lunes, 31 de diciembre de 2018

Loa ciclos del paraíso

Fotograma de Viaje a Nara
Cuando al comienzo de Viaje a Nara (Visión), Satoshi (Masatoshi Nagase) tala un tronco para proveerse de leña y dirige su mirada hacia el cielo, una ráfaga de viento mueve las ramas de los árboles, evocando la esbozada ferocidad de un mar que anuncia una tormenta.
Un cierto hálito apocalíptico recorre esta película en la que la directora japonesa Naomi Kawase sigue fiel a sus esencias, a la par que se coloca en un inesperado territorio de cercanía con el cine de catástrofes, sugiriendo más de una posible línea de parentesco  con la poética de Kiyoshi Kurosawa, el cineasta que con mayor insistencia ha profundizado en la naturaleza progresivamente espectral de la condición humana. La directora captura la vida natural en su vibrante organicidad, pero su cámara también recorre los túneles que horadan las montañas, las vías ferroviarias... las huellas de la presencia humana, en suma. 
Jeanne (Juliette Binoche), cronista de viajes, se desplaza hasta los bosques milenarios de la prefectura de Nara, en busca de una planta mitológica: la visión, que libera sus esporas una vez cada mil años, periodo de tiempo que acaso también pueda marcar el ciclo de renovación que la naturaleza necesita para librarse de huéspedes tan agresivos como la propia humanidad. Viaje a Nara (Visión) es una de las películas más enigmáticas de Kawase. También es una obra rica en detalles expresivos -el modo en el que la puntual lágrima que recorre el rostro de la Binoche anticipa las más esquivas resonancias de la trama- y generosa en su capacidad reflexiva, como ilustra esa poderosa conversación sobre la capacidad del lenguaje para comunicar conceptos, tan condicionada por su incapacidad para transmitir sentimientos.
El bosque de Nara, con su latente amenaza, se configura como territorio fantástico, capaz de abolir el tiempo. Allí, el personaje de Jeanne podrá cerrar una historia abierta, que la película ha ido tratando, con singular elegancia, como esquivo sustrato de un presente donde el encuentro entre ella y el opaco leñador Satoshi abre un camino posible: el del amor y afecto, cualidades redentoras de una especie humana a la que se confió un paraíso. 
J. C. El País, viernes 28 de diciembre de 2018

domingo, 30 de diciembre de 2018

El genio matemático quiere ser alcalde París

Cédric Villani
Cuando el francés Cédric Villani ganó en 2010 la Medalla Fields -el galardón cuatrienal considerado el Nobel de la matemáticas- se convirtió en una sensación internacional. La comunidad científica celebró sus éxitos en el ámbito de la física estadística y, en particular, sus avances en la teoría de las ecuaciones diferenciales parciales. Entretanto, los medios quedaron fascinados con la extravagante personalidad del joven genio -adornada con dramáticos trajes de tres piezas, corbatas de terciopelo y enormes broches en forma de araña- y le bautizaron como el Lady Gaga de las matemáticas. 
Después como director del prestigioso Instituto Henri Poincaré en París, Villani continuó su labor de investigación, pero también se mostró  cada vez más interesado en el ámbito público. Se embarcó en una serie de charlas por todo el mundo, lanzó una colección de DVD educativos y, consolidado como figura pública, empezó a mojarse en política. Primero hizo campaña a favor de Ana Hidalgo en su exitosa conquista de la alcaldía de París, pero en los últimos años fue el inesperado abanderado del liberal Emmanuel Macron, que le eligió como candidato a la Asamblea de la República en 2017.
Electo con una amplia mayoría, Villani ha dejado el laboratorio para desempeñar un papel clave en la Administración, personalmente encargado del desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) de Francia.
El matemático habla de su paso al mundo de la política, el desgaste de Macron... y por qué no debemos temer la IA.
P.- ¿Cómo cambió su vida al recibir el Nobel de las matemáticas?
R.- "Me hizo famoso.Nunca aspiré a ser una figura pública, pero intento utilizar mi fama para recaudar fondos para la ciencia. Mi objetivo ha sido establecerme como un enlace público entre el mundo científico y la sociedad general"...
P.- ¿Por qué decidió presentarse en las últimas elecciones?
R.- "Sentí la obligación de hacerlo al ver que existía la posibilidad real de que Marine Le Pen se hiciera con ele poder. Sentí que tenía que hace todo lo posible para evitar que eso pasara y ahora, como diputado, me siento igualmente comprometido con el proyecto del presidente ,Macron, que aún sigue siendo frágil".
P.- ¿Cómo describiría a Emmanuel Macron?
R.- "Es joven. Quienes le apoyan dicen que tiene ideas jóvenes; sus enemigos dicen que le falta experiencia. Yo creo que es una persona muy capaz, muy energética, pero que todavía no ha logrado que el público le comprenda del todo".
P.- ¿Ve su futuro en el ámbito de la política, o le gustaría volver al mundo académico?
R.- "Me gustaría ser alcalde de París. En 2014 apoye a Ana Hidalgo, sigo considerando que el programa que presentó fue bueno, pero la ejecución ha dejado mucho que desear. Creo que puedo hacer de París una ciudad mejor"...
Aitor Fernández Morales. Lisboa. El Mundo, sábado 29 de diciembre de 2018


sábado, 29 de diciembre de 2018

Un edén perdido en el Índico



Cuando el escritor estadounidense Mark Twain, autor de obras como Tom Sawyer, visitó Isla Mauricio en 1896, quedó tan enamorado de este edén perdido en el Índico que no dudó en afirmar que "Dios creó Mauricio y, después, el Paraíso terrenal".
A 830 kilómetros al este de Madagascar, con un tamaño similar al de la isla de Tenerife, este edén de aguas cristalinas de color azul turquesa está rodeado por una barrera de coral que lo protege de la bravura del océano. "La barrera de coral resguarda la isla de la llegada de tiburones. Esto la ha convertido en un gran atractivo para el turismo. De hecho, está quitándole visitantes a las islas vecinas como Reunión donde el baño puede ser peligroso. Aquí se puede hacer snorkel , surf o disfrutar de la playa sin preocupaciones", explica Kattia, guía turística que trabaja para Mautorco, agencia con la se pueden organizar excursiones en la isla. 
Hablar de Mauricio es hacerlo de kilómetros de arena blanca y de un fondo marino plagado de  rayas y peces mariposa con los que los turistas pueden toparse apenas a unos metros de la orilla. Con la diferencia respecto a otros destinos paradisíacos de que todas las playas son públicas: no importa que se incluyan en las instalaciones de los hoteles más lujosos, cualquier mauriciano puede acercarse a pescar, nadar o hacer un picnic junto a turistas llegados de cualquier parte del mundo. Con una temperatura templada, que alcanza con facilidad los 25º grados durante todo el año, los meses de junio, julio y agosto son los de mayor afluencia turística, aunque octubre y noviembre, coincidiendo con el verano en la isla, suele ser la época con mejor clima.
Sin embargo, Mauricio es mucho más que su costa. Su origen volcánico y su mezcla de culturas lo han convertido en un destino turístico no solo de sol y playa, también de deporte y naturaleza. Con 1,3 millones de habitantes, Isla Mauricio destaca por su amalgama racial y cultural: el 52%  de la población profesa la religión hindú, el 28%, la católica, el 17% la musulmana y el 2% restante religiones minoritarias. Y, aunque se habla el inglés y el francés, lo más habitual es escuchar a su gente comunicarse entre sí en criollo, que mezcla este último idioma con varias lenguas africanas.
Deshabitada hasta 1638, la isla, a lo largo de su historia, fue colonia holandesa, francesa e inglesa hasta 1968 consiguió la independencia. "Mauricio es un ejemplo de cordialidad entre muchas culturas del que debía de tomar nota países de todo el mundo", apunta Luis González, representante en España de la cadena hotelera Beachcomber, una de las más antiguas del país donde gestiona 8 establecimientos. La isla atesora curiosos enclaves de cada una de las religiones que forman parte de su idiosincrasia. Desde la pequeña iglesia católica de Cap Malheureux, cuyo pintoresco tejado rojo resalta sobre el azul turquesa de la laguna, hasta el Grand Bassin, un lago sagrado para quienes profesan la religión hindú, pues creen que esta comunicado bajo tierra con el río Ganges, en India...
Noelia Marín. El Mundo, 18 de diciembre de 2018

viernes, 28 de diciembre de 2018

Bailar contra la posverdad

Marius Petipa (1818-1910)
Viendo esta gala de homenaje al bicentenario del nacimiento de Marius Petipa y al grupo de artistas del ballet académico que la ha ofrecido en los Teatros del Canal en el ecuador del festival Madrid en Danza 2018, son muchas las preguntas que acuden al espectador con memoria; también en España ahora el ballet parece haber entrado fatídicamente en la era de la posverdad, y contra ello hay que manifestarse y estar alerta. Así, es preciso también situar a Petipa en su justo sitio y medida y sacarlo de los latiguillos y lugares comunes a los que desafortunadamente desidia e incultura lo habían llevado, desde atribuirle la coreografía de Cascanueces a no aceptar su papel en el remozado de obras como Giselle, La Fille mal Gardée o Coppélia
Marius Petipa es el mayor coreógrafo de la historia del ballet, no solo por su subsistente huella creativa, sino por lo que representa su aparato estético en la prosecución de la técnica específica del ballet y en su estructuración como vehículo escénico, como idioma de espectáculo. Porque es de estética precisamente de lo primero que hay que hablar y discernir lo que se ve de los que se sabe, lo que queda de lo que fue. Para los que creen en el mundo de las ánimas, ahora el viejo cascarrabias de Petipa estará en el éter riéndose o comiéndose su hígado, pero no indiferente a lo que se ha hecho con su legado. 
La velada empezó con una suite de Raymonda en la versión de Yuri Grigorovich bailada por Alena Kovaleva y el italiano Japoco Tissi... Él fue junto a Leonid Sarafanov los más correctos de la noche, que bailó un pas de deux que no es de Petipa, sino de Lev Ivanov, su asistente:el del segundo acto de Cascanueces, en la versión ya hoy canónica de Vainonen, pero con cortes muy evidentes en la variación femenina bailada por Olesia Novikova y alterando sin mucha justificación la inveterada pose final de adagio y coda. El dúo de Coppélia lo bailaron Artem Ovcharenko, primer bailarín del Bolshói y figura más esperada de la noche, que se limitó a una corrección de trámite, y Daría Khokhlova, solista de ataque que salvó con gallardía la recreación coreográfica de 2009. La noche se cerró con con una versión muy libre de Grand Pas de Paquita ...
Roger Salas. El País, lunes 17 de diciembre de 2017

jueves, 27 de diciembre de 2018

La superventas inesperada

Barcelona está nublada. Al mismo tiempo, en algún lugar de China hay alguien visionando todos los VHS de una serie francesa que Katherine Pancol escribió en los noventa y traduciendo los diálogos al mandarín. "Lo querían todo igual", dice la autora, a quien todavía le sorprende el alcance de su obra. Acaba de publicar Tres besos (Alianza), la quinta entrega de la saga superventas que empezó con Los ojos amarillos de los cocodrilos y siguió con El vals lento de las tortugas, Las ardillas de Central Park están tristes los lunes y Muchachas. Será, o eso dice, la última vez que cuente las historias de Hortense, Josephine, Jerôme, Julie, Dakota y demás personajes de unos libros que se han traducido a 30 idiomas y vendido millones de copias.
El éxito no le deslumbra. Tuvo un hit temprano en Francia con su primer libro y salió huyendo "de toda la gente que quiere un pedazo de tí". Se vacunó rodeándose de gente todavía más rica y famosa. Pasó los ochenta viviendo en Nueva York donde solía cenar cada domingo en casa de Jasper Johns, junto a gente como Caroline y John John Kennedy. Toda esa experiencia ha acabado volcada en sus libros-río.
P.- ¿Cuál es hoy su relación con esos personajes?
R.- "Para mí se han ido ya . Creo que estos personajes ya no me necesitan. Ahora quiero probar algo nuevo. Me pasé 14 años escribiendo sobre esta gente. Mi cabeza estaba dividida en dos partes. La gente real y la de los libros"...
P.- En su país se ha dado la reacción más sonada al #Me Too. ¿Dónde se sitúa usted en ese debate?
R.- Te obligan a estar a favor o en contra, y la verdad está en el medio. Lo que aseguró Deneuve es cierto: no quieres que te acosen, pero quieres poder ser sexy. Cuando vas por la calle y un hombre te mira y te piropea esto esta bien. Creo que el arte de la seducción está en peligro en sitios como Nueva York...
Begoña Gómez Urzaiz. S Moda. El País, 15-12-2018

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Chocolatero brutal

Patrick Roger y una de sus esculturas de chocolate.
Foto: © michel labelle
Es un perfeccionista, un rebelde y purista, dos términos que parecen contradictorios pero que 
en Patrick Roger (Le Perche, Francia, 9 de julio de 1968) no lo son. "La materia y la estética me llevaron a hacer esculturas", comienza diciendo este hijo de panaderos que muy pronto, siendo adolescente, dejó sus estudios. No era su camino, lo suyo estaba en la creación. No lo tenía fácil aquel muchacho "de un pueblo perdido de la Francia profunda", como lo define él. "La primera vez que tomé un avión tenía 22 años. Autodidacta, hoy además de artista  que ocasionalmente utiliza el cacao en sus esculturas, es uno de los chocolateros más prestigiosos de Francia. El año pasado celebró los 20 años de la apertura de su primera tienda. Cuenta ya con una decena (nueve en su país natal y una en Bruselas), la última no muy lejos del Arco del Triunfo, donde nos recibe. El chico rebelde se hizo un hombre en el 2000, cuando fue nombrado MOF, la máxima distinción en el terreno culinario galo, que vendría a traducirse como Mejor Artesano de Francia.
Patrick Roger es un torbellino de ideas, reflexivo, sin embargo, cuando habla de sus esculturas gigantescas. "La más grande que he hecho en chocolate ha sido Hypocrisie, en defensa de la Naturaleza y los derechos humanos. Me llevó dos meses y la culminé el pasado verano", afirma sobre una pieza de 5 metros de altura. También es autor de una réplica de El pensador que preparó con motivo de la reapertura del Museo Rodin hace tres años. Aunque quizá lo que le ha hecho más conocido sean sus monos de tamaño natural. "Me interesa un animal del que desciende el ser humano", subraya . Los utiliza como reclamo en sus tiendas, pero también los realiza por encargo.
Ser de chocolate las convierte en obras efímeras, a no ser que se conserven en un lugar adaptado. Durante la entrevista muestra la fotografía de una de sus primeras creaciones, de 1991, que regaló a sus padres aún conservada en una urna. Pero aparte de con cacao. Roger hace esculturas de metal...En Sceaux, a las afueras de París, está su atelier, donde él y su equipo de 15 personas crean cada una de sus propuestas en chocolate. 
Amante de la naturaleza, las cajas que muestran sus bombones son de un verde intenso...Pura delicia. De algún modo Roger está unido a España. "Trabajé en Can Fabes, con Santi Santamaría, sin hablar ni una palabra de castellano", ironiza. Suele ir a Barcelona y admira la obra de Gaudí. Lo que no se plantea es abrir una tienda:"España no es un país para mis chocolates: hace mucho calor", dice con una sonrisa...
Abraham de Amézaga. Fuera de serie. El Mundo, 16 de diciembre de 2018

lunes, 24 de diciembre de 2018

Sobre ruedas

Fotograma de Sobre ruedas
No deja de resultar sor-prendente que el nexo de unión entre dos de los más grandes éxitos del cine francés reciente, Intocable y Sobre ruedas, sea una silla de ruedas, elemento que, a priori y por lo que implica, no encaja del todo en una comedia. Y, si en aquella era sólo uno de los protagonistas el que se veía impelido a manejarse con ella, aquí son los dos... aunque hay cierta trampa, porque mientras el personaje de Alexandra Lamy lo hace obligado por culpa de un accidente, el de Franck Dubosc lo hace porque, tras una serie de situaciones equívocas, se ve obligado a fingir invalidez para no perder a la chica de sus sueños. Así, la película se mueve por dos líneas paralelas: por un lado, la comedia romántica pura y dura, con multitud de situaciones llenas de encanto, como la noche en Praga o la cena en la piscina en la casa de él, en las que lleva la voz cantante Lamy, y, por otro, una comedia de enredo en la se suceden las escenas cómicas, casi todas alrededor de Dubosc, un cínico, egoísta y mentiroso compulsivo capaz de hacer el pino puente con tal de no ser desenmascarado. A pesar de que todo lo que va pasando se puede predecir con cierta antelación, porque el guión no apuesta por la originalidad ni se  sale un ápice de los esquemas tradicionales del género, la narración avanza con fluidez y agilidad, gracias fundamentalmente a su excelente plantel de actores, en el que, además de los dos protagonistas, destaca la galería de secundarios, especialmente una desmadrada Elsa Zylberstein que roba todas y cada una de las escenas en que aparece.
Albert Luchini. El Mundo, viernes 21 de diciembre de 2018

domingo, 23 de diciembre de 2018

Ana, Infanta de España, Reina de Francia, madre de Luis XIV

Luis XIII, Ana de Austria, y su hijo Luis XIV.
 Autor desconocido.
Ana de Austria, vallisoletana nacida en 1601, hija de Felipe III, se convirtió en Reina de Francia. La casaron chiquita y bonita, adolescente de 14 años, con el Rey Luis XIII de Francia, a la vez que una hermana del Monarca galo, Isabel de Borbón, matrimoniaba con el que sería Felipe IV de España. En la isla de los Faisanes se cruzaron  las dos princesas en peregrinación hacia maridos desco-nocidos. El cardenal Richelieu se declaró enemigo de la nueva Reina, a la que desdeño con ademanes catedralicios, acusando a la española de aventuras sedosas con el duque de Buckingham que la visitaba, tras constantes viajes desde Londres.
Reina florero, su destino consistía en parir. Tuvo dos hijos, Luis, que fue el Rey Sol de Francia durante 72 años y Felipe, duque de Orleans. A la muerte de Luis XIII, Ana quebró el florero y consiguió del Parlamento contundentes poderes. Nombró al cardenal Giulio Mazarino, presidente del Consejo, enmerdó a Richelieu y mandó durante ocho años junto al clérigo elegido. Muerto este, Luis XIV asumió todo el poder -el Estado soy yo- y la Reina madre Ana se retiró a Val-de-Grâce. Convenció a su hijo de las ventajas de casarse con una Infanta de España. Nadie adivinó la trascendencia de aquel matrimonio que significó con el tiempo la instalación de la casa de Borbón en España. Felipe VI es hoy Rey de España porque su antepasada María Teresa transmitió, frente al archiduque Carlos de Austria, derechos dinásticos, y por vía femenina, a un nieto de Luis XIV, que se convirtió, tras la guerra de Sucesión, en el Rey de España Felipe V de Borbón.
Pilar de Arístegui -excelente pintora, por cierto- es escritora de ensayos y novelas en los que brilla su inteligencia, su sagacidad, su capacidad para la investigación y una literatura sobria y eficaz. La autora de La Roldana ha tenido el acierto de convertir en protagonista de su última novela, Laberinto de intrigas, a Ana de Austria, Infanta de España, Reina de Francia, madre del Rey Sol, mujer decisiva en el siglo XVII europeo. Escrito en primera persona, Arístegui se ha metido en el alma y en la carne de Ana, mujer antes que Infanta, princesa y Reina. Zarandeada por sentimientos contradictorios, española y francesa a la vez, pensaba que el desenlace de la batalla de Rocroi habría sido distinto si las tropas españolas hubieran sido capitaneadas por su hermano Fernando...
Una novela extraordinaria, en fin, que permite entender mejor la época esencial  en la que se inició la decadencia de España y explosionó la fuerza de Francia. Una novela en la que prevalece el rigor histórico sobe la imaginación y la ficción, tal vez porque Pilar de Arístegui, al introducirse en el alma de Ana, comprendió que la realidad superaba a todo lo que se le hubiera podido ocurrir  a la imaginación más desbordada. 
Luis María Ansón. El Cultural, 30 - 11 - 2018

sábado, 22 de diciembre de 2018

El legado de Marlon Brando


The Brando en lel atolón Tetiaroa
En 1960 el actor estadounidense sobrevoló el océano Pacífico en busca de escenarios donde rodar la mítica Rebelión a bordo. No lo encontró, pero en aquel viaje su destino quedó unido para siempre al atolón de Tetiaroa.  Puede que Marlon Brando no fuera consciente a finales de los años 60, cuando se decidió a comprar este prístino atolón a un dentista canadiense por poco más de 200.000 dólares, de la valiosa herencia que iba a donar al mundo. Ubicado al norte de la principal isla de la Polinesia Francesa, Tahití, el atolón de Tetiaroa está compuesto por unas doce islas, o motus, como se les conoce aquí. De ellas solo es posible habitar una (las otras once son propiedad de las aves y las criaturas marinas). Bajo está premisa se creó The Brando, uno de los eco resorts de lujo más deseados del mundo que comparte terreno y objetivo con un laboratorio de investigación científica, la Tetiaroa Society, para desarrollar medidas de sostenibilidad que cambien el concepto de la hotelería mundial.
Este es el legado que el actor dejaba no solo a la Polinesia, sino al mundo. Consciente de lo que sucedería cuando ya no estuviera cerca, Brando puso el atolón en un fideicomiso para garantizar su preservación para la posteridad. Así lo está gestionando su familia, que no solo continua velando por el bienestar de estas doce islas del Pacífico, sino que ha iniciado un proyecto que engloba tanto el actual The Brando, como a toda una red de investigación ecológica y marina que nace aquí, pero que espera extenderse -y sobre todo concienciar- al resto del planeta. No es necesario aterrizar en Tetiaroa para comenzar a deleitarse con el paraíso, ya que el festival de formas y colores que dibujan sus más de doce islas se empieza a disfrutar desde el aire, en el pequeño avión de Air Tetiaroa que acerca a los huéspedes desde Tahití a The Brando en un vuelo privado de aproximadamente 20  minutos. Es la más bella maniobra de aproximación  de lo que nos espera en tierra firme. Es el azul más bello que pueda contemplarse.
Durante casi 50 años, Tetiaroa fue el paraíso de Marlon Brando y, antes que suyo, este atolón también lo fue para la familia real polinesia, como así lo muestran los numerosos restos arqueológicos encontrados en algunas de las islas. En una de ellas se cree que era donde la dinastía Pomare (siglos XVIII y XIX) enterraban sus tesoros, ya que nadie tenía permitido pisarla. Hoy por hoy su estado de conservación es excepcional: es la prueba fehaciente del daño que ha ocasionado la mano del hombre  en la naturaleza allí donde ha intervenido. Por eso salvo biólogos autorizados sigue sin poderse acceder a ella. Gracias a medidas como ésta, la isla cuenta con especies únicas de aves que campan a sus anchas batiendo sus alas en total libertad. "Los humanos no están pero el maná permanece", nos cuenta Marie, la bióloga que acompaña a los huéspedes en barco por la laguna...
LorenaG. Díaz. El Mundo, 27 de noviembre de 2018

viernes, 21 de diciembre de 2018

España y Francia unidas por la escena

Las actrices Bárbara Lennie e Irene Escolar estrenan
en Sevilla la obra teatral «Hermanas» - M. J. López Olmedo
Un mismo texto en dos idiomas concebido específicamente para sendas parejas de actrices es la aventura en la que se ha embarcado esta temporada Pascal Lambert (Niza, 56 años), en una experiencia teatral inusual que hermana a Francia y España. El dramaturgo francés ha escrito y dirigido en paralelo en ambos países la obra Hermanas, una pelea devastadora entre dos hermanas, para representar las dos versiones casi de forma simultánea: la francesa se presentó en el Teatro Bouffes du Nord de París el 23 de noviembre, con Audrey Bonnet y Marina Hands como protagonistas, mientras que la española se estrena mañana en el Central de Sevilla -donde permanecerá hasta el domingo-, con Bárbara Lennie e Irene Escolar. En enero se verá en el Pavón Kamikaze de Madrid. El autor está preparando una tercera versión en Portugal.
"Han sido cuatro cuerpos y cuatro voces las que han nutrido la escritura"decía Rambert la semana pasada en El País en una sala de ensayos del Pavón Kamikaze, del que es artista asociado y donde ya dirigió en temporadas anteriores La clausura del amor y Ensayo. Fue precisamente La clausura del amor, protagonizada por Israel Elejalde y Bárbara Lennie, el germen de esta nueva pieza, pues fue entonces cuando el dramaturgo concibió la idea de escribir una pieza para Lennie. La actriz le pidió tener como compañera a Irene Escolar y así nació Hermanas. La idea no se quedó ahí, pues enseguida Lambert pensó en otras dos actrices francesas para hacer una versión paralela en París ( titulada Soeurs ) y empezó a escribir teniendo a todas ellas en mente...
Uno no sale indemne de Hermanas, ni de su lectura, sin puntos ni comas, ni aún menos de su representación. Sobre un escenario con 40 sillas de plástico de vivos colores, tanto en la versión francesa como en la española, el espectador asiste a una batalla dialéctica y dolorosa, llena de rencores, odios, resentimientos, rivalidad y frustración, en la que las actrices se llaman por sus nombres verdaderos: Bárbara e Irene, Audrey y Marina.
Rocío García. Madrid. El País, jueves 13 de diciembre de 2018

jueves, 20 de diciembre de 2018

La Carmen y la Gorgona

Una imagen de laexposición de Vázquez de Sola en Cadiz
Conocí a Andrés Vázquez de Sola en el París del 62. Él había llegado andando. Era del PCE, dibujaba con genio goyesco en L'Humanité, Le Monde, luego en Le Canard. Acompañaba como guardaespaldas literario y voluntario a Sartre en sus últimos días desde De Flore a La Coupole. Hizo caricaturas solanescas y floridas de cinco presidentes de Francia y nunca lo trincaron. Volvió del exilio y lo procesaron varias veces; primero por hacer pintadas satíricas en los medios contra la OTAN; luego por defender la causa de la mujer contra el bloque granítico de la religión. Ahora he descubierto que es inmortal porque pinta, vive y ha inaugurado una exposición en Cádiz -nació en San Roque- como homenaje a la mujer y a Andalucía, que tiene nombre de mujer.
Como andaluz, sabe que también en Andalucía existió la femme fatale, la cigarrera, el mito de Carmen, en el que la hembra es el origen del mal. En la Biblia que trajeron los protestantes a los jornaleros de Jerez, como en todas, los padres vendían a las hijas y tenían numerosas esposas y concubinas.
Los viajeros románticos convirtieron a la andaluza en la bella hechicera. Y no sólo en Andalucía: en todas las literaturas la dama en el pensamiento del héroe lo distraía de sus hazañas y lo hundía encantándole; así ocurre con los personajes de ficción, como Ulises, o históricos como Marco Antonio. Perversas y sinuosas, con la metáfora de la serpiente encima. La imagen icónica más usada para representar la perversidad y la perdición antes que Carmen es la Gorgona, con víboras por cabellos; siendo víctima de una violación, encima es castigada y degollada por el héroe Perseo que utilizó el escudo como espejo para no mirarla directamente porque sus ojos mataban. Los poetas -de Ovidio a Shelley-, los pintores de Leonardo a Caravaggio- describen de forma deslumbrante el mito de la doncella violada por Poseidón en el templo de Atenea, que convertía en piedra a los que la miraban.
El tópico de la mujer serpiente, esa Gorgona, se cantó en la copla andaluza: "Los cabellos de las guapas/dicen que tienen veneno,/me voy a casar contigo/aunque me mate tu pelo". Ese tópico fue revisado por la Revolución Francesa, pero ha durado hasta nuestro tiempo, en el que las mujeres gobernantes -como Margaret Thatcher, Hillary Clinton, Theresa May o la señora Merkel- aún son dibujadas como medusas.
Antes se pensaba que las mujeres nunca formarían parte del poder, excepto en las monarquías hereditarias. Hoy gobiernan en Inglaterra, en Alemania, en muchos países de Europa y del mundo, y mandan en Andalucía, donde las pinta y celebra Vázquez de Sola.
Raúl del Pozo. El Mundo, viernes 30 de noviembre de 2018.





















miércoles, 19 de diciembre de 2018

El saqueo del Arco de Triunfo

El Arco de Triunfo volvió a abrir ayer tras casi  dos  semanas  de cierre provocado por los
desperfectos que tuvieron lugar durante la manifestación de los chalecos amarillos del pasado 1 de diciembre en París. Los daños han sido estimados en "varios centenares de miles de euros o incluso un millón" por el presidente de Centro de Monumentos Nacionales, Philippe Bélaval, a cargo de la gestión del Arco de Triunfo. Los primeros turistas que volvieron a trepar ayer por las escaleras de este símbolo de París, visitado por 1,5 millones de personas al año, apenas percibieron las marcas del deterioro.
Los numerosos grafitis sobre las paredes exteriores habían sido borrados, igual que las marcas de pinturas que los manifestantes trazaron  sobre el busto del rey Luis Felipe. Los muebles y los cristales que fueron destruidos también han sido sustituidos. Solo algunas obras fueron retiradas de los espacios expositivos para una restauración más lenta y profunda. El busto de Bonaparte que los manifestantes vandalizaron fue retirado y será sustituido por una obra del escultor neoclásico Antoine-Denis Chaudet, prestado por la Fundación Napoleón. El caso más grave parece el moldeado de yeso realizado a partir de La partida de los voluntarios, también conocido como La Marsellesa, reproducción de uno de los altorrelieves de las jambas del monumento que firmó François Rude entre 1833 y 1836. Se trata de un detalle de uno de sus grupos escultóricos, un rostro femenino con gorro frigio. Muchos la han confundido con una Marianne, aunque en realidad fue un encargo realizado durante la restauración monárquica, que quiso reapropiarse de ese símbolo de la Revolución Francesa (como después haría el régimen de Vichy). La escultura ahora con un gran agujero en el ojo derecho, ha quedado expuesta detrás de una protección transparente, que permitirá que los visitantes observen in situ cómo avanza su restauración...
El saqueo del Arco de Triunfo fue una de las imágenes más impactantes de la protesta de comienzos de mes. El presidente Emmanuel Macron acudió al monumento al día siguiente, de regreso del G20 en Buenos Aires. "Ninguna causa justifica que el Arco de Triunfo sea mancillado de esta manera", dijo el jefe de Estado. Mientras, el primer ministro Édouard Philippe expresaba su "conmoción  por la puesta en entredicho de los símbolos de Francia", en referencia a los daños contra este monumento erigido a la gloria del ejército napoleónico (1806-1836)...
Álex Vicente. El País, jueves 13 de diciembre de 2018

martes, 18 de diciembre de 2018

Jaque al arte même


Retrato de 
Julian van Schnabel. © Musée d’Orsay / Sophie Crépy-Boegly.
Hasta ahora existía la convicción de que las grandes exposiciones solo estaban al alcance de los grandes museos y que nada ni nadie podía perturbar el justo sueño del artista. Por citar algunas, la extraordinaria sobre Miguel Ángel el pasado invierno en el Metropolitan de Nueva York, Dorothea Tanning en el Reina Sofía (hasta el 7 de enero) y Renoir père et fils. Peinture et cinéma en el Museo de Orsay (hasta el 27 de enero). Explicadas desde su enraizamiento en la tradición y sus influencias posteriores, obligan a leer la historia de otra manera, alteran nuestros gustos y amplían aún más el canon. Recientemente el egocentrismo de unos cuantos artistas/comisarios está hacìendo lo imposible por corromper  nuestra pobre inocencia en las cada vez más atestadas salas de pintura de las colecciones de todo el mundo...
Julian van Schnabel (Nueva York, 1951), descendiente de Duccio, Giotto y Goya -según la distorsionada visión que el artista tiene de sí mismo- y heredero cultural de Vincent van Gogh, hace una cuantas semanas, llegó a la antigua estación de tren cargado con sus decrépitos cuadros saturados de pústulas de porcelana.  Con su esposa, la diseñadora Louise Kugelberg, se dispuso a rebuscar en los fondos de la pinacoteca para hacer una selección de obras de Cézanne, Latour, Gauguin, Courbet, Duran, Toulouse Lautrec, Van Gogh, Ribot y Monet, que debía combinar con otras 12 de su firma. De estas últimas al  menos cinco son propiedad de su galerista, el suizo Bruno Bischofberger.
Orsay visto por Julian Schnabel no es una lectura personal de la pintura del siglo XIX francés, sino un deleznable autobombo, que retumba ya desde sus primeras obras...
Donatien Grau, director del departamento de arte contemporáneo del Museo de Orsay, explica las razones de su encargo a Schnabel: "Él pasó muchas horas en estas salas para hacer su película sobre los últimos años de la vida de Van Gogh (At Eternity's Gate, presentada en el último Festival de Cine de Venecia), así que consideré necesario y legítimo invitarle aquí a hacer algo. El resultado es una polifonía". De acuerdo, pero una polifonía que tiene el guión de su propia vanidad, una desgracia museística de la que solo le agradeceremos el haber sacado a la luz un raro cézanne, La femme étranglée (la mujer estrangulada, 1876)...
Ángela Molina. Babelia. El País, sábado 1 de diciembre de 2018.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Léa Seydoux. Patrimonio del mundo

Fotograma de Kursk
Hace poco más de un año, en plena efervescencia del caso Weinstein, Léa Seydoux (París, 1985) publicaba una carta en el periódico inglés The Guardian donde relataba cómo había tenido que recurrir a la fuerza para repeler el ataque sexual del productor de Hollywood:"Me miró como si yo fuera un trozo de carne. Hacía como si estuviera pensando en darme un papel, pero yo sabía que todo era mentira. Podía verlo en sus ojos...Tuve que defenderme. No le tuve miedo porque desde el primer momento había sabido que clase de hombre era".
Lo sabía porque desde sus inicios en el oficio de la interpretación, afirmaba, había sido testigo y víctima de comentarios misóginos, imposiciones estéticas e insinuaciones.La misiva terminaba con un llamamiento: "Creo y espero que de una vez por todas veamos un cambio. Solo la verdad y la justicia nos pueden llevar hasta ahí".
De verdad y justicia trata su nuevo proyecto, Kursk, que se estrena el 5 de diciembre. La película de Thomas Vinterberg recrea la tragedia del submarino  ruso en 2000. Durante unas maniobras en el Mar de Barents, la nave sufrió una explosión. Putin continuó de vacaciones durante cinco días y sus oligarcas rechazaron toda ayuda internacional para el rescate. Cuando británicos y noruegos fueron autorizados a intervenir, ya era demasiado tarde. Murieron los 118 tripulantes. 
El filme está protagonizado por los 23 marineros que inicialmente salvaron su vida (murieron lentamente en el submarino hundido) y las que se convertirían en sus viudas. Seydoux interpreta a una de ellas, la embarazada Tanya, símbolo de la infatigable y frustrante determinación de las familias de aquellos tripulantes.
El drama ha supuesto la reincorporación al cine de la protagonista de La vida de Adèle tras el nacimiento de su primer hijo, fruto de su relación con el actor André Meyer. En el último Festival de Toronto habló de su empatía con el personaje que interpreta en Kursk...
Begoña Donat. Yo Dona, 30 de noviembre de 2018

domingo, 16 de diciembre de 2018

Nuestra humanidad empieza con la negación

¿Qué significa ser humano? La enormidad de esta cuestión se puede resumir en un principio propuesto por el filósofo G.W.F. Hegel, que el atribuía a su colega Baruch Spinoza: "Toda determinación es negación".
Pero, ¿negación de qué?
Bernard-Henri Lévy
En primer lugar: de Dios. Al principio estaba Dios fuente de acción infinita. En la tradición occidental, el hombre no tiene propósito sin Dios. Para los cristianos el hombre fue creado a imagen de Dios; para los judíos, Dios es un buen trabajador que te echa una mano. Para los ateos (quienes son judeo-cristianos a su manera), el propósito del hombre es, en parte, echar a Dios de su trono. Puede que esto no sea una completa negación de Dios, pero al menos limita su poder; pues los hombres pasarían a ocupar el espacio anteriormente reservado en exclusiva a Dios. 
La determinación es también una negación de la naturaleza. Nadie negará -y Spinoza menos- que un humano es natura naturata, una cosa entre cosas, una natura entre natura, una figura del mundo tejida con la misma fibra que el resto de ordinarias figuras. Pero ser humano es también desear trascender, aspirar a ser algo más que una astilla de la naturaleza.
El filósofo René Descartes reflexionaba en su día sobre la diferencia entre humanos y máquinas. Actualmente, en la cúspide de la revolución de la inteligencia artificial, también nos planteamos una pregunta similar: ¿cómo podremos distinguir a un humano real de uno sintético?
Un humano real es, como lo expresaba Descartes, res cognita, un ente pensante. Una fuente de intencionalidad, como escribió el filósofo Edmund Husserl. Ser humano significa poder salir del orden natural. Ser humano requiere escapar, en una u otra dirección, de esa masa de átomos, células y partículas de las que estamos compuestos tú, yo y todo lo demás. Es estar dotado de alma, la cual -incluso si es inmaterial, sin extensión ni densidad, incluso si es perfectamente invisible, impalpable e inconsistente- es el pasaporte que nos permite salir de la naturaleza y penetrar en nuestra esencia humana...
Hay también un tercer nacimiento. Ser humano es, por supuesto, ser parte de otra entidad que llamamos sociedad. Con todo el respeto posible al rousseaunismo de los que nunca han leído de verdad a Jean-Jacques Rousseau, el hombre nunca ha existido enteramente por sí solo, sin vínculo con una comunidad de otros.
Pero aquí hemos de ser muy cuidadosos...Aquí reside el lúgubre reino del nosotros de Martín Heidegger Aquí está la multitud anónima sin cara que profetizaba Edgar Allan Poe, y a quien hoy en día se ha dado rienda suelta en internet. Ser humano es resistir, dentro de uno mismo, contra toda presión social...No nacemos humanos; nos convertimos en ello. La humanidad no es una forma de ser, sino un proceso...Ser humano también significa saber que uno puede ganar batallas, pero nunca al guerra. La muerte tendrá la última palabra...
Por último, no estoy seguro de nada. La filosofía trabaja estrictamente en el campo de lo posible...Pero sé una cosa: cuando apostamos por la nostalgia, cuando nos dedicamos a buscar esa tierra perdida, lo único que hacemos es allanar el camino al totalitarismo...Cuando en su lugar nos dedicamos a avanzar, a sumergirnos en lo desconocido y aceptar nuestra humanidad con todas sus incertezas nos embarcamos en una aventura verdaderamente noble y hermosa, el camino a la libertad.
Bernard-Henri Lévy. Filósofo, escritor, cineasta y activista francés. El mundo, 25 de septiembre de 2018.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Aquel puerto multicolor: Essaouira

Essaouira
Hay algo de tierna armonía en Essaouira. En las olas reventando contra su puerto. En los pájaros buscando alimento entre los humanos sin miedo. A veces el ruido del mar y el graznido de las aves parecen susurrar una melodía. Jimmy Hendrix cayó rendido a sus encantos y a su libertad. Castles made of sand (Castillos hechos de arena) fue compuesto en su homenaje. Como miles de gentes que acuden a vivir el Moga Festival, un encuentro chill out de talento y de nuevas vibraciones. Donde los jóvenes pueden bailar, beber, vestirse, desvestirse, sin preocuparse de estar en un país musulmán. Nunca olvidarlo aunque aquí realmente se pueda.
Es el perfecto sincretismo entre los cafés de diseño y el zoco más auténtico. Es un refugio. Es el más bello refugio. Tras años de silencio, Essaouira ha renacido sin perder su esencia. Eso, a pesar de que hoy en día es parte de la ruta de Juego de tronos. En la ficción es la Ciudad roja de Astapor. En la realidad es un puerto multicolor: De barcos azules, de tapices en tonos carmesí, de niños vestidos con camisetas verdes y doradas, merengues o azulgrana. De su torre que brilla al atardecer con destellos de ocre...
Un ejemplo de lo distinta que es esta urbe, la primera ciudad no europea en unirse al Pacto de Paz de Córdoba, es la educación de sus vendedores. Casi susurran al ofrecer sus productos. Y en medio del mercado, el boato arrollador del Heure Bleue Palais. Un Relais & Château del siglo XIX, que enamoraría hasta Buñuel. En su recibidor, los huéspedes acaban de llegar de París y de Mónaco. Se acomodan delante del piano bar esperando les asignen habitación. Desde su piscina en la última planta el atardecer del viejo Mogador es incandescente.
El lujo extremo no es extraño en Essaouira. Es refugio de intelectuales y burgueses franceses. De la monarquía y oligarquía local también. Las mansiones de diseño rodean la costa. Hay hoteles casi secretos como el Jardin des Douards o grandilocuentes como el Sofitel Golf que une mar y montaña dentro de sus instalaciones...En suma, una suerte de nirvana fomentado por la élite marroquí,. A pesar de todo, de los inversionistas y su voracidad por convertirla en una meca turística, no ha perdido su alma. No ha dejado de ser un puerto de pescadores. Ayudan a su supervivencia surfistas y hippies que no se rinden.También festivales musicales como Moga que buscan que no pierda su aura...
Martín Mucha. Viajes. El Mundo, 27 de noviembre de 2018

viernes, 14 de diciembre de 2018

Verdi y los "chalecos amarillos"

Ludovic Tézier es el protagonista de la ópera ‘Simon Boccanegra’.
| AGATHE POUPENEY
"Irrumpe la multitud", marca la didascalia. Un coro enfervorecido rodea a un mandatario durante una reunión con sus consejeros. Y clama: "¡Venganza! ¡Que corra la sangre del asesino". Sucedió anteayer en París. Pero esa multitud no vestía chalecos amarillos sino ropa de calle. Y el mandatario no era Emmanuel Macron, sino la versión actualizada de un dux genovés en apuros políticos. A veces, la ópera y la realidad van de la mano. Ese fue el momento más impresionante de la función Simon Boccanegra, de Verdi, el viernes en la Ópera de la Bastilla. Un final de acto con la misma tensión dramática que se respiraba por las calles de la capital francesa, atemorizada ante los violentos altercados anunciados por los llamados chalecos amarillos. 
Quizá no haya una ópera de Verdi más apropiada que Simon Boccanegra para reflexionar sobre la actual desafección política. La obra renació en 1881, tras una completa revisión del libreto y con un tercio de música nueva, donde conviven planteamientos musicales tempranos y tardíos en una compleja trama. Verdi favoreció el colorido instrumental y la concisión vocal, pero añadió un poso de desencanto político, tras la unificación italiana. Lo escuchamos al final del primer acto, donde el protagonista invoca la paz citando a Petrarca.
Calixto Bieito convierte Simon Boccanegra en un intenso y convincente psicodrama. La escenografía dispone la imponente estructura de un barco, que representa la cabeza del protagonista. Y asistimos a su degradación por el ejercicio del poder con innumerables movimientos giratorios sazonados por vídeos que proyectan su subconsciente...
La dirección musical de Fabio Luisi conjugó con refinamiento las sutilezas orquestales  y dramatúrgicas de esta compleja partitura de Verdi...Sensacional fue el rendimiento de la orquesta de la Ópera Nacional de París, pero también del coro que sonó íntimo a la par que dramático...
Pablo L. Rodríguez.El País, domingo 9 de diciembre de 2018

jueves, 13 de diciembre de 2018

Le Corbusier, una vida en 7.000 cartas

Le Corbusier
Cuando el 27 de agosto de 1965 encontraron el cadáver de Le Corbusier en la playa de
Roquebrune-Cap-Martin, el arquitecto clave del siglo XX tenía 78 años. Era viudo. Dedicaba su tiempo a pintar  y entre las pocas cosas que guardaba en su Cabanon estaba el ejemplar del El Quijote que siempre llevaba consigo forrado con el pelo de su amado schnauzer, Pinceau. 
Cada vez que una biografía -Le Corbusier lui-même, de Jean Petit (1970), Le Corbusier, Secret, de Tim Benton (2013), o incluso Modern Man: The Life of Le corbusier, Architect of Tomorrow, de Anthony Flint (2014)- ha cuestionado la imagen del gran arquitecto, su fundación ha respondido igual: se pueden consultar las cartas y todos los materiales. La biografía de Jean-Louis Cohen Vida y obra de Le Corbusier (Gustavo Gili), que ahora ve la luz en español, es una recopilación sintética de datos personales, en su mayoría, procedentes de esa correspondencia que ni elogia ni denuncia al arquitecto más influyente del siglo pasado: lo dibuja como un ser humano contradictorio, poco escrupuloso y obsesionado por construir. Así, por sus páginas desfilan los ya conocidos Le Corbusier antisemita, fascista, amigo del comunismo ruso, crítico con el mismo régimen y mujeriego que ya descubrieron tantos volúmenes. 
Así, ¿qué aporta esta nueva traducción  además de la versión española? La síntesis y los hechos. Casi podría tratarse de una autobiografía involuntaria, porque el libro se basa en frases extraídas  de las más de 7.000 cartas que el arquitecto envió, fundamentalmente a su madre.
Para Cohen, Le Corbusier se hizo con el imperativo de Nietzsche "Llega a ser quien eres", probando cualquier versión de sí mismo. Por eso el seguimiento a un maestro y su posterior cuestionamiento, dibujan sus vaivenes académicos. Duda de L'Eplattenier  -que descubrió su vocación y lo envió a viajar- cuando ve en sus gustos "un no sé qué de sagrado e inalcanzable". "De las cosas que se aprenden no me ha enseñado nada", contó a sus padres...
Si la biografía de Flint comenzaba con el arquitecto suizo retozando con Josephine Baker  en un camarote del Lutetia, Cohen indaga en la cualidad de superviviente y oportunista del creador apasionado y obsesivo que denuncia en los demás acciones que él mismo emprende y que no duda en ponerse al servicio de cualquier poder para tratar de transformar la arquitectura. Asi, entre la ingenuidad, el cinismo, la seducción y la aventura, Le Corbusier recorrió el mundo tratando de reinventar el urbanismo. Por eso, seguramente hoy la ceguera que lleva a trabajar para cualquier cliente y la sumisión de hacerlo al margen de unas mínimas condiciones laborales forman parte de su herencia tanto como de la voluntad de mantener la vegetación en las urbes o la ciudad vertical apoyada en pilotes que son sus Unité d'Habitation...
Anatxu Zabalbeascoa. Madrid. El País, viernes 7 de diciembre de 2018

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Un refugio para mujeres

La alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo
El Ayuntamiento de París albergará a partir de este martes y durante todo el año a mujeres sin techo en dos de sus salas más solemnes, dos meses después de que su alcaldesa, Anne Hidalgo, anunciase un plan para ceder espacios públicos como refugio a las personas que viven en la calle. El Consistorio de la capital francesa ha habilitado un total de 750 metros cuadrados que permitirán acoger a 75 mujeres durante el día y hospedar a 50 durante la noche, con la posibilidad de aumentar esta cifra a un centenar en períodos de un frío extremo. En febrero pasado, un censo impulsado por la Alcaldía contabilizó en París cerca de 3.000 personas sin techo, el 12% de las cuales eran mujeres. "La experiencia de la calle es dura para todas las personas, pero las mujeres sufren una violencia suplementaria", destacó ayer en declaraciones a la prensa la alcaldesa.
EFE. El Mundo, martes 11 de diciembre de 2018

martes, 11 de diciembre de 2018

Algo relacionado con la vida: el Museo Gustave Moreau

Museo Gustave Moreau
Mis padres nunca intentaron cultivarme a una edad temprana (ni a ninguna otra); como tampoco trataron de disuadirme de que lo hiciese. Ambos eran maestros de escuela, por lo tanto el arte (o quizá, para ser más exactos, la idea del arte) era algo respetado en mi casa. Había buenos libros en las estanterías e incluso había un piano en el salón, aunque jamás se tocó en toda mi infancia. Era un regalo que mi abuelo materno había hecho a mi madre, su adorada hija, cuando era una joven pianista, talentosa y prometedora. Sin embargo sus estudios pianísticos se pararon en seco  cuando tenía veinticinco años y tuvo que enfrentarse a una intrincada partitura de Scriabin...
En cuanto a la pintura, en la casa había tres cuadros al óleo. Dos eran paisajes del Finisterre francés, pintados por uno de los assistants de mi padres... El tercer cuadro estaba colgado en el vestíbulo de casa. Era un óleo de un desnudo femenino, con un marco dorado; probablemente una copia del siglo XIX. Mis padres la habían comprado en una subasta, a las afueras de Londres donde vivíamos...
No fue hasta el verano de 1964, mientras pasaba varias semanas en París al acabar el instituto y antes de entrar en la universidad, cuando empecé a ver pintura por voluntad propia. Aunque al Louvre debí de haber ido más por obligación, aquel museo enorme, oscuro y anticuado me impresionó sobre manera, quizá porque no iba nadie conmigo y no estaba sometido a la presión de simular respuesta alguna ante una determinada obra. El Museo Gustave Moreau, cerca de la Gare Saint-Lazare, había pasado a manos del Estado francés tras la muerte del pintor en 1898 y, dada la lobreguez y suciedad de lasa salas, no parecía que nadie se hubiese esmerado en preservarlo desde entonces. En el piso superior se encontraba el estudio de Moreau, de techos altos y enorme como un granero, que apenas lograba calentarse mínimamente con una estufa negra y maciza que seguramente sería la misma que usaba el pintor en su época. Del suelo al techo las paredes estaban abarrotadas de cuadros mal iluminados y había unos grandes muebles de madera de cajones estrechos que podías abrir para estudiar cientos de bocetos preliminares. Yo no había visto nunca nada de Moreau y no sabía nada de él (menos aún que era el único pintor contemporáneo de Flaubert a quien éste admiraba incondicionalmente). Toda aquella obra me desconcertó: exótica, enjoyada y de un oscuro brillo, con una mezcla extraña de simbolismo accesible e inaccesible a la vez, del cual poco podía yo sacar en claro. Quizá fuese el misterio lo que me atrajo; y quizá admiré más a Moreau porque nadie me dijo que lo hiciese. Pero no hay duda de que fue allí donde me recuerdo observando por primera vez unos cuadros detenidamente, en lugar de permanecer ante ellos con una actitud pasiva y sumisa...
Julián Barnes. Ideas. El País, domingo 9 de de diciembre de 2018

Este texto forma parte de Con los ojos bien abiertos. Ensayos sobre arte, nuevo libro del novelista británico Julian Barnes, que edita Anagrama el 12 de diciembre. Traducción de Cecilia Ceriani.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Los fantasmas de Ismael



Las actrices Marion Cotillard y Charlotte Gainsbourg
Un director narcisista en crisis, atrapado entre su pasado, la película de espías que pretende rodar (basada a su vez en la supuesta vida misteriosa de su hermano) y los fantasmas que vuelven a su vida justo cuando parecía empezar a recomponerse, es el protagonista (con el rostro de Mathieu Amalric, de nuevo alter ego del realizador) del último film de Arnaud Desplechin. Vaya por delante que Los fantasmas de Ismael no se encuentra entre las mejores obras de su autor, aunque algunos aciertos le puedan salvar de la quema. El discurso sobre el acto de creación como ejercicio de llevar a cabo una ficción literaria o cinematográfica, así como el dilema existencial del protagonista y de aquellos que le rodean, se diluyen en una película irregular y densa, que se regodea en su aparente confusión y en llevar al espectador por caminos disonantes entres sí.
Los ecos a Hitchcock y su soberbia Vértigo (1958) son notables -aunque se queden en la mera superficie- y están personificados por esa esposa que regresa de entre los muertos, una Marion Cotillard como amor de juventud que lleva décadas desaparecida y parece volver a reclamar su posición  cuando una nueva mujer ha ocupado su lugar. la contraposición entre los dos tipos de mujer (la pasión, el amor loco y el misterio, frente al amor tranquilo, la estabilidad y la comprensión), y el triángulo que ello conlleva, es en parte el eje de la crisis emocional -y creativa- del director, mientras este ejercicio de cine dentro del cine aboga por la colisión y la fusión entre ficción y realidad (película/vida, recuerdos ficcionados/realidad) de unos personajes incapacitados para la felicidad, encarnados por un puñado de buenos actores que parecen un tanto perdidos en el propio devenir de la trama.
Sabela Pillado. La Voz de Galicia, lunes 3 de diciembre de 2018

domingo, 9 de diciembre de 2018

Brassens, el veraneante eterno 2

Cementerio marino de Sête.  Foto de Barry Domínguez
Precisamente en Sète es muy fácil dar con espinas. Ciudad orgullosa por su espíritu marinero (Hay un Museo del Mar, en un estupendo edificio de Cregut y Duport) y en la que según un refrán hay más pescadores que otra cosa, mantiene la venta en la lonja y tradiciones desde que Luis XIV, el Rey Sol, eligiera el cabo de Sète para conectar el Canal du Midi con el mar Mediterráneo y lo inaugurase en 1666 con un torneo de joutes (justa naútica)...
Para vivir un idilio con las ostras se puede elegir entre los restaurantes o el mercado de Les Halles, emblema de la excelencia gastronómica local desde 1890, cuya reforma fue proyectada en 2011  por François Fontès, colaborador de Jean Novel. Es un lugar que irradia refinamiento popular, conceptos que aunque puedan parecer contradictorios, aqui casan de maravilla...

El otro hijo predilecto de Sète es Paul Valéry. Más célebre y menos comprometido que Brassens, el escritor (1871-1945) está enterrado en el impactante Cementerio Marino ( título además de su poemario más notorio). Al lado tiene un museo en su honor. Instalado en un flanco del monte de Saint-Clair, el edificio goza de una ubicación privilegiada. Obra de Guy Guillaume, es un espacio formidable y silencioso. La muestra permanente dedicada a Valéry da sentido a una de sus sentencias:"Una obra de arte debería enseñarnos que aún no hemos visto aquello que vemos". Se exhiben algunas de sus pinturas y numerosas cartas manuscritas, además de un vídeo con su voz recitando los versos de El Cementerio marino.
Bassens, tan irónico, decía en su canción: " Con el debido respeto a Paul Valéry, yo, el humilde trovador, sobre él sobresalga y que el buen maestro me lo perdone. Y si sus versos valen más que los míos, mi cementerio será más marino que el suyo y no disguste a sus autóctonos... Pobres reyes, pobre Napoleón, pobres grandes desaparecidos que yacen en el Panteón. Vosotros envidiaréis un poco a este eterno veraneante, que va en su hidropedal sobre las olas, soñando que pasa su muerte de vacaciones".
Use Lahoz. El Viajero. El País, viernes 30 de noviembre de 2018

sábado, 8 de diciembre de 2018

Brassens, el veraneante eterno

Georges Brassens era poco dado a la celebridad y a exigencias pero a través de la canción Súplica para ser enterrado en la playa de Sète decidió expresar un humilde deseo. En ella resume los motivos de manera poética, con retorcido ingenio y sin descuidar el humor agudo que caracterizó toda su obra, y así prefigura una tumba que no dará al paisaje una sombra triste sino un encanto indefinible, que servirá como biombo a los bañistas y ante la que los niños exclamarán:"¡Qué bonito castillo de arena!". 
El cantautor consideraba que su "universo se modificaba a cada instante, alrededor de una mujer, una flor, un árbol", pero jamás dudó que Sète, al sureste de Francia, era el puerto de su vida y de su deseo de dormir aquí el largo sueño. Lo consiguió. Está enterrado desde 1981 en el cementerio de Le Py, sin pompa, pero frente al mar de su infancia. Al lado tiene su Espace Georges Brassens, cuya visita supone una inmersión  en su universo a través de imágenes, proyecciones y pensamientos ("Morir por las ideas de acuerdo, pero de muerte lenta") con vistas a la laguna de Thau. Ambos se hallan al oeste del monte Saint-Clair, al otro lado del Sète turístico. Paseando por esta orilla más sobria o por la amplitud que brinda la Corniche, o por sus canales o por las plazas y calles de su Quartier Haut (atención a su Café Social), a nadie le extraña que Brassens quisiera permanecer aquí, desde donde se lanzó a la vida y comenzó a descubrir el mundo.
Su recuerdo sigue vivo en Sète (donde nació en 1921) y en el bar cabaret Les amis de Georges se reúnen sus incondicionales para revivir composiciones y defender la alegría. "Cuando mi alma tome su vuelo hacia el horizonte, hacia el de Gavroche (personaje de Los Miserables de Victor Hugo) y Mimi Pinson (protagonista de un cuento de Alfred Musset en el que representa al pueblo llano, igual que Gavroche), el de los golfillos de París, el de las modistillas, que hacia mi tierra natal sea llevado en un coche cama de París Méditerranée, con parada en la estación de Sète... Junto al borde del mar, a dos pasos de las olas azules, cavad si es posible un buen nicho pequeñito. Cerca de mis amigos de la infancia, los delfines, a lo largo de esta costa donde la arena es tan fina, sobre la playa de la Corniche... aquí donde a mis quince años ya perdidos, en la edad en que divertirse solo ya no era suficiente, conocí el primer amorcito... cerca de una sirena, una mujer pez,, yo recibí del amor la primera lección, tragué mi primera espina...", explica en su canción....
Use Lahoz. El Viajero. El País, viernes 30 de noviembre de 2018

viernes, 7 de diciembre de 2018

El chef pastelero de la boda de Marta Ortega

Photo: Cédric Grolet
El melocotón es chato, rugoso, perfecto. Al picarlo con una cucharilla, esta elaboración a base de chocolate se quiebra, rebosando de texturas de esta fruta. Lo firma Cédric Grolet, el mejor pastelero del mundo, que el pasado fin de semana elaboró los postres en la boda de Marta Ortega. Este francés, de 32 años, chef pastelero del hotel parisino Le Meurice, logró el título de número 1 del mundo en The World's 50 Best, por sus trampantojos, una explosión de sabores naturales de frutas y especies trabajadas en texturas ligeras apenas endulzadas, que los invitados a Casa Novas pudieron disfrutar.
Su misión: "Desnudar la pastelería", según él mismo asegura, "La idea es suprimir la galleta, los huevos, el gusto que no sirve de nada y centrarse en el de la fruta". "Lo visual atrae al cliente la primera vez, el gusto es lo que hace que vuelva", asegura Grolet. Hijo de un camionero y de una peluquera, se inició en la restauración a los 13 años. "Un día, un agricultor me dió una caja de fresas: lo convertí en un fraisier", un pastel de masa genovesa, crema y fresas, explica el chef. Tras su paso por la escuela de pastelería y ganar varios concursos, llegó con 20 años a París, donde trabajó primero en Fauchon, emblema de la gastronomía de lujo. Su ambición es implantarse en todo el mundo "con una decena de establecimientos". En Le Meurice la carta es muy limitada y los precios, consecuentes: desde 5 euros la cookie hasta 170 euros el cake de Rubik.
Anne-Laure Mondesert. La voz de Galicia, 25 de noviembre de 2018

jueves, 6 de diciembre de 2018

La verdad sobre el caso Harry Quebert

Retrato de Orleans de E. Hopper
Jean-Jacques Annaud dirige la adaptación del libro de Joël Dicker, con Patrick Dempsey como protagonista. Cuenta Jean-Jacques Annaud, oscarizado cineasta detrás de filmes como El nombre de la rosa o Siete años en el Tibet, que llevaba 10 años buscando una historia para convertirla en serie. ¿La razón? "Hoy la televisión es un lugar de libertad que ya no se encuentra en el cine. Los llamados blockbusters dominan la escena mundial y cada vez hay menos espacio para las películas con contenido", cuenta a El Mundo el director, que finalmente encontró el material para su debut televisivo en La verdad sobre el caso Harry Quebert, un superventas publicado en 2012 por el escritor suizo Joël Dicker con sólo 27 años.
Resumiendo, el libro y la serie homónima -disponible bajo demanda en Movistar + y con un capítulo de estreno en #0 hoy y cada viernes a las 22.00horas- es un thriller sobre la desaparición en 1975 de la joven de 15 años Nola Kellergan en una pequeña ciudad de New Hampshire (EEUU). El principal sospechoso es el mencionado Harry Quebert, famoso escritor que, ya sexagenario, es acusado del asesinato cuando en 2008 aparece enterrado en su jardín el cadáver de la chica, con quien décadas atrás mantuvo una relación...
En lo que respecta al romance entre un genio treintañero en crisis y una chica menor de dad en plena era del #Me Too, Annaud asegura: "No me preocupaba en absoluto porque es una historia personal. Cuando yo tenía 11 o 12 años me enamoré de mi profesora de literatura...Ella me enseñó latín y griego y muchas otras cosas y fue iniciativa mía". El cineasta francés continúa: "En algunos sitios se está tendiendo a un puritanismo hipócrita. Los países mediterráneos tienen un enfoque más abierto del amor y del deseo"... "El peligro es ser políticamente correcto. Creo que está bien generar cierta controversia. Pero en este caso tengo que señalar que la iniciativa es de la chica: ella es el motor del romance, quien mueva la historia. Y no es una relación sexual: es amor"...
Fátima Elidrissi. Madrid. El Mundo, viernes 23 de noviembre de 2018

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Una crisis inédita

Todo empezó en Facebook. Una desconocida publicó el pasado 18 de octubre en Facebook un vídeo denunciando la "caza de los conductores". Se hizo viral y pronto triunfó un petición en la red bajo el título "Para la reducción de los precios del carburante".
Masiva movilización. A través de las redes sociales se llamó a bloquear las carreteras y fue el sábado 17 de noviembre cuando se produjo el primer día de protestas. Hubo cortes en las carretera y autopistas y se reunieron unos 290.000 manifestantes en toda Francia. Una acción organizada al margen de cualquier partido o sindicato. Una persona falleció.
Toma de los Campos Elíseos. Miles de manifestantes se opusieron a las fuerzas de seguridad en los Campos Elíseos de París el 24 de noviembre. Un balance oficial provisional registró más de 106.000 manifestantes en Francia, 8.000 de ellos en París. El 27 de noviembre hubo un acercamiento del Gobierno con los "chalecos amarillos".
Arde París. El pasado sábado 1 de diciembre tuvo lugar el tercer día de marchas, las cuales derivaron en violentos incidentes, informó la agencia France-Presse. En varias ciudades francesas, pero especialmente en la capital del país, se registraron impactantes imágenes de enfrentamientos. Hubo una tercera víctima mortal y centenares de detenciones.
Macron acorralado. De vuelta del G-20, el presidente francés convocó una reunión de urgencia en el Elíseo. El 3 de diciembre, Édouard Philippe recibió a los jefes de los principales partidos políticos, mientras que la movilización llegó hasta los institutos franceses. Hasta que ayer el primer ministro anunció la moratoria de seis meses.
Iñaki Gil. París. El Mundo, miércoles 5 de diciembre de 2018

martes, 4 de diciembre de 2018

Isaki Lacuesta en el Centro Pompidou

Isaki Lacuesta
Isaki Lacuesta está como un niño con zapatos nuevos. Y no por el estreno en España el próximo viernes de Entre dos aguas, con la que se convirtió en el cineasta más joven, a sus 43 años, en obtener dos Conchas de Oro del festival de San Sebastián (solo lo han logrado otros cinco). Sino porque la entrevista tiene lugar a pocas horas de que el cineasta vuele a París para rematar los preparativos de algo que califica como "un regalo". El Centro Pompidou inaugura hoy - y allí permanecerá hasta el 6 de enero- una retrospectiva con la proyección de todas sus películas, la publicación de un libro sobre su obra, otro filme que ha realizado como autorretrato y una instalación (Les images échos ) creada por el museo. Y todo ello coincide con la exposición de Naomi Kawase / Isaki Lacuesta. Cinéastes en correspondance, que recopila las cartas audiovisuales cruzadas entre ambos.
"Con Entre dos aguas tengo la sensación de que acabo una etapa", reflexiona Lacuesta, "algo que por otro lado siempre he sentido con cada trabajo", remata con una sonrisa. "Yo voy avanzando, aprendiendo cosas. Pero es cierto que creo que abandono una adolescencia fílmica, que me están saliendo pelos, que el Pompidou es una señal clara".
Isaki Lacuesta ha sido retratando la sociedad en su cine, de manera más clara, en el díptico La leyenda del tiempo/Entre dos aguas, rodado en el barrio de La Casería de San Fernando  (Cádiz). "Con el tiempo me he dado cuenta de que lo hago continuamente. En La propia piel mostré la Cataluña rural cerrada. En Entre dos aguas hay cierta desesperanza, porque todas sus potencialidades se han cercenado. Ahora los dos protagonistas proyectan sus anhelos en sus hijas. Se nota su edad, mi edad, que somos padres"... 
De su misma duplicidad, la de las dos Conchas de Oro."Ya no me tratan como un intruso,sino que han cambiado cosas. Sin embargo, no se altera mi posición en la industria y el rechazo de algunas televisiones ante mis filmes"... En cambio en el Pompidou, alfombra roja. "Una de las instalaciones enfrenta a una de mis películas con otra. Y sí, vuelve la dicotomía"... 
Gregorio Belinchón. Madrid. El País, lunes 26 de noviembre de 2018.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Girl de Lukas Dhont

Fotograma de Girl
El director belga estrena Girl, una de las sensaciones del último Festival de Cannes. La película, basada en una historia real, se acerca a la vida de una chica que lucha por convertirse en bailarina de ballet con el obstáculo de haber nacido varón. El joven actor Víctor Polster brilla como protagonista. Girl  fue una de las grandes sorpresas del último Festival de Cannes. La película del jovencísimo Lukas Dhont (Gante, 1991), que compitió en la sección Un certain regard, consiguió la Cámara de Oro -premio que reconoce a la mejor ópera prima del certamen-, el galardón a la mejor interpretación para la impresionante actuación de Víctor Polster y el Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional. Y lo hizo con una película que aborda un tema tan complejo como la transexualiadad con rigor y sensibilidad. El director nos cuenta en Girl la historia de Lara, una adolescente que lucha por convertirse en bailarina de ballet con el obstáculo de haber nacido en el cuerpo de un hombre. Contando con el apoyo familiar, Lara también se encuentra inmersa en un tratamiento hormonal con vistas a someterse a una cirugía transgénero y, por si fuera poco, se enfrenta a las convulsiones propias de la pubertad. Un film sobre la danza, la transformación y la identidad que evita el sensacionalismo y los lugares comunes...
"No quería rodar una película en la que el personaje transexual se enfrentara al mundo exterior. No quería que fuera ni un héroe ni una víctima. Me daba la sensación de que era algo que ya había visto demasiadas veces y que distraía la atención de Lara al resto de personajes. El relato gana complejidad cuando el entorno acepta su identidad porque el conflicto se limita a su cuerpo y a ella misma. Lara es simplemente un ser humano y también comete errores. Creo que hemos hecho la versión del siglo XXI de esta historia"...
Javier Yuste. El Cultural 28-9-2018 

domingo, 2 de diciembre de 2018

Jean-Pierre Sauvage, Premio Nobel de Química

Jean-Pierre Sauvage, premio nobel de Química 2016
 © AFP / Soren Andersson
Jean-Pierre Sauvage (París,1944) visita Santiago invitado por el programa ConCiencia de la USC y del Consorcio de Santiago, con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. El Premio Nobel de Química, que compartió dicho galardón en el año 2016 con J.Fraser Stoddart y Ben Feringa, fue reconocido por sus trabajos sobre las máquinas moleculares, embrión de futuros nanorrobots. Hoy participará en una conferencia en el Auditorio Abanca de Santiago. No es la primera vez que el químico francés visita Compostela, lo hizo en el pasado de la mano del profesor de Química de la USC Luis Castedo, a quien mañana se rendirá homenaje en una reunión científica en la que participará también el investigador de la Universidad de Harvard Eric Jacobsen...
Las expectativas que generan las moléculas artificiales son inmensas. Sauvage, de hecho, cree que se abre un campo muy interesante para el procesado de información sustituyendo, tal vez, al silicio, que es muy eficiente pero que "está a punto de llegar al límite de su tamaño". Si bien su tamaño se enmarca en la ciencia básica, el químico defiende la importancia de su especialidad porque la ciencia básica está en el origen de todo lo que mejora nuestra calidad de vida". 

-¿Podemos llegar a curar todas las enfermedades del cuerpo? ¿Y de la mente?
-No tengo claro que se puedan curar todas las enfermedades, algunas son incluso difíciles de entender. Son las enfermedades huérfanas, enfermedades raras. Y en cuanto a las enfermedades de la mente...la complejidad del cerebro es tal que lo veo imposible, al menos no en el próximo siglo.

-Hemos buscado el origen del mundo en el espacio y quizás usted lo vea más en el interior de nosotros mismos.
-Los químicos siempre trabajamos a una escala muy pequeña, la molécula es muy pequeña. Un físico llamado Richard Feynman, también premio nobel, dijo que hay un montón de espacio en el fondo, y en cierto modo él fue un visionario porque eso es lo que ocurre hoy en día.

-¿Qué opina del anuncio de la manipulación genética de los bebés?
-No es mi campo, es una opinión personal, pero creo que tocar el genoma humano es muy peligroso, excepto para cuestiones muy específicas y bien conocidas. Además no me gustaría vivir rodeado de seres humanos que sean perfectos.

Susana Luaña. La voz de Galicia. Santiago. Jueves, 29 de noviembre de 2018