jueves, 31 de mayo de 2018

Fred Vargas, Princesa de Asturias

Fred Vargas
Las novelas de Fred Vargas no se parecen a nada. Igual que la biografía de esta escritora de 
novela negra, que ganó el Premio Princesa de Asturias de las Letras, tampoco se parece a la de ninguna otra escritora. Fred Vargas el seudónimo literario de Frédérique Audoin Rouzeau (París,1957) una arqueozoóloga que hasta 2005 compatibilizó sus investigaciones científicas -es una de las mayores expertas mundiales en la peste negra en la Edad Media- con la construcción de una poderosa y original obra narrativa. El jurado destacó su combinación de "intriga, acción y reflexión  con un ritmo que recuerda la musicalidad característica  de la buena prosa en francés" y cómo ha sumado al género policíaco "brillantemente, novedosas piezas, atmósferas y espacios hasta componer una obra de proyección universal".
Pese a su indiscutible fama y a que sus novelas pueden encontrarse en Francia en cualquier lugar, de librerías a gasolineras, es una escritora esquiva que concede muy pocas entrevistas y de escasas apariciones públicas. Se ha mantenido durante muchos años alejada de los medios aunque acudió a la Semana Negra de Gijón en 2009...Cuánto más ha ido creciendo su éxito literario más se ha recluido, aunque últimamente ha realizado varias apariciones en la prensa francesa, tal vez arrastrada por su última novela, Cuando sale la reclusa, que la convirtió en la autora francófona más leída en 2017, según la clasificación de L'Express, RTL y Tite Live.
Pero el éxito de sus libros no debería medirse por ventas -también importantes en España gracias al tesón de su editorial Siruela, y las cuidadas versiones de su traductora, Anne-Hélène Suárez Girard-, sino a la capacidad que tiene de enganchar a los lectores con historias sorprendentes, que no son siempre fáciles de seguir desde el principio...
Sus libros mezclan la ciencia y la historia. Aparecen animales e investigaciones que remiten al pasado. Cuando sale la reclusa, uno de sus trabajos más logrados y punto de partida para conocer su obra, es un buen ejemplo. Resulta difícil escribir sobre ella sin revelar nada de una trama llena de sorpresas, pero puede decirse que refleja una sensibilidad para describirlos problemas del mundo contemporáneo, en este caso la violencia contra las mujeres..
Guillermo Altares. Madrid. Viernes 25 de mayo de 2018

miércoles, 30 de mayo de 2018

Para ganar el Roland Garros

Mario Trungelliti en Roland Garros
Mario Trungelliti, era, hasta ayer, un tenista anónimo. Un total de 28 años, 190º del mundo y sin título alguno en su expediente. Su mejor ranking, el puesto 126, data de 2016. Argentino, nació en Santiago del Estero, una provincia del norte del país. Ahora reside y se entrena en Barcelona, y su nombre sacudió este lunes el estadio de Roland Garros de París porque irrumpió desde la nada para protagonizar una de esas hermosas historias que regalan de vez en cuando los Grand Slam. El domingo a mediodía, Marco Trungelliti recibió una llamada. Su intención inicial era poner rumbo a Vicenza (Italia), donde iba a disputar un challenger  después de caer en la última ronda de la fase de la clasificación de Roland Garros, el jueves frente al polaco Hubert Hurkaez (6-3, 4-6 y 6-4). . Sin embargo, la salida del cuadro principal del australiano Nick Kyrgios por la lesión le abrió las puertas del grande francés de par en par. Ahora bien, en su condición de lucky loser- los perdedores afortunados, el banco de reservas de los torneos- debía completar una doble misión: con un margen  mínimo, debía desplazarse de inmediato hasta París y llegar a tiempo para cumplir la normativa y poder jugar la primera ronda contra el australiano Bernard Tomic.
Y Trungelliti, de 1,80 metros, barbudo y melenudo de sonrisa fácil, uno de esos tenistas que juegan con el corazón, llegó a tiempo. Recorrió en un coche alquilado 1.000 kilómetros, en poco menos de 10 horas, y llegó a la capital francesa de madrugada, junto a su madre Susana y su madre André. Luego estampó su firma, se vistió de corto y se plantó en la pista nueve del complejo, a las once de la mañana. Y claro, por eso de no desaprovechar la gran oportunidad, venció: 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4 (en 2h54 minutos). De la transparencia mediática a la fama en menos de 24 horas...
Alejandro Ciriza. París. El País, martes 29 de mayo de 2018 

martes, 29 de mayo de 2018

Rodin, el clásico moderno

El beso de Rodin junto a una escultura de uno de los
frontones del Partenón
Alabado como uno de los grandes escultores de la modernidad, el francés Auguste Rodin (1840-1917) bebió copiosamente de las fuentes del imaginario clásico. Una de sus principales inspiraciones fue Fidias, autor de las estatuas del Partenón, muchas de las cuales se custodian en el Museo Británico. Hasta el 29 de julio, la institución londinense ha colocado ambas producciones juntas con el fin de poner en relevancia sus diferencias y semejanzas. En paralelo a esta muestra, Rodin y el arte de la Antigua Grecia, la editorial Periférica ha publicado El vestido azul, de Michèle Desbordes, novela sobre una mujer, Camille Claudel, que fue mucho más que el personaje que la historia escribió de ella: el de pupila y amante del genio.
Silvia Hernando. E País Semanal, domingo 20 de mayo de 2018

lunes, 28 de mayo de 2018

Caras y lugares

Caras y lugares
Armada con una ligerísima cámara Mini DV, Agnès Varda logró con Los espigadores y la espigadora (2000), uno de esos trabajos que, bajo su modestia militante, sembraban la posibilidad de un cine futuro sin olvidar la memoria del medio: incluso los cronogramas precinematográficos de Étienne-Jules Marey eran invocados en la libérrima estructura de una película entendida como cuaderno de notas abierto al azar. La cineasta registraba la anticipación de un porvenir colectivo, definido en la precariedad, al filmar a quienes subsistían recogiendo las obras de la sociedad del exceso y se autorretrataba como una espigadora de imágenes, capaz de articular sentidos a partir de la heterogeneidad de los materiales encontrados. Integrada en el relato, Varda reflexionaba sobre el paso del tiempo, daba rienda suelta a su capacidad para el juego y se revelaba como gran retratista al natural: alguien capaz de escuchar y extraer la esencia de quienes se colocaban frente a su objetivo.
Caras y lugares parece una consecuencia natural de ese trabajo: la asociación creativa entre la cineasta y el artista JR -cuya obra se fundamenta en la colocación de fotografías de grandes dimensiones sobre espacios públicos- coloca el foco sobre uno de los múltiples rostros de una obra tan rica como Los espigadores y la espigadora, al explorar la fusión entre territorios y las identidades que los habitan. La película es así un nuevo cuaderno de viaje, cuyas estaciones de paso van siendo transformadas por instalaciones artísticas efímeras que siempre están al servicio de una idea pertinente, el recuerdo de una ausencia o una reivindicación...
Jordi Costa. El País, viernes 25 de mayo de 2018

domingo, 27 de mayo de 2018

Los intelectuales y España: Alain Minc

Sería difícil destacar alguna faceta de Alain Minc (París,1949) sobre las otras: ensayista, directivo, economista, intelectual...Un día hace años, recibió la visita de un joven en busca de consejo. Era Emmanuel Macron. Le preguntó sobre su futuro y le respondió que sería presidente. Consejero de Caixabank y otras enpresas espñolas, conoce muy bien nuestro país y ve en Rivera parte de lo que entonces vio en Macron.

P.- En un artículo que escribió en 2013, ya advirtió de los peligros del llamado "procés".
R.- La verdad es que a veces es fascinante contemplar un suicidio en directo. Pero sin duda, lo más sorprendente fue el resultado electoral de las elecciones de diciembre. No solo quedó en evidencia que la sociedad catalana está totalmente dividida sino que la pasión también puede imponerse a la lógica. 

P.- En realidad ya había pasado algo parecido con el Brexit en Reino Unido.  
R.-No es igual...Es algo mucho más profundo. Y por lo tanto, más preocupante. Le recuerdo que hasta el nacionalismo moderado siguió votando por los partidos independentistas sabiendo que romper España significaría abandonar la UE porque ningún estado europeo reconocería la independencia. Es que sería el fin de la Unión Europea. Y desde luego, fuera de España y de Europa, Cataluña no sería como Singapur, como predican algunos nacionalistas. La decadencia sería dramática como ya se vió en octubre. Estoy en el consejo de Caixabank y como otras muchas empresas tuvimos que cambiar nuestra sede.

P.- Entonces el nacionalismo catalán no es populismo al uso.
R.- Es muy diferente. ¿Cuál es la raíz común de todo populismo? (Ya sea el Brexit, Trump u Obama). El rechazo a las élites. Y eso precisamente no se da en Cataluña porque hay élites muy implicadas en el procés.

P.- ¿Cree que el Gobierno español ha actuado correctamente? 
R.- En su actuación se pueden apreciar dos periodos. Me parece que empezó a actuar bien después del referéndum ilegal del 1 de octubre. Pero durante todo el año previo actúo con demasiada complacencia con el nacionalismo, diletante, evitando tomar decisiones cuando la solución aún era posible. Lo único que consiguió Rajoy con esa actitud fue que aumentara la presión en Cataluña. 

P.-Hay quien opina que el Rey Felipe fue demasiado vehemente en su discurso después del 1 de octubre.
R.- Es que la agenda de un Rey está muy clara: unidad, unidad, unidad...Hasta la reina de Inglaterra mandó un mensaje indirecto a propósito del referéndum de Escocia.

P.-¿Se atreve  a hacer algún pronóstico?
R.- Creo que habrá un largo bloqueo. Y alguien, en algún momento, tendrá que buscar una solución política. Quizás habría que cambiar la Constitución. O propiciar una reforma encaminada al federalismo. Pero ¿quién lo liderará?Eso no entra entre las funciones del Rey Felipe. Y dada la actitud diletante del señor Rajoy , parece que tampoco está entre sus planes. Habrá que esperar a que Albert Rivera llegue a la Moncloa. 

P.- Parece convencido de que Ciudadanos ganará las próximas elecciones.
R.- Lo creo. Y lo deseo. Rivera -antes que Emmanuel Macron- inventó lo que yo llamo populismo mainstream (que puede traducirse como mayoritario, dominante o buen visto)....

Emilia Landaluce. El Mundo, sábado 12 de mayo de 2018

sábado, 26 de mayo de 2018

Noche entre 4.500 libros

Dormir entre libros.  Suite de la Librería de la Rue Caffarelli.
En 1919 Sylvia Beach fundó Skakespeare and Company, la librería más famosa de París, primero en la Rue Dupuytren y luego en la Rue de l'Odéon. Lo hizo con el ánimo de que escritores extranjeros y lectores encontraran en la capital francesa novedades en inglés y un lugar de reunión.También fue editora y entre sus mayores riesgos  (o sus logros) quedará para la historia el haber editado el Ulisses de Joyce. Beach murió en 1962, y el fondo y el nombre del librería fueron adquiridos por George Whitman, que la traladó a su ubicación actual, en el Barrio Latino, junto al Sena, a la sombra de Notre Dame. Todavía hoy tiene una cama en la planta de arriba, tal vez como emblema de lo que fue durante años, refugio para todo tipo de escritores, tormpetistas, noctámbulos y poetas sin obra que pernoctaron en ella convirtiéndola por momentos en un hospicio digno de Dickens. Pues bien, sirva este preámbulo para constatar que hoy, casi cine años después, a Sakespaere and Companys ke ha salido competencia en su faceta de albergue. Porque en París existe otra librería en la que se puede pernoctar, sea uno o no artista: La Librairie. Se trata de uno de los dos alojamientos en funcionamiento de Paris Boutik, un nuevo concepto de hotel ideado por David Lecullier , cabeza visible de un proyecto que está dando mucho que hablar y que despierta admiración en clientes y revistas especializadas de todo el mundo. 
La idea es restaurar establecimientos tradicionales que hayan quedado en desuso y convertirlos en alojamientos. "Las tienda de París forman parte del carácter de la ciudad, le dan personalidad y nos disgusta verlas desaparecer. Decidimos convertirlas en suites conservando su esencia, para así revalorizar los barrios y proponer una experiencia parisiense única", dice Lecullier. Para llevar a cabo la restauración de los espacios se ha contado con Aurélie Cattelain y Clément Karam, del estudio de diseño de interiores CFK.
La Librairie de la Rue Caffarelli (que en su día fue una librería de viejo), es un espacio a pie de calle que en su día fue muy acogedor. Se duerme y se vive en una gran biblioteca entre unos 4.500 libros, en la que cualquier letraherido sin rumbo encontrará el norte. También hay todo tipo de servicios ( máquina de café, fregadero, minibar gratuito) en un interior de 45 metros cuadrados pensado para cuatro personas...La Librairie se encuentra en el Marais alto, un barrio con reclamos constantes y clásicos de la gastronomía como el cuscús de Chez Omar, el colorista Marché des Enfants Roouges o el refinado Café Charlot, los tres en la Rue de Bretagne. Además de comercios delicados como Papier Tigre o Bibi Idea Shop, aplaudidas firmas de moda ( Études, Cuisse de Grenouille, Commune de París, Mont Saint-Michel) o fromageries  como La Petite Ferme d'Ines Slimania...
Use Lahoz. El Viajero. El País , viernes 23-03-18

viernes, 25 de mayo de 2018

Serrat vuelve al Olympia de París

Serrat en el Olimpia de Paris
Los hechos y las señales pueden leerse bajo la superstición del azar. Pero quienes prefieren creer en el sutil trazo del destino, podrán apreciar las cuantiosas sorpresas que deparó la presentación de Joan Manuel Serrat en el Olympia de París. La primera de todas ellas aconteció el viernes en el Instituto Cervantes de Francia, cuando el cantante se encontró cara a cara con sus fans, evocó los viejos tiempos en la Ciudad Luz y al bajar del escenario descubrió a Paco Ibañez entre el público. Se abrazaron y luego Paco me dijo: "Es una gran alegría encontrarme con Juan en París 40 años después. Entonces teníamos 20 y estábamos llenos de fuerza y de ilusiones". Serrat lo había mencionado un par de veces, sin sospechar que su viejo amigo lo estaba escuchando. Como para muchos españoles de la posguerra y de aquella nación tan oscura de Francisco Franco, para estos dos poetas populares cruzar la frontera era dejar atrás la represión y alcanzar los colores y la libertad...
"El mundo ya no es el que era", admite Serrat, aunque el nombre de su trabajo Mediterráneo, sugiera volver al principio... Se esperaba un público más frío en París pero lo cierto es que cuando Serrat comenzó a interpretar, sin solución de continuidad, una tras otra las canciones de Mediterráneo da capo, la sala Olympia se estremeció con aplausos y ovaciones. Resulta muy conmovedor ver aun hombre ya curtido por la vida y los años interpretando los versos  de un muchacho esperanzado y rebelde; parece aquel diálogo fantástico a orillas del Ródano, donde un Borges maduro se encuentra con un Borges veinteañero. Ese diálogo secreto resignifica los temas, un efecto colateral impensado de esta simple ocurrencia de anticipar los festejos por los 50 años de aquel disco revolucionario. Consciente de que a cierta edad no es prudente dejar para mañana lo que puedes hacer hoy,  pero lejos a su vez de un mensaje testamentario (a pesar de las instrucciones que deja en esa canción emblemática), Serrat anticipó tres años las celebraciones...
En los prolegómenos de esta fascinante máquina del tiempo, Serrat reivindicó la influencia de Brassens y de Brel, pero también la de su padre Pepe y de su madre , con la que cantaba coplas mientras hacían la cama o desgranaban guisantes... En los epílogos de esa conversación, alguien le preguntó qué canción habría que componer para superar el conflicto de Cataluña. Muy serio Serrat respondió: "Si yo creyera que una canción puede solucionar esto...dejaría todo para escribirla. Por fin habría logrado  hacer algo importante en mi vida". Pero las canciones ya no cambian el mundo... Al salir de la sala Olympia, algunos con lágrimas  en los ojos, nos enteramos de que a pocas calles de allí un joven en nombre del Estado Islámico había apuñalado a cinco personas, y había producido muerte y terror. Llovía sobre París.
No, el mundo ya no es lo que era.
Jorge Fernández Díaz. El País, lunes 14 de mayo de 2018

jueves, 24 de mayo de 2018

Jean Echenoz en el festival Málaga 451

Jean Echenoz (Orange, 1947) es un clásico vivo de los cuatro o cinco autores de los que puede decirse, sin temor a errar demasiado, que sobrevivirán a nuestro tiempo. Sus libros -17, publicados por Les Éditions de Minuit, la editorial asociada al nouveau roman de los cincuenta y sesenta, y la mayoría por Anagrama, en castellano- suponen una celebración del relato por el relato, la ficción que tiene como una cuestión central la propia ficción, la novela como juego y como artificio. Participa en el festival literario Málaga 451. La noche de los libros.

P.-  : ¿Ve un tema, un tono, un estilo común en su obra?
R.- : Siempre ha habido una dimensión de movimiento. Puede ser la huida, la investigación, el viaje, la búsqueda...

P.-: La ficción por la ficción también?
R.- Sí. Yo sería incapaz de escribir ensayos, cosas teóricas. Lo que me interesa en la literatura es la novela, la ficción. Para mí fue un poco extraño, porque hice tres o cuatro  que estaban ligados a personajes reales (Correr, Relámpagos, Ravel y 14 ). Pero eran un ejercicio de ficción. No adoptaba la posición del biógrafo, no había una dimensión histórica.

P.-: Usted dio un salto en su carrera cuando empezó a hacer estos libros más biográficos...
R.- : Si me remonto a mis primeros libros, había un interés por una forma menor, que rea la novela policiaca. Cuando escribí la primera de estas tres o cuatro vidas, era un momento en que tenía problemas con la ficción. Me apetecía aventurarme en otro terreno y en otro tiempo.

P.-: Y después ha vuelto a una ficción muy pura, al estilo de siempre, con Enviada especial.
R.-: Sí, porque me di cuenta de que trabajar sobre vidas reales era menos difícil y, por tanto, menos interesante...

P.-: En una reciente entrevista con la revista literaria La Nouvelle Revue Française, el presidente Emmanuel Macron da a entender que sin literatura, sin novela, la política es un ejercicio técnico, sin alma. ¿Cree que Macron es, o podría ser un personaje de novela?
R.-: Casi demasiado para serlo de verdad.

P.-:¿Qué quiere decir?
R.-: Visiblemente, hay una especie de reivindicación novelesca en él que quizá sea un poco excesiva...

Marc Bassets. París. El País, miércoles 9 de mayo de 2018



miércoles, 23 de mayo de 2018

Y en España... corriendo delante de los grises

El 20 de enero de 1968, desde el aula 217 de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Madrid, un estudiante descolgó el Cristo que presidía la clase (en todas había uno) y lo lanzó contra las furgonetas policiales. Los grises, relata Miguel Amorós en 1968. El año sublime de la acracia, (Virus) habían irrumpido en el recinto universitario para disolver una asamblea de las muchas que desde 1965 se venían produciendo en el campus de Madrid sin que la autoridad pudiese hacer nada por contenerlas. En febrero de aquel año se había celebrado la IV Asamblea Libre de Estudiantes después de la cual ya nada volverá a ser igual en la universidad. Allí se certificó de facto la muerte del SEU, el sindicato único y obligatorio de estudiantes, a pesar de que a los catedráticos que habían dado el primer impulso a una dinámica de enfrentamiento que tardó años en detenerse (López Aranguren, Tierno Galván y García Calvo) les costara la expulsión a perpetuidad. La radicalización del movimiento estudiantil y los primeros choques con el aparato represivo de la dictadura tuvieron como causa inmediata, aunque no única, la masificación creciente de la universidad. De los 85.148 alumnos matriculados en el curso 1964-65 se pasó a los 162.879 del curso 70-71, según ha documentado José Alvárez Cobelas en Envenenados de cuerpo y alma. La oposición universitaria al franquismo (1939-1970). (Siglo XXI). El régimen se sabía incapaz de equipar y adaptar a las nuevas demandas sociales unos centros reservados a los hijos de las clases más acomodadas.
El español, dominado en gran parte por el PCE, no era un movimiento estudiantil demasiado revolucionario. Sí muy heterogéneo e inconstante. Pequeños grupos sin entidad suficiente  (maoístas, trotskistas, estalinistas, socialistas, ácratas...) y con una desproporcionada variedad de siglas se disputaban el liderazgo doctrinal y el control de la acción. Sin embargo la escasa relevancia teórica de sus propuestas y la insoportable represión de la dictadura otorgaban necesariamente al movimiento español una naturaleza muy distinta a la que tenían las revueltas y los levantamientos que se produjeron en el mundo entero...
Fernando Palmero. Madrid. Papel. El Mundo, domingo 29 de abril de 2018

martes, 22 de mayo de 2018

El Ritz de París subasta su pasado de glamour

Hotel Ritz de Paris
Era la subasta más esperada de la temporada en la capital francesa y no defraudó. La venta pública de la antigua decoración del Ritz de París -fundado en 1898 por el hotelero suizo César Ritz, en colaboración con el chef Auguste Escoffier- concluyó el pasado fin de semana con un récord mundial para una venta de mobiliario hotelero, según la casa de subastas organizadora, Artcurial. Los 3.400 lotes fueron adjudicados por un total de 7.300 millones de euros, siete veces más por encima de la estimación inicial. Se trataba de un conjunto de objetos repuestos durante las obras de restauración realizadas entre 2012 y 2016, cuando el establecimiento cerró al público para recuperar su brillo. Una espectacular operación -dirigida por Thierry W. Despont, el cotizado arquitecto francés al que recurre la jet set neoyorkina- estimada por algunos medios en 400 millones de euros. Después de un año de inventario, se llegaron a catalogar 10.000 objetos, puestos ahora con un precio de salida situado entre los 100 y los 10.000 euros. La totalidad de los lotes encontró comprador durante la subasta en París. De esta manera, el Ritz supera el resultado de otras iniciativas del mismo tipo, cada vez más recurrentes en la capital francesa. Otro gran hotel parisino, el Crillon, recaudó 5,9 millones en 2013 por la decoración descartada tras su restauración, mientras que el Lutecia en la Rive Gauche obtuvo 2,7 millones en 2014. La moda fue lanzada a finales de los noventa por el subastador Jacques Tajan, que tuvo la idea de sacar rédito a los muebles en desuso del lujoso hotel Georges V, ubicado junto a los Campos Elíseos. Su hijo François Tajan copresidente de Artcurial, ha sido el encargado de conducir la venta del Ritz...
Para presentar esta venta Artcurial encargó al reputado decorador Vincent Darré que reconstituyera una veintena de habitaciones del "Versalles de la hostelería"... El conjunto dibujaba una mezcla extemporánea de estilos, de la época de Luis XV a la de Napoleón III. La mayoría de los objetos eran copias realizadas a lo largo del siglo XX, lo que no impidió que los precios alcanzaran niveles estratosféricos. Un tocador procedente de la suite que ocupó Coco Chanel se vendió por 182.000 euros mientras que una placa del bar Hemingway encontró comprador por 88.400 euros...La subasta del Ritz parisino precede a la de su homónimo madrileño. La casa Ansorena realizará una venta de un total de 1.500 lotes de objetos del establecimiento  en asociación con la francesa Piasa. El hotel se desprende de ellos en el marco de una gran reforma iniciada hace dos meses y que debería durar hasta finales de 2019.
Álex Vicente. París. El País, 2 de mayo de 2018

lunes, 21 de mayo de 2018

Una Palma de Oro evidente

El director japonés  Hirokazu Kore-Eda
El mejor sitio para esconder algo es dejarlo bien a la vista. Ahí dejó su carta Edgar Allan Poe y ahí estaba la Palma de Oro. En un año marcado por la mujer en un festival que se anunció mujer o nada, todos los pronósticos apuntaban a dos de las películas en competición. La primera por ser uno de los milagros de la sección oficial y la segunda por si acaso. Las dos dirigidas por mujeres. La presidenta Cate Blanchett, mujer. Pues no, al final, todos los justos y merecidos honores fueron para el japonés Hirokazu Kore-Eda. Shoplifters /Ladrones de tiendas no es quizá esa obra mayor llamada a definir el año, pero sí es una de las grandes películas que han pasado por la competición muy cerca de lo memorable. Para situarnos, la cinta ganadora es un resumen mejorado de la filmografía del director. La mayor sorpresa es que no hay ni el menor asomo de novedad. De nuevo, la familia, los niños, los suburbios y, otra vez, como en la lejana Nadie sabe, la pobreza. Ahora, eso sí, la voz suena mucho más afinada, más cruda, más veraz. Sus últimos trabajos, hasta los más premiados, se movían por un terreno cenagoso entre lo tierno, lo fácilmente aplaudible y lo esencialmente cursi. Ahora hace sangre. Lo que se acierta a ver en esta historia de padres por accidente e hijos por necesidad es una heterodoxa relectura de la institución familiar. Eso y un desasosegante retrato del mundo que pisamos. El perfecto manejo de los tiempos, la aquilatada experiencia para hurgar en la mirada infantil y la profundidad de cada una de las heridas expuestas nos devuelven así una Palma de Oro tan evidente que sólo hacía falta mirar...
Luis Martínez. Cannes. Papel. El Mundo, domingo 20 de mayo de 2018

domingo, 20 de mayo de 2018

Enemigos íntimos

El presidente Emmanuel Macron, en su discurso sobre la lengua francesa.
REUTERS
Los gobiernos de Macron y de Rajoy diseñan nuevas estrategias para conseguir que sus lenguas se consoliden en el mundo. El éxito del español dependerá dependerá de que se haga fuerte en Estados Unidos; el del francés, en cambio, consistirá en sobrevivir como idioma de prestigio en África, donde el inglés (e incluso el mandarín) ya le discuten su prevalencia. El presidente de la República, Emmanuel Macron, ha anunciado un gran plan nacional dedicado a relanzar el idioma como lengua global. Para su discurso, Macron sacó la prosa de los días importantes, llamó a los profesores del idioma a ser militantes del francés y se comprometió a poner todo el orgullo adicional en la tarea.  
Hay quien duda de sus palabras. El plan de Macron por el francés aún no tiene ni contenido ni presupuesto. Al contrario el nuevo presidente prescindió del Ministerio de la Francofonía. Pero eso no significa que su proyecto carezca de lógica y de necesidad. "La gran baza del francés para seguir siendo un idioma internacional es África. África es el único continente en el que la población seguirá creciendo en el siglo XXI. Ni en América latina ni en Asia crecerá, ni mucho menos en Europa ni en América del Norte", explica el economista José Luis García Delgado, director del Atlas Económico del Idioma Español que editó el Instituto Cervantes. Lo malo es que la posición de la lengua en África es problemática. Cualquiera que haya pasado tres días en Dakar se habrá dado cuenta de que el francés es en el África subsahariana un idioma que se lee, que está en los carteles y en los menús de los restaurantes, pero que apenas se escucha por la calle. Los taxistas y los camareros saludan "Comment ça va?"a los europeos, en una versión un poco rudimentaria del idioma; sin embargo entre ellos hablan en lenguas africanas. Algo parecido pasa en los países árabes: el uso del antiguo idioma colonial es más refinado pero, a cambio no hace falta una lengua franca porque el árabe ya cumple esa función. Nada que ver con lo que ocurre en América latina con el español.
La comparación del francés con el español es inevitable. Las dos lenguas compiten por ser el segundo idioma global del mundo por detrás del inglés. La prueba es que en el mismo mes (abril) en que Macron llamó a defender su idioma, el Gobierno de España presentó un programa muy parecido dedicado a promover el idioma en el extranjero. ¿Compiten realmente el francés y el español en el gran mercado de la educación? Y si así es, ¿que ventaja tiene cada lengua? Algunas respuestas están en Pittsburgh, en Estados Unidos, la ciudad en la que tiene sede Duolingo, la aplicación de móvil con más éxito entre las ofrecen cursos de idiomas. Por ejemplo, ¿en cuántos países del mundo es el curso de español el más demandado? En 32. ¿Y el francés? En 36. ¿Y en cuantos países aparece el español en segunda posición? En 57. El francés es plata  en segunda posición. ..
Para Francia, el reto ya no es conquistar mercados sino no perderlos. En países como Líbano o Ruanda, su antiguo estatus de idioma de prestigio ahora está discutido por el inglés. Y en toda África, las inversiones chinas llegan sin que sus gestores sepan una sola palabra de francés. ¿Acabaremos aprendiendo mandarín?
Luis Alemany. Papel. El Mundo, martes 24 de abril de 2018

sábado, 19 de mayo de 2018

La ciudad de Cézanne, 2

Fundación Vasarely
La plaza des Cardeurs esconde entre sillas y mesas una estupenda fuente del artista local Jean Amado. Siguiendo la Rue Saporta llegamos a la plaza de l' Archevêché, otro irresistible modelo de consonancia estética entre arquitectura (palacio construido entre 1650 y 1730) y naturaleza (qué bien dispuestos los plátanos). Es el camino que conduce al atelier de Paul Cézanne. Una visita clásica. Cézanne nació en Aix-en-Provence en 1839 y murió también aquí en 1906. Asomados a las ventanas del estudio del pintor, con la ciudad y sus afueras iluminadas por la claridad, cobra sentido una de sus sentencias más célebres: "Me puse muy contento cuando descubrí que la luz solar no puede reproducirse, sino que tenía que ser representada por otra cosa...el color".
 Una opción impactante es la visita a la Fundación Vasarely, en el barrio de Jas Bouffan. Solo la panorámica del edificio da una idea de lo que nos espera dentro. Cinco celdas hexagonales concebidas por el propio artista franco-húngaro (1906-1997), impulsor del arte óptico. Para más arte conviene tener en cuenta dos obras contemporáneas en la avenida Mozart: el Muro Vegetal (2008), del biólogo y botánico Patrick Blanc, y el Muro de Agua (2014), del diseñador Christian Ghion. 
La ausencia de vanidad está también presente en el barrio de Mazarin. En el cruce entre la Rue Cardinal  y la Rue 4 Septembre se encuentra la plaza y la fuente des Quatre Dauphins. Estos entrañables cetáceos de mármol armonizan con unas calles ajenas al tumulto que exhiben sin ostentación palacetes (algunos, como el Hôtel d'Olivary, también de Vallon). Más allá del Museo Granet, que expone obras de Rembrandt, Ingres o Cézanne, se halla la oculta plaza d'Arménie, donde la simpática Brasserie Solférino siempre tiene libre una mesa. En frente, la librería Les heures Lentes tiene todo lo que necesita el viajero que pretenda convertirse en un monsieur bonhomme y seguir las enseñanzas que dejó M,F.K. Fisher en su libro Two towns in Provence, esa obra maestra en la que la ciudad se convierte en un mapa propio. 
Use Lahoz. El Viajero. El País, viernes 11- 05 - 18

viernes, 18 de mayo de 2018

Georges Benjamin un operista de genio

Lessons in Love and Violence
Las tres óperas de Georges Benjamin han visto la luz con una secuencia temporal casi matemática. En 2006 se estrenó en la Ópera Bastille de París, con una mínima puesta en escena de Daniel Jeanneteau, el "cuento lírico" Into the Little Hill, una ópera de cámara con tan solo dos cantantes femeninas y un reducido grupo instrumental que no llegaba a los 40 minutos. En 2012, el festival de Aix-en-Provence acogió con enorme éxito el estreno de Written on Skin, una ópera con una orquesta mucho más sustancial (unos 60 instrumentistas), cinco cantantes y cuya música se extendía una hora y media. Transcurrido un nuevo sexenio, puntual a su cita, el pasado jueves se dió a conocer en Londres, la ciudad natal de Benjamin, su tercera incursión en el género, Lessons in Love and Violence, de duración similar a la anterior y orquesta con parecidas dimensiones. Las tres comparten fidelidad inquebrantable al mismo libretista, el dramaturgo Martin Crimp, y las dos últimas han contado con su compatriota Katie Mitchell como directora de escena.
No está de más recordar someramente estos datos, porque quienes pudieran pensar que, tras el reconocimiento mundial de Written on Skin, al poder estrenar por fin una ópera en su país, con todos los medios a su alcance y en el templo sagrado de la Royal Opera House, Benjamin aprovecharía la circunstancia para componer una obra diferente, o de mucha mayor envergadura que las anteriores, han visto como se incumplían sus predicciones. Lessons in Love and Violence es una obra igual de intimista pero, si cabe más críptica, con un desarrollo menos lineal, pero también menos metafórico que Written on Skin. Esta partía de un tema trovadoresco (el marido que hace comer a su mujer sin saberlo, el corazón de su amante) como homenaje a la Provenza  donde inició su triunfal singladura, mientra que Benjamin y Crip se han inspirado ahora en la historia medieval inglesa, en concreto, en la recreación literaria que hizo Christopher Marlowe de la misteriosa relación que unía a Eduardo II y a su favorito, Pier Gaveston, una pareja contrapuesta a la formada por la mujer del rey , Isabel, y Mortimer, su jefe militar. Muertes por amor en ambos casos, pero ahora con nuevas identidades sexuales y distintos vértices en este nuevo cuadrilátero sentimental...
Luis Gago. Londres. El País, lunes 14 de mayo de 2018

jueves, 17 de mayo de 2018

Riquete el del Copete

Amélie Nothomb.   Foto de Natalia Lázaro
Cuando era niña su madre le contaba cuentos, que eran casi siempre los cuentos macabros de Charles Perrault, y ella pasaba miedo. Luego, cuando pudo leerlos por sí misma, "debía de tener 13 años", dice, lo que sintió fue indignación. ¿"Por qué eran tan estúpidas las mujeres de Barba Azul ? ¿Por qué tenía la Bella que quedarse con un príncipe encantador si ella se había enamorado de una Bestia? ¿Qué demonios era todo eso?" se preguntó entonces. Se diría que ya por aquella época, Amélie Nothomb (Kobe, Japón, 1967) quiso reinterpretar cuentos de hadas. Y lo ha hecho , por el momento, en tres ocasiones. De la primera -Barba Azul- hace cuatro años. La segunda Riquete el del Copete (Anagrama), acaba de llegar a librerías. Y la tercera, una versión belga, específica, de La Bella Durmiente, "nunca lo hará", dice, porque es "demasiado terrible"....En cierto sentido, el hecho de haber nacido en Japón, y haberse criado entre Japón, China, y París, siendo, en última instancia, belga, la convirtió en una niña sin un suelo que pisar, sin arraigo físico, por lo que tuvo que buscarse un arraigo mental. "El lenguaje es lo único que se mantuvo ahí desde el principio, lo único estable en mi vida. El sentimiento de irrealidad era constante cuando era niña. Lo perdía todo constantemente. Todo menos las palabras, las historias", apunta. Sí, hubo un big bang en su vida como escritora. "Había intentado escribir, pero jamás había creído  que pudiese llegar a ser escritora, porque los escritores eran tipos muy serios". Pero entonces leyó a Rainer María Rilke y todo cambió. 
"Leí Cartas a un joven poeta y me hizo plantearme el acto de escribir de manera radicalmente opuesta a lo que creía. Dice Rilke que el acto de escribir es legítimo únicamente cuando es a vida o muerte", relata. No publica todo lo que escribe porque, si lo hiciera, me volvería loca; algo que también le ocurriría si no publicara nada en absoluto. "Publicar una novela al año me da el grado de integración con la realidad que necesito", confiesa. De ahí su versión, deliciosamente bizarra y encantadora de Riquete el del Copete, la historia de un príncipe feo aunque inteligente, con el don de hacer inteligente a aquella de la que se enamore...
Laura Fernández. Barcelona. El País, domingo 29 de abril de 2018

miércoles, 16 de mayo de 2018

Un año de seducción y de rodillo

Francia Insumisa
Seductor. Hiperactivo. Cama-leónico. E implacable. Tras un año en la presidencia de la República Francesa, Emmanuel Macron suscita más dudas que esperanzas. Nadie puede discutir que aplica de forma rigurosa el programa con el que fue elegido y que hace lo posible por cumplir su principal promesa: reformar a fondo el país. Pero lleva pegadas a la piel dos acusaciones, la de ejercer el poder de forma casi brutal y ser "el presidente de los ricos". El sábado, 5 de mayo, en París, unas 40.000 personas se manifestaron contra Macron. La convocatoria de Francia Insumisa, el único partido de izquierda aún operativo después del colapso socialista, obtuvo éxito pese a comenzar una semana casi vacacional con dos días festivos. El ambiente fue alegre, a diferencia del 1 de mayo: en esa ocasión, el centro de la capital sufrió destrozos y saqueos. La crispación es alta. La huelga de los ferroviarios entra en su segundo mes, las huelgas en Air France han provocado ya la dimisión del presidente de la compañía, varias universidades siguen ocupadas por estudiantes, los funcionarios protestan y los pensionistas se quejan por la pérdida de poder adquisitivo.
Macron había avisado de que su programa de reformas era innegociable. Lo que pocos esperaban era que, realmente, prescindiera de la negociación. No son sólo los ferroviarios quienes se quejan de que el presidente no escucha. Las dos cámaras del Parlamento, llevan tiempo sintiéndose ninguneadas y arrolladas por el mecanismo de la ordenanza que reduce los debates a breves intervenciones casi simbólicas, los sindicatos pierden poder de mediación y la prensa pierde influencia frente a la maquinaria propagandística del Elíseo, basada en la producción de mensajes propios  y en el uso masivo de las redes sociales. Macron seduce en el cuerpo a cuerpo y tiende a decir a sus interlocutores lo que quieren escuchar: en ese sentido su comportamiento es camaleónico. A la hora de la verdad utiliza , sin embargo, su poder con un rodillo aplastante...  
Enric González. París. El Mundo, lunes 7 de mayo de 2018 

martes, 15 de mayo de 2018

Exposición de fotografía de la Alianza francesa

Foto de la serie  de Rêve de
Baudoin Mouanda
La exposición del concurso internacional de fotografía de la Alianza Francesa inaugurada el 24 de abril en la Fundación Abanca, y convocada por la red de centros de España, tiene como tema central la emigración y sus problemáticas. Annick Prevot, directora de la Alianza Francesa de Santiago, destacó la consolidación del concurso, que recibió 1.074 trabajos de 70 países en los que se retrata la situación de rechazo a la que se ven sometidos los emigrantes por una cuestión económica, lo que se constata en el hecho de que quienes tienen recursos están al margen de esa exclusión. las fotografías del congoleño Baudoin Mouanda, primer premio del concurso, acercan al primer mundo los problemas de falta de luz eléctrica en África, con un 80% de escuelas que no la tienen. Mouanda llama la atención sobre esta carencia con las imágenes de jóvenes africanos aprovechando la luz de las farolas de las carreteras, del amanecer y de pequeñas linternas para leer. El segundo premio, del español Alejandro Martínez Vélez, retrata la miseria humana que sufren los emigrantes y la belga afincada en México Elisabeth Vinck, que recibió el tercer premio, usa las ventanas abiertas para simbolizar las vivencias internas y externas de los emigrantes. 
M.M. Santiago. La voz de Galicia 

lunes, 14 de mayo de 2018

La mujer que sabía leer

Fotograma de La mujer que sabía leer
La belleza pictórica de las obras de Camille Corot y Jean-François Millet, los paisajes del primero, las escenas de granjeros y campesinos del segundo, entre lo clásico y lo romántico, ambos contempo-ráneos del tiempo en que se desarrolla la película, confluyen con una trama casi distópica, de sociedad alejada de lo convencional, quizá de lo ideal, donde un elemento difícilmente explicable domina un conjunto que abre caminos para la especulación social y la garra crítica. Son elementos en apariencia inconciliables, pero con los que Marine Francen, su directora y coguionista, se mueve con soltura, en una compleja fusión entre delicadez y vigor, entre armonía y desafío. Es La mujer que sabía leer una película abierta que aborda el pasado para trascender hasta el presente e incluso hacia el futuro. Ese tiempo en el que se ambienta el relato es el imperio de Napoleón III hacia 1852. Y el elemento perturbador es al ausencia total de hombres  en una pequeña y aislada aldea, a causa de la represión gubernamental. Así, la desesperación, el aislamiento y el dolor de las mujeres por sus maridos e hijos provoca un nuevo orden social: un mundo en femenino. "Están en edad de ser mujeres y madres", dice una de las ancianas respecto de las jóvenes generaciones, que acaban, primero entre risas, luego con absoluta sinceridad, estableciendo un pacto: si aparece un hombre, lo compartirán. 
Y claro, aparece. Con estos mimbres son múltiples las posibilidades de desarrollo de la historia, basada en una novela de Violette Ailhoud, escrita en 1919 a los 84 años, de título original bien distinto al del estreno español de la película, El hombre semen, y de corte autobiográfico: ella era una adolescente cuando en verdad su pueblo se quedó sin hombres por las guerras. ¿Qué le ocurre a los cuerpos y a las mentes ante semejante tesitura?
Francen prefiere el sosiego y un cierto onirismo a la desesperación  y el combate abierto, lo que en algún momento lleva al pensamiento de que algunos aspectos del relato pueden estar desaprovechados. Sin embargo, con la metáfora de la siembra siempre presente, la directora francesa, debutante tras ser ayudante de dirección de Olivier Assayas y Michael Haneke, aporta reflexión y mesura y deja abiertos los posibles paralelismos con un presente donde el feminismo en lucha ha llegado para quedarse.
J. O. El País, viernes 11 de mayo de 2018

domingo, 13 de mayo de 2018

La generación de la píldora

Mayo del 68. Fue en la Asamblea, no en las barricadas, donde cambió para siempre la vida de las mujeres, gracias a una ley impulsada por la derecha que derogaba la criminalización de las prácticas anticonceptivas y abortistas.
 En las páginas de actualidad cultural y cinematográfica de 1968 nunca faltaron Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Nathalie Sarraute, Jean Seberg y Françoise Sagan. Eran mujeres icónicas, individualistas a rabiar, cuya trayectoria se nos aparece hoy como la de los últimos monstruos sagrados de un feminismo libresco y culturalista. 
Por muy extraño que nos aparezca hoy, no hubo ni antes ni durante las revueltas del 68 organizaciones feministas. A aquellos jóvenes nacidos en la década de los 50 no les interesaba hacer el recuento numérico entre sexos. Todos parecían participar por igual en la transgresión. A semejanza de las mujeres californianas, con el acceso libre a la contracepción regulada por ley, las francesas consiguieron su propio 68: tranquilidad sexual y alcanzar metas profesionales y estudios superiores. Aspiraciones demasiadas veces truncadas por embarazos no deseados. Y nada fue como antes para las mujeres en edad de procrear. La relación simbólica entre mujer y madre se fue escindiendo progresivamente. Y ese milagro de la química alcanzó a todas las capas sociales.
 Fue, lo podemos constatar ahora la única revolución posible: la única que emancipó a las mujeres de sus servidumbres biológicas.
Para la generación de la píldora, la maternidad fue una opción. Renunciara a ella, otra.
Si hoy tuviésemos que echar algo de retórica sobre el 68, diríamos que primero fue un sentimiento individual  de hartazgo generalizado, irrefrenable, violento, sin premeditación. Luego toda Francia fue abducida por una gigantesca ola de desobediencia cívica. La fraternidad era eso. La revuelta sin embargo acabó bruscamente. Para los 10 millones de huelguistas del 18 de mayo  y el block-out del país. Y ganó De Gaulle en las urnas el 30 de junio. La barrida fue espectacular. A la mañana siguiente, equipos de barrenderos arrancaba a tiras restos de carteles con la nariz del general colgando hacia abajo. El poder no cambió de manos pero todo cambió radicalmente. 
De la desobediencia cívica de aquellos meses quedaron pequeños epifenómenos que si anclaron conquistas sociales que no tuvieron vuelta atrás. Si hubo una revolución triunfante ésa fue la revolución institucional que fijó en un proyecto de ley la legalización de los anticonceptivos...Y fue posible gracias al empeño del diputado gaullista Lucien Neuwirth en el verano del 67. El discurso de Lucien Neuwirth, Acceder a la maternidad voluntaria, fue incisivo, preciso y tranquilizador: "La contracepción aplaza los nacimientos, no los impide"...El proyecto de ley se aprueba el 14 de diciembre de 1967. La Ley Neuwirth (1967) dejará vía libre a la Ley Veil (1974). Entre ambas fechas la brecha del 68 asoma... El feminismo militante del MLF surgió en 1970. Su acto fundacional fue simbólico. depositar una corona de flores bajo el Arco de Triunfo para "la mujer del soldado desconocido"...
El relevo generacional de los años 90 se rebeló contra la química" y los nietos de los sesenteros franceses se apuntan hoy a la ofensiva naturalista y a la maternidad ecológica. Existe entre las mujeres de 2018 una gran desafección: es la única constatación veraz que se puede hacer.

Carmen Grimau. Profesora de Francés. El Mundo, viernes 27 de abril de 2018
   

sábado, 12 de mayo de 2018

La ciudad de Cézanne

Le Cours Mirabeau
Hay ciudades hechas para vivir en ellas con la tranquilidad de espíritu de un  auténtico  monsieur bonhomme, aquella variación del término flâneur que se acuñó en 1806 para denominar al "hombre de ciudad lo bastante rico como para disponer de tiempo y pasear a su antojo". Aix es una de esas ciudades. Juan Manuel Bonet lo dejó reflejado en un poema titulado precisamente, Aix en Provence: "Soñar una vida entre la luz  del cours Mirabeau/ una vida fuera del tiempo, tan fuera del mundo y de la historia/ crucigrama infeliz de los arsenales/ una vida al ritmo de las estaciones/ bajo el túnel de los plátanos antiguos/ escuchando el rumor lento de las fuentes/ una vida quieta, con pocos neones/ apartada del siglo y su vano estruendo..." Cuesta hallar mejor lugar que esta ciudad del sur francés -que no llega a los 150.000 habitantes- para una vida contemplativa.
El Cours Mirabeau, jalonado por plátanos, fuentes, cafés y villas de los siglos XVII y XVIII, tiene todo para ser punto de encuentro y de partida. Desde aquí se entiende que en Aix el ruido de las fuentes es un lenguaje que se debe aprender cuanto antes. La del agua es una compañía constante. La fuente de la Rotonde salta a la vista por sus proporciones. Data de 1860 y en lo alto se representan la justicia (mira hacia el centro), la agricultura (mira en dirección Marsella) y las artes (con la vista puesta en Aviñón). Por el Cours Mirabeau se pasea representando mentalmente escenas idílicas llenas de condicionales: viviría, me instalaría, podría, me encantaría, pasearía...Ese es el tono. Claro que hay que sentarse en el café Les Deux Garçons , aunque solo sea para recordar a Zola y Cézanne, que tantas horas pasaron aquí forjando su amistad, o para emular a Jean Paul Belmondo en aquella memorable escena de Chabrol Á double tour/ Una doble vida, 1959, en la que se sentaba en esta terraza y pedía de primeras"¡deux pastis!"que bebía sin necesidad de mezclar con agua. Y por supuesto conviene pedir un helado en la Gelateria Giovanni. En Cours Mirabeau también se encuentra la fuente de Neuf-Canons (de 1961) y, un poco más arriba, la fuente d'Eau Chaude (de 1734), cuya agua proviene de las termas de Bagniers y sale a 18 grados. Al final de la calle la fuente du Roi René (1819) representa al rey comiendo uvas y tal vez esté ahí para avisarnos de que la relación de Aix con la comida está marcada por la improvisación. No se busca se tropieza con ella en los mercados. Por ejemplo en el que se despliega a diario en la plaza Richelme, paradigma de la plaza provenzal, donde los agricultores y productores venden desde aceitunas y tapenades hasta brandada, quesos foie-gras y fruta....
En el paseo por el centro histórico se acabará pasando por la Rue Espariat y por la plaza d'Albertas, quizá la más hermosa de la ciudad. Es un decorado barroco y gastado. Un rincón tan imperfecto como armónico, capricho de Jean-Baptiste d'Albertas, frente al hôtel particulier o palacete donde residía. Su conjunto ideado por Georges Vallon en 1714 , con la debida fuente, evoca una vida sencilla y fluida y sirve de escondite para niños  que han tocado un timbre que no debían o parejas adolescentes que sabrían llegar con los ojos cerrados. Es una representación a pequeña escala del charme que irradia Aix , extensible sin duda a la vecina plaza de Trois Ormeaux, cuya sombra, en la que se reparten las mesas de L'Épicerie está muy reputada a la hora del café... 
Use Lahoz. El Viajero. El País, viernes 11-05-18

viernes, 11 de mayo de 2018

Cannes baila con Jane Fonda y Travolta

Fotograma de Pulp Fction
Cannes maneja sus tiempos. Tras ceder en la edición pasada ante Netflix, este año ha aceptado el órdago y ha roto relaciones con el ya colosal enemigo del cine en la pantalla grande. No sé si en relación con eso la presencia de Hollywood es casi nula. El que sí vuelve, después de la famosa tarjeta roja tras sus groseras bromas sobre el nazismo el año de Melancolía, es Lars Von Trier aunque, tal vez como parte de la sanción, llega fuera de concurso, con una película de horror. Y si Hollywood no está ni se le espera a la hora de los homenajes, el festival sí se ha acordado de dos glorias del evanescente star-system: con Jane Fonda se les adelantó ya Venecia el pasado septiembre, aunque a Cannes llegue con un documental que comienza con una de las ya legendarias cintas-cassette de Richard Nixon, en el cual maldice a Jane Fonda por su presencia en Hanoï, como amiga del Vietcong mientras el agente naranja aún llovía sobre Indochina. Un filme que profundiza en su dolorosa relación de afecto paterno no bien encauzado  con aquel esquinado enigma llamado Henry Fonda y en cómo ese trauma afectó a su vida emocional y artística. El segundo homenaje  especial no es tanto para John Travolta  y su nada irrelevante carrera sino para brindar las celebraciones de los 40 años de Grease, que se proyectará dentro de Cannes Classics. Y no se olvide que a Travolta pertenece una libra del corazón de la Palma de Oro  que se llevó hace casi un cuarto de siglo Pulp Fiction ...
José Luis Losa. La Voz de Galicia, viernes 4 de mayo de 2018

jueves, 10 de mayo de 2018

Daniel Pennac contra la tiranía del yo






D. Pennac
Existió una vez un personaje divertidísimo, un tal Benjamin Malaussène, un tipo de Belleville, el famoso barrio de París, que vivió todo tipo de aventuras francamente ridículas y luego desapareció. Desapareció durante cerca de 25 años y justo, ahora, ha vuelto, convertido a la vez en el expersonaje de novela que fue y en hombre de confianza de la editora que le vió crecer en la saga -de siete entregas- que Daniel Pennac completó entre mediados de los ochenta y principios de los noventa. Y lo ha hecho para proteger al personaje de Alceste, escritor al que casi entierra vivo su familia después de contar lo que no debía en una novela que fue todo un fenómeno vevé, es decir todo un fenómeno de novelas que cuentan la "verdad verdadera". Y para, de paso, descubrir qué ha pasado con Georges Lapietà, el exdirector de LAVA, que acaba de ser secuestrado después que despidiera a 8.302 trabajadores, y se asegurara un paracaídas de 22 millones de euros. Todo eso y mucho más es El caso Malaussène (Literatura Random House), la vuelta de Pennac al humor deliciosamente absurdo.
"¿Qué porque he vuelto justo ahora? ¡Qué sé yo! Lo único que podía decir es que me apetecía muchísimo", confesaba ayer en Barcelona, mientras desmontaba y volvía a montar un bolígrafo. Habla Pennac como quien da brochazos, uno aquí y otro allá, deteniéndose a cada rato. "No sé, quizá solo me estaba poniendo a prueba. ¿Iba a ser capaz de escribir como cuando era joven ahora que soy viejo?
La respuesta es sí. Y se diría que el tiempo ha afilado su sentido del humor y su don para la caracterización de personajes hijos de un delirio sarcástico de altura: ataca Pennac a un sistema que olvidó lo que era la humanidad  hace mucho  y a un sector editorial vendido a la literatura del yo. "En estos 25 años Francia ha cambiado mucho", dice el escritor, han desaparecido el partido comunista y el socialista, por ejemplo" añade, "y nos preocupamos por cosas como el clima"...
¿Y que tiene contra la literatura del yo? "Entiendo la necesidad de considerarse como sujeto literario. En Francia es algo que ocurre desde Michel de Montaigne. La diferencia es que, en su caso, la tinta era duda. Los escritores que dan más miedo son los que piensan que están en posesión de la verdad. Es el fin de la complejidad, lo contrario de lo que hacía Montaigne, que era un elogio a esa misma complejidad"...
Laura Fernández. Barcelona. El País, martes 8 de mayo de 2019

miércoles, 9 de mayo de 2018

Premio para la alcadesa de París

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, recibirá el reconocimiento del primer premio Lorca, Gustavo da Cal, Blanco Amor por su programa de apoyo y acogida a la inmigración y a personas refugiadas. El galardón lo promueve el Casino de Santiago para resaltar  el diálogo, la concordia y la fraternidad entre representantes de diferentes pueblos y culturas, a partir del ejemplo de la colaboración entre el andaluz Federico García Lorca y los gallegos Ernesto Guerra da Cal y Eduardo Blanco Amor, para la elaboración y publicación de los Seis Poemas Galegos. Anne Hidalgo, que se prevé recogerá el reconocimiento próximamente, compitió con Leoluca Orlando, alcalde de Palermo, y Eric Garceti, regidor de Los Ángeles, también escogidos por sus políticas para la inmigración. El certamen lo patrocina Quesos Rama. El galardón consiste en una escultura de Ramón Conde, que evoca "a viaxe, a emigración, o exilio, a cultura e a elegancia ou dandismo", indica la organización.  "É importante sinalar como as cidades a miúdo asumen responsabilidades que os gobernos esquecen completamente. El jurado lo integraron cuatro estudiantes de institutos de Santiago, cuatro docentes del IES Rosalía de Castro -Lorca pronunció en el edificio que es sede del centro una conferencia el 7 de mayo de 1932, que se valora como germen de los poemas gallegos y está en el origen de esta convocatoria-, el secretario xeral de Política Lingüística, el presidente de la Fundación Rosalía; Carlos Pajares, del Casino; Pilar Bermejo, docente de la USC; y el escritor Antón Figueroa.
J. G. Santiago, La Voz de Galicia, martes 8 de mayo de 2018

martes, 8 de mayo de 2018

La Ibiza Inédita de Raoul Hausmann

Raoul Hausmann. Ibiza
Raoul Hausmann (Viena, 1886-Limoges, 1971) fue un artista total: agitador, poeta, inventor, pintor y pionero del potocollage dadaísta. Como fotógrafo fue un maestro del desorden y el detalle, como se ve en las imágenes que tomó en las playas del Báltico, en cuyas dunas situaba. como frutas, los cuerpos de sus amantes. El Jeu de Paume de París (hasta el 20 de mayo) recupera aquellas imágenes que se creían perdidas tras su huida de Berlín por la persecución nazi. Durante un retiro en Ibiza, Hausmann retrató a sus gentes e inventarió la sencillez de las casas tradicionales, que llamaba "arquitectura sin arquitectos".
Ángela Molina. El País Semanal, domingo 29 de abril de 2018

lunes, 7 de mayo de 2018

Amante por un día

Amor, desamor, infidelidad, celos o diferencia de edad en la pareja, son algunos de los temas que aborda Amante por un día, de Philippe Garrel. La película ha sido filmada en blanco y negro, retratando escenas cotidianas, con secuencias en la calle, pocos diálogos y una voz en off (la de Laetitia Spigarelli) que refleja las emociones internas de los personajes. Está tan influida por la Nouvelle Vague francesa que parece que la hubiera dirigido uno de sus realizadores. La sensación no es casual. Garrel, hijo del actor Maurice Garrel, marido de la actriz Brigitte Sy y padre de los intérpretes Louis y Esther Garrel, protagonista esta última del film, se crió cuando estaba en plena efervescencia el movimiento que modernizó el cine francés a finales de los años 50 y principios de los 60. La trama de Amante por un día es muy simple. Jeanne (Esther Garrel) es una joven veinteañera que se ve obligada a regresar en plena noche, rota por el dolor, a casa de Gilles (Éric Caravaca, Nuestra vida en la Borgoña), su padre. Lo hace tras romper con su novio (Paul Toucang), el primer gran amor de su vida, que acaba de echarla del apartamento que ambos compartían. Ella no lo sabe, aunque el espectador ya está avisado por una escena al inicio del filme, pero su progenitor es un profesor que mantiene una relación con Ariane (Louise Chevillotte), una de sus alumnas. Jeanne y Ariane tienen una edad muy parecida. La cinta se centra en el modo de vivir el amor cada uno de los personajes y en la dinámica que se establece entre ellos. Destaca la aparente complicidad que se establece entre ambas chicas, cimentada sobre el silencio que guardará cada una de ellas sobre un comprometedor secreto que una y otra prefieren que Gilles no llegue a conocer...
Juan Pando. El Mundo, viernes 4 de mayo de 2018

domingo, 6 de mayo de 2018

Jean-Pierre Le Goff, Mai 68 y la desmesura

En 1968 Jean-Pierre Le Goff (Équeurdreville, Francia, 1949) estuvo en las barricadas de Caen, la ciudad normanda donde estudiaba. Este filósofo y sociólogo se definió como maoísta hasta bien entrados los setenta, pero terminó desarrollando un pensamiento crítico respecto al movimiento del que formó parte. "El fenómeno fue positivo, pero no su legado", resume desde su despacho en Chatou, suburbio residencial en las afueras de París, en un día de huelga de transporte público y con un movimiento universitario paralizando varias Facultades. Le Goff ha analizado las consecuencias de aquel capítulo en ensayos como Mai 68, l'héritage impossible (La Découverte), donde denunciaba el concepto de "izquierdismo cultural" o el reciente La France d'hier (Stock), en el que rememora cómo era su país antes de la revuelta.

P.- Mayo de 1968 fue internacional. Medio siglo después, ¿por qué recordamos más la revuelta francesa que la de otros lugares?
R.- En Francia hubo una revuelta estudiantil, similar a la de otros sitios, pero también una huelga general a la que se sumó la clase obrera  y una crisis política de primer orden, que hizo tambalear a De Gaulle y provocó que adelantará las legislativas. Y hay otro factor, tal vez el más importante: la dimensión simbólica que tuvo. El Mayo Francés fue una gran puesta en escena, un psicodrama en el que se vuelven a interpretar grandes capítulos de nuestra historia, como la Comuna de París y las revoluciones del XIX. Fue casi una obra de Victor Hugo. Las barricadas, por ejemplo, no tenían mucho sentido: hasta Engels había dicho que no servían de nada. Pero el país entero se puso a escenificar 1789 una vez más...

P.- Hay quien lo considera un mito fundacional, pero también quien lo acusa de haber destruido su país. ¿Usted si sitúa entre los dos extremos?  
R.- Sí, porque no es justo decir que lo destruyó todo. Para empezar, introdujo una flexibilidad en las relaciones sociales y humanas que era inimaginable. Sin Mayo del 68, para realizar esta entrevista, usted y yo llevaríamos corbata. Francia se desprendió de los últimos despojos del siglo XIX, del moralismo católico, de la glorificación del dolor. Surgió una mentalidad hedonista y se dejó de sentir el peso de los muertos. La sacralidad y la verticalidad del Estado fueron puestas en duda. Es absurdo que ciertos lideres prometan liquidar la herencia de Mayo del 68 porque ya está integrada en lo que somos. Incluso sus mayores detractores, como Nicolas Sarkozy, llevan la marca de Mayo del 68 en su forma de hacer política y de vivir.

P.- En otros aspectos, su punto de vista es más crítico.
R.- No hay que confundir el valor de Mayo del 68 como catarsis social, que era necesaria y en la que yo participé, con su herencia. Tuvo un problema de hibris, de desmesura. Esas reivindicaciones se convirtieron, pasada la revuelta en valores absolutos. La exigencia de autonomía de la sociedad respecto al Estado y del individuo frente al grupo, que eran legítimas, se transformó en una desconfianza sistemática respecto a la delegación de poder, fundamento de la democracia representativa, en una sospecha permanente ante cualquier forma de jerarquía y autoridad...

P.- ¿Y eso es malo?¿No es un síntoma de madurez democrática?
R.- Es malo para quienes creemos en el Estado de derecho. Es verdad que la capacidad de autocrítica es un factor decisivo de la democracia moderna. Pero Mayo del 68 pidió una sociedad sin reglas. La fantasía de la democracia directa que vehiculaban las reuniones en círculo no era operacional y el movimiento terminó en un impasse. Se atacó un ethos común previo que no era perfecto y que merecía ser revisado, pero se arrasó con todo y no se construyó nada en su lugar. Las generaciones posteriores han crecido sobre un campo de ruinas...

Álex Vicente. Babelia. El País, sábado 5 de mayo de 2018

sábado, 5 de mayo de 2018

Escenarios de Mayo del 68

Medio siglo después, el fotógrafo de la agencia Magnum Bruno Barbey regresa a los escenarios de París que inmortalizó durante los disturbios y los retrata de nuevo para El País Semanal. Ahora, apenas dos días después de ingresar como nuevo miembro en la Academia de Bellas Artes de Francia, ha vuelto al escenario del crimen. Ha recorrido las plazas y los bulevares, se ha colado en las universidades y en los institutos y ha reconstruido, con su vieja canon al hombro, la geografía de Mayo del 68. 


Patio de la Sorbona. El 14 de mayo de 1968, ya en plena crisis de las aulas, los estudiantes ocupan el patio de la Universidad de la Sorbona, junto a la estatua de Pasteur.


Boulevar Saint-Germain. 6 de mayo de 1968. Los manifestantes atacan a los CRS (antidisturbios franceses) con palos, barras y proyectiles de acero en pleno bulevar Saint-Germain, frente al bar La Rhumerie, superviviente hoy.

Café La Pergola. Uno de los puntos de encuentro de los estudiantes, reconvertido hoy en una tienda de ropa.

Rue Gay-Lussac. Una de las más castigadas por los disturbios, bastante más tranquila hoy.

Ciencias Políticas. El vestíbulo del Instituto de Ciencias Políticas, un lugar de cita y de charla ideológica, apenas ha cambiado. 

Anfiteatro Richelieu. El 5 de abril aún no han estallado los disturbios pero se preparan. Los estudiantes se reúnen, debaten e incluso duermen en los bancos del Anfiteatro Richelieu, el aula magna de la Sorbona . 

Calle de la Facultad de Medicina. Aquí resistió hasta el 12 de junio la última barricada levantada por los manifestantes del 68. 

El Odéon. El gran teatro del sexto distrito de París estuvo ocupado durante semanas cubierto de pósters de Lenin y Marx convertido en una tribuna pública para todo el que quisiera expresarse. Su director, el actor Jean-Louis Barrault, y su esposa, la actriz Madeleine Renaud, se vieron desbordados. Jean-Louis Barrault acabo perdiendo su puesto de director porque el ministro de Cultura de De Gaulle, André Malraux, creyó que era cómplice de los estudiantes.

Bruno Barbey acaba de terminar un nuevo fotolibro en el que vuelve a aquellos días -Au coeur de Mai 68 . Mientra la Biblioteca Nacional de Francia  (BNF) acoge sus puertas a la gran exposición Iconos de Mayo del 68: las imágenes tienen una historia. Y sin embargo... Sin embargo, Francia no ha sabido nunca y sigue sin saber como gestionar el legado de 1968... Francia sigue buscando, bajo los adoquines la playa. Otra cosa es que esté ahí. 
Borja Hermoso. El País Semanal, 21 de abril de 2018

viernes, 4 de mayo de 2018

Alain Milhaud modernizó el pop español

Oriol Regàs, Maria del Mar Bonet y Alain Milhaud
 Arxiu Cuadernos Efe Eme
Alain Milhaud murió a los 87 años  en un hospital de Madrid. Como productor se esforzó en la internacionalización de la música pop española, acertando plenamente con Los Bravos. Hombre inquieto, fundó su empresa, Compañía Fonográfica Española (CFE). En las últimas décadas supervisaba la gestión del repertorio musical de Bocaccio Ediciones. Hijo de un alto funcionario de organismos internacionales, Milhaud nació en Ginebra en 1930. Su familia permaneció en Suiza durante la Segunda Guerra Mundial lo que le permitió estudiar en el conservatorio sin sobresaltos. Demostró tener iniciativa: organizó un festival de música clásica en distintos castillos del Valle del Loira y también ejerció como director de orquesta, unas labores de coordinación que le serían muy útiles para su futuro trabajo en otras músicas. Su primera visita a un estudio de grabación le hizo ver que allí había un mundo por explorar: existía una gran distancia entre lo que escuchaban los instrumentistas y lo que pasaba a la cinta magnética. Casado con la catalana Montserrat Trías en 1957, al poco se instaló en Barcelona. En una España que se abría al consumo de productos culturales, descubrió que había posibilidades en la música popular: se incorporó a Belter, sello no muy exigente pero sí muy activo en el campo de la canción española, que aspiraba a montar un estudio profesional; como asesor, Milhaud recorrió Europa visitando estudios, para ponerse al día en la tecnología de captación del sonido. Posteriormente se trasladó a Madrid, llamado por Columbia, la más veterana de las discográficas españolas. 
Dentro de su valía en todos los campos del negocio de  la música, su estelar, revolucionaria faceta de productor de grupos como Los Bravos (Black is Black), Los Canarios (Get On Your Knees), Los Pop Tops (Mammy Blue) bastaría para inscribirlo en la mitología musical española. Milhaud internacionalizó el rock español. Perfeccionista e infatigable en el estudio de grabación, era también tan astuto y concienzudo en las relaciones contractuales como en las facetas puramente artísticas...
Diego A. Manrique. Madrid. El País, jueves 26 de abril. Carlos Toro, El Mundo 30 de abril.

jueves, 3 de mayo de 2018

Los últimos libertinos

Benedetta Craveri
Es una de las máximas especialistas mundiales en el siglo XVIII francés, Benedetta Craveri (Roma, 1942), nieta del gran filósofo italiano Benedetto Croce, es autora de libros como Amantes y reinas o La cultura de la conversación. El sello Siruela publica Los últimos libertinos, un libro escrito con sus habituales maestría narrativa y rigor histórico, y en el cuenta la vida de siete aristócratas franceses, poniéndolos en el contexto histórico y social de su tiempo.
- ¿Quienes eran esos siete libertinos y por qué los eligió?
 -"He evitado a los personajes más famosos. Los elegí porque tienen mucho en común, los siete escribieron mucho, la sociedad de su tiempo los percibía como personajes emblemáticos, pertenecían a la alta nobleza, desempeñaron cargos importantes y eran amigos. Eran libertinos en el sentido de librepensadores, educados en el espíritu de las Luces, discípulos de Montesquieu, Diderot y la Enciclopedia, todos podrían haber inspirado el Don Juan de Mozart. Son seductores de mujeres y coleccionistas de amores, maestros del arte de la seducción y del placer, guapos, brillantes, refinados, cultos, aventureros, individualistas y ambiciosos, quieren elegir su propio destino  y hacer carrera no solo por el favor real sino también por sus méritos". 
-¿Necesitamos hoy personas como aquellos libertinos del XVIII?
-"Sí, necesitamos personas que sean intelectualmente independientes, cultos, con fuertes valores democráticos y capaces de cambiar la imagen vulgar que se tiene hoy del libertinaje por el arte de la seducción".
-¿Que paralelismos hay entre aquella época del final del Antiguo Régimen  y la actual? 
-"Los personajes del libro afrontan problemas que siguen siendo actuales. Estaban convencidos de que el viejo sistema de la monarquía era arcaico y no respondía a las necesidades de la sociedad moderna. Miran a Inglaterra como ejemplo de monarquía representativa y luchan por el triunfo de las ideas liberales de 1789, pero después la revolución seguirá su curso y tendrá consecuencias dramáticas para ellos. La multitud aparece sin que nadie lo esperara y la revolución ya no se plantea reformar la sociedad, sino construir otra radicalmente nueva, con los riesgos que plantea. Ahora los populismos de EEUU, Italia o España plantean este interrogante: se cambia todo, ¿y después? Estamos preocupados porque vivimos tiempos de gran incertidumbre, somos conscientes de estar al final de una gran civilización.  Puede que vayamos hacia algo mejor, aunque yo no lo creo. Los libertinos del libro también tenían esa esperanza. Me preocupa el declive de la sociedad humanista, que enseñaba a los individuos  a comprender, juzgar y elegir. Estoy orgullosa de que mi país haya acogido a todas esas oleadas de gente desesperada que huyen de la miseria, la guerra y la muerte. Pero pienso como italiana y occidental, que no todos los credos y los valores son iguales, no podemos abdicar de las conquistas de la sociedad democrática. Tolerancia sí, pero no igualar todas las creencias, debemos defender nuestros valores...
Enrique Clemente. La Voz de Galicia, jueves 19 de abril de 2018

miércoles, 2 de mayo de 2018

Una revolución que no fue,

Absorta en el debate sobre su pérdida de influencia cultural en el mundo, Francia se prepara para conmemorar los 50 años de una revuelta que ha marcado la memoria colectiva. La revuelta fracasó, pero la ensoñación construida entre las barricadas del bulevar Saint-Michel sigue emocionando al mundo. Muchos años más tarde, André Glucksmann, philosophe que había corrido desde la estricta fidelidad maoísta hasta la ortodoxia neocon, la recordaría como la revolución que hizo todas las preguntas  y no halló ninguna de las respuestas.  "En aquellos días", decía Glucksmann, "predominaba el insólito sentimiento de que la Historia dependía de los ciudadanos". El jueves 3 se cumplen 50 años del estallido de la rebelión que no sabemos denominar de otra forma que por su fecha"; una insurrección celebrada, criminalizada, mitificada o ignorada a lo largo de estas cinco décadas. Pero volvamos a revisar los hechos. La revuelta empezó por un asunto intrascendente, como siempre. A mediados de aquel curso, el ministro de la Juventud, François Missoffe, accedió a inaugurar la piscina de la Universidad de Nanterre, un campus de extrarradio construido para descongestionar la Sorbona . Y un foco de conflictos. Missoffe, veterano de la guerra de Indochina, fue increpado allí por un muchacho de 23 años:"He leído su Libro Blanco, señor. Cientos de páginas en las que no se dice ni una sola palabra sobre los problemas sexuales de los jóvenes"... Ese estudiante era Daniel Cohn-Bendit, dirigente del Movimiento 22 de Marzo y líder mediático de una juventud que emergía como una nueva clase. Surgida de la prosperidad económica, la explosión demográfica y la emigración a las ciudades de posguerra, la juventud que se rebelaba contra las reliquias de la V República ha vivido siempre en democracia, con un bienestar impensable para sus padres. De Gaulle habla de Mayo del 68 como "la revolución de los hijos de papá". Mitterrand la llama "la revuelta de los zánganos".
El viernes 3 de mayo, una protesta organizada por los universitarios de Nanterre concentra a cientos de estudiantes en el patio de la Sorbona. El rector Jean Roche,  llama a la fuerza policial para restablecer el orden. El edifico es desalojado tras una batalla que se salda con 400 heridos.
Ese lunes, Cohn-Bendit y otros seis "camaradas expedientados" deben comparecer ante las autoridades académicas en la Sorbona. En torno a la universidad se concentraron cientos de manifestantes para demostrar su solidaridad. La marcha termina con la ocupación del recinto y con el choque entre los antidisturbios y cientos de estudiantes armados con palos, adoquines y cócteles molotov.
A partir de entonces la jerarquía es abolida en las aulas. Los alumnos evalúan a sus profesores, les tutean, se ríen de sus  aires de superioridad:"Sed realistas..."En las calles del Barrio Latino triunfa la revolución. Trotskistas, maoístas, libertarios y situacionistas reivindican una causa que ya hemos olvidado... 
Álvaro Tizón. Madrid. Papel. El Mundo, domingo, 29 de abril de 2018