porque no volveréis a oír hablar de él". Así castigaba Cahiers de Cinéma en 1960 Le propre de l'homme, el debut como director de Claude Lelouch (París, 1937). Medio centenar de películas  laureadas después protagonizadas por el olimpo del cine francés -Catherine Deneuve, Yves Montand, Jean-Paul Belmondo, Fanny Ardant y Jacques Brel, entre otros-, aquel vaticinio no solo erró sino que ha significado un acicate en la carrera de un director para el que el único critico que importa es "el paso del tiempo". De esa materia, el devenir, está hecha su última película, Los años más bellos de nuestra vida. La propuesta recupera a los actores y los personajes interpretados por los octogenarios Jean-Louis Trintignant y Anouk Aimée 53 años después de Un hombre y una mujer (1966) con la que consiguió la Palma de Oro en Cannes y dos Óscar (Mejor filme extranjero y Guión Original).
P.-: ¿Por qué ha vuelto a retomar esta historia de amor?
R.-: Porque cuando lo hice en 1986 (año en se estrenó la secuela Un hombre y una mujer: 20 años más tarde ) fue demasiado pronto. Ahora el contraste visual resulta más fuerte. Quería rodar una película sobre el paso del tiempo y la fuerza del presente, así que hacía falta que los personajes reflejarán en sus rostros los surcos de sus vidas. Era el momento ideal para reflexionar sobre mi tema favorito: la vida, con todos sus fallos y contradicciones (...) Quería mostrar que tenemos derecho a la felicidad en todas las edades. Es una película muy positiva, muy luminosa. Confirmo la frase de Víctor Hugo, que dice: "Los años más bellos de una vida son aquellos que todavía no hemos vivido". Soy un fanático del presente...
Begoña Donat. El Cultural, 8-9-2019.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Édouard Louis: "La izquierda dejó de hablar del sufrimiento de clase"

Édouard Louis.  (Foto, Sebastian Kim)       
Este muchacho de 26 años, nuevo azote del poder, insobornable, que apareció en nuestras vidas con una primera novela autobiográfica renunciando a su identidad no solo de género sino filial, desnudando sus origines familiares de miseria, racismo, violencia machista, alcoholismo, y fue nominado por la Academia Goncourt (categoría novel). Que luego desentrañó las causas que llevaron a un desconocido a violarlo e intentar asesinarle, para culpar de ello al poder político, al bulldozer derechista disfrazado de liberal, a los Macron, Trump, Boris Johnson y "demás clones"; el pequeño Eddy el fagot (homosexual), convertido en el escritor Édouard Louis, es un chico dulce, de cabello rubio, y ondulado, que aparece en mi pantalla (entrevista vía Skype) en blanco monocromo.
Enseguida lo adopto como hijo deseable y, a golpe de preguntas, penetro en la violencia que lo alimentó desde mucho antes de haber nacido. Octubre de 1992, comuna de Hallencourt, población obrera al norte de Francia y votante Le Pen en su 55%, últimos comicios. Louis (antes Bellegueule, con quien acabó en su novel entrega, (Para acabar con Eddy Bellegueule), doctor en sociología, licenciado en Historia por la elitista ENS-París, novelista, ensayista, traductor y actor teatral, abandera una suerte de nueva corriente de literatura vérité que utiliza la experiencia biográfica para sacudir la conciencia dormida de la izquierda y los literatos de salón perdidos en cuestiones estéticas (Houellebecq y compañía, señala).
El niño Eddy que llamaba a la puerta de los vecinos para comer a fin de mes, que recuerda la primera vez que el Estado procuró a su padre una visita médica y, también, cuando las leyes Sarkozy le obligaron a ser barrendero público a consecuencia de un accidente laboral, se ha convertido en un acontecimiento intelectual en Francia. Quien mató a mi padre, que publica Salamandra, ha sido contestada por el propio presidente Macron: 90 páginas que no dejan ni levantarte al baño, obligando al lector a "cruzar la destrucción de mi padre , en dos horas sin escapatoria , como en una tragedia griega"
-"La política no decide la vida de los ricos, pero si la  pobres". ¿Por qué algo tan simple nos sorprende tanto?
- Porque estamos acostumbrados a que la política nos mienta, un político jamás dirá que le importa un rábano que los refugiados mueran, que es lo que de verdad siente. Para los pobres la política es una cuestión de vida o muerte, que decide que el 50% morirá antes de los 65 años y será altamente propenso al suicidio, y a la enfermedad crónica, que si eres mujer estarás expuesta a la violencia machista; y si eres árabe al tiro de un  policía. La política asegura y protege la vida de unos colectivos e ignora la de otros. Cuando llegué a París, la gente me decía que me exaltaba argumentando, que era un radical. Claro, había conocido en mi propia carne cómo la política  te posibilita o impide ir al médico o te quita cinco euros al mes que para los ricos no es nada, pero para mí significa tener o no la pasta y el tomate que comeríamos durante dos días". (...)
Elena Pita. El Mundo, domingo 1 de septiembre de 2019

sábado, 14 de septiembre de 2019

Aroma de verano imperial

"Ya no hay emperadores en Europa, ahora son políticos
electos..."
En 1830 Victor Hugo declaró que esperaba fervientemente que "Biarritz nunca se pusiera de moda ". Hoy nadie hace surf como en la costa vasca francesa, que combina su linaje aristocrático con el espíritu bohemio. La vida sigue en el Hotel du Palais.
Nunca han visto los "biarrots" tanta concentración de poder en su tierra como en estos días. Ni siquiera en los tiempos en que Francia era un imperio y Napoleón III hizo de este antiguo pueblo de pescadores de la costa atlántica su lugar de veraneo. Lo que resulta más sorprendente es que el emperador durante los muchos años que pasó aquí los meses de julio y agosto junto a su esposa, la emperatriz Eugenia de Montijo, tomaba baños en estas aguas en medio de la multitud, casi como uno más. Y se paseaba por estas avenidas que el mismo mandó pavimentar y embellecer. Se trata de las mismas aguas y las mismas calles que hoy están tomadas por los buzos de las fuerzas especiales, francotiradores y todos esos profesionales bien entrenados que se ocultan tras la conocida frase  "un formidable dispositivo de seguridad". Ya no hay emperadores en Europa, ahora son políticos electos, pero con auténticas guardias pretorianas que los protegen. Curioso mundo.
La celebración de la cumbre  del G-7 convierte Biarritz estos días en un verdadero búnker. Ha colocado la ciudad del suroeste francés en las primeras páginas de diarios de todo el mundo y la ha sacado de la dulce rutina de esos veranos más acostumbrados a acoger turistas y surfistas que reuniones de políticos. La elección del Gobierno francés demuestra la asombrosa capacidad de este municipio de menos de 25.000 habitantes para reunir a personas influyentes, no importa el siglo en que estemos. "Su principal emblema, el Hotel du Palais, el que fuera hogar de Napoleón III y Eugenia de Montijo, ha alojado a la reina Isabel II , a la reina Victoria, al zar Alejandro II de Rusia y a Sisi Emperatriz entre otros. Ahora los mandatarios más poderosos del mundo hacen de nuevo suyo este palacio, demostrando un verano más la soberanía de Biarritz". Quien así habla es Joanes Mathiuet, fundador y director de Basque Luxury, la prestigiosa asociación de empresas del sector del lujo del País Vasco. Conoce bien no solo la mítica dirección, también los muchos atractivos de una región que parece estar viviendo una nueva época dorada:"Los cambios políticos ha sido importantes, también el posicionamiento de San Sebastián  como capital culinaria y, en general, un nuevo enfoque basado en la riqueza cultural y gastronómica de la zona capaz de atraer a un visitante de alto nivel". Para el número creciente de viajeros americanos, australianos y asiáticos que visitan Biarritz, el arco vasco, de Bilbao a Biarritz, funciona como un todo. "Desde el punto de vista de destino turístico, no hay fronteras", señala Mathiuet...
Vicky Vilches. Fuera de serie . El Mundo, sábado 24 de agosto de 2019

viernes, 13 de septiembre de 2019

Le Puy du Fou desembarca en Toledo

Puy du Fou en Toledo
El tiempo apremia. El 30 de agosto estrenan El sueño de Toledo, un espectáculo que recorre unos 1.500 años de la historia de España, desde los visigodos hasta bien entrado el siglo XX y que será el primer paso del parque temático sobre la historia que la compañía francesa Puy du Fou abrirá, en 2021, en Toledo, a semejanza del que ya tiene en la comarca de La Vendée, al oeste de Francia. Solo hasta esa fecha, la empresa gastará 183 millones de euros.
"No somos historiadores", advierte el consejero delegado de Puy du Fou en España, Erwan de la Villéon. "Queremos que la gente salga de aquí queriendo saber más de su historia y sintiéndose orgullosa de sus antepasados", añade. Lo cierto es que, a priori, todo resulta un poco confuso: desde el gigantesco escenario (de cinco hectáreas, con 3.900 metros cuadrados de decorado) hasta los actores que corretean distancias de decenas de metros detrás de Nicolas de Villiers, presidente de Puy du Fou y director creativo de todo el invento, que les va dando indicaciones, mientras suena por megafonía una voz en off que entrelaza una narración con fragmentos del Quijote (..."non fuyades cobardes y viles criados, que un solo caballero es el que os acomete...") y de La vida es sueño, de Calderón de la Barca (una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño...).
"Hasta que no vi el producto de Francia no me pude hacer a la idea de lo que era y lo que no: aquí no estamos hablando de un espectáculo de historia, de un libro de historia, sino de un homenaje a la historia", explica Jesús Carrobles, director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y uno de los especialistas que han asesorado para hacer el guión del proyecto, en el que la acción de los actores y los jinetes va acompañada de diálogos pregrabados (el actor José Luis Gómez será uno de los que ponga su voz), música y proyecciones. "Lo que tenemos que hacer es dar las bases para que el producto sea de calidad, sea creíble y sobre todo, que tenga una lógica con el pasado, que no se digan barbaridades", añade...
Allí llevan trabajando 2.000 obreros para terminar los aparcamientos, la zona de restaurantes (todo es de época) y ese escenario de cinco hectáreas donde se ofrecerán las primeras 15 representaciones de El sueño de Toledo de una hora y cuarto de duración y entradas de 24 y 30 euros, el año que viene habrá más...
J.A. Aunión. Toledo. El País, miércoles 21 de agosto de 2019

jueves, 12 de septiembre de 2019

Ciudadanos. Una crónica de la Revolución francesa

 Simón Schama alcanzó celebridad por su disección del Siglo de Oro de la cultura holandesa publicada en 1987 bajo el sugestivo título The Embarrassement of Riches. Su segundo éxito editorial fue la obra que ahora nos ocupa, publicada en 1989 y que ha tardado 30 años en aparecer en España. Y ello a pesar de las entusiastas adhesiones que suscitó en su día: Richard Cobb, Bernard Levi, Antonny Beevor, George Steiner, etcétera.
En cualquier caso lamento no poder sumarme a esa lista de fervorosos partidarios, pese a reconocer sus indudables méritos, singularmente el sobresaliente esfuerzo de erudición, el perfecto conocimiento de los aspectos más o menos controvertidos, el loable intento de no dejarse arrastrar por posiciones extremas, la inclusión individualizada de los personajes secundarios y de los distintos grupos en presencia, la atención a las preocupaciones cotidianas de los hombres y las mujeres que vivieron los episodios revolucionarios, la brillante pluma que dota de prestigio literario a la narración. 
Y uso este último término con propiedad porque, como el autor declara desde el primer momento, su obra es un relato que asume las formas de las crónicas del siglo XIX. Así, recogiendo literalmente sus propias palabras, el lector puede saber desde la página 25 qué clase de libro tiene entre las manos:"Apenas necesito señalar que lo que sigue no es ciencia. (...) Aunque de ningún modo es ficción (pues no hay invención intencionada), puede impresionar al lector como relato más que como historia. Se trata de un ejercicio de descripción viva, un diálogo con la memoria de 200 años sin ninguna pretensión de cerrar definitivamente el tema".
En una serie de acontecimientos que abarca todas las regiones de Francia y que se extiende al menos a lo largo de 5 años muy intensos y llenos de acontecimientos, una crónica tiene naturalmente que escoger bien  sus temáticas y sus personajes. En este sentido, el autor se decanta por poner en primer plano los asuntos más sugerentes para un público, unos muy conocidos (el collar de María Antonieta), otros muy poco tratados y por eso más sorprendentes (el elefante de yeso de la Bastilla), otros muy insólitos  (como la visita del sacerdote Talleyrand a Voltaire, el incansable debelador del "infame" catolicismo). Sin embargo de esta misma elección se deriva una narración algo caótica que pasa de una temática a otra sin un hilo conductor suficientemente nítido, que se adorna de una proliferación de nombres propios que poco dicen a quien no este muy familiarizado con el contexto general y sobre todo que muchas veces deja en penumbra las grandes transiciones entre una etapa y otra en el transcurso de la revolución (...).
Carlos Martínez Shaw. El País, Babelia, 24 de agosto de 2019