domingo, 20 de diciembre de 2020

Marie-Paule Kieny y las vacunas

Marie-Paule Kieny

La científica francesa Marie-Paule Kieny es una de las personas que más saben de vacunas en el mundo. Durante una década, hasta 2010, dirigió la Iniciativa para la Investigación de Vacunas de la Organización  Mundial de la Salud(OMS), donde desarrolló inyecciones contra la meningitis y otras enfermedades asociadas a la pobreza. Kieny fue una de las primeras cobayas humanas en las que se probó la vacuna experimental contra el virus del ébola, cuando la vacunóloga ya era subdirectora genral de la OMS, un puesto que ocupó hasta 2017. La investigadora, nacida en Estrasburgo hace 65 años, tiene afora más información sobre las vacunas contra la covid que la mayor parte de la humanidad: preside el comité creado por el Gobierno francés para evaluar las diferentes inyecciones experientales contra el coronavirus, con acceso a datos confidenciales. "Tenemos que ser muy transparentes y explicar qué sabemos y qué no sabemos de las vacunas", advierte.

P.- ¿Está satisfecha con los datos de las vacunas más avanzadas (Pfizer, Moderna, Oxford)?

R.- "Han dado una sorpresa positiva. Una eficacia entre el 90%  y el 95% es más de lo que nadie esperaba, pero todavia no conocemos la protección a largo plazo, tenemos que esperar a tener más datos".(...)

"Lo que todavía no sabemos de ninguna de las vacunas es si impiden la transmisión del virus, porque los propios productores todavía no tienen datos", advierte la vacunóloga Marie-Paule Kieny. Los científicos saben que las vacunas más adelante evitan el desarrollo de la enfermedad, pero por el momento desconocen si tambien impiden infecciones asintomáticas  con las que un vacunado podría seguir diseminando el virus. "Sería mucho mejor si también impidiesen la transmisión, pero habrá que verlo", señala Kiney. La investigadora francesa, sin embargo. es optimista. "Los datos en macacos son bastante alentadores. Cuando se vacuna a los macacos con vacunas de ARN (como las de Pfizer y Moderna), no se bloquea por completo la presencia del virus en la tráquea o en la nariz, pero hay una gran diferencia entre los animales vacunados y no vacunados", explica Kieny. "Los no vacunados tiene virus activos en las vías respiratorias superiores durante varios días, mientras que en los animales vacunados el virus desaparece muy rápido. Son datos en animales pero, si se corresponden con una protección en humanos, estas vacunas podrían impedir la transmisión, no completamente pero sí en gran medida", aplaude. "Hay muchas vacunas en desarrollo y alguna de ellas puede ser mejor de lo que tenemos hoy. Pero creo que merece la pena utilizar lo que tenemos ahora".

Manuel Ansede. Madrid. El País, martes 15 de diciembre de 2020

Con esta noticia esperanzadora, Leer  y tejer, se despide hasta enero. Feliz año 2021.

sábado, 19 de diciembre de 2020

Lille. Encantos del Petit París

En 2004 Lille recibió el título de Capital Europea de la Cultura, mención que resituó en el mapa artístico a una ciudad palpitante, creativa, estudiantil y con una vasta tradición industrial que hace de ella el motor económico del norte de Francia. Este 2020 ha ejercido de Capital Mundial del Diseño, distinción en absoluto gratuita, que está sirviendo para realzar sus muchas virtudes arquitectónicas. Con 230.000 habitantes, es una metrópoñi rica en patrimonio cultural, en cervezas artesanales y, por supuesto, en optimismo.

Entre barroco y art déco . Saliendo de la estación Lille Flandres, la Rue Faifherbe irradia un aura arquitectónica muy haussmaniana que explica por qué a esta zona se la llama Petit París. Si uno se gira para ver la estación, le resultará curioso saber que la fachada neoclásica es la de la antigua Gare du Nord de París, que en 1867 se trasladó aquí. La calle y la inercia conducen a la Grand Place, inmejorable preámbulo, pues condensa un mejunje de estilos que luego serán una constante. Aquí conviven arquitectura flamenca y el clasicismo más sobrio. La Vielle Bourse es un perfecto ejemplo del Barroco flamenco. Y el edificio que alberga el periódico La Voix du nord, de 1936, un claro paradigma del déco regionalista.

Atravesar la Bourse, a ser posible ya con un típico y dulce gaufre Méert en la mano, es ideal por dos motivos. En su patio lleno de bouquinistes y fleuristes nos entretendremoos mirando libros de viejo y jugadores de ajedrez, y la salida da a dos edificios históricos de Louis Marie Cordonnier: la Chambre de Commerce, de estilo neoflamenco, y, a la dercha, la Ópera, tan neoclásica.

Estamos a las puertas del viejo Lille, donde hay que callejear prestando atención a los numerosos reclamos: tiendas en plan moderno como Série Noire, ideal para ropa y complementos o Summer Camp, muy delicada su ropa de casa en lana del norte de Francia, y fachadas déco  como la del antiguo restaurante A L'Hutrière DE 1922, joya del arte publicitario con mosaicos aexteriores a cargo del atelier Gentil&Bourdet. 

Cerca queda la catedral Notre Dame de la Treille, sorprendente por la combinación de arquitectura gótica de su estructura y contemporánea de su fachada, pero aún más impactante en  el interior donde los juegos de luz y el mobiliario litúrgico contemporáneo profundizan en la mezcla de estilos (el llamado ecletismo lillois). Atención a bares icónicos de los alrededores como La Capsule o Le Kremlin...

Lille es también  ciudad de campanarios. El más impactante es el del Hôtel de Ville , en el barrio de Saint-Sauver. Declarado monumento histórico fue inaugurado en 1932. Proyectado por Emile Dubuisson al hilo de las corrientes déco, el interior y el exterior de este imponente beffroi de 104 metros de altura conforman un festival de detalles estructurales, de mobiliario, de materiales  y de buen gusto. Es obligado subir, hay ascensor. Entre otras cosas, a la vista queda el futurista barrio de Euralille, visionario proyecto de Rem Koolhaas, que entre 1990 y 1994 reinvento una parte residual de la ciudad en un centro de negocios a partir de la nueva estación Lille Europe, desde donde Bruselas queda a 35 minutos, París a 60 y Londres a 80. (...)

Desde Lille hay dos excursiones inevitables y que quedan en la misma dirección. A unos 15 kilómetros está La Piscine Musée d'Art et d'Industrie André Diligent en Roubaix, que contiene la piscina art déco más hermosa del mundo, construida por Albert Baert entre 1927 y 1932. Los bañistas han sido sustituidos por esculturas de primer nivel y destacan dos bustos de Camille Claudel. Villa Cavrois, de 1932, es la obra maestra de Mallet-Stevens, sin quien no se podría entender el movimiento moderno. Una obra sideral que integra paisajismo, interiorismo, decoración, mobiliario y una belleza de formas puras y juegos volumétricos ante la que rendirse...

Use Lahoz. El Viajero. El País, viernes 18 de diciembre de 2020.

viernes, 18 de diciembre de 2020

En mis manos

Cristina Plazas

Una actriz (Cristina Plazas) protagoniza una filmación (el equipo del rodaje, al fondo ) en lo que puede ser su propia casa o un estudio. Luz de agosto o sofisticados focos: a elegir. Y su propia historia, o una adaptación libre de La voz humana de Jean Cocteau, que aquí se llama En mis manos, escrita por Marilia Samper y dirigida por Davis Selvas y Taida Martínez. Es una versión grabada que puede verse online de la programación a distancia del festival Temporada Alta de Girona. Una voz llama por el móvil. Es "Él": quizás varios hombres posibles porque oímos ( a Pere Arquillué) pero apenas lo vemos. Y el hombre tiene una mujer aunque por otra podríamos situarle en Berlín. Oímos también la voz insistente de la madre, que quiere que le enseñe como funciona Google, en plena crisis de nervios de su hija.

Cristina Plazas es una de nuestras mejores actrices: de las más versátiles, capaz de pasar en cuestión de segundos de un estado de ánimo a otro. De humor a llanto. Ojos amplios, profundos. Voz oscura. A ratos me hace pensar en Carmen Maura. Qué claridad de modulación y sentimientos. Parece que estamos ante varias mujeres. Incluso habla consigo misma, muy al estilo Cocteau, con una convicción intensa, pero con toque de alcohol a lo Piaf, aunque sin canto. O con el eléctrico tedio de un personaje de Monica Vitti. "Dime qué hago con todo este amor. ¿Y en esta película de domingo por la tarde? Porque aquí dentro quema". Cómo se va rompiendo con una naturalidad constante. Una llamada de una compañera de trabajo. ¿Ella logra fingir una enfermedad, un resacón, un no saber por dónde le da el aire? (...)

En mis manos es una producción de La Brutal Mola Producciones y Temporada Alta. Los directores son David Selvas y Taida Matínez. El proyecto del equipo :"Explorar otros caminos para que el teatro llegue a los espectadores en estos tiempos de pandemia, para un público que está en sus casas, pero queremos que se sienta como en primera fila. Queremos levantar dos formatos. El primero, versión teatral en formato de una hora. Una actriz, un texto. El segundo, una pieza filmada de 40-45 minutos para verla online. Dos semanas de ensayos, pocos intérpretes, un equipo de rodaje muy reducido. Tres días de grabación"(...)

Me levanto para aplaudir a Cristina Plazas y a todo el equipo. He visto muchas versiones de La voz humana. Esta es una de las mejores.

Marcos Ordoñez. Babelia. El País, sábado 14 de noviembre de 2020.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Hombres justos

Ivan Jablonka

 Ivan Jablonka (París, 1973) es un macho beta. "Desde que era pequeño me sentí incómodo con el modelo virilidad obligatorio", relata en el comedor de su domicilio en París, en la octava planta de una torre vetusta en el barrio de Belleville. "Me gustaban cosas de chicas: los dibujos animados de niñas, la poesía, las confidencias. A los 16 o 17 años, empecé a recibir insultos homófobos, pese a creerme más bien heterosexual", afirma el historiador y sociólogo francés, con su esposa y sus tres hijas en la habitación contigua. A finales de 2017, el acontecimiento del Me Too fue el cataclismo feliz que intensificó las epifanías de orden privado que él había experimentado en las últimas décadas. "Una serie de evoluciones afectivas e intelectuales me hicieron tomar conciencia de algo para lo que no tenía palabras: que existían mil maneras de ser un hombre", añade.

El resultado de esta reflexión es Hombres justos (Anagrama/ Libros del Zorzal), un ensayo sobre la historia de la dominación patriarcal en el que propone reinventar la noción de hombría "para reconciliarla con los derechos de las mujeres y la ambición democrática de nuestra sociedad", afirma el autor, que saluda la reciente multiplicación de ensayos sobre la llamada nueva masculinidad, opuesta al ideal de virilidad, fortaleza y temple que ha imperado durante siglos. Teorizado en círculos universitarios anglosajones desde los ochenta, este contramodelo protagoniza un sinfín de ensayos a la luz del caso Weinstein y sus corolarios, siempre bajo sospecha de cierto oportunismo. 

En el caso de Jablonka, sin embargo, la reflexión viene de lejos. El origen de este nuevo ensayo se encuentra en Laëtitia o el fin de los hombres, la exitosa crónica del asesinato y descuartizamiento de una adolescente de 18 años que tuvo lugar en 2011.

En la páginas del libro, Jablonka lo describía como un estudio sobre "el espectro de las masculinidades descarriadas del siglo XXI, tiranías de machos, paternidades reformadas, el patriarcado que no termina de morir". Era un volumen sobre "las corrupciones viriles" que le hizo sentir, por primera vez, vergüenza de su propio género. "El subtítulo del libro lo dejaba claro: fue un primer intento de reflexión sobre lo masculino, sobre una masculinidad patológica y perversa. Ante ese modelo criminal, ¿qué podemos hacer? Quise darle una continuación más positiva y luminosa", afirma el autor, que opina que la supuesta crisis de la masculinidad es una suerte, porque permitirá "quebrar el monolito y refundar un modelo caduco". "Una vez diagnosticado el fin de los hombres, podemos hacerlos renacer con rasgos de hombres justos. Todavía no hay que tirar a los hombres a la basura. Hay esperanza para el cambio".

"Necesitamos utopías  en este mundo triste, realista. Los grandes cambios del siglo pasado surgieron de utopías. Los del siglo XXI como la lucha contra el cambio climático, la reforma del capitalismo y la justicia de género, también lo son". "Los hombres justos aún no existen, porque la estructura social nos encarcela. El patriarcado nos envenena a todos, a los hombres tanto como a las mujeres", añade el autor que, en su libro propone una "redistribución del género", similar a la que se realiza con la riqueza. Hombres justos también es tratado sobre la noción de "contramasculinidad", un contapoder que permita luchar contra la hipertofia de lo masculino. "La experiencia del hombre blanco heterosexual no es universal, no representa a la humanidad entera. El hombre debe colarse en el lugar que le pertenece y ceder espacio y poder a los demás"...

Álex Vicente. Babelia. El País, sábado 5 de diciembre de 2020. 

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Choque(s) de civilizaciones

Pocas veces vi un ejemplo tan claro de lo que Samuel Huntington acuñó como choque de civilizaciones. De guante blanco, eso sí. Palacio del Elíseo, lunes, rueda de prensa. Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Egipto, Abdel Fattah al-Sissi, llevan 33 minutos dándose jabón. Un periodista egipcio hace la última pregunta: "Los musulmanes han sido ofendidos por las caricaturas del Profeta. No he escuchado disculpa alguna". 

Macron: "Un periodista, un dibujante escriben y dibujan libremente (...) Una caricatura no es un mensaje  de Francia al mundo musulmán. Es expresión libre de alguien que provoca, blasfema. En mi país, está en su derecho. Porque aquí no rige la ley del Islam sino la que el pueblo soberano ha escogido para sí mismo. Yo no la voy a cambiar por usted. No lo tome como una provocación del presidente de la República o del pueblo francés (....)Los Derechos del Hombre son esto. Uno puede provocar, incluso escandalizar. Pero otro le puede responder porque se respetan y se hablan en paz. Es la aportación de la filosofía de la Ilustración y de los Derechos del Hombre a la Paz Universal, que yo defenderé siempre y en todo lugar".

Al Sissi: "Un hombre tiene derecho a tener la religión que quiera pero los valores humanos están hechos por el Hombre y pueden ser cambiados mientras que los valores religiosos son de origen celestial, por tanto, sagrados y tienen supremacía sobre todo. Igualar valores humanos y religiosos requiere un debate tranquilo y objetivo. Si al expresarse hiere los sentimientos de cientos de millones y cree que eso no necesita revisarse en razón de los valores de Francia... Esto necesita una reflexión más amplia".

Macron: "Ahí hay un riesgo de balbuceo de nuestra Historia. Nosotros consideramos el valor del Hombre superior a todo. Es lo que hizo universales los Derechos del Hombre, lo que fundamenta la Carta de las Naciones Unidas. Nada puede estar por encima del respeto del Hombre y de la dignidad de la persona humana. Haya respeto de unos a otros pero, en el orden de la política, la religión no entra. Nunca una religión tiene derecho a declarar una guerra porque se rían de ella. Si la religión suplanta a la política no estamos en una democracia, sino en una teocracia".

¿Usted quién cree que tiene razón? En la cuadrilla, pensamos que Macron. Pero no hay que irse a Egipto para encontrar fundamentalistas. Aquí al lado, hay quien considera un sacrilegio que en la pizzería no le atiendan en catalán y quien antepone la nación catalana a los derechos de los ciudadanos.   

Iñaki Gil. El Mundo, lunes 14 de diciembre de 2020,

martes, 15 de diciembre de 2020

Picasso y Barcelona

El 2 de junio de 1982 Jacqueline Picasso dejó a todos boquiabiertos. La última mujer del pintor  inauguraba en Barcelona, junto a Narcís Serra, su alcalde entonces, una exposición con 41 cerámicas de su propiedad creadas por Picasso cuando, de repente, dijo: "Mis cerámicas son suyas. Lo de Barcelona y Picasso era un viejo matrimonio de amor", causando el asombro e, incluso, el llanto de alguno de los asistentes. La donación de estas piezas fue la última acción de una intensa relación del pintor con la ciudad en la que vivió entre 1895 y 1904, hasta que se instaló en París; unos años de aprendizaje en los que se rodeó de grandes amigos, muchos de los cuales  le acompañaron el resto de su vida.

Picasso ya había donado en 1919 uno de sus primeros grandes cuadros, Arlequín, pintado en 1917 durante los meses que estuvo en la ciudad acompañando a su primera mujer, Olga Khokhlova, bailarina de los ballets rusos de Serguéi Diáguilev. Fue el primer cuadro del pintor que ingresó en una colección pública en todo el mundo. El 9 de marzo de 1963 se inauguró en el palacio Berenguer de Aguilar de la calle Montcada (situada en el barrio de la Ribera donde vivió el artista) el museo con las 562 obras que Picasso había regalado durante años a su secretario, Jaume Sabartés, un ejemplar de todos los grabados que hacía. Y en abril de 1968 Picasso donó los 58 óleos que forman Las Meninas, única serie completa que dio en vida, además de un retrato de 1901, de la época azul, de Sabartés. 

Pero la gran donación llegó en 1970 cuando el creador entregó en Barcelona las obras de arte que su madre, hermanas y sobrinos habían conservado durante años, en su piso de Gracia: 236 óleos, 1.149 dibujos, 17 cuadernos con 826 dibujos, dos grabados, cuatro libros de texto con dibujos marginales y 40 pinturas de otros artistas. Unas obras que convirtieron al museo barcelonés en un referente para estudiar las primeras etapas del artista (....)

La donación levantó ampollas en Francia. En 1968 se aprovechó, recuerda Subirana, por entonces conservadora técnica de los muesos de Barcelona y entre 1975 y 1982 directora del Museo Picasso, la confusa situación creada por las revueltas de mayo para sacar Las Meninas. La donación de 1970 dejó perplejo hasta al presidente Georges Pompidou, que no entendía la predilección del pintor, que ellos consideraban francés, por Barcelona. En la decisión de Picasso pesó que cuando pidió en 1940 la nacionalidad francesa se le negó por "revolucionario"(...)

Para mostrar las obras, el Ayuntamiento compró el palacio del Barón de Castellet, contiguo al museo. Picasso estuvo informado y se le enviaron maquetas para supervisarlo... "La donación de 1970 es el alma del museo. Quiero aprovechar estos 50 años para recordar a los barceloneses que es suyo, que Picasso lo donó para ellos en un acto de enorme generosidad", explica Emmanuel Guigon, director del Museo Picasso desde 2016...

José Angel Montañés. Barcelona. El País, domingo 13 de diciembre de 2020. 

lunes, 14 de diciembre de 2020

Una mujer radioactiva

Fotograma de Radioactive

Antes de ser directora, la iraní afincada en Francia Marjane Strapi fue dibujante y, de hecho, su exitosa ópera prima Persépolis, que ganó el Premio del Jurado en Cannes y llegó a ser candidata al Oscar a la Mejor Película de Animación, no era sino una adaptación de su propia novela gráfica homónima sobre los problemas de las mujeres de su país bajo el régimen de los ayatollah. Así que su perfil era el perfecto para llevar al cine Radioactive, el cómic de Lauren Redniss sobre una de las mujeres más célebres de la historia de la humanidad, Marie Curie.

La verdad es que, a priori, da algo de pereza enfrentarse al filme, porque poco se puede aportar a la archiconocida historia de Curie: su descubrimiento del radio y el polonio, sus dos premios Nobel (Física y Química), su apasionado amor con el también científico Pierre Curie, su escandalosa vida personal subsecuente a la muerte de éste y el hecho de haber sido la primera mujer  catedrática en La Sorbona han sido contados hasta la saciedad, sin ir más lejos en la plúmbea película francesa Marie Curie estrenada hace apenas tres años. ¿O si se puede?

Pues, visto lo visto, la respuesta es que sí. Se puede contar su historia con una estética innovadora, provocativa y barroca, que juega con los contrastes de colores, más propia del cómic que del cine: se puede plantear como un relato del empoderamiento femenino total dizque del siglo XXI antes que de principios del XX en el que la protagonista no se rinde ante nada ni ante nadie y es quien lleva la voz cantante en sus relaciones con los varones, incluso su marido, y sobre todo, se puede conseguir una composición redonda, rica, compleja y llena de matices como la que alcanza una extraordinaria Rosamund Pike, perfectamente caracterizada (ese pelo...), que vive el momento más brillante de su carrera (un inciso: si tienen oportunidad, no se pierdan El estado de la unión, la estupenda y muy sarcástica miniserie sobre la pareja en la que la dirige Stephen Frears).

Y también se puede echar un vistazo a las consecuencias tanto negativas como positivas, de los hallazgos radioactivos de Madame Curie, viajando, a través de varios flashforwards, hacia la Hiroshima devastada por la primera bomba atómica, hacia un hospital donde una niña combate contra el cáncer con la ayuda de la radioactividad o hacia las delirantes pruebas nucleares  que Estados Unidos desarrolló a principios de los años 60 , en plena Guerra Fría, en el desierto de Nevada. Estos vuelos pindáricos sirven, además, como necesarios contrapuntos de la narración principal, a la que ayudan a dividir en algo parecido a capítulos.

Alberto Luchini. Metrópoli. El Mundo, sábado 5 de diciembre de 2020.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Cartas de amor desde la trinchera

 Las cartas de amor de un joven francés enviadas en plena Segunda Guerra Mundial a su amada, que Cécile Filippi de 25 años halló en un vertedero más de siete décadas después, han sido salvadas de la destrucción y se encuentran ya en manos de la familia, rastreada gracias a las redes sociales. Entre medias, una historia viral en vísperas de la Navidad que recuerda que las redes sociales no sacan solo lo peor de uno mismo. 

"Cuando veo transcurrir días tan bellos, en los que podríamos pasar nuestra juventud tranquilamente, me parece que es más que la sangre lo que pierdo, mi pequeña Aimée, no puedes imaginarte cuánto miedo me da y qué harto estoy de estar aquí". Durante la guerra, Pierre no pensaba en otra cosa que en su amada, llamada precisamente así, Aimée. Tanto que llegó a escribir casi 200 cartas entre 1942 y 1945. La historia de esta pareja, por una vez tuvo un final feliz. Pierre sobrevivió, se casó con Aimée y tuvieron dos hijas. Acabó el conflicto mundial, retornó la normalidad y llevaron una vida anónima y apacible. El testimonio de su temprano amor, esas misivas guardadas cuidadosamente  en sus sobres correspondientes quedó enterrado en una caja en el ático de la casa familiar cerca de Saint-Jean d'Angély, en el suroeste de Francia. Ni siquiera sus descendientes conocían su existencia. Hasta que Filippi las salvó de la destrucción, gracia a una concatenación de casualidades y un poco de curiosidad sana.

De hecho, Filippi ni siquiera debía estar allí. Esta joven de 25 años trabaja en una oficina de estudios medioambientales en Aix-en-Provence, en la otra punta del país. Eran otros colegas los que deberían haberse desplazado hasta Saint-Jean-d'Angély para participar en un "trabajo experimental", durante una semana, en el vertedero local, cuanta por teléfono. Pero por culpa del coronavirus, sus compañeros no pudieron viajar  y le tocó a ella. Apenas llevaba dos días cuando apareció por el vertedero un hombre con un cargamento de viejos periódicos, algunos de los años sesenta, hallados en el desván de una casa que había comprado para renovar. Ni siquiera había mirado el contenido. Por suerte, Filippi y otra compañera, Adélie Breuil, sí se fijaron. Y descubrieron que, bajo todos esos periódicos, había una caja llena de cartas viejas, casi 200, dirigidas a la misma destinataria: "Mademoiselle Aimée Randonnet".

Al ver que eran cartas de amor, no pudo evitar echarse a llorar, contó en Twitter... Decidíó buscar a la familia. Y apostó por la red social. "No pensé que fuera a funcionar, sobre todo porque no tengo muchos seguidores en Twitter, pero me dije que valía la pena intentarlo", comenta. Y vaya si funcionó: su mensaje fue retuiteado más de 12.000 veces en menos de 24 horas. Y llegó hasta Jean-Christophe Popinot. Este "empresario y descubridor de talentos", como se describe en Twitter, es sobrino-nieto de Aimée. Y reveló el motivo de que las cartas acabaran casi en la basura: de las dos hijas de Aimée y Pierre, Claudine, la única aún viva, vació la casa antes de venderla, pero "no reparó en esa caja del desván". Ella "ni siquiera conocía la existencia de esas cartas", explicó en otro tuit.

Claudine "está leyendo las cartas con sus hijos y nietos. Está emocionada y conmovida. No sabía que su padre fuera un poeta" ha contado Popinot el final de la historia, cómo no, en Twitter.

Silvia Ayuso. El País, martes 8 de diciembre de 2020.

sábado, 12 de diciembre de 2020

Haut-Marais, nueva meca de cócteles y cultura. París

Lo primero y más importante es no confundir este barrio con el vecino Marais, más turístico y mucho menos "cool" según "Time Out". Flanqueado por las estaciones de metro de Rambuteau, Temple y Saint-Sébastien Froissart, la zona atrae a los amantes de la comida con un toque de sofisticación gracias a restaurantes como Entants Du Marché. También acuden muchos jóvenes atraídos por la pujanza de galerías de arte como Suzanne Tarasieve, Thaddaeus Ropac o Le Carreau du Temple, enorme espacio multidisciplinar  pensado para la creación, la difusión y la reflexión. Visitas que encajan con la compra de algún objeto  asequible en la tienda conceptual Merci, que parece que nunca pasa de moda. Y cuando cae la noche, el cóctel reina en locales como Little Red Door, Bisou y Candelaria.

El Viajero. El País, 13 de octubre de 2020

viernes, 11 de diciembre de 2020

La nueva canción francesa ostenta sus raíces negras e islámicas.

 Por primera vez en la historia cultural de Francia, las tres cantantes más populares en lengua francesa, en la escena nacional e internacional, son dos negras de rompe y rasga y una ex musulmana, cuya vida, "milagros " y adaptaciones del cancionero popular tradicional causan sensación. Hay otros muchos cantantes franceses , claro esta. Pero, Aya Nakamura (25 años), Yseut Onguenet (26 años) y Menel Ibtissem (24 años) están cambiando de manera muy profunda los códigos tradicionales de la canción popular francesa, de una manera más radical, quizá, que la irrupción de la generación "ye ye" en los años 60 del siglo pasado. 

Silvie Vartan, Johnny Hallyday, France Gall o Françoise Hardy, entre otros, rompían de manera espectacular contra la "vieja canción" francesa que habían encarnado de manera canónica Edith Piaf o Juliette Gréco. Medio siglo más tarde una generación de raperos (masivamente negros), una generación hip hop y una emergente generación de artistas negros dan un rostro inédito a la nueva canción francesa, introduciendo "rupturas" brutales, con frecuencia que van de lo cultural a lo sexual.

Aya Nakamura

Aya Nakamura nació en Bamako, Malí, pero se ha criado en Francia: es la cantante francesa más escuchada internacionalmente a través de Spotify y otros canales de streaming musical, al frente del movimiento "afro pop". Su primera canción, Karma (2014) consiguió un millón de visitas en You Tube en muy pocos meses. Siguió un rosario de triunfos a paso de carga: 13 millones de visitas con "Brisé". Con esos comienzos, se hizo famosa antes de publicar su primer disco, "Journal intime" (2017) : disco de oro en pocos meses.

Un año más tarde, su segundo disco, "Nakamura", inició su carrera internacional. Fue el disco francés más vendido desde el legendario "Je ne regrette rien" de Édith Piaf , en 1961. Alos 620 millones en You Tube, en 2019, los BET Awards la consagró la mejor artista internacional. Durante la pandemia, Nakamura ha consolidado sus posiciones nacionales e internacionales. Su nueva canción "Jolie Nana", lanzada en julio , consiguió 19 millones de oyentes en poco tiempo. Semanas más tarde, el primer clip de "Dousou" comenzó a arrasar en You Tube. A primeros de noviembre, su nuevo disco, "Aya" sigue arrasando: la cantante mejor situada  en el ranking nacional, acapara los puestos segundo y tercero...

Yseult Onguenet

Yseult Onguenet  creció en Quessey, un pueblo minúsculo al norte de París, en el seno de una familia africana muy modesta Conocida como Yseult, simplemente, fue consagrada el 2013, como la nueva estrella de la canción francesa. A caballo entre varios estilos y escuelas, decidió lanzar un estilo propio que llamó "Y-Trap" hace apenas año y medio. Sus cinco primeros singles, "La Vague" (2014), "Bye, Bye, Bye" (2014), "Pour l'impossible" (2015), "Summer Love" (2015) y "Heart of Glass" (2017), "Brut" (2020) no han tenido el éxito multimillonario de Aya Nakamaru. Pero varias de sus canciones han barrido de manera considerable. "Corps" (una obra más o menos autobiográfica) vendió millón y medio en pocos meses. Yseult gusta retomar viejas canciones de autores como Charles Aznavour para interpretarlas a un "gusto mestizo". 

Mennel Ibtissem

Mennel Ibtissem (24 años) se crió en Besançon, en el seno de una familia franco siria, y fue, hace dos años, la primera francesa musulmana, con velo, que se hizo célebre de la noche a la mañana, hace cuatro años, interpretando una versión personal de "Hallelujah" de Leonard Cohen, en un muy popular programa de variedades musicales, "La Voz". La irrupción de Mennel en la TV pública, con su velo musulmán, comenzó causando estupor. Y su confesión musulmana  se transformó en una bomba de relojería. Dos años después, la cantante se ha separado de su esposo, musulmán practicante, ha abandonado el velo y vuelve a causar sensación con declaraciones de este tipo: "Terminé comprendiendo la gravedad del fanatismo religioso. Terminó cansándome el puesto de la mujer en la familia, sometida. Comencé confesando ser musulmana, sin darle importancia. Era la verdad. El comportamiento de mi ex terminó descubriéndome cosas que me horrorizaban. Me marché a los EE UU. Y vuelvo a Francia para seguir mi carrera de cantante. Soy un espíritu libre. Preparo cosas con canciones francesas de siempre y de hoy".

Juan Pedro Quiñonero. París. ABC, 8-12-2020.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Hombres, los odio

 Paulline Harmange, bloguera francesa de 25 años publicó este verano un pequeño ensayo feminista, Hombres, los odio. Su editorial, la casi desconocida Monstrograph, solo publicó 450 ejemplares. Nadie pensó que sería un bestseller. Pero la obra se ha convertido rápidamente en un fenómeno literario retomado por una de las grandes editoriales francesas, Seuil, traducido a varios idiomas. Y todo por un malogrado intento de censura por parte de un responsable de Igualdad del Gobierno. Sin haber leído siquiera el contenido -le bastó con el título, como él mismo reconoció-, Ralph Zurmély, encargado de misión en una de las oficinas del Ministerio Delegado de Igualdad de Francia, amenazó a la editorial con medidas judiciales si no retiraba el libro, reveló el diario Mediapart, alegando que el ensayo era "una oda a la Misandría" y que la provocación al odio por el sexo es un delito penal".

Más allá de la anécdota censora, el libro que Paidós publica en español ha suscitado un vivo debate sobre la misandría que ha rebasado las fronteras galas. En su ensayo que abre con una cita de Sylvia Plath - "El problema es que odiaba  la idea de servir  a los hombres en todos los sentidos" ( La campana de cristal )-, Harmange defiende la misandría como "un sentimiento negativo hacia el género en su conjunto", pero totalmente alejado  de la violencia asociada a menudo a su supuesto antónimo, la misoginia. Y la utiliza como una herramienta para buscar una "sororidad liberadora": "Creo que el odio a los hombres nos abre las puertas del amor hacia las mujeres (y hacia nosotras mismas) en todas sus formas posibles. Y que necesitamos este amor- esa sororidad- para liberarnos", escribe.

Casualmente, Hombres, los odio salió a la venta el mismo día que llegaba a las librería otro libro calificado de misándria, Le génie lesbien de la periodista, escritora y activista lesbiana Alice Coffin. Si el libro de Harmange fue víctima de un intento censor solo por su título, el de Coffin ha sido básicamente reducido a una frase sobre los hombres: "No basta con ayudarnos, tenemos que eliminarlos", sostiene la también concejala ecologista de París, aunque contextualiza su sentencia: "Eliminarlos de nuestro espíritu, de nuestras imágenes, de nuestras representaciones. Yo ya no leo libros de hombres, no veo sus películas, no escucho más su música (...) Las producciones de los hombres son la prolongación de un sistema, el arte es una extensión del imaginario masculino. Ya han infestado mi espíritu. Me preservo evitándolos", escribe (...)

Para Le Figaro, las tesis de Harmange suponen una "infantilización" de las mujeres. Y en la revista británica Spiked, un politólogo, Promise Frank Ejiofor, advirtió de que "odiar a los hombres no hace nada por la liberación de las mujeres" y que incluso "es malo para cualquier causa feminista porque no ve que el feminismo es propiedad solo de las mujeres", por lo que recomienda "no perder el tiempo en un sinsentido posmoderno como "Hombres, los odio".

Elisabeth Philippe, crítica literaria de L'Obs, recuerda que Harmange - o Coffin- no es la primera escritora misándrica de la historia. Ahí están Natalie Clifford y sus Pensamientos de una  amazona, en la que habla del hombre como un enemigo (...)"¿Han puesto en peligro a los hombres?¿Han socavado el edifico patriarcal? no, la misoginia  ha seguido prosperando en la sociedad y en la literatura...

Silvia Ayuso. París. El País, domingo 22 de noviembre de 2020.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Agitar la creatividad

Cointreau, el licor de naranja más icónico de la coctelería, nos anima estas navidades a ser nuestro propio "barman" y crear cócteles margarita para los nuestros. Nadie quería perderse la fiesta si la anfitriona era Margarita Sames. Todos sabían que con la socialite neoyorquina el glamur y la diversión estaban garantizados. Fue en uno de esos fabulosos encuentros, a finales de los años cuarenta en Acapulco, cuando decidió alegrar a sus invitados con una mezcla de sus bebidas favoritas: Cointreau, tequila blanco y un toque de zumo de lima. "Porque un margarita sin Cointreau no vale ni su propia sal", zanjó la creadora de uno de los cócteles más famosos del mundo. Y no le faltaba razón. Este enigmático licor de naranja es el corazón de un buen cóctel, el ingrediente secreto de más de 350 refrescantes elixires. En estas navidades tan especiales, la marca nos invita a destapar la creatividad: convertirnos en nuestro propio barman para transformar cada reunión en casa en un momento memorable. Porque Cointreau ha conseguido lo que muy pocos logran: mantenerse fiel a su historia y reinventarse en cada mezcla. Creada en 1875, en la pequeña ciudad francesa de Angers, este vibrante licor naranja sigue obteniéndose con la misma receta centenaria que Édouard Cointreau legó a su familia. Incluso su botella ha transcendido generaciones, un icono de la coctelería que cautiva por sus intensas notas cítricas y afrutadas, así como por su insuperable frescor. Toda esta armonía de dulces y amargos se despliega de forma instantánea cuando añadimos Cointreau a un sencillo cóctel y lo convertimos en algo extraordinario. El toque secreto para brillar y brindar estas fiestas en casa.

ICON para Cointreau. El País, diciembre 2020 

martes, 8 de diciembre de 2020

Los grandes símbolos de Miró

Pájaros, figuras femeninas, estrellas y constelaciones. Son elementos con una presencia constante en la trayectoria artística de Joan Miró (Barcelona, 1893-Palma de Mallorca, 1983), temas sobre los que volvió una y otra vez, reinterpretándolos y reinventándolos en función de sus experiencias vitales y estéticas.

La muestra Miró, una colección, organizada por la Fundación Barrié en colaboración con la Fundación Mapfre, será una buena oportunidad para apreciar el tratamiento que el pintor dio a esos motivos que han acabado por identificarse íntimamente con sus creaciones. Son en total 47 obras que se podrán ver en la sede coruñesa de la entidad entre los días 30 de enero y 16 de mayo del año próximo.

Cuarenta de las piezas proceden de la colección que  muestra en el Espacio Miró de Madrid, mientras que las siete restantes llegan de colecciones tanto públicas como privadas.

La mayoría de las obras son pinturas al óleo sobre distintos soportes, aunque también se podrán ver dibujos  y acuarelas , así como una escultura de bronce, Tête de femme, de 1974, acompañada de piezas que documentan su proceso: dibujos preparatorios  y los modelos en arcilla y yeso que la precedieron. Precisamente, la muestra propone un acercamiento más detallado a las últimas décadas de la trayectoria de Miró, un período más desconocido pero al que la crítica ha acercado recientemente su atención. La muestra dedicada a Miró da continuidad a la programación de exposiciones temporales de la Barrié, que ha presentado pbras de artistas como Picasso, El Greco, Sorolla y recientemente, Chagall.

X.F. Redacción. La Voz de Galicia, jueves 12 de noviembre de 2020.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Joseph

Fotograma de Joseph

En la figura de Joseph Bartoli confluyen el arte y la política, la creación de un universo creativo propio en un entorno político hostil. Pintor y dibujante, comisario del POUM durante la Guerra Civil, Bartoli emigró a Francia tras la caída de Barcelona y pasó por los campos de concentración del Gobierno galo en 1939, en aquel tiempo en que "la Gendarmería trató como a animales" a los exiliados republicanos que se habían enfrentado al fascismo, poco antes de que el nazismo se lo llevará por delante también a ellos. 

En la película histórica de animación Joseph, ópera prima del dibujante de Le Monde Aurel, también convergen, y de qué modo, el arte y la política. Los diseños están realizados a partir de de la base creativa de los dibujos del propio Bartoli, que ya habían servido para ilustrar la novela gráfica La retirada, escrita por su sobrino, Georges Bartoli y por Laurence García, y publicada en 2009. En algunas de las secuencias, las del taller de Bartoli, ha colaborado el fantástico pintor catalán Magi Puig. El guion está escrito por Jean-Louis Milesi, coescritor habitual de las historias sociales de Robert de Guédiguian. Silvia Pérez Cruz pone voz al rol de Frida Kalo, también con presencia en el relato, y ha compuesto la banda sonora. Pero, finalmente, es el drama de "los rojos españoles que dicen que comen críos", en palabras de uno de los guardianes, el que domina un conjunto de enorme sensibilidad y patente activismo.

Relatada a caballo entre dos épocas, aquellos años de penuria y exilio y el presente, comandado por los últimos días de uno de los policías galos que custodiaban el campo de concentración, Joseph prefiere el trazo sencillo, con mayor colorido en la época contemporánea y tonos apagados en el pretérito, con dominio del ocre y el gris, y opta por un tipo de animación deliberadamente tosco, sin apenas movimiento en los personajes.

El estilo, por lo tanto, es casi más conceptual que material, otorgando  a la obra cinematográfica, galardonada en la Seminci en el apartado de dirección, nominada a mejor película de animación en los Premios del Cine Europeo y con el sello del festival de Cannes de 2020, un carácter en muchos momentos más cercano a lo onírico que a lo palpable. "¿Asi es como os enseñan a dibujar en tu país? No es muy realista, ¿no?", le espeta un guardia a Bartoli en el campo al ver sus creaciones. La ignorancia artística, la ineptitud política.

Javier Ocaña. El País, viernes 4 de diciembre de 2020.

domingo, 6 de diciembre de 2020

La sombra aplastante del general De Gaulle

Hay pocos países tan identificados con un líder como Francia con el general Charles De Gaulle.De Gaulle podría compararse con George Washington o Abraham Lincoln en Estados Unidos, aunque estas son figuras remotas. Y De Gaulle no solo es un mito para los franceses, un objeto de culto. También es alguien que sigue modelando la vida política y la identidad nacional medio siglo después de du muerte, el 9 de noviembre de 1970 en Colombey-les-deux- Églises, un pueblo de 700 habitantes a 250 kilómetros de París. ¿Churchill? La comparación con el gigante inglés tampoco sería exacta, pues, aunque, como él, encarnó el espíritu de lucha contra el nazismo, sigue siendo un personaje controvertido en algunos aspectos, su papel en la política colonial, por ejemplo. Al contrario que el francés, no refundó un país ni ofreció una visión compartida hoy por todo el espectro ideológico, de la extrema izquierda a la extrema derecha. Quizá habría que buscar, para encontrar analogías , en otros continentes y en realidades incomparables con la Francia del siglo XX y XXI. ¿Mao? ¿Perón?.

En Francia todos son gaullistas. Una "unanimidad extraordinaria", como escribe Julian Jackson, autor de la biografía A Certain idea of France. The life of Charles De Gaulle, aunque en vida fuera odiado como pocos, víctima de múltiples atentados y calificado de dictador por la izquierda y de traidor a la patria por la derecha. Los mismos que le atacaban participan -medio siglo después de su desaparición y al conmemorarse el 22 de noviembre, los 130 años de su nacimiento en Lille-, del culto a su persona. Jean-Luc Mélenchon, jefe de la izquierda populista, le elogia. Marine Le Pen se declara más gaullista que nadie, aunque su partido sea el heredero del Frente Nacional, fundado por los enemigos más viscerales del general: los nostálgicos de la Francia del mariscal Pétain, que colaboró con el ocupante durante la Segunda Guerra Mundial, y por veteranos de la OAS, el grupo terrorista que intento asesinarlo por negociar la independencia de la antigua colonia.

A Jean-Luc Barré, autor de Devenir De Gaulle y coeditor de sus Memorias en la colección de clásicos La Pléiade, le irrita esta apropiación de De Gaulle por quienes, en su opinión, no son dignos de él. "Hay una exigencia en el mensaje gaulliano, unos principios fundamentales que deben respetarse: la idea de la independencia nacional y soberanía, de justicia social, de integridad, una cierta idea de Francia... No se puede ser gaullista y a la vez de extrema derecha, ni se puede ser gaullista y partidario de una dependencia francesa respecto a Europa u otra potencia. No es fácil ser gaullista de verdad", dice Barré. "Lo comparo al teatro: si uno quiere representar el papel del Cid de Corneille, tiene que ser un gran actor. No todo el mundo puede ser el Cid. Y hoy, en Francia, todo el mundo piensa que puede ser presidente de la República, todo el mundo piensa que puede ser el sucesor del General De Gaulle. ¡Pues no!"

El mito de De Gaulle se sostiene en tres fechas. La primera es el 18 de junio de 1940, otra efeméride redonda. Las tropas nazis acaban de entrar en París. Pétain, héroe de la Gran Guerra, se dispone a firmar  el armisticio. Un militar de 49 años, desconocido para el gran público, se marcha a Londres y, desde las ondas de la BBC, llama a los franceses a unirse a él y a resistir. Cuatro años más tarde entrará en París para proclamar su liberación. Segunda fecha: 1958. Después de más de una década de retiro regresa para fundar la V República, de la que sería el primer presidente hasta dimitir en 1969... La tercera fecha es la independencia de Argelia, en 1962: De Gaulle fue le presidente descolonizador.

Todos los presidentes de la República han acabado siendo gaullistas, o han querido serlo, con la excepción, tal vez, de François Hollande, que nunca se sintió cómodo con los ropajes monárquicos. Cuando irrumpió en la arena política, Emmanuel Macron pudo parecer otra cosa. Era joven y liberal. En sus mitines se veían tantas o más banderas europeas que francesas. Su genealogía ideológica era la de Michel Rocard o la de Pierre Mendès-France, líderes que desde la izquierda democrática se opusieron  al autoritarismo del  general. Las dudas pronto se disiparon. En el retrato oficial que cuelga en todos los ayuntamientos del hexágono, Macron aparece con las Memorias del general. Su teoría según la cual Francia siente nostalgia del rey desde que decapitó a Luis XVI en 1793 y que, por ese motivo, necesitaba hombres fuertes en su lugar  (Napoleón, Degaulle...) es puro gaullismo. Como su política exterior: la ambición del actual presidente es que Francia sea una "potencia de equilibro", entre EEUU y Rusia en la época de De Gaulle y ahora entre EEUU y China...

Marc Bassets. El País, domingo 22 de noviembre de 2020.

sábado, 5 de diciembre de 2020

El musical "Antoine", un homenaje al creador de "El principito"

Escena del musical Antoine
No todos los día un personaje se encuentra cara a cara con su creador. Esta es precisamente la propuesta de Antoine, musical que junta sobre el escenario al protagonista de El principito con Antoine Sait-Exupéry, el aventurero y escritor que le dio vida. La obra, que se vuelve a estrenar en el Teatro Cofidis Alcázar de Madrid tras un par de fechas previas a la pandemia, cuenta los últimos 15 años de vida del autor del uno de los libros más traducidos de la historia. 

Antoine es la historia de un piloto incansable, un hombre de espíritu inquieto que también fue escritor, periodista y humanista. A lo largo del espectáculo, para todos los públicos, se dan a conocer los aspectos de la vida del autor que marcaron su personalidad y que también se pueden ver reflejados dentro de su principal legado literario. Saint-Exupéry trabajó para empresas de correo y transporte aéreo en África y Sudamérica, lo cual le llevó a conocer gran parte del mundo. Además se embarcó varias veces en espectaculares intentos de batir récords de velocidad y distancia en avión. Sufrió varios accidentes, como cuando se estrelló en medio de Sáhara en 1935. Desapareció sin dejar rastro en 1944 mientras hacía un vuelo de reconocimiento sobre el Mediterráneo.

Tras conocer la estrecha relación entre la vida de Saint-Exupéry y El Principito, el creador de esta propuesta, Darío Regattieri, se planteó contar la biografía del autor como una prolongación de su obra. El resultado es una mezcla de momentos biográficos y pasajes del libro puestos en escena en los que en ocasiones es difícil distinguir quién es el protagonista.

El actor que representa a Saint-Exupéry es Javier Navares, que asegura que ha sido una experiencia muy enriquecedora hacer propio a un personaje histórico tan complejo e interesante como el autor francés. "Al hacer el papel me he dado cuenta de que fue un hombre que hizo lo que quiso, y eso ha sido un ejemplo que probablemente me ha influido en mi vida más de lo que pensaba". Navares tuvo solamente 20 días para incorporarse al elenco pues el actor que iba a representarlo tuvo que cancelar en el último momento. Con el apoyo del director, de los otros actores y de una buena dosis de investigación acerca del personaje ha tratado de capturar la esencia del escritor...

Nicholas Dale. Madrid. El País, jueves 26 de noviembre de 2020.

viernes, 4 de diciembre de 2020

La anomalía de ganar el Goncourt en el año más extraño de su historia

Hervé Le Tellier. AFP

En el año más extraño, el de la pandemia que forzó el cierre de las librerías en Francia y que llevó a la Academia Goncourt a aplazar su premio, la novela ganadora ha sido La anomalía, de Hervé Le Tellier. El jurado que por primera vez deliberaba por videoconferencia y no en el tradicional almuerzo en el restaurante Drouant, anunció la decisión pasado el mediodía de ayer en París. El galardón abre al autor una perspectiva de ventas masivas y traducciones internacionales, con una obra a la vez muy literaria y con una trama trepidante, alejada de las modas recientes de la novela social o la autoficción. 

Le Tellier (París, 63 años) poco conocido por el gran público, es un veterano de las letras. Ha publicado 27 libros y preside el Oulipo, acrónimo francés del Taller de literatura potencial. Este grupo experimental fue fundado a principios de los sesenta por el escritor Raymond Queneau y el matemático François Le Lionnais y ha contado entre sus miembros ilustres con Georges Perec o Italo Calvino. La anomalía, una mezcla de Aterriza como puedas con los laberintos borgianos, pertenece a esta tradición oulipiana de la literatura como juego y desafío lingüístico y conceptual . Editada por Gallimard en francés. Seix Barral será la que publique el libro en castellano.

La anomalía se impuso por ocho votos a dos en la votación final a los otros tres aspirantes: Les impatientes, de Djaïli Amadou Amal; L'Historiographe du royaume, de Maël Renouard; y Thésée, sa vie nouvelle, de Camille de Toledo. 

Yoga, el último libro de Emmanuel Carrère -uno de los grandes autores contemporáneos sin el Goncourt y, para muchos de sus lectores, merecedor del premio de este año- se estrelló con el rechazo de una parte de la Academia Goncourt. También le lastró la polémica con su exmujer, Hélène Devynck, que le ha acusado de manipular la realidad en el libro y romper un acuerdo con ella para no usarla como personaje. Los debates en torno a los elementos ficticios y reales del libro no le ayudaron (el jurado del Goncourt prefiere premiar ficciones a memorias).

Era la primera vez, desde 1914, al estallar la Gran Guerra, que se aplazaba el Goncourt, el premio más prestigioso en Francia, que se entrega al mejor libro literario del año y se remunera con un cheque simbólico de 10 euros. La fecha inicial para la votación era el 10 de noviembre.

La decisión del presidente Emmanuel Macron, de imponer un confinamiento que obligó a cerrar las librerías durante casi un mes, llevó a aplazar la elección. Era un gesto de solidaridad, pero también práctico pues el impacto del Goncourt reside en gran parte en sus ventas. Una vez reabiertos los comercios desde el sábado, la entrega del premio recobraba todo el sentido...

Marc Bassets. París. El País, martes 1 de diciembre de 2020.

jueves, 3 de diciembre de 2020

Macron prepara la ciudad de la lengua francesa, 2

Capilla de Villers-Cotterêts

En la capilla de Villers-Cotterêts, que es de lo poco que se conserva intacto, el rey firmó entre el 10 y el 13 de agosto de 1539 la Ordenanza general del hecho de la Justicia, registrada el 6 de septiembre en el Parlamento de París y conocida como Guillemine o Guilelmine en razón del nombre de su redactor Guillaume Poyet, canciller de Francia. Son 192 artículos redactados con el objetivo de centralizar el reino. Cuatro artículos han pasado a la posteridad. Dos establecen que los nacimientos y defunciones deben inscribirse en los registros parroquiales, base del registro civil.

Otros dos (el 110 y 111) ordenan pronunciar y registrar todos los actos oficiales "en lengua maternal francesa y no en otra". Así la lengua administrativa dejó de ser el latín que hablaban las élites y los curas. El objetivo era permitir al pueblo una mayor comprensión de los veredictos, algo teórico porque solo en la cuenca del Loira y en París y alrededores se hablaba la lengua d'oil (francés antiguo) frente al sur que se expresaba en la lengua d'oc. El otro fin era obvio, reducir la influencia de la iglesia.

Quizá en ello influyó que Francisco I no se sentía cómodo en latín. Hablaba con fluidez italiano y español, aprendido de su madre, Luisa de Saboya, además de francés. Hombre de lecturas, Francisco I estableció por ordenanza el depósito legal de todo libro y dejó una biblioteca de 3.000 volúmenes, muchos de los cuales procedían del saqueo de la Biblioteca Sforza de Milán. 

La ordenanza de Villers-Cotterêts forma parte del despertar de las lenguas nacionales y estuvo precedida por la publicación el 18 de agosto de 1492 de la Gramática castellana de Antonio de Nebrija, primera en lenguas vernáculas. El latín, pese a todo, sigo siendo la lengua de comunicación y escritura de humanistas como Erasmo de Rotterdam. Y la lengua administrativa del Imperio Austro Húngaro hasta el siglo XIX. La iglesia católica, en aras a su universalidad, celebró sus oficios en latín hasta finales de los años 60 tras el concilio Vaticano II.

La historia de Villers-Cotterêts siguió después del reinado de Francisco I. Enrique II heredó de su padre dos aficiones: la caza y la juerga. En Villers-Cotterêts era capaz de matar ciervos en jornadas de ocho horas. También daba fiestas espléndidas con "la pequeña banda de damas de la corte" que encabezaba su amante oficial, Diana de Poitiers. De entonces data la expresión "divertirse como en Villers-Cotterêts".

Luis XIV hizo transformar el parque, rediseñado por André Le Nôtre, el jardinero de Versalles. Molière representó aquí su Tartufo. En la fiesta de la coronación de Luis XV, el festejo convocó a 140 actores de ópera y mil invitados trasegaron 80.000 botellas de Borgoña y champagne, reseña la web oficial del castillo.

Luego vino la resaca. Y la Revolución. Primero cuartel. Luego, depósito de mendigos del departamento del Sena que incluía entonces París. El antiguo teatro de Luis Felipe se convirtió en dormitorio de hombres; la capilla, en dormitorio femenino. Las paredes internas fueron derruidas para crear salas amplias fáciles de vigilar. Rejas y barrotes impidieron fugas.

Hospital militar durante la I Guerra Mundial, el castillo salió indemne pese a la cercanía de los campos de batalla. Después fue residencia de ancianos hasta 2014. Luego fue cerrado; sus ventanas y puertas quedaron tapiadas, un símbolo más de la decadencia del norte de Francia. En el pueblo queda un cine y el alcalde es del RN de Le Pen. Y entonces llegó Macron.

Iñaki Gil. el Mundo, viernes 27 de noviembre de 2020.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Macron prepara la ciudad de la lengua francesa

Esta historia tiene dos fechas clave separadas por  478 años y un mismo escenario, el castillo de Villers-Cotterêts, a 80 kilómetros al norte de París. Allí en agosto de 1539 Francisco I firmó una ordenanza sobre la Justicia en su reino decretando el uso del francés, en lugar del latín, en los documentos administrativos y judiciales. 

El 17 de marzo de 2017, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte llegaron a la ciudad natal de Alejandro Dumas, en plena campaña presidencial. Uno de los pocos apoyos del entonces candidato era Jacques Krabal, entonces diputado radical y hoy del partido del Gobierno. Le insistió para que viera el castillo que no conocía pese a haber nacido en la cercana Amiens. Solo pudieron acceder al patio exterior del edificio en ruina. Las autoridades locales les explicaron que la iniciativa privada iba a transformarlo en hotel casino.

"Cuando oyeron esto, Brigitte levantó los ojos al cielo y Emmanuel dijo que no lo consentiría" recuerda el diputado en Le Monde. Esa misma tarde anunció que si era elegido, reabriría el castillo "para convertirlo en pilar simbólico de la francofonía".

Dicho y presupuestado en 185 millones. Mientras en España se ningunea el español en la ley Celáa, en la que se elimina su mención  como lengua oficial, Macron quiere legar esta gran obra a la posteridad como François Mitterrand dejó su Biblioteca o la Pirámide del Louvre, Chirac, el Museo de Artes Primeros o Georges Pompidou, el Beaubourg.

Espera inaugurarlo en el primer trimestre de 2022, antes de las próximas elecciones presidenciales. Albergará la ciudad de la lengua francesa que tendrá "un recorrido dedicado a la lengua, residencias para escritores, centros de formación contra el iletrismo, empresas de traducción, etcétera", enumeran en el Elíseo. Mientras en España se discute el papel del idioma español en la educación, Francia promueve una capitalidad simbólica de su lengua.

El proyecto está en esbozo. Las razones las explicó el propio Macron a una quincena de alumnos de una clase de maternal: "Somos todos franceses porque en ese castillo el rey decidió que todos los que vivían en su reino debían hablar francés cuando se hablaban dialectos diferentes", dijo en otoño de 2017.

Es una inexactitud histórica pero conecta con la idea de que la integración pasa por el dominio del francés como se pretende exigir a los extranjeros que quieran obtener la nacionalidad. La imposición del francés frente a las otras lenguas es, sin embargo, muy posterior, obra de la Revolución y de Bonaparte.

Lo que no resta importancia a las ordenanzas de Francisco I, uno de los reyes de más trascendencia cultural. No solo fichó a Leonardo de Vinci sino que importó e impulsó el Renacimiento. Transformó el Louvre de fortaleza medieval a palacio, reconstruyó los castillos de Amboise y Blois y levantó Chambord, en el Loira, entonces el centro de su reino. E hizo construir Villers-Cotterêts, en el centro del Bosque de Retz que había heredado antes de acceder al trono de Francia por matrimonio con Claudia, la hija de su predecesor. Un lugar reputado por su caza, gran afición real que esta considerado como una obra maestra del Renacimiento. En su capilla. la primera que rompió con la tradición gótica, impuso Francisco I sus emblemas: la salamandra, la flor de lis y las F coronadas...  

Iñaki Gil. El Mundo, viernes 27 de noviembre de 2020

martes, 1 de diciembre de 2020

Cuerpos que miran cuerpos

El cuerpo humano ha sido ampliamente representado a lo largo de la historia. La agencia fotográfica Magnum, a través de su extenso y relevante archivo de imágenes, repasa las diferentes formas con las que esta disciplina lo ha analizado en las últimas décadas. La Fundación Canal muestra parte de esta colección en Magnum. El cuerpo observado, exposición que estará abierta al público de forma gratuita hasta el 28 de marzo de 2021 y que supone la reapertura del centro cultural tras su cierre por la crisis del coronavirus.

A través de 130 imágenes realizadas por 14 fotógrafos internacionales, la exposición aborda diversos temas como la identidad, la intimidad y la sexualidad, pasando por los rituales, el voyeurismo y la performance. Los artistas observan el cuerpo humano cada uno a su forma, no por sus raíces diferentes, sino por sus entornos dispares. "Son cuerpos que miran a cuerpos y eso nos unifica a todos. La mirada de cada uno depende de muchos elementos de su vida. Pero lo que les une a todos es que tienen un lenguaje propio", explica la comisaria de la muestra, Montserrat Pis Marcos (Santiago de Compostela, 37 años). La llegada de la fotografía y su inmediatez logró captar  cosas que quizá no serían accesibles con las técnica que existían anteriormente", explica.

En el tiempo que Magnum, creada en París en los años 40, ha estado registrando la realidad del mundo, el modo en que la sociedad se ha relacionado con el cuerpo humano ha cambiado en varias ocasiones, considera la comisaria:"Tienes multitud de formas de afrontar una imagen y eso se puede ver reflejado en la exposición". La agencia está normalmente vinculada al fotoperiodismo, sin embargo, surge para recuperar el control editorial de los fotógrafos que documentaban esa realidad, apunta Marcos. "Magnum tiene una faceta más artística de lo que creemos y está diversificando el tipo de fotógrafos que incluye"...

En el caso del fotógrafo francés Antoine d'Agata, su forma de acercarse al cuerpo es visceral. Está interesado en plasmar la vida de las personas que viven en los márgenes de la sociedad. "En vez de mirarlas desde fuera, él participa de una forma activa en medio de la acción. Utiliza la técnica del desenfoque que se relaciona con la identidad. Cuando has perdido todo es lo que te queda", reflexiona la comisaria...

Miguel Cantón. Madrid. El País, sábado 28 de noviembre de 2020.

lunes, 30 de noviembre de 2020

De Gaulle. El nacimiento de un mito

Cada país remueve sus mitos históricos de vez en cuando. Es el turno de Charles de Gaulle. general que lideró Francia contra la Alemania  nazi y presidió el país hasta 1969, cuando ya no conectaba con la sociedad real y los cambios que la convulsionaban, léase los confluyentes en el mayo francés. Pero esa es otra historia que De Gaulle no cuenta porque  el guion se centra en las semanas de 1940, cuando el militar da el paso de volar a Londres para, con el apoyo de Churchill, dirigir desde allí la resistencia contra las tropas de Hitler y contra el Gobierno colaboracionista de Vichy presidido por su antiguo superior, el mariscal Petain. 

Con sus arengas patrióticas desde la BBC, logró cohesionar a un ejército que acabaría liberando París. En fin, eso es historia mayúscula, bien conocida por sus compatriotas, al cabo los primeros destinatarios de un filme que linda con la hagiografía y viene bien para consumo propio en estos tiempos de una Europa más convulsa de lo deseable. Curiosamente De Gaulle fue un contumaz opositor a la entrada de Gran Bretaña a lo que entonces se conocía como Mercado Común.

El director y coguionista Gabriel le Bomin opta por una factura académica, sin recursos de estilo y descansando buena parte del metraje sobre el actor Lambert Wilson, convincente en su papel. Asistimos a la peripecia política del general y en paralelo a sus circunstancias familiares con su esposa e hijos, la menor con síndrome de Down, y de cuando en vez alguna secuencia referida al sufrimiento de una población en su huida del invasor, aunque evitando la explicitud que pudiera impedir el acceso al filme de todo tipo de público. Aprovechando el 130.º de su nacimiento, el 80.º de su discurso en la BBC sobre la famosa frase La France n'est pas seule -repetida tres veces con vehemencia- y el 50.º de su fallecimiento, la película asoma a la cartelera para refrescarnos el personaje y el hecho histórico con una voluntad didáctica para el público ajeno. Y en eso cumple. Queda claro que de no haberse rebelado, la Europa de hoy sería otra.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, viernes 27 de noviembre de 2020.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Nuestros inesperados hermanos

Amin Maalouf

En esta apacible casa del barrio de Étoile, en París, rodeado de cuadros pacíficos y de libros que narran batallas e ideas, habita un hombre pacífico al que la vida y lo que observa han convertido,  como en el título célebre de Albert Camus, en un hombre rebelde. Es Amin Maalouf (Beirut,1948), francés de adopción, académico de la lengua de acogida, autor de obras célebres como León el Africano u Orígenes, su viaje por el mundo en busca de las huellas de sus antepasados. Hoy cree que haría falta un milagro para que el planeta vuelva a ser "un buen lugar para vivir". Ahora publica en Alianza su editorial española, Nuestros inesperados hermanos, una distopía que semeja una realidad posible: el planeta se queda a oscuras porque un apagón súbito elimina todas las conexiones. Una isla minúscula en la que viven sus personajes es el escenario en el que los protagonistas del extraño cortocircuito global manejan hilos que envuelven a la humanidad en una extraña campaña de fraternidad inspirada en las enseñanzas de la vieja Atenas. Es una visita de ficción al desorden del mundo, título de uno de sus más recientes ensayos. Pero no se lee como una novela, tan solo, sino como una advertencia que sintetiza el título de la única novela de la escritora que forma parte del elenco: El futuro ya no vive aquí. Estamos en peligro, dice Maalouf, y no tan solo en lo que sale ahora de su imaginación de contador de ficciones.

¿Cómo llegó a este ejercicio de de adivinación literaria?

Este libro ya estaba escrito antes de esta última crisis, y la verdad es que me pregunté si era mejor publicarlo ahora o esperar. Después me pareció que era apropiado para decir las cosas que planteaba. Sí, es una obra de nostalgia y utopía. He observado el mundo durante las últimas décadas y llevo escritos unos cuantos ensayos que describen donde están yendo mal las cosas, Identidades asesinas, El desajuste del mundo, y El naufragio de las civilizaciones... Tengo la sensación, y es una sensación muy fuerte, de que vamos por mal camino. Como sigamos en esta dirección, llegaremos a la peor de las situaciones. Debemos imaginar una sociedad diferente. Escogí ese momento de la historia, el esplendor de Atenas, porque me pareció una época en que la humanidad  se encontraba en su infancia, sin mucho conocimiento detrás. Y, de repente, durante dos o tres generaciones, ocurrió algo que demuestra que nuestra especie tiene la posibilidad de producir algo totalmente inesperado. El título viene de ahí. Por supuesto que es una alegoría, y que no adoptará la forma descrita en esta ficción, pero después de estos ensayos necesitaba decir que hay esperanza, que tal vez un día surgirá algo diferente...

Los personajes están confinados en una remota isla atlántica que se convierte en el centro del mundo. Es imposible leer el libro y no pensar en la pandemia.

Cualquiera podría sufrir un accidente un día. Salimos de casa y en una fracción de segundo podemos resbalar, caer, rompernos. Eso podría implicar meses o años en el hospital. Lo que nunca suele ocurrir es que el conjunto de la humanidad sufra un percance. Pero en esta crisis todo el mundo ha sufrido el mismo accidente. Nunca había pasado antes, ni podía pasar, porque jamás habíamos estado tan interconectados. Es la primera vez que nos toca enfrentarnos al mismo problema a todos. Y nos entimos extremadamente vulnerables. La enfermedad en sí es mucho menos virulenta que el ébola o que la gripe de 1918. Pero de repente se ha parado el mundo...

Juan Cruz. El País Semanal, 7 de noviembre de 2020

sábado, 28 de noviembre de 2020

Gilles Clément: "El campo se ha vuelto peligroso"

Gilles Clément

En la Escuela de paisajismo de Versalles, Gilles Clément -77 años- enseña lo que no se tiene que hacer. Aunque el prefiere definirse como jardinero -porque trabaja siempre con seres vivos y un paisajista puede utilizar materiales como el hormigón- es además un ensayista ampliamente traducido y un ingeniero  hortícola. Autor del jardín del Museo del Quai Branly, ha ideado vergeles en Suiza, Chile, París o Lille con una característica común:  el bajo mantenimiento y la mezcla hortícola que salva de la desaparición a montones de especies. Escribió Manifiesto del tercer paisaje -en el que se pierde en los descampados y, sin embargo, salva vegetación en vías de extinción- y acuñó los términos "jardín en movimiento" -en el que siembran las aves- y "jardín de la resistencia" -el que apenas precisa cuidados-. Una breve historia del jardín (como todos publicado por Gustavo Gili) es su título más autobiográfico, y en el revela como aprendió caminando por el mundo. En Camerún, buscando mariposas, descubrió una no catalogada que hoy lleva su nombre: Buneopsis clementi. Además del jardín que sembró para experimentar donde nació, en Argenton-sur-Creuse, a 300 kilómetros de París, Clément tiene un estudio en una antigua carpintería del barrio parisiense de Saint-Antoine. Él mismo lo reformó con tragaluces para que el sol llegara a las plantas. Explica en el excelente castellano que aprendió en Latinoamérica, que para cuidar de ellas debe subirse al piano.

Tuvo que desaprender lo aprendido porque le habían "enseñado a matar".

"Matar en lugar de cuidar. En los primeros cursos te enseñaban a reconocer las plantas. Luego solo cómo obtener un alto rendimiento cultivando cada una. Para rentabilizar los cultivos hay que conservar una especie y matar al resto. Eso es hoy la agricultura. El único objetivo es el dinero. Eso son hoy los estudios".

Pero usted es profesor en la Escuela de Versalles...

"Y trato de enseñar otra historia. Si te fijas los jardineros van protegidos como  militares y se dedican a matar para que quede bonito. El campo se ha vuelto peligroso, lo que plantamos está lleno de venenos. Es una fantasía pensar que ese veneno no nos va a afectar,,, Empecé guiándome por lo que me habían dicho los profesores. Utilizaba los venenos. No sabía cómo hacerlo de otra manera".

¿Cómo lo averiguó?

"En 1977 me compré un terreno para trabajar sin pesticidas. Llevaba abandonado 15 años y era un zarzal pero decidí proteger lo que había. No todo, porque no hubiera podido ni entrar. Hoy hay orugas y mariposas que viven en las zarzamoras. Las moras son buenas y la zarza, una defensa contra algunos animales para los arboles más jóvenes. Tienen su papel. Poe eso decidí que trataría de defender la diversidad".

¿Cómo lo enseña?

"Instruyendo tanto en la no acción como en la acción, y en la indecisión tanto como en la decisión para considera un contrapunto al orden establecido. Es difícil cambiar el modelo cultural, La mayoría de la gente no piensa en la maleza como algo con un papel útil en el ecosistema. Yo enseño a utilizar el mundo vegetal de una manera inteligente. No lo inventé, lo aprendí viajando..."

Anatxu Zabalbeascoa, El País Semanal, 22 de noviembre de 2020.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Un cuento médico

Escena de El enfermo imaginario. E.M

Argán tiene una mala salud de hierro: se queja de mil achaques sin otra causa que su aprensión. Joseph María Flotats, su intérprete, vuelve a los dominios de Molière, su patrón en la Comédie Française, con una muy divertida, vivaz y zigzagueante pirueta en escena con El enfermo imaginario, con producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Bajo su batuta esta comedia sobre el miedo a morir, la aprensión infinita, el corporativismo médico, la tiranía doméstica y la bonhomía (virtud encarnada por Beraldo, hermano de Argán, y por Tonina, criada que suple con sentido común la insensatez de su amo) es un cruce donde se entrelazan con alegría el retablo de marionetas y el entremés de figuras. 

Pantalone en ciernes, pelele al que todos torean, el Argan de Flotats tiene gracia, presencia y un trasfondo tierno. Anabel Alonso es una serveta de la comedia del arte italiana, ágil, zascandil y resolutiva  muy bien guiada. Ambos son ejes de un reparto en el que sobresalen el Beraldo cabal y  cachazudo de Joaquín Notario; el Tomás Diarreus, polemista majadero y doctor en ciernes, de Francisco Dávila y la Angélica grácil, pizpireta, de Belén Landaluce, actriz cuya determinación lleva al extremo con brillo cuanto Flotats la marca. En su interpretación, la muñequita del primer acto se transfigura en diplomática capaz de dar réplicas sucesivas contundentes a su padre, a su madrastra y el prometido que le han endosado. Las coplas de picadillo que se marcan Rubén de Eguía y Landaluce levantaron un aplauso generalizado en la noche del estreno.

Flotats pone la función en pie con vuelo teatral, sin descuidar detalle. La escenografía de Frigerio y Massironi es de una magnificencia versallesca. Tal y como lo ha dispuesto, todo acontece en el siglo XVII pero nos habla del aquí y ahora, en particular en el acto tercero, cuando Molière nos recuerda que ningún mal debe remediarse causando otro mal mayor. La traducción de Mauro Armiño, precisa y eufónica, ayuda sustancialmente a establecer el puente entre épocas.

El director ha suprimido los ballets y cantables intermedios, según es costumbre. Por sorpresa, también ha eliminado el personaje de la hija menor de Argan, que tiene una escena de contacto físico estrecho con su padre y, según se indica en el programa de mano, debía ser interpretado en alternancia por cuatro niñas. Tomada esta medida y tomada también la decisión de pagarse de su bolsillo las pruebas de la covid 19, los actores actuaron sin mascarillas, contra lo anunciado días atrás.

El enfermo imaginario. Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 27 de diciembre.

Javier Vallejo. Babelia, El País, 21 de noviembre de 2020

jueves, 26 de noviembre de 2020

Obra desnuda

Diario, pertenece a la primera fase de la obra de Édouard Levé, cuando se planteaba narraciones
 Édouard Levé
discontinuas y despojadas de pathos, si bien no tardó en verse obligado a plantearse obras menos frías, y a veces tan llenas de pathos como una tragedia griega. Refería con cierto dolor que cuando vieron la luz Obras y Diario, sus dos primeros libros, su editor no se atrevía a presentarlo a los demás como un escritor, quizá porque el responsable de la publicación de sus textos no estaba del todo seguro de que Obras y Diario fuesen realmente literatura. Lo son, y además en grado sumo, y su lectura supuso para mí un placer y un estímulo.

Centrémonos en el segundo, que, a pesar de titularse Diario, carece de dimensión temporal, pues da la impresión de que estuviese ocurriendo a la vez, también carece de estructura y la trama se apoya en la única idea de que todos los textos se van sucediendo a lo largo del libro han sido trabajados a partir de informaciones vomitadas por los medios de comunicación, incluida la televisión. Pensar que se trata de meros fragmentos citados textualmente, sin la más mínima elaboración, es un error. Hay un trabajo selectivo, además de un moldeamiento literario y una huida de emoción, al desnudar las noticias de fechas, nombres y caras, pero también hay combustión en muchos momentos, si bien extremadamente contenida, y justamente por eso casi radioactiva. Dicho de otra manera nos hallamos ante un libro muy original, que puede llegar a establecer con el lector una dialéctica tan sorprendente como necesaria, pues ha de llenar muchos vacíos y poner emoción donde Levé aparentemente se la quita.

Cuando concluyes la lectura, tienes la impresión de que vivimos en un mundo de locos, básicamente conformados por miles de relatos que convergen y divergen, a través de los cuales se va desplegando un alucinante y descarnado teatro del mundo. Sentí mucho que Levé se suicidará, si bien comprendí enseguida que en él la muerte voluntaria formaba parte de su autorretrato y especialmente de su última novela  que tuvo de titular Suicidio.

Jesús Ferrero. Babelia. El País, 21 de noviembre de 2020