jueves, 30 de abril de 2020

Antoine Gallimard: No creo que el mundo vaya a cambiar

 Es indispensable. Deben abrir,  con la seguridad necesaria, claro está...
 El catálogo autores que su abuelo, su padre y él mismo han publicado es un canon de la literatura francesa y mundial. Proust, Celine, Camus y Sartre, Yourcenar y Modiano... La lista cuenta con decenas de premios Nobel (entre los más recientes el propio Modiano, Le Clézio y Peter Handke). Colecciones como La Blanca, La Pléiade o Folio forman parte del paisaje vital y cultural de cualquier lector en francés y son también un compendio de las letras universales. Antoine Gallimard (París, 73 años) hijo de Claude y nieto del fundador, Gaston, es el presidente de la editorial Gallimard y del grupo Madrigall, que incluye sellos como Flammarion, P.O.L o Casterman, además de varias librerías. Desde su confinamiento en Normandía, Gallimard analiza los efectos en el sector del libro de la crisis del coronavirus.  

P.- Nada será igual, se dice. ¿Coincide?
R,- Desconfío de esta visión, es demasiado finalista. Siempre se dice, y vuelven los mismos comportamientos. Es verdad que, después de la Segunda Guerra Mundial, hubo fiestas y ganas de consumir, pero no por ello el hombre se volvió bueno. No creo que el mundo vaya a cambiar, sería demasiado bello.
P.- ¿Qué teme?
R,- El eslabón débil de la cadena del libro son las librerías y las pequeñas editoriales . Son la expresión de nuestra diversidad , de nuestra riqueza. Veo un riesgo de concentración y la desaparición de los más débiles más que un cambio de comportamientos.
P.-¿Teme por la supervivencia  de estos "eslabones débiles"?
R.- Sí, el riesgo es real. Las librerías están cerradas ahora. En Francia, los editores hemos aceptado aplazar las fechas de pago, todo se postergará dos meses. Felizmente , se han movilizado cinco millones de euros por medio del Centro Nacional del Libro: es un dispositivo serio, aunque aún insuficiente para mí. Si no se hace un esfuerzo serio de solidaridad con estos libreros, se les amontonarán las facturas . Y, si no pueden pagar, toda la cadena se derrapará.
P.- ¿Qué ocurriría entonces?
R.- Mire la FNAC, nuestro primer cliente. Por suerte ha obtenido un préstamo de 500 millones de euros (garantizado por el Estado en un 70%). Si la FNAC no pudiese pagar, imagínese las dificultades con las que nos encontraríamos nosotros, que ya hemos gastado en costes de fabricación y en adelantos para los autores. Si las librerías no pudiesen pagar, podrían cerrar , y detrás vendrían muchos editores, autores, impresores... En Francia, el conjunto del sector emplea a unas 50.000 personas.
P.- ¿Deben abrir las librerías el 11 de mayo, el día del inicio del desconfinamiento?
R.- Una ciudad sin librerías es extramadamente triste. Para mí una vida sin librerías es como un día sin haber tomado un café y haber charlado con un amigo. Es indispensable. Deben abrir, con la seguridad necesaria, claro está...

Marc Bassets. El País Semanal.  París, 28 de abril de 2020 

miércoles, 29 de abril de 2020

Francia no descarta retrasar la desescalada

Se esperaba del primer ministro un calendario de desescalada. Édouard Philippe lo dio y con detalle. Pero sobre todo trazo un plan para después del 11 de mayo. Progresivo y reversible. Apelando a la responsabilidad  cívica y partiendo de un hecho incontestable:"Vamos a tener que convivir con el virus".
Para que los franceses no se relajen pensando que van a volver a su vida anterior, advirtió: "Si los indicadores no están en lo previsto, no saldremos del confinamiento el 11 de mayo" o éste será "más estricto". "Un ejemplo para ilustrar mi prudencia. Fundamos nuestra estrategia en la hipótesis de 3.000 casos nuevos diarios en torno al 11 de mayo". Esa es la barra que puso el primer ministro.
Se dibujará un mapa de Francia con departamentos en rojo o en verde. Se tendrán en cuenta tres criterios: la circulación del virus, la capacidad de las unidades de reanimación y las existencias de test. 
En el país mas centralizado de Europa, serán los alcaldes y los prefectos (delegados del Gobierno en cada departamento que equivale a nuestra provincia) quienes deberán adaptar la desescalada a su territorio.
El primer ministro afirmó que Francia será capaz de hacer 700.000 test virológicos a la semana. Cuando una persona dé positivo "todos aquellos, con o sin síntomas" que hayan estado "en contacto con él" serán a su vez testados. Los que a su vez hayan sido contagiados serán "invitados" a confinarse durante 14 días. En su casa, "con toda la unidad familiar", o en un hotel requisado...
App de seguimento del Covid 19
El primer ministro prometió un debate ad hoc sobre la app  StopCovid. "No soy capaz ahora de explicar cómo funciona o incluso si funciona", dijo Philippe con cierto escepticismo. "Cuando la app funcione y antes de ponerla en marcha" volverá a la Asamblea, consciente de las dudas sobre el respeto a la privacidad que considera "fundadas"...
El StopCovid está sirviendo a toda la oposición para levantar un discurso crítico con la actuación del Gobierno. Las encuestas les dan la razón, es muy impopular. Al prometer un debate propio, les privó de un argumento en la sesión de hoy en la que el voto sólo era consultivo...

Iñaki Gil. Coresponsal. París. El Mundo, 28 de abril de 2020 
  

martes, 28 de abril de 2020

Volveremos a Arlès

De la colección Girls de Lou Yang
Medio siglo ha cumplido el veterano festival de fotografía Les Rencontres d'Arlès, en la bellísima ciudad francesa  y ni siquiera una pandemia ha podido con él: el próximo 29 de junio inaugurará su edición número 51, con más de 40 exposiciones fotográficas  de artistas procedentes de todo el mundo.
La cabeza de cartel es la fotógrafa china Lou Yang, que enamoró al mundo con su serie Girls (para la que retrató  a las mismas mujeres a lo largo de 10 años) y que presenta ahora Youth, una panorámica de la juventud en su país. Sin abandonar el continente  asiático, el fotoperiodista Stéphan Gladieu refleja en Retratos norcoreanos el peso de la propaganda dictatorial en la vida cotidiana de aquel país.
Dos fotógrafas francesas ponen el color patrio al festival: Cecil Ka que aprovechó sus estudios universitarios en Sevilla para fotografiar a distintas personas con y sin atuendos flamencos; y la veterana Françoise Huguier, que revisita uno de sus géneros preferidos, la fotografía de moda, con un enfoque expresionista y deconstruido. Diana Markosain reimagina la juventud de sus padres como un culebrón en Santa Bárbara y África -epicentro de la emergente nueva fotografía- se convierte en la gran protagonista del festival a través las exposiciones del ciclo África 2020.

Mujerhoy, 25 de abril de 2020

lunes, 27 de abril de 2020

En sociedad todos llevamos uniforme

Fotograma de Little Joe
El tiempo lo cambia todo, incluida la manera de interpretar una película. Cuando se estrenó en el último Festival de Cannes, del que se marchó con un premio a la mejor actriz, Little Joe fue entendida como una diatriba encubierta contra el dogma de la felicidad obligatoria, una parábola lacaniana sobre el amor maternofilial o una advertencia sobre los peligros que conlleva el deseo de controlar la naturaleza. Las lecturas fueron múltiples, como lo son sus subtextos, pero todas se referían a una alegoría más o menos inscrita en la ciencia ficción. Revisar en el cataclismo actual este cuento de horror botánico, protagonizado por una planta sintética creada a partir de un virus mutante con efectos patógenos en el organismo humano -salvo si todo es fruto de una alucinación colectiva-, dota a la película de un insospechado realismo. No sólo porque sus intérpretes luzcan mascarillas y se laven las manos a conciencia, sino también por describir un mundo dominado por un sentimiento tan desagradable como la incertidumbre.
"Tan pronto como llega una crisis surgen teorías de la conspiración y deja de estar claro qué es verdad y qué no. Es un sentimiento que está en el centro de mi película. Describo una situación para la que los científicos no tienen respuesta", responde Jessica Hausner (Viena, 1972). La directora austriaca es objeto de una retrospectiva en el D'A Film Festival, el certamen barcelonés de cine de autor que este año se celebra en versión digital a través de Filmin, donde arrancará el próximo jueves. La plataforma también estrenará en España Little Joe, que estará disponible durante dos días a partir del 3 de mayo.
Desde el debut con Lovely Rita (2000), retrato de una adolescente parricida que surgió en las postrimerías del Dogma 95 (y que ha envejecido bastante mal, como casi todo lo que hicieron sus hijos no deseados) la trayectoria de Hausner ha dibujado una línea ascendente en enjundia y vigor narrativo. Pero también fluctuante, incapaz de ceñirse a un único registro o de obedecer a las reglas de un solo género...
El cine sin mácula de Hausner puede parecer una obra de una mente gélida. "No creo que mis películas sean frías. Al revés, están guiadas por el anhelo y el impulso emocional de transmitir un pensamiento", desestima Hausner, sin despejar del todo la duda. La directora observa al microscopio la norma social y describe a personajes que obedecen a lo que se espera de ellos, hasta que algo los obliga a revisar sus certezas. "Es el tema que me obsesiona: cómo cada ser humano trata de cumplir su papel dentro de la sociedad. Por eso mis personajes suelen vestir uniformes. En sociedad todos llevamos uniforme, todos tenemos un rol al que amoldarnos. ¿En qué puede convertirse un individuo cuando se ve obligado a adaptarse a ese papel?. No es casualidad que todas sus protagonistas sean mujeres: el margen para inventarse a sí mismas es todavía más estrecho.
Durante el confinamiento, su vida no ha cambiado demasiado. Sigue yendo al despacho de la productora que fundó a los veintipocos, donde trabaja en su próximo proyecto, Club Zero, otra fábula retorcida sobre una profesora de nutrición y sus alumnos que e inspirará en El flautista de Hamelín. "Lo que más me interesa de lo que estamos viviendo es lo que el miedo hace a las personas."... 

Álex Vicente. Babelia. El País, 25 de abril de 2020

domingo, 26 de abril de 2020

Ventanas

Varios son los lugares que han cobrado una especial importancia en estas semanas en  las que el coronavirus se ha apoderado de una gran parte del planeta. Hospitales, residencias de mayores, morgues, instaladas en edificios en desuso, son los escenarios donde se desarrolla la tragedia. En primera línea de batalla, los héroes: ese vanguardia de sanitarios que cuidan a los infectados, que se apiadan de los muertos. Los que se fueron sin que sus familias pudiesen despedirse de ellos, sin abrazarlos, sin ni siquiera verlos. La vida no se detiene y  el mismo día en que empezó nuestro encierro a las ocho de la tarde salieron los madrileños a aplaudir en los balcones para agradecer a los médicos y a todo el personal sanitario su saber, su esfuerzo, su entrega que algunos han pagado con sus vidas. No, el mundo no se detiene y el silencio de las calles, roto por los aplausos pronto se transformó en una explosión de alegría. Salieron los italianos entonando  su bel canto en un balcón y su eco se escuchó  hasta el último rincón tomado por el coronavirus. Cada país adoptó una canción y la transformo en himno: Resistiré en España, en Francia La tendresse, uniendo a los ciudadanos con sus próximos, sus vecinos hasta ahora la mayoría desconocidos. Los edificios, las calles, las plazas y las azoteas emanan fraternidad, ese necesidad pocas veces reconocida de sentirse formando parte de un todo,  un afán, un anhelo de solidaridad. Los aplausos, la música, las risas dejan en la brisa de la noche un rumor que parece decir: "cuenta conmigo si lo necesitas".
Estamos confinados sí, encerrados, pero tenemos las ventanas. Incluso los que viven en espacios pequeños de una sola ventana. ¿Se han parado alguna vez a pensar de cuántas otras ventanas disponemos? Empecemos por la más pequeñita de todas, que casi todos miramos cuando nos despertamos, la pantalla de nuestro tf móvil. ¿Han hecho un recuento de todo lo que entra desde el alba  por esa ventanita? El afecto de la familia y de los amigos que están lejos, noticias, cultura a raudales: música, libros, arte y también risas, el humor que nunca falte. Por no hablar de todos los milagros de la tecnología, pasemos a esa otra ventana, a la más grande que, irrumpiendo en el salón, no para de informar sobre la evolución de la crisis, mañana, mediodía, tarde y noche con su comisión de expertos  y de políticos que gustan de largos discursos los que o bien nos duermen o nos atontan con un mar de  cifras y recomendaciones, pero hasta hoy pocos datos concretos. La misma ventana que, un poco después, nos hace olvidar este encierro con su oferta de películas, para los que no tengan sueño.

sábado, 25 de abril de 2020

Cómo cuenta Francia los casos de coronavirus

En Francia, el comunicado de las 19:30 se ha convertido en el nuevo telediario. La población espera con inquietud cada tarde las cifras de nuevos positivos confirmados y de fallecidos por la covid-19 que anuncia la Agencia Nacional de Salud Pública. Esos datos son ampliamente analizados, difundidos y diseccionados durante las horas siguientes y quedaran obs
oletos en menos de 24 horas . Con un tercio de la población mundial confinada, sería imposible imaginar  no estar informados sobre la propagación en el tiempo real de la epidemia. Esta preocupación tiene menos de un siglo, ya que fue durante la Primera Guerra Mundial, ante el muy elevado número de fallecidos, cuando los Gobiernos empezaron a hacer recuentos precisos. 
Cien años más tarde las estadísticas se han convertido en una herramienta imprescindible para la sociedad, sobre todo en períodos de incertidumbre. El gran éxito del mapa en tiempo real de la epidemia de la Universidad Johns Hopkins parece aún más imperativa cuando el enemigo es invisible y su propagación parece incontrolable. Seguir en tiempo real la curva de contagios es una forma de volver a tomar el control. Las estadísticas se han convertido en un valor refugio.
Como cualquier acción humana las estadísticas no son infalibles. Se llevan a cabo en un instante concreto, siguiendo una metodología específica y a menudo se utilizan con una perspectiva distinta de la concebida inicialmente... Francia, por ejemplo, cambio de criterio en medio de la pandemia y la cifra de muertos aumento en más de mil personas de un día para el otro. Fue el pasado día 6 de abril, al comenzar a incluir en el recuento de fallecidos los centros de dependencia y residencias de ancianos.
Parte de esta dificultad se debe a la propia naturaleza  del virus, ya que no afecta a todas las personas de la misma forma. Algunos no desarrollan ningún síntoma, otros los superarán sin tener que medicarse, mientras que una parte importante experimentará problemas graves. Entonces, ¿cuándo se considera que una persona está infectada?
El número de positivos de la covid-19 publicado cada tarde por la Agencia Nacional de la Salud Pública francesa se enfrenta a este problema. Para ser contabilizado como contagiado se debe haber dado como positivo en un test, al igual que en España. A pesar de que en Francia ha intentado hacer test masivos, estos se reservan en principio para las personas con más riesgos, como los sanitarios o los pacientes que ya presentan síntomas graves.
Por o tanto, esta es solo una mínima parte de la población, ya que no se toma en cuenta la cantidad de portadores sanos . El número real de personas infectadas por coronavirus en Francia puede ser hasta dos, tres, diez, 20, o 50 veces superior a las cifras publicadas...
La cuestión crucial del método de diagnóstico hace imposible toda comparación fiable entre distintos países...La evaluación de esta pandemia  planetaria se enfrenta al obstáculo que suponen los distintos métodos de cada país, que explicarían las enormes diferencias en el número de los casos diagnósticados...

Marie Coussin. Le Figaro, 24 de abril de 2020

viernes, 24 de abril de 2020

Muere Christophe, el chico malo de la canción francesa

El cantante francés Christophe, que saltó a la fama con 20 años gracias a su canción Aline, murió en la noche del jueves al viernes en un hospital de Bretaña (noroeste de Francia) tras casi 60 años de carrera musical.
Su familia explicó que su fallecimiento se produjo a causa de un enfisema pulmonar por el que había sido internado en París desde finales de marzo, antes de ser trasladado a otro hospital de la ciudad de Brest.
El ministro francés de Cultura, Franck Riester, fue uno de los primeros en reaccionar al anuncio de su muerte con un mensaje en su cuenta de Twiter en el que dijo que "con la desaparición de Christophe, la canción francesa pierde parte de su alma, pero el azul agridulce de sus canciones es indeleble". 
El cantante se llamaba en realidad Daniel Bevilacqua y había nacido en octubre de 1945 en Juvisy sur Orge, una ciudad de la región de París en la que se había instalado su abuelo, italiano emigrado a Francia.
Con 16 años, Daniel Bevilacqua creó su primer grupo, Danny Baby et les Hooligans, y dos años después empezó una carrera en solitario, con el nombre artístico de Cristophe, que cuajó rápidamente gracias al éxito de Aline en 1965.
A finales de esa época se convirtió en una de las estrellas emergentes de la canción francesa junto a nombres como Johnny Hallyday, Sylvie Vartan, Hugues Aufray, Eddy Mitchell, France Gall o Serge Gainsbourg.
Su consagración definitiva llegó en los años 1970, y a eso contribuyó su imagen de dandi moderno con su bigote y su melena rubia.
Aunque no estuvo continuamente en primera línea, Christophe renovó su estilo durante su madurez como artista y siguió dando conciertos y publicando discos. Su último álbum, Les vestiges du chaos, salió en 2016.
Recibió numerosos reconocimientos durante su carrera en Francia, como uno de los galardones de las Victorias de Música en 2003 o la Legión de Honor en 2014.

EFE.El Mundo,viernes 17 de abril de 2020

jueves, 23 de abril de 2020

Jean Paul Sartre, 40 años confinado

Lo fue todo. Y es mucho aún: el autor de obras que marcaron una época- tratados filosóficos, crítica literaria, novelas, memorias, teatro- y, sobre todo, el último intelectual total. Jean-Paul Sartre, sin embargo, no ha tenido una posteridad amable. Se lee menos que a otros contemporáneos. De las batallas ideológicas en las que se embarcó -contra Albert Camus o Raymond Aron- no salió bien parado. Cuarenta años después de morir, el 15 de abril de 1980, sigue confinado en el purgatorio en el que entró casi inmediatamente después de ser enterrado en el cementerio de Montparnasse, en París. 
"En cierta manera no queda gran cosa de Sartre: el existencialismo no importa a mucha gente, creo que sus obras son muy poco leídas. Filosóficamente, El ser y la nada es quizá el único texto suyo comentado regularmente, pero no  tengo la impresión de que nadie se considere sartriano o sartriana", dice la filósofa feminista Manon Garcia, educada como Sartre, en la Escuela Normal Superior y autora de On ne naît pas soumise, on le devient  (No se nace sumisa, se llega a serlo), una relectura en tiempos del #MeToo, de El segundo sexo de Simone de Beauvoir, compañera y cómplice de Sartre. "Al mismo tiempo", prosigue García, "Sartre continúa encarnando el intelectual comprometido políticamente. Todavía es una figura mítica del siglo XX, pero su aura es completamente diferente que en el momento de su muerte".
En tiempos del coronavirus y del distanciamineto social, las imágenes del entierro de Sartre -aquel cortejo de decenas de miles, la multitud amontonada - produce una mezcla de nostalgia y reparo. Si hay que referirse a otro escritor, habría que remontarse a las exequias de Victor Hugo, en 1885, para tener una idea de lo que ha ocurrido esta tarde en París", resumió el telediario de la televisión pública francesa el 19 de abril de 1980. "Emoción, gravedad, silencio, flores, alguna escena de histeria, desvanecimientos más o menos serios y un accidente desgraciado presidieron el recorrido final del hombre de Los caminos de la libertad", describió Feliciano Fidalgo en la crónica de El País. El accidente al que aludía Fidalgo fue la caída de un hombre en la fosa donde se iba a depositar el ataúd. "Es la última mani del 68", comento el cineasta Claude Lanzmann, miembro del círculo íntimo de Sarte y Beauvoir, en alusión al movimiento estudiantil al que el autor de La náusea , ya mayor, se adhirió con entusiasmo...

Marc Bassets, París, 21 de abril de 202

miércoles, 22 de abril de 2020

Los disturbios resurgen en las barriadas de París

Resurgen los disturbios en varias localidades francesas
En pleno confinamiento por coronavirus, los petardos y fuegos artificiales no tuvieron nada de festivo la noche del domingo. Varias zonas de la banlieue parisina, los suburbios empobrecidos que rodean la capital, registraron altercados presumiblemente relacionados con un confuso incidente, la noche del sábado, entre agentes del orden y un joven en una de esas barriadas que ha reavivado las acusaciones de brutalidad policial que arrastran las fuerzas del orden desde las protestas de los chalecos amarillos. 
En las localidades de Rueil-Malmaison, Suresnes y Gennevilliers, desconocidos incendiaron mobiliario urbano, mientras que en Aulnay-sous-Bois, agentes despegados en la zona fueron víctimas de "emboscadas" con fuegos artificiales usados como proyectiles, según la agencia France-Presse. Donde también se registraron fuertes disturbios fue en Villeneuve-la-Garenne, donde poco después de medianoche comenzaron arder algunos vehículos y mobiliario urbano. Mientras varios jóvenes también lanzaban fuegos artificiales en un parque y petardos desde las ventanas de sus domicilios  contra los agentes desplegados en este suburbio al norte de París, según el diario Le Parisien. Fue precisamente en esta localidad donde comenzaron los conflictos el sábado, a raíz de un todavía oscuro accidente que provocó heridas graves  a un joven en un encontronazo con la policía.
Un hombre de unos 30 años que circulaba a alta velocidad en motocicleta y sin casco por una avenida de Villeneuve, resultó herido grave tras chocar con la puerta abierta de un coche de la policía camuflado. La versión oficial afirma que el motorista chocó accidentalmente con la puerta, pero testigos aseguran que los agentes la abrieron de forma deliberada...
La fiscalía de Nanterre ha abierto una investigación, anunció la prefectura de policía. El abogado del herido, por su parte, presentó este lunes una denuncia contra los agentes por ejercicio de la violencia por parte de una "persona depositaria de la autoridad pública" y pidió una investigación policial interna del incidente. No es el único. El presidente de SOS Racisme, Donimique Sopo, reclamó que se aclare un incidente en el que "los testimonios implican un comportamiento propio de cowboy por parte de la policía"...

Silvia Ayuso. París. El País, 20 de abril de 2020.

martes, 21 de abril de 2020

Lartigue:instantes en la vida de un joven fotógrafo

...capturar un momento antes de su inevitable desaparición. 
En el verano de 1963, en vísperas de la primera gran exposición dedicada en el MoMA a Jacques Henri Lartigue (Courbevoie, París, 1984-Niza, 1986), el legendario conservador de fotografía, John Swarkowski, invitaba a Richard Avedon a ver la obra. "Fue una de las experiencias más conmovedoras de mi vida", escribía el fotógrafo americano al francés. "Usted me trasladó a su mundo, ¿acaso no es ese, al fin y al cabo, el propósito del arte?" Con 69 años, emergía de la oscuridad este gran fotógrafo a quien hoy, de forma casi inmediata, se identifica con la placentera y despreocupada sofisticación de la Belle Époque.
Muchas de las imágenes que se exhibieron entonces, y otras de las que contribuirían a subrayar su prestigio  como precursor de la modernidad, fueron realizadas antes de que el artista cumpliera los 18. De hecho, su prematura y creativa sensibilidad comenzó a manifestarse a los seis o siete años, cuando comenzó a fantasear con poder atrapar imágenes con tan sólo el rápido abrir y cerrar de sus ojos. Un procedimiento al que que dio el nombre de piège d'oeil  (la trampa del ojo) y que manifestaba un propósito que conservaría de por vida: capturar un momento antes de su inevitable desaparición. 
Fue su padre, Henri Lartigue, quien, al comprender la frustración del niño ante el intento, le regaló su propia cámara fotográfica, una voluminosa cámara de placas, construida por J.Audouin, sin obturador y fijada en trípode. Así, entregado a un acto de pasión el autor, lograba retener aquellos fugaces instantes, y de forma obsesiva convertía instintivamente todo lo que le complacía o sorprendía en motivo de su obra. Sus padres, su hermano mayor, Zissou, su institutriz, la caída de su prima mientras conduce un kart, los días en la nieve, o las divertidas anécdotas  de un día de verano en la playa; todo ello refleja las gratas vivencias de un joven testigo de aquel espíritu de optimismo que caracterizó el fin de siècle en Francia.

Gloria Crespo Maclennan. Babelia. El País, 19 de abril de 2020

lunes, 20 de abril de 2020

Los profesores de Saint Denis

Los profesores de Saint Denis
La tradición del cine francés con su educación es inexpugnable. En todas las épocas y encualquier sitio, en el cine popular y en la vanguardia, desde Cero en conducta hasta La clase pasando por Los 400 golpes, por citar tres delas esenciales. En los últimos años, de todos modos, la cantidad quizá se haya ido incrementando por una mezcla entre las dificultades reales de su sociedad y la evidente demanda de los espectadores. Los profesores de Saint Denis, segundo trabajo de la pareja de directores formada por Mehdi Idir y Grand Corps Malade, seudónimo de Fabien Marsaud, es la última en llegar y se sitúa a medio camino entre la producción de acerado componente social y la película de aspiraciones populares sin demasiadas complejidades.
Ambientada en un complicado colegio del extrarradio donde se ha tomado la decisión de colocar a los alumnos más problemáticos en un mismo grupo (el gueto que no moleste, que concentre las preocupaciones en un único grupo y, supuestamente, deje avanzar a los demás), Los profesores de Saint Denis se bifurca en varias ramas argumentales que, por un lado, no la dejan profundizar del todo en ninguna, aunque, por otro, se acabe ofreciendo una gama social y cultural de notable atractivo: profesores, alumnos, círculo de amistades e incluso padres.
Mejor cuanto más sincera y menos forzada, tanto en su humor, no siempre natural, como en su dirección y montaje, con esos subrayados ralentís en los instantes más dramáticos, la película de Idir y Marsaud tiene su mejor baza en los indicios de contaminación mutua entre grupos: cuando algunos profesores , por familiaridad, hartazgo o dejadez, comienzan a comportarse de un modo tan caprichoso, mezquino e irresponsable como el de los chicos...
Es ahí, junto al tratamiento del interesante grupo de educadores criados en ambientes igual de cuestionables, pero que sacaron la cabeza con voluntad de superación, donde la película apunta mejores señales. Lo que hace de ella una obra quizá más interesante  para poner en un aula y establecer un diálogo con todo tipo de sensibilidades sociales y culturales, que una gran película para el público más cinéfilo.

Javier Ocaña. El País, 17 de abril de 2020

domingo, 19 de abril de 2020

Donde habiten los libros, no habita el olvido

El encuentro con Lidia Falcón hace unas semanas en el estudio de nuestra casa me recordó una vez más, que tenía una tarea pendiente, una deuda que saldar con ese espacio del que llevo huyendo casi diez años. Sin duda un confinamiento es un buen momento para volver a la vida una biblioteca abandonada. La primavera pintando de colores el jardín durante las dos primeras semanas me servía de disculpa para posponer la tarea y prolongar mi fuga. Llegó abril, tormentas y aguas mil. La hora del repliego en casa.
¿Qué hace  Cernuda entre Althusser y Mao Tse-tung?
 Ahora sí, por fin me planto ante esa biblioteca semidormida que se ha ido transformando en un un almacén de libros. Sin orden ni concierto se amontonan en los estantes o esperan, todavía en cajas, su turno para ocupar el sitio que les será asignado. Borrados los últimos rastros de las huellas del criterio de aquel que la organizó que, aunque ausente hoy, su presencia dejó. Los libros que la conforman son la suma de los que trajo el profesor de ciencia de política que aquí vivió y  de los que traje yo, profesora de francés que fui y sigo siendo a mi manera. Tenía 40 años cuando llegamos,  él doce más que yo. Como era de esperar, los libros no cesaron de medrar.  Esta biblioteca es el resultado de la vida de los dos.
 ¿Por donde empezar? Pues partiendo de cero, sin otra solución, vaciando estanterías, montón a montón, libro a libro, y llenándolas de nuevo con sentido, con razón. Por el modo que me pareció más sencillo, el contenido. Viendo en el estado que estaban, mas vulnerables que los grandes y peor  encuadernados, atiendo en primer lugar a los de formato pequeño. Y a pesar de mi temor, pronto descubrí que ordenarlos, además de una buena acción, podían ser un motivo de diversión. Extrañas alianzas que se producen entre los libros, vecidandes,  parejas, dan cosas como estas:¿Qué hace  Cernuda entre Althusser y Mao Tse-tung?, Carmen Martín Gaite parece haber caído mejor junto a Tamames. En un rincón veo a mi madre con La hoja roja  de Delibes en sus manos. Ella  que tan bien transmitió a sus  dos hijos ese amor suyo a la palabra. Desfilan amigos y conocidos algunos con los libros que han escrito, otros con los que nos regalaron. En pocas palabras un auténtico revival. Caras olvidadas que se asoman en las portadas, primeros amores, primeros desengaños.  Una vida empapeleda. Y  eso era justamente lo que temía, que la emoción ganase la partida.

sábado, 18 de abril de 2020

Francia prepara el reinicio del curso escolar

Francia saldrá el 11 de mayo del confinamiento estricto en el que vive desde mediados de marzo, según anunció el lunes el presidente, Emmanuel Macron. Pero los detalles de este inicio al regreso de la normalidad todavía están en el aire. Un lugar en que el retorno puede resultar especialmente complicado  en las escuelas.
Sindicatos de profesores y asociaciones de padres alertaron el martes de los riesgos sanitarios que implica la decisión, si se realiza con precipitación y sin la preparación suficiente para proteger a alumnos y docentes del coronavirus. El Gobierno insistió en que la vuelta será progresiva, mientras busca fórmulas para garantizar la distancia social en las aulas, con clases reducidas, por ejemplo.
"Las cosas no ocurrirán de la noche a la mañana", ha advertido el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, en una entrevista con la cadena de televisión France 2. El mensaje del Gobierno es que el 11 de mayo no es la fecha del reinicio del curso escolar, sino el primer día de una reincorporación que se desarrollará durante semanas. Las modalidades están por definir.
Blanquer debe empezar a reunirse con representantes de profesores y de alumnos. Se ha dado un plazo de 15 días para decidir cómo será esta peculiar rentrée de 12,4 millones de alumnos -de preescolar al instituto- y de unos 800.000 profesores que, en esta fecha, llevarán casi dos meses encerrados en sus casas.
Tras anunciar que a partir del 11 de mayo, se reabrirían "progresivamente" los centros educativos, Macron ha considerado esta decisión como una medida social. "Demasiados niños, sobre todo en los barrios populares y en el campo, están sin  escuela y no tienen acceso a internet ni pueden recibir la misma ayuda de sus padres" ha argumentado. "En este periodo, las desigualdades de alojamiento y las desigualdades entre familias están más marcadas"...
Que el debate en Francia sobre el fin del confinamiento se haya centrado en la escuela -más que en el mundo económico- no es casualidad. La llamada educación nacional es el núcleo de este país, el gran igualador últimamente medio averiado, la institución que regula todos los ritmos de la sociedad. Y, en las circunstancias actuales, la llave sin la cual la maquinaria productiva no puede arrancar.

Marc Bassets, París, 15  de abril de 2020

viernes, 17 de abril de 2020

Jean-Michel Jarre: "El covid-19 es una catástrofe para la cultura"

Jean-Michel Jarre
El presidente de la Conferación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), el músico Jean-Michel Jarre, ha afirmado que aunque "la crisis se ha centrado en la salud y la supervivencia, el Covid 19 "es también una catástrofe para la cultura", tal y como ha declarado con motivo del debate virtual "ResiliArt", que se celebra este miércoles 15 de abril y que está organizado por la CISAC y la Unesco, organización de la que el artista también es embajador de buena voluntad (...)
Para el presidente de CISAC, "la cultura es al mismo tiempo una pieza esencial para la solución de esta crisis, por lo que el Proyecto ResiliArt pretende "dar la palabra a los autores de manera que así puedan ayudar a la definición de políticas efectivas por parte de los gobiernos". "La cultura es sencillamente una necesidad básica para nuestra sociedad. Los creadores enriquecen nuestra vida. Son empresarios que actúan como motor de nuestra economía y nuestros puestos de trabajo. Además, nos ayudan y acompañan  en momentos difíciles", ha resaltado.
En este sentido, Jarre llama la atención acerca del refugio que este sector supone para la gente que está "confinada", que "recurre al arte, al entretenimiento y a la cultura". "Las obras creativas, ya sean libros, películas, música o artes visuales, están llevando a nuestros hogares el valor indiscutible de la cultura para nuestra sociedad", ha dicho.
"Es el momento indicado para que el mundo de la cultura se una y organice debates para encontrar soluciones adaptadas a todos los países"...
ABC. Madrid. 14/4/20

jueves, 16 de abril de 2020

La insistente

Dice Florence  Delay en La Séduction brève -ensayos sobre sus escritores del alma, Ramón Gómez de la Serna y Pepe Bergamín entre ellos- que las páginas que recordamos cuando no las estamos leyendo, las frases y observaciones de otros que regresan como los recuerdos de otros sin que lo hayamos pedido, ya no pertenecen únicamente a la literatura, pues forman parte  de nuestro ser igual que nuestros cambios de humor y siempre acabamos tratando de adivinar por qué se empeñan en tirarnos siempre las mismas cartas.
¿A tanta gente?. ¡Pero si afecta a la totalidad de la humanidad!
Todo eso que vuelve y que "insiste en cada uno de nosotros" acaba conformando una especie de "familia insistente" que a ciertos lectores, a la manera de un agente secreto de sus vidas, les va gestionando todo. Y tanto es así que llegan incluso a infiltrarse, en esa reconfortante comunidad de la "familia insistente", fragmentos que hemos escrito nosotros mismos, como el que hará veinte años incluí en un libro sobre París y donde nombraba las condiciones básicas para la desesperación. Tal como ya intuí que podía suceder, el paso del tiempo no ha alterado en lo más mínimo esa lista y las razones siguen ahí inamovibles, tirándome siempre las mismas cartas, insistiendo: la volubilidad del amor; la fragilidad de nuestro cuerpo; la abrumadora mezquindad  que domina la vida social; la trágica soledad en la que, en el fondo, vivimos todos; los reveses de la amistad, la monotonía que trae aparejada la costumbre de vivir.
La pandemia de estos días encaja en el segundo apartado, el de la fragilidad de nuestro cuerpo, pero es evidente  que comunica con todos los demás, incluido el último, el que habla de la monotonía al vivir, aunque, a decir verdad, cuando se vive como en estos días en un pronunciado riesgo de muerte, ese sentimiento de monotonía puede parecernos incluso ridículo,  aunque lo más probable es que sigamos desperdiciando buena parte de nuestra vida en futilidades... Ayer mismo le oía decir a un famoso de la tele que no había previsto nunca una tragedia como ésta, tan fuerte y afectando a tanta gente.
¿A tanta gente? ¡Pero si afecta a la totalidad de la humanidad! ¡Pero si es nada menos que la muerte, idiota! Y es precisamente sobre esa insistencia de la muerte de la que se ocupa a fondo Rilke ya desde el arranque mismo de Los cuadernos de Malte ( en páginas en las que vuelve siempre mi "familia insistente"): "Así pues, ¿aquí viene a vivir la gente? Yo diría que aquí se viene a morir. He salido. He visto hospitales. He visto a un hombre que se tambaleaba y caía a tierra. La gente se ha agolpado a su alrededor y me ha  ahorrado ver el resto..."

Enrique Vila-Matas. El País, 31 de marzo de 2020

miércoles, 15 de abril de 2020

Macron detalla un plan de salida escalonada


Los franceses permanecerán confinados hasta el lunes 11 de mayo. Emmanuel Macron lo ha anunciado en una alocución a la nación que incluyó un plan de salida por el coronavirus. Escalonada. A partir de ese día reabrirán, guaderías, escuelas y liceos. Pero no la universidad que terminara el curso sin clases especiales. Bares, cafés, restaurantes, salas de espectáculos, teatros, museos y festivales de verano seguirán cerrados hasta mediados de julio.
El presidente de la República añadió que a partir de ese día Francia "estará en condiciones de hacer tests a todas las personas que presentan síntomas". Los que den positivo deberán permanecer confinados y recibir atención médica. Macron prometió que habrá mascarillas para todos los franceses y que el gobierno presentará al parlamento un proyecto de aplicación de seguimiento que identifique a las personas en contacto con contagiados. Los ancianos y enfermos crónicos y personas vulnerables no saldrán tampoco de su confinameinto ese lunes 11 de mayo. El presidente de la República hizo estos anuncios en una alocución desde el palacio del Elíseo que comenzó dos minutos después de las 8 de la tarde, tras los aplausos a es "primera línea en la lucha" contra la epidemia.
Es la cuarta vez que Macron se dirige a sus compatriotas desde que comenzó esta crisis. Salvo la tercera, cuando habló desde un hospital de campaña montado por el ejército en Milhouse, siempre desde el Elíseo. Sentado, encuadrado en planos cortos, con las banderas de Francia y Europa en el fondo. Traje azul, corbata negra. 27 minutos de actuación. Hasta ahora con audiencias millonarias. Su segundo discurso, el del 16 de marzo, en el que anunció el confinamiento a partir del siguiente mediodía, alcanzó una audiencia record de 35 millones de personas.
Aquel fue el discurso de "estamos en guerra". Hoy, el de "calma y valor". Un Macron, amante del teatro desde que hacía el bachillerato, que manejó todos los recursos: Dramático, humilde, positivo , preciso y motivador...

Iñaki Gil. Corresponsal. París. El Mundo, lunes 13 de abril de 2020

martes, 14 de abril de 2020

Los rusos recrean sus cuadros favoritos en casa

Posando como hizo Enrique VIII para Hans Holbein
Una iniciativa de una rusa en Facebook para representar obras pictóricas atrae a más de 200.000 personas en una semana. Tu familia es un Velázquez. Tu pareja un Van Gogh. Y ese desastre de cocina es un Picasso. El tedio de la cuarentena se ha convertido en el nuevo combustible de la creatividad para millones de confinados. Más de 200.000 personas participan en las redes sociales en el flash-mob "Aislamiento", haciéndose pasar por personajes  de pinturas famosas.
La idea de crear un grupo en Facebook llamado Izoizolyacía para que los rusos emulasen a los pintores clásicos en sus casas fue de Katerina Brudnaya, una licenciada en historia que trabaja en proyectos de medios del gigante de internet ruso Mail.ru. "Todo empezó cuando el 28 de marzo fotografié a mi marido como Van Gogh y lo publiqué en Facebbok invitando a mis amigos a unirse con el hashtag "aislamiento" en ruso".
Rusia tiene 144 millones de habitantes. El presidente, Vladimir Putin, ha decretado "no laborable"todo el mes de abril, pero en algunas regiones que son focos de contagio en el país hay cuarentena: se prohibe salir de casa salvo para comprar. Solo en la ciudad de Moscú  y sus alrededores hay 20 millones de confinados.
"La idea de replicar cuadros no es nueva, nuestra intención era plantear un desafío simpático y distraernos de las noticias del coronavirus", dice Brudnaya. Entre ella y sus amigos colaboradores ya se han publicado más de 10.000 creaciones. Algunas son de una fidelidad perfecta. Otras provocativas. Otras invitan a la carcajada y al olvido. Pero en las redes sociales han hecho furor. Los rusos comparten cada día los mejores trabajos.
La fama ha saltado fuera del país. "Principalmente nos llegan obras de Rusia, sí. Pero también de Ucrania, Estados Unidos, Israel, Alemania y Bielorrusia", explica a EL MUNDO la impulsora de la idea. España ocupa el puesto 12 por número de participantes en el grupo. "En Ucrania también nos prohibieron pasear por la ciudad, así que mi chica y yo decidimos volar sobre ella" cuenta Ivan Ischenko, que escogió un cuadro de Marc Chagall porque le encanta "el arte naif"...
Será por la dificultad del momento que vivimos, muchos rusos han optado por retratarse dentro del cuadro El grito. En el caso de Yulia Tokavera la elección de la obra de Munch fue "porque este cuadro es bastante fácil de realizar, vivo sola y no puedo hacer cuadros más complejos". Algo parecido le pasó a Varya Schaetzek, que escogió el cuadro que más se pareciese a la ropa que tenía disponible y que fuese de algún autor admirado. Pablo Picasso fue el elegido...

Xavier Colás. Moscú. El Mundo, 10 de abril de 2020

lunes, 13 de abril de 2020

La segunda vida de Miguel Strogoff

Fotograma de la miniserie Miguel Strogoff
En ningún sitio es tan apreciado como en esta columna Miguel Strogoff (el verdadero correo del zar, efectivamente). La extensa novela de Julio Verne nos cuenta, es sabido, las aventuras del personaje del título, enviado con un mensaje de vital importancia desde San Petersburgo a la asediada Irkutsk, durante una invasión de los tártaros. La historia empieza con la orden del zar, al enterarse del ataque, de que llevan a su presencia un mensajero. Este sera el capitán Strogoff, del afamado cuerpo de correos imperiales, que llega precedido de la fama de hombre decidido: ha cumplido muchas veces, con éxito, otras misiones difíciles. Treinta años, sangre fría, constitución de hierro, corazón de oro, inteligencia, coraje...Vamos que lo tiene todo y además conoce el territorio en el que ha de desarrollarse el contenido, pues es siberanio, de Omsk.
Al final de la historia (una novela de 1876 que ha tenido una docena de adaptaciones cinematográficas y televisivas, sin contar las teatrales y las zarzuelas) Miguel Strogoff sale victorioso a pesar de contratiempos como que le golpean con una fusta, se le echa encina un oso, lo alancean y le queman los ojos. En suma, Irkutsk se salva, los tártaros fracasan, el malo muere en el duelo, Strogoff se casa con la chica, Nadia Fédor  y recibe la cruz de la Orden de San Jorge. ..
En las películas sobre el libro, la primera de 1908, apenas tres años tras la muerte de Verne, se producen algunas variaciones del relato canónico... En la mini serie de Fabricio Costa de 1998, Strogoff ha de rescatar al zarevich Boris, Nadia es la hija de un conde y no de un deportado y la gitana Sangarre, amante oficial de Ogareff, ayuda a Miguel...

Jacinto Antón. El país, 8 de abril de 2020

domingo, 12 de abril de 2020

La maison du retour/ La casa del regreso

"Les Tilleuls", La maison du retour.
Muchas han sido las propuestas de lectura para estos días de confinamiento. En particular los libros que relatan experiencias, de ficción o autobiográficas, sobre la perdida de la libertad.  Entre esas listas recomendadas eché en falta enseguida uno de los libros que más me ha gustado en los últimos diez años: La maison du retour  (NIL, éditions, Paris, 2007)/ La casa del regreso, sin traducir todavía en español. Sin embargo  recordarán el nombre del autor, Jean-Paul Kauffmann (París, 1944), el periodista que fue retenido en el Líbano, como rehén, durante tres años (1985-1988). Cuando regresa de su cautiverio, sabe que nada será como antes, ni su profesión de periodista, ni su vida en París y en la Sologne. Decide renacer de otro modo y en otro lugar. Seis meses después se instala en el corazón de Las Landas.
Por qué Les Landes ? "Creo que soy un hombre del Oeste, o más exactamente un hombre del Atlántico. Necesito cielos mojados, una luz cambiante y fresca, caminos hondos, prados relucientes, el olor pútrido de la marea, los arrebatos del viento. Una melancolía corrosiva". Transcurren varios días de búsqueda de una casa sin éxito, en ese bosque de pinos, que se extiende hasta perder la vista,"la mer de pins" de Mauriac. El 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, el agente inmobilario de Mont de Marsan  le muestra, en un claro del bosque, "Les Tilleuls"/Los Tilos. "La casa de mis sueños: un amplio edificio campestre, árboles, muchos árboles, entre ellos dos enormes plátanos que despliegan su línea rota en torno a la fachada. Y el bosque de pinos que la rodea sin ahogarla". La firma de la compra ante notario se produce en enero y poco después  comienzan las obras de restauración. J.P. Kauffman decide instalarse en ella para vigilar el trabajo de los dos obreros. "Necesito estar desde el principio, tengo que marcar con mi presencia su apropiación". Los dos obreros, una edición escolar de Virgilio con fragmentos de las Bucólicas y las Georgicas encontrada en la casa con otros objetos abandonados, y un único CD "Il Ritorno di Tobia de Haydn que escucha en bucle, marcan el ritmo de sus días. Su esposa le acompaña los fines de semana..La primavera que despunta, las fiestas religiosas: el día de Ramos,  la víspera de Pascua,  Pascua, las vacaciones escolares de sus hijos señalan los tiempos de los primeros capítulos.

sábado, 11 de abril de 2020

Pascua sin fieles en la semiderruida Notre Dame

Incluso si no hubiera una epidemia de coronavirus que tiene confinado a medio planeta y a toda Francia, la ceremonia que se celebró este Viernes Santo en Notre Dame habría sido mínima. La catedral de París abrió este viernes sus puertas para un servicio religioso solo por segunda vez desde que, el 15 de abril de 2019, un devastador incendio casi acaba con los ocho siglos de historia de este emblemático templo gótico en el corazón de la capital francesa que sigue estando, un año más tarde, muy frágil.
La ceremonia mínima, celebrada a puerta cerrada, no fue una misa propiamente dicha sino "una oración, una meditación sobre la pasión del Señor" para pensar en estos tiempos de coronavirus, "en todas las victimas, en todos los que sufren y para los que luchan por erradicar esta epidemia", especificó uno de sus participantes, el rector de la catedral, Patrick Chauvet, en entrevista telefónica la víspera con periodistas del grupo de diarios europeo LENA, incluido EL PAÍS.
El rector de Notre Dame Patrick Chauvet
Chauvet ingresó a las 11.30 de la mañana en la catedral junto con el arzobispo de París, Michel Aupetit, casco en la cabeza al igual que los otros cinco miembros de la comitiva, entre ellos un violinista y dos artistas que, enfundados en trajes protectores a causa de la contaminación por plomo que prevalece en el interior del templo, leyeron varios pasajes religiosos. La ceremonia de poco más de 45 minutos, estuvo dedicada a la veneración de la corona de espinas, una reliquia salvada la noche del incendio del 15 de abril por los bomberos, como recordó Aupetit...
El parón de las obras a causa del confinamiento decretado por el coronavirus el 17 de marzo ha retrasado más las todavía inacabadas tareas para "estabilizar" la estructura de la catedral, sobre todo la retirada del andamiaje que había sido colocado para restaurar la aguja -destruida por el incendio- antes de la catástrofe. A causa del fuego, los andamios quedaron parcialmente reducidos a un amasijo de tubos fundidos que, con sus 500 toneladas de peso, constituyen hasta hoy una de las mayores amenazas a la seguridad de la catedral...
El confinamiento también ha vuelto a retrasar la reapertura de la explanada frente a la fachada de Notre Dame, prevista inicialmente para el 15 de abril, cuando se cumple el primer año del incendio...

Silvia Ayuso. París, 10 abril 2020    

viernes, 10 de abril de 2020

Cuarentena con Georges Delerue


George Delerue y F. Truffaut
Georges Delerue  (1925-1992) era de una familia obrera y estuvo toda su vida enfermo de escoliosis, pero su amor por la música le llevó, de un modo tan modesto como imparable, a subir escalón a escalón hasta convertirse en uno de los nombres más importantes del cine francés, primero y del estadounidense, después.
Trabajó con Godard, Bertolucci, Georges Cukor, Oliver Stone y multitud de otros directores a los dos lados del Atlántico, ganando tres Cesar y un Oscar (además de cuatro nominaciones) A pesar de ello, su carrera americana no le dio muchas alegrías  y no se adaptó a la falta de libertad de los estudios. Compuso la música de 350 películas.
Pero sobre todo, Delerue estará eternemante asociado al cine de Truffaut, en el corazón de todos los que amamos el cine. Le Grand Choral de La noche americana quedará para siempre como el himno al cine por excelencia.

Fernando Trueba. El País, 1 de abril de 2020

jueves, 9 de abril de 2020

Publican por primera vez un ebook en español de La Peste de Camus

La peste, de Camus, es uno de esos libros inmortales que, por desgracia, hoy está más vigente que nunca. Ahora, Penguin Random House Grupo Editorial ha publicado por primera vez en castellano y para todo el mundo la edición digital de esta novela. Además, con este libro imprescindible se inicia la publicación de toda la obra del Nobel de Literatura por parte de la editorial. El acuerdo alcanzado con la agencia Wylie y Éditions Gallimard incluye derechos en español para todo el mundo, tanto digitales como en libro físico, y comprende todas sus novelas y ensayos, y varios textos inéditos que verán la luz a partir de enero de 2021 en los sellos Debate, Literatura Random House y Debolsillo, en su colección Contemporánea.
Un lector leyendo La peste de Camus. Foto Xavier Cervera
Ambientada en Orán a finales de los años cuarenta del siglo XX, La peste imagina la dura vida en esa ciudad durante un inesperado brote de peste bucónica. El arco narrativo avanza desde el contagio inicial y el confinamiento de la población hasta el final de la epidemia, y la hondura de sus planteamientos, así como la humanidad de los personajes, confiere a la historia la riqueza propia de la gran literatura. "Continuaban haciendo negocios, planeando viajes y teniendo opiniones. ¿Cómo hubieran podido pensar en la peste que suprime el porvenir, los desplazamientos y las discusiones?", escribe Camus.
A lo largo de las décadas, esta obra de Albert Camus se ha interpretado de varias maneras. Tras su primera publicación, el autor confirmó lo que muchos habían visto con claridad por sí solos: la novela era una alegoría de la ocupación nazi en Francia. Pero a ese paralelismo se sumó con posterioridad la capa profética del relato. Como se dice al final, "el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás", sino que "puede permanecer durante decenios dormido" hasta el día en que despierte a sus ratas" y las mande a morir en una ciudad dichosa". La  peste, pues, advierte sobre los peligros invisibles que acechan a toda sociedad.
 Sin embargo, estamos también ante un relato profundamente humanista, que pone de relieve el heroísmo de personas ordinarias cuando se enfrentan a situaciones extraordinarias. La novela aboga por la prudencia, la comunicación y la solidaridad, y personajes como el doctor Rieux y el periodista  Rambert enseñan que las desdichas pueden sobrellevarse con determinado valor. En este espíritu vitalista reside, sin duda, su permanente vigencia. 

ABC, 3 de abril de 2020

miércoles, 8 de abril de 2020

Francia confiscó un millón de mascarillas destinadas a España

En la guerra de las mascarillas, vale todo.
En la guerra de las mascarillas, vale todo. No hay amigos. El 5 de marzo, las autoridades francesas requisaron un pedido de cuatro millones de mascarillas de una empresa sueca que circulaba por Francia. Tras 15 días de tensiones y presiones diplomáticas del gobierno nórdico, París dejó que la mitad del envío llegara a sus destinos finales, España e Italia.
La noticia ha sido revelada por L'Express. El producto, crítico en la lucha contra el coronavirus, pertenecía a la empresa sueca Mölnlycke, un gigante especializado en productos desechables, que pertenece al poderoso grupo familiar Wallemberg, florón del capitalismo nórdico.
La multinacional distribuye desde una plataforma logística de Lyon. Y allí estaba el envío llegado de China al puerto de Marsella. Dos días antes, el presidente de la República, Emmanuel Macron, había firmado un decreto que permite al Gobierno requisar todo producto necesario en la lucha contra la epidemia.
Dicho y hecho. El Secretariado General de la Defensa y la Seguridad Nacional (SGDSN), órgano asesor del primer ministro, considera que la gestión de los stocks de mascarillas son asunto que concierne a la seguridad nacional, ergo suyo. El presidente, al fin y al cabo, había declarado la guerra al virus en una alocución solemne desde el Elíseo.
"Nuestros interlocutores lloraban por teléfono. Tenían necesidad de las mascarillas. Era terrible", explica al semanario una fuente anónima de la mutinacional.  
Alertado el Gobierno de Suecia y sus servicios diplomáticos, la SGDSN cedió tras dos semanas de tira y afloja. Pero lo que L'Express pone en boca de un cuadro del organismo gubernamental es muy feo:"De hecho, tenemos instrucciones de no requisar toda la producción con el fin de dejar un poco a los amigos", eso es, los países europeos.
Así que Francia dejó, finalmente, llegar a sus destinos finales, España e Italia, dos millones de mascarillas. Se quedó con el resto, destinado a Francia y a la reexportación.
A raíz del incidente, la empresa sueca evita que sus mercancías circulen por Francia. Las recibirá en puerto belga para distribuir desde plataformas logísticas de este país y de la propia Suecia. 

Inaki Gil.París. El Mundo, jueves 2 de abril de 2020.

martes, 7 de abril de 2020

Roban un Van Gogh de un museo holandés cerrado por el corona virus

"Jardín y primavera"  de Van Gogh 
Un cuadro del pintor Vincent Van Gogh ha sido robado del Singer Museum de Países Bajos, cerrado al igual que otros centros culturales del país por las medidas restrictivas adoptadas en estas últimas semanas para combatir la pandemia del coronavirus.
El museo, situado en la localidad de Laren fue asaltado de madrugada, en torno a kas 3h15, según un comunicado de la Policía. Las fuerzas de seguridad acudieron al edificio tras la activación de la alarma y constataron la rotura de una puerta cristal. 
Los ladrones se llevaron una obra de 1884, que no formaba parte de la colección de la pinacoteca sino que se trataba de un préstamo del museo Groninger, según la cadena pública NOS.
La Policía ha abierto una investigación y ha solicitado la colaboración ciudadana para recabar imágenes y testimonios que permitan localizar a los responsables. Como dato curioso, hoy hubiera sido el cumpleaños del pintor pues nació  el 30 de marzo de 1853.

ABC, 30-3-2020 

lunes, 6 de abril de 2020

Eso pasó (Aute y el cine)

Y los sueños cine son...
El penúltimo verso de una de las más conocidas canciones de Aute dice eso, solamente eso: "Eso pasó. El verso está ahí como de paso. Acaba de contar que recuerda haber leído y memorizado Cahiers de Cinéma, el de antes de la dimisión en bloque de la redacción; que todavía mantiene intactas sus sesiones dobles de cine en la sala Mac Mahon de París, posiblemente en algún rincón por fuerza tumultuoso de los sesenta, y que vio correr a Antoine Duhamel en Los 400 golpes playa a través. Aunque esto lo dice al principio. Todo eso lo recuerda para darse ánimos porque de alguna manera se sabe ya derrotado. Y para que quedé claro que no fue solo un sueño se dice a sí mismo y a quien quiera oírlo algo tan sencillo y contundente como eso: "Eso pasó".
La canción que por el estribillo mil veces coreado hasta en los Goya parece una reivindicación entusiasta del cine, en realidad es un canto triste a la dureza opaca de la realidad. No exactamente un canto melancólico, ni siquiera nostálgico, es solo triste. Recuerda Aute, como se acordaran,  que la censura le cambio el final a Los 400 golpes  de Truffaut y donde el director dejó una interrogación con aspecto de precipicio junto al final, el recto obrar del censor dibujó con una voz en off un futuro comme il faut de burgués al protagonista Doinel que, en verdad, era el huérfano Truffaut. Aquel mar parecía más un paredón, nos dice la canción, y el gris plomo del fotógrafo  Henri Decäe, también citado en la letra, no anunciaba nada bueno. Pero llegó el día "tan temido más allá del mar" y, sorpresa, el que tenía razón era, en efecto, el color gris, pero el del censor, el de la realidad. Y, claro no queda otra que solicitar las debidas disculpas. "Pido perdón por confundir el cine con la realidad". Eso, en efecto, pasó...

Luis Martínez. El Mundo, sábado 4 de abril de 2020

domingo, 5 de abril de 2020

Voces de mujeres de ayer y de hoy

Resulta difícil escapar, incluso en condiciones propicias, a la realidad de este confinamiento que transcurre con el telón de fondo de muertes encadenadas que nos son servidas a lo largo del día. Tiempo para el jardín, tiempo para pensar, leer y rememorar.
Les hablé de un jardín la semana pasada empujada por la reseña de un libro. Hoy es un libro el que me lleva a ese avispero en el que se ha convertido la causa de las mujeres. Los libros viven su vida, en una aparente quietud, en las estanterías. No nos engañemos, rebosan vitalidad, no solo por lo que dicen. Interactúan con nosotros, sin cesar. Les gusta jugar: desaparecen cuando los buscamos, se asoman por sorpresa los olvidados. Acuden en nuestra ayuda en la oscuridad  del insomnio, haciéndonos señales de luz, "diamants qui brillent dans la nuit". Reclaman con justicia y razón su sitio en los debates sociales.Hace dos días trataba de encontrar en el estudio un encargo de libros de mi hijo.  De pronto la ví, La vida arrebatada de Lidia Falcón, con boina y sonriendo en la portada. Me quedé mirándola un momento, el suficiente para recordar como me había impactado su lectura en 2003, al tiempo que leía en su media sonrisa: "vamos, di algo", "te toca".
Fundadora del Partido Feminista, legalmente reconocido en 1979 sigue siendo su presidenta a los 85 años. Licenciada en Derecho, en Arte Dramático y Periodismo, doctora en Filosofía. Ha publicado 35 libros. La vida arrebatada (Anagrama, 2003) es una obra capital para conocer nuestra historia inmediata. Tiene además un doble valor: es también el testimonio de una vida marcada por su condición femenina, las dificultades económicas y los prejuicios sexistas. Una lucha sin descanso. En ese libro se han reconocido las mujeres de su generación y  las que teníamos entre 20 y 30 años en la Transición. Sin embargo, hoy casi no se oye su voz entre el ruido y la furia de las jóvenes airadas que han tomado las riendas del feminismo, desde una posición de punto cero como si nada hubiera sucedido antes de que ellas llegaran para salvarnos.

sábado, 4 de abril de 2020

Abril en París, cerezos en flor

Ya estamos en abril. Abril en París, cerezos en flor es el primer verso de un famoso standar de jazz, April in Paris. El tema original se añadió a última hora a un fracasado musical de Broadway de 1932. Lo compuso un ruso emigrado, Vernon Duke, autor de Autum in New York, y escribió su letra E.Y.Harburg, consagrado por El mago de Oz y su Over The Rainbow.
Count Basie lo resucitó en los 50 con tal éxito que dio pie a versiones de todos los grandes del jazz, de Bill Evans a Winton Marsalis, pasando por Charlie Parker, Sinatra, Thelonius Monk, Sara Vaughan, Glen Miller o Doris Day, protagonista del acaramelado film homónimo. La versión más célebre es la Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.
En este abril de 2020, los cerezos han florecido en París pero no hay "mesas festivas bajo los árboles", como dice la canción. Ni en ningún otro sitio. A las ocho de la tarde, tras ráfagas de aplausos, los vecinos se saludan de ventana a ventana, un gesto inusitado hace 15 días. Poco después un toque de queda, París se vacía del todo. Y se sumerge en un silencio monástico, de pueblo pequeño, de ciudad fantasma. Un silencio que nos hubiera parecido relajante antes del confinamiento cuando el runrún del tráfico, salpicado de golpes impacientes de klason y de estridentes sirenas de los vehículos de emergencias, nos irritaba. Sólo queda el estruendo del camión de la basura, la vida sigue.
Cuando no habían cerrado los muelles del Sena, se oía el agua chocar contra los petriles de los puentes. Se oyen las campanas de las iglesias y el carillón del ayuntamiento. Y a los pájaros alborotar al amanecer.
Hoy, como cada primer miércoles de mes, a las 12 en punto, las sirenas de alerta sonarán durante 141". Antes nadie reparaba en ellas, con los críos saliendo ruidosos del colegio. Hay 4.500 en toda Francia, una red creada en 1954 para advertir a la población de un bombardeo y desde 1973 de riesgos nucleares, bacteriológicos o químicos. En caso de peligro inminente, deben emitir tres secuencias de 141". Qué metáfora tan fácil. Su ulular durante 66 años ha sido inútil. Cuando el Covid-19 llegó en silencio, las sirenas no sonaron y ningún gobernante vio venir la epidemia hasta que se le amontonaron los muertos.
Disfrutemos del silencio. De estar en familia. "Nunca conocí el encanto de la primavera/hasta abril en París"... cuando estuve confinado en casa mientras florecen los castaños.

Iñaki Gil. El Mundo, miércoles 1 de abril de 2020

viernes, 3 de abril de 2020

Cuarentena con Georges Brassens

Georges Brassens ha sido una de las más grandes influencias que he tenido en mi vida. Desde que lo descubrí el verano de mis 13 años, nunca me he separado de él. Lo considero más que un cantante, más que un poeta. Brassens en sus ciento y pico canciones transmite un modo de entender la vida.
A veces cuando me preguntaban por mis influencias al hacer Belle Époque, el primero que yo nombraba es Brassens, pues creo que su espíritu libertario, su humor, su humanidad, su
Georges  Brassens
especial estilo de mezclar lo culto y lo popular, su "inexpresividad" entre Buster Keaton y Diderot, jugándoselo todo en la palabra y la melo
día, sin teatro, me han marcado.
Además, ha escrito algunos de los versos más hermosos que conozco, como cuando en su parodia-homenaje a El cementerio marino, de Paul Valéry, titulada Súplica para ser enterrado en la playa de Sète (su pueblo natal), pide perdón a Jesús si la sombra de su cruz se acuesta sobre el cuerpo de un bañista por un pedazo de felicidad "póstuma".

Fernando Trueba. El País, 29 de Marzo de 2020

jueves, 2 de abril de 2020

El viento en las alas de Astérix

Axtérix, el minúsculo galo cuya estatura era inversamente proporcional a su astucia y generosidad, se mueve en la viñeta a tal velocidad que parece impulsado por las alas de su inseparable casco. En realidad, el viento que lo propulsaba nacía de la mano de Albert Uderzo, el dibujante de cuyo lápiz nació y continuó dando vida a lo largo de una de las series de mayor éxito de la historia del cómic. Uderzo, junto al guionista René Goscinny, creó a una pareja inolvidable. Astérix y Obélix, además de una amplia galería de personajes inolvidables, a los que mantuvo activos durante 24 álbumes y otros ocho en solitario, cuando además del dibujo asumió el guión tras la muerte de Goscinny en 1977. También siguió muy de cerca la continuidad de sus criaturas en manos de Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, hasta que la edad y los achaques lo apartaron definitivamente del mundo de la historieta. Ayer falleció a los 92 años, a causa de un ataque al corazón.
Nacido en el seno de una familia de emigrantes italianos -los romanos de sus libros eran, en teoría sus antepasados-, Uderzo canalizó su talento natural para el dibujo a través de su complicidad con Goscinny, primero con diversos personajes, pero a partir de 1959 como responsables de la revista Pilote, en cuyo primer número también se estrenó Astérix: sus aventuras por entregas fueron un éxito inmediato. En 1961 se publicaron como álbum, inaugurando una serie de ventas millonarias que fue difundida en más de un centenar de idiomas, en gallego, uno de sus primeros traductores fue Eduardo Blanco Amor...
Uderzo fue también un ejemplo para coétaneos y nuevas generaciones. Ayer Miguelanxo Prado recordaba que Ásterix y Tintín fueron lecturas infantiles, cuando jamás habría pensado que se acabaría dedicando al cómic...

Xesús Fraga. La voz de Galicia, miércoles 25 de marzo de 2020 

miércoles, 1 de abril de 2020

Una gallega en La Nueve


María Vázquez Blanco  en Rouen
María Vázquez Blanco participó en la liberación de Rouen en 1944 junto a la Resistencia y el ejército francés contra los nazis. Nacida junto a El Ferrol e hija de un capitán de la Marina republicana, tras la batalla del Ebro partió de Madrid a Valencia junto a su madre y a sus hermanos Alicio y Julia. En febrero de 1939 cruzaron la frontera española por Le Perthus. Ellas fueron enviadas a Grugny, en la Normandía. Alicio se alistó en la Legión extranjera de Pétain, fue enviado a África y allí desertó para enrolarse en la 2ª División Blindada del general Leclerc. Acabó en la célebre compañía La Nueve, integrada por 160 soldados, casi todos (160) españoles, que el 24 de agosto de 1944, al mando del héroe militar francés, fueron  los primeros en entrar en París. María, que tenía estudios de enfermería, encontró trabajo en un hospital de Rouen, ayudó a conquistar la ciudad, fue fotografiada por el ejército canadiense tras izar la bandera española republicana en el Ayuntamiento, se enamoró de un soldado de las tropas aliadas, se vistió de hombre para poder entrar en EEUU, se casó, tuvo una hija, mandó cartas desde California y Florida y no se supo más.


"María es un prototipo, un caso especial. No se exactamente pero no menos de 2000 o 3000 mujeres españolas lucharon en la Resistencia francesa. Los maquis españoles necesitaban en-laces, pasar armas, mensajes, eran puntos de encuentro. Las mujeres de la bicicleta. Si las encontraban los nazis las mataban, las torturaban o las mandaban a campos de concentración", dice por teléfono a La Esfera desde París, donde vive Evelyn Mesquida, la periodista española que acaba de publicar Y ahora volved a vuestras casas (Ediciones B). Mesquida calcula que en el Ejército francés participaron unos 10.000 españoles y entre 30.000 y 40.000 en la Resistencia.

Afincada en Francia desde 1977 como corresponsal del Grupo Z, Evelin Mesquida propuso en las vísperas del 60º del final de la Guerra Civil española una serie de reportajes sobre cómo habían vivido el exilio algunos de los más de medio millón de personas que salieron en 1939. Alguien le enseñó una foto de miembros de La Nueve en Inglaterra, españoles que habían venido de África (donde lucharon contra Rommel) antes de pasar a Francia. Escuchó la historia y supo después que 16 de esos 160 soldados acabaron en el asalto definitivo al Nido de Águilas, el faraónico refugio personal de Hitler en los Alpes bávaros. Allí supieron el 8 de mayo de 1945 que todo había terminado. Y así prendió la llama de la curiosidad en el ánimo de Mesquida hacia una historia reciente poco conocida pero que ella mantiene viva...

Manuel LLorente. La Esfera de papel. El Mundo, martes 10 de marzo de 2020.