lunes, 30 de noviembre de 2020

De Gaulle. El nacimiento de un mito

Cada país remueve sus mitos históricos de vez en cuando. Es el turno de Charles de Gaulle. general que lideró Francia contra la Alemania  nazi y presidió el país hasta 1969, cuando ya no conectaba con la sociedad real y los cambios que la convulsionaban, léase los confluyentes en el mayo francés. Pero esa es otra historia que De Gaulle no cuenta porque  el guion se centra en las semanas de 1940, cuando el militar da el paso de volar a Londres para, con el apoyo de Churchill, dirigir desde allí la resistencia contra las tropas de Hitler y contra el Gobierno colaboracionista de Vichy presidido por su antiguo superior, el mariscal Petain. 

Con sus arengas patrióticas desde la BBC, logró cohesionar a un ejército que acabaría liberando París. En fin, eso es historia mayúscula, bien conocida por sus compatriotas, al cabo los primeros destinatarios de un filme que linda con la hagiografía y viene bien para consumo propio en estos tiempos de una Europa más convulsa de lo deseable. Curiosamente De Gaulle fue un contumaz opositor a la entrada de Gran Bretaña a lo que entonces se conocía como Mercado Común.

El director y coguionista Gabriel le Bomin opta por una factura académica, sin recursos de estilo y descansando buena parte del metraje sobre el actor Lambert Wilson, convincente en su papel. Asistimos a la peripecia política del general y en paralelo a sus circunstancias familiares con su esposa e hijos, la menor con síndrome de Down, y de cuando en vez alguna secuencia referida al sufrimiento de una población en su huida del invasor, aunque evitando la explicitud que pudiera impedir el acceso al filme de todo tipo de público. Aprovechando el 130.º de su nacimiento, el 80.º de su discurso en la BBC sobre la famosa frase La France n'est pas seule -repetida tres veces con vehemencia- y el 50.º de su fallecimiento, la película asoma a la cartelera para refrescarnos el personaje y el hecho histórico con una voluntad didáctica para el público ajeno. Y en eso cumple. Queda claro que de no haberse rebelado, la Europa de hoy sería otra.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, viernes 27 de noviembre de 2020.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Nuestros inesperados hermanos

Amin Maalouf

En esta apacible casa del barrio de Étoile, en París, rodeado de cuadros pacíficos y de libros que narran batallas e ideas, habita un hombre pacífico al que la vida y lo que observa han convertido,  como en el título célebre de Albert Camus, en un hombre rebelde. Es Amin Maalouf (Beirut,1948), francés de adopción, académico de la lengua de acogida, autor de obras célebres como León el Africano u Orígenes, su viaje por el mundo en busca de las huellas de sus antepasados. Hoy cree que haría falta un milagro para que el planeta vuelva a ser "un buen lugar para vivir". Ahora publica en Alianza su editorial española, Nuestros inesperados hermanos, una distopía que semeja una realidad posible: el planeta se queda a oscuras porque un apagón súbito elimina todas las conexiones. Una isla minúscula en la que viven sus personajes es el escenario en el que los protagonistas del extraño cortocircuito global manejan hilos que envuelven a la humanidad en una extraña campaña de fraternidad inspirada en las enseñanzas de la vieja Atenas. Es una visita de ficción al desorden del mundo, título de uno de sus más recientes ensayos. Pero no se lee como una novela, tan solo, sino como una advertencia que sintetiza el título de la única novela de la escritora que forma parte del elenco: El futuro ya no vive aquí. Estamos en peligro, dice Maalouf, y no tan solo en lo que sale ahora de su imaginación de contador de ficciones.

¿Cómo llegó a este ejercicio de de adivinación literaria?

Este libro ya estaba escrito antes de esta última crisis, y la verdad es que me pregunté si era mejor publicarlo ahora o esperar. Después me pareció que era apropiado para decir las cosas que planteaba. Sí, es una obra de nostalgia y utopía. He observado el mundo durante las últimas décadas y llevo escritos unos cuantos ensayos que describen donde están yendo mal las cosas, Identidades asesinas, El desajuste del mundo, y El naufragio de las civilizaciones... Tengo la sensación, y es una sensación muy fuerte, de que vamos por mal camino. Como sigamos en esta dirección, llegaremos a la peor de las situaciones. Debemos imaginar una sociedad diferente. Escogí ese momento de la historia, el esplendor de Atenas, porque me pareció una época en que la humanidad  se encontraba en su infancia, sin mucho conocimiento detrás. Y, de repente, durante dos o tres generaciones, ocurrió algo que demuestra que nuestra especie tiene la posibilidad de producir algo totalmente inesperado. El título viene de ahí. Por supuesto que es una alegoría, y que no adoptará la forma descrita en esta ficción, pero después de estos ensayos necesitaba decir que hay esperanza, que tal vez un día surgirá algo diferente...

Los personajes están confinados en una remota isla atlántica que se convierte en el centro del mundo. Es imposible leer el libro y no pensar en la pandemia.

Cualquiera podría sufrir un accidente un día. Salimos de casa y en una fracción de segundo podemos resbalar, caer, rompernos. Eso podría implicar meses o años en el hospital. Lo que nunca suele ocurrir es que el conjunto de la humanidad sufra un percance. Pero en esta crisis todo el mundo ha sufrido el mismo accidente. Nunca había pasado antes, ni podía pasar, porque jamás habíamos estado tan interconectados. Es la primera vez que nos toca enfrentarnos al mismo problema a todos. Y nos entimos extremadamente vulnerables. La enfermedad en sí es mucho menos virulenta que el ébola o que la gripe de 1918. Pero de repente se ha parado el mundo...

Juan Cruz. El País Semanal, 7 de noviembre de 2020

sábado, 28 de noviembre de 2020

Gilles Clément: "El campo se ha vuelto peligroso"

Gilles Clément

En la Escuela de paisajismo de Versalles, Gilles Clément -77 años- enseña lo que no se tiene que hacer. Aunque el prefiere definirse como jardinero -porque trabaja siempre con seres vivos y un paisajista puede utilizar materiales como el hormigón- es además un ensayista ampliamente traducido y un ingeniero  hortícola. Autor del jardín del Museo del Quai Branly, ha ideado vergeles en Suiza, Chile, París o Lille con una característica común:  el bajo mantenimiento y la mezcla hortícola que salva de la desaparición a montones de especies. Escribió Manifiesto del tercer paisaje -en el que se pierde en los descampados y, sin embargo, salva vegetación en vías de extinción- y acuñó los términos "jardín en movimiento" -en el que siembran las aves- y "jardín de la resistencia" -el que apenas precisa cuidados-. Una breve historia del jardín (como todos publicado por Gustavo Gili) es su título más autobiográfico, y en el revela como aprendió caminando por el mundo. En Camerún, buscando mariposas, descubrió una no catalogada que hoy lleva su nombre: Buneopsis clementi. Además del jardín que sembró para experimentar donde nació, en Argenton-sur-Creuse, a 300 kilómetros de París, Clément tiene un estudio en una antigua carpintería del barrio parisiense de Saint-Antoine. Él mismo lo reformó con tragaluces para que el sol llegara a las plantas. Explica en el excelente castellano que aprendió en Latinoamérica, que para cuidar de ellas debe subirse al piano.

Tuvo que desaprender lo aprendido porque le habían "enseñado a matar".

"Matar en lugar de cuidar. En los primeros cursos te enseñaban a reconocer las plantas. Luego solo cómo obtener un alto rendimiento cultivando cada una. Para rentabilizar los cultivos hay que conservar una especie y matar al resto. Eso es hoy la agricultura. El único objetivo es el dinero. Eso son hoy los estudios".

Pero usted es profesor en la Escuela de Versalles...

"Y trato de enseñar otra historia. Si te fijas los jardineros van protegidos como  militares y se dedican a matar para que quede bonito. El campo se ha vuelto peligroso, lo que plantamos está lleno de venenos. Es una fantasía pensar que ese veneno no nos va a afectar,,, Empecé guiándome por lo que me habían dicho los profesores. Utilizaba los venenos. No sabía cómo hacerlo de otra manera".

¿Cómo lo averiguó?

"En 1977 me compré un terreno para trabajar sin pesticidas. Llevaba abandonado 15 años y era un zarzal pero decidí proteger lo que había. No todo, porque no hubiera podido ni entrar. Hoy hay orugas y mariposas que viven en las zarzamoras. Las moras son buenas y la zarza, una defensa contra algunos animales para los arboles más jóvenes. Tienen su papel. Poe eso decidí que trataría de defender la diversidad".

¿Cómo lo enseña?

"Instruyendo tanto en la no acción como en la acción, y en la indecisión tanto como en la decisión para considera un contrapunto al orden establecido. Es difícil cambiar el modelo cultural, La mayoría de la gente no piensa en la maleza como algo con un papel útil en el ecosistema. Yo enseño a utilizar el mundo vegetal de una manera inteligente. No lo inventé, lo aprendí viajando..."

Anatxu Zabalbeascoa, El País Semanal, 22 de noviembre de 2020.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Un cuento médico

Escena de El enfermo imaginario. E.M

Argán tiene una mala salud de hierro: se queja de mil achaques sin otra causa que su aprensión. Joseph María Flotats, su intérprete, vuelve a los dominios de Molière, su patrón en la Comédie Française, con una muy divertida, vivaz y zigzagueante pirueta en escena con El enfermo imaginario, con producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Bajo su batuta esta comedia sobre el miedo a morir, la aprensión infinita, el corporativismo médico, la tiranía doméstica y la bonhomía (virtud encarnada por Beraldo, hermano de Argán, y por Tonina, criada que suple con sentido común la insensatez de su amo) es un cruce donde se entrelazan con alegría el retablo de marionetas y el entremés de figuras. 

Pantalone en ciernes, pelele al que todos torean, el Argan de Flotats tiene gracia, presencia y un trasfondo tierno. Anabel Alonso es una serveta de la comedia del arte italiana, ágil, zascandil y resolutiva  muy bien guiada. Ambos son ejes de un reparto en el que sobresalen el Beraldo cabal y  cachazudo de Joaquín Notario; el Tomás Diarreus, polemista majadero y doctor en ciernes, de Francisco Dávila y la Angélica grácil, pizpireta, de Belén Landaluce, actriz cuya determinación lleva al extremo con brillo cuanto Flotats la marca. En su interpretación, la muñequita del primer acto se transfigura en diplomática capaz de dar réplicas sucesivas contundentes a su padre, a su madrastra y el prometido que le han endosado. Las coplas de picadillo que se marcan Rubén de Eguía y Landaluce levantaron un aplauso generalizado en la noche del estreno.

Flotats pone la función en pie con vuelo teatral, sin descuidar detalle. La escenografía de Frigerio y Massironi es de una magnificencia versallesca. Tal y como lo ha dispuesto, todo acontece en el siglo XVII pero nos habla del aquí y ahora, en particular en el acto tercero, cuando Molière nos recuerda que ningún mal debe remediarse causando otro mal mayor. La traducción de Mauro Armiño, precisa y eufónica, ayuda sustancialmente a establecer el puente entre épocas.

El director ha suprimido los ballets y cantables intermedios, según es costumbre. Por sorpresa, también ha eliminado el personaje de la hija menor de Argan, que tiene una escena de contacto físico estrecho con su padre y, según se indica en el programa de mano, debía ser interpretado en alternancia por cuatro niñas. Tomada esta medida y tomada también la decisión de pagarse de su bolsillo las pruebas de la covid 19, los actores actuaron sin mascarillas, contra lo anunciado días atrás.

El enfermo imaginario. Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 27 de diciembre.

Javier Vallejo. Babelia, El País, 21 de noviembre de 2020

jueves, 26 de noviembre de 2020

Obra desnuda

Diario, pertenece a la primera fase de la obra de Édouard Levé, cuando se planteaba narraciones
 Édouard Levé
discontinuas y despojadas de pathos, si bien no tardó en verse obligado a plantearse obras menos frías, y a veces tan llenas de pathos como una tragedia griega. Refería con cierto dolor que cuando vieron la luz Obras y Diario, sus dos primeros libros, su editor no se atrevía a presentarlo a los demás como un escritor, quizá porque el responsable de la publicación de sus textos no estaba del todo seguro de que Obras y Diario fuesen realmente literatura. Lo son, y además en grado sumo, y su lectura supuso para mí un placer y un estímulo.

Centrémonos en el segundo, que, a pesar de titularse Diario, carece de dimensión temporal, pues da la impresión de que estuviese ocurriendo a la vez, también carece de estructura y la trama se apoya en la única idea de que todos los textos se van sucediendo a lo largo del libro han sido trabajados a partir de informaciones vomitadas por los medios de comunicación, incluida la televisión. Pensar que se trata de meros fragmentos citados textualmente, sin la más mínima elaboración, es un error. Hay un trabajo selectivo, además de un moldeamiento literario y una huida de emoción, al desnudar las noticias de fechas, nombres y caras, pero también hay combustión en muchos momentos, si bien extremadamente contenida, y justamente por eso casi radioactiva. Dicho de otra manera nos hallamos ante un libro muy original, que puede llegar a establecer con el lector una dialéctica tan sorprendente como necesaria, pues ha de llenar muchos vacíos y poner emoción donde Levé aparentemente se la quita.

Cuando concluyes la lectura, tienes la impresión de que vivimos en un mundo de locos, básicamente conformados por miles de relatos que convergen y divergen, a través de los cuales se va desplegando un alucinante y descarnado teatro del mundo. Sentí mucho que Levé se suicidará, si bien comprendí enseguida que en él la muerte voluntaria formaba parte de su autorretrato y especialmente de su última novela  que tuvo de titular Suicidio.

Jesús Ferrero. Babelia. El País, 21 de noviembre de 2020

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Paris triste, Madrid animado

¿Cómo está París?¿Cómo has encontrado Madrid? Son las preguntas que me hacen a bocajarro una vez que aterrizo en la capital de España. Mis respuestas de estos últimos días: "París está triste, Madrid más animado". Es mi impresión personal. Hecha de lo que me cuentan familiares y amigos, tenderos, kiosqueros, taxistas, camareros, etc. También del tono que percibo en los medios. Y por supuesto la cuadrilla. De hecho este paseo arranca en un restaurante de la calle Sagasta donde nos dimos un homenaje el decano madrileño de la cuadrilla y el firmante. Comedor lleno. "A mediodía la cosa no está mal pero las noches están flojas", nos comentó el restaurador. Pero yo recuerdo la noche de julio en la que dieron de comer a ocho clientes, repartidos en tres mesas, contando la mía.

París, cerrados cafés y restaurantes (y museos, peluquerías, librería y toda la tienda "no esencial") está triste. A las 8 cierran el super y las fruterías. Los últimos caminantes enfilan para el metro. La noche parisina es de riders y de mendigos. Cierto, las mañanas tienen vida. La gente va al trabajo, los padres llevan a los hijos al colegio. Y el claxon de los repartidores de paquetes trae el eco de cuando el estrés no tenía forma de parte médico. Mi kiosquero no se queja más de lo habitual y en la librería pude comprar dos libros aprovechando que en la puerta despachan los pedidos por internet. París está triste. Y menos mal que este confinamiento leve ha dejado abiertos parques y jardines . Las hojas muertas se siguen recogiendo a paladas...

Madrid tiene una cara más animada. Aunque no hay interlocutor que no me haya transmitido su doloroso recuerdo de la primavera, la prudencia con que afronta el presente y el temor a un futuro más gris que el cielo de noviembre. A medianoche del sábado, volviendo de cenar en familia, mi calle -ruidosa de natural- se despejó en un pis pas. Treinta minutos después no quedaba ni un peatón.

No se me escapa que Madrid es la excepción en un país de confinamiento variable. Pronto veremos si el oasis es avanzadilla de un tiempo mejor o espejismo de un falso amanecer antes de una recaída fatal. Tampoco olvido el trágico balance que arrastramos. Desde el comienzo de la pandemia han fallecido en la Comunidad de Madrid (6,6 millones de habitantes) 11,948 personas. En Île de France la región parisina (12,1 millones) hasta anteayer, 9.829 personas. Cifras que cuestionan a quienes nos gobiernan. Aunque, a día de hoy, Madrid está más animado. Y, a mis ojos, París, triste.

Iñaki Gil. El Mundo, lunes 16 de noviembre

martes, 24 de noviembre de 2020

Soñar para sobrevivir

Como contar Chanel en medio de una gran crisis. Conseguir, a través de las palabras e imágenes adecuadas, que el lujo deje de ser percibido como "superficial  y prescindible". No es menor el desafío dada la coyuntura, pero Thomas Du Preé de Saint Maur, director general de recursos creativos para perfumes, belleza, relojería y joyería de la casa francesa, defiende el reto como necesario. "Una campaña de lujo es un producto de consumo masivo y tenemos la responsabilidad de hablar a todos, también a los que no pueden acceder a él, porque el deseo de soñar y de elevarse es universal, y ahora más que nunca debemos potenciar esa sensación", razona. "Mi obsesión es defender la idea de que, lo consumas o no, es esencial porque ayuda a vivir. Y mientras más miedo haya en el mundo, más lo necesitaremos".

Noche cerrada. Una mujer cruza un puente con una capa negra; debajo un vestido que recuerda al que llevaba Coco Chanel en un conocido retrato de Cecil Beaton de 1937. Así empieza la publicidad del perfume Nº5 para las próximas Navidades, las más extrañas que se han vivido en las últimas décadas. A primera vista parece una historia de evasión propia de estos días oscuros, pero no. Cuenta Du Pré que el anuncio se acabó de rodar a finales de 2019. Nadie podía imaginar entonces como sería 2020. "La grabación fue en diciembre; la elección de la música en febrero; la posproducción se terminó en julio. Lo veo como algo tranquilo, que anima a pensar que la vida puede ser, a pesar de las circunstancias adversas, hermosa". 

Más que una vía de escape, el creativo considera la propuesta una llamada a la supervivencia. "Se trata de demostrar que no hay nada imposible. Creo que necesitamos hoy mucho más esos mensajes que cuando se rodó la película", explica desde París por videoconferencia...

En Chanel presumen de que el Nº5 es, más que un perfume, un producto cultural. Su frasco entro en 1959 en la colección del MET de Nueva York y en 1960 Andy Warhol le dedicó una de sus serigrafías. ¿Es conveniente para una casa de lujo que se adquiera su fragancia insignia como quien hace una inversión? Du Pré muestra pocas dudas al respecto: Yo no quiero que el Nº5 sea una lengua muerta como el latín y el griego clásico. Tampoco que cuando alguien lo compre se sienta inteligente, prefiero que se sienta vivo". Su consejo para estas fiestas es tan escapista como su campaña: Hay que olvidarse de la realidad y entregarse al disfrute. Si la gente pudiese mirar este anuncio con una sonrisa, yo ya medarñia por satisfecho".

Karelia Vázquez. El País Semanal, 22 de noviembre de 2020. 

lunes, 23 de noviembre de 2020

Ne me quitte pas. La voz humana

Almodovar y Tilda Swinton. AFP/ Alberto Pizzoli

Al son de Ne me quitte pas /No me dejes, Pedro Almodóvar hacía que en la celebrada La ley del deseo (1987) Carmen Maura declamase en el escenario un texto teatral de Jean Cocteau, mediante el cual daba salida a sus penas de amor. Partiendo de ese mismo monólogo -por el que ha mantenido la fascinación a lo largo de los años- pero ahora ya como pieza única. Almodóvar construye libremente un mediometraje de emociones a flor de piel que se eleva sobre sí mismo gracias tanto a su labor como a su complicidad y total entrega de una de las actrices más magnéticas y carismáticas del panorama actual, una siempre celebrada Tilda Swinton.

Esta actriz interpreta a una mujer que durante tres días permanece encerrada (salvo esporádica salida) esperando a su examante, el cual acaba de abandonarla. Sola y desprotegida frente a la cámara, desgrana palabra a palabra el monólogo de la llamada telefónica transmitiendo todo el abanico de emociones de una mujer despechada que mantiene su dignidad aún devorada por los demonios del desamor mientras enarbola físicamente un hacha, tal y como la Uma Thurman de Kill Bill (cuya carátula, referencia buscada, destaca entre las películas de la protagonista) hacía catana en mano en su tarantiniano viaje de venganza.

Swinton es maestra de ceremonias de una propuesta escénica donde el hogar es un gigantesco decorado carente de techos en el interior de un hangar , y donde la teatralidad del espacio es subrayada por ese escenario dentro de otro escenario, una casa de muñecas extraña y descontextualizada donde la protagonista pasea/desfila con elegancia cual evento de moda de alta costura, avanzando con sus elegantes andares hacia un catártico final en el cual las llamas purificadoras de la casa-prisión devoran las penas y abren camino hacia la esperanza.

La voz humana es la primera incursión de rodaje en inglés  del director y nos devuelve al mejor Al modóvar, el que hemos visto en Dolor y gloria, y lo hace mediante una propuesta hipnótica y deslumbrante, artificiosa a la par que desgarrada, donde las emociones van más allá del Ne me quitte pas.

Sabela Pillado. La Voz de Galicia, miércoles 21 de octubre de 2020.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Ruta impresionista por la Europa de Monet en su 180 aniversario, 2

                                               
El Parlamento, atardecer, (Londres, Reino Unido). Monet se refugió en Londres tras el estallido de la guerra franco prusiana. Este fue el principio de los tres viajes que realizó a la ciudad, y durante dichas estancias buscó edificios que le sirvieran de inspiración, como el Parlamento, elemento central de una de sus series más conocidas. Gracias a los más de 100 cuadros que pintó en Londres, hoy en día es posible observar los efectos de la niebla sobre el Big Ben, el Puente Charing Cross, el Puente de Waterloo o el Támesis sin pisar Inglaterra.



El Gran Canal, (Venecia, Italia). Monet ofrece una perspectiva única del Gran Canal visto desde el Palazzo Barbaro. Para disfrutar de la Venecia más mágica y colorida, basta con admirar los 37 lienzos que el artista pintó durante su único viaje a la ciudad italiana. Además del famoso canal, en sus obras inmortalizó otros lugares icónicos, como el Palacio Ducal, la iglesia de Santa María della Salute o la Basílica de San Giorgio Maggiore.



  Bordighera, (Bordighera, Italia). Monet viajó a la región de Liguria para intentar plasmar la luz
del Mediterráneo. El artista necesitó casi tres meses para captar la magia de Bordighera, con su abundante vegetación y sus bellos jardines. Basta una simple mirada a esta obra para descubrir toda la belleza de la Riviera italiana.



Campos de tulipanes en Sassenheim, (Sassenheim, Países Bajos). Los coloridos campos de tulipanes son todavía más bucólicos, si cabe, vistos a través de la mirada y los pinceles de Monet. Además de retratar los campos de Sassenheim, el genio impresionista también reprodujo en sus lienzos otros lugares más emblemáticos de los Países Bajos; Zoandam y sus pintorescos molinos de viento.



The Zuiderkerk (Ámsterdam, Países Bajos). A parte de inmortalizar los tulipanes y los molinos de viento tuvo tiempo para plasmar los canales de Ámsterdam en sus pinturas. Con esta obra nos acerca al canal Groenburgwal, con la esplenderosa torre de la Iglesia del Sur como telón de fondo.




ABC, viajar, 13-11-2020.

sábado, 21 de noviembre de 2020

Ruta impresionista por la Europa de Monet en su 180 aniversario.

El 14 de noviembre Monet cumpliría 180 años. El conocido artista impresionista solía pintar el mismo lugar una y otra vez, a menudo en diferentes momentos del día en distintas estaciones del año, para capturar los efectos de los cambios de la luz sobre los objetos y paisajes que inmortabilizaba en sus cuadros.

 Para conmemorar su aniversario, Musement, plataforma de actividades en destino, nos invita a realizar una ruta impresionista por la Europa de Monet a través de sus lienzos más famosos y los destinos que los inspiraron.


La catedral de Rouen (Francia). Monet se sintió tan cautivado por la catedral de Rouen que montó un taller justo enfrente, para ver cómo las diferentes estaciones del año, la climatología y la luz influían en la apariencia del impresionante templo gótico. Gracias a los más de treinta lienzos que pintó el artista no es necesario visitar en persona la catedral de la capital normandapara conocerla a fondo.

Impresión, sol naciente (El Havre, Francia). En este cuadro, que dio nombre al movimiento impresionista, Monet nos traslada al puerto de El Havre, ciudad en la que pasó parte de su infancia. La cautivadora luz en la desembocadura del Sena atrajo no solo a Monet, sino también a otros grandes artistas como Pissarro, Sysley o Boudin.

Los nenúfares (Giverny, Francia). Su obra más emblemática, de la que existen unas 250 versiones, nos transporta a la casa de Giverny en la que el artista vivió desde 1883 hasta 1926, en concreto, al estanque del jardín de agua repleto de nenúfares, juncos y lirios. Además del estanque, en el jardín se encuentra el puente japonés que Monet retrató en más de 18 lienzos. Hoy en día, tanto la casa como el jardín son una de las atracciones turísticas más populares de Francia.

Étretat, la Manneporte, reflejos sobre el agua. ( Étretat. Francia). La costa normanda y en especial los pintorescos acantilados de Étretat atrajeron tanto al pintor impresionista que se convirtieron en protagonistas de una de sus series. Gracias a los diferentes cuadros de la serie es posible apreciar las curiosas formaciones geológicas, como el Arco de Porte d'Aval, desde múltiples perspectivas y bajo diferentes condiciones lumínicas.


Boulevard des Capucines. (París. Francia). Monet nació en París, en 1840, y aunque a los 5 años se mudó con su familia a El Havre, París siguió siendo un lugar importante durante toda su carrera. Con este cuadre el artista lleva al espectador al Boulevard de las Capuchinas, situado en el distrito II y IX de la Ciudad de la Luz. Tras descubrir el bullicioso ambiente del boulevard, es posible seguir explorando París a través de otras obras inspiradas en la capital francesa, y que retratan lugares tan diferentes como la estación de Saint-Lazare, el jardin de las Tullerías o la iglesia de Saint-Germain- L'Auxerrois..

ABC. Viajar, 13-11 de 2020.

viernes, 20 de noviembre de 2020

David Guetta reelegido el mejor DJ del mundo

David Guetta

David Guetta (París, 1967) está de cumpleaños confinado en la isla de Ibiza. El destino ha querido que DJ Mag, la France Football de los DJS, quien elige el número uno de la música electrónica, la haya coronado a sus 53 años como el mejor del mundo, curiosamente, solo por segunda vez en su vida.

P.- A estas alturas no se si estas cosas ya le dan igual. 

R.- No, no, me hace mucha ilusión. Primero porque se anuncia el día de mi cumpleaños. Es el mejor regalo que podía tener. Y también porque han pasado nueve años desde al primera vez que fui número uno, Me hace muy feliz porque los dos ocurrieron cuando estaba teniendo un impacto cultural muy grande en nuestra comunidad. La primera vez hacía música más underground, empezaba a hacer cosas con cantantes pop americanas, y en ese momento era algo muy nuevo. De hecho me criticaron mucho por hacerlo pero fui número uno. Y después de hacerlo yo se convirtió en una cosa natural para los Djs, y me parece muy bien que todos lo hayan hecho. Y esta vez porque me he pasado dos años poniendo todas mis fuerzas en hacer cosas grandes que no son pop. He hecho un proyecto que se llama Jack Back que es solo house, y uno que se llama Future Rave, que es un nuevo sonido, y claro que me hace feliz que cuando hago un esfuerzo por hacer algo distinto la comunidad lo aprecia.

Guetta, hijo de un sociólogo francés, un poco franco italiano, un poco marroquí, un poco belga, un poco judío sefardita, empezó a pinchar mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Nanterre. Entró en la noche como empresario de salas y decidió convertirse en productor de su propia carrera discográfica, primero en las noches parisinas de Bataclan, y luego en las planetarias. Con The world is mine  se convirtió en imagen de la gomina de L'Oréal, y empezó a coleccionar  números uno con The black Eyed Peas o con Rhianna hasta convertirse en el mejor DJ del mundo...

Ricardo F. Colmenero, domingo 8 de noviembre de 2020.


jueves, 19 de noviembre de 2020

Mathias Enard: "Lo que pensemos de la muerte puede cambiar nuestra vida"

Mathias Enard

Durante años, inmerso en sus constantes viajes, Mathias Enard (Niort, 1972) ha llevado a sus lectores por lugares como los Balcanes (Zona, 2009), La Constantinopla renacentista ( Habladles de batallas, de reyes y elefantes, 2011), la efervescencia de la Primavera árabe (Calle de los ladrones, 2013) y el Oriente más múltiple y sugerente (Brújula, 2015). Pero mientras recorría el mundo, el escritor francés ya pergeñaba en su cabeza lo que sería una vuelta a casa literaria. "Crecí en el noroeste de Francia entre Poitiers y La Rochelle y como decía el gran historiador del mediterráneo Ferdinand Braudel -uno de los miembros más destacados de la Escuela de los Anales-, quizá es porque soy un hombre del Norte que me interesé por el Mediterráneo", explica el escritor que tras enamorarse de Oriente siendo estudiante de Historia del Arte aprendió árabe y farsi y se dedicó a viajar por todo el mundo árabe.

Sin embargo, esa idea recurrente del regreso a la patria chica que abandonó con 18 años fue tomando forma hacia 2010, cuando se le ocurrió que para narrar con libertad y distancia su propia tierra "necesitaba un narrador viajero, como yo, para explorar esta zona con ojos ajenos, desde fuera. Entonces crea a David Mazon, un antropólogo que quiere retratar esta región de forma científica. Llega a un pueblo de unos 600 habitantes y se instala para escribir su tesis doctoral". Así arranca El banquete anual de la Cofradía de los sepultureros (Literatura Random House), cuya primera y última parte  nos muestra el diario de campo de Mazon, que escribe con sinceridad y perplejidad hilarantes sus escarceos con los habitantes autóctonos del ficticio pueblo de La Pierre Saint-Christophe.

"El humor surge del contraste entre ambos mundos, del decalaje entre lo que el narrador cuenta  y lo que nosotros podemos ver, inferir o imaginar  que es realmente el pueblo", explica Enard que, en su país, donde el libro acaba también de salir, está cosechando mucho éxito y buenas críticas que destacan esta faceta cómica poco habitual en su obra. No obstante, el escritor se pone serio para tratar uno de los temas capitales del libro que es a la vez "una pregunta inmensa que se hace David: ¿Qué significa realmente vivir en el campo hoy con todos los cambio tecnológicos, ecológicos, sociales...?, explica el autor.

Desde que empezó la pandemia, todo lo que vemos en el campo es la posibilidad de alejarnos un poco de todo lo que está pasando en la ciudad, contagios, restaurantes y bares vacíos, toques de queda...Pero más allá de esto vivir en una aldea pequeña hoy es lo que ha sido siempre: tener otra relación con la naturaleza, con los servicios públicos y con la gente que te rodea", sostiene el autor, aunque matiza que hay campos y campos. "En Francia parece que ahora en el campo solo hay campesinos y gente que se dedica a la agricultura, lo que no es verdad para nada. Hay taberneros, médicos, carteros... un montón de gente que no vive directamente de la tierra. A mí me interesa el microcosmos de eses pueblos, que cada vez van teniendo más rasgos urbanos"...

"Intento retratar cómo a través de un lugar muy pequeño se puede llegar a lo universal, de forma muy concreta, no abstracta, historias personales que conforman el gran tapiz de la historia y de la vida. Siempre se dice que en los pueblos no pasa nada, que están fuera de la historia. Pero yo creo que, al contrario, todos los destinos están vinculados unos con los otros, que todos los seres humanos tenemos un destino único y la historia es una", explica el autor... Es esta universalidad, este concepto de la unidad el leimotiv de la novela de Enard, donde, por cierto, sí ocurre hacia la mitad un banquete de sepultureros que es un homenaje a grande s clásicos de la literatura gala como Rabelais o François Béroalde de Verville y "a esos escritores que, al estilo griego, consideraban el banquete un simposio, un debate para charla y disfrutar de la conversación y la compañía del otro"... En este sentido, también mantiene que al final todos los lugares están relacionados... "creo en el sentimiento de que todas las vidas de aquí y de allí  están vinculadas".

En cuanto a la muerte opina que "hay que pensar en al muerte desde el lado más filosófico. Explorar las diversas opciones, aunque al final la decisión no es nuestra y lo que creamos poco va a cambiar. Pero lo que pensemos sí cambia nuestra vida"...

Andrés Seoane. El Cultural, 29 de octubre.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Ideas para reinventar el mundo

Parque de Matsse en L'Île Derborence

Por medio de su personaje Cándido, Voltaire defendió la idea de que tras una vida de esfuerzos no había mejor opción que cultivar un jardín e inventar una pequeña sociedad conforme a necesidades básicas. Al hilo de esas enseñanzas, hoy, cuando la vulnerabilidad del ser humano es visible y todo es local y global al mismo tiempo, la ciudad de Lille, Capital Mundial del Diseño 2020, se ha preguntado por los usos del mundo a través de una extraordinaria exposición, Les usages du monde (clausurada el 8 de noviembre en la Gare Saint-Sauveur), comisariada por Francine Fort. Una muestra que ha explorado las aportaciones del diseño al servicio de los problemas de  vivienda, movilidad, consumo, pobreza, urbanismo, medio ambiente, agricultura o conectividad a los que se enfrentan las sociedades actuales, y que ofrecía respuestas alternativas a la degradación de las formas de habitar la tierra, así como pistas para reinventar modos de vida en un contexto de crisis energética, climática y (ahora) también  sanitaria. Cuarenta y seis artistas, diseñadores, arquitectos, paisajistas, ingenieros y científicos presentaron trabajos que amplían las posibilidades del diseño y abren perspectivas al concepto "habitar".

"Los proyectos son señales prometedoras de la puesta en marcha de nuevas condiciones de vida, cada uno está pensando como una solución, son actos que tienen en común el compromiso de los diseñadores", sostiene Front. En la muestra podían verse construcciones sostenibles del Atelier Gando, vinculado a Francis Kéré, en Burkina Faso, y el Ring  de los hermanos Bouroullec, una plataforma circular de acero que flota sobre el suelo y permite sentarse alrededor de un árbol, un banco colectivo.

El arquitecto Mathieu Berteloot, colaborador de Front, explica con entusiasmo proyectos como L'île Derborence, del jardinero y entomólogo Gilles Clément y la paisajística Claude  Courtecuisse, un jardín secreto en el parque Matisse de Lille, "un santuario metropolitano", un bosque a siete metros de altura que únicamente se contempla, pero que ofrece a la flora y a la fauna del parque un espacio sin prejuicios. O como la Floating Farm /granja flotante de Róterdam, de Peter y Minke van Wingerden, pionera en la crianza de vacas en plena ciudad con el objetivo de reducir el impacto medioambiental del transporte de los productos lecheros y constituir una primera etapa hacia la concienciación del ciudadano del impacto de su alimentación en el entorno...

Sí, está claro que hay cándidos medios de actuar.

Use Lahoz. El País Semanal, 15 de noviembre de 2020.


martes, 17 de noviembre de 2020

La orfebre de lujo

Francesca Amfitheatrof. (Pinterest)

"Amo el oro". Las palabras que emplea Francesca Amfitheatrof para describir el impulso inicial de su trabajo podrían sonar casi banales si las dijera cualquier otra persona. Y, sin embargo, en boca de esta creadora se convierten en clave para entender una forma de relacionarse con los materiales preciosos que han conformado una trayectoria profesional atípica, a caballo entre la orfebrería y el arte contemporáneo. En los últimos 25 años, esta diseñadora ha comisariado exposiciones, expuesto en galerías, creado su propia marca y obtenido en 2018, un puesto inédito en la industria, directora creativa de joyería y relojería de Louis Vuitton, la firma nacida en el siglo XIX que mejor ha definido el lujo del XXI.

Amfitheatrof nos atiende a través de una pantalla desde Nueva York. Allí reside con su familia desde 2014 cuando se incorporó a su puesto anterior como directora creativa de Tiffany & Co. Pero su itinerario vital está influenciado por culturas y lugares diferentes. Nació en Tokio en 1968, en una familia marcada por el sello de la modernidad, de padre periodista y madre publicista, él ruso y ella italiana. Se educó en un internado inglés, pero su infancia transcurrió también en Italia, Rusia y Estados Unidos. Y el destino quiso que su formación universitaria la sorprendiera en uno de los crisoles culturales de finales del siglo XX. "Tuve mucha suerte de estar en Londres en los noventa", reflexiona. "Fue la época en que se pasó de Thatcher a Blair, en que la creatividad dejó de ser algo de perdedores. Experimenté la alegría absoluta de vivir un momento en que todo bullía, y comprendí que cambiar la cultura es lo más emocionante y lo más difícil del mundo. Desde fuera parece simplemente una época en que la música, el arte y la moda eran increíbles, pero lo que sé es que desde dentro todo consistía en trabajar juntos y apoyarnos los unos a los otros"...

Amfitheatrof vincula su estilo a su condición de ciudadana global. "Me crie en Italia y los italianos adoran las joyas ", relata. "Nací en Japón, y tengo un sentido de la pureza y de la sencillez que tiene que ver con el minimalismo. No soy barroca ni excesivamente decorativa". Sus piezas presumen de precisión formal, pero no renuncian a la expresividad. Son como pequeñas esculturas. "Soy una diseñadora tridimensional, no una dibujante", declara. "Cuando veo un objeto, siempre imagino como es su parte trasera. Lo veo por todos sus lados, y también por dentro". 

Esta doble visión ha conducido a una trayectoria tambíén híbrida. Ha diseñado enigmáticas piezas de acero y latón par Alessi, ha comisariado composiciones en instituciones como el Museo Gucci, ha trabajado como consultora de arte contemporáneo y ha ejercido distintas responsabilidades creativas en empresas como la joyería británica Asprey & Garrard o la porcelana y menaje Wedgewood. Tras ocupar entre 2014 y 2018 la dirección creativa de Tiffany & Co, su talento inquieto ha encontrado un lugar natural en una compañía, Louis Vuitton, que en los últimos años ha reforzado su equipo creativo con autores de prestigio en los distintos campos en que opera como Nicolas Ghesquière, Jacques-Cavallier-Belletrud...

Su nuevo proyecto para la casa es una colección de pulseras, anillos y collares que reivindica el abecé material de la joyería clásica: oro (blanco y amarillo) y diamantes. El nombre de la colección, "LV Volt, remite al voltio . "sonido, música, sentimientos, electricidad", enumera Amfi theatrof- y reinterpreta el emblema más importante de la casa...

Carlos Primo. El País Semanal, 31 de octubre de 2020.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Mujeres ante la soledad

Fotograma de Adam

Maryam Touzami (Tanger,1980), formada en Londres, periodista, especialista en cine magrebí y comprometida con el feminismo de su país, actriz y guionista se estrena con Adam, modesta -en presupuesto- joya cinematográfica con la que abre ventana para invitarnos a apreciar paisajes distintos. Más allá de su exquisito planteamiento formal, con la complicidad de la fotógrafa Virginie Sourdej y del cámara Adil Ayoub, proponiendo una luz oscilante entre Vermeer y Caravaggio. Más allá, también, de su inteligente uso del espacio dramático -una modesta casa en una barriada de Casablanca-, del tiempo narrativo, del progresivo desarrollo de los cinco personajes -en particular las dos actrices principales, una viuda y una madre soltera-,  y del sutil uso de la música. Finalmente más allá de su capacidad de emoción y de conmoción, es un valiente e incisivo retrato de dos mujeres solitarias, aunque unidas por el dolor en una sociedad que les asigna un rol secundario y las discrimina, con particular rechazo a la maternidad fuera del matrimonio.

Es así, como la viuda, que sobrevive como pastelera desde al puerta de su vivienda y una niña a su cargo, se encuentra ante la necesidad de cobijar a una joven repudiada por su familia, que desea dar a su bebé en adopción para regresar al pueblo sin mancha. Entre ambas va creciendo la solidaridad desde le dolor mutuo, también desde dos visiones de la propia maternidad, que nos llegan por miradas, silencios, diálogos sobrios y atmósfera envolvente, digna de cine grande. Se habla tanto de la necesidad de abrir nuevas vías para la ficción, al margen de la imágenes predecibles, obvias y reiterativas, contaminadas por el entertainment  dominante, que algunos optan por la vía más radical, la del sabotaje audiovisual, apelando a la inteligencia del espectador, Touzami, a su condición de mujer en un país en el que ser libre no es fácil, opta por la otra vía, la del cine fresco y elegante, sutil pero rotundo, sin por eso ahorrarnos el sufrimiento de la soledad. Al tiempo se reivindica como cualificada portavoz de su género en el Magreb.

Miguel Anxo Férnandez. La Voz de Galicia, viernes 13 de noviembre de 2020. 

domingo, 15 de noviembre de 2020

La voz incómoda del antirracismo francés

Rokhaya Diallo

Cuando Rokhaya Diallo (París,1978) era pequeña, pasaba horas ante el televisor. De allí sacó, quizá sin darse cuenta, los códigos que años después le permitirían moverse con soltura en las eléctricas tertulias televisivas en las que es asidua. Y fue ante un televisor donde aquella niña tímida y aplicada, hija de una costurera y de un mecánico senegaleses, descubrió lo que sería una de las pasiones de su vida : los dibujos animados japoneses y el manga. 

"En estos dibujos había muchas cosas relacionadas con el combate, con el hecho de luchar y vencer en busca de un mundo ideal", dice. "Y pienso que me influyó".

Rokhaya. Hay personas cuyo nombre basta para identificarlas. En los ámbitos en que ella se mueve, donde confluyen periodismo, activismo y política, cuando se pronuncian estas tres sílabas enseguida se sabe de quién se esta hablando. Ella insiste que no representa a nadie más que a sí misma, pero quienes la escuchan en las tertulias, o la siguen en las redes sociales o leen sus libros, o ven sus documentales para aplaudirla o para vilipendiarla, proyectan en ella algo más. "Mujer negra, musulmana", se define a sí misma.

Las tres palabras pueden ser suficientes para despertar la admiración: al fin una voz que hace visible esta Francia menos visible. O la irritación: he aquí -en un país donde todos los ciudadanos son libres e iguales y el Estado debe ser ciego ante su religión, el color de su piel o su adhesión a otras identidades- a alguien que lleva a gala estas señas de identidad, y que además denuncia que, en 2020, son motivo de discriminación; que Francia, como Estados Unidos, arrastra un pecado original racial.

"Francia es un país en el que las mujeres deben expresarse dentro de una lógica de seducción, se nos educa para gustar y ser agradables y sonrientes. Y de una mujer negra se espera una forma de gratitud. Que yo me sienta cómoda en los medios de comunicación, y en mi lugar, se considera una forma de arrogancia", dice. "Si represento algo, es una palabra minoritaria, porque soy mujer, soy negra, soy musulmana. No somos muchas que seamos tan visibles", continúa. Y añade: "Cuando cometo un error, lo pago más que otros".

La entrevista para preparar esta semblanza se desarrolló el viernes 16 de octubre a las cinco de la tarde. Mientras hablábamos en un café cerca del Centro Pompidou en París, en Conflans-Sainte-Honorine, una localidad a 35 kilómetros de aquí, un refugiado checheno, inspirado por la agitación en las redes sociales del islamismo radical, decapitaba  a un profesor por mostrar en clase las caricaturas de Mahoma publicadas por el semanario satírico Charlie Hebdo.

"Su estatuto de mujer, musulmana y negra hace de usted una privilegiada", le reprochó, unos días después del atentado, el ensayista Pascal Bruckner en un programa de televisión en el que ambos participaban. "Le permite expresar una serie de cosas que, si las hubiese dicho yo, sobre todo respecto a Charlie Hebdo, llevó junto a otros, a la muerte de los 12 de Charlie Hebdo...". "¿Lo que yo dije llevó a la muerte a alguien? Es escandaloso lo que usted dice", replicó Diallo. "No tengo absolutamente la responsabilidad en ningún acto terrorista"...

Marc Bassets. El País Semanal, domingo 8 de noviembre de 2020.

sábado, 14 de noviembre de 2020

Cinco años de Bataclan, la amenaza persistente

 Un color, un sonido, un olor. Los años nunca acaban de borrar la huella de un atentado terrorista para los supervivientes. El pasado nunca deja de ser para quien estuvo en la sala de conciertos Bataclan de París, el 13 de noviembre de 2015. "La muerte masiva tiene un color: el de la sangre por todas partes. Tiene un olor: el de la pólvora fría y el de la sangre, el olor agrio de los líquidos humanos. Y tiene un sonido que queda marcado en la memoria: el de los teléfonos que vibran".

Habla Jean-Michel Fauvergue, uno de los primeros policías que entró en el Bataclan después que un comando de tres terroristas asaltase el teatro durante un concierto del conjunto estadounidense Eagles of Death Metal. Fauvergue era en aquel momento el jefe del RAID, la unidad especial de la intervención de la policía francesa. 

Lo que el jefe del RAID -los geos franceses- vio, olió y escuchó nunca lo ha olvidado. "En cuanto uno cruza el umbral de la puerta con la columna del asalto detrás, se da cuenta de la masacre, y entra en otra dimensión", dice. "Ya no es una operación policial sino una operación de guerra". Eran las 23.00, un terrorista ya había muerto después de la entrada de los dos primeros policías y los otros dos estaban encerrados con rehenes en un pasillo. Faltaba más de una hora para el desenlace. 

Hoy se cumplen cinco años del múltiple atentado reivindicado por el Estado Islámico en los alrededores del Estadio de Francia, en las afueras de París, en varios cafés y terrazas de la capital y en el Bataclan. Entre las 21.20 del viernes y las 01.40 del sábado, tres comandos con armas automáticas y cinturones explosivos  mataron a 130 personas y dejaron 350 heridos...

"En Francia no hemos salido de la secuencia que se abrió con los atentados de enero y noviembre de 2015 y que, aunque con menos muertos se repiten con intervalos regulares desde entonces", dice el sociólogo Gérôme Truc, que ha investigado los ataques yihadistas en las sociedades occidentales.

Truc coeditor del libo Los memoriales del 13 de noviembre, cree que lo destacable, en la conmemoración prevista hoy, es que no podrá ser, como sucede en las fechas redondas como el quinto aniversario, un "momento fuerte". La pandemia obligará a rebajar la asistencia. Y a esto se añade el contexto del juicio a los supuestos cómplices del atentado contra Charlie Hebdo, y los atentados recientes con cuchillo en Francia y armas de combate en Austria. "Para las víctimas, esto hace que el recuerdo sea doloroso y además están encerradas y no pueden reunirse", explica...

Marc Bassets. París. El País, viernes 13 de noviembre de 2020

viernes, 13 de noviembre de 2020

Willian Christie selecciona a Alberto Miguélez para una ópera de Haendel

Alberto Miguélez Rouco

William Christie es, junto a Eliot Gardiner, Koopman y Savall, uno de los más reputados directores de música antigua de su generación. Su conjunto, Les Arts Florissants, y su academia en Francia -el músico nació en Estados Unidos en 1944 pero hace años que tiene ciudadanía francesa- son referentes ineludibles para los aficionados al repertorio barroco. En el 2001 Christie y Paul Agnew dirigirán una nueva producción de la ópera  Parténope de Händel, en el que Alberto Miguélez Rouco (A Coruña, 1994) interpretará el papel de Armindo. El contratenor gallego es uno de los seis cantantes seleccionados en las pruebas que se celebraron en enero en Londres, Nueva York, Hong Kong y París para participar en una versión semiescenificada que se estrenará en la academia - Le jardin des Voix: también es una maravilla paisajística- en agosto, antes de emprender una gira internacional. 

Para Miguélez fue un proceso complejo: cuatro días de ensayo intenso en París con un pianista para preparar la prueba, seguidos de nueve meses de espera antes de conocer de si era aceptado o no. A la recompensa de la selección se suman la relevancia del papel -"Pequeño  pero matón, como a mí me gustan", lo define- y la oportunidad de trabajar estrechamente con un maestro como Christie. "Dirige muy bien y consigue un gran efecto, consigue dar una gran monumentalidad, mucho carácter, especialmente en el repertorio francés", describe el contratenor, quien a pesar de su juventud ya ha trabajado con destacados directores de música antigua como Gabriel Garrido y Christophe Rousset... 

Xesús Fraga. La Voz de Galicia,  martes 27 de julio de 2020.   

jueves, 12 de noviembre de 2020

Una vida breve

Maurice Audin

Como bien sabemos en España, cada país tiene sus propios traumas y obsesiones, momentos oscuros de su historia que supuran cada cierto tiempo como una herida abierta que vuelve para reclamar  una deuda sin saldar. En el caso de la Francia actual, el episodio que cumple ese papel es la cruenta Guerra de la independencia de Argelia, que aún esconde terribles secretos. Uno de los más sonados fue el llamado por la prensa de la época Caso Audin, la desaparición en junio de 1957, durante la batalla de Argel, del matemático y militante comunista Maurice Audin, apresado por el ejército francés acusado de colaborar con el movimiento de independencia argelino.

Según se fue sabiendo después, Audin, de veinticinco años, fue torturado hasta la muerte por los militares, se organizó un simulacro de evasión y se hicieron desaparecer las huellas de su muerte y su cadáver, nunca encontrado. Fue ya en 2014 cuando el Gobierno francés por fin reconoció que su desaparición había sido un asesinato de Estado, y en 2018 cuando el presidente Macron pidió perdón públicamente a la familia por un crimen que, según dijo, simboliza la brutalidad del conflicto francoargelino.

Sin embargo, no es este proceso y sus implicaciones políticas el tema sobre el que versa Una vida breve. Como afirma al principio su hija, la también matemática y escritora Michèle Audin (Argel, 1954). "No veo que podría añadir a una verdad breve y brutal. Ni el mártir ni su muerte y desaparición son el tema de este libro. Todo lo contrario: de su vida, de una vida cuyas huellas no han desaparecido por completo, pretendo hablarles aquí".

Así, en este libro a medio camino entre el documento más minucioso y la imaginación más literaria, Audin reconstruye, a modo de inventario perecquiano, los orígenes de su familia - que se pierden tanto en la élite de los colonos franceses argelinos como en el campesinado italiano de Saboya y el Piamonte- y el día a día de la prematuramente segada vida de su padre, una existencia que la autora solo ha podido conocer de oídas...

"Sería fácil escribir aquí que me acuerdo de haber ido caminando por la calle con él, con mi vestidito rojo, porque mi madre me lo ha contado tantas veces... pero no, de eso no me acuerdo, aunque no puedo obviar todo lo que se ha contado, repetido, congelado", afirma también en este desgarrador testimonio que a la vez que homenaje privado constituye un triunfo de los fines últimos de la literatura: confirmar que cualquier vida, por breve, común y anónima que sea, puede condensar la Historia y convertirse en el emblema de una época.

Miguel Cano. El Cultural, 10 noviembre, 2020

miércoles, 11 de noviembre de 2020

El mensaje de una paloma perdido 110 años

El mensaje 

Unas maniobras militares en una de las zonas de Europa, Alsacia, más disputadas hasta bien entrado el siglo XX. Una paloma mensajera que no llega a su destino. Una pareja que, paseando, halla más de un siglo después una curiosa cápsula metálica y tiene el reflejo de contactar con un experto. Dominique Jardy todavía se maravilla de la concatenación de casualidades que ha llevado hasta sus manos de curador de un pequeño museo regional un hallazgo tan inédito como fortuito: un mensaje militar alemán extraviado durante más de cien años. "Es extremadamente infrecuente que suceda algo así, yo jamás lo había visto; el mensaje de una paloma mensajera encontrado 110 años más tarde", cuenta por teléfono el responsable de las exposiciones del museo memorial de Linge-Orbey, dedicado a uno de los enfrentamientos más duros de la Primera Guerra Mundial en esta zona entre Alemania y Francia.

El mensaje en sí no tiene un enorme interés estratégico. Cuenta, en alemán escrito con las letras góticas de la época -y que llevo a Jardy a tener que pedirle ayuda a un amigo germano para que le transcribir el corto texto- de unos movimientos de tropas alemanas en el área de Colmar-Ingersheim. El remitente es un oficial de infantería prusiano que escribe a un superior de su mismo regimiento. En aquella época Alsacia formaba aún parte de Alemania. "Es una especie de telegrama para los altos mandos", resume Jardy...

Tanto la cápsula como el papel en ella encerrado estaban en excelentes condiciones. El envoltorio seguía cerrado herméticamente y por ello el mensaje se conserva intacto, aunque ahora, una vez expuesto a los elementos, ha comenzado rápido el proceso de envejecimiento, de ahí que el museo de Linge lo esté preparando y protegiendo de la luz y el aire antes de su exposición al público. Esta tardará aún. El museo suele cerrar el 11 de noviembre hasta la Semana Santa debido a que se encuentra en una zona montañosa a menudo cortada al tráfico en invierno por la nieve. La pandemia de coronavirus les ha obligado a clausurar prematuramente. Pero Jardy ya sabe donde colocará el nuevo objeto de su colección: en una vitrina junto a un maniquí con el uniforme de ese regimiento alemán que envió el mensaje y que estaba estacionado en Colmar.

Silvia Ayuso. París. El País, martes 10 de noviembre de 2020.

martes, 10 de noviembre de 2020

La infinita paleta de rosas de Bastia

Me encanta trabajar con el rosa...

En Bastia puede encontrarse lo evidente: sus playas de arena dorada, sus calles animadas y la inconfundible impronta de la cultura corsa. Pero hay una trastienda. Y hay que rastrear para dar con ella. Una trastienda hecha de malvas, de lilas y de azules... y , sobre todo, de rosas. La ciudad, al atardecer, fatalmente, se declina en ese color. Las fotografías de Andria Pancrazi, un hijo pródigo que se marchó y luego regresó. así lo demuestran.  

Crecí en Bastia, en la isla de Córcega, y hace cinco años me fui a vivir al Reino Unido. En cada regreso a mi ciudad natal comencé a tomar fotos para tratar de captar la esencia de los recuerdos del lugar donde había crecido: los tonos rosados del atardecer, el calor del aire, el juego de sombras en los edificios, la canción de las golondrinas de noche, el misterio de las persianas entreabiertas. Traté de captar detalles fugaces en la luz del atardecer, a veces con fotografías y a veces elaborando collages a partir de imágenes. Bastia es una ciudad rosada, por lo que la puesta de sol hace más vibrantes los colores. Me encanta trabajar con el rosa, un color muy versátil que puede ser extremadamente cálido y frío, en función de la luz y de la hora del día. El rosa es muy maleable y cambiante. Como los recuerdos.

Andria Darius Pancrazi. El País Semanal, 8 de noviembre de 2020-

lunes, 9 de noviembre de 2020

El palacio ideal/Facteur Cheval

El surrealista Palacio ideal

El hijo de Bertrand Tavernier, Nils Tavernier, es el director de este drama biográfico que narra la peculiar vida y obra de Joseph Ferdinand Cheval, cartero en el departamento francés de Drôme que, a finales del XIX, dedicó 33 años a construir un singular "palacio" con sus propias manos y con los materiales, piedras y "cosillas" que iba recogiendo en sus kilométricos repartos de correspondencia campo a través por la zona. 

La intensidad de su proyecto y la tenacidad para conseguirlo es la esencia de la historia, pero resulta igual de interesante la otra construcción, la que hace el director de su personaje, un tipo callado, huidizo y duro como su fantasiosa empresa y que interpreta con cara de hortaliza el actor Jacques Gamblin. También es interesante ver a la carnal Laetitia Casta en el papel insólito de granjera y esposa consagrada a hacer pan y poco más. 

El paisaje y los detalles ásperos y trágicos que rodean la historia ( salpicada de elipsis fáciles de rellenar y de desgracias personales que lo hacen sospechar a uno de la ganancia del sujeto ) sugieren una rara lírica al cartero que transmite a su talento constructor, y que curiosamente recuerdan al espíritu del arquitecto Gaudí y su técnica de introducir aires y formas vegetales y animales en su obra.

Oti Rodríguez Marchante. ABC, 6-11-2020 



domingo, 8 de noviembre de 2020

Antonio Muñoz Molina recibe el Premio Médicis

Antonio Muñoz Molina

Es uno de los galardones literarios más prestigiosos de Europa: el Médicis Étranger se otorga cada año a la mejor obra de ficción traducida en Francia. Y aunque casi todos los premios en ese pais (incluidos el Goncourt, el Interallié o el de la Academia Francesa) han sido pospuestos este año a la espera de que reabran las librerías, cerradas hasta el 1 de diciembre, no ha sido así con el Médecis. Ayer se hizo público que el ganador es Antonio Muñoz Molina por su libro, Un andar solitario entre la gente, publicado en España por Seix Barral en 2018 y traducido en 2020 al francés.

La escritora y presidenta del jurado, Marie Darrieussiec, lo describió  como una "ensoñación que nos permitirá pasearnos por ciudades y en sueños durante estos tiempos de confinamiento".

En la categoría francesa se premió Le coeur synthétique, de Chloé Delaume, y un ensayo a Karl Ove Knausgard por Fin:mi lucha, la sexta parte de su serie autobiográfica. El jurado ha estado formado por Marianne Alphant, Michel Braudeau, Marie Darrieusec, Dominique Fernandez, Anne F. Garréta, Patrick Grainville, Andréi Makine, Frédéric Mitterand, Pascale Roze y Alain Veinstein.

El escritor español, que recibió la noticia en su domicilio de Madrid y atendió a los medios franceses en una rueda de prensa telemática, explicaba poco después en conversación telefónica, que desde su debut en los años ochenta con Beatus Ille, siempre ha tenido excelentes traductores en el país vecino y buenos sellos donde publicar su trabajo. Aunque en su obra se hacen más evidentes los vínculos con la cultura anglosajona, ha consolidado una relación con los lectores en Francia que define como "sana, porque se ha ido construyendo con el paso del tiempo". Sabía que estaba nominado al galardón, que Enrique Vila Matas obtuvo por El mal de Montano hace más de una década. 

Las ciudades de Nueva York, Madrid, Lisboa o París van cruzándose en las páginas de Un andar solitario entre la gente, un libro que Muñoz Molina (Úbeda. 64 años) describe como "muy aventurado". Los paseos sobre los que lo construyó le hicieron ir perdiendo interés en otra novela en la que trabajaba en aquel momento. Y acabó por cuajar su deambular, su reinterpretación del flâneur o explorador urbano por las calles recolectando folletos, papeles y conversaciones con las que se iba topando. "El libro fue cobrando forma según fue avanzando. Yo pensaba que iba a ser una catástrofe", apunta. ¿Es su libro más libre? "Sí, y por eso me ha alegrado especialmente el premio. Una de las cosas que se puede aprender en la vida es a ser completamente libre".

Andrea Aguilar. Madrid. El País, sábado 7 de noviembre de 2020.


sábado, 7 de noviembre de 2020

Arcachon, un paraíso en cada estación

La isla de los pájaros
Gustave Eiffel, Alejandro Dumas, el rey Alfonso XII o la emperatriz Sissi son solo algunas de las celebridades de la belle époque que pasaron por Arcachon, la localidad balnearia de la costa atlántica francesa en el corazón delas Landas de Gascuña, a unos 65 kilómetros de Burdeos. Dada la tranquilidad de sus playas, es un destino a medida para familias mientras que en los vecinos pueblos de Cap Ferret, a los que se puede llegar facilmente en ferri, sigue veraneando la élite del país.

El inmenso mar de pinos que rodea Arcachón tiene su origen a finales del siglo XVIII, cuando se implantó su plantación intensiva para contener la erosión del litoral. Todavía hoy, la gran duna de Pilat -a 10 kilómetros del puerto-sigue moviendo sus 60 millones de metros cúbicos de arena hacia el interior, y una gasolinera asediada por el polvo, ha tenido que cerrar hace poco. Este extraño paraje natural, uno de los más visitados de Francia, parece recortado del Sáhara y pegado en mitad de Europa y, al igual que el desierto, cobra una especial belleza al anochecer.

Sin embargo, el motivo por el que muchos han oído hablar de Arcachon no son ni las personas ilustres  que pasaron aquí largas temporadas ni el paisaje singular de su bahía. Su mera mención evoca inmediatamente en el paladar de los más sibaritas el sabor de las ostras, que desde tiempos de Napoleón III se crían en las marismas cercanas, uno de los mayores viveros de dicho molusco que hay en el mundo. El enclave mas conocido a este respecto es la isla de los Pájaros, que debe su nombre a la llegada periódica de miles de aves limílocas, algunas de ellas procedentes del Ártico, para invernar.

Al igual que las límicolas, los primeros visitantes de Arcachon llegaban los meses más fríos del año, lo que dio origen a la Ville d'hiver. No eran turistas en busca de sol y playa, sino en muchas ocasiones enfermos a los que, según las teorías del médico irlandés sir Dominic John Corrigan, les benificiaba respirar un aire que es la mezcla perfecta de la sal del mar y la trementina. Todo comenzó cuando los hermanos Pereire, dueños de la Compañía Ferroviaria del Midi, trajeron el tren desde Burdeos para impulsar una fructífera operación inmobiliaria en lo que hasta entonces había sido un humilde pueblo de pescadores. Más tarde reurbanizarían la playa y el puerto y nacería la Ville d'Été, la Ville de Printemps y la Ville d'Automne, con lo que el resort turístico, pionero en el oeste de Francia, pasaría a tener un barrio adecuado para cada estación del año.

Durante décadas, hasta su desaparición bajo las llamas en 1977, el Casino Morisco era el escenario de la vida social de Arcachón. Rodeado de unos jardines que sí se han conservado, combinaba elementos de la Alhambra de Granada y de la mezquita de Córdoba. Sus salas de juego, teatro, café y biblioteca resultaban un pastiche orientalista muy del gusto de los visitantes del balneario, que deseaban escapar de las exigencias de la vida cotidiana, Aquí venían a curarse o a descansar, pero también a divertirse y a relacionarse con la crema de Europa.

Ese fue caso de Alfonso XII, que en 1879, un año después de haber enviudado de María de las Mercedes, viajó a la localidad francesa para conocer a su nueva prometida, María Cristina de Habsburgo-Lorena. Se dice que el rey no se fiaba de la descripción que le habían hecho sus ministros y quería juzgar con sus propios ojos la belleza de la joven...Siguiendo sus pasos también visitó Arcachón su madre, la reina Isabel II. Y una década más tarde, la emperatriz Sissi de Austria-Hungría, que llegó para serenar su alma tras el suicidio de su hijo Rodolfo. Se hospedó junto a la playa, en el Grand-Hôtel -inaugurado en 1860 y aún hoy abierto, Grand- Hôtel Richelieu- donde unas décadas después también se alojó la última reina de Madagascar, Ranavalona III.

Desde el mirador Sainte-Cécile, una diminuta Torre Eiffel en lo alto de la localidad, se contemplan los tejados de muchas de las villas. Esta panorámica de 360 grados ofrece un inventario completo de la arquitectura del siglo XIX, Hay palacetes de inspiración suiza, española, italiana e inglesa, pero la homogeneidad del conjunto ha hecho que en Francia se refieran a un único estilo: el archonnaise.

Probablemente una de las más espectaculares sea la Villa Marguerite. Su nombre es un homenaje a la ópera Fausto, de Charles Gounod. Pero para los melómanos el interés de esta residencia es mucho mayor, porque en 1880 se alojó aquí la baronesa Nadezhda von Meck, que no solo fue la mecenas de Chaikovski, sino que, contrató para que le diera clases a sus hijas a un pianista de 18 años llamado Achille Claude Debussy.

A partir de la Segunda Guerra Mundial, Arcachón empezó a recibir un turismo de clase media. Es entonces cuando el litoral de Cap Ferret, justo al otro lado de la bahía, toma el relevo y se convierte en uno de los lugares más exclusivos del país. Puede que el primero en descubrir el paraíso que rodea a Arcachón fuera el artista Jean Cocteau, que vio reflejadas en sus marismas "las primeras edades del mundo". En un hotel con aspecto de cabaña pasó junto a su amante, el joven escritor Raymond Radiguet, los veranos de 1920, 1921 y 1923. Tal vez, además de disfrutar del mar y perderse en los pinares, visitaron la deliciosa capilla de los marineros, aneja a la neogótica basílica de Notre Dame y cubierta en su totalidad por exvotos populares de aspecto naíf...

Ignacio Vleming. El Viajero. El País, 19 de octubre de 2020.

 

 


viernes, 6 de noviembre de 2020

Le vol du boli

Una estrella del pop inglés. Un cineasta mauritano. Y un etnógrafo francés que hace 89 años, durante una expedición a África, se llevó sin pedir permiso un objeto sagrado, aunque después se arrepin-tió. Los ingredientes de Le vol du boli (El robo del boli, aunque vol en francés también significa vuelo) dan una idea de lo peculiar de esta ópera estrenada en el Théâtre du Châtelet de París. La música es obra de Damon Albarn, el líder de Blur, grupo señero del brit-pop en los años noventa y explorador musical que ha acreditado su interés en la tradición africana y una curiosidad insaciable. También creador de óperas relacionadas con las leyendas chinas o la historia de su país. La escenografía se debe a Abderrahmane Sissako, director de Timbuktu, que relata la ocupación del Estado Islámico de la ciudad que da nombre a la película y que obtuvo en 2015 siete César, los Oscar franceses.

La historia -contada con un despliegue abrumador de danza y vídeo, y actores y cantantes en francés, inglés, bambara y lingala- parte de un hecho real. El 6 de septiembre de 1031, la expedición capitaneada por el etnógrafo Marcel Griaule y destinada a recopilar material para los museos franceses, llegó al pueblo de Dyabougou. El 7 de septiembre, Michel Leiris, escritor de la órbita surrealista y aprendiz de etnógrafo junto a Griaule, halló un objeto de interés. En particular, una "forma extraña", una "especie de cochinillo"de color "turrón oscuro", es decir, sangre coagulada, que pesa unos 15 kilos ", apuntó Leiris en su diario, L'Áfrique fantòme. Era el famoso boli, fetiche de la cultura animista bambara. Leiris lo empaquetó y se lo llevé. "Con un estupor que, solo poco tiempo después, se convertiría en asco", escribió, "constato que, a fin de cuentas, uno se siente curiosamente seguro de sí mismo cuando es blanco y tiene un cuchillo en la mano".

El boli que ahora pertenece al Estado francés y se expone en el parisiense Museo del Quai Branly-Jacques Chirac, es el hilo conductor que sostiene Le vol du boli, y un símbolo. La ópera es la historia de un "robo", el que los europeos perpetraron en África. Y del "vuelo" entre ambos continentes...

Marc Bassets. El País, domingo 18 de octubre de 2020.