miércoles, 22 de diciembre de 2021

La Ruta Jacobea se ensancha hasta el Amazonas de Brasil

6.025 peregrinos brasileños llegaron a Compostela en 2019; una cifra que corresponde al 1,73% del total de viajeros que emprendieron Camino el año previo a la pandemia. Entre este prcentaje, estaba la presidenta de la Asociación de Amigos del Camino, Adriana Reis, procedente del Estado de Río Grande do Sul, al sur de Brasil. En esta ocasión vuelve para despedir el año en Santiago y, de paso, para entregar una carta a Sánchez Bugallo, en representación del alcalde de Porto Alegre y del consulado español de allí.  

El objetivo de la visita de Reis al Ayuntamiento de Santiago es pedir un símbolo, una placa, para crear una rotonda bautizada "Compostela" en el Camino de Porto Alegre. La ciudad tiene su particular versión de la Ruta Jacobea, una réplica del Camino gallego que tiene por nombre "Gauchos del Camino de Compostela", en referencia al gentilicio de ese  Estado, fronterizo con Argentina y Uruguay. Unas 500 personas, dice Reis, peregrinan hasta allí cada año.

La concejala de Urbanismo, Vivienda, Ciudad Histórica y Acción Cultural, Mercedes Rosón, recibió en el Ayuntamiento a la presidenta de "Amigos del Camino". Rosón prometió a Brasil el símbolo requerido para loar el Camino en Porto Alegre. La Asociación Amigos del Camino ya fue reconocida por la Xunta de Galicia como entidad amiga para la divulgación  en el mundo de esta ruta religiosa. De momento se desconoce cuál será el dibujo que adornará dicha placa. Podrían ser, por ejemplo, la concha o la flecha amarillas que guían en cada etapa.

Adriana Reis lleva seis Caminos a sus espaldas, mejor dicho, a sus pies, y confiesa que prepara otro para el año que viene, para el mes de julio, coincidiendo con el Año Santo, junto a personas de la asociación.

Cuando le preguntamos sobre el afán de recorrer tantas veces esta ruta, que seguramente empiece desde Porto, en Portugal, asegura que "cada Camino es diferente". Nos habla de estar en el mismo sitio pero en distinto lugar; "Aunque sigas el mismo sendero tu serás una persona diferente por todo aquello  que va entrando o saliendo de tu vida"...

Laura Gestal. El Correo Gallego, viernes 17 de Diciembre de 2021

Leer y Tejer os desea Felices Fiestas. Estaremos de nuevo con vosotros en enero

martes, 21 de diciembre de 2021

Adiós a Richard Rogers padre del Centro Pompidou

Richard Rogers.( AFP)
"La única constante en la vida es el cambio", me dijo el arquitecto británico Richard Rogers la última ve que hablamos en Londres". Esta idea fue la que presidió la construcción del Centro Pompidou, su obra más famosa, proyectada a partir de 1971 junto a su colega Renzo Piano e inaugurada en París en 1977: un edificio de corte industrial y futurista, con plantas diáfanas y las instalaciones  y las escaleras dispuestas en la fachada que tuvo la virtud suplementaria de crear una gran plaza pública ocupando la mitad del solar disponible.

Aquella construcción moderna en el corazón de París propició un alud de críticas. Pero, a los pocos meses de su apertura, era ya la principal atracción cultural y turística de la capital francesa. Y sigue siéndolo, junto al Louvre.

Richard Rogers fallecido ayer en Londres a los 88 años, es autor, ya en solitario, de otras obras señeras como el edificio de la aseguradora Lloyd's (1978-86), también de corte industrial, disruptiva, en el corazón de la City, encargada paradójicamente por una de las firmas más tradicionales del "establishment" económico británico. O el Millenium Dome (1996-1999), u edificio singular, de hechuras semiesféricas y peso mínimo, levantado para festejar en Londres el último cambio de siglo. O, en España, la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas (1997-2005), en Madrid, una de sus mejores obras. Otros trabajos españoles de Rogers, estos en Barcelona, fueron la remodelación de la plaza de Las Arenas o la torre del hotel Hesperia, junto a L'Hospitalet.

Entre las últimas aportaciones de Rogers se cuenta la torre 3 (2006´2018) del renovado World Trade Center, en la zona cero de Nueva York asolada en el 2001 por los atentados del 11-S.

Rogers era un arquitecto feliz, animoso, involucrado en las instituciones públicas -trabajó para la Greater London Authority, fue consejero del Ayuntamiento de Barcelona...-, un insobornable defensor de la arquitectura contemporánea -todavía se recuerdan sus enconadas polémicas con el Príncipe Carlos, partidario de la arquitectura convencional- y un hombre amante de los colores, como reflejaba su indumentaria, en la que combinaba, sin los reparos previsibles en un octogenario con título (Lord Rogers of Riverside), prendas azules, verdes, amarillas o naranjas...

Llàtzer Moix. La Vanguardia, 19/12/2021 

lunes, 20 de diciembre de 2021

La historia de mi mujer

Ganadora en 2017 del Oso de Oro en Belín por En cuerpo y alma, una extraña historia de amor  que surgía en los gélidos márgenes de un matadero, la veterana cineasta húngara Ildikó Enyedi estrena una nueva historia de amor, esta vez impregnada de un romanticismo añejo que acaba resultando demasiado lejano.

Adaptación de la novela homónima y mayor éxito del novelista húngaro Milan Fust, La historia de mi mujer parte de un improbable idilio entre un maduro marino mercante y una coqueta y conquistadora mujer a principios del siglo XX. Dos personajes que entablan una envenenada dialéctica de seducción y de celos. El nobel y algo boborrón capitán holandés Jacob Störr, a quien da vida Gijs Naber, decide pisar tierra y pedir matrimonio a la primera mujer que se cruce en su camino. Su suerte parece echada cuando una bella francesa, Lizzy, interpretada por Léa Seydoux, acepta para sorpresa del propio afectado embarcarse en la aventura.

Durante casi tres horas de metraje, la película no logra despegarse de la fuente literaria de estos dos personajes, aferrada a los gestos y equívocos de un círculo vicioso marcado por los zarandeos emocionales de una pareja sin forma en la que ninguno acaba de fiarse del otro, especialmente él de ella. El ingenuo y enamorado lobo de mar frente a la mundana seductora que aquí ejerce de Pigmalión  de los rituales de seducción de un hombre que no entiende de cortejos mientras le piden comportarse "como un canalla", que parezca que ha "arrasado con el gallinero".

Con secuencias hermosas como la del romántico primer baile o las del puerto de Hamburgo, el filme encalla en su sobria propuesta, sin precisión melodramática, demasiado rígida en el manejo de las emociones de una historia de amor imposible cuyo fondo trágico nunca acaba de emerger.

Elsa Fernández Santos. El País, viernes 27 de septiembre de 2021

domingo, 19 de diciembre de 2021

Bruno Latour y el fin del pensamiento clásico

Más allá de los consabidos "diarios de la pandemia", que han ido anegando con perseverancia las librerías en los últimos meses, el coronavirus también ha encontrado reflejo literario en ensayos de muchos de los pensadores más influyentes de la actualidad, como Michel Onfray, Byung-Chul Han o Slavoj Zizek. A esta corriente se une el filósofo, sociólogo y antropólogo Bruno Latour (Beaune, 1947), de quien el polémico esloveno ha asegurado: "el camino lo ha iluminado Latour, que acierta al recalcar que la crisis del coronavirus es un ensayo general para el inminente cambio climático, que va a ser la próxima crisis". Algo que el francés apuntaba en su anterior obra, Dónde aterrizar (Taurus, 2019), en la que centraba su atención en la actual era del Antropoceno y en la crisis ecológica que estima el mayor desafío de nuestro futuro.

Explorando esta vía continúa el influyente pensador en ¿Dónde estoy?, un accesible y pertinente ensayo, cuajado de estimulantes reflexiones, que funciona como una invitación a "desconfinarnos de ciertas ideas que han conformado el pensamiento occidental de loa últimos siglos, tales como el progreso o el dominio de la naturaleza.

Estableciendo un fecundo paralelismo con el relato La metamorfosis de Kafka, el pensador construye capítulos breves pero certeros en los que asume el coronavirus como una consecuencia, un aviso más, del peso que la Tierra y su sostenibilidad tendrán en todos los aspectos, de la geopolítica a la vida cotidiana, de las próximas décadas.

"Hemos tenido una sospecha generalizada de la conveniencia de volver a las cosas como eran", escribe. Una intuición que juzga preclara ya que un regreso al mundo de 2019 es imposible... e indeseable. En resumen, y como reza una de sus más famosas frases: "No defendemos la naturaleza, somos la naturaleza defendiéndose".

Miguel Cano. El Cultural, 25 de octubre de 2021.

sábado, 18 de diciembre de 2021

Camariñas y La Turballe comparten secretos gastronómicos

Los puertos de Camariñas y de La Turballe

Como municipios hermanos que son,  el ayuntamiento de Camariñas y el francés de La Turballe (Francia), apoyados por la Asociación La Turballe Cap-Camariñas, acaban de compartir sus secretos gsatronómicos. Lo hicieron en un libro La Turballe y Camariñas comparten mesa, donde se recogen las recetas tradicionales y también las más actuales de ambas localidades.

Esta publicación es el fruto de un trabajo conjunto de varias personas de ambos municipios que tienen muchos puntos en común, como puede ser la pasión por la cocina, consecuencia de la alta calidad de los productos de sus mares y también de su tierra. 

A lo largo del recetario el lector podrá conocer la tradición y la historia de Camariñas y La Turballe a través de las recetas explicadas por vecinos y vecinas, que pasaron de generación en generación con propuestas de sabores que "evocarán lugares, personas e incluso instantes", afirman. Algunas de las recetas que se pueden encontrar en el libro son: Paté de sardinas, por Jacky Trimaud, pescador jubilado de La Turballe; Tiras de calamares y tentáculos con manteca de tomates, por Xavier Chevalier, chef del restaurante francés Le Terminus; Jurel empanado con cacahuetes y tartar de tomate, pepino, albahaca y menta, por Thomas Barreau, especialista en cocina sostenible. 

Desde Camariñas aportan: Fideos fritos con verduras, marisco y algas, por Maika Campos, cocinera y gerente del bar Curbeiro; Calamares rellenos por Dorita García Carril, presidenta de la Asociación Rendas; e Revolto de caviar de erizo de mar, por Gemma Pedreira Allo, responsable de producción de Conservas Leticia.

Además de las recetas de cada territorio podrán encontrar en este libro historias de personas de ambos municipios, que hablan de la tradición marinera de Camariñas y La Turballe, de una forma directa y emotiva, con el deseo de compartir con los lectores el fuerte vínculo entre los dos pueblos.

La publicación se presentará públicamente en la XXXI Muestra del Encaje de Camariñas Diputación de A Coruña, que se celebrará en la Semana Santa de 2022. Al acto está previsto que asistan las personas que lo hicieron posible.

Manuel Lavandeira. Camariñas. El Correo Gallego, lunes 29 de nociembre de 2021

viernes, 17 de diciembre de 2021

El centenario de María Casares recorrerá los escenarios de su vida

María Casares

Una programación "ambiciosa, diversificada y plural", en palabras del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, tratará de saldar en el 2022, coincidiendo con el centenario del nacimiento de María Casares, "la deuda histórica que tenemos con esta artista universal que es, además, una de las imágenes del teatro gallego, español y europeo".

Dar visibilidad a su legado con múltiples propuestas digitales, editoriales, escénicas y audiovisuales es el objetivo de una conmemoración en la que toman parte desde la Biblioteca Nacional a la Embajada de España en Francia, el Instituto Cervantes, la Asociación de Actores y Actrices de Galicia, Xerais y la CRTVG, y que se desarrollará, al menos en parte, también en Francia.

En Galicia, el centenario impulsará exposiciones, el estreno de producciones propias, una edición especial de los Premios María Casares y la programación de, entre otras, Continente María, del CDG, y Ainé Produccións dirigida por Tito Asorey; Política sentimental. O encontro necesario entre María Casares y Albert Camus, de Javier Villán bajo la dirección de David Loaysa.

El festival Escenas do Cambio del Gaiás también le dedicará su edición con el estreno de una pieza de nueva creación inspirada en ella e interpretada por mujeres, al igual que uno de los ciclos de la Filmoteca de Galicia. En distintas salas de la comunidad, Madrid y Barcelona se difundirán documentales como Vitola y La mujer que vivió mil vidas; el proyecto María Casares: voces para un centenario, que incluirá también dos piezas grabadas en escenarios de su vida en A Coruña y Oleiros, y la TVG emitirá hasta cinco piezas divulgativas sobre la homenajeada. 

En el ámbito académico se realizará en Madrid un ciclo de conferencias y en A Coruña el programa María Casares: del exilio al escenario, que reunirá a personalidades que conocieron a la artista. La editorial Xerais, con apoyo de la Xunta, publicará María Casares a través do espello. Legado filosófico e artistico dunha galega universal, escrito por la actriz Sabela Hermida.

A Coruña. La Voz de Galicia, domingo 21 de noviembre de 2021

jueves, 16 de diciembre de 2021

Las entrañas de Annie Ernaux

Annie Ernaux

Annie Ernaux  (Lillebonne, Francia, 1940) lleva desde los 16 años escribiendo un diario. Religiosamente, sin cesar. A estas alturas de su vida serán ya decenas de volúmenes los que hablen de sí misma. Uno podría pensar que en seis décadas de narraciones caben muchos "bajé al super", "hoy no hice nada" o "me corté pelando patatas", pero no es el tipo de diario que escribiría Ernaux. "Siempre he tomado nota de los sentimientos, los hombres, los familiares, mi madre, mis hijos...Me acostumbré a anotar las emociones fuertes. Pero la vida vacía no la escribo nunca. Nunca escribo lo que hago en el día, eso no me interesa".

Imaginen la cantidad de páginas que habrá escrito reflexionando sobre los acontecimientos que más marcaron su vida. Un ciento o dos. Sin embargo, aquellas anteriores a 1962 las hemos perdido para siempre. Sus primeros papeles los dejó olvidados en la casa familiar y un día, tras leer lo que que su pequeña Annie había escrito en ellos -vivencias adolescentes, escenas sexuales y un largo etcétera-, su madre decidió quemarlos. "Olvidarlos allí fue un error por mi parte", aseguraba.

Las obras que la francesa ha publicado desde 1974 son, en conjunto, una autobiografía fragmentada en pequeñas dosis. Todas se basan en su memoria, que Ernaux escarba para rescatar historias personales. Y es gracias a sus anotaciones, algunas fotografías y los objetos que aún guarda, que va tejiendo su pasado.

Con Perderse, (publicado en Francia en 2001 y traducido ahora al castellano por Cabaret Voltaire) Annie nos regala íntegramente uno de esos diarios, el que se escondía tras las páginas  de Pura pasión. En aquella novela narraba la obsesión con un diplomático ruso que la llevó a parder la conciencia sobre sí misma. Es una historia de fragilidad en la que Annie recuerda como se sintió aquellos días en que se dejó llevar por un sentimiento que la idiotizó. 

En Pura pasión conocimos el deseo posproducido, comentado por una Annie del futuro a la que el tiempo ya había ayudado a ver la historia desde otra perspectiva. Ahora, en Perderse, leemos de una forma más desnuda a la Annie de aquel presente turbio y descontrolado...

La obsesión de Ernaux por referenciar sus anotaciones es también la obsesión de alguien que busca colocarse lo más cerca posible de la verdad y mantenerse fiel a lo que sería en aquel momento...Escudarse tras un diario es también una forma de hablar sin tapujos. Decía Ernaux que es ahí "donde se escribe con la brutalidad del momento. Donde somos menos políticamente correctos". Abrir la puerta a esa intimidad, en la que todos pensamos cosas que no nos atreveríamos a decir en alto, es su seña de identidad...

Belén Araújo. La voz de Galicia, viernes 5 de noviembre del 2021.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

El Camino Inglés se expande en Gran Bretaña

Elcamino inglés en Gran Bretaña

El Camino Inglés (ese "diamante en bruto", como acostumbra a denominarlo Manuel Mirás, el orosino hoy senador y presidente de la Asociación de Concellos do Camiño Inglés) se expande más allá de A Coruña y Ferrol, sus inicios en territorio gallego antes de adentrarse en la comarca compostelana. En ocasiones se promueve con la inestimable ayuda de entidades locales de amigos de los caminos de Santiago, como por ejemplo la danesa, la cual identificó y señalizó 948 kilómetros en su país. En otros casos es por iniciativa de la Diputación o de la mencionada asociación, aunque la Xunta ya ha dado muestras de retomar el rumbo y quiere estar en primera línea. 

Antonio Leira como representante del organismo provincial, y Mirás se desplazaron a principios de este mes a la ciudad inglesa de Reading, muy cercana a Londres, invitados por su Ayuntamiento. La razón, en palabras de Leira: "Querían conocer de primera mano como lo estábamos haciendo nosotros, y de verdad que los vi interesados en promocionar allí la Ruta". Fue sólo día y medio, con reuniones y visitas a lugares de interés jacobeo desde las diez del a mañana hasta doce horas más tarde el primer día, y desde las ocho de la mañana hasta el medio día en el segundo, encuentros que acabaron justo a tiempo para que la comitiva se dirigiera a toda prisa al aeropuerto.

A través de un experto conocedor de Galicia, Alex Brannen, la jornada comenzó suave, visitando la abadía de Reading, pero los platos fuertes vinieron a continuación, con una sesión de trabajo de más de hora y media presidida por el alcalde de esa ciudad, David Stevens. La concejala de Cultura, Karen Rowland, había recibido antes al grupo a las puertas de la iglesia de Santiago, y allí quiso darle simbolismo al momento: Leira y Mirás con ella misma, cortaron la cinta que de alguna manera inauguraba ese tramo del Camino, que rematará después de un centenar de kilómetros en el puerto de  Southampton. Era este uno de los que los peregrinos buscaban con el fin de subir a bordo y atreverse a navegar  hasta Galicia en media docena de días, rezando para no encontrarse en su derrota con alguno de los numerosos monstruos marinos que, como era creencia muy extendida, poblaban las aguas...

Cristóbal Ramírez. El Comarcal. La Voz de Galicia, noviembre de 2021

martes, 14 de diciembre de 2021

Le Gray, retocar el cielo

Marina de Le Gray

En el Archivo  General del Palacio Real hay unas 57.000 fotografías de gran importancia histórica. De ellas este conjunto de 15 marinas de Le Gray es quizá lo más valioso. Y no sólo por su valor de mercado, elevadísimo: su récord en subasta es de 917.000 euros. Gustave Le Gray (Villier-le-Bel, 1820-El Cairo, 1884) lo tuvo todo y lo perdió todo; tras ser maestro de maestros quedó en el olvido durante un siglo. Hoy se le reconoce como gran artista y como gran innovador, pues le debemos la invención o el perfeccionamiento de -en términos de hoy - la instantánea, los filtros, el Photoshop y el HDR.

En su tiempo, la fotografía se integraba en los ámbitos de la química y de la industria pero él siempre quiso llevarla al terreno del arte. No en vano se había formado como pintor con el romántico - y teatrero- Paul Delaroche y se había ejercitado en el Louvre y en Italia como copista. De hecho, cuando abrazó el daguerrotipo en 1847, sólo ocho años después de su invención, destacó por sus reproducciones de cuadros célebres. Se movía entre pintores y compartió los cambios en la sensibilidad, en los intereses y en las formas que derivarían, a partir del naturalismo de Barbizon -frecuentó aquellos artísticos bosques desde 1849-, en el impresionismo. Este vínculo fue destacado en la estupenda exposición Los impresionistas y la fotografía, en el Museo Thyssen (2020) que incluyó 12 obras suyas, entre ellas cuatro marinas.

Sus días de gloria pasaron rápido. La década de 1850 la abrió como fotógrafo de cámara de Napoleón III y como participante de la trascendental Misión Heliográfica que documentaría los monumentos franceses. Inauguró un lujosísimo estudio en París en el que cobraba a precio de oro sus clases a aprendices de buena posición , se convirtió en retratista de la alta sociedad, en fotógrafo de eventos oficiales, en teórico de referencia. Y la cerró huyendo de sus acreedores, con Alejandro Dumas como compañero de aventuras que le dejó tirado al poco de partir hacia Oriente...acabando oscuramente su periplo en Egipto, donde viviría casi un cuarto de siglo.

Con las marinas tocó el cielo. Lo retocó. Algunos daguerrotipistas habían tomado fotografías en las costas pero esos escenarios planteaban dificultades lumínicas entonces insalvables...Le Gray combinó dos negativos, uno para el celaje y otro para el agua y la tierra, cosidos en la línea del horizonte. Y tuvo un éxito fulgurante. Exposiciones, premios...Se confeccionaron álbumes, como el que le fue regalado a Isabel II ya en 1859, y que fue desencuadernado para decorar las habitaciones de Alfonso XII en La Granja...

Elena Vozmediano. El Cultural, 19-11-2021

lunes, 13 de diciembre de 2021

Yann Gonzalez en el Festival Curtocircuito

Yann González

El Festival Curtocircuito cerró una extraordinaria décimo octava edición en la que el foco principal estuvo dirigido al director francés Yann González (Niza,1977). Haciendo una retrospectiva a su carrera, el público compostelano pudo conocer más de cerca al cineasta a través de sus obras las cuales tienen un marcado carácter personal.

Por ello, los espectadores santiagueses, tras tener la posibilidad de percibir y sentir las experiencias de Yann introduciéndose en sus creaciones a partir de ahora seguirán muy de cerca el futuro de un director que posee un gran recorrido por delante.

¿Qué supone para usted el reconocimiento de Curtocircuito?

-Creo que es como el principio del final. Cuando empiezas a tener focos y retrospectivas parece que tu carrera se está acabando (risas). Hablando más en serio, me gusta el reconocimiento, pero en cierta forma es extraño viajar y estar en algún lugar donde ponen tus películas juntas, porque para mí cada una de ellas es un autorretrato de un momento concreto de mí mismo. Resulta extraño ver todo junto porque, en este momento, no me reconozco. En todo caso, también tiene un componente muy bonito.

¿Qué impresiones le ha transmitido el público compostelano en estas veladas?

-Los coloquios fueron muy amables y divertidos. Con todo, si es cierto que después de las películas no todo el mundo quiere hablar y, a veces, hay una timidez por parte del público. Por ello, prefiero poder hablar de mis películas y de cine no en un escenario, sino con unas cervezas en un bar. Además, mis películas hablan de temas muy emocionales e íntimos y suele ser complicado hablarlo en público, delante de todo el mundo, por eso prefiero tener conversaciones más íntimas para lograr esa cercanía.

Esta es su primera vez en Santiago, ¿que le ha parecido la ciudad?

-Me parece una ciudad con mucha vida y muy bonita, por lo que me encantará perderme por sus calles para disfrutarla de verdad...

El foco dirigido a Yann Gonzalez se dividió en dos grandes veladas en las que se proyectaron hasta ocho obras del director francés, ambas culminadas con un coloquio. El viernes, a la llegada del cineasta, el Teatro Principal acogió las películas Perez, Les Vacances contiuent y Knife+Heart. El sábado, se pudo ver By the Kiss, Je vous hais petites filles, Nous ne serons plus jamais seuls, Croche, Rotten Plum; Les îles y Fou de Bassan.

Brais Fernández. El Correo Gallego, lunes 11 de octubre de 2021

domingo, 12 de diciembre de 2021

Cuentos feroces de un autor perdido en el mundo actual

 La literatura parte el mundo en dos y esa es su fuerza. Están quienes piensan que con Inhumanos, Philippe Claudel (Nancy, 59 años) firma un libro magistral. Otros creen que se le ha ido la olla. Quienes volaron con el poder de evocación y la intensidad de metáfora de un libro como Aromas se ven ahora sorprendidos (¿quizá sería mejor decir acorralados?) por un artefacto seco, bestia, valiente y ampliamente discutible como Inhumanos. Dos libros de historias cortas escritos por el autor francés hace cosa de 10 años, casi seguidos. La diferencia es que el primero salió en España, editado por su sello habitual, Salamandra, en 2012 poco después de hacerlo en Francia... y que el segundo acaba de hacerlo, cuatro años después del lanzamiento francés ... pero en otro sello, Bunkerbooks.

Según el autor, su editor español ha tenido miedo de Inhumanos, donde lo mismo un hombre pone en venta a su esposa en internet que otro le regala a la suya por Navidad tres señores ("uno para cada orificio, muy gracioso"), unos amigos de su empresa y sus mujeres practican sexo en grupo mientras los niños juegan en el piso de arriba y un grupo de veraneantes fleta un yate para contemplar cómo los inmigrantes de varias pateras se ahogan en el mar. Algo de miedo, desde luego, da Inhumanos. Lo provoca en el lector y uno puede llegar a entender que también lo provocara en su momento en el editor español, aunque ahora ya se verá si Claudel decide seguir siendo fiel después del desplante, o cambia de rumbo. El secretario general de la prestigiosa Academia Goncourt, además de dramaturgo y cineasta, dice que escribió este libro porque en su opinión el mundo ha perdido todos los referentes morales y de autoridad, todo va demasiado deprisa y él ya no entiende nada. La conclusión es transparente: Philippe Claudel ha escrito un libro a la vez transgresor y reaccionario. Reaccionario en el sentido literal del término, reacción contra lo que no se entiende... o se entiende demasiado bien.

La siguiente disertación acerca de la técnica y la forma en que un escritor afronta el hecho literario según su estado de ánimo y los temas que le sobrevuelan da una idea sobre la capacidad de plasmar el mundo en libros tan planetariamente opuestos. Sentado el pasado miércoles delante de un café en el centro de Madrid, el narrador, cineasta y dramaturgo se lanza: "Cuando empiezo una historia, es la atmósfera la que me acaba llevando a la escritura. En Aromas me dije: "Ya que desde niño he sido bastante sensible a los olores, voy a elaborar una lista con todos los que he conocido desde la infancia. Reuní como 130 y acabé reteniendo 63 para el libro. Me propuse escribir para cada aroma un texto muy corto, pero sobre el primero ya me encontré con 40 folios. Me dije: no puede ser tengo que dejarlo en dos o tres páginas para cada entrada". "Con Inhumanos se repitió la situación: escribí la primera historia y me salieron 40 folios. La tiré a la basura y me dije: Hala, dos o tres folios máximo. Lo tengo claro, menos es más. La diferencia entre los libros está precisamente  en la escritura. En Inhumanos, como precisamente trabajaba sobre un material inhumano, me dije: "Pues la escritura también tiene que serlo. Nada de imágenes , nada de metáforas, un lenguaje seco, casi como si fuera una máquina la que escribía el texto, un robot".

En cuanto a las salvajadas que cimentan las tramas de estos 25 relatos cortos, Claudel remite al contexto temible en el que, según él se mueven las sociedades occidentales de hoy. Y a su absoluto desconcierto personal. "En realidad escribí este libro porque me sentía perdido", admite. "Vengo de un mundo que era bastante sencillo de descodificar. No digo que fuera mejor. Hoy se desmoronan muchas certidumbres. La tecnología, la medicina y la biología producen cosas fabulosas, pero lo hacen de una forma demasiado rápida para el nivel de aceptación humana, y eso trae a veces un gran malestar metafísico. Y luego está la cuestión de la verdad, y la aparición de esas expresiones formidables que son las verdades alternativas. Para mí, por ejemplo, pretender que el sexo no es una cuestión biológica sino una mera invención de la sociedad o que los conceptos de macho y hembra ya no existen... me parecen verdades alternativas... Yo creo que la gran diferencia con el pasado es que antes existían barreras, cerrojos que lograban mantener la puerta cerrada. Sobre todo, la religión  que tenía un peso terrible en nuestro mundo occidental. También el maestro de escuela y la familia. Pero matamos a Dios, el respeto al maestro ya no existe, en Francia incluso se le asesina. Y la familia tradicional ha explotado. Hemos perdido los referentes, hemos asesinado a los símbolos de autoridad y cada vez estamos más abandonados a nosotros mismos...

Borja Hermoso. El País, sábado 4 de diciembre de 2021

sábado, 11 de diciembre de 2021

Sorpresas provenzales

En su librería Crazy Mary, inaugurada este año en el barrio de Las Letras de Madrid, María Fernández ha creado un punto de encuentro acogedor para aficionados a la lectura en el centro de la capital. Aunque viaje a menudo a través de los libros, sus estancias en el pueblo de Saint-Rémy-de-Provence son sus recuerdos más placenteros.

¿Cuándo fue por primera vez?

A los 13 años, con un intercambio del instituto. Volví al año siguiente, pero después pasaron 30 hasta que regresé, ya en 2017: mi plan en esa ocasión fue pasar una semana viviendo allí como una francesa más, porque lo recordaba como un lugar bellísimo.

¿Encontró cambiado el pueblo?

Mantiene su esencia, pero se ha vuelto algo más turístico después de que Carolina de Mónaco se instalara allí en los años noventa. Han abierto restaurantes y tiendas, pero hay zonas que están intactas. Giras por una calle y apareces en un lugar silencioso, donde solo se oye el agua que corre por las acequias que pasan por las callejuelas adoquinadas.

¿Pudo llevar una vida a la francesa?

Totalmente, sobre todo cuando fui al mercado que montan en la calle a comprar pan, quesos, patés y flores.

¿Descubrió algo nuevo?

Sí, y también redescubrí lugares. Por ejemplo el sitio arqueológico de Glanum, una antigua ciudad romana a las afueras. Ahí me pasaba la tarde leyendo al aire libre, a la sombra de los pinos. Y la dueña de mi apartamento me llevó a Les Baux, que no lo conocía.

Descríbanos Les Baux.

Es un pueblo medieval de piedra en lo alto de una colina. Es más espectacular que Saint-Rémy. Allí sentí claramente el síndrome de Stendhal al subir al castillo y ver desde lo alto la belleza del paisaje.

¡Cuántas sensaciones!

Hubo una más cerca de Saint-Rémy está el psiquiátrico donde estuvo Van Gohg durante un año. Se llama monasterio de Saint-Paul-de-Mausole y se puede visitar. En las cercanías del monasterio la gente va a pintar los mismos paisajes que él pintó.

Mercedes Cebrián. El Viajero. El País, sábado 27 de noviembre de 2021

viernes, 10 de diciembre de 2021

La cantante Yseult reclama su espacio

Aunque a Yseult (París, 27 años) le inculcaron la música  desde bien pequeña, cuando dijo en casa que quería dedicarse profesionalmente a ello su padre se lo prohibió. Haciendo gala de rebeldía adolescente, la artista no hizo caso y hace ocho años se presentó al programa Nouvelle Star, una versión francesa de Factor X, que la catapultó a la fama en su país. Firmó rápidamente su primer disco con una gran compañía, pero pronto también se dio cuenta de que aquel universo no iba con ella.

Rompió con todo, volvió a empezar y montó su propia discográfica independiente, YYY Records, en la que presume de unir arte y música por encima del negocio. No le ha ido mal. Es mánager y productora, pero también dueña de composiciones, que ahora transitan por unos derroteros mucho más intimistas. En su música aborda temas personales como los complejos que le generó su cuerpo o el racismo endémico en Francia. No teme señalar con el dedo ni, si hace falta, meterlo en las heridas de la sociedad para que supuren. Hija de emigrantes cameruneses, representa a una generación de jóvenes galos que transita entre dos universos, mientras se abre paso creando nuevas conversaciones. Colabora con firmas como Balenciaga o Mugler, es imagen de L'Oréal Paris y utiliza su altavoz para defender las causas que le tocan. Sus padres, por supuesto, hoy están tremendamente orgullosos de ella.

-En varias de sus canciones hace referencia a temas muy personales, como la compleja relación que ha mantenido con su cuerpo desde niña. Acaba de desfilar sobre una pasarela, frente a la Torre Eiffel, ¿cómo diría que es esa relación hoy en día?

-La verdad es que he tenido una relación muy complicada con mi cuerpo. Cuando yo era una niña pequeña no tenía a ningún representante en la cultura popular en la que pudiera verme reflejada y para mí fue muy duro el simple hecho de aceptarme. De aceptar mi pelo, de aceptar el color de mi piel o de aceptar la forma de mi cuerpo. Por suerte hoy todo es muy distinto para mí y para las niñas. Las marcas en general están haciendo esfuerzos para cambiar eso y para ofrecer imágenes más diversas para la cultura popular o la industria en general...

-Qué fue lo primero que pensó cuando la llamaron para ser imagen de L'Oréal París?

- Tuve una reacción muy emocional. Es algo inmenso en mi carrera como artista, una artista, además , joven e independiente. Para mí representa una gran oportunidad para demostrar la diversidad y la belleza, desde dentro de la propia industria de la belleza, para alzar la voz por los niños y las niñas. Además soy una cantante francesa, así que significa mucho aliarme con una marca como esta. La verdad es que estoy muy orgullosa...

Patircia Rodríguez. Smoda. El País, 20 de noviembre de 2021

jueves, 9 de diciembre de 2021

Vargas Llosa ingresa en la Academia francesa

Mario Vargas Llosa será inmortal. Literalmente. Los inmortales es el nombre que reciben los miembros de la Academia francesa, que ayer aprobó el ingreso del autor de La ciudad y los perros. Es una revolución para esta institución fundada en el siglo XVII por el cardenal Richelieu y criticada por su inmovilismo. Por primera vez, tendrá en sus filas a alguien que no ha publicado ni un libro en lengua francesa, cuya defensa y preservación es la razón de la institución.

"La verdad es que me ha alegrado mucho. Yo no esperaba nunca ser académico" declaró Vargas Llosa al País poco después de conocerse la elección. Sobre el título que, como académico francés, recibirá, dijo entre risas: "¡Sería muy bueno eso de ser inmortal de verdad!"

Vargas Llosa, articulista de El País desde hace más de tres décadas, se impuso en la primera vuelta del escrutinio con 18 votos votos sobre un total de 22 sufragios, según un comunicado de la Academia. Para que la votación pudiese realizarse tenían que estar presentes al menos 20 académicos.

El siguiente paso para que la elección sea válida es la aprobación del llamado protector: el presidente de la República, en una audiencia al nuevo académico. Después de recibir la aprobación de Emmanuel Macron, Vargas Llosa ya podrá tomar posesión del escaño 18, en una ceremonia privada y en círculo reducido. El proceso concluirá un tiempo después de una ceremonia pública.

Vargas Llosa, que ya es miembro de la Real Academia Española, no será el primer académico extranjero, pero si el primero con una obra exclusivamente en lengua extranjera. El cargo es vitalicio. La Academia francesa cuanta con 40 escaños de los que seis están vacantes. La preside un secretario perpetuo, actualmente la historiadora Hélène Carrère d'Encausse.  Con el Nobel de literatura de 2010, la Academia hace otra excepción, pues la edad tope para elegir a un académico son 75 años. Mario Vargas Llosa tiene 85.

La doble excepción tiene sus motivos. El ingreso de Vargas Llosa es un reconocimiento a un novelista que se formó en Francia y que siempre ha reconocido la deuda con las letras francesas, desde Gustave Flaubert al pope de la izquierda radical de mediados del siglo XX, Jean Paul Sartre, y, más tarde, a pensadores como Raymond Aron o Jean-François Revel, decisivos en su formación. "La verdad es que la influencia  de la cultura francesa ha sido enorme en mi caso", explicó Vargas Llosa tras conocer el resultado de la votación. "Yo aprendí francés muy joven y leí muchísimo a los franceses. Cuando estuve en el Partido Comunista, que estuve un año, las ideas de Sartre me defendieron contra el estalinismo, y luego poco a poco he ido evolucionando, me parece, hacia ideas liberales, democráticas".

Nunca, sin embargo, abandonó la idea del escritor comprometido tal como lo concebía Sartre. "Yo creo que los escritores tienen la obligación de participar  en el mundo de las ideas, en el mundo político. Siendo latinoamericano es absolutamente indispensable", dijo. Y añadió: "Hay que defender la democracia y las ideas liberales en este momento".

Desde que François Mauriac murió en 1970, ningún Nobel de literatura se sentaba en el Instituto de Francia, en el quai Conti de París, sede de la Academia. Vargas Llosa también será el único académico con su obra publicada en la Pléiade, la colección de clásicos de la editorial Gallimard.

Marc Bassets. París. El País, viernes 26 de noviembre de 2021

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Una conexión de estrellas, arte y poesía

El Camino de Santiago construyó a lo largo de la Edad Media un vínculo cultural que es uno de los gérmenes de la identidad actual de Europa. La estructura política de la sociedad medieval era feudal. El poder fluía de forma piramidal desde el rey que lo transmitía a la alta nobleza para que esta, a su vez, lo distribuyera entre los señores locales, la iglesia y los monasterios. Todo el territorio de lo que hoy llamamos Europa estaba constituido por un puzle de pequeñas unidades que en el fondo tenían la idea de unidad heredada del Imperio romano. De hecho, hubo dos intentos serios de reconstruirlo, primero con Carlomagno y después con el Sacro Imperio Germánico, pero esta unidad no llegaba al pueblo llano, que vivía y moría encerrado en su limitado terruño. Sin embargo, el Camino de Santiago ayudó a mantener durante siglos una confusa idea de pertenencia a una identidad común superior entre las clases menos acomodadas de la sociedad, fue un lazo de convivencia entre la gente sencilla proveniente del mosaico de pequeños feudos del continente europeo.

La argamasa que sirvió para cohesionar a estas gentes tan dispares fue la cultura. La imagen que las peregrinaciones a la tumba de Compostela proyectan sobre el mapa es como un abanico cuyas varillas confluyen en una única después de cruzar los Pirineos, siguiendo la dirección marcada por la Vía Láctea. Ese fue el territorio cultural que se construyó sobre dos elementos básicos: un arte común y una literatura propia.  

Románico: un arte propio

El arte común lo constituyó el románico con sus tres vertientes: arquitectónica, escultórica y pictórica. A la vera de toda la red de caminos jacobeos se fueron construyendo catedrales, basílicas y monasterios (o no tan grandes, como iglesias locales y ermitas) con las mismas técnicas constructivas y los mismos criterios estéticos. En ellos se esculpían estatuas y capiteles con los mismos cánones, y en sus bóvedas y altares se pintaban historias religiosas y profanas con idénticas técnicas y estilo. 

El Camino fue el vivero donde germinó una nueva literatura. Para entender como surgió es preciso echar la imaginación a volar, hay que recrear lo que les ocurría a los grupos de peregrinos integrados por personas de procedencias distintas que compartían hospedajes precarios y pasaban las noches calentándose alrededor de una hoguera.

Una literatura popular 

Se cantaban canciones y se contaban historias. Los peregrinos procedían de lugares dispares y remotos, y ansiaban compartir humanidad lejos de su terruño, historias cantadas por sus mayores, una moneda de cambio para comprar compañía. El Camino se convirtió en el crisol donde se fraguó toda una literatura de héroes, leyendas y canciones. Los peregrinos no solo escuchaban cantares de gesta, romances o cantares de ciego, también cantaban al amor en las distintas lenguas romances y germánicas, pero sobre todo en la lengua común de los clérigos  (hombres de letras) de entonces, el latín tardío. Quizá la más famosa de estas canciones, una especie de himno, fue el Canto de Ultreia...


Fernando Pariente. La Voz de Galicia, martes 1 de diciembre de 2021

martes, 7 de diciembre de 2021

La más fiera del Cabaret Voltaire

De la exposición Living Abstraction

La historia se construye muchas veces. Cada libro, cada exposición sirven como un rompecabezas donde generalmente las piezas no encajan. Ocurre en los diálogos complejos en los que los matices no siempre encuentran su lugar. Ese es el poder de la reescritura. Cada libro, cada exposición sirven para darle otra vuelta a esa narración no conocida, no dicha o no vista. Todos esos retales que el llamado canon deja detrás. Ocurre ahora con Sophie Taeuber-Arp (1889-1943), artista reivindicada en los más destacados museos del mundo. El MoMA abre la revisión  histórica más importante de la fecha, una exposición que es también una de las grandes citas del museo esta temporada. Living Abstraction viene a su vez de la Fundación Beyeler en Basilea, donde habitó este verano coincidiendo con otra muestra de Taeuber-Arp en la Tate Modern de Londres que cerró sus puertas en octubre. Una cadena de exposiciones contrapunteada por su fichaje por parte de Hauser&Wirth, una de las galerías más poderosas del mundo, que se ha hecho con su legado y que montó en junio una exposición virtual con obras que van desde 1916 hasta 1942, todavía en línea.

Cabe preguntarse que pensaría Sophie al ver sus geometrías tocando máximos históricos, ella que  pasó bastante inadvertida para los grandes focos. Dicen los historiadores que no le importó en exceso. De carácter introvertido, fue una soñadora. Lo constata cada paso que dio, más allá del baile, donde muy pronto empezó a sobresalir. Nació en Davos, Suiza, y su madre le enseñó a coser, algo que la llevó a elegir la formación en artes y oficios descartando la formación habitual en bellas artes. Mientras otros artistas aprendían dibujar con modelos al natural y a modelar yeso, ella se volcó en deformar telas y soldar plata, aunque muy pocas de estas obras sobreviven hoy. Ni los carteles que diseñó, ni sus muebles llenos de lengüetas y ranuras, ni muchas de las actuaciones donde ponía en práctica lo que aprendió de Rudolf von Laban, pionero de la danza moderna. Lo que pervive cuelga ahora del MoMA: la documentación de los decorados y vestuario para sus ballets en la trastienda de Cabaret Voltaire, el local en Spiegelgasse, en el pintoresco barrio de Niederdorf, en Zúrich, donde nació el movimiento dadá: la potencia de la nada como arma de rebelión.

Era ella algo así como la chica del grupo, aunque su baile amoroso junto a Jean Arp, artista entonces más reconocido y celebrado que ella, hizo que cayera en el cajón de las esposas olvidadas. Su producción más conocida se sitúa en los albores de aquel 1920, casados ya en secreto, de ahí también la excusa para revisarla tirando de efeméride, un siglo después. Bienvenida esa relectura global, aunque sea tarde y falten muchas otras...Durante mucho tiempo, la historia oficial del arte sostuvo que ella había desarrollado su estilo artístico partiendo de las obras abstractas de él para trasladarlo al campo práctico del diseño textil. Sin embargo, fue todo lo contrario...

Su obra se disparó en los años treinta, cuando había dejado su trabajo como profesora en la Escuela de Artes Aplicadas de Zúrich. Coincidió con la entrada en vigor del surrealismo, frente al que ella reafirmó su posición frente a la abstracción, que entonces estaba en sus primeros balbuceos en el arte, apostando fuerte por sus composiciones estáticas y entrando en el grupo Cercle et Carré, creado por Michel Seuphor y Joaquín Torres-García. Tampoco ahí había muchas mujeres, aunque a ese olvido pone remedio la actual exposición Mujeres de la abstracción en el Museo Guggenheim de Bilbao, que también recoge el trabajo de Sophie Taeuber-Arp...

Bea Espejo. Babelia. El País, sábado 20 de noviembe de 2021

lunes, 6 de diciembre de 2021

"Boîte noire"

Cuánto partido se puede sacar al sonido, si además resulta la clave de bóveda para resolver una trama (tristemente) verosímil de la A a la Z, desde los accidentes aéreos y sus múltiples causas que resolverán las famosas cajas negras, hasta los oscuros y multimillonarios intereses que se mueven en torno a la industria aeronáutica. Otro de los atractivos del filme -el cuarto de su autor y el mejor acabado- es su plus didáctico: asistimos al proceloso proceso que va desde el rescate del maletín en el lugar del accidente hasta su posterior apertura y complejo análisis.

Nuestro protagonista es uno de esos cualificados técnicos, cuyas conclusiones tampoco tranquilizarán a los aerofóbicos recalcitrantes. Pongamos que esta previa resitúa a Boîte noire en un contexto de propuesta seria, a la que se suman ingredientes de género, igualmente notables, tanto que lo señalan como uno de los más notables y originales thrillers de la temporada, al tiempo que confirma el soberbio y envidiable nivel técnico y formal del cine francés.

El vuelo Dubái-París con trescientos pasajeros a bordo y su correspondiente tripulación, acaba de estrellarse en los Alpes, y a partir de ese momento, la pericia narrativa de Gozlan y la convicción aplicada por Pierre Niney a su personaje nos sumergirán en una habilidosa trama de género, con sus quiebros e incluso algunos malabarismos forzados -la desaparición de su jefe y su truculento desenlace-, pero que no empañan un buen resultado.

Si el casting y el diseño de producción son notables, lo es también la fotografía, en su mayoría nocturna o de interiores, reforzada por un ajustado trabajo de posproducción de color, alejado de esa cargante tendencia a dejar que los coloristas doten de look irreal a muchos filmes para aparentar guais. Pero es en el uso del sonido en donde está quizá el principal acierto, siendo además lo que convierte al joven técnico en una suerte de maniático al que reprochan sus impulsos de ir más allá de las apariencias, aunque intuyamos que quizá la razón le acompañe.

Migel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, domingo 5 de diciembre de 2021 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Madame Bovary deconstruida

El Paso del tiempo. No es probable que en la primera lectura de Madame Bovary el lector se haga una idea completa de lo que es esta gran novela. La fluidez con que nos adentramos en ella deja nuestros sentidos algo adormecidos. Nos abandonamos. De Charles Bovary pasamos a Emma, y luego a Léon, a Rodolphe, otra vez a Léon ... La trama se ha ido enredando alrededor de Emma como el viento entre los árboles. La naturaleza tiene un papel decisivo. La fantasía es parte de su naturaleza profunda. La pasión amorosa es consecuencia directa de la desmesurada fuerza que va cobrando su disposición a soñar. Huir de la vulgaridad y alcanzar el éxtasis es el único camino que se va mostrando a sus ojos. Los lectores sucumbimos al encantamiento del gran mago y creemos escuchar su voz envuelta en susurros: no he sido yo quien ha escrito esta historia, se ha ido escribiendo sola, todos los elementos se han ido confabulando para crearla, la sucesión de las estaciones, las normas sociales, las insatisfacciones... Soledad Puértolas.

Una pobre ingenua. Creo recordar que leí por primera vez Madame Bovary a los veintidós o veintitrés años, con un afán de subsanar lagunas. Durante mi adolescencia y primera juventud había leído a muchos clásicos para aprender, pues tenía claro que quería ser escritora. Lo que más me impresionó entonces de aquella lectura fue la deformación que yo tenía en la cabeza, por pura ignorancia y porque el nombre de Madame Bovary es legendario por ser un clásico, así que antes de leerla imaginé a una devoradora de hombres de corazón frío. Y resulta que es una pobre ingenua.

En cuanto a cómo sería hoy Emma, creo que sería consciente de que el amor romántico es un mito, pero eso no le serviría de nada; quizás iría al psicólogo o sería una feminista de boquilla, pues no querría cambiar ella pero le pediría a los hombres que cambiaran para poder seguir creyendo en príncipes azules. Supongo que también les culparía de toda su infelicidad sin asumir responsabilidad alguna. Elvira Navarro.

Turbiedad y parálisis. Leí la novela un verano en Cádiar, mi pueblo de la Alpujarra, con unos veintitrés años. Había ya leído Anna Karenina, de Tolstoi pero no La Regenta de Clarín, pero de aquella primera lectura recuerdo como si fuera ayer la sensación de turbiedad y parálisis de la vida provinciana que aniquila todo sueño. Y el final. No el suicidio de la protagonista, sino la terrible desolación del marido cuando, ya enterrada, descubre en su escritorio las cartas de Emma a sus amantes. El final sórdido de todos y todo.

Sus lecciones siguen muy vivas, pero a través de las confesiones del autor a Louise Colet sobre las angustias de la escritura de Madame Bovary y su obstinación por la forma, las correcciones obsesivas, la desesperación ante su propia lentitud... "Sólo se llega alcanzar el estilo con una labor atroz, con una obstinación fanática y abnegada". Y algún momento de fe: escribir es "la posibilidad de circular por toda la creación". Son lecciones contenidas en la novela que nos valen también a los poetas. Aurora Luque.

Y también: El abismo del deseo, Ana Merino. Humor y modernidad, Rosa Montero. Alternativa al suicidio, Pilar Adón.

 Flaubert. Una orgía literaria. 200 años del padre de Madame Bovary.

El Cultural, 3-6 de diciembre de 2021.

sábado, 4 de diciembre de 2021

El campamento de Grande-Synthe

Gobierno francés ordenó el desmantelamiento  de un gran campamento de migrantes en Grande-Synthe, a unos 300 kilómetros al norte de París, uno de los principales puntos de partida desde la costa francesa para llegar de forma irregular hasta el Reino Unido. La acción tiene lugar en medio de un renovado pulso entre París y Londres acerca de quien tiene la responsabilidad sobre las travesías en embarcaciones precarias a través del Canal de la Mancha, que este año han alcanzado cifras de récord. Los ministros del Interior francés, Gérald Darmanin, y británica Priti Patel, habían conversado la víspera sobre el asunto después de elevar el tono a través de la prensa sobre este tema, una de las múltiples disputas que enfrentan a Londres y París en los últimos tiempos, también tensos por la cuestión de las licencias de pesca en aguas anglo-normandas.

"He dado instrucciones para que las fuerzas del orden procedan a la evacuación del campamento ilícito de migrantes en Grande-Synthe esta mañana", anunció Darmanin en Twiter.

El campamento desalajados por unos 300 agentes de las fuerzas de seguridad albergaba a unas 1.000 personas, entre ellas numerosas familias, muchas de origen kurdo, según fuentes oficiales y locales y de ONG que trabajan sobre el terreno. Es uno de los campamentos más grandes formados desde que, en octubre de 2016, se desmantelara el conocido como la jungla de Calais, donde llegaron a refugiarse hasta 10.000 migrantes.

Según la Prefectura del Norte, responsable de la zona, la operación concluyó con 663 inmigrantes que aceptaron ser trasladados a diversos albergues. Además, las autoridades detuvieron a 35 sospechosos de tráfico de personas implicadas en actos delictivos. Desde comienzos de año, la policía fronteriza ha desmantelado 26 redes de tráfico humano, 16 de ellas directamente implicadas en las travesías marítimas ilegales, cuya cifra se ha disparado ante la dificultad de las vías tradicionales -los ferries y el túnel de Calais- debido al incremento de la vigilancia policial.

"Evacuación de más de 1.600 personas, entre ellas numerosas familias sin información previa, con destrucción de los bienes personales y albergues inadaptados a las personas que intentan huir hacia Inglaterra, denunció la Utopía 56, una de las organizaciones que ayudan sobre el terreno a los migrantes. La asociación cuestiona la afirmación oficial de que los migrantes aceptaron voluntariamente subirse en autobuses para ser evacuados y asegura que lo hicieron "sin conocer su destino"...

Silvia Ayuso. París. El País, miércoles 17 de noviembre de 2021 

viernes, 3 de diciembre de 2021

Brutal sinceridad adolescente

Foto de "Para acabar con Eddy Bellegueule" (Ilde Sandrin)

Eran las diez de la mañana, pero por el ambiente podrían haber sido las dos de la madrugada. En el escenario dos actores poco mayores que los espectadores que los esperaban pinchando música a tope. La mayoría entraban bailando al patio de butacas antes de tomar asiento. Así empezaba el jueves pasado la función escolar de la adaptación que ha hecho la compañía La Joven Para acabar con Eddy Bellegueule, novela autobiográfica en la que el escritor francés Édouard Louis narra su dramática pubertad en un pueblo del norte de Francia, con puesta en escena de José Luis Arellano García. Se representa también por la tarde, abierta a todos los públicos, pero puede que sea en estos pases matinales para adolescentes cuando la obra cobre todo el sentido. El protagonista de la historia Eddy Bellegueule, es un chaval como ellos, que vive en un lugar donde los hombres trabajan en fábricas, son alcohólicos, violentos, xenófobos y homófobos, mientras las mujeres crían a sus hijos para que se comporten como sus padres. Los espectadores todavía andan bailando cuando llega la primera escena fuerte: dos matones del nuevo colegio de Eddy lo acorralan, lo aterrorizan y le escupen por "maricón". A partir de ahí la historia se va calentando: la vergüenza por no ser como los demás, la humillación constante, el estigma, el rechazo de la familia.

La adaptación del texto, firmada por Pamela Carter, tiene una clara intención didáctica. Rebaja la sordidez del libro original e introduce parlamentos para subrayar ciertos mensajes, que a veces interrumpen más de lo necesario. En cambio, resulta muy acertada la decisión de que el papel de Eddy sea interpretado por dos actores, lo que subraya la dimensión colectiva del personaje y tal vez el desdoblamiento entre el autor y su alter ego literario. Los dos, Julio Montañana Hidalgo y Raúl Pulido, están muy bien en sus papeles. La puesta en escena también está aligerada con proyecciones de video y mucha música, pero llegado el momento no escatima la violencia del libro ni tampoco los instantes en los que el escritor describe con todo detalle sus primeras (y vergonzosas) relaciones sexuales. Ahí está la clave de esta obra: su brutal sinceridad. Y eso es lo que deja a los chavales clavados en las butacas. Su honestidad como espectadores también es brutal: cuando intuyen que llega una escena de alto calibre emocional o sexual, se remueven excitados y desconcertados. Quizá a los adultos no les impacte tanto, pero los adolescentes no saldrán indemnes.

Raquel Vidales. Babelia. El País, sábado 30 de octubre de 2021

jueves, 2 de diciembre de 2021

¿Quién no conoce a Maigret?

Maigret interpretado por Jean Gabin

A comienzos de este siglo era queja generalizada el desprecio, la marginación de que era objeto la novela policíaca por críticos y estudiosos de la literatura, pese a contar con con fundador tan ilustre como Edgar A. Poe y ya en siglo XX, con el grupo norteamericano encabezado por D. Hammet, Ross Macdonald y Raymond Chandler entre muchos sin olvidar, por supuesto, la exitosa figura de Agatha Christie y la que de quien no lo es menos, Sir Arthur Conan Doyle, en el ámbito británico. Hoy, esa injustificable barrera, levantada en buena medida en foros universitarios (algunos de los cuales proporcionaron sin embargo ilustres cultivadores del género en la línea detectivesca: los ingleses, por ejemplo), se ha venido abajo estruendosamente y lo policíaco ocupa lugar preferente y venta privilegiada, masiva en las más encopetadas librerías. Esto es: como en tantas otras ocasiones hemos pasado de un extremo a otro.

A este cambio han contribuido: a) la impresionante aportación de las literaturas nórdicas. b)la llegada de un abultado número- de mano del feminismo- de escritoras (Fred Vargas, Donna León, Camilla Läkberg, Mari Yungstedt, etc) de género policíaco negro.

La más reciente manifestación de la situación actual es la continuidad a través de las editoriales Anagrama- Acantilado, de la reedición de la prolífica narrativa (alrededor de doscientas novelas y mayor número de relatos) del escritor belga de expresión francesa Georges Simenon que iniciaba su larga trayectoria a los diecinueve años con La novela de una mecanógrafa (1924), aunque ya llevaba otros escribiendo artículos y relatos en la Gazette de Liège y otros medios de prensa franceses. 

Del total de sus novelas, casi ochenta pertenecen a la serie policíaca protagonizada por el comisario Maigret. El primero de ellos aparece en 1928 y se titula Una sombra en la noche, ese mismo año publica cuarenta y ocho novelas más de diversa temática, escenografía y personajes. La fama del comisario, ya en escenarios parisinos, no llega hasta 1931 con El difunto filántropo. El éxito y la asombrosa fecundidad creadora universaliza su nombre y su obra.

A finales del pasado siglo, Tusquets lanza como proyecto editorial un amplísimo corpus de la obra de Simenon (que luego pasará al libro de bolsillo) contando con un cualificado grupo de traductores. En el presente 2021 la iniciativa pasa, renovada, al bloque Anagrama-Acantilado, aunque se ceñirá a los títulos de la serie Maigret, contando con otros traductores.

De los tres primeros títulos publicados escogemos el número 2, Maigret duda, aparecido en el mayo francés de 1968, cuando la televisión francesa empezaba a emitir la popular serie del comisario, personaje ya protagonizado por el notable actor Jean Gabin, amigo del escritor. Maigret, en su carácter y su actuación profesional -siempre profesional -resulta convincentemente humano, de familiar cotidianeidad. Se mueve en la rutina de su oficio, en sus normas y cautelas; investiga y analiza, como acreditan sus bien construidos diálogos, donde Simenon muestra su experiencia de la vida  y del trato con las gentes; de su conocimiento de la geografía parisina y del mundo de la delincuencia. Maneja con temple sobrado las situaciones y también el análisis psicológico de los personajes. Sus novelas patentizan, además un altísimo dominio del arte de contar que siempre se llama "oficio". El lector lo nota y lo celebra. Lo agradece-

Luis Alonso Girgado. El Correo Gallego, viernes 26 de noviembre de 2021

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Un escritor coreano en el Camino

Lim Taxi con su burro Don Quijote en Villafranca.  M.F

Miles de peregrinos se calzan las botas cada año para llegar a Santiago. Desconocemos de la gran mayoría cuál es la voluntad que los empuja a hacer el viaje. Delante de la Catedral, a su llegada parece que todos los caminantes llevan el mismo atuendo: gorras, mochilas enormes chanclas aunque llueva entre los clásicos. Sin embargo, personajes tan variopintos como el escritor Lim Taxi no dejarán indiferente a nadie que pase por la zona cuando él pise la Plaza del Obradoiro. El motivo es que el asiático irá acompañado de un burro. Lo alquiló en en Roncesvalles (Navarra) y lo llamó Don Quijote.

Este peregrino tan poco convencional tiene 62 años y es popular en su país de origen. Ha publicado libros y, además, escribe asiduamente relatos y crónicas de viajes en medios de comunicación nacionales.

Taxi partió en septiembre de la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port a donde viajó desde Seúl. Siguió su itinerario pasando por distintos puntos, entre ellos, Biarritz, San Sebastián, Berasategui y Roncesvalles. En este último municipio alquiló el asno, al que estará esperando en Santiago la dueña de la empresa en la que Lim Taxi consiguió el animal.

Actualmente el escritor se encuentra en Villafranca del Bierzo. Ya lleva recorridos más de 500 kilómetros. Suele hacer veinte por día, con descansos, aunque admite no tener prisa por llegar, que tanto él como el asno van a su ritmo.

El objetivo del viaje es dar a conocer que hay otras formas de hacer el Camino. En sus redes sociales expone la alternativa de llevar un burro. Según explica Lim Taxi, facilita que las personas mayores pueda peregrinar sin cargar peso. Taxi no va encima del animal, sino que este le ayuda a transportar su equipaje...

Laura Gestal. El Correo Gallego, miércoles 24 de noviembre de 2021 

martes, 30 de noviembre de 2021

El largo camino hacia la luz

El artista Carlos Cruz-Diez (Caracas, 1923-París, 2019), referente del op art  o arte cinético, llegó a la capital de Francia en 1960 siguiendo los pasos de su admirado amigo Jesús Soto, que lo había hecho años antes, y (como Soto) ya no se movió de aquí. Obtuvo la nacionalidad francesa y, tal como anunció el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, representará al país vecino en la Exposición Universal de Dubái 2020, suspendida el año pasado por la pandemia y que se desarrollará entre el 1 de octubre y el 31 de marzo de 2022.

Así Francia se verá representada por un pintor al que acogió y al que hizo parte de su núcleo de artistas más determinantes del siglo pasado, proyectado desde la mítica galería de Denis René, en cuyas sedes de la Rue La Boétie y posteriormente en el Boulevard Saint-Germain se defendió, se expuso y se impulsó la abstracción -no en vano René organizó la primera exposición de Piet Mondrian- y la corriente cinética encabezada por Vasarely, Soto o Cruz-Diez.

Con el nombre de Lumière, Lumières, el ecosostenible pabellón francés estará dedicado a la relación entre el arte y la tecnología, recuperando el sueño de la Ilustración de colocar la innovación científica al servicio del progreso. Para representar la unión de luces del presente y las del pasado, los 2.500 metros cuadrados de baldosas fotovoltaicas ampararán un edición original de los 35 volúmenes de la Enciclopedia de Diderot y D'Alambert. También se prestará atención a la arquitectura, con una exposición sobre el Gran París; a la moda, a partir de la exhibición de 30 modelos icónicos de Jean-Paul Gautier, y el arte cinético, representado por la producción de Carlos Cruz-Diez Chambre de Chromosaturation, una cámara creada en París en los años sesenta, de gran modernidad, un ambiente artificial compuesto por tres habitaciones (una roja, una verde y una azul) que sumergen al espectador en una experiencia que pone de manifiesto lo que tanto le gustaba recordar a este penseur de la luz: que el color no es una certeza, sino una circunstancia...

Resulta significativo que una de las obras más celebradas de Cruz-Diez sea Cromointerferencia de color aditivo (1974-1978), más conocida como "el piso Cruz-Diez" o "el piso de Maiquetía", instalada en el aeropuerto de Caracas, un muro y un pasillo de 2.112 metros cuadrados en el que se mueven los colores con los pasos, contrapunto de variaciones cromáticas que celebra el trasiego del viajero y también una obra que, con los procesos migratorios, ha devenido un símbolo del exilio al ser lo último que se pisa  de Venezuela. Por algo sostenía Cruz-Diez que "el color es la perfección de un instante".

Use Lahoz. El País Semanal, 8 de agosto de 2021

lunes, 29 de noviembre de 2021

La Crónica Francesa

Habrá quien opine que La crónica francesa es hija conceptual de El Gran Hotel Budapest  (2014), que está como mejor redondeada y tal. O habrá a quien le cueste asimilarla, aún reverenciando a su autor como un portento del cine -quizá algo sobrado de ocurrencias-, dueño de una imaginación que deriva de haber metido en el Thermomix a Fellini, Tim Burton, Kusturica, Tati, alguna gamberrada a lo Aronofsky y, por que no, algo de Chaplin y Keaton. En todo caso, mea culpa, pues pese a su condición de Anderson gran reserva, La crónica francesa, acabó extraviándome en un laberinto de ideas en modo torrencial hasta llevarme a pedir la hora. Entiendo que, en Cannes, los tan chauvinistas franceses -pero también cinéfilos, que les enseñan en el cole desde pequeños y eso se nota-, se pusieran de pie para aplaudirle durante minutos. Claro, no somos franceses, y por eso exigimos a este creativo que permanezca en su original estilo y en su desvergüenza formal, pero, por favor, que centre su mensaje para quienes conocemos las cuatro reglas y alguna cosilla más, y no llevamos la Larousse encima para saber si esto o aquello va de tal o cual cosa que se nos escapa.

Dicho esto, la cinta es un homenaje a la prensa al viejo estilo, a través de un periódico estadounidense aunque editado en Francia, de modo que la trama se estructura con una introducción, tres capítulos correspondientes a diferentes secciones -la de cultura, la más amplia- y un epílogo. Detallar todo ello aquí requiere de un espacio imposible de disponer, pero apuntemos que el diario está en las últimas, su cierre es inmediato y se trata de confeccionar el número del adiós. 

Como era previsible, la dirección de arte va paralela a ese aquelarre formal, aquí orientado a homenajear a la Nouvelle Vague, metiendo blanco y negro con recursos dibujados, e igualmente aparecen tal cantidad de rostros conocidos -algunos puros cameos-que uno se pierde en adivinarlos. Cuando Wes Anderson embride tanta imaginación e introduzca algo de orden en su caos artístico, el cine le confirmará un genio. Pero toca esperar.

Miguel Anxo Fernández. La voz de Galicia, martes 16 de noviembre de 2021

domingo, 28 de noviembre de 2021

"Las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera"

Hace unas semanas, cuando empecé a pensar que escribiría para mi cita mensual, no se me ocurría nada. Y como suelo hacerlo a partir de mis lecturas, no como crítica literaria, sino como una lectora que le gusta compartir lo que le parece interesante para contar, ninguno de los libros recién leídos, por una u otra razón, me animaban a ello. Entonces, uno de los escritores más populares, si se tiene en cuenta el número de premios y el número de lectores, (La delicadeza, 2009 Charlotte, 2014 La biblioteca de los libros rechazados, 2016),  se cruzó en mi camino: David Foenkinos con su nuevo libro bajo el brazo: La familia Martin. Hojeé las primeras páginas y el azar otra vez se asomó sonriendo,  ya que el escritor se encontraba en una crisis de falta de inspiración, como yo. Las diferencias entre él y yo además de ser muchas y notables saltan a la vista. Su crisis de creación la resolvió pronto cuando tomó la decisión de escribir sobre la vida de la primera persona que encontrase al salir a la calle y así lo hizo. Por mi parte llevo más de un mes sin decidirme a escribir sobre su libro, tratando de encontrar otro tema que no sea la familia, hasta hoy, que sigo "casi" igual que el día que escogí su libro para este artículo. Me agarraré a ese "casi" no para eludir el tema familiar que es inevitable como su título indica, sí para fijarme en un aspecto que no es la primera vez que Foenkinos trata, las relaciones entre hermanas.  para ello vendrá en mi ayuda una escritora que ya nos ha visitado algunas veces, Delphine de Vigan con su último libro, sin publicar todavía en España, Les enfants sont rois

Esa mañana en la que el escritor se dijo: "Bajas a la calle, te acercas a la primera persona que veas y será el tema de tu libro", a pocos metros vio a una señora tirando de un carrito morado, no tenía otra alternativa, se acerca y le propone su proyecto. Así es como entra en la familia Martin. La señora se llama Madeleine Tricot. El encuentro no puede ser mas fluido y enseguida están los dos en la cocina de la señora. Su nombre ha dejado al escritor pensativo y fue ella, viuda, quien le propuso empezar por los recuerdos de su marido. Para seguir hablándole de su trabajo de costurera para Chanel y de sus hijas, Stéphanie y  Valérie. Aunque pronto notó la incomodidad que el nombre de Stéphanie le causaba, no será hasta la mitad del libro cuando Foenkinos conocera la historia de las dos hermanas. Siempre habían estado muy unidas, se llevaban poco más de un año, Stéphanie era la mayor. Lo compartían todo hasta que cambiaron las cosas. Es difícil saber exactamente cuando el veneno de la comparación y los celos empezó a destruir su relación. Fue en la adolescencia y es Stéphanie la primera que empieza a marcar distancias. Valérie no lo entiende pero piensa que "ya no es como antes". Todo se agrava cuando Sthéphanie suspende  el examen de entrada en el Instituto de Estudios Políticos y al año siguiente su hermana supera la prueba. El rencor de Stéphanie hacia Valérie, desmedido, la empuja a impedir que consiga la entrada. "Mi hermana es una ladrona de vida". Es ella la que esconde la convocatoria  para el examen oral que Valérie esperaba. Cuando todo se descubre, Valérie no volvió a dirigir la palabra a su hermana y nunca le perdonó.

Que David Foenkinos incluya dentro de La familia Martín la historia de estas dos hermanas no deja de ser curioso ya que un año antes había publicado Dos hermanas. Mathilde y Agathe.  Mathilde acaba de separarse y sufre una dolorosa depresión  que afecta a toda su vida hasta el punto de abandonar su trabajo, ella, una excelente profesora de literatura. Agathe la acoge en su casa. La vida de su hermana es exactamente la que Mathilde hubiera querido vivir. No puede soportar la felicidad de los demás lo que provoca su transformación que la lleva a un final inesperado...El tono de este libro es mucho más sombrío que en La Familia Martín. Como si el escritor hubiese necesitado abordar de nuevo la dificultad de la relación entre hermanas de un modo menos trágico...

Mientras leía La familia Martin sin decidirme a escribir sobre este libro eché mano, en paralelo, de Les enfants sont rois de Delphine de Vigan.  La historia  de una madre desequilibrada que, por su afán de ser famosa y ganar dinero, utiliza a sus hijos exponiéndolos en las redes, You Toube e Instagram, haciendo de ello su trabajo y su forma de vida.  Mi sorpresa sorpresa fue que dentro de esa historia se escondía  otra, la de estos hermanos, Kimmy y Sammy, víctimas de esa madre abusiva. Dos seres destruidos. Sammy, el hermano mayor deja a Kimmy el terreno de la rebelión, ofreciéndole la posibilidad de la huida. Diez años después, ella acudirá en su ayuda. En los libros de esta escritora que ya ha ocupado algunos de los artículos aquí publicados, se nos muestra, como contrapartida a la dureza de la vida, algo de lo mejor de nosotros mismos,  sea la lealtad, sea la gratitud, ligada a la infancia. Es su experiencia la que la  ha dotado de una especial hipersensibilidad para entender esa etapa de la vida. Su novela más conmovedora sigue siendo Rien ne s'oppose à la nuit /Nada se opone a la noche, el retrato de su madre bipolar y de cómo sobrevivieron ella y su hermana en medio del drama.

Si la conocida cita de Tolstoi abre el artículo, Marie NDiaye lo cierra con estas palabras de una reciente entrevista con motivo de la publicación de su último libro, Mía es la venganza: "Una familia es una minisociedad"."Allí se pueden encontrar los sentimientos de amor, ternura y afecto. Pero también de odio. La familia produce una exacerbación de los sentimientos. Puede ser un lugar de locura. La familia puede hacer enloquecer". 

Carmen Glez Teixeira

sábado, 27 de noviembre de 2021

Difícil tener coche en el centro de París

La crisis sanitaria y el siguiente confinamiento, han sido dos aliados de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para hacer realidad uno de sus principales proyectos: París respira.

El objetivo final es imponer una disminución drástica de la circulación de vehículos en la capital e incitar a los parisinos a utilizar los medios de locomoción alternativos. 

Para los automovilistas se presenta complicado porque, además de disminuir el límite de velocidad a 30, para ofrecer "más seguridad y menos molestias sonoras", el ayuntamiento ha decidido mantener 21 carriles para bicicletas que se crearon tras el confinamiento con el fin de inducir a los parisinos a hacer más deporte.

A eso se suma el espacio vial que han recuperado cafés y restaurantes para instalar o ampliar sus terrazas más allá de las aceras, así como la voluntad del ayuntamiento de suprimir la mitad de las plazas de estacionamiento en las calles, unas 70.000, antes de 2026, y subir los precios de las que quedan...

La ambición de Anne Hidalgo no se acaba aquí. También ha creado las "calles de los colegios" que consiste en la peatonalización total o parcial de los alrededores de los colegios. Y en los sitios donde no sea posible, algunos vehículos podrán circular pero a baja velocidad dando siempre prioridad a los peatones sobre la calzada...

Las asociaciones de automovilistas insisten en los problemas que provocan estas medida a los diez millones de personas que viven en las afueras y que deben usar el coche para ir a París, solo por favorecer a una minoría que vive en la capital. Pero desde el ayuntamiento responden que no es normal que el 50% del espacio público esté acaparado por los coches, cuando solo un 13 % de los desplazamientos se realiza en automóvil.

Cuando Anne Hidalgo comenzó a gestionar la ciudad, existían 200 kilómetros de carriles bici, ahora hay más de 1000, y la epidemia ha servido de motor para acelerar esta tendencia.

El primer confinamiento llevó a la creación de 52 kilómetros para ciclistas que seguían el trazado de las líneas de metro para aligerar la concentración de personas en los transportes públicos. La solución para delimitar los carriles con pilones amarillo fluorescentes y bloque de cemento armado han contribuido a afear la ciudad y a dar argumentos a los que se oponen a la disminución del espacio para automóviles. Pero este verano el teniente alcalde  David Belliard, ha anunciado una inversión de 80 millones de euros para hacer permanente lo que parecía un sistema transitorio que estará listo para los Juegos Olímpicos del 2024...

Asunción Serna. La Voz de Galicia, 30 de agosto de 2021