miércoles, 30 de noviembre de 2022

"El Camino siempre vence al tiempo"

Todo se acaba. El doble año santo, también. Pero el Camino de Santiago (mejor en plural, los Caminos de Santiago), no. Sigue ahí esperando peregrinos y, si tuviera alma, le daría igual que el 1 de enero empiece 2023 porque "el Camino siempre vence al tiempo", en afortunada frase del investigador jacobeo Francisco Singul. Este ha sido un año de récord, expresión que agrada sobremanera a la clase política, tan interesada en los números totales como lo está la hostelería, que vive una edad de oro gracias al resurgir de las peregrinaciones de masas desde 1993, el primer Xacobeo...

Pero ¿hay algo pensado para el 2023? ¿Cómo se presenta? ¿Cuáles son las perspectivas? Marta Trueba, autora de la guía de servicios más completa -a años luz de cualquier otra- del Camino Inglés (en el cual la comarca compostelana está excelentemente representada) y buena conocedora de los otros itinerarios, hace una apuesta rotunda: "Sería una sorpresa, al menos para mí, que el año que viene no se mantuvieran las cifras y la tendencia de este 2022, y que no siguieran una marcha positiva con la vista puesta en el 2027, el siguiente año santo".

Optimismo también muestra Nava Castro, directora de Turismo de Galicia, pero dentro de la prudencia y el conocimiento de haber estado todo este tiempo en primera línea: "En el año en que vamos a adentrarnos dentro de poco, desde la Xunta seguiremos apostando por el Camino porque ya nos demostró ser el motor de éxito de Galicia, mediante el que conseguimos poner a Galicia de moda...

Miguel Taín, al frente de la cátedra del Camino, se fija en más objetivos inmediatos y concretos, y a la pregunta  de cuáles son los desafíos para 2023 no duda en responder "la creación en la Universidad de Santiago de un instituto internacional sobre la ruta jacobea y las peregrinaciones", a lo que suma el "desarrollo de proyectos e investigaciones nacionales e internacionales, protección de la identidad del Camino y de la hospitalidad de donativo, y protección a la peregrinación de larga duración"...

Ello no quiere decir que no haya críticas justificadas. En la propia comarca compostelana ha habido momentos incómodos por la cantidad de gente que se acercó a la ciudad y, como señala Miguel Taín, no es enorgullecerse por "la excesiva publicidad en algunos puntos". Y la guinda la pone él, Miguel Taín: "No he conocido a un solo peregrino que no termine el Camino contento, porque la experiencia que ofrece es única en el mundo: gente de todas las nacionalidades, razas, religiones y extractos sociales, vestidas iguales con ropa deportiva andando juntos a un destino común". Esa es -o al menos para muchos debe ser- la foto de 2023.

Cristóbal Ramírez. La Voz de Galicia , noviembre de 2022.

martes, 29 de noviembre de 2022

El Louvre resucita la naturaleza muerta

La receta es sobradamente conocida. Un membrillo, un repollo y un pepino. Zanahorias colgando, una naranja abierta y una lechuga en proceso de podredumbre. Y, a veces,  un reloj de arena en un rincón o incluso una inquietante calavera, que recordaban el funesto destino que esperaba al espectador de cada cuadro. El bodegón nunca fue considerado un género importante, a la altura de la pintura histórica o religiosa. Y, sin embargo, la simple disposición en el lienzo de eses elementos sigue fascinando muchos siglos después. Cada bodegón encierra un misterio, una sombra de melancolía que provoca una pequeña punzada en el corazón. "Una verdad antropológica", prefiere señalar la historiadora del arte Laurence Bertrand Dorléac, comisaria de la exposición Las cosas. Una historia de la naturaleza muerta, que puede visitarse en el Museo del Louvre, en París, hasta el 23 de enero. 

La muestra se opone a la definición tradicional del bodegón, que eclosionó a lo largo del siglo XVII en el arte flamenco y holandés, frente a la prohibición de las imágenes de tema religioso que impuso el protestantismo reformado. Eso hizo que muchos pintores se refugiasen en las escenas de género, viñetas cotidianas del gusto de la nueva burguesía que empezaba a sustituir al Estado y a la Iglesia en el papel de mecenas artísticos. Este formato recibió el nombre de stilleven (o vida tranquila, silenciosa), un término que en los países católicos fue mal traducido como naturaleza muerta, como apunta la comisaria. En realidad, los objetos inertes de esos cuadros están muy vivos. Pese a su aspecto ordinario, aportan información valiosa sobre cada época. 

La tesis de la muestra es que las cosas transmiten ideas y sentimientos, más allá de la vinculación de este género al paso del tiempo y la muerte inexorable. La ambición del Louvre también pasa por ampliar las fronteras geográficas y temporales que han delimitado este género: no solo existió en la Europa del Renacimiento y el Barroco, sino en todo el mundo y en todas las épocas. En 1952, otra exposición sobre la historia del bodegón organizada por la Orangerie dejó claro que las naturalezas muertas ya existieron desde la Grecia clásica. Esta muestra va más allá: sostiene que el bodegón surgió de las cuevas neolíticas y luego se expandió en la cultura egipcia y mesopotámica, como demuestra la última obra del recorrido: un arreglo floral en el comedor de Nan Goldin en el primer día del confinamiento de 2020. 

Los emparejamientos son inesperados y apasionantes: la Magdalena penitente de Georges de La Tour a la luz de las velas con las fotografías de Christian  Boltanski; un vanitas barroco junto a otro de Gerhard Ritcher y a otro más, en formato vídeo, de Sam Taylor-Johnson, con fruta que se estropea en tiempo real. O el lienzo sobre dos recaudadores de impuestos de Marinus Reymers-Waele en el siglo XVI pegado al autorretrato de Esther Ferrer vomitando euros en plena entrada en vigor de la moneda única, en 2002. El Louvre se opone a otro lugar común: ese que asegura que las naturalezas muertas desaparecieron de la pintura durante la Edad Media.

Una sala oscura reúne a Goya, Rembrandt y Zurbarán retratando un puñado de animales muertos..."La obra de Goya y Géricault surge en el tiempo de las guerras napoleónicas, conflictos masivos donde lo humanos se convirtieron en objetos por primera vez", apunta Bertrand Dorléac.

La naturaleza muerta resucitó después en la obra de los impresionistas, que la convirtieron en símbolo de paz y quietud en un momento de industrialización galopante -ahí están los espárragos de Manet o las peras provenzales de Cézanne-, mientras que las vanguardias acentuaron el cariz cenizo de este género, como si fuera el augurio de algo terrible a punto de acontecer... 

El desenlace del recorrido llega con la secuencia de Zabriskie Point, de Antonioni: la apoteósica explosión imaginada por la protagonista en la que las propiedades de la mansión donde se aloja saltan por los aires al ritmo de las guitarras de Pink Floyd.

Álex Vicente. París. El País, jueves 24 de noviembre.

lunes, 28 de noviembre de 2022

María Casares.La mujer que vivió mil vidas

Aunque María Casares. La mujer que vivió mil vidas comenzó a gestarse en el año 2019, la admiración del cineasta Xavier Villaverde (A Coruña, 1958) por su paisana venía de muy atrás. Y vista en la Seminci (Semana Internacional de Cine de Valladolid, en la sección fuera de concurso Doc España) la brillantez de su resultado, podría anticiparse ya como la visión definitiva sobre su poderosa figura. Una mujer que -habiendo sido la hija de un presidente de la Segunda República, Santiago Casares Quiroga- se declaró "residente privilegiada" en Francia  (así tituló sus memorias, publicadas en 1980 y reeditadas no hace mucho en España) en su exilio a consecuencia de la Guerra Civil, y que es un nombre clave en el teatro universal y en el cine francés de la segunda mitad del siglo XX para directores tan relevantes como Bresson, Carné y Cocteau.

Sin renunciar a sus trazos autorales, que ha consolidado durante varias décadas en sus trabajos en diferentes soportes y formatos, Villaverde hace gala de una cuidada transversalidad visual (filmaciones, grabaciones y fotografías de archivo previamente restauradas, dibujos, testimonios, declaraciones de María Casares...) para redondear lo que califica de "retrato íntimo y personal" de una gran dama del teatro e incluso del cine, que al mismo tiempo fue testigo y motor de acontecimientos relevantes en la segunda mitad del siglo XX, de ahí las mil vidas a las que alude el título. Coproducido por la firma Agallas, con apoyo de Agadic y TVG, entre otras ayudas, la película abre con la voz del propio Villaverde (el off narrativo es de Belén Constenla), junto con testimonios de María Lopo, Emilio Grandío, Manuel Rivas, Mabel Rivera y Manolo Lorenzo por la parte gallega, con los del director teatral argentino Jorge Lavelli y las especialistas francesas Marion Chénetier- Alev y Johanna Silverstein. Pero, sobre todo, la cinta sobresale por una cuidada presencia en imagen y voz de María Casares, reafirmando un discurso de intelectual comprometida con la dramaturgia, amante de los desafíos en el escenario y testigo de su tiempo, además de por abordar su apasionada relación sentimental con Albert Camus. 

Su estreno en Galicia se producirá en A Coruña el 21 de noviembre para presentarse el 28 de ese mismo mes en el Instituto Cervantes de París.

Miguel Anxo Fernández. Valladolid. La Voz de Galicia , jueves 27 de octubre de 2022.

domingo, 27 de noviembre de 2022

Delphine de Vigan, "Los reyes de la casa"

El desenlace de la primera edición del programa televisivo Le Loft, -la versión francesa de Gran Hermano- fue seguido con máxima atención por la familia al completo de Mélanie Claux, mientras que Clara Roussel logró verlo casi a escondidas, cuando sus padres, una pareja unida y curtida en los movimientos  de protesta y manifestaciones , trataban de boicotear el programa y de liberar a los concursantes. Este es el punto de partida de las dos protagonistas de Los reyes de la casa (Anagrama), la novela de Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, 56 años) en la que, más de una década después de aquel hito televisivo, el destino de la detective policial Clara se cruza con el de Mélanie, una madre convertida en estrella en Youtube y de las redes sociales cuya hija de seis años ha sido secuestrada. 

"Yo no era adolescente como estos personajes, sino adulta cuando se estrenó Le Loft, y me fascinó cómo fabricaban la realidad, vi todos los programas. Salió cuando yo terminaba Días sin hambre y tenía la idea de escribir algo en torno al programa. Esa tensión entre verdad y ficción es algo que recorre todos mis libros", explicaba la autora el viernes en el Instituto Francés de Madrid. De Vigan alta y reservada, lleva unas gafas de montura retro moderna y viste una camisa vaquera. Cabe recordar una frase teñida de ironía que incluye en su nuevo libro, "hasta en los dramas más terribles las apariencias cuentan", pero en esta entrevista poco hay de dramática y esta autora está bien curtida an lo que a encuentros con periodistas se refiere...

La fama, el ansia de exhibición de la vida propia, o el delirio al abocan las redes sociales que llevan a confundir la realidad y la ficción, son algunos de los temas que aborda en la trama de Los reyes de la casa, un libro en el que De Vigan retoma temas clásicos en su repertorio como el espinoso asunto de las familias y las relaciones materno-filiales o la delgada diferencia que separa la cordura de la demencia. "Las consecuencias de la fama es uno de los temas del libro, sí", responde escueta. ¿Cómo explica que los lectores a menudo busquen el rastro de la realidad en las novelas, pero los consumidores de telerrealidad eluden conocer la vida real fuera de las cámaras de los protagonistas de esos programas? "Todo esto forma parte de nuestro voyerismo, Pero en la televisión, además, se produce  ese espejismo que hace que la gente quiera pensar que lo que ve es real", asegura De Vigan, que compara con sorna en la novela la salida de los concursantes del programa con la noche electoral de la victoria de Chirac. "El campo político está infectado de la gramática de la telerrealidad. Esa forma de grabar y narrar ha irrumpido y conquistado la información política, y crea dramaturgia donde no la hay", subraya.

Más allá de la desesperada búsqueda de la fama y la exposición pública de la intimidad que consume al personaje de Mélanie en su nueva novela, cómo ha manejado eso De Vigan en su carrera? "La fama de un escritor hoy no es la de una estrella de las redes. En Francia los escritores son más bien discretos y yo he sido prudente en mi exposición mediática fuera de la promoción de los libros. He tenido que responder a algunas preguntas incómodas, pero, engeneral, no me arrepiento de lo que he escrito". explicaba. "Hay muchas cosas que no he contado en mis libros y no pongo al mismo nivel lo que cuelgan en las redes quienes exhiben su vida con lo que yo he hecho, porque he intentado hacer literatura con ello y tener un alcance universal"...

La autoficción, que ha atestado las librería en los últimos años, ¿es un camino agotado? "En Europa siento que todo tipo de corrientes literarias conviven y no hay una dominante. Yo en mis libros ha tratado de liberarme de etiquetas y con cada novela he buscado un contrapunto respecto del anterior, porque lo que me interesa es abolir las fronteras entre los géneros, por ejemplo, fundir la autoficción y el thriller psicológico en Basada en hechos reales". ¿Tiene hoy más libertad las escritoras que los hombres para describir determinadas situaciones o personajes? "Más bien creo que empezamos a tener la misma libertad porque se ha logrado salir de la mal llamada literatura femenina", afirma. Desde su admirada Marguerite Yourcenar hasta Colette, abundan los ejemplos de escritoras que rebasaron el estereotipo de los libros de mujeres, pero De Vigan subraya que esa categoría seguía vigente en el imaginario colectivo.

En Los reyes de la casa, Vigan parte de la resolución del secuestro de una niña para abordar una reflexión más amplia y proyectarse al futuro, en busca de las secuelas que dejará esa sobre exposición en las redes. "La investigación policial es un pretexto para indagar en nuestra época. Esos códigos y normas de la novela policíaca me guían y  la vez los sobrepaso", apunta. "Me interesaba ese afán de reconocimiento de Mélanie que surge de carencias íntimas y familiares, pero también de un mandato social, y cómo fabrica un imperio con la exposición de sus hijos, pensando que lo hace por el bien de ellos". Con el reconocimiento de sus seguidores y los likes trata de paliar otras carencias afectivas. ¿Hay algo de eso en el impulso de escribir, con los libros se busca afecto? "Escribo para intentar entender, no lo hago para que me quieran, aunque me gusta la idea de lo que escribo despierte este sentimiento. Delante de la página, eso sí, me olvido de que alguien lo vaya a leer".

Andrea Aguilar. Madrid. El País, domingo 13 de noviembre de 2022.

sábado, 26 de noviembre de 2022

Una casa para Walter Benjamin en Port-Bou

"Es una situación sin salida no tengo más remedio que ponerle fin. Será en un pequeño pueblo de los Pirineos en el que nadie me conoce donde mi vida se acabará". Era el primer párrafo de la nota que Walter Benjamin redactó en Port-Bou el 26 de septiembre de 1940. Estaba alojado en La Fonda de Francia, el espacio donde se desarrolla la primera parte de la ópera  Bejamin at Portbou. El libreto lo escribió Anthony C. Madigan y Antoni Ros Marbá acabó de componerla en 2016, pero aún no se ha escenificado. La última promesa es estrenarla en el Gran Teatre del Liceu durante la temporada 2023-2024. Por entonces, si todo va según lo previsto, la instalación de la Casa Walter Benjamin en el antiguo ayuntamiento y las viejas escuelas de Portbou ya estará muy avanzada.(...)

Hasta ahora el principal lugar de memoria del pensador en Port-bou ha sido el Memorial Walter Benjamin del artista Dani Karavan. Entrar en ese espacio metálico y descender las escaleras que sitúan al paseante frente al mar "que es el morir" invitan a transitar por el abismo que precede a la desaparición. Se palpa el fin del espíritu. La desaparición de un pensador que simboliza la agonía de una civilización -la diáspora intelectual judía por la Europa que muere con la Segunda Guerra Mundial, la que subirá al escenario en la ópera de Ros Marbá-. Y se intuye la disolución de una era. La desaparición de una ciudad -Portbou- dos veces borrada de la historia y al fin olvidada porque la memoria de lo que fue ha ido difuminándose entre el descuido y la incuria institucional.

Durante el último tercio del siglo XIX la ciudad se consolidó en torno al símbolo de la modernidad industrial: una estación de tren en cuyas vías España conectaba con Europa. Su motor de desarrollo eran la frontera y el tránsito de mercancías, una fuente de riqueza que mal que bien resistió hasta la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. El máximo esplendor de Portbou había transcurrido durante el primer tercio del siglo XX. En 1930 rozaba los 4.000 habitantes. De ese momento quedan ruinas. Porque esa ciudad empezó a terminar un día concreto. A las seis de la mañana del 15 de febrero de 1937. Seis aviones del ejército nazi bombardean Portbou siguiendo órdenes del ejército franquista. Será el primero de 52 bombardeos, según el historiador Luis Castelló. Las vías de comunicación entre Francia y la España republicana quedan cortadas.

Es el Portbou de casetas de la guardia civil y tanquetas en el monte, búnkeres en la playa, pasillos secretos bajo las vías para huir. A esa ciudad llegó Benjamin huyendo. En la proyectada Casa Walter Benjamin, una exposición permanente se dedicará a esta última travesía. 

El 14 de junio de 1940 Benjamin huye de París tras la ocupación nazi. Carga maleta y enfermedad mientras la democracia colapsa en el continente. La portuaria Marsella era uno de los núcleos clave para la fuga a los EEUU. Uno de los alfiles de esas operaciones era el norteamericano Varian Fry. No tenía documentación en su consulado para cruzar la frontera y estableció contactos para disponer de rutas de escape. A su organización se vinculó el matrimonio antifascista alemán de Hans y Lisa Fitkko, en el pueblo de Banyuls-sur-Mer. Ellos organizaron travesías a pie. Llegar a Portbou y, desde España, pasar a Portugal para cruzar el Atlántico. En uno de esos grupos estaba aquel hombre de 48 años.

A diferencia de lo ocurrido con anterioridad, las autoridades españolas les amenazaron con devolverles a Francia. Se quedan en ese espacio oscuro que siempre son las fronteras para quienes han perdido la patria. Benjamin se siente condenado por la historia. Decide suicidarse.

Así se deducía del certificado que el doctor firmó a las 22 horas del 26 de septiembre de 1940. Esa versión acaba de ser problematizada por Santi Vancells en Una veritat difícil. Su hipótesis, a partir de la documentación de esas horas críticas, es que no se suicidó. En la factura de la fonda constan cuatro visitas de un médico con administración de inyecciones, toma de presión arterial y dos sangrías. El tratamiento costó 13 pesetas, los honorarios al doctor Vila ascendieron a 75 pesetas, Vancells sostiene que la sangría  no obtuvo el efecto deseado y se le habría administrado morfina para apaciguar dificultades respiratorias. Tampoco funcionó. Parece poco probable que la causa de la muerte fuese una hemorragia cerebral, según él, pero así se certificó. Nadie es culpable, solo Benjamin. Suicidio. Caso resuelto.

Jordi Amat. Portbou. El País, domingo 6 de noviembre de 2022.

viernes, 25 de noviembre de 2022

Luz y lucimiento del Cirque du Soleil

El Cirque du Soleil es el ejemplo más célebre de una corriente que podemos bautizar como circo de línea clara, extrapolando este arte al concepto acuñado por Joost Swarte para designar a los cómics de Hergé. Como las viñetas del autor de Tintín, los espectáculos de esta productora quebequesa se caracterizan por su claridad expositiva, su trazo pulcro y luminoso en extremo y su colorido nítido, sin claroscuros. También las puestas en escena circenses de Daniele Finzi Pasca se distinguen por su caligrafía límpida, sus tonos contrastados y su atmósfera poética. Es el caso de Luzia, donde el director suizo ofrece hasta el 22 de enero en Madrid, y durante el mes de febrero en Sevilla, una visión panorámica aterciopelada, lisonjera y onírica de México, país en el que residió durante una década.

Los espectáculos del Cirque du Soleil no se diferencian del circo clásico en lo sustancial, sino en ese envoltorio al que llamamos puesta en escena. En la escenificación de Luzia salen, como de la chistera de un mago, una bella y palpitante mariposa monarca humana, una pantera títere colosal, un armadillo digno de una comparsa de gigantes y cabezudos, cuatro caimanes músicos, milflores de cempasúchil (las que llevan las familias mexicanas a sus muertos cada 2 de noviembre) o un caballo plateado apocalíptico al galope, como el que hermosea la plazuela de Machado en el centro histórico de Mazatlán, en el Estado de Sinaloa. Pero la esencia de esta función son sus números de raigambre circense. El de salto a través de aros situados en tres y cuatro alturas sobre una cinta de correr es impactante tanto por la verticalidad de las destrezas acrobáticas que despliegan sus ocho intérpretes como por el dinamismo que imprime el movimiento horizontal continuo de la cinta, colocada sobre un escenario que gira a su vez sobre su propio eje.

En los carteles de los circos clásicos figuran como reclamo los nombres de los protagonistas de sus números más celebrados. En los carteles del Cirque du Soleil, en cambio, solo aparece el nombre de la compañía, pues esta le parece al público una garantía suficiente. Pero al cabo, más que la bella escenificación de Finzi Pasca, lo que encandiló al común de los espectadores en la noche del estreno fueron las actuaciones de Sascha Bachmann, Jérome Sordillon Cyril Pytlak y Aleksei Goloborodko...

Javier Vallejo. Babelia. El País, sábado 12 de noviembre de 2022.

jueves, 24 de noviembre de 2022

Luces y sombras de Claude Lanzmann, narrador del Holocausto

Lo que hizo en su carrera el francés Claude Lanzmann (1925-2018) está al alcance de muy pocos creadores: elevó en el audiovisual el judaísmo moderno casi a un género per se alrededor de dos hechos históricos: el Holocausto, el exterminio nazi con seis millones de ellos aniquilados por la maquinaria ideada por Adolf Hitler, y la creación en 1948 del Estado de Israel. El nombre de Lanzmann está, obviamente, entrelazado al de su segundo filme, Shoah (1985), una obra monumental en ambición, duración y en testimonios recogidos. De ese documental beberán algunos de sus siguientes trabajos, entre ellos el que algunos consideramos su obra maestra, El último de los injustos.


Y, sin embargo, con toda la importancia de la obra de Lanzmann, que además aportó una reflexión sobre la visualización del exterminio nazi, solo ha habido aproximaciones tangentes a u filmografía. Hasta este Claude Lanzmann, que firma Alberto Sucasas, que ya había realizado un estudio previo de Shoah. Sucasas ha decidido mostrar a su retratado, el cineasta de la memoria, el hombre que antepuso la oralidad y los testimonios sobre las imágenes de archivo, a través de sus 10 productos fílmicos, y desde ahí intentar entender a Lanzmann, un personaje complejo, que usó su propia obra como vara de medir en las siguientes décadas para el resto de filmes sobre el Holocausto -atacó y despreció La lista de Schindler, de Steven Spielberg, porque, como dijo en Le Monde, "la ficción es una transgresión. Pienso profundamente que hay una prohibición de la representación" en la descripción de lo indescriptible-. Como subraya Sucasas, en el cine de Lanzmann existen dos claros binomios; vida / muerte violenta y ver / saber. Y por ese ver /saber juzgará a quien se ponga ante su cámara.

El libro, al priorizar el análisis fílmico, abandona la biografía y por tanto cualquier tentación de pedagogía para recién llegados. Es cierto que según avancen las películas aumentan las notas sobre su vida. Porque hasta el mismo Lanzmann lo hace en su cine: ahí está Napalm (2017), que a veces provoca vergüenza  como reflejo de lo que Sucasas califica atinadamente de "donjuanismo". Lo mismo ocurre con Las cuatro hermanas (2018), su serie de televisión  de cuatro episodios en los que da voz a supervivientes femeninas; las mujeres no aparecían en sus filmes precedentes sobre el exterminio, y eso le había granjeado numerosas críticas. Todas estas contradicciones de un creador que por su rotundidad en el discurso solo entendió el "contigo o contra mí" están enumeradas por Sucasas, al que sin embargo se le escapa reflexionar sobre el estilo de  montaje, que, obviamente partía de él pero que contó con colaboradoras. Esencialmente, Ziva Postec, que fue quien examinó, sistematizó y dio forma durante seis años a 350 horas de entrevistas a testigos del horror.

Porque Shoah - que en hebreo significa catástrofe- es un documental único. Sin menospreciar el valor de cada uno de sus 566 minutos y de la apuesta por no usar imágenes de archivo, por dar voz y relevancia a los testigos y a las víctimas, hacen más discutible su método. Lanzmann nunca lo calificó de inocente ni de objetivo: manipuló lo que quería a la búsqueda de, como dice Sucasas, "el mandato principal de la tradición judía: el de su propia preservación, y así incorpora (al público") a la cadena de transmisión.

Gregorio Belinchón. Babelia. El País, sábado 5 de noviembre de 2022

miércoles, 23 de noviembre de 2022

El CGAC culmina su proyecto con Camiños III

El CGAC pone el broche de oro a la trilogía sobre el arte ligado al caminar en el mismo espacio en elque que abrió Camiños I en junio de 2021 y le dio continuidad Camiños II hace un año. Ahora Camiños III culmina el proyecto reuniendo obras de trece artistas de distintas generaciones. Será hasta el 21 de mayo. Un caminar con el que los creadores ponen la mirada en diversos horizontes, en el paisaje, en la ciudad, pero que también está impregnado de activismo social. "Este museo está muy unido al Camino de Santiago, estamos a menos de cien metros de ls propia ruta , y es importante que podamos ser una caja de resonancia de todas esas soluciones estéticas donde la idea de caminar está presente. Es precisamente la idea de caminar la que dinamitó la concepción académica del arte", argumentó el director del CGAC, Santiago Olmo, que presentó la muestra acompañado por el director general de Cultura, Anxo Lorenzo, que resaltó que el gran objetivo "es hablar de caminar en el sentido más amplio".

Son obras muy diversas. Vito Acconci siguió durante 23 días a personas anónimas elegidas al azar en Nueva York con su cámara hasta que entraban en un espacio privado. Janine Antoni eligió la casa su infancia en las Bahamas para colocar una cuerda paralela al horizonte del playa y caminar sobre ella. La afgana Kubra Khademi recorrió Kabul con velo pero portando una armadura con un cuerpo femenino, por lo que recibió insultos. El guatemalteco Benvenuto Chavajay rinde homenaje a las 13 personas asesinadas el 2 de diciembre del 1990 en Santiago de La Laguna con una procesión de trece estaciones con las fotos de los muertos. Priscila Monge buscó normalizar el cuerpo femenino paseando por la capital de Costa Rica con un pantalón elaborado con compresas. Mona Hatoum recorre Brixton con unas botas negras atadas a sus rodillas. Oriol Vilanova, en una pieza específicamente elaborada para la muestra, grabó el mercado de las pulgas de Bruselas durante 24 horas...

La muestra contará con una amplia programación paralela. En ella se incluyen  varias performances. La primera será el próximo jueves a cargo de la artista afgana refugiada en Francia Kubra Khademi. El día 24 llegarán Juan Lesta y Marco Maril. En marzo será el turno de Nicolás Dumit y Lynda Mary Montano.

Montse García. Santiago. La voz de Galicia, sábado 12 de noviembre de 2022

martes, 22 de noviembre de 2022

Laure Prouvost, soñar un mundo posthumano

Una exposición en la Casa Encendida muestra la fascinante poética de la artista francesa, que en sus obras pone de manifiesto que es posible pensar sintiendo. Extraña y sorprendente, la  exposición  de Laure Prouvost descuella en la cartelera de otoño madrileña. Así lo atestigua la peregrinación de jóvenes que asisten cada día. Aunque no se ajusta a la retrospectiva de una década que se anuncia, y pese a la desfavorable distribución de los espacios de la Casa Encendida para proyectos de envergadura, al final esta exposición sí recrea su fascinante poética, que la ha llevado a una fulgurante  trayectoria en el sistema del arte internacional. 

La francesa Laure Prouvost (Croix, 1978), formada en el Reino Unido, en Saint Martins y el Goldsmith College, tras ganar el Max Mara Prize for Women en 2011 y obtener el prestigioso Premio Turner en 2013, se consagró en un gran proyecto individual en el Palais de Tokio en 2018, que le valió representar a Francia en la Bienal de Venecia en 2019.

Después, las exposiciones se multiplicaron y, a estas alturas, su obra está en las mejores colecciones de arte contemporáneo. Sin embargo, a ella le gustaría ser percibida como una extranjera o una migrante antisistema: su poética propugna una vuelta añorada y utópica a la creatividad frente a la profesionalidad artística especializada. Video creadora y artista plástica, artesana y espigadora de desechos naturales y manufacturados, su producción se plasma en instalaciones multisensoriales (environements) donde la narración, el lenguaje, el mito, el canto, las onomatopeyas y los susurros son protagonistas...

El túnel es una idea recurrente en Prouvost, lo utilizó en la narración mítica del extravío de su abuelo, un supuesto artista minimal, en un "túnel conceptual"en su proyecto GrandDad's Visitor's Center", presentado en el milanés Pirelli Hangar Biccocca en 2016. Aquí funciona como una insinuación de laberinto y de traspaso iniciático...

Sin duda, la gran pieza de esta exposición es el vídeo From the Depth, 2022, 15'14, cuya instalación sugiere una sauna finlandesa, que también se usa como paritorio y que la andrógina Laure Prouvost ha llevado a cabo con su bebé de tres meses como protagonista, junto a una tríada de mujeres, y la destacada presencia de imágenes de pulpos y calamares, recurrentes en su trabajo (también en las obras que hasta hace poco podía verse en la galería Carlier Gebauer de Madrid): "tienen el cerebro en sus tentáculos, representan la conexión psíquica y animal que se ha perdido".

Un entorno húmedo y cálido, donde quiere borrarse la separación entre humanos y naturaleza. Jouissance, alegría de vivir, fluidez, sensualidad compartida, renacimiento posthumano...

Rocío de la Villa. El cultural, 9 de noviembre de 2022.

lunes, 21 de noviembre de 2022

Las mujeres sin velo ganan una batalla contra el régimen iraní

...los iraníes que participan en las manifestaciones
 "han perdido el miedo"...


Por primera vez voy a romper el orden establecido para los artículos de este blog. Hoy, lunes, la noticia es siempre sobre cine. En la prensa del domingo encuentro una información relacionada con el artículo publicado en el blog unas horas antes. Es una buenísima noticia  que voy a transcribir a continuación:

 La creciente desobediencia a llevar el velo obliga a Teherán a tolerar esta práctica y a dar un paso atrás en su imposición por la fuerza. El velo con el que las iraníes están obligadas a cubrirse es "la bandera de la República Islámica de Irán". Marjane, nombre ficticio de una iraní de 46 años, alude así a lo que describe como un "símbolo de la opresión", la marca de una "teocracia" en la que la vida de una mujer vale por ley la mitad que la de un hombre. Ese régimen que ha convertido esa prenda en un pilar de su identidad ha encajado una derrota desde el 16 de septiembre, según el relato que esta iraní hace a este diario desde un lugar que no precisa de su país.. Desde ese día, cuando la joven Mahsa Amini murió bajo custodia policial tras ser detenida por mostrar un mechón de cabello, los iraníes que participan en las manifestaciones "han perdido el miedo", subraya Marjane. "Es increíble cómo muchas mujeres, sobre todo las jóvenes, salen a la calle sin velo, Queremos una democracia laica. Luchamos por la libertad", afirma esta mujer, una más de las que cada día desafían al régimen iraní al quitarse el velo.

Marjane ha sufrido en carne propia la violencia de un sistema que define como "una mafia dictatorial y criminal"..."Me han pegado y estoy muy dolorida, pero sigo saliendo cada noche a la calle. Lo hago por mi país, por mi gente y por mi libertad", sostiene. (...)

Para Ali Alfoneh, politólogo iraní residente en Estados Unidos, la razón de lo que parece un paso atrás en la imposición del código de vestimenta islámico es que "el velo obligatorio es una batalla que el régimen ya ha perdido". Lo que está en juego ahora va "mucho más allá del hiyab", asegura este experto, y aunque quienes ocupan el poder en Irán desde 1979 "no tengan el valor de derogar la ley del velo, los servicios de seguridad del régimen no parecen dispuestos a crear más tensiones obligando a acatar esa legislación", recalca.

El artículo 638 del Código Penal del país castiga con un máximo de dos meses de cárcel el que una mujer se muestre en público sin velo, pero, en el pasado, iraníes que han descubierto su cabello en la calle o en el metro han sido condenadas a penas mucho más largas. En 2019, una abogada, Nasrin Sotoudeh, fue condenada a 38 años de cárcel y 148 latigazos por defender a mujeres que se habían quitado esa prenda y quitársela ella misma ante un tribunal.

Alfoneh cree posible un escenario futuro en el que las autoridades iraníes toleren un uso voluntario del velo. Pero sin cambiar la ley, "algo que verían como una claudicación ante los manifestantes", señala, por su parte, el analista político hispano-iraní Daniel Bashandeh...

Trinidad Dieros Bronte. El País, domingo 20 de noviembre de 2022.

domingo, 20 de noviembre de 2022

"Un mechón de tu cabello"

Los hechos los conocemos: Masha Amini, una joven iraní de 22 años, falleció el pasado 16 de septiembre a consecuencia de un infarto que sufrió en una comisaría iraní, donde fue arrestada por  la denominada Policía de la moral por no llevar bien colocado el velo. Su familia no comparte esta versión oficial sobre su muerte. Afirman que murió golpeada por la policía. Tras la muerte de Masha estallaron manifestaciones multitudinarias  en diferentes ciudades de Irán con gritos como : "¡Mujer; vida, libertad!", "Justicia, libertad y no al hiyab obligatorio" o "Muerte al dictador". Las concentraciones fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad, causando la muerte a más de 80 personas. Las autoridades han tratado de silenciar las protestas mediante la detención de periodistas y activistas, así como la imposición de restricciones al uso de internet en el país. Los países de la Unión Europea llegaron a un acuerdo político, el 13 de octubre, para aprobar sanciones contra Irán, siguiendo el camino de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. 

Las jóvenes iraníes tras la muerte de Masha comenzaron a cortarse el pelo en público, arriesgando su vida ya que Irán impone por ley que las mujeres cubran su cabello. Pocos días después, estrellas francesas, se cortan un mechón de su pelo, difundiendo un vídeo en las redes sociales para mostrar su solidaridad y su apoyo a las mujeres iraníes. Fueron secundadas por otras estrellas españolas  así como por algunas parlamentarias europeas.

 Las mujeres en Irán llevan más de una década enfrentándose a la represión y a los tabús musulmanes. Hemos podido conocer, gracias a la prensa, algunas de esas voces de mujeres iraníes que viven en el exilio: Shirin Ebadi, magistrada, puesto que le arrebató la revolución islámica. Tuvo que huir con su familia y refugiarse en Londres cuando, en 2003, le concedieron el Nobel de la Paz. Este es su mensaje para la gente del mundo: "Que apoyen al pueblo iraní en su lucha contra el régimen de la República Islámica. Ese pueblo no tiene otro enemigo. El pueblo iraní, es amistoso, amigo del resto de los pueblos". Shirin Saleri, artista: "Desde la diáspora, con el corazón en Irán, preocupadas y desoladas, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que estos momentos históricos de protestas no sean en vano". Azar Nafisi, escritora "Esta lucha contra el régimen de Irán no es solo política. Es existencial. Las mujeres iraníes luchan por su existencia, su identidad y su dignidad".

Leyendo estas informaciones que ocuparon las portadas de la prensa en las primeras semanas de octubre, las brasas de un sentimiento, en su momento tan vivo como el fuego, se avivaron y me trajeron el recuerdo de un libro: Comment peut-on être français? ( Flammarion, 2006). Su autora, Chahdortt Diavann, huye siendo estudiante, dejando en Teherán una familia arruinada y devastada por la Revolución islámica de 1979. Llega a Francia en 1993, después de dos años en Turquía. No habla francés, vive sola, en unas condiciones tan precarias que la llevan a una tentativa de suicidio. Este relato de superación, su empeño y su lucha por aprender, antes que nada, la lengua francesa, me habían admirado, conmovido. Para contar esta experiencia, mezcla de entusiasmo, soledad y rabia, escribe un diario en forma epistolar, cada día una carta que dirige a un confidente imaginario, Monsieur de Montesquieu, autor de "Las cartas persas". De esta novela epistolar, escrita en el siglo XVIII, Chahdortt Diavann toma no solo la forma de su libro sino también su título, la famosa pregunta de Rica, uno de los viajeros: Comment peut-on être persan? En 2003 publica en Gallimard Bas les voiles! / ¡Abajo el velo! ( El Aleph, 2004): "Más que un testimonio es una condena, el juicio a una tradición que la autora considera obsoleta, escandalosa y mutiladora"(Le Figaro Littéraire). Es el único de sus libros publicado en español hasta la fecha.

Han pasado más de dos meses desde la muerte de Masha, la presencia, el interés por lo sucedido ha ido decreciendo:  El 19 de octubre, una escaladora iraní fue detenida por competir sin velo (La Voz de Galicia). Atletas y artistas iraníes desafían al régimen. Teherán trata de silenciar el apoyo de celebridades a las protestas en el país, (El País, 12 de noviembre). Una gallega, detenida en Irán por participar en marchas, (La Voz de Galicia, 10 de noviembre). Silencio y preocupación por la coruñesa de 24 años detenida  en las protestas de Irán. Respaldo institucional unánime para solicitar su liberación, (La Voz de Galicia , 11 de noviembre).

En los Encuentros 72-22, celebrados en Pamplona, en octubre, se trataron conceptos contemporáneos, entre otros, el feminismo islámico. Para cerrar este texto de hoy, traigo aquí las respuestas de  Pascal Bruckner  interrogado sobre ello por Rebeca Yanke, (El Mundo, 4-1122): "Para ayudar a las mujeres en Irán habría que ocuparse primero de la cuestión del velo en París, y en Francia en general. Cortarse el pelo o un mechón no tiene ningún sentido porque no tiene ningún efecto entre los que mandan en Irán"..."Para mí es una vergüenza todo esto, esta situación... Si las feministas francesas fueran valientes... Lo que quiero decir es que no existe correlación, ninguna mujer ha muerto en Francia por llevarlo. Además, Francia ni siquiera prohíbe llevar el velo, prohíbe su uso en las escuelas y administraciones. Lo que sí prohíbe es el burka". "Aplaudiría un feminismo en Francia que de verdad apoyase a estas mujeres a no llevar el velo, porque detrás de la reivindicación están los salafistas, los Hermanos Musulmanes... Son todos movimientos muy conservadores. Y el velo es un signo político de  infiltración".

Carmen Glez Teixeira

sábado, 19 de noviembre de 2022

El Viaje Francés de Pablo Picasso, 3

Picasso y Jacqueline

Una mañana apareció Jacqueline, callada y discreta, en el taller Madoura. Abandonada por su padre cuando tenía tres años y criada en una estrecha portería de los Campos Elíseos, se había casado a los 19 años para irse a África. Tuvo una hija, Catherine Hutin. Pero, separada, Suzanne Ramié le dio trabajo. Picasso tenía 72 años, ella 26. Él dibujó una paloma con tiza en su casa. Y puso en marcha el mecanismo del cortejo: una rosa diaria hasta que comenzó a vivir con ella. Y entonces, claro, llegó la mudanza. Con 15 habitaciones y amplísimos jardines, La Californie en Cannes, es tal vez la vivienda más conocida del pintor. Allí aparece bailando con Jacqueline, pintando, recibiendo a la flor y nata del mundo del arte en calzoncillos. Casi siempre con un pincel. Siempre con un cigarrillo en la mano en las fotografías de David Douglas Duncan. La fiesta duró hasta que Picasso decidió que necesitaba más silencio y trató de encerrarse en el castillo de Vauvenargues. Marina Picasso, la hija de Paulo, vendió La Californie en 2017. Hoy se llama Pavillon de Flore.

Muerta Olga, Picasso tardó seis años en casarse con Jacqueline. Corría 1961. Tres años después Gilot escribió Vida con Picasso. Vendió más de un millón de ejemplares. El dinero fue para Claude y Paloma. Pero Picasso les retiró la palabra. Ya no les habló más. Sin embargo, en los diferentes museos Picasso -el de Antibes o el de París-, esos niños todavía juegan con Maya, se abrazan, juegan con su padre en la arena. Todo eso también ocurrió. Está muy documentado. Mucho más que las disputas, los desprecios y las ansiedades.

Pablo Picasso está enterrado en un castillo. Él, que retrató prostitutas, convivió con la cabra Esmeralda y vivió con austeridad, compró el Château de Vauvenargues en 1958. Buscaba silencio. Lo encontró en las huellas de su admirado Cézanne y el monte que no se cansó de retratar. Telefoneó a Daniel- Henry Kahnweiler, que era su marchante desde 1912, y anunció: - Me he comprado la Sainte-Victoire.-Felicidades. ¿Cual? -respondió Kahnweiler -La de verdad.

¿Quién se compra un castillo para abandonarlo dos años después? Picasso fue el artista más caro de la segunda parte del siglo XX. Se hizo traer los lienzos que almacenaban los bancos parisienses y las esculturas de bronce. En la que iba a ser su última residencia, Picasso retrató a Jacqueline de Vauvenargues. Pero, nobleza obliga, el frío y la soledad se tornaron peores que el asedio de los periodistas...Tal vez porque, aunque lo llaman la Provenza Verde, el clima de montaña es menos cálido, Picasso buscó de nuevo una casa. Su última morada está de vuelta en Cannes, en Mougins. Escondida junto a la capilla de Notre-Dame-de-Vie. De piedra, con arcos y una larga piscina, la vivienda es sencilla y lujosa: 25 habitaciones, bodega para 5.000 botellas, 33.000 metros cuadrados de un jardín hoy descuidado...Allí vivió Picasso su última década. Allí murio, el 8 de abril de 1973. Y allí quiso quedarse, en ese jardín descuidado. Como no fue posible, está enterrado donde no quiso vivir, en el castillo de Vauvenargues...

Mediterráneo en Antibes, apasionado por la cerámica en Vallauris, poderoso en La Californie, festivo en Arlés, recogido en Mougins, incorregible en Aviñón y solitario en Vauvenargues, La Costa Azul retrata a Picasso tanto como lo celebra o lo ha olvidado. Su ruta tiene hoy una desigual presencia del pintor que aflora donde hay mar, calor y fiesta, y desaparece donde impera la tranquilidad y el silencio.

Anatxu Zabalbeascoa. El País Semanal, domingo 29 de octubre de 2022.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Molière y un profeta en Compostela

Pasa el cuarto centenario de Molière y nadie comenta nada. Pero yo hago un homenaje antiacadémico, sin procedimientos obligados ni lenguaje impersonal a pie de página. En Julio se representó Tartufo en el teatro Principal de Santiago. Qué buen sitio para hacerlo. Porque en el Pórtico de la Gloria sigue el profeta Daniel con su risa. Durante años yo le vi significados diversos a esa risa. Es la alegría de la gracia contra la sequedad de la teología. Es la vitalidad del gótico inicial contra la rigidez del románico. Es lo jocundo de los campesinos de Compostela contra la serenidad fatua de los grandes personajes del figurón. 

Pero ahora creo que el profeta Daniel se descojona de todos nosotros. De los turistas superficiales que consumen monumentos como hamburguesas o hacen caminos de moda. De los pedantes académicos que todo lo reducen a polvo de datos sin vida. De las jerarquías y sus muecas tan serias. De los mecanicismos con sus remedos externos de la vida.

Molière afirmó la vida a través de la risa y rompió cien escayolas y falsedades. En Tartufo denunció la santurronería y la hipocresía que tanto nos estrujan ahora con lo políticamente correcto. Hace años vi en el teatro María Guerrero de Madrid  una adaptación hecha por Fernando Fernán Gómez. En aquel momento me cabreé y me pareció un manoseo de un clásico. Pero admiro la lucidez de Fernán Gómez y creo que eso es el sentido de la obra de Molière: burlarse de todo puritanismo e inquisición  con la flexibilidad y la espontaneidad de la vida que no cabe en fórmulas.

En Las preciosas ríidículas la risa vital desenmascara la cursilería y la vacuidad de toda pedantería, de toda afectación perniciosa. Todas las cosas naturales son convertidas por esas mujeres pedantes en retorcimientos y empalagos. Y escamotean la vida con esa sangría lingüística que parece la estafa digital de ahora. Parecen decir: domestica todo, quita la sangre a todo. 

En El avaro, el protagonista convierte la vida concreta y rica en pura abstracción genocida. Todo se convierte en dinero y matemáticas, nada de disfrutar y sentir. El hijo quiere casarse con una muchacha porque la ama tal como es, el padre avaro también quiere casarse porque tiene una dote y es un buen partido en abstracto. Y elimina todo disfrute de la vida en aras de la abstracción numérica del dinero. La abstracción es el mal escribió Albert Camus en sus Carnets, en defensa del hombre concreto contra las ideologías simplistas, y en buena parte tiene razón.

Incluso su Don Juan en cierto momento hace un remedo de arrepentimiento para burlarse de la santidad de las muecas y las fórmulas mecánicas. La risa de Molière es la vida rica y cambiante contra la rigidez de las fórmulas. Nada más actual. Con razón Gonzalo Suárez , en su cine de libertad y ditirambo, se basó en esa obra para crear  su Don Juan en los infiernos. Y el Don Juan de Molière empieza con un elogio del tabaco, que seduce un poco entre esta religión hipócrita de la salud que no nos impide destrozar el planeta. Por eso a mí ahora me fascina Molière, 400 años después. Su risa representa la vida desnudando todas las escayolas y las muecas memas. Y le hago este homenaje vivo y antiacadémico, sin procedimientos obligados ni lenguaje impersonal.

Antonio Costa Gómez. La Voz de Galicia, lunes 31 de octubre de 2022. 

jueves, 17 de noviembre de 2022

La Nobel Ernaux en la España de la Transición

La cámara deja de captar el rostro de una mujer joven y atractiva o las expresiones de felicidad familiar en el cumpleaños  de un hijo para centrarse más en los paisajes, en las ciudades que visitan, en la gente anónima de sus calles. La escritora Annie Ernaux interpreta su ausencia paulatina en las imágenes que rodaba su marido Philippe Ernaux como un reflejo de que su relación sentimental se estaba resquebrajando. Ella misma lo explica con una voz firme, reflexiva, literaria, que prescinde de los adjetivos y solo se permite alguna inflexión emocional, en la interesante película documental Los años de super 8, dirigida por la autora y su hijo pequeño David Ernaux-Briot. El 15 de noviembre se proyecta en el singular festival de mediometrajes La cabina de Valencia, y el 16 de diciembre se estrena en la plataforma filmin. 

La película resultará, sin duda, interesante al lector aficionado a la Premio Nobel de Literatura de 2022, porque el guión que ella escribe y narra podría formar parte de su obra literaria, con el mismo estilo austero y sintético y una carga autobiográfica aún más evidente si cabe. Pero, además el filme ofrece un recorrido por una década al reunir películas domésticas rodadas  entre 1972 y 1981, a partir de los anhelos y vivencias de una pareja con dos niños, joven, culta, de izquierdas, que se plantea una vida alternativa en la naturaleza tras el Mayo del 68, pero disfruta de las comodidades burguesas al tiempo que quiere escapar de ellas. 

Estrenada en mayo sin recibir apenas atención en la Quincena de Realizadores del pasado Festival de Cannes, Los años de super 8 se ha beneficiado  de la concesión de la concesión en octubre del Nobel a la autora de 82 años, que se muestra "embelesada" en la película  por la visión de los Andes, de camino a Chile en 1972. Allí, el matrimonio conoce una fábrica autogestionada, visita el desierto de Atacama, apoya la reforma agraria y las "ideas revolucionarias" de Salvador Allende. Un año después, tras el golpe de Estado de Pinochet, ya no quedaba nada de aquel sueño.

Las obligaciones como madre y esposa empiezan a perturbar su vocación como escritora. También la presencia de su madre, que se va vivir con ellos tras la muerte de su padre, si bien reconoce que su "devoción por los niños" logra liberarla un poco de los quehaceres cotidianos. 

Viajan a Marruecos, se visten con chilabas, pero no dejan de actuar como occidentales en un espacio acotado para ellos. La superviviente del holocausto y ministra feminista de Salud Simone Veil defiende el aborto en un discurso histórico en la Asamblea Nacional en 1974. La familia viaja a la pobre Albania del comunista Enver Hoxha, pero el régimen dictatorial, no permite "llevar pantalones a las mujeres", no les deja "mezclarse" con la población. Viven como privilegiados en unas playas desérticas que hoy son destino de moda de miles de turistas. La familia descubre la práctica del esquí, mientra ella aprovecha para escribir, sin despojarse del sentimiento de culpa por su desclasamiento que preside toda su obra. Se trasladan cerca de París. Visitan Londres.

La familia viaja a España, solo después de la muerte del dictador Francisco Franco, en plena Transición. Corre el año 1980. ETA les inquieta. Van a Pamplona, filman los Sanfermines, hay una larga secuencia de una corrida de toros que tal vez simboliza la ruptura. Recorren Valladolid, Salamanca, Toledo, Soria... La pantalla ya no se llena con primeros planos como antes. Ya no se respira a la felicidad familiar y la complicidad de antaño. La convivencia degenera, la pareja discute.

Aún hay tiempo para el último viaje familiar, en 1981, esta vez a la URSS dirigida por Brezhnev. Un país oscuro que no impide la emoción previa de la escritora que ha crecido leyendo a Tolstoi, a los grandes autores de la literatura rusa y escuchando a sus compositores. La cámara de Philippe Ernaux se detiene en los detalles de la catedral de San Basilio, en la Plaza Roja. Es el fin de la pareja. Después de Rusia se separó... 

Los años super 8 deja bien claro su compromiso inquebrantable por escribir. Y recuerda aquella declaración de principios que se hizo con 20 años la autora nacida en la pequeña localidad normanda de Lillebonne: "Escribiré para vengar a mi pueblo".

Cuando murió Philippe, ella y su hijo Eric decidieron montar la película que se proyectó el pasado mes en el Festival de Nueva York. La concesión del Nobel ha dado una nueva vida a Los años super 8 .Allí, en un coloquio posterior, la escritora explicó que el valor de las imágenes, pese a su carácter casero, radica en mostrar "la familia como el primer espacio de sociabilidad que existe" y también poner en valor la evolución de los cuerpos y el envejecimiento"...

Ferrán Bono. Valencia. El País, lunes 14 de noviembre de 2022.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

El carballo de Gregorio

El carballo de Gregorio, en Sergude, Boqueixón, quiere convertirse en el Árbol Europeo del Año. Ubicado a los pies del histórico Pico Sacro, forma parte de la iconografía del Camino Portugués y la Ruta de la Plata. Su candidatura llega después de que el Carballo de Conxo se quedará a 10.000 votos de un galardón que terminó escapando para Polonia. Pero antes de medirse a los mejores ejemplares del Viejo Continente, el quercus robur deberá imponerse en la primera fase a los otro ocho candidatos de España, ubicados en Biar, Comunidad Valenciana; Colindres, Cantabria; Vilaflor de Chasna, Santa Cruz de Tenerife; Santa Margarita, Pontevedra; Villoviado, Burgos; El Rasillo, La Rioja; Los Santos, Salamanca; y Cormellana, Asturias.

La candidatura parte directamente del Concello de Boqueixón, cuyo alcalde, Manuel Fernández Munín, reconoce que "ví a los otros candidatos y para nosotros, el carballo de Gregorio es el  mejor. Mejor aún que el de Conxo, aunque cada uno tiene su historia". Destaca que con 110 años de vida, el árbol se ha convertido en una "referencia para la parroquia de Sergude. Queremos darle la relevancia que merece, por donde está situado y por lo que supone para el pueblo. Fue durante décadas referente en las ferias que se celebraban en Rodiño, en donde se paraba la gente a descansar y ponerse a la sombra".  

Con 25,5 metros de altura y 4,27 de perímetro, el carballo de Gregorio preside la Vega de Sergude. Plantado al lado del antiguo camino que ahora es la carretera AC-960, su propietario era José Torres, de la Casa de Secundino, antes conocida como Casa de Gregorio, y que era la taberna donde paraban a menudo los lugareños. Fue él quien en su día tuvo que pleitear para evitar que fuera cortado.

Hoy se salvaguarda y se busca difundir esta reliquia botánica por su importancia patrimonial natural y etnográfica. Para llevarlo a cabo, el Concello de Boqueixón prepara una campaña de difusión para convertirlo en el candidato de España a Árbol Europeo del Año.

La votación arrancará mañana a través de la web arbolybosquedelaño.es. Después de pasar la criba  de un jurado de expertos que tuvo que dirimir entre candidatos de todo el país, el objetivo ahora es el de lograr el apoyo social que le permita colocarse entre los árboles más bellos del Viejo Continente...

A su favor juega su belleza y el pasado histórico y legendario que rodea la zona en la que fue plantado. Según dice la mitología gallega, por la tierra en la que se encuentra vivió la Reina Lupa, cuya primera mención corresponde con el Códice Calixtino, quien, tras intentar engañar a los discípulos del apóstol de Santiago, decidió convertirse al cristianismo.

Santiago. La Voz de Galicia, miércoles 9 de noviembre de 2022.

martes, 15 de noviembre de 2022

Picasso y Julio Gonzalez, padres de la escultura abstracta

Con el sillín y el manillar de una vieja bicicleta, Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973) realizó Cabeza de toro (1942), una vanitas, género que reflexiona sobre la fugacidad de la vida, con la que quiso homenajear a su gran amigo Julio González (Barcelona, 1876-Paría, 1942, fallecido repentinamente a los 66 años. Con la capital francesa ocupada por las tropas alemanas, fueron muy pocos los asistentes al funeral: los familiares mas allegados y dos amigos artistas, Pablo Picasso y Luis Fernández. Cabeza de toro es la pieza elegida para comenzar el recorrido de la exposición Julio González, Pablo Picasso y la desmaterialización de la escultura, que se puede  ver hasta el 8 de enero en la fundación Mapfre.

Con más de 170 obras, entre esculturas, pinturas y dibujos, esta exposición es un homenaje póstumo al historiador e investigador Tomás Llorens (fallecido en junio de 2021), quien junto a su hijo Boye Llorens Peters fue el comisario de esta muestra. La tesis que Tomás Llorens desarrolla en la exposición es el resultado de años de trabajo centrados en la colaboración artística de Picasso y González. Casilda Ybarra, conservadora de arte plásticas de la Fundación Mapfre, explica que esa tesis demuestra que la manera de ambos de trabajar el metal iba a tener una gran influencia en la producción artística de las décadas centrales del siglo XX. Gracias a ellos se llegó al nacimiento de la escultura abstracta, el equivalente escultórico del expresionismo abstracto y del informalismo.

La idea de colaborar surgió de Picasso, a quien un comité de expertos le había pedido la realización de un monumento conmemorativo dedicado al poeta francés Guillaume Apollinaire. Pasaron diez años desde que se produjo el encargo hasta que al artista se le ocurrió la idea de construir una jaula de hierro "con una profunda estatua de nada, como la poesía, como la gloria", escribió en referencia a un pasaje de Le poète assassiné, una novela más o menos autobiográfica del escritor en la que el protagonista anunciaba su muerte, cuenta Casilda Ybarra. Plasmar esa pieza con nada dentro se convirtió en un gran desafío. Picasso piensa entonces en una jaula porque, según escribe Tomás Llorens en el catálogo, "las jaulas dan forma al aire. Lo encierran sin encerrarlo, porque no hay nada más libre que el aire de una jaula".

La exposición traza la historia de ambos artistas por separado y juntos y reconstruye los contextos históricos y artísticos por los que se movieron. Para situar al visitante se recuerda que Julio González y Pablo Picasso se conocieron en Barcelona a finales del siglo en el contexto del modernismo tardío. En las cartelas se cuenta que, en ese tiempo, la ciudad fue escenario de distintos debates que tuvieron un fuerte impacto en sus respectivas trayectorias. Es también un tiempo en el que se empieza a cuestionar la difusa línea que separaba las bellas artes y las artes decorativas, con el consiguiente renacimiento de las segundas, en especial, la forja del hierro. En esos momentos los oficios ligados  a la construcción y acondicionamiento de interiores están viviendo una expansión animada por el auge  de la arquitectura modernista...

Ángeles García. Madrid. El País, martes 4 de octubre de 2022

lunes, 14 de noviembre de 2022

Terrorismo rural: "As Bestas"

Entre lo mejor del año. En el 2020, Martin Verfondern, nacido alemán pero nacionalizado holandés, despareció de Santoalla, aldea ourensana de Petín, adonde había llegado con su pareja 16 años antes. Comenzaron amigos de su vecinos, los Rodríguez, hasta que asomaron las eólicas con sus jugosas ofertas y pusieron la guinda a un menú dramático que llevaba años cocinándose a fuego lento. El propio Verfondern lo definió como "terrorismo rural" (grababa y fotografiaba las incidencias, y parte de ese material se usó en el documental Santoalla (2016), de los norteamericanos Andrew Becker y Daniel Mehrer), y bien que se ajusta al muy notable film de Sorogoyen.

Paremos el relato real para evitar spoiler, porque As bestas adquiere dimensión cinematográfica propia y avanza in crescendo

Luis Zahera en As bestas

Destacable registro de Luis Zahera en una madurez dramática digna de elogio, ayudado por lo agradecido de su personaje, el hermano mayor de los pirados que hunden sus raíces en la mejor tradición de la España profunda, aunque algunos diálogos en su boca parezcan, por momentos, los de un fulano de coco bien amueblado, que tiene muy claro su lugar en el mundo, ese "somos unha merda" que espeta en algún momento. Otro tanto el francés Denis Ménochet, que protagoniza junto a Zahera un diálogo en plano-secuencia que supone un punto álgido en la trama. Por parte de Sorogoyen es de agradecer su calculada contención, evitando derrapar con concesiones fáciles al espectáculo. Logra hacer creíbles los ambientes y un buen trabajo de arte. La inclusión de diálogos en gallego, reflejando esa suerte de bilingüismo armónico que se habla por aquella zona limítrofe con Zamora, ayuda a la verosimilitud. Desconfianza hacia el desconocido y xenofobia, en fin, otros mimbres que robustecen el resultado.

Miguel Anxo Fernández. La Voz de Galicia, sábado 12 de noviembre.

domingo, 13 de noviembre de 2022

La fábrica de cretinos digitales

Michel Desmurget es doctor en Neurociencia y director de investigación en el Instituto Nacional de  la Salud y la Investigación Médica de Francia, Su libro La fábrica de cretinos digitales deja muy clara su posición. Las pantallas de uso recreativo traen todo menos beneficios. Considera que el abuso actual por parte de los niños es un problema de salud pública. Por ello decidió dedicar parte de su investigación a estudiar los efectos de la televisión, videojuegos, redes sociales y smartphones en el cerebro de los más pequeños.

P.- En su libro menciona que el coeficiente intelectual de los niños de hoy, es menor que el de las generaciones pasadas. ¿Qué está pasando?

R.- Así es. El coeficiente intelectual depende de varios factores, entre ellos, el sistema escolar y la situación económica. La reducción de este indicativo la observamos, particularmente, en países del norte de Europa como Dinamarca y Suecia, que llevan estudiándolo mucho tiempo. Su sistema escolar y la riqueza de as personas han sido estables durante decenios: son una buena muestra de lo que ocurre. Al mirar los datos de estos países, vemos que hay una bajada muy significativa del coeficiente intelectual, y entre las razones que lo explican está el uso de las pantallas. No es la única lógicamente. Pero cuando miras la evidencia acerca de su abuso obtienes una perspectiva sobre todas las variables determinantes para el desarrollo intelectual de una persona.

P. Pero este indicador tiene su parte de genética, ¿no?

R.- Claro, pero realmente se desarrolla más con lo que el niño esté haciendo con su cerebro. Es decir, hay una parte genética, pero es más importante la interacción que tenga esa persona con su entorno. Por ejemplo, el lenguaje es un factor crítico. Ahora, es obvio que las pantallas tienen un impacto en el subdesarrollo de la expresión, también  tienen un efecto perjudicial en la atención, en las funciones cognitivas, en las funciones ejecutivas, en el sueño, en la memorización o en la madurez del cerebro respecto a actividades físicas. De hecho, no es sorprendente que el coeficiente intelectual esté bajando. El milagro sería que no lo hiciese.

P.- Vayamos con el título de su libro, La fábrica de cretinos digitales. Es provocador. En alguna ocasión ha comentado que eligió estas palabras porque quería hablar claro. ¿Son los niños de hoy en día más necios a raíz del abuso de las pantallas?

R.- Depende de lo que consideres cretino o necio. Tiene menos capacidad de lenguaje, son menos humanos, diría, porque han perdido muchas cosas que nos caracterizan, como la empatía. Hay estudios que dicen que han perdido la habilidad para pensar en el mundo, para procesar información, para concentrarse en algo. Tienen más obstáculos para entender el mundo. Por ejemplo, hay investigaciones que muestran que los niños presentan dificultades con el lenguaje, con la observación común y, sin embargo, son mejores en competencias digitales. Saben comprar cosas por internet, son mejores a la hora de planificar un cumpleaños o de motivarse. Creo que vamos hacia un mundo en el que habrá una parte de los niños que serán capaces de participar en la sociedad, con conocimientos del pasado, con un buen lenguaje y con capacidad de entender lo que los rodea. Y en cambio, habrá otra fracción de niños, la mayoría, que estarán privados de estas habilidades. La diferencia está entre mirar una pantalla y leer un libro. No todos los comportamientos tiene el mismo efecto sobre el cerebro. Este órgano no se puede moldear a través de los ojos. Hay una serie de hitos que los niños tienen que cumplir, especialmente en la infancia, Cuando esta etapa pasa se vuelve muy complicado (...)

P.- ¿Y qué necesita el cerebro de un niño para estar saludable, estimulado?

R.- Varias cosas. Las relaciones sociales, interactuar, es fundamental. Es decir, hablar o ver a un humano a través de una pantalla no es lo mismo que verlo en persona. El cerebro no funciona de la misma forma. Necesita descanso, lenguaje y actividad física. Mucha gente piensa que el cerebro se adapta, lo cual es cierto. Pero decir que se adapta a las pantallas es como decir que se adapta cuando subes a lo alto de una montaña. Claro, hace todo lo que puede por funcionar, pero lo está haciendo por debajo de su capacidad.

L. Cancela. La voz de Galicia, lunes 7 de diciembre de 2022.

sábado, 12 de noviembre de 2022

El Viaje Francés de Pablo Picasso, 2

Retrato de Dora Maar 
En 1936 Picasso conoció a Dora Maar en el café Les Deux Magots de París. Ella lo había visto mientras fotografiaba el rodaje de Jean Renoir El crimen del señor Lange y,  obsesionada, lo buscó en los cafés. Entró con Paul Éluard. Maar se distraía clavando una navaja entre sus dedos. Se rozó y sangró. Picasso se levantó y le pidió el guante. Ella le contestó que podía tener la mano. Se inició así una relación que se sumaba a las que mantenía con su mujer, la bailarina ucrania Olga Khokhlova -que conoció cuando él era pobre y ella bailaba en los ballets de Diághlev y de la que nunca quiso divorciarse para compartir su fortuna-, y con Marie-Thérère Walter, la chiquilla de 17 años que detuvo cuando salía de las Galerías Lafayette. Olga tenía a Paulo. Marie-Thérèse acababa de parir a Maya. Y un Picasso de 55 años se llevó a Maar, de 29, a Cannes, en la Costa Azul. Sol, playa y amigos. Las mejores fotos de Nusch y Paul Éluard las sacó Maar.

Cuando el Gobierno de la República le encargó un lienzo para el pabellón de la Exposición Internacional de París -que habían diseñado Sert y Lacasa - Maar le habló de la masacre de cientos de civiles en Gernika. Él la pintó. Ella lo retrató pintándola. La pasión duró 10 años, hasta que, deslumbrado por la belleza de Françoise Gilot, el pintor se acercó a ofrecerle un cuenco de cerezas y Dora comprendió que era el fin. Pero no adelantemos acontecimientos. El escenario picassiano de Maar es Antibes: el puerto, la playa de Juan-les-Pins. Picasso necesitaba espacio para poder trabajar y le cedieron lo mejor que tenían: el castillo Grimaldi. Hoy su rostro fulmina, con un solo ojo, el edificio convertido en Museo Picasso. Su interior expone el artista más sencillo. También las cerámicas que haría en Vallauris en la época Gilot. Antibes es tan hermoso como el pueblo de pescadores que Picasso y Maar encontraron, pero irreal, como una pesadilla: solo hay galerías y restaurantes. Ni una carnicería ni una peluquería. 

En cambio, no parece haber pasado el tiempo en Ménerbes, a 50 kilómetros de Aviñón. Allí no hay huellas de Picasso, pero Dora Maar tiene una calle. Y tuvo una casona con un jardín infinito, que pintó todos los veranos, hasta que murió en 1997. Hoy es refugio para escritores. Visitarlo cuesta 10 euros. La vista no tiene precio. Y el paisaje...El paisaje parece una lección de Patinir: un primer plano marrón, de piedra; luego un damero de campos verdes, los montes del Luberon  forrados de abetos y pinos, y la cresta azulada casi blanca de la Sainte-Victoire fundiéndose con el cielo. La mitología picassiana asegura que esa casa fue un regalo de ruptura. En la puerta está escrito que Maar la compró con el dinero que obtuvo por un lienzo que le regaló Picasso. Hace dos domingos, allí solo había 10 personas. En la plaza de l'Horloge, el número 29 está en venta: "Pregunten en el Ayuntamiento". Si tienen un dibujo de Picasso, igual pueden hacer un trueque.

Con vistas a la bahía de Cannes, Vallauris es el lugar de la cerámica de Picasso. Y territorio Françoise Gilot. La madre de Claude y Paloma fue la única mujer que abandonó al pintor. Tenía 21 años y el 61 cuando lo convenció para que dejara de peinarse el pelo sobre la calva, Apareció entonces el Picasso del pecho descubierto. En 1944 Françoise se baña en bikini para la eternidad. Gracias a los retratos de Robert Capa vemos cómo Picasso cubre su paseo con una sombrilla como quien acompaña a una reina. Gilot era pintora cuando lo conoció. Crio a Claude y Paloma en La Galloise, una casa de pueblo perdida en un laberinto de carreteras comarcales en la cima de Vallauris, Estaba escondida tras un garaje que ostentaba un cartel: "Aquí vive madame Boissère. Aquí no vive monsieur Picasso". Como a Picasso le faltaba espacio, trabajó en la alfarería de los Madoura -donde había comenzado a hacer cerámicas y donde no tardarían en llegar Chagall o Matisse para sumarse al trabajo con barro-. El atelier de Suzanne Ramié en la calle de Jean Gerbino pertenece ahora al Ayuntamiento. Está descuidado. Picasso lo utilizó hasta que compró una antigua fábrica de perfume abandonada, Le Fournas, donde cabía todo. "Me he convertido en un trapero", le contó a uno de sus biógrafos, John Richardson, admirado ante una cabra hecha con lo que encontraba por la calle "más real que una cabra". Hoy no hay resto de la fábrica. Aunque sí talleres de ceramistas. Y el Chemin Fournas se llama Pablo Picasso.

Aunque el museo de cerámica de Vallauris lleva el nombre del pintor italiano Alberto Magnelli, son los ojos, solo los ojos, del malagueño los que anuncian el lugar. En el interior conviven algunas de las casi 8.000 cerámicas que llegó a hornear, con forma de búho o de mujer con los brazos en jarra, y la capilla Guerra y Paz, "una respuesta a la capilla del Rosario que Matisse había inaugurado el año anterior, 1951, en Saint -Paul-de-Vence", cuenta Richardson en sus memorias platos con la imagen de Don Quijote y Sancho. Es una época feliz de toros en Arlés y Nimes con Cocteau, Lucía Bosé , Antonio Ordoñez o Dominguín. "Seremos un picasso y 30 picasettes", dice en el documental que Maya filmó sobre su padre. Era Paulo Picasso, su único hijo legítimo, quien, con una conmovedora mezcla de "lealtad, discreción y dignidad", le hacía de chófer. Conducía el Hispano-Suiza que llegaba hasta Arlés, Nimes o a citas con otras mujeres.

Esa felicidad duró una década...

Anatxu Zabalbeascoa. El País Semanal, domingo 23 de octubre de 2022.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Frenético, mestizo, diverso: el Festival de Otoño en cuatro obras

Mundos que resurgen en blanco y negro, danzas urbanas, metáforas sonoras y visuales, lugares extremos, linajes cruzados y, sobre todo, memoria, mucha memoria sobre el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid que este año ha convocado, entre otros,  a  Baro D'evel, Wajdi Mouawad, Robert Lepage, Tiago Rodrigues entre otros. Recorremos algunos de los montajes que dejarán huella.

Falaise. Baro D'evel. Esta compañía franco -española no quiere hablar de trabajo interdisciplinar porque, viendo lo que hacen sobre el escenario, se constata de qué está hecho su ADN. ¿Danza, teatro, circo? Poco importan las etiquetas al comprobar lo que han preparado Camille Decourtye y Blaï Mateu Trias en colaboración con Barbara Métais-Chastenier. Blanco sobre negro o negro sobre blanco, estamos ante una ceremonia inclasificable en forma de díptico que no hay que perderse en los primeros tramos del festival. Los personajes, atrapados en un mundo en ruinas, saldrán adelante entre sus intersticios para terminar creando algo nuevo. Teatros del Canal. 10-12 de noviembre.

Soeurs. La Colline/Wajdi Mouawad. En la obra del canadiense Wajdi Mouawad no hay nada al azar. Tras Seuls (que interpretaba el propio dramaturgo), continúa el autor de Incendies su "Ciclo doméstico" con este Soeurs, un monólogo de 2014 en el que cuenta con su musa Annick Bergeron (que encarnaba a Nawal Marwan en Incendies). ¿Quién no ha sentido de pronto, escuchando una canción en una situación extrema, que el suelo se abría bajo sus pies, provocando un cambio insalvable en sus vidas? Mouawad responde con una polifonía audiovisual repleta de fuerza e intimidad. Teatros del Canal. 19 y 20 de noviembre.

887. Ex Machina/Robert Lepage. El dramaturgo canadiense y su compañía Ex Machina llevan por primera vez a la Comunidad de Madrid 887, obra que ya pudo verse en Teatro Lliure en 2015. Sobre el escenario, el mismo Lepage, que exhibe una escenografía que nos dará casi todas las claves del montaje. Llegará acompañado por Steve Blanchet y Peder Bjurman, encargados del diseño y la dramaturgia. 887 es una decidida incursión en el mundo de la memoria como mecanismo de supervivencia y como herramienta artística. Y se pregunta: ¿Quién decide lo que debemos recordar y lo que no? Atentos. Teatro del Bosque (Móstoles). 24-26 de noviembre.

Dans La Mesure de L'impossible. Tiago Rodrigues. Para el director y dramaturgo portugués Tiago Rodrigues, el mundo es un lugar para reunirse y compartir ideas. Inclinado siempre hacia un trabajo colaborativo, antes de la pandemia alumbró la idea de La Comédie de Ginebra (productora de un espectáculo que se estrenó en febrero de este año) de trabajar sobre la labor humanitaria de organizaciones como Cruz Roja o Médicos sin Fronteras, penetrando en ese impulso de acción que carece de contrapartida. Más compromiso para el autor de obras como By heart, Bovary, Antonio y Cleopatra o Sopro. Teatros del Canal. 26 y 27 de noviembre.

Javier López Rejas. El Cultural, 9 de noviembre de 2022.

jueves, 10 de noviembre de 2022

Un Goncourt inesperado para Brigitte Giraud

Saltó la sorpresa en el Goncourt. El premio más prestigioso de las letras francesas ha recaído en Vivre vite (Vivir rápido), publicada en francés por Flammarion, de Brigitte Giraud. Es una novela sobre el duelo, sobre las casualidades que determinan el destino, y sobre unos años y una generación: la que se instaló en la edad adulta en los noventa.

Ha sido una de las votaciones más reñidas que se recuerdan. Giraud es la 13ª mujer que, desde su creación en 1903, recibe un premio que resume más de un siglo de historia de la literatura francesa y que cuenta en su palmarés con autores como Proust, Malraux, Duras, Modiano o Houellebecq. La novela de Giraud se impuso a la favorita, El mago del Kremlim, de Giuliano da Empoli, fenómeno literario del año en Francia que Seix Barral publicará en castellano en abril y Edicions 62 en catalán. La editorial Contraseña ha publicado en español dos novelas de Giraud: Ahora y Tener un cuerpo. Quienes se oponían a De Empoli hacían valer que, con más de 100.000 ejemplares vendidos y la aclamación de crítica, su novela no necesitaba el Goncourt.

La Academia Goncourt se partió por la mitad: cinco a favor de Giraud y cinco de Da Empoli. Votaron trece veces. El desempate no llegaba. La tensión aumentaba. Según el reglamento en la ronda 14º el voto del presidente del jurado, Didier Decoin, vale el doble. Así se desempató. Y el simbólico cheque de 10 euros con el que se remunera este premio a la mejor novela publicada en el año fue a Giraud, autora de una decena de novelas.

"No me lo esperaba, estoy feliz, emocionada", declaró Giraud. "Es un libro íntimo, que toca un acontecimiento muy personal, pues se trata de la muerte de mi compañero en un accidente de moto hace más de 20 años. Pero esta parte íntima me interesa porque está ligada a lo colectivo, a la sociedad, a una época, es un retrato del mundo en un momento dado".

Marc Bassets. París. El País, viernes 4 de noviembre de 2022.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Una exposición, "Camiños Creativos", cierra el Xacobeo

Caminar, lo sabían bien Thoreau y Robert Valser, no solo pone en marcha el cuerpo, también espabila el cerebro y el espíritu -activa la capacidad de reflexión y le insufla ritmo al pensamiento-. No anda "Camiños creativos" muy lejos de estos presupuestos. La muestra -comisariada por la  escritora compostelana e historiadora del arte Montserrat Pis Marcos, conservadora de Holburne Museum en Bath (Reino Unido)  -se inaugura el día 10 de noviembre en el Museo Centro Gaiás -y se podrá ver hasta el 9 de abril de 2023- para ofrecer al público una indagación sobre la relación entre arte y movimiento.

El proyecto se presenta como una de las principales citas expositivas de este otoño en España, no solo porque convoca la obra de una treintena de museos, instituciones y fondos gallegos, españoles y europeos: prestadores tan prestigiosos como el Thyssen-Bornemisza, Art Contemporany de Viena, la Galería Ufizzi-Palazzo Pitti de Florencia, la British Library londinense, el Museo del Prado, el Reina Sofía, el Museo Fabre de Montpellier, el danés Kunsten Museum of Modern Art de Aalborg, el Carmen Thyssen de Málaga, el británico The Courtauld Gallery, la colección Abanca... ceden obras de su propiedad. "Camiños creativos" será la última gran exposición internacional de este Año Santo y se articula, en un sentido amplio, en torno al concepto de caminar para crear. Co este eje reunirá piezas de artistas tan relevantes y diversos como Maruja Mallo, Joaquín Sorolla, John Constable, Cristina Iglesias, William Turner, Marina Abramovich, Julian Opie y Henri Cartier-Bresson, entre otros.

Como cierre de estos dos intensos años xacobeos, la muestra nace de un intento de explorar la riqueza de los vínculos entre arte y movimiento, y más concretamente detallan desde la Ciudad de la Cultura, sobre "cuáles son las dinámicas entre esos dos conceptos, como el desplazamiento se integra como agente determinante en el proceso artístico (caminar para crear, caminar y crear, crear caminando o crear porque se camina) ".

La idea de como el desplazamiento a pie se integra como mecanismo decisivo en el proceso creativo es la clave temática que articula una exposición que incluirá obras de grandes maestros del óleo, destacados nombres de la fotografía y también una selección de reconocidas figuras del arte contemporáneo más actual. Escultura, pintura, piezas audiovisuales e instalaciones completan un recorrido por el arte desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

La exposición incluirá obras adaptadas específicamente para el espacio del Gaiás y dará cabida a algunas en las que "la participación del público, de un modo lúdico e interactivo tendrá un papel protagonista" adelantan desde la organización.

Gracia Novás. La voz de Galicia, miércoles 2 de noviembre del 2022.