martes, 28 de febrero de 2017

Don Quijote desde la mirada francesa

Hervé di Rosa
El Instituto Francés reúne 20 obras de artistas contemporáneos sobre el personaje cervantino. Desde mucho antes de Cézanne, de Picasso y Dalí en sus aventuras parisinas, el arte francés ha sentido una fascinación cierta por el personaje de Don Quijote de la Mancha. Del mismo modo que los ingleses fueron los primeros en captar la obra de Cervantes y le dedicaron una edición magnífica en fecha tan temprana como 1738, la moda española entre nuestros vecinos del norte se remonta a Mathieu Le Nain, aún en el siglo XVII, y recorre las centurias de la mano y los pinceles de Charles-Antoine Coypel, Honoré Daumier y Gustave Doré. Una exposición que organiza el Instituto Francés de España demuestra que la tradición sigue viva el otro lado de los Pirineos. Abierta al público hasta el próximo 31 de marzo en La Galerie del 10 de la institución, Don Quijote, miradas francesas contemporáneas reúne 20 cuadros, de gran formato en su mayoría, firmados por artistas muy reconocidos entre los que merecen destacarse Robert Combas, Hervé di Rosa, Topolino o el gerundense Quim Corominas. Como el personaje en que se inspira, la muestra está marcada por una obsesión. Si la de Don Quijote eran los libros de caballerías, la del coleccionista y mecenas Gilbert Ganivenq es precisamente el personaje de Cervantes. Fue casual que el director general del Institut Français, Nicolas Kassianides, lo conociera en Sète, vivero de artistas plásticos y patria de Paul Valéry, y supiera por él que había adquirido unos años antes varios cuadros basados en el personaje cervantino. Como explica a El Mundo el propio Kassianides, Josy y Gilbert Ganivenq accedieron a prestar las obras para que se expusieran en Madrid de la misma manera que antes habían podido contemplarse en Sète, con la que mantienen lazos la mayoría de los pintores aquí reunidos, y más tarde ne Nimes, Narbona, La Rochelle y Perpiñán. La comisaria de la muestra y directora del Museo Paul Valéry de Sète, Maïthé Vallès-Bled, señala en el catálogo que esta selección permite no solo ilustrar el tema elegido, sino también hacerse una idea completa sobre el arte actual en Francia, al concurrir miembros de los Support-Surfaces como Claude Viallat y Vincent Bioulès y otros del grupo de Montpellier-Sète y de la llamada Figuración Libre, además de destacados epígonos de esta última escuela como André Cervera y Topolino. La exposición, a la que da entrada un trabajo fotográfico de Jean-Loup Gautreau que enfrenta a Don Quijote con modernos molinos eólicos, supone "un reconocimiento de deuda" de Francia con respecto a España o, por mejor decir, de la que tiene el arte francés con Cervantes y su criatura, indica Kassianides, quien ve en ésta "una invitación a la modestia y al respeto", una prohibición de juzgar al otro....
P. Unamuno. Madrid. El Mundo, martes 28 de febrero de 2017

lunes, 27 de febrero de 2017

Calabacín o el virus de la soledad

La industria ya ha tomado conciencia de que el cine animado es un filón que va más allá del entretenimiento. Lo demuestra La vida de Calabacín, un film de Claude Barras basado en la novela de Gilles París que competirá en los Oscar  y que está a punto de ser estrenado en España. Alcoholismo, maltrato infantil, abandono y muerte. La vida de Calabacín arranca como un perfecto drama social, con todos los elementos para un cóctel indigesto de buenismo, melodrama y explotación emocional: un niño sin padre, una madre alcohólica, y un desgraciado accidente que acaba con la madre muerta en la primera secuencia, y el hijo huérfano, ingresado en un hospicio de provincias. La vida de Calabacín, sin embargo juega con esos materiales como punto de partida para elaborar una parábola sobre la amistad, la esperanza, la posibilidad de maduración en colectivo, y los afectos verdaderos en tiempos del me gusta pasajero y la emoción superficial. Y lo hace al tiempo que construye un retrato indirecto y en escorzo de las zonas más oscuras de la Europa de las tensiones raciales, las injusticias sociales, las desigualdades y el drama económico. Un contra-plano animado que, en tiempos de indiferencia, subraya la vigencia de lo comunitario y los lazos afectivos como sostén frente a la inclemencia e indiferencia política. Adaptando la novela del francés Gilles París, Autobiographie d'une courgette (publicada en España por Maeva), el realizador suizo Claude Barras toma el guión escrito por Céline Sciamma, directora y autora de los textos de Girlhood (2014) o Tomboy (2011) y se sirve de la animación stop-motion para crear un universo cercano al punto de vista infantil, en el que los dramas, los pequeños detalles, las experiencias del día a día se convierten en piezas que contribuyen a la formación de los personajes.... La vida de Calabacín dibuja una sociedad infectada por el virus de la soledad en la que es necesario construir refugios de solidaridad, afectos y apoyo mutuo como única manera para volar libres, por seguir la metáfora que propone la película.....
Gonzalo de Pedro. El Cultural 12- 2 - 2017

domingo, 26 de febrero de 2017

Jean Cocteau: poesía, mi amor

Cocteau por Picasso
Preso por este magma luminoso y vacío de la época, al cabo oscuro, cae en mis manos un libro de poemas. Frente a un enorme ventanal, sobre el que se proyecta la melancolía de un invierno nuboso, me acomodo en el viejo sofá para perderme por sus palabras y sentir que encuentro respuestas para lo que ni sé si son preguntas. El libro es suculento. De color morado o rosa, no sé, la letra tiene una limpieza en el color zen de las páginas que agrada a la vista. Es una antología de poemas de Jean Cocteau que me sorprende no porque no supiera que el francés fuera poeta, sino porque la luminosidad de sus oficios, cineasta, novelista, dramaturgo, coreógrafo, libretista, ensayista... es tan deslumbrante que ahogaba la poesía. Pero Cocteau se sentía sobre todo poeta. El más desconocido y más célebre de su época, como escribió en su Journal d'un inconnu. Pero el siglo pasado comenzaba hambriento de neones y focos. Bajo ellos Cocteau era un dios. Por ellos sufrió el rencor o envidia de Breton, Éluard, Gide, Céline, Sartre... aunque también múltiples amores que llenarían estas páginas y entre los que hay que destacar a Picasso, brutal amigo para un poeta que tenía primacía dentro de su sangre creativa. El gran escritor sintió que el agua profunda de sus versos era enterrada por el esplendor de los escenarios....Leyéndolo tomo una luz que viaja más allá de las orillas de la muerte. En otro poemario, Leone, para mí el mejor, escribe que "un muerto sueña a los muertos que sueñan a los muertos". Noche enmascarada y luces de poemas. Las farolas comienzan a vivir. Respiran su oxígeno amarillo. La poesía de Cocteau va creciendo en complejidad y belleza. Bajo el flexo salta un verso de la antología (La mentira que siempre dice la verdad. Selección, traducción y prólogo de Jordi Corominas i Julián) que dice: "... poesía, mi amor". El verso se me mete en la cabeza como un gusano que busca neuronas con alma. Percibo que al fin puedo definir lo indefinible, que esas palabras armonizan más con mi confusión que tantos tratados que me dejan más confuso todavía. "Poesía, mi amor". Lo repito muchas veces. El casi coloquialismo se vuelve tan sublime como la última luz del cielo rojo de La Mancha o la primera de las farolas en la penumbra. Escribo en una página blanca. "Poesía, mi amor, abrázame en la bella soledad de este tiempo vacío y luminoso, ayúdame a encontrar dentro de mí el único corazón que me ama y que quizá todavía no he perdido".
Manuel Juliá. El Mundo, 12 de febrero de 2017

sábado, 25 de febrero de 2017

De Hossegor a San Juan de Luz

El lago saladode Hossegor
Antes de entrar en el País Vasco francés se puede disfrutar de una de esas playas que ya no quedan, protegidas por bosques de pinos y dunas, todavía en estado salvaje. Playas perfectas para un veraneo diferente, con días de surf y paseos relajados entre las villas modernistas. Soorts-Hossegor es fruto de la unión de la aldea medieval de Soorts ( de la que hoy solo queda el recuerdo) con la estación balnearia de Hossegor de principios del siglo XX. Aquí siguen fieles a su eslogan fundacional de la década de 1930:"Hossegor, la estación balnearia de los deportes elegantes", con su excepcional conjunto de villas modernistas ajardinadas y algunos de los mejores lugares para practicar el surf de la costa atlántica. Entre las pistas imprescindibles está el detenerse en alguno de los bares o restaurantes de la Plage Centrale, una plaza rodeada por típicas casonas rurales mezcladas con art déco. Aquí es donde pasa todo: conciertos, compras y noches surfistas. Dos curiosidades más; el lago salado Hossegor, el más grande de la  costa de las Landas, que rodea un sendero de unos 7,5 kilómetros salpicado de villas de verano y el Gouf de Capbretón, una misteriosa fosa marítima. Esta rareza geológica es, en realidad, un remanso en el que se encuentran especies abisales muy raras en las costas francesas. De toda la costa vasco francesa, Biarritz es la ciudad más conocida. Al nombrar esta ciudad todos pensamos en sitio muy chic y tranquilo, en grandes mansiones y en tiendas de diseño. Sigue siendo "la reina de las playas y la playa de los reyes", un imán para celebrities de todo el mundo y sobre todo una meca para los amantes del surf .... Todavía en territorio francés, San Juan de Luz fue tres siglos atrás uno de los puertos pesqueros más relevantes de la región, hasta que se convirtió el centro de operaciones de los corsarios. Hoy es uno de los puertos con más encanto del Labort francés y uno de los destinos más conocidos del mundillo del surf internacional ya que muy cerca se produce un fenómeno rarísimo: la ola gigante Belharra clasificada entre las más altas y peligrosas del mundo, que se ha formado menos de 20 veces en 10 años. En la ensenada de San Juan de Luz, no obstante, los surfistas cuentan con un pequeño paraíso: Sainte Barbe, Erromandie, Lafiténica, La Bougie... Si evitamos la temporada alta podremos disfrutar a gusto del casco histórico de San Juan de Luz: tranquilo, de calles peatonales y casas señoriales del siglo XVII que pertenecieron a ricos armadores, así como la animada plaza de Heni XIV. En el puerto encontraremos la postal perfecta, con barquitos de colores amarrados en los muelles, casas blancas y rojas apiñadas en torno a la iglesia de Saint-Jean Baptiste, dos curiosos semáforos de estilo neovasco y el monte de la Rhune como telón de fondo....
Lonely Planet, 23-02-2017

viernes, 24 de febrero de 2017

Daniel Roth,órgano

Daniel Roth
El 25 de febrero, a las 12,30h, en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid, tendrá lugar un concierto de órgano de Daniel Roth. Es el sexto concierto de los 10 que forman el ciclo Bach Vermut en la temporada 2016-2017, programados en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música. En el programa figuran: Preludio y fuga en Si menor, BWV 544 de Juan Sebastián Bach, Del livre d'orgue pour le Magnificat de Daniel Roth y Sinfonía para órgano nº 6 en sol menor de Charles Marie Widor. A propósito de su invitación a participar en el ciclo, el grandísimo concertista francés Daniel Roth se le pidió expresamente si podía tocar la Sexta Sinfonía de Widor. En el mundo organístico es difícil encontrar a alguien que haya llevado a cotas de tal perfección la interpretación de esta obra escogida. Nombrado recientemente Artista Internacional  del Año por la American Guild of Organists norteamericana, es también un reconocido compositor e improvisador, además de ser el organista de la iglesia de Saint-Sulpice de París, la famosa iglesia donde fueron organistas Charles -Marie Widor, Marcel Dupré y Jean-Jacques Grunenwald. Agenda cultural del Ministerio de Cultura.
Daniel Roth , titular del gran órgano de Saint-Sulpice desde 1985, contribuye a hacer vivir este instrumento excepcional. Acompaña la oración con cuidado de no unir demasiado las notas para dejar audible el encadenamiento que improvisa. La música tiene que reconfortar. Todos los domingos, a las 12, después de misa, ofrece una audición del  gran órgano durante media hora. Con la Asociación para le Rayonnement du grand Orgue de Saint-Sulpice (Aross), organiza un concierto, todos los martes, de marzo a noviembre. www.francemusique.fr

jueves, 23 de febrero de 2017

Las últimas noches de París

Philipe Soupault
Breton, pope del surrealismo, publica en 1928 su novela autobiográfica Nadja, celebrado ejercicio de vanguardismo que serpentea por entre el recuerdo, la locura y las calles de París, entre imágenes que contribuyen a un hibridismo y a un desorden desquiciado que son capaces de fascinar al lector o de disuadirlo para siempre. Ese mismo año su compañero Philippe Soupault, con el que en 1920 había publicado ese libro mítico  Los campos magnéticos, saca a la luz la novela que nos ocupa, una de sus obras fundamentales y epítome de la verdadera poética del surrealismo, más allá de sus provocativos tributos al inconsciente y a la excentricidad. El azar avant toute chose, la espera y "la monotonía de lo extraño", la intriga (metafísica y policíaca a un tiempo) y la vida teatralizada, las imágenes orgánicas prestadas por la poesía (peces en un acuario en el flagrante delito de existir"), la noche urbana y el claro de luna que Buñuel mató en Un perro andaluz porque los manifiestos vanguardistas prescribían su muerte. Paris la nuit y sus bulevares del vicio. El espíritu del spleen de un Baudelaire al que Soupault estudió. La concupiscencia del burdel y del pipermint. Todo bajo la dirección de un narrador en primera persona que ejerce de flâneur  y de detective de la vida misma, que fluye ante los ojos del lector con un aire vagamente cinematográfico y ciertamente tan sórdido como perturbador... En la obra de Soupault los personajes deambulan bajo la tiniebla de una noche que, como ha querido el talento del diseñador del libro, convierte le mapa de París  en un atlas abreviado del firmamento. Una obra espléndida testimonio de un tiempo en que todo parecía querer ser cuestionado para ser enseguida reinventado.
Javier Aparicio Maydeu. El País, Babelia, sábado 11-02-2017 

miércoles, 22 de febrero de 2017

El desfile afrancesado de Jorge Vázquez

Solo faltaron los campos de lavanda. Las reminiscencias de la campiña francesa tanto en las prendas que vistieron las modelos como en el montaje de la pasarela fueron constantes en el desfile del diseñador de Betanzos Jorge Vázquez, el único creador gallego junto a Roberto Verino que se ha podido ver estos días en la Mercedes Benz Fashion Week. Así, con una recreación circense un tanto decadente y un tiovivo como protagonista de la pasarela, las maniquíes se sucedieron con prendas de tejidos, colores y estructuras a cada cual más singular, en una presentación que, desde luego, no dejó lugar a la indiferencia.  Con la colección de otoño-invierno 2017-2018, Vázquez apuesta por las líneas sobrias y clásicas para el día, marcadas por los colores que más representan el savoir faire francés: el azul marino y el blanco. Y un toque más llegado del país vecino: los cuadros vichy. Rompiendo este binomio cromático y haciendo un guiño al mundo de ilusión al que quiso trasladar el diseñador al público, muchas de las modelos lucieron zapatos rojos con un tacón más que considerable y calcetines de rayas marineras. Pero ni rastro de baldosas amarillas. Y llego el turno de los vestidos largos y vaporosos, de esas noches de septiembre en las que incluso en la Costa Azul hay que decir adiós al verano. Los tonos borgoña, rosado, marfil y gris perla en los looks más sofisticados, dieron paso a diseños más estructurados en los que predominaron las cretonas con flores y los brocados...
Laura G. del Valle. La voz de Galicia, martes 21 de febrero de 2017

martes, 21 de febrero de 2017

Emmanuel Guigon

Museo Picasso de Barcelona
El franco suizo Emmanuel Guigon (Besançon, 1959), director del Museo Picasso de Barcelona quiere dar una sacudida a este centro. En la presentación de la nueva temporada, que incluye exposiciones como la organizada junto a la National Portrait de Londres, en la que se podrán ver 80 retratos de los amigos, colegas, esposas y amantes del pintor, anunció que cambiará radicalmente la exposición  permanente del museo que recibe casi un millón de personas al año. Incorporará nuevos espacios con la intención de abrirlo a nuevos públicos e incrementar las cifras de visitantes. "Si vas dos veces y ves lo mismo, es aburrido y no vuelves. El recorrido ha de ser más didáctico e incorporar obras de sus amigos de Els Quatre Gats, libros documentos y películas", explica Guigon en su primera entrevista como director, en la que se muestra reacio a incorporar nuevas tecnologías durante la visita: "Hay que mirar las obras, no los aparatos. Este doctor en Historia del Arte Contemporáneo, especializado en vanguardias históricas y arte de postguerra, explica sus planes para el segundo museo picassiano."Pese a que el de Barcelona es el único que se abrió con Picasso vivo y tiene una gran personalidad. Cuenta con una colección única centrada en su etapa de formación. Además de recibir el doble de visitas que el de París", asegura. Picasso nació en Andalucía, viajó por Galicia y Cataluña y se instaló en Francia por lo que "por supuesto" es "un buen antídoto para los nacionalismos". Hablaba y escribía en varios idiomas", asegura, mientras comenta que acaba de ver, y "quizá compre", una carta muy divertida en la que firma Paul Picasso dirigida a su amigo Utrillo".... "Picasso es un artista universal y revolucionario, un genio reconocido desde el comienzo que atraviesa un siglo y que tiene, hasta hoy, más notoriedad que hace veinte años, porque las obras de su período final no han sido aceptadas hasta los noventa", asegura. "Hay artistas que han inventado un mundo, pero Picasso muchos. Es el más conocido del siglo XX, a pesar de que lo es por pocas cosas", dice en referencia al Guernica....
J. Ángel Montañés, Barcelona. El País, sábado 11 de febrero de 2017.

lunes, 20 de febrero de 2017

Ballerina

Acostumbrados a ver esforzadas, turbias, dolorosas o directamente truculentas historias de bailarinas de ballet, como Candilejas, Paso decisivo, El último bailarín de Mao, La bailarina, Cisne negro, o Flèsh and Bone, para el adulto viciado puede resultar un alivio agradable y naíf ver la simpática vacuidad de Ballerina. Y para el infante que empieza en el maleado universo de las historias contadas, la cosa no deja de ser el cuento de la Cenicienta, animado con solvencia en las calles de un  París de 1879, a donde llegan dos niños huérfanos e incluseros cargando con sus sueños: una quiere bailar en la Ópera y el otro inventar una máquina para volar. La niñita encontrará quien la entrene, una triste y amargada fregona con bastón que antaño fue estrella del ballet y que, cual sargento chusquero de buen corazón, pondrá a su pupila a surfear sobre un inestable tonel y a volar para tocar la campanita colocada sobre la rama de un árbol. Con tales mimbres, algo nos acordaremos de Rocky. Y poco de Degas. Los rostros de los niños protagonistas demuestran en su expresividad que la animación francesa camina firme -ahí tenemos El ilusionista, El principito, La vida de Calabacin o la coproducción La tortuga roja- y los paisajes urbanos y las luces de la ciudad están plásticamente bien conseguidos. Pero, eso sí, anacronismos los hay por un tubo, desde esos shorts vaqueros que viste la grácil protagonista -solo cien años antes de que se crearan- hasta un tuneado Lago de los cisnes cargado de pachanguilla hortera. Pasando por unas adelantadas -entre una y dos décadas- construcciones chungas de la Torre Eiffel y de la Estatua de la Libertad. Precisamente, la secuencia final, sobre la cabeza y los rayos de la corona de Miss Liberty - la pobre, recién construida, pero con un bronce ya tan verde como si hubieran pasado décadas por ella-, viene a ser una declaración muy simbólica del inevitable "lucha por tus sueños". Nosotros, puestos a quedarnos, preferimos ese plano de las botas sucias del chaval que casi pisan las zapatillas de baile de la niña.
Eduardo Galán Blanco. La voz de Galicia, sábado 18 de febrero de 2017

domingo, 19 de febrero de 2017

La cantante calva no se cansa

"Anda, son las nueve. Hemos comido sopa, pescado, patatas con tocino, ensalada inglesa. Los niños han bebido agua inglesa. Hemos cenado bien, esta noche. Es porque vivimos en los suburbios de Londres y nos apellidamos Smith". No estaría de más acudir a Freud para tratar de explicar por qué una obra como La cantante calva, de Ionesco, cuyo texto arranca con esta absurda declaración de intenciones, ostenta el récord mundial de permanencia en cartel en un mismo teatro (La ratonera, de Agatha Christie, lleva tres años más representándose pero ha pasado por cuatro teatros londinenses). El jueves, en el minúsculo Théâtre de la Huchette, en pleno Barrio Latino de París, responsables del local, actores y espectadores celebraron juntos 60 años de programación ininterrumpida y un millón y medio de espectadores. La obra del autor francés de origen rumano Eugène Ionesco (Slatina,1909-París,1994) ha sido representada cada noche -excepto los domingos- desde el 16 de febrero de 1957 sobre el pequeño, encantador y desvencijado escenario de La Huchette. Es un teatro de bolsillo con capacidad para 90 espectadores bien apretados y está situado en una de las calles más bullangueras y turísticas de París. Varias tabernas griegas de gama baja, tres o cuatro bocadillerías turcas, dos viejos clubes de jazz y tiendas de souvenirs rodean el local. La versión y la puesta en escena es la misma que la de hace seis décadas, firmada por el actor y director teatral Nicolas Bataille, amigo íntimo de Ionesco. No se ha tocado ni un pelo. Los mismos biombos verdosos, el mismo vestuario raído, la misma lámpara de mesilla, los mismos 17 latidos de reloj de péndulo....Todo aquí carece de lógica, el sentido del tiempo se diluye, todo huele deliciosamente a naftalina y cada noche, invariablemente, se agotan las entradas. Hay franceses, claro, pero sobre todo turistas extranjeros, italianos, japoneses, estadounidenses, británicos, españoles. Hay parejas de abuelos que vuelven cada cierto tiempo, se cogen de la mano cuando retumban los tres toques antes de descorrerse el telón, ríen con cada diálogo. Ionesco empezó a escribir La cantante calva hacia 1943, en Rumanía, y la remató en París. Se le ocurrió mientras estudiaba inglés con el método Assimil. Su intención era clara: desmontar los mecanismos y rutinas del uso del lenguaje, reírse de su uso y abuso y, partiendo de ahí, masacrar los convencionalismos puestos en marcha cada día a lo largo y ancho del mundo. Tres ingredientes, la angustia, la risa y el sinsentido para contar el meollo de la cuestión: la soledad del ser humano, la insignificancia de su existencia, cimientos del teatro del absurdo.... 
Borja Hermoso. París. El País, sábado 18 de febrero de 2017

sábado, 18 de febrero de 2017

Yvoire, a orillas del lago Lemán

Los jardines de Yvoire
Yvoire, situada en la Alta Saboya de Francia, es sin duda la más pequeña, encantadora y pintoresca ciudad medieval a orillas del Lago Lemán o Lago de Ginebra. Está en tan buen estado y tiene una ubicación tan especial y bucólica que parece que lo han levantado hace poco. Aunque ha sido parcialmente restaurado, ha perdurado prácticamente inalterable al paso del tiempo. Por esto no es de extrañar que Yvoire está incluído en Los Pueblos más bellos de Francia. Yvoire está tal y como lo diseñó el Conde Amadeo V de Saboya. Quiso hacer de este pequeño señorío un lugar inexpugnable por su estratégico enclave dominando el lago. Siguen en pie y en perfecto estado su robusto castillo, la iglesia de San Patricio, el foso, las dos  puertas principales de la entrada, sus casas y sus calles empedradas. Es de agradecer como han integrado sin dañar el diseño ni la arquitectura las muchas tiendas, restaurantes, cafeterías y salas de exposiciones que nos encontramos por sus calles. En primavera y verano miles de flores  y plantas engalanan todas y cada una de las calles y casas. Es una tradición que llevan haciendo sus vecinos desde hace siglos y gracias a ellos, se mantiene en el tiempo. Han ganado varios concursos internacionales por el cuidado y esmero que ponen en ello. Cada año cambian de diseño y decoración con nuevas temáticas. Su Jardin des Cinq Sens/Jardín de los Cinco Sentidos  está inspirado en los jardines de la Edad Media. Ofrece una oportunidad de experimentar con la flora a través de la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el sonido. El jardín tiene todo tipo de plantas, abarcando también las utilizadas para meditación y las medicinales. En la parte central tiene un laberinto de setos y árboles divido en cinco secciones, cada uno dedicada a uno de los sentidos. La historia escrita de Yvoire se remonta a 1306 y a un momento en que los castillos del Lago de Ginebra desempeñaron un papel importante en la protección de las estratégicas rutas comerciales a través de los Alpes y a lo largo del lago. Sin embargo la desaparición de estas rutas hicieron que Yvoire entrara en decadencia desde el siglo XVI, convirtiéndose en un humilde pueblo de agricultores y pescadores. Ahí estará hasta el siglo XX, cuando gracias al turismo que atrae Yvoire, se vuelve a colocar en el mapa como destino turístico. Su robusto castillo domina el pueblo desde la orilla del lago.
Hanway. Blog de viajes y testimonios viajeros, 20 de octubre de 2015

viernes, 17 de febrero de 2017

Les ballets de Monte-Carlo

Les Ballets de Monte-Carlo 
Vuelven Les Ballets de Monte-Carlo con una de las piezas más atractivas de su repertorio: Romeo y Julieta, en versión coreográfica de su director Jean-Christophe Maillot. Tras sus actuaciones en los Teatros del Canal de Madrid del 10 al 12 de febrero, la compañía interpretará ese mismo ballet el día 15 en el Auditorio del Kursaal de San Sebastián. Maillot ha sabido, desde su llegada a Montecarlo en 1993, dar ala agrupación una identidad inconfundible. Haciéndose con un lúcido e internacional elenco de 50 bailarines y creando un repertorio en el que predominan sus coreografías, ha conseguido que el público se olvide de su compañía precursora en el Principado, Les Ballets Russes de Monte-Carlo, en la que se refugiaron parte de de los integrantes de los originales Ballets Russes tras la muerte de Sergei Diaghilev, su director y su alma mater. Tras varias décadas de cierta inestabilidad que llegó a hacerla desaparecer, y gracias al interés de Carolina de Mónaco, la compañía se refundo en 1985 bajo la dirección de Ghislaine Thesmar y Pierre Lacotte primero, y Jean-Yves Esquerre después, quienes incorporaron un repertorio diverso, de altísima calidad y cierto corte afrancesado, bastante tradicional. Tras la llegada de Maillot como asesor artístico, y apenas un año después como director, la compañía dió un giro hacia la creación actual incorporando piezas de los principales cor´grafos del momento, para poco a poco especializarse en los propios ballets del director. Si bien en sus primeros años perdió gran parte del conservador público de la Salle Garnier de la Ópera de Montecarlo, donde la compañía actuaba, Maillot recuperó la confianza de los espectadores rápidamente con unos montajes limpios y actuales y trasladó a la compañía al Grimaldi Forum, un espectacular recinto que acoge ahora sus producciones..... De todo el repertorio de casi cuarenta ballets que Maillot ha creado desde su llegada a Les Ballets de Monte-Carlo en 1993, Romeo y Julieta es quizás su pieza más lograda, la más redonda y adaptable a su elenco de bailarines.... En esta versión de la obra, el eterno enfrentamiento entre Capuletos y Montescos pasa inadvertido y la atención de la coreografía recae en el amor apasionado e incontenible de Romeo y Julieta. Aun así, ceden cierto protagonismo a las demás mujeres de la obra : Lady Capuleto, la nodriza y Rosalinda , también a la mirada arrepentida de Fray Lorenzo....
Elna Matamoros. El Cultural, 10-2-2017

jueves, 16 de febrero de 2017

Esperando a mister Bojangles

Oliver Bourdeeaut
Oliver Bourdeaut presenta Esperando a mister Bojangles, su primera y sorprendente novela, que ha triunfado en Francia. Relata su extraordinaria historia como si de un cuento de hadas se tratara: "Estaba en París, en una situación precaria. Salía mucho de fiesta. Iba sin rumbo. Llamé a mis padres: les dije que estaba muy deprimido y les pregunté si podía venir a España a buscar refugio. No viene para escribir. Por lo general, cuando digo que voy a hacer algo, al final no lo hago. Salí en pleno invierno , con cinco grados bajo cero, nevaba, todo era muy triste ne París. En el avión ni siquiera tenía una historia en mi mente. Aterricé y antes de llegar a Altea la Vella, nos paramos en un estanco en la carretera. Yo estaba escuchando un poco de jazz, el tiempo era maravilloso, el viento cálido, olía a azahar, a jazmín. Al día siguiente me levanté a las 5,30 para empezar una novela sin tener ningún argumento. Había escrito un libro muy largo , cínico, violento que nadie quiso, y solo sabía que quería escribir algo totalmente opuesto". Y Olivier Bourdeaut (Nantes, Francia, 1980) lo hizo. En siete semanas, este antiguo agente inmobiliaria, fumigador y fontanero escribió una fábula luminosa sobre una pareja embriagada de bailes, cócteles, manjares y libros, con un principio deslumbrante, lúdico, narrado a través de los atónitos ojos de un niño. "Necesitaba algo de luz una ración de optimismo", recuerda el novelista en una soleada mañana invernal. La terraza de su casa se abre sobre una pequeña playa donde las olas mueren mansamente en la orilla. Hoy, tras el gran éxito el pasado año en su país de su primera novela, Esperando a míster Bojangles (Salamandra), el escritor se ha establecido en las afueras de la ciudad alicantina de Altea, no muy lejos de la casa de sus padres jubilados, en la sierra de Bèrnia, de camino a la encastillada y pintoresca localidad de Guadalest. Estos escenarios naturales, que disfrutaba mientras escribía, son recreados de manera difusa en la novela. Los padres protagonistas compran un castillo en España para proseguir su disoluta y hedonista vida, y allí y en París transcurre la acción de un libro cuyo título remite a la estupenda versión de Nina Simone de la canción Míster Bojangles. "Esa canción estaba en mi iPod y me pareció que la voz era muy cálida, melancólica, pero también con puntos de alegría. Era mi compañera: la escuchaba en bucle", explica.....
Ferran Bono. Altea. El País, lunes 13 de febrero de 2017

miércoles, 15 de febrero de 2017

La guerra de las semillas prohibidas

Elmercado de Lices de Rennes
Cada sábado por la mañana, el mercado de Lices en Rennes atrae artesanos, pescadores y agricultores de toda la Bretaña. Es el segundo más grande de Francia y los puestos de venta se extienden en u laberinto en la plaza central de la ciudad. En una esquina, Gildas vende fruta y verduras fuera de lo común. Variedades antiguas imposibles de encontrar en un supermercado. Calabazas extrañas, puerros minúsculos y coles violáceas que atraen a chefs de estrella Michelin y de castillos particulares. "Esta es una violina", dice cogiendo una calabaza pequeña de piel arrugada. "No está registrada en el catálogo", añade en voz baja. Desde que empezó a cultivar variedades antiguas hace una década, Gildas teme la llegada de un inesperado control de agentes del catálogo oficial de Francia. Un repertorio de los 7.000 tipos de frutas y verduras que se permiten cultivar y vender en el país. Aquellas que se quedan fuera son consideradas ilegales y su venta se castiga con una multa de 450 euros por variedad. Gildas, consciente del riesgo que corre, no se echa atrás. "Cultivar y conservar estas semillas es una forma de evitar que las multinacionales se apropien de lo vivo", explica.  Y es que la mayoría de las variedades del catálogo pertenecen a gigantes de la industria agroalimenticia como Monsanto, Syngenta, Limagrain o RAGT.....Además el catálogo permite patentar las semillas registradas, lo que impide que los agricultores replanten sus propias semillas sin pagar una tasa. Con tal control de la producción agrícola, algunas variedades antiguas están hoy al borde de la desaparición....Ante el peligro de extinción de frutas y verduras, muchas asociaciones se han lanzado en la creación de bancos de semillas. Al sur de Toulouse, cerca de los Pirineos, la asociación de Kokopelli tiene uno de los más grandes de Europa. Sus 3.000 variedades son comercializadas y enviadas por correo en todo el mundoa una red de 130.000 clientes. "La particularidad de Kokopelli es que no somos una colección muerta", insite su director, Ananda Gillet, "todas nuestras semillas están disponibles para jardineros y agricultores".....
Alexandra F. Coego. París. La Voz de Galicia, lunes 23 de enero de 2017 

martes, 14 de febrero de 2017

Los inventores de lo clásico

La nueva silla vegetal de los hermanos Bauroullec
No hay otra fórmula. En el mundo del diseño los grandes creadores tienen que ser avezados inventores. Tipos inquietos capaces de trabajar con una mano en cada proyecto, la mirada en el mundo real y veinte ideas en la cabeza. "La sensación es la de correr hacia algo que no llegas a alcanzar. Sabes que lo conseguido cuando sientes algo parecido a lo que respiras cuando quieres a alguien: todo está ahí. No hay nada que quitar ni nada que añadir. Entonces, dejas de pensar", explica el francés Ronan Bouroullec (1971). Con su hermano Erwan (1976) compone uno de los dúos familiares más famosos del diseño actual. El mayor es lanzado y locuaz; el joven, introvertido. Los Bouroullec son bretones, pero trabajan en París. Mucho desde que el artista Giulio Cappellini reparara en ellos hace 20 años y les abriera la puerta del éxito. Y eso multiplicó su imaginación: el prestigioso diseñador japones Issey Miyake los contrató para diseñar su tienda. Luego la empresa de mobiliario Vitra les pidió que repensaran la oficina. Ellos propusieron domesticarla con el sistema Joyn, que invita a compartir mesa de madera con separadores de quita y pon. Han trabajado para Camper, Alessi, Magis, Nani Marquina o Kvadrat, o, lo que es lo mismo, firmado tiendas, bandejas, alfombras, sillas o telas que piensan desde cero y que denuncian, por ejemplo, la falta de intimidad de los espacios abiertos. Muchos de esos muebles imaginativos se exhiben en el MOMA de nueva York o en el Pompidou de París. Los Bouroullec trabajan mano amano. Con sus seis colaboradores quieren humanizar la idea de progreso. Defienden la naturaleza en la ciudad o los televisores con patas en la época de las pantallas extraplanas. ¿Su último diseño? Una aplicación de iPad para dibujar con el dedo y la intuición. Pura imaginación Bouroullec: recuperar el tacto en la era digital. 
Anatxu Zabalbeascoa. El País Semanal, 5. 2. 2017

lunes, 13 de febrero de 2017

Hotel Europa

El bosnio Danis Tanovic adapta libremente una obra teatral de Bernard-Henri Lévy para erigir un diagnóstico más que sugerente, lúcido y desgarrado, sobre esta Europa cargada de pasado pero aparentemente paralizada frente a los desafíos del presente inmediato y del futuro incierto. Todo transcurre en un solo día, el 28 de junio de 2014, en el que se conmemora el centenario del inicio de la I Guerra, sin salir del perímetro de un decadente hotel de Sarajevo, en un relato caleidoscópico que funciona en distintos niveles  (narrativo, metafórico y reflexivo) y se articula sobre varias líneas argumentales desarrolladas paralelamente. En lo más alto, en la azotea, una periodista entrevista para la televisión a varios historiadores y teóricos, además de a un descendiente directo del terrorista o activista que disparó sobre el archiduque Francisco Fernando y su esposa. A la altura de la calle, el director del hotel y su asistente intentan controlar la situación, desactivando la huelga con la que el personal amenaza con boicotear la cumbre conmemorativa que está a punto de celebrarse en el hotel con la ayuda de un puñado de matones. Mientras, en los pisos subterráneos, se mueven los trabajadores, más o menos organizados en un sindicato. Por encima de todo, el discurso que el actor Jacques Weber se dispone a pronunciar en el evento central. El alambicado mecanismo funciona a la perfección, contraponiendo la pericia de los personajes a un estimulante entramado simbólico.
Alberto Bermejo. El Mundo, viernes 3 de febrero de 2017

domingo, 12 de febrero de 2017

Cerezos japoneses en París, 2

Las huellas de la fascinación entre Francia y Japón son recíprocas y llegan hasta nuestros días. A media calle en la pintoresca rue Jacob, en pleno Saint-Germain-des Près, apenas se atisba un diminuto local en madera clara con una banderita que asoma desde la puerta con tres enigmáticos aros pintados. Se trata del pabellón Miwa, recinto exclusivo recubierto con el mismo cedro sagrado (hinoki) con el se construyen los templos en Japón. Allí se celebran  dos ceremonias para los socios del club: el rito del té y una iniciación en el origata, el arte de envolver regalos. Una tradición de 700 años. Más antigua que el origami.... A pocos pasos del Trocadero, en el exclusivo distrito XVI, hay un lugar  donde también se celebra la ceremonia del té. En un jardín lateral del Museo Guimet, dedicado a la historia y artes asiáticas, se encuentran entre enormes bambúes, las galerías del panteón budista. La entrada es gratuita  y tiene todos los encantos que Junichiro Tanizaki edescibiera en su libro El elogio de la sombra. El efecto que produce esta atmósfera es de paz. Asomarse por el Museo ya ofrece un recorrido encantador, lleno de esculturas de distintas épocas y uniformes samurais. En primavera los cerezos japoneses también florecen en París. Se pueden apreciar en el sureño parque de Montsouris, enorme y uno de los menos explorados de la ciudad. O en los jardines de la Maison du Japon, de la cerna Ciudad Universitaria, donde además, se puede admirar el tríptico La llegada de los occidentales a Japón (1929), del nacionalizado francés Tsuguharu Foujita, en el Gran Salón de la maison. Para finalizar este recorrido debemos trasladarnos hasta el 57 bis de la rue Babylone. A pocos pasos de los Inválidos y de los almacenes Le Bon Marché. Una suntuosa padoga del siglo XIX acoge en esta esquina uno de los teatros de cine más bonitos del mundo. La historia del local resume bien la de la curiosidad que se desató en Francia tras la apertura de las relaciones comerciales con el país del sol naciente en 1863.
Camilo Sánchez. El País, 30 de abril de 2015. 

sábado, 11 de febrero de 2017

Cerezos japoneses en París

Como el enigma que desprenden las siluetas tras el papel de un biombo japonés, los encantos del país del sol naciente han hechizado a los franceses desde hace más de un siglo. Los rastros del embrujo están desperdigados a lo largo y a lo ancho de París. Ciudad anfitriona de pintores impresionistas  y comerciantes de telas finas, de poetas surrealistas y filántropos soñadores, y de banqueros curiosos, que del trasegar de sus viajes arrastraron consigo el discreto exotismo de la nación oriental. Como el financiero alsaciano Albert Kahn, quién reprodujo, a finales del XIX, un pueblecito nipón en el jardín de su mansión de Boulogne-Billancourt, rincón privilegiado del este parisiense arropado por al naturaleza y bordeado por el Sena. El príncipe y la princesa Ritashirakawa, huéspedes en un par de ocasiones, debieron quedar deslumbrados por la minuciosidad con la que Kahn (1860-1940) recreó el salón de té, una padoga y un templo conectados por senderos y un estanque donde flotan las hojas de los cerezos. También enormes nenúfares, como los que pintó Monet, otro enamorado de la cultura oriental, quien atesoró en su casa de Giverny una riquísima colección de ukiyo-e (estampados japoneses). Probablemente no haya mejor momento que mayo para visitar el ahora Museo Albert Kahn. Las magnolias están en flor en la parcela trasera donde quiso recrear una metáfora del mundo que más amaba. Plantó un jardín francés. Otro de estilo inglés. Un impresionante invernadero-rosal y una recreación de los bosques de los Vosgos de su infancia. Todo esto con la única voluntad de congregar a "todos los espíritus reflexivos del mundo, en un lugar donde las ideas, los sentimientos y la vida de los diferentes pueblos entraran en comunicación". Para eso recorrió casi todos los continentes.
Camilo Sánchez. El País, 30 de abril de 2015.

viernes, 10 de febrero de 2017

Edith Piaf. Taxidermia de un gorrión

Escena de Taxidermia de un gorrión
Una reportera, especialista en fauna salvaje, en trance de hacerle una entrevista al Gorrión de París. Su editor quiere desmontar la idealizada versión oficial sobre su infancia y su exitosa carrera, para rascar en la herida que le produjo su padre al abandonarla con 11 añitos y en la inestabilidad de sus relaciones sentimentales. En Édith Piaf. Taxidermia de un gorrión, Ozkar Galán (Teatro Español) organiza un combate metafórico entre dos púgiles extramadas. Camile Schultz, la periodista, es un cruce entre Dian Fossey, audaz autora de Gorilas en la niebla, y Louella Parson: pasa de la bonhomía a la animadversión en un clic. Édith Piaf la recibe de uñas como lo haría Bette Davis de ¿Qué fue de Baby Jane?.... El tiempo presente se alterna con el pasado: lo que la Piaf narra se representa mediante escenas retrospectivas, en las cuales Alberto Huici, intérprete del editor, pasa a encarnar al padre y a otros hombres capitales en la vida de la protagonista. Garbiñe Insausti es una Piaf todo aura, que emana luz y pasión sin bajar la guardia y sin que le baje esa inflación del ánimo con la que disimula sus carencias. Cantando tan bien esta actriz, no se entiende que en una sala donde todo el público está a pocos metros se la sonorice de una manera que parece cantar sobre una grabación (en los primeros temas; luego el tratamiento del sonido es óptimo.....Escrita punzantemente y jalonada de oportunas vueltas de tuerca, esta lid evoca con más verdad las que mantienen los protagonistas de La huella y El veneno del teatro: no me extrañaría que la veamos pronto en una sala comercial.
Javier Vallejo. El País, jueves 19 de enero de 2017

jueves, 9 de febrero de 2017

Todorov, humanista de aliento crítico

Tzvetan Todorov
El pensador Tzvetan Todorov falleció ayer en París  a los 77 años, "víctima de complicaciones derivadas de una enfermedad neurodegenerativa", según un comunicado de su familia. Filósofo, lingüista, semiólogo y teórico de la literatura, era uno de los observadores más lúcidos del desorden de las sociedades contemporáneas. Humanista de aliento crítico dedicó su obra a estudiar la alteridad, la barbarie, los límites de la libertad individual y el espíritu de insumisión ante circunstancias adversas. Nacido en 1939 en Sofía, pero formado en la ebullición intelectual del París de los sesenta, obtuvo la nacionalidad francesa en 1973, tras escapar de la Bulgaria comunista, de la que guardaba traumático recuerdo. Como todo"hombre desplazado", como le gustaba calificarse, Todorov se distinguió por su espíritu inclasificable y su afición a traspasar fronteras entre disciplinas. Se mantuvo a una distancia prudencial de los apóstoles del posestructuralismo, como Foucault o Derrida y nunca acabo de encajar entre los nuevos filósofos, los jóvenes y mediáticos pensadores que emergieron en los setenta, encabezados por Bernard-Henry Lévy y André Glucksmann. Doctor en psicología se especializó en el análisis de la poética y la retórica. Tradujo a los formalistas rusos y firmó un volumen de referencia sobre el género fantástico (Introducción a la literatura fantástica, 1970), antes de renovar las teorías sobre el relato sirviéndose de los postulados de la semiótica. Después de todo había sido alumno de Roland Barthes al llegar a París. Sus objetos de estudio fueron amplios y cambiantes. Dejó atrás el estructuralismo y dirigió su interés hacia la historia de las ideas. Estudió los fundamentos de la filosofía de la Ilustración dedicando ensayos a Rousseau, Voltaire y Diderot. También a Montaigne y a figuras más tardías como Lévi-Strauss de quien propuso una lectura crítica en Nosotros y los otros (1989). Todorov fijó su mirada en la cuestión de la alteridad en las sociedades coloniales. "El miedo a los inmigrantes, al otro, a los bárbaros, será nuestro primer gran conflicto en el siglo XXI, pronosticó en 2010 en una entrevista con El País, antes de que los refugiados llegaran en forma masiva a Europa y los partidos extremistas batieran récords.....
Alex Vicente. París. El País, miércoles 8 de febrero de 2017

miércoles, 8 de febrero de 2017

La Universidad de la Sorbonne

A partir del 1 de enero de 2018, las universidades de París-Sorbona y Pierre-et-Marie-Curie se fusionarán para dar lugar a la Universidad de la Sorbona. La decisión de las directivas de ambos centros viene de la necesidad de adaptarse a la imagen  internacional de la universidad. A pesar de que goza de una fama mundial, la París-Sorbona (también conocida como París IV) ofrece solo carreras de humanidades y letras, lo que obliga a los estudiantes de medicina y ciencias a migrar a Pierre et Marie Curie (París VII). "Será una universidad en el sentido administrativo y reglamentario, pero también en el sentido ideal e ideológico, es decir, una universidad multidisciplinaria como vemos por todo el mundo y cada vez más en Francia" explica Barthélémy Jobert, presidente de la París IV, al diario Le Figaro. "En el extranjero cuando digo que soy el el presidente de la París-Sorbona, piensan que detrás de mí tengo facultades de ciencias, de medicina y de letras; ahora será una realidad", añadió.  La Sorbona tal y como la imaginamos, hace más de cincuenta años que no existe. La universidad creada en el siglo XIII se fragmentó en 13 tras la revolución estudiantil de mayo de 1968, cada una con sus especialidades. Desde principios del siglo XXI, los esfuerzos se han sucedido para volver a unir las facultades y sus más de 300.000 estudiantes. Esta es la primera fusión con éxito, pese a que Assas Sorbona (París II) se echó atrás en el último momento por miedo a perder su identidad, asociada en su imaginario colectivo francés a su conocida escuela de derecho. "Pasamos una página  de 45 años de historia", apuntó Jean Chambaz, presidente de  la París VI. "Nos acercamos al funcionamiento de las grandes universidades del mundo". La Universidad de la Sorbona espera escalar posiciones en el prestigioso ránking de Shanghái (actualmente, la Pierre et Marie Curie esta en la 39.ª posición y la París-Sorbona ni siquiera está entre las 100 primeras). Con la fusión el centro contará con 54.000 estudiantes. Para enero de 2019, otras tres Sorbonas plantean unificarse: la Sorbona Nueva, París Diderot y París XIII.
A.F. Coego. París. La Voz de Galicia, martes 31 de enero de 2017 

martes, 7 de febrero de 2017

Picasso en la residencia del embajador

En tiempos de muros y de vallas, no sobra recordar la figura de Picasso como puente entre las culturas española y francesa. Dos tapices del artista, un género muy poco común en su trabajo, han viajado desde Francia a la residencia de su embajador en Madrid para ocupar las paredes en las que colgaban dos textiles del siglo XVII que necesitaban ser restaurados. Las piezas de Picasso están basadas en su collage Femmes à leur toilette que se conserva en el Museo Picasso de París. Representan la misma escena de mujeres acicalándose: uno mantiene los colores del collage; el otro es gris, blanco y negro, como si del Guernica se tratase. Normalmente permanecen almacenadas y el Estado francés no las muestra. El director general del Instituto Francés de España, Nicolas Kassianides, consciente de que su nuevo emplazamiento es un lugar de acceso muy restringido, señaló a El País que se están buscando fórmulas para organizar algún tipo de visita. Las dos obras del autor malagueño estarán en Madrid el tiempo que dure la restauración de los tapices que ocupaban esas paredes, también parte de la historia común entre Francia y España: uno representa el Tratado de los Pirineos, firmado por ambos estados en la isla de los Faisanes en 1659, y el otro el matrimonio al año siguiente de María Teresa de Austria con Luis XIV, abuelo de Felipe V, el primer Borbón que reinó en España. Estas piezas son una muestra de los puentes que hay, que hubo y que habrá entre ambos países. En torno a esta idea de "leer el pasado para escribir el futuro", se presentó ayer la programación de la temporada cultural francesa de 2017 del Instituto Francés, que lleva por título Memoria(s) del futuro....
Rut de las Heras Bretín. Madrid. El País, viernes 3 de febrero de 2017

lunes, 6 de febrero de 2017

Emmanuelle Riva, "mon amour"

Emmanuelle Riva
Muere la actriz francesa, célebre por sus papeles en filmes de Resnais o Haneke. Emmanuelle Riva, actriz con una larga y prestigiosa trayectoria en cine y teatro, falleció el 27 de enero en París. Emmanuelle Riva, 89 años, había sobrellevado la enfermedad con su habitual discreción. Entre otros motivos, porque aspiraba a seguir al pie del cañón hasta el final, y no deseaba que nadie la retirara de la circulación antes de tiempo. Lo terminó consiguiendo y ha muerto con las botas puestas. Hace un par de años, pese a su fragilidad física (pero no interpretativa) Riva seguía subida cada noche al escenario del Théâtre de l'Atelier, en París, interpretando una obra de Marguerite Duras. En los últimos meses había rodado tres películas, una de ellas en Islandia, que alternaba con una obra teatral en la Villa Médici de Roma. Dos películas, situadas al principio y al final de su camino, terminaran definiendo su trayectoria. Ambas son obras maestras y llevan la misma palabra en el título: Hiroshima mon amour (1959), de Alain Resnais; y Amour (2012), de Michael Haneke. El primero descubrió su rostro en el cartel de una obra de teatro parisina y, seducido por su mirada grave y melancólica, la escogió a ciegas para interpreta a la heroína anónima de su película con guión de Duras. Y Haneke le encargó un personaje crepuscular que logró resucitar su carrera, el de la profesora de música octogenaria que agoniza tras un accidente vascular. Ese papel le valió un César, un Bafta y una nominación al Oscar a la mejor actriz.... Riva fue algo parecido a una antiestrella. En su punto de popularidad más álgido, se negó a plegarse a las exigencias del star system y a hacer cine comercial. Más tarde lo terminó lamentando. "No diría que he rechazado tantos papeles como he aceptado, pero tampoco me quedo lejos. Estaba un poco ida. Era demasiado intransigente. No por menosprecio, sino por una sed por lo absoluto, lo que puede ser un gran defecto"....
Alex Vicente. París. El País, domingo 29 de enero de 2017

domingo, 5 de febrero de 2017

Una librería en Berlín

Françoise Frenkel publicó sus memorias, Una librería en Berlín, en 1945. Perdidas desde entonces hasta que hace poco apareciera un ejemplar en un mercadillo, Seix Barral las publica ahora junto a un prólogo de Modiano en el que el Nobel indaga el misterio de esta mujer acorralada. ¿Qué se sabe de la vida de Françoise Frenkel  después de la guerra? Hasta hoy las escasas informaciones que he podido reunir obre ella son las siguientes: en su relato evoca la librería francesa que ella misma había abierto en los años veinte -la única librería francesa de la ciudad- y que regentó hasta 1939. En el mes de julio de aquel año, abandona Berlín precipitadamente en dirección a París. Por un estudio de Corine Defrance, La Maison du Livre français à Berlin (1923-1933), sabemos que dirigía esta librería con su marido, un tal Simon Raichenstein, de quien no dice ni una palabra en su libro. Es de suponer que este marido fantasma habría salido de Berlín  hacia Francia a mediados de 1933 con un pasaporte Nansen. Las autoridades francesas le habrían denegado un carné de identidad y en su lugar le habrían enviado una notificación de expulsión. Pero él se quedó en París. Desde Drancy lo llevaron a Auschwitz en el convoy del 24 de julio de 1942. Habría nacido en Rusia en Moguilov, y en París parece que vivió en el distrito XIV. Volvemos a encontrar el rastro de Françoise Frenkel en los archivos estatales de Ginebra, en la lista de personas registradas en la frontera ginebrina durante la Segunda Guerra Mundial, es decir, aquellas que obtuvieron la autorización para quedarse en Suiza después de haber cruzado la frontera. Esa lista nos indica sus verdaderos nombre y apellido: Raichenstein-Frenkel, Frymeta Idesa; su fecha de nacimiento: 14-7-1889, y su país de origen: Polonia. Último rastro de Françoise Frenkel quince años más tarde: un expediente de indemnización a su nombre fechado en 1958. Tiene que ver con un baúl que ella había consignado en mayo de 1940 en el guardamuebles del Colisée, sito en el número 45 de la rue Colisée, de París, y que fue embargado el 14 de noviembre de 1942 como "posesión judía". En 1960 fue indemnizada con 3.500 marcos por la incautación de su baúl. ¿Qué contenía ese baúl? Un abrigo de piel de nutria. Un abrigo con cuello de zarigüeya. Dos vestidos de punto...
¿En realidad hace falta saber más? No lo creo. La gran singularidad de Una librería en Berlin procede justamente de que no podamos identificar a su autora de una manera precisa. Ese testimonio de la vida de una mujer acorralada entre el sur de Francia y la Alta Saboya durante el período de la Ocupación es más impresionante cuanto más anónimo nos parece, como sucedió durante mucho tiempo con Una mujer en Berlín, publicado también en Suiza en los años 50...
Patrick Modiano. El Cultural 3-2-2017.Prólogo completo en www. el cultural.es

sábado, 4 de febrero de 2017

La biblioteca Richelieu, 2

La otra gran sala de lectura es la Oval, iniciada en 1897, acabada en 1932 e inaugurada en 1936. Varios arquitectos trabajaron en ella. El hombre que la concibió Jean-Louis Pascal, sucesor de Labrouste, logró una luminosidad prodigiosa gracias aun cinturón de claraboyas en torno a una claraboya cenital. La Sala Oval está todavía en obras. A causa de las estrecheces presupuestarias, porque Francia ya no es tan rica como cuando Mitterand ordenó construir la biblioteca más grande del mundo, y en parte también para cimentar la propiedad privada, en octubre pasado se lanzó una petición de donativos. Cada donante puede grabar su nombre en una lámpara (mil euros), en una mesa (2.000 euros), en una delas ciudades cuyos nombres bordean la cúpula como faros de la cultura humana. Son París, Bizancio, Washington, Florencia, Nínive, Atenas, Berlín, Alejandría, Londres, Babilonia, Viena, Tebas, Roma, Cartago, Pekin y Jerusalén, (cada una a 5.000 euros). La suscripción está casi cubierta, pero aún queda alguna cosa para quien esté dispuesto a comprar una plaquita de inmortalidad. La biblioteca no volverá a abrirse al público, al menos hasta 2020. Centenares de personas, después de congelarse en la cola kilométrica, volvieron a hacer cola el domingo en el interior caldeado para abonarse a la biblioteca y poder visitarla cuando les apeteciera. Los andamios permanecerán una larga temporada, pero también seguirán ahí unos veinte millones de documentos maravillosos. Sin contar el sector cartográfico, uno de los más ricos del planeta, y el sector de artes gráficas, la Richelieu guarda el papiro Prisse, de hace 40 siglos, considerado el libro más antiguo del mundo; la gran moneda de oro de Eucrátides; decenas de biblias incunables, tronos merovingios, joyas y una insuperable colección de manuscritos desde los Pensamientos de Pascal al Justine del marqués de Sade, desde los libros anotados de Voltaire a La cartuja de Parme de Stendhal; desde partituras de Bach y Beethoven a La educación sentimental de Flaubert.
Eric González. París. El Mundo, martes 17 de enero de 2017

viernes, 3 de febrero de 2017

Aznavour en Madrid

Charles Aznavour, el cantante en activo más veterano del mundo, amplía su récord con cada concierto que da, como el de el 31 de enero en Madrid, en el mismo escenario de su última visita el ahora llamado WiZink Center. El autor de La Bohème y Venecia sin tí es un hombre enjuto y jovial que tampoco le da demasiada importancia a nada. Empezando por su longevidad. "No lloro por mi juventud perdida", afirma encogiéndose de hombros. "Prefiero reírme a añorar la juventud". Por eso tampoco quiere ponerse una fecha de retirada."No tengo un limite, así que ya veremos. Todo es posible. Si no puedo andar, me subo en un carrito de esos de movilidad reducida. Si no me acuerdo de la letra, me siento con una mesa y un cuaderno. No voy a ser el primero en ponerlo en práctica: Vinicius de Moraes lo hacía y muy bien, además". Tampoco quiere hablar de secretos ni de fórmulas de longevidad. "Siempre estoy de buen humor. Acepto la vida tal y como sucede. Y vivo el día a día con facilidad, sin plantearme nada en el futuro. No me quejo de la edad que tengo y me entiendo bien con todas las generaciones", formula como si fuesen proverbios aprendidos de sus ancestros armenios. Lo de convocar a públicos de diferentes edades es algo que lleva con especial orgullo. "Debería gustarle a todos los artistas y estos deberían ser capaces de lograrlo. Es un error monumental enfocarse solo a un público de la misma edad que uno. De los ancianos es de quienes más se aprende. Por eso los jóvenes tienen que estar ahí: hay que aprender a dejar cosas de lado pero no todo". Y también presume de pertenecer a una cultura que respeta a la gente mayor. "En Europa hay una línea que separa a los países que dejan de lado a los ancianos de los otros que los integran, los respetan y las jóvenes generaciones cuidan de ellos". ... "Me inquieta la falta de humanidad que veo en la gente". "No tiene ningún  sentido  que todos estemos en el mismo planeta y la gente se mate por historias de dioses que, en el fondo, son lo mismo. Antes la gente se peleaba por un trozo de tierra y ahora... por cualquier cosa". El, francés de origen armenio con conexiones turcas, georgianas y rusas lo tiene claro: "El problema es que se ignora a las otras culturas, aunque siempre se ha aprendido tantísimo de las culturas diferentes. Hay que felicitarse por estos contactos, no ignorarlos". ....
Darío Prieto. Madrid. El Mundo, lunes 30 de enero de 2017

jueves, 2 de febrero de 2017

Basada en hechos reales

Parece que nos estuviésemos volviendo rematadamente idiotas, discutiendo una vez más sobre la realidad y la ficción en las obras literarias, como si quisiéramos ignorar que todo lo que pasa por el lenguaje se convierte en ficción, ya se trate de una narración muy ficcional o de una aproximación  al propio yo. No hay una sola novela de género fantástico o sobrenatural donde no hallemos elementos sustraídos de la vida del autor, ni una sola narración autobiográfica donde no detectemos elementos de ficción, mejor o peor amañados. La nueva novela de De Vigan, Basada en hechos reales, comienza relatando los problemas de sequía literaria que le sobrevinieron tras el éxito de Nada se opone a la noche  - también publicada en España por Anagrama-, sequía acentuada por cuantos le censuraban haber hecho un autopsia demasiado descarnada de su madre; aunque yo creo que sus verdaderos problemas se derivaron del escándalo que propiciaron ella y su amante, François Busnel, que la entrevistó en la televisión como si no la conociera, ensalzando su novela y practicando un amiguismo bastante reprobable, que los expuso a ambos al escarnio público. Partiendo de un planteamiento realista e intimista, como en Nada se opone a la noche, De Vigan va construyendo una historia de seducción y abducción en torno a una personalidad tóxica que le debe más a Patricia Highsmith que a Stephen King, dicho sea en su favor. La novela absorbe al lector y le propicia momentos de vertiginosa tensión, si bien nunca llegan a tener la profundidad existencial de su anterior novela De Vigan es dueña de un lenguaje directo y eficaz, pero sus devotos exageran al proclamar sus virtudes, porque la suya no es prosa ni inventiva ni subversiva. Dicho lo cual me apresuro a indicar que nos hallamos ante una buena novela, si bien demasiado tributaria de un género que empieza a hastiar porque se ha convertido en una convención: la novela-realidad, ahora llamada autoficción...
Jesús Ferrero. Babelia . El País, sábado 28-01-17


miércoles, 1 de febrero de 2017

Balonmano de seis quilates

Francia cumplió con los pronósticos y logró un nuevo récord al conquistar en su casa el sexto título mundial de balonmano gracias a su victoria  por 33-26 ante Noruega (18-17 al descanso), tras una gran segunda parte y con Nicola Karabatic como máximo goleador, con seis tantos. La victoria fue un hito más en la historia de la generación dorada del balonmano galo, cuyos títulos mundiales datan de 1995, 2001, 2009, 2011, y 2015. Eslovenia se hizo con el bronce al ganar el sábado a Croacia (31-30). No por esperado tiene menos mérito. Los argumentos sobre la pista, para demostrar que solo era posible una derrota si Noruega hacía el partido del siglo. Los noruegos quisieron jugarle a Francia con sus propias armas, en lo que constituía un suicidio a favor del espectáculo. Sin lugar a dudas nos ofrecieron  una de las mejores primeras partes jamás contempladas.... La resistencia nórdica duró lo que duró Omeyer en la portería, quien se ha ganado un lugar en el Olimpo francés, pero que claramente ya no está para estas fiestas.... El ritmo al límite asumiendo riesgos siempre juega a favor del que tiene más fondo de armario y con mayor calidad, lo que benefició claramente al anfitrión de la fiesta en el Bercy. El sexto Mundial era ya cuestión de quemar los minutos para el disfrute francés. Estamos ante una selección que está marcando toda una época, un grupo brillante y de muchos quilates, tantos como los seis Campeonatos del Mundo que lucen en sus pecheras.El Campeonato terminó con algarabía y con unos cuantos récords difíciles de superar, en lo social, en lo mediático y en lo económico; pero haríamos mal si no se abriese una profunda reflexión sobre la implantación de las nuevas reglas y el empobrecimiento desde el punto de vista táctico y estratégico que conllevan.
Juan J, Fernández. La Voz de Galicia, lunes, 30 de  de 2017