jueves, 30 de septiembre de 2021

Un mundo desmoronado tras "Charlie Hebdo"

Él nunca tuvo intención de transformar una novela en cómic. Ella siempre se negó a que sus libros terminasen convertidos en un puñado de viñetas. Y sin embargo, el dibujante Luz  y la escritora Virginie Despentes se rindieron a la evidencia. Al encontrarse, tuvieron la inexplicable sensación de haberse conocido  toda la vida, tal vez por ese inconformismo jocoso y algo punk que los dos parecen desprender. El resultado fue la adaptación al comic de Vernon Subutex (Salamandra Graphic), la trilogía firmada por Despentes y publicada en medio mundo tras su éxito en Francia, donde llegó a vender 1,5 millones de ejemplares. El protagonista del libro que llegó ayer a las librerías españolas, es un rockero venido a menos que pierde todas sus posesiones, empezando por su amada tienda de discos, y acaba desahuciado y malviviendo como un indigente por las calles de París, con la penúltima transformación del modelo económico como funesto telón de fondo.  

"Cuando empecé a leerlo tuve la sensación de reencontrarme con viejos amigos, con personajes que conocí en bares, tiendas de discos y festivales", recuerda el ilustrador y expinchadiscos, superviviente del atentado de Charlie Hebdo en 2015, del que salió ileso de milagro, al haberse quedado dormido aquella mañana. Era la persona que mejor podía adaptarlo, por su enorme cultura musical y porque está acostumbrado a trabajar rápido", dice Despentes. 

A lo largo de este primer tomo de 300 páginas -habrá un segundo y último que ya están terminando-, Vernon Subutex describe un mundo donde todo se desmorona. El libro es un requiem por una subcultura arrancada por el neoliberalismo, el de las tiendas de discos y las pequeñas salas de conciertos, las radios libres y las mediatecas públicas, empujadas a la irrelevancia tras la virtualización galopante del sector cultural. "En el libro la precarización del mundo de la música sirve para describir la precarización de la sociedad en general", sostiene Luz, nacido Renald Luzier (Tours, 49 años), por videoconferencia desde una ubicación que no puede compartir, ya que sigue amenazado por los islamistas y vive bajo protección policial...

La crisis de la identidad francesa es el tema de fondo de esta adaptación. Luz reconoció en ella la aventura común de los dibujantes de la que fue su revista durante 20 años. "También me recordó a lo que vivimos tras al atentado. Días después, millones de personas salieron a la calle para protestar. Se habló de un gran impulso colectivo. Pero no hubo ninguna catarsis. Dos años después, Marine Le Pen llegaba a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales", lamenta Luz...

Álex Vicente. Madrid. El País, viernes 17 de septiembre de 2021

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Cuatro estrellas literarias al servicio de un Camino prodigioso

Alfonso II, el primer peregrino.
El Museo de Peregrinaciones  de Santiago acogerá la semana del 27 de septiembre el ciclo Santiago, historias de un Camino prodigioso, una serie de conferencias dedicadas a la Ruta Jacobea desde la historia a la novela que contará con la participación de escritores referentes de este ámbito y autores de best sellers relacionados con la temática jubilar, bajo la dirección de Isabel San Sebastián.

Organizada desde la Asociación de Escritores con la Historia y patrocinada por la Xunta de Galicia, la iniciativa arrancará el lunes 27 de septiembre a las 19 horas con la charla Alfonso II, el primer peregrino, un acto llevado a cabo por la reconocida periodista y escritora. 

Las conferencias continuarán en las jornadas sucesivas, siempre en el mismo horario de las 7 de la tarde. El martes 28 será el turno de Antonio Pérez Henares (Los caballeros de Santiago ), le seguirá Juan Eslava Galán  (Mis Caminos de Santiago ) el miércoles 29 , y cerrará Emilio Lara (El Camino y la aventura de Europa ) el jueves 30. De marcado carácter divulgativo, todas ellas se celebrarán en el auditorio del Museo con entrada libre y gratuita hasta completar el aforo.

La entidad organizadora formada por un grupo de escritores españoles trabaja por difundir el pasado de un país a través del subgénero novelesco, combinando realidad y ficción con rigurosidad por los hechos sucedidos a través de las herramientas propias de la narrativa. El objetivo, señalan, es ligar la Historia con la Literatura a través de seminarios, cursos universitarios o ciclos de conferencias, todas de un modo ameno y atractivo para el gran público.

Francisco Cerradas. El Correo Gallego miércoles 22 de septiembre de 2021

martes, 28 de septiembre de 2021

El Museo Albertina reivindica a un Modigliani luminoso y primitivo

Amadeo Modigliani (Livorno, 1884-París, 1920) solo pudo disfrutar de una exposición individual en sus 35 años de vida. Ocurrió en la parisina Galería Berthe Weill en 1917 y no duró mucho: los gendarmes clausuraron casi de inmediato la sala, ocupada por 25 de sus desnudos femeninos. Cuando la marchante preguntó en comisaría el porqué del escándalo, con un clásico tema artístico como el desnudo femenino, le respondieron que era por la indecencia de mostrar el bello púbico en los cuadros. "Fue un detalle realista en retratos no precisamente naturalistas lo que marcó la diferencia", recordó el jueves ante la prensa Klaus Albrecht Schröder, director del Museo Albertina de Viena, que organiza la retrospectiva del italiano más ambiciosa hasta la fecha en suelo europeo. 

Esa falta de academicismo es una de las razones que le han convertido en uno de los artistas más cotizados de la actualidad, aunque sus motivaciones personales y creativas siguen siendo un misterio para el gran público. Así lo considera Marc Restellini, uno de los mayores estudiosos de su obra y comisario de la muestra Modigliani. La revolución del primitivismo, que arrancó el viernes y que permanecerá abierta e hasta el 9 d enero de 2022.

Si la Tate Modern de Londres celebró en 2017 el centenario de su polémica primera exposición, la institución vienesa conmemora ahora el aniversario de su muerte, un año después de lo previsto por culpa de la pandemia...

Restellini busca colocar al pintor y escultor "en un nuevo contexto en el que pueda ser descubierto bajo un prisma luminoso". "Ya es hora de que sea considerado como uno de los grandes nombres de la vanguardia que trabajó junto a Matisse, Gauguin y Picasso, en el mismo lugar, en el mismo tiempo y sobre una misma temática" reivindica el experto. Esa temática  a la que hace referencia es el llamado primitivismo, la atracción por el arte arcaico fuera de Europa que ayudó a este grupo de artistas a romper con la tradición pictórica en un momento en que Francia era una de las grandes potencias coloniales, El término se trata en esta muestra, ha explicado Restellini, "desde una perspectiva actual, alejada de aquel contexto colonial y más centrada en lo artístico, como un puente emocional entre obras de distintas épocas y un diálogo entre dos creadores".

En ella se unen pintura, escultura y dibujo en lo que el museo denomina  desde hace décadas como la "doctrina Albertina", que no divide los trabajos mostrados por disciplinas. Modigliani. La revolución del primitivismo se compone de 80 de las creaciones del italiano, además de 50 objetos traídos de tres continentes: creaciones de Pablo Picasso, amigo personal al que conoció a su llegada a París y una de sus grandes inspiraciones pictóricas; Costantin Brâncusi, su mentor en su importante etapa escultórica y algunos artefactos de inspiración milenaria. En las manifestaciones artísticas de las culturas antiguas se inspiraron las formas alargadas y los ojos almendrados de los característicos retratos de Modigliani.

H. Llanos Martínez . Viena. El País, sábado 18 de septiembre de 2021

lunes, 27 de septiembre de 2021

"Pearl", en la piel de una culturista

De la pesadilla interior que a veces provoca el deporte de competición se ha hablado mucho en estos últimos meses, con sucesivos desmayos mentales en portentos físicos, provocados por razones de toda índole y condición, con base en la tantas veces desmesurada exigencia exterior y en la siempre peligrosa autoexigencia. Y aunque podríamos discutir si el culturismo (y su hipertrofia muscular) es un deporte, lo cierto es que la película francesa Pearl, ejercicio de estilo de Elsa Amiel, se acerca a una de esas debacles.

La idea de Amiel, en su segundo trabajo como directora, es que la pantalla transmita hacia afuera el dolor enquistado en un cuerpo poderoso que se enfrenta a sí misma (y a su entrenador, como arquetipo de tirano frío y calculador) en el campeonato mundial de culturismo femenino. Con una reducidísima profundidad de campo en la imagen, para así mostrar el restringido espacio de pastillas, alimentación, ausencia de agua, flexiones, pesas, entrenamiento y autodestrucción en el que se mueve la existencia de la protagonista, Amiel apuesta toda su película a esa imagen,, potente, sin duda, aunque insuficiente  porque el guión roza lo esquelético.

En ese ambiente de competición, auspiciado por las luces de neón, los hoteles horteras y el maquillaje de los cuerpos y personalidades, entran dos elementos que pretenden contrastar pero que no pueden ser más forzados y poco plausibles, al menos con el nulo desarrollo que le imprime Amiel: el exmarido de la protagonista y su hijo pequeño, al que hace años que no ve y del que debe hacerse cargo en esos días del concurso.

Escueta y quizá precisa para lo que se quiere contar, Pearl , sin embargo, se queda corta. Porque el poder de ciertas imágenes sólo le da para instantes esporádicos, y porque el reto del relato, de poquísimos diálogos y desnudo progreso, apenas interesa y mucho menos conmueve. Con la cámara siempre a unos centímetros de la piel sudorosa de la mujer, Amiel compone una odisea de incandescencia y sonido, de falsa luz y de música electrónica que taladra por dentro. Pero escasamente durante un rato.

Javier Ocaña. El País, 10 de septiembre de 2021

domingo, 26 de septiembre de 2021

Nada puede con la "rentrée", el espejo de Francia

Pasan las pandemias, los gobiernos y las modas en Francia, pero hay una institución inamovible, fiel a la cita anual: la rentrée, el inicio del curso literario. Entre finales de agosto y principios de septiembre, se publican de golpe en este país centenares de novelas. Las revistas y suplementos culturales dedican decenas de páginas a la literatura de ficción. Los programas radiofónicos de máxima audiencia entrevistan a escritores. Las librerías se inundan de las novelas que todo lector medianamente culto querrá haber leído si quiere estar al día y mantener una conversación mundana en un café o una cena. En esta rentrée se han publicado 521 nuevas novelas. Entre ellas destacan las que tratan de relaciones entre padres e hijas. Algunas, traumáticas, marcadas por el abuso, como el Voyage dans l'Est, de Christine Angot. Otras, felices como Premier Sang, de Amélie Nothomb.

 La rentrée coincide con las primeras eliminatorias de los grandes premios literario de otoño, con el Goncourt recortándose en el horizonte. Los miembros de los jurados seleccionan las mejores y consagran, al decidir los vencedores en noviembre y diciembre, a los autores del año, que serán traducidos a otras lenguas y emprenderán una carrera internacional...

La rentrée  literaria es una operación comercial: se trata de inundar el mercado de un producto en un tiempo muy breve. Aunque se circunscribe exclusivamente al género más literario y culto...El origen del fenómeno, se remonta a la psguerra mundial, explica Pierre Assouline, miembro de la Academia Goncourt, que concede le premio del mismo nombre. Fue entonces cuando los editores decidieron publicar sus libros más valiosos en septiembre, coincidiendo con el fin de las vacaciones y el inicio del curso político. Y a tiempo para que estos libros pudiesen optar a los grandes premios literarios. La maquinaria en realidad se pone en marcha en primavera, cuando las editoriales envian a periodistas y críticos las primeras versiones de las novelas que llegarán  a las librerías al final del verano y entrarán en esta feria de las vanalidades y talentos que es la rentrée.

En el mundillo literario-periodístico, es una época de actividad desbordada y nervios desatados. Los aurores quieren que sus editores publiquen sus libros en la rentrée para aspirar a los premios. Las editoriales quieren que los medios de comunicación se fijen en subtítulos. Los periodistas, críticos y miembros de los jurados se ven desbordados por una sobreabundancia que cada año provoca críticas y debates pero que no deja de repetirse. En 2020, con las librerías cerradas durante meses, se publicaron 511 novelas, casi como en un año normal.

Nadie está capacitado para leer tanto en unas semanas. Hay que hacer una criba, guiándose por el olfato, las sugerencias y el prestigio de autores ya conocidos. "Hay libros que leyendo 10 páginas, ya basta", dice Pierre Assouline, quien calcula haber leído este verano más de medio centenar de los 521 títulos de esta rentrée...

"Este año", valora, "hay mucha diversidad, los premios están muy abiertos. Hay años con pesos pesados como Michel Houellebecq que aplastan la rentrée, Este, no". En esta ocasión no hay ningún Houellebcq ni ningún Emmanuel Carrère, la estrella de la anterior con su Yoga. Entre los nombres más conocidos figuran la superventas Nothomb, autora de fábulas minimalistas, y Christine Angot, referencia de la autoficción. Ambas abordan la figura del padre desde experiencias opuestas...

"Entre 500 novelas hay para todos los gustos: históricas, sentimentales, de costumbres", apunta Fottorino, quien fue director de Le Monde y hoy compagina la escritura de novelas con la dirección de las publicaciones Le 1 y Zadig, "Tenemos la impresión de que un gran espejo se pasea ante la sociedad francesa y todo el mundo puede mirarse en él".

Marc Bassets. El País, jueves 23 de septiembre de 2021

sábado, 25 de septiembre de 2021

Destellos de una costa exquisita, Hendaya

El País Vasco Francés, marinero y cosmopolita, con casas de pescadores y residencias de reyes que se dan la mano, celebra este contraste en una costa bañada por el Atlántico. Empieza con Hendaya y pasa por Biarritz, en otros tiempos puntos de encuentro de la aristocracia europea durante los meses de verano y como contrapunto San Juan de Luz o Guéthary, pueblos que vivían del mar. El paisaje, dominado por las sombras de montes boscosos y las playas de arena fina, atrae a devotos de los deportes náuticos, con surferos de todo el mundo a la cabeza en busca de esa ola que les cubra de gloria. Sobran oportunidades para los amantes de las largas caminatas a pie -por ejemplo, el Sendero del Litoral- o a caballo, actividad muy arraigada con centros de hípica. Y por mucho que la playa sea inevitable, aquí existen otros lugares para tomarse un respiro. Apartada de la costa, aunque apenas a 8 kilómetros, espera Bayona, la capital histórica, atravesada por el río Adur y donde, según se mire, uno puede sentirse como en un pequeño París. Aires de época invaden esta pequeña región de Aquitania no sólo por su arquitectura, también por sus fascinantes comercios centenarios inmunes a la globalización. Aquí comer comme il faut se da por descontado, con mucha atención a las pastelerías.

El punto de partida de este viaje es Hendaya, a media hora en coche desde San Sebastián. Con tres kilómetros de longitud y un babel de sonidos franceses, españoles y vascos, es el arenal más largo de la costa y por eso tiene mucho tirón. Enfrente queda la playa de Hondarribia y ambas perfilan la bahaía de Txingudi, una reserva natural entre el mar y la montaña (aquí comienzan a despuntar los Pirineos Atlánticos) que da para todo: vela, buceo, kayac, piragua , surf...

Este trayecto costero hay quien lo hace caminando por el llamado Sendero del Litoral, que arranca en San Sebastián y acaba en Bidart: 54 kilómetros en total que se pueden cubrir por etapas, atravesando reservas naturales, playas y pueblos. Hay otra posibilidad más cómoda, en coche, ya que parte de esta ruta pedestre discurre paralela a la carretera de La Corniche, que también es toda una experiencia.

Y de la tierra al cielo, con un castillo que casi se asoma a los acantilados: el Chàteau Abbadía de Hendaya, del siglo XIX, que esconde un observatorio y museo astronómico construido por Antoine d'Abbadie, un curioso personaje, muy viajado, al que le dio por proyectar  catálogos de estrellas a la vez que alimentaba una biblioteca única. A su muerte legó este castillo neogótico a la Academia de las Ciencias...

Maria José Díaz de Tuesta. El Viajero. El País, sábado 11 de septiembre de 2021

viernes, 24 de septiembre de 2021

El Silencio, la sucursal ibicenca del club parisiense

Club El Silencio de Paris

El cineasta estadounidense David Lynch apenas pisó París el año pasado por culpa de la pandemia. Sus viajes a Europa son habituales porque en la capital francesa residen algunos de los productores de sus películas. Siempre que Lynch aterriza en la ciudad aprovecha para programar eventos en Silencio, uno de los clubes nocturnos de referencia en la escena cultural francesa actual y que él mismo diseñó hace 10 años. Detrás del éxito de este negocio, pionero en mezclar en horario nocturno cultura, música y arte, se encuentra el empresario francés Arnaud Frisch, un habitual de los ambientes artísticos de la ciudad que comenzó su carrera hace 25 años como promotor y programador de música electrónica y que actualmente regenta siete empresas culturales en París.

A principios de los 2.000, el negocio de la música electrónica despegaba y, según fue evolucionando, Frisch impulsó en París lo que concebía como un lugar de encuentro para los miembros del mundo artístico francés, una especie de club donde mezclar la cultura y la música en horarios poco habituales para el gran público. Entonces llegó el éxito. En 2011 inauguró de la mano de Lynch el club Silencio, local de culto ubicado en el 142 de la rue Montmartre que rinde homenaje al que el cineasta retrata en Mulholland Drive. Un local concebido con el objetivo de reinventar la vida nocturna parisiense y convertirse en el lugar de encuentro de personajes del mundo del cine, la cultura y la arquitectura.

Silencio París comenzó enfocado en el cine, pero se expandió rápidamente por otros ámbitos. Risch se asoció con museos y entidades culturales para programar allí. De este modo, los artistas menos conocidos tiene la oportunidad de mostrarse sin las cortapisas temporales y la anticipación que conlleva una galería. El éxito de la idea lo llevó a abrir un año después Wanderlust, también concebido como club, restaurante y espacio artístico en el muelle de Austerlitz, a orillas del Sena. En 2019 inauguró en un antiguo cine el restaurante Beau Regardy; al tiempo, otro club en el interior del Théatre du Châtelet. Una carrera empresarial que la pandemia no ha frenado.

...un punto de encuentro para artistas y amantes de la cultura.

En noviembre pasado, cuando Francia decretó el cierre de la vida pública, Frisch se escapó a Ibiza. Durante esos meses estuvo madurando una idea que desembocó en junio en la inauguración de El Silencio, la sucursal en una playa ibicenca del club parisiense. "Es un concepto algo más relajado que el de Silencio París, porque estamos en la playa, aunque el equipo creativo y la dirección artística son los mismos", cuenta el empresario en el recién inaugurado beach house de cala Moli, donde quiere impulsar un punto de encuentro para artistas y amantes de la cultura. Por lo pronto, preside la entrada del local un colorido montaje de la artista catalana Miranda Makaroff. Frisch está seguro de que en el futuro llegarán más iniciativas como la que está cerrando con la música Claire Laffut.

Como en sus otros negocios, en este, la gastronomía también actúa como un elemento más de la oferta cultural. En El Silencio Ibiza lo hace de la mano del chef Jean Imbert, cocinero elegido para sustituir Alain Ducasse al frente de los fogones del Plaza Athénée de París...

Lucía Rodríguez. Ibiza. El País. Revista V. Martes 17 de agosto de 2021

jueves, 23 de septiembre de 2021

Las cuatro esquinas del corazón

Los herederos de las escritoras famosas suelen encontrar manuscritos desconocidos, ocultos en los fondos de los armarios. La publicación en Francia de una novela inédita e inacabada de Françoise Sagan (Carjac, 1935-Honfleur, 2004), quince años después de su muerte, fue recibida, a partes iguales, con entusiasmo y dudas. Denis Westhoff, el hijo de Françoise, reconoce en el prólogo de la obra que solo conserva "un vago recuerdo del modo en que el original llegó a sus manos. Además, el texto no tenía título, le faltaban pasajes enteros, muchas letras no se distinguían con claridad y estaba lleno de tachaduras  y correcciones. Finalmente, los editores insistieron en que el hijo de Sagan "era la única persona que podía reescribir el libro". El ataque más duro llegó de la periodista Elisabeth Philippe, en "Le Nouvel Observateur". Se preguntaba si la novela "era una especie de Frankenstein, cosido a la prosa de Sagan".

Leyendo la traducción española diríamos que vemos el espíritu de Sagan en el vodevil altoburgués; en la pasión entre una mujer madura y su joven yerno, lo mejor de la novela; en algunas descripciones rápidas y certeras como flechas, en la atmósfera de ligereza que envuelve a los personajes, casi todos atractivos físicamente. Pero en Las cuatro esquinas del corazón falta la escritura fresca y clara de Sagan. Los diálogos son más pesados, menos irónicos que en Buenos días tristeza o en Un sang d'aquarelle, y, sobre todo, los protagonistas carecen de la libertad sensual de otros de la autora. Ludovic, Fanny, Henri, Marie Laure y Sandra tienen dudas a la hora de actuar, como si la autocensura sobrevolase la novela, algo poco característico en Sagan.

La leyenda de la escritora francesa, con sus automóviles velocísimos, el éxito, los casinos, las noches de alcohol, las drogas, su amistad con Sartre y Mitterand, la bisexualidad, sus problemas con el fisco, empezó en 1954. Una joven burguesa de 18 años llamada Frnçoise Quoirez publicó una novela  que logró un éxito y un trastorno inmediatos, Buenos días, tristeza. La autora obtuvo el Premio de la Crítica, con miembros tan prestigiosos como Georges Bataille y Maurice Blanchot. Desde entonces adoptó el seudónimo de Sagan, prestado de un personaje de Proust, Hélie de Tayllerand, príncipe de Sagan, El mismo año se publicó Los mandarines, de Simone de Beauvoir, que ganó el Goncourt. Eran dos caras de la misma Francia. En la novela de Sagan, la burguesía fría y cínica en el amor, ávida de emociones, olvidadiza de la última guerra, se mueve por instintos, sin pensar en las consecuencias. Los mandarines, en cambio, retrata a los intelectuales parisinos en los años de la posguerra y sus reflexiones sobre una nueva moral comprometida. Una moral que, a la larga, resultó más que confusa...

Lourdes Ventura. El Cultural, 17-9-2021 

miércoles, 22 de septiembre de 2021

El Camino "habla" gallego, castellano y portugués

Siete de cada diez peregrinos llegados este año a Santiago son españoles, algo previsible teniendo en cuanta la actual situación sanitaria. Además la estadística oficial refleja que las comunidades autónomas que aportan un mayor número de peregrinos son Andalucía y Madrid, seguidas de Galicia, Comunidad valenciana y Cataluña. Hace solo unos días en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino se sellaba la Compostela 70.000 en lo que va de año, confirmando así la recuperación del Camino, sobre todo tras el inicio de los meses de verano. En la primera quincena de agosto el ritmo de llegadas se mueve en torno al millar de peregrinos al día, con picos cercanos a los dos mil en las jornadas festivas o fines de semana. De hecho solo en la mañana de ayer se sellaron 1.262 compostelas.

En cuanto al lugar de procedencia de los caminantes, Portugal, teniendo en cuenta su cercanía, es otro de los destinos que más peregrinos aporta, con más de 4.200 desde comienzos de año, lo que supone el 6% del total.

En el desglose estadístico por itinerarios, el Camino Francés sigue siendo la ruta mayormente escogida por los peregrinos que llegan a Compostela: el 55% de ellos, es decir, casi 39.000. En segundo lugar se sitúa el Camino Portugués y su variante por la Costa, escogidos por unos 17.000 caminantes, la cuarta parte del total. En el marco de este excepcional Año Santo, el Inglés, el Primitivo y el del Norte completan el ranquín por itinerarios.

Gustavo López. Santiago. El Correo Gallego, jueves 19 de agosto de 2021

martes, 21 de septiembre de 2021

El Arco de Triunfo soñado por Christo se hace realidad

El primer sueño de Christo ha sido su último sueño cumplido. Fue mirando al Arco de Triunfo de París desde la ventana de su piso en la adyacente Avenue Foch, a comienzos de la década de los sesenta, cuando el entonces todavía desconocido artista plástico búlgaro Christo Vladimirov Javacheff (Gabrovo, 1955- Nueva York, 2020) concibió por primera vez la idea de "empaquetar" monumentos o edificios  que marcaría su carrera y que, incluso después de su muerte hace ahora un año, sigue provocando tanto entusiasmo como rechazo. Para cumplir ese primer sueño han tenido que pasar casi seis décadas. Y varias muertes. Ni Christo ni su mujer y compañera artística, Jeanne-Claude, están vivos para celebrar esa visión que ha finalizado de forma póstuma el sobrino de la pareja, Vladimir Javacheff. Desde este sábado 18 de septiembre y durante 16 días, los parisinos y visitantes de la capital francesa podrán visitar? y debatir? esta gran obra de Christo y Jean-Claude.

"Testamento póstumo de su genialidad artística, el Arco de Triunfo empaquetado es un regalo formidable a los parisinos, a los franceses y a todos los aficionados al arte", dijo la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, en la presentación ayer de un proyecto que ha contado con la complicidad absoluta de las autoridades francesas, tanto políticas como culturales. "Querido Christo, desde las estrellas, gracias por haber amado tanto a Francia y gracias por ofrecernos este regalo increible Gracias por el genio, gracias por la locura, gracias por la poesía", agregó junto a la alcaldesa de París -y flamante candidata presidencial socialista-, Anne Hidalgo, acompañada del presidente del Centro de Monumentos Nacionales, Philippe Béval, y el propio Javacheff. El presidente francés, Emmanuel Macron, que también visitó en la tarde de ayer el proyecto, dio su aprobación "con entusiasmo" en cuanto le fue presentada la idea en 2018, dijo el Elíseo en un comunicado.

Conceptualmente, el Arco de Triunfo empaquetado, no varía apenas de otros "envueltos" históricos de Christo, especialmente el Reichstag alemán (1995)o el Pont Neuf (1985), que fue su primer gran proyecto de embalaje en tela en la capital francesa. Para enmaquetar ahora el monumento de 50 metros de altura que Napoleón ordenó construir en 1806 para conmemorar las victorias del Ejército francés bajo su mando, se han utilizado 25.000 metros cuadrados de tela de polipropileno reciclable de color plata con reflejos azulados y 3.000 metros de cuerda roja, materiales habituales en la obra de Christo. Un proyecto temporal -según Javacheff, a su tío no le gustaba el término "efímero"-que ha requerido el trabajo de más de 1.200 personas y ha costado 14 millones de euros que serán sufragados íntegramente, como todos los del artista búlgaro, mediante la venta de dibujos y maquetas de la fundación Christo...

Silvia Ayuso. París. El País, viernes 17 de septiembre de 2021  

lunes, 20 de septiembre de 2021

León de Oro para L' événement

Audrey Diwan con el León de Oro.
 Foto de Filippo Monteforte/ AFP

El León de Oro  del Festival de Venecia sorprendió a  la mayoría de pronósticos: ganó L'événement /El acontecimiento, el crudo filme sobre el aborto de la directora francesa de origen libanés Audrey Diwan. Diwan lamentó que, cada vez que una película habla de este tema, "se vuelve de actualidad". Todavía, en pleno siglo XXI. "Hice este filme con rabia, con ganas, con mis entrañas", agregó. Se nota en el largo, basado en el libro homónimo donde Annie Ernaux relata su odisea para interrumpir voluntariamente su embarazo con 23 años, en una Francia donde todavía estaba prohibido. Diwan, la sexta mujer en obtener el máximo premio en 78 ediciones del festival, plantó en la pantalla las imágenes más inolvidables del certamen: la representación de un aborto. Dramática, implacable. Sin adornos, sin elipsis. Real. Es probable que el filme quede en la memoria de cualquiera que lo vea. Como su protagonista, Anamaria Vartolomet, entrará en la lista de los talentos a seguir. "Ella no es la actriz, es la película", dijo Diwan. En la víspera, de hecho, estaba considerada como la única posible rival para Penélope Cruz. Pero el jurado de Venecia siempre debe de tener en cuenta la tradición en sus cálculos: solo se entrega un galardón por filme. Paradójicamente, por ejemplo, la performance de su protagonista complicaba las opciones para Almodovar y sus Madres paralelas...

Tomaso Koch. Venecia. El País, domingo 12 de septiembre de 2021 

domingo, 19 de septiembre de 2021

El envite definitivo por Simenon

Georges Simenon

Hay una anomalía en la literatura en español llamada Georges Simenon. Autor al que el adjetivo de prolífico se le queda corto, narrador innagotable, traducido, imitado y adaptado hasta la saciedad, en España y América latina no encuentra la comunidad de lectores que expertos y editores creen que se merece. La pasión por una obra inabarcable, dos editoriales con poder prescriptor, la amistad entre dos editoras y, por qué no decirlo, la necesidad, se han unido para darle una nueva oportunidad al padre del comisario Jules Maigret. A finales de octubre, Acantilado y Anagrama publicarán el primer fruto de su proyecto conjunto para sacar de la sombra al que André Gide consideraba "el novelista más grande y más auténtico". Y lo harán, como ha podido saber este diario, con una nueva traducción de tres novelas -Tres habitaciones en Manhattan (1946), El fondo de la botella (1949) y Maigret duda (1968)- que reflejan la capacidad poliédrica del autor belga, un creador inclasificable, destructor de etiquetas, casi inabordable.

Dice su principal biógrafo, Pierre Assouline, que asomarse a la vida de Simenon (Lieja, Bélgica 1903- Lausana, Suiza, 1989) es una misión peligrosa. Por lo visto, hasta ahora, editarlo también. Autor de 191 novelas, 75 de ellas protagonizadas por Maigret, y un número indeterminado de relatos entre 1931 y 1972 -año en el que decide retirarse y dedicarse, en esencia, a dictar apuntes biográficos-, Simenon trabajaba en el periodismo desde los 16 años y antes de los 27 ya había triunfado con más de 1.000 historias de aventuras y otros géneros firmadas como George Sims, Jean du Perry y al menos otros 15 seudónimos más. Una bestia literaria.

Este proyecto, que se inició hace dos años, es hijo de otros anteriores que quedaron por el camino. Tusquets lo intentó en los noventa y publicó más de medio centenar de libros entre lo que se ha llamado roman dur y novelas protagonizadas por Maigret. El editor Joan Vallcorba cogió el testigo en Acantilado e intentó desde 2012 aplicar al belga la magia que le había funcionado con Stefan Zweig y otros éxitos. El resultado fue una edición exquisita, títulos bien elegidos pero pocos lectores. El tiempo se acababa y la editorial buscaba una solución. "Por desaliento no ha sido en ningún caso. Cuando adquirimos los derechos hicimos un contrato por toda la obra, que es ingente. El tiempo de derechos de explotación es breve si tenemos en cuenta el volumen de la obra contratada", explicaba por teléfono el pasado martes Sandra Ollo, editora y directora de Acantilado. John Simenon, Johnny, hijo de Georges y propietario de los derechos, quería repetir en España el enorme éxito que ha tenido en Italia de la manos de la editorial Adelphi, propiedad del grupo Feltrinelli, dueños también de Anagrama, que entra sí en escena.

"Lo que sí queríamos dejar claro a Johnny es que nosotros no teníamos ningún interés en que todo el trabajo de Acantilado hasta ahora fuera baldío", comentaba por teléfono el jueves Silvia Sesé, editora de Anagrama. "No nos interesaba para nada empezar de cero. Ellos tienen toda la experiencia en el estilo del texto. En el tono. Prefería no competir con algo que estaba muy bien hecho y unir esfuerzos que era más rentable y divertido". La editorial fundada por Jorge Herralde provee a la asociación, además, de una distribución más sostenida en América, territorio en el que tampoco ha triunfado Simenon. "Anagrama aporta un amplio nicho de lectores que no ha llegado a Simenon a través de nosotros", reconoce Ollo.

Con el estilo que dan las traducciones de Acantilado, la calidad literaria del proyecto estaba garantizada. "Teníamos la sensación de que habíamos topado con techo de lectores que nos estaba siendo muy difícil de franquear. Aportamos todo el conocimiento de la obra de Simenon. Hemos logrado una voz, una traducción. Desde el punto de vista intelectual le habíamos dado la finura literaria que se merece", comenta Ollo. Faltaba, coinciden las dos partes, darle una imagen "diferente, más fresca" y de ahí los diseños de las portadas a cargo del estudio Duró, con ilustraciones de María Picasso, más coloridas, que huyen de los arquetipos de la novela negra...

Juan Carlos Galindo. Madrid. El País, 28 de agosto de 2021.

sábado, 18 de septiembre de 2021

Le Château des Milandes

A Josephine Baker se la recuerda por aquella célebre frase: "Tengo dos amores: mi país y Paris", pero seguramente en los años cincuenta hubiera añadido uno más: el Château des Milandes, el castillo que primero alquiló y luego compró en la Dordoña, la llamada tierra de los 1.001 castillos y, por tanto, con nada que envidiar a las castillos del Loira.

Será el próximo 30 de noviembre cuando se convierta en la primera mujer negra en entrar en el Panteón de Francia,  el mausoleo donde descansan las figuras más distinguidas del país galo, de Volaire a Rousseau y de Victor Hugo a Emile Zola. La primera leyenda con toda seguridad en lograr la fama por pasear con un leopardo por la avenida de los Champs-Élysées y por dejar boquiabierto al personal con aquel Danse Sauvage en el Folies Bergère, el mítico cabaré, ataviada con aquella minifalda de plátanos. Es una de las piezas que conservan en el castillo de Milandes, junto con otros vestidos, fotografías y objetos que ilustran la vida de aquella "Venus de ébano" nacida en Missouri, EEUU, en 1906.

Enclavado en el sureste de Sarlat, junto al bello río Dordoña (región de Aquitania), y rodeado de majestuosos jardines, el castillo renacentista de Milandes se ha convertido en un museo que se puede visitar durante todo el año. Uno de esos catillos de La bella durmiente del que se enamoró la vedette en los años 30 del siglo pasado y luego transformó en su hogar y de su singular familia.

Casada con el magnate Jean Lion, gracias al que adquirió la ciudadanía francesa. Baker decide ampliar la familia creando un pequeño Naciones Unidas desde cero. Para ello adoptó a doce niños de diferentes partes del mundo para formar lo que ella llamó la Tribu Arcoíris.


Es más, la bailarina convirtió el castillo en una especie de escenario donde exhibirlos a los visitantes. Fue una de las extravagantes aristas de su agitada biografía. Además de bailarina, Baker forjó su leyenda como espía en la Segunda Guerra Mundial y, más tarde, como activista de derechos civiles...

"La mujer más sensacional que nadie haya visto", en palabras de Ernest Hemingway, fue desde luego su moradora más afamada, pero el castillo fue construido en 1489 por François de Caumont. El château quedaría en ruinas tras la Revolución Francesa hasta que la estrella decidiera restaurar sus torres y techos puntiagudos, sus vidrieras y gárgolas que hoy conforman uno de los conjuntos más bonitos de la zona.

Dentro hay también mucho art déco, el estilo popular de la época que se puede ver aún en las habitaciones y en un espectacular cuarto de baño repleto de frascos de perfume donde es fácil imaginarse a Baker arreglándose antes de salir al escenario.

Lamentablemente, las deudas obligaron a la artista a vender el castillo, pese a las continuas ayudas que le brindó  Brigitte Bardot. En 1964  el Château des Milandes se subastó al mejor postor. Baker se instalaría después en la Costa Azul  con la ayuda de Grace Kelly, princesa de Mónaco.

Marta González-Hontoria. El Mundo .Viajes, 14/9/2021

viernes, 17 de septiembre de 2021

La retórica musical alza su voz en Utrecht

Quintiliano fue el primero en referirse a la afinidad entre la retórica y la música, un tema que sería luego objeto de sesudos tratados en el Renacimiento y, sobre todo, el Barroco, cuyos autores fueron todos ávidos lectores de la Institutio Oratoria  del calagurritano. Modernos estudios se han referido, por jemplo, a Guillaume du Fay y Josquin des Prez, dos de los grandes polifonistas renacentistas, como "oradores musicales" y detras de una obra de apariencia especulativa como la Ofrenda Musical de Bach se ha detectado una completa secuencia de elementos de la retórica clásica. El Festival de Música Antigua de Utrecht se ha propuesto este año analizar en profundidad estas conexiones: programando decenas de conciertos como hace siempre, por supuesto, pero también dejando espacio para que las expliquen sus intérpretes. El título de esta edición, en inglés, Let's Talk/Hablemos, es suficientemente explícito y se complementa con un subtítulo en neerlandés: La retórica en las artes. 

En punto a libertades los Países Bajos suelen formar parte siempre de la avanzadilla. Las mascarillas no son ya aquí obligatorias en interiores, aunque para acceder a las sedes de los conciertos hay que pasar un riguroso control personalizado de identidad y del código QR que de fé bien de la pauta de la vacunación completa, bien de la recuperación de la covid...

Ensemble Corespondances

El honor de la inauguración, el viernes por la tarde se confió al Ensemble Corespondances, que tan excelente impresión causó aquí en 2018 con Le Concert Royal de la nuit. Era la primera vez que el grupo de Sébastien Daucé salía de su territorio habitual (los repertorios francés y en menor medida italiano), pero la incursión era en una obra, Membra Jesu Nostri, cantados con humildísima devoción de todo el corazón... La propuesta de Sébastien Daucé contó con un extraordinario grupo de cantantes en el que destacaron las sopranos Caroline Weynants y Perrine Devillers, asi como la siempre idiosincrásica contralto Lucile Richardot, que usó con un inusual comedimiento el torrente de su voz oscura y de color casi hermafrodita...

Idénticos intérpretes repitieron el sábado por la tarde en la Jacobikerk, esta vez en un repertorio contrarreformista. Pero la joya del concierto fue Jephte, un oratorio breve del italiano que se cierra con uno de los finales más emocionantes del Barroco, cuando el coro llora la muerte de la hija de Jephte. 

El concierto de L'Arpeggiata y Philippe Jaroussky terminó con el contratenor cantando Déshaillez-moi, de Juliette Gréco, y lanzando su chaqueta a una mujer sentada en las primeras filas...El Ensemble Organum volvió a coronar a la Messe de Nostre Dame de Machaut como uno de los grandes cimientos de la música polifónica occidental. La Divina Armonía ofreció un concierto virtualmente perfecto en la Pieterskerk el domingo por la noche con músicas nacidas tras los estragos causados en Milán por la peste en 1630. La propia retórica del Festival de Utrecht, tras el clamoroso silencio del año pasado, se mantiene incólume.

Luis Gago. Utercht. El País, martes 31 de agosto de 2021

jueves, 16 de septiembre de 2021

La hija pequeña

Fátima Daas

Se llama Fátima como la hija pequeña de Mahoma, madre de los jerifes. "Mi nombre es el de un personaje sagrado del islam. Un nombre que debo honrar. Un nombre que he ensuciado", escribe en La hija pequeña, el relato con que esta autora de 26 años, descendiente de emigrantes argelinos que creció en la periferia de París, se convirtió en la gran revelación de las letras francesas del año pasado. En el libro que acaba de publicar Cabaret Voltaire en castellano, Fatima Daas se reivindica como musulmana practicante pero también como lesbiana y feminista.

"Necesitaba decir cosas que había callado durante mucho tiempo sobre mi relación con la fe, con el islam, con la homosexualidad", relata la autora, sentada en un banco del parque de Buttes-Chaumont, el más escarpado de París, a dos pasos del estudio donde vive con su compañera.

"Aún así no es un diario íntimo, porque quería autorizarme una parte de ficción. No tengo 29 años ni tampoco dos hermanas como sucede en el libro. Pero si soy la mazoziya, la hija pequeña". Su verdadero nombre ni siquiera es Fatima Daas, un alter ego literario que le sirve para relatar su interioridad sin exponerse en exceso. "Entregar mi vida al lector no me interesaba porque para mí escribir no tiene esa función. Lo que sí es autobiográfico es el sentimiento de no estar en el lugar adecuado".

Daas cita a una pionera de la autoficción como Annie Ernaux, pero también al rapero Kendrick Lamar como referentes. Una sinceridad cruenta corre por sus páginas, elogiadas por otra amante de la escritura feroz como Virginie Despentes, que llega a compararla con Proust y Barthes en la contraportada.

Pero también por el pudor propio de quien sabe a ciencia cierta que su familia no aprueba su modo de vivir. "Si lo leyera mi madre perdería la cabeza", admite. Pero sabe que sus progenitores no lo harán. "Mi padre es analfabeto y mi madre prefirió mantenerse a distancia"...

Tras la publicación del libro en septiembre de 2020,  Francia la convirtió en portavoz de esos invisibles que no siempre tienen derecho a pedir la palabra. ¿Se sigue sintiendo inaudible, ahora que se la escucha tanto? "Sería deshonesto decir eso, porque he hablado mucho en los últimos meses. Y, a la vez, cada vez que me dejaban hablar sentía que me estaba tendiendo una trampa". Se refiere a la fijación mediática con el islam y al uso de declaraciones algo intempestivas que fueron sacadas de su contexto, según opina, con la única intención de estigmatizarla. "Me hacían escoger entre ser musulmana y ser lesbiana, y yo no quiero elegir una sola de mis identidades. No hace falta que la Francia liberadora dé lecciones a esta pequeña magrebí", se rebela...

Álex Vicente. París. El País, miércoles 15 de septiembre de 2021

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Ángeles, seres celestiales y especiales

Cuando pienso en las representaciones de la Asunción de la Virgen veo la imagen de nuestra Señora rodeada de nubes y ángeles. No es exclusivo de esta escena no relatada en la Biblia y sin aparición en los templos hasta el románico. Arcángeles y querubines la acompañan en la Anunciación, en el portal de Belén, la huida a Egipto y en otros episodios en los que ellos acrecientan, con nombres propios o anónimos, el lado amable, jubiloso (y también doloroso) de la presencia de María en la tierra, apenas narrada en los Evangelios y más conocida por escritos apócrifos o transmitidos por tradición. 

Esos ángeles representan iconografías de lo más variadas. Incontable sería hacer listados según clases y funciones. Los hay con cartelas, lampareros, con instrumentos de la Pasión o simples cabezas aladas. No faltan ángeles músicos y, en carne mortal, ángeles silentes.

 En Santiago comenzando por la catedral, desde el baldaquino al órgano hay toda una colección. En el baldaquino son enormes figuras que sostienen, portan o llevan estandartes y escudos. En los órganos destacan los ángeles músicos. Uno toca el violonchelo, otros instrumentos de viento. No es casual ya que, en el momento de su factura, la capilla de música comenzaba su esplendor barroco con el maestro José de Vaquedano (1680-1711). A él se debe el uso constante de instrumentos de la época: violines y arpas, sacabuches, chirimias y dulzainas... su figuración no responde a modelos reales, sino ideados para decorar los órganos

Lo mismo pasa en San Martín Pinario. Ángeles de grandes dimensiones, de exuberancia barroca, se imponen en el retablo central que, a efectos musicales, sólo sirve de telón para el gran coro monacal. En los órganos magnos, en el de la epístola, muy rococó, también hay figuras de arcángeles y ángeles músicos; en el órgano del evangelio, dos ángeles tañen magníficos violines...

¡Aunque para ángeles los de San Miguel dos Agros! Están en cada rincón con gestos afables y sencillos. En el altar mayor figuran San Miguel, San Rafael y el Ángel de la Guarda. En la tribuna del órgano, casi se deja caer un gran ángel escorzado...

Volviendo al hilo musical, es obligado mencionar que en Santiago ocupan lugar destacado las terrenales voces de la Escolanía Ángeles de Compostela, que tanto cantan en latín como en húngaro o germano.

Ahora no se dejan ver, pero volverán a sonar en la liturgia de la catedral y en otros momentos especiales. Como especiales son todos los ángeles: decorativos, sonoros o silentes, alzados, caídos o ignorados.

Pilar Alén Garabato. El Correo Gallego, lunes 16 de agosto de 2021

martes, 14 de septiembre de 2021

Extravagancias, obsesiones y misterios del mago del surrealismo

Los amantes de René Magritte

René Magritte  (1898-1967) es uno de los artistas más populares de la historia del arte. Su extensa obra es una poderosa mezcla de imágenes cotidianas, raras, eróticas y humorísticas difundidas hasta la saciedad. Su pipa, los bombines, los cielos, los mareos de las ventanas y personajes híbridos forman parte del imaginario colectivo. Sin embargo, su obra está muy poco representada en las colecciones españolas -el museo Thyssen posee La llave de los campos (1936), el Reina Sofía tiene dos y Telefónica una- y se le han dedicado muy pocas exposiciones: en la Fundación Juan March, en 1989, y en la Fundación Miró, en 1998. Con un retraso de un año por culpa de la pandemia, su legión de admiradores tiene ahora la oportunidad de conocer la obra del genio belga  en la retrospectiva La máquina Magritte, que se podrá ver en el museo Thyssen del 14 de septiembre hasta el 30 de enero. Después viajará al CaixaForum de Barcelona (del 24 de febrero al 5 de junio de 2022).  Se exponen 95 pinturas (y una instalación con fotografía y películas caseras) que cuentan con una garantía del Estado de 375,7 millones de euros. Las piezas proceden de colecciones públicas y privadas de todo el mundo conseguidas con el apoyo de la Fundación Magritte.

Guillermo Solana, director artístico del museo y comisario de la muestra, ha jugado con el concepto más reconocible de la obra de Magritte: el componente repetitivo y combinatorio aplicado sobre temas obsesivos que vuelven una y otra vez con innumerables variaciones a lo largo de su carrera. Por ejemplo, llegó a plasmar 17 versiones de El imperio de las luces. La exposición, situada en la planta principal del Thyssen, está dividida en siete secciones: Los poderes del mago, Imagen y palabra, Figura y fondo, Cuadro y ventana, Rostro y máscara, Mimetismo y Megalomanía. 

Solana cuenta que tenía el proyecto en la cabeza desde 2015. Por diferentes causas se fue posponiendo y la covid lo complicó todo a causa de los préstamos. Muchas de los obra que tenían comprometidas desde hace dos años no han podido viajar, pero a cambio encontraron a otros prestadores que han hecho posible que el concepto de la exposición no se haya alterado.

De sus primeros años, de cuando aún no era Magritte, hay pinturas en las que está presente la iconografía que después le haría reconocible en todo el mundo: bombines, lunas, árboles o cerraduras a las que envolvía con una advertencia, "Aquí no hay respuestas, solo preguntas",  máxima que defendió a muerte, a la vez que se convertía en el mejor narrador del absurdo cotidiano y de los misterios de las palabras...

Ángeles García. Madrid, El País, sábado 11 de septiembre de 2021

lunes, 13 de septiembre de 2021

La excéntrica ganadora de los César

Los premios Cesar de este año, los de la reivindicación de la apertura de los cines en medio de la pandemia, encumbraron entre la sorpresa general a la producción más insólita de las candidatas. Adiós, idiotas, excéntrica comedia negra de Albert Dupontel sobre la enfermedad terminal y el suicidio, recibió siete galardones, entre ellos los de película, dirección y guión. Mientras a las dos grandes favoritas, Las cosas que decimos, las cosas que hacemos, de Emmanuel Morel, y Verano del 85, de François Ozon, ambas ya estrenadas en España, les faltó poco para irse de vacío pese a sus 25 nominaciones conjuntas (un único premio entre ambas, el de actriz de reparto para la de Morel). No había sido un gran año, sin duda, pero vistas las tres y los galardones, en retrospectiva, la noche se revela como aún más excéntrica que la película ganadora.

Adiós, idiotas arranca de un modo fenomenal. Dupontel, valiente desde su debut en la dirección, Bernie (1996), con el que tantos paralelismos temáticos y tonales hay en su nueva obra, dedica su trabajo a Terry Jones, y Terry Gillian tiene un cameo muy especial. El diálogo inicial que es terrible en su interior, pues se trata de la conversación entre un médico y una paciente de mediana edad a la que se comunica su estado terminal, tiene gracia. Y todo eso no es nada fácil. La peluquera a la que los sprays de sus clientas han comido los pulmones y que dedica sus últimos días de vida a encontrar al hijo que entregó a los servicios sociales cuando dio a luz a los 15 años, parece un gran personaje. También el que va a ser su compañero de fechorías, al que interpreta el propio director: un triste funcionario del Ministerio de Sanidad, especialista en datos, que ha decidido suicidarse.

Como suele ocurrir en las películas de Dupontel -habitual actor, rostro conocido en títulos como Irreversible y Dejad de quererme-, el despliegue formal es casi más importante que el del relato, y aquí repite con una oscura comedia muy física que no siempre hace diana, pero que, al menos en su primera mitad, contiene suficientes atractivos, casi siempre relacionados con su dificilísima ambigüedad tonal: todo es despiadado, y sin embargo, la comedia sigue estando presente, aunque dejando poco a poco un singular fondo de amargura y misantropía.

En la segunda mitad, en cambio, la película decae, y mucho, y el encuentro final con el hijo perdido casi treinta años atrás resulta un fiasco emocional. Eso sí, la última secuencia es una fiesta atroz, y vuelve a dejar el mismo poso: el de la extraña y atractiva amargura de un autor felizmente raro.

Javier Ocaña. El País, viernes 10 de septiembre de 2021

domingo, 12 de septiembre de 2021

Belmondo, el arte de ser francés

El general De Gaulle decía tener "una cierta idea de Francia": sus gentes, sus paisajes, su historia. El actor Jean-Paul Belmondo, que el lunes murió a los 88 años, representaba no una idea de su país, sino una idea de lo que representa ser francés: socarrón y aventurero, caradura y seductor, algo engreído y a la vez consciente de su ridiculez.

Hay palabras, de difícil traducción, que resumen esta actitud. Una es panache, la mezcla de arrogancia y nobleza de tantos personajes de la literatura de este país, como D'Artagnan y Cyrano de Bergerac (y otros reales: De Gaulle, sin ir más lejos"). Otra palabra que se repite en los obituarios y comentarios tras la muerte de Belmondo es gouaille, una forma ingeniosa y burlona de hablar, muy parisiense y propia de los barrios populares. 

"Era nuestra Marianne en masculino", resume un artículo en el diario Le Figaro, en referencia a la figura femenina que simboliza la República francesa. Y es verdad que para franceses de varias generaciones, Bébel, como se conocía en Francia al actor, reflejaba algo esencial en le carácter de este país, una manera de estar en el mundo. 

Belmondo podía ser el joven delincuente que en Al final de la escapada bajaba por los Campos Elíseos junto a Jean Seberg, quien interpretaba a una estudiante estadounidense que vendía ejemplares del diario Herald Tribune. O el intrépido aventurero de las películas más populares de los setenta y ochenta, el que practicaba los malabarismos más peligrosos, colgándose de la ventana de un edificio o saltando de un avión en pleno vuelo. Pero también el actor teatral en obras como el Cyrano de Edmond Rostand o Kea de Jean-Paul Sartre.

"Bébel el magnífico", titulaba en una edición especial Le Parisien. Le Figaro: "As de ases". Le Monde: "El bienquerido". El diario deportivo L'Équipe le homenajeó titulando las informaciones del día con títulos de películas de Belmondo. El lunes por la noche varias cadenas alteraron la programación para emitir películas suyas; las vieron más de ocho millones de espectadores.

"Para los franceses representa lo mejor de nosotros: el maridaje de lo serio y la despreocupación", dice por teléfono el periodista, novelista y cineasta Philippe Labro, quien dirigió a Belmondo en El heredero de 1973, y El cazador de hombres, de 1976. De esas experiencias recuerda: "A Jean-Paul no se le dirige. Se habla con él, se dialoga, pero después hay que dejarle hacer, porque aporta una inventiva  y hace cosas en el rodaje que uno no había previsto en el guión". Y continúa; "Tenía una sonrisa interior. Sonreía incluso cuando no sonreía. Y tenía una capacidad para encarnar personajes de hombre de la calle, al francés medio. Hacía reír, y un hombre que hace reír siempre tiene un éxito considerable. ¡No olvide que somos el país de Molière!".

Francia es un país al que le gusta y sabe, conmemorar. A sus héroes militares, como los que reposan en el monumento de los Inválidos. A políticos o literatos, en el Panteón. Y a ídolos de la cultura popular. La muerte del rockero Johnny Hallyday, en 2017, sacó a miles de personas a ls calles de París. El Elvis francés mereció honores de héroe. Belmondo tendrá derecho a un homenaje nacional en los Inválidos...

En 1960, cuando la carrera del actor despegaba el sociólogo Edgar Morin , que había analizado el fenómeno de los ídolos del cine en el ensayo Les stars / Las estrellas, distinguía dos Belmondos. El primero era "un poco nihilista, un poco indiferente al mundo y, en este sentido, el símbolo del estado de ánimo de una parte de la juventud de hoy en día". El segundo era "el hombre que seduce, irresistible para las mujeres". Ya aventuraba entonces que se acabaría imponiendo el segundo...

Belmondo encarnaba una cierta idea de la masculinidad, una imagen de actitud y comportamiento del hombre francés de su época. esa cierta idea sería incompleta sin su opuesto (y amigo): Alain Delon, con su belleza glacial y sus papeles de gangster  o poli inexpresivo en las antípodas de la expresividad cómica  y desbordante de Belmondo.

"Estoy devastado", declaró Delon en la cadena de Radio Europe 1. "Tenía mi edad. No tardará en ocurrirme a mí. Prepárense."

Marc Bassets. París. El País, miércoles 8 de septiembre de 2021

sábado, 11 de septiembre de 2021

La torre de Montaigne

En tiempos de encierro y hartazgo, bien pudieran servir de lenitivo las ideas de un par de amigos que tuvieron que afrontar guerras y plagas. Hablamos de Montaigne y La Boétie, que nacieron, vivieron y murieron en uno de los territorios más bucólicos y placenteros de Francia: el valle del río Dordoña, conocido como Périgord. Un pequeño país de colinas dulces, cubiertas de viñas y châteaux que muchas veces son fincas agrícolas, no verdaderos castillos. Tierra intensa, empapada de vino, historias asombrosas y destellos de modernidad que brindan actualidad a ese corredor feraz al este de Burdeos.

En uno de esos castillos levantados con las rentas del vino nació Michel de Montaigne en 1533. Se metió en política y al rondar la treintena, coincidió en el Parlamento de Burdeos con La Boétie, que era un par de años mayor que él. Montaigne estaba deseando conocerle, porque aquel joven apuesto había escrito, con 18 años, un opúsculo extraordinario de apenas trienta páginas que circulaba en copias manuscritas: el Discurso de la servidumbre voluntaria. Un alegato sobre la libertad que para algunos es precursor de El contrato social de Rousseau, de la desobediencia civil y de la resistencia no violenta, a lo Gandhi. La amistad entre ambos jóvenes descrita por Montaigne como "perfecta", duró cuatro años. Acabó cuando Etienne, con sólo 33 años, murió por la peste en brazos de Michel.

Michel de Montaigne publicó la obra de su amigo y al cumplir los 40 años se retiró al castillo familiar, en lo que hoy es el minúsculo pueblo de Saint-Michel-de-Montaigne. Allí se encerró en una torre separada algunos metros del castillo. En ella escribió sus Essais, de un estoicismo que viene de perlas en los tiempos que corren. Creó con ello un género nuevo y moderno, el del ensayo. La torre dentro del recinto amurallado, tiene capilla en la planta baja, en las superiores están la biblioteca, un gabinete de trabajo y el dormitorio. En las vigas del estudio Montaigne hizo pintar aforismos que algunos consideran tuits avant la lettre. La torre se conserva tal cual, pero el castillo ardió  y fue rehecho en el siglo XIX. Aunque es privado se puede visitar, igual que la torre. A la salida del pueblo hay una villa galo romana, Montcaret, con mosaicos rudimentarios. La carretera sigue en paralelo al cauce del Dordoña, que servía para transportar en gabarras el vino de la zona.

Por esa vía fluvial llegó la riqueza a Bergerac, que se refleja en las casas nobles de su casco histórico, ahora silentes y perfumadas de glicinias. Y en la Maison des Vignerons, instalada en un antiguo convento franciscano. Pero la fama de Bergerac no se debe al vino, sino al legendario Cyrano de Bergerac. Personaje que es y no es real. Existió un tipo de carne y hueso en el París del XVII que se llamaba Hercule-Savinien de Cyrano, y para entrar en el cuerpo de Mosqueteros adoptó el apellido Bergerac, pues así se llamaba la finca parisiense donde entrenaba. En 1897 el poeta Edmond Rostand creó el personaje de ficción que se ha paseado por tantos escenarios y ha sido llevado con éxito al cine.

Al sur de Bergerac, el castillo de Montbazillac, estampa de château vinicola es visitable como museo y como tienda enológica. Un pequeño desvío en el eje fluvial nos acerca a Monpazier, el mejor ejemplo de bastida en la región. La bastide es una revolución urbanística que surgió en la Aquitania del siglo XIII: el centro del pueblo ya no es la iglesia, sino la plaza del mercado, porticada, con calles en torno a ella trazadas a cuadrícula y protegidas por murallas y puertas. Hay unas 300 bastidas catalogadas, y muchas permanecen en el club de Los Pueblos más Bellos de Francia.

El curso del Dordoña nos guía al castillo de Beynac, cuyas bóvedas guardan ecos de Ricardo Corazón de León. Recientemente restaurado corona un peñasco desde el que se divisan otras tres o cuatro fortalezas sobre acantilados cortados a pico. Uno de los más seductores es La Roche-Gageac, arropado por casas incrustadas como moluscos en la pared de la roca. A un solo par de leguas queda Sarlat, la capital turística del Périgord, la joya de la corona. 

Un conjunto medieval renacentista prodigio-samente conservado. Frente a la solemne catedral gótica se alza la casa palacio donde nació La Boétie. A espaldas de la catedral, callejas y escaleras en cuesta engarzan mansiones y escudos nobiliarios. Abajo, en la plaza del mercado donde son estrella los foie-gras artesanos, la iglesia de Santa-María quedó convertida en mercado cubierto. El templo tiene su nave gótica cortada por la mitad a cuchillo, como un queso. Y el vano se cierra con unas puertas monumentales del arquitecto Jean Nouvel, que nació en Fumel, no demasiado lejos de aquí. En ellas puede leerse una frase del filósofo posmoderno Jean Baudrillard que igual sirve de divisa a la obra de Nouvel: "La arquitectura es una mezcla de nostalgia y de anticipación extrema".

Carlos Pascual. El Viajero. El País, sábado 17 de julio de 2021  

viernes, 10 de septiembre de 2021

Vuelve la Bella Otero, la mujer que conquistó el mundo

Maribel Gallardo encarna a la
Bella Otero en su madurez.
La Bella Otero es un mito que a casi todo el mundo le suena pero muy pocos realmente conocen a la persona que lo encarnó y lo moldeó con su capacidad fabuladora. Rubén Olmo, actual director artístico, del Ballet Nacional, pertenece a ese reducido grupo muy documentado sobre esta bailarina arrebatadoramente atractiva (hay que mencionar también a Carmen Posadas que le dedicó una novela en 2001). "Yo empecé a saber de ella cuando estuve invitado en la Compañía Metros de Ramón Oller en Barcelona. Hacía una pequeña parte de un espectáculo y tenía tiempo para investigar en primeras coreografías. Encontré una foto suya vestida de goyesca. Me llamó mucho la atención, y cuando leí un poco sobre ella, vi claro que podía dar mucho juego para un gran ballet. Siempre la he tenido en la cabeza desde entonces".

Han sido alrededor de dos décadas rumiando  la pieza que por fin ha terminado cuajando y que se estrenó en el Teatro de la Zarzuela. Con el Ballet Nacional, claro. No podía ser de otra manera dada la envergadura del proyecto, que tiene empaque operístico, por los efectivos que moviliza y por su poso dramatúrgico. De algún modo estamos ante una especie de biopic bailado. El autor del libreto es Gregor Acuña-Pohl, que ya firmó en su día  el "guión" de la Carmen que Johan Inger coreografió para la Compañía Nacional de Danza en 2015. Un precedente que no es baladí porque La Bella Otero vampirizó este tótem de la feminidad andalusí. "Hasta el punto que iba contando que era nieta de la cigarrera", apuntó Acuña-Pohl. Una trola que cobró carta de naturaleza en algunos periódicos  estadounidenses cuando viajó a Nueva York ya como una estrella.

Aquel reclamo era infalible para públicos foráneos. Pero antes de cosechar triunfos allende nuestras fronteras y seducir a discreción a reyes, duques, políticos y personajes poderosos de toda laya, se produjo en su vida un trauma fundacional: el de la violación que sufrió en su aldea gallega con tan solo diez años. Desde entonces, receló de los hombres. Una sensación que se agravó cuando su primer novio la engañó. Marcada por esos precedentes, en lo sucesivo vio en el sexo masculino un instrumento para saciar sus ansias de medrar. Y se valió de sus encantos y atributos para conseguirlo.

Acuña-Pohl estructura su recreación como un prolongado flash-back. En la primera escena el público se encuentra con Agustina Carolina del Carmen Otero Iglesias, que así se llamaba realmente, en su apartamento en Niza, ya sexagenaria, sola y arruinada por culpa de su pasión irrefrenable por los casinos. "Está rodeada de espectros, los de las víctimas que dejó en el camino, sobre todo hombres. Lo más destacable de su situación es la soledad, que en el fondo ha buscado". Esa ajada exvedette, encarnada por Maribel Gallardo rememora su intensa existencia: la infancia gallega con la rudeza aldeana de los lugareños, el flechazo que sintió por Carmen cuando vio por primera vez en el Liceo la ópera de Bizet, su conexión con el mundo gitano a través de los cafés-cantante cuando empezó a brillar, su cima triunfal en el Folies Bergères parisino durante la Belle Époque, su querencia ludopática por el juego, que le hacía pasar las horas muertas entre naipes y ruletas..."La Bella Otero-concluye Olmo- nos ofrece una doble lección. Una positiva: la de la mujer  que, salida de una pequeña aldea, conquista el mundo mediante una reinvención de su identidad. Y otra negativa: la de que la ambición puede también acabar siendo muy dañina"

Alberto Ojeda. El Cultural, 2-7-21 

jueves, 9 de septiembre de 2021

Tercera persona

 Valérie Mréjen (París, 1969). D. S.

La estabilidad se quiebra cuando nace un bebé, porque no sólo nace ese ser diminuto y desvalido, sino una nueva forma de vida que trastoca lo existente y que nos cambia percepciones además de inyectarnos un entusiasmo único. Y miedo. Y es esa transformación integral  la que ha captado Valérie Mréjen (París, 52 años) con una sencillez pasmosa, con una economía de palabras, de formas y de trazas que desnuda la revolución interior de una madre en pinceladas absorbentes y certeras. Tercera persona (Periférica), la nueva novela de esta escritora y artista visual, vuelve a regalarnos una dosis precisa de autobiografía como hizo antes con Mi abuelo y El agrio.

Frente a una realidad de descenso de la natalidad en Europa, de difícil conciliación  de graves perjuicios en la carrera de las mujeres cuando llega la maternidad, la protagonista de esta obra encuentra una luz que dará un nuevo brillo a su vida hasta reescribir su propia existencia. Esa respiración tan común y sin embargo tan única; esos pasos tambaleantes; ese amor sin límites que nace incluso hacia la comadrona que asistió el parto...; lo vulgar, lo común se hacen aquí únicos aunque se parezcan a todas las demás experiencias de todas y cada una de las mujeres de la Tierra. Sólo es mi bebé el que vale, nos viene a decir, porque aunque haya millones sólo el mío luce para mí. Y ese relato precisamente por extendido, es difícil, y en su pluma muy singular.

-A la vista de los miedos que llegan con la alegría: ¿Merece la pena ser madre?

-No quiero dar consejos ni hacer proselitismo, pero para mí fue una decisión y un proyecto. Intento contar los cambios irreversibles sin tomar postura, sin pensar en las ventajas o desventajas.

-Valérie Mréjen responde por correo electrónico desde sus vacaciones y admite que el montón de sentimientos que se entrecruzan al convertirse en madre mezcla el temor a los peligros, a la distancia futura y al propio conocimiento. Toda madre lo ha vivido. "Más que miedo, diría que se trata de unas proyecciones hacia el futuro que se activan de inmediato. Me divierto imaginando escenarios".

Ciertamente, la alegría se traslada a su texto con "sobriedad", reconoce, "porque siento que no es necesario agregar más", pero además convive con una tensión particular que toma forma de miedo. "Esos momentos de alegría están precisamente relacionados con el miedo a todo lo que uno pueda imaginar".

Para escribir, comenta, necesita "un largo momento de reflexión y maduración que precede al comienzo de un libro, y luego un lento trabajo de composición y edición". "Tengo la sensación de estar juntando piezas, de hacer collages de recuerdos, de imágenes. Algo así como un montaje de película. No sé si elegí la voz que he encontrado, sino que se me impone mientras escribo".

¿Y por qué siempre la autobiografía?, preguntamos. "A veces me gustaría salir de ese relato de la experiencia vivida e imaginar ficciones pero vuelvo a ella  a pesar de mí misma, como si no hubiera otra opción. Expresar en palabras los recuerdos que habitan en nosotros y que incluso nos persiguen es un desafío infinito. Amo a Annie Ernaux, Lucía Berlin, Philip Roth o Hélène Bessette". Y hay otra cosa en su lista de querencias: "Amo la sobriedad", responde sin añadir por qué. En su obra da buena cuenta de ello...

Berna González Harbour. El País, sábado 4 de septiembre de 2021

miércoles, 8 de septiembre de 2021

"El Camino de Santiago te da respuestas, aunque no busques"

Por Tierra de Campos. Crónica Peregrina de Manolo Fraga. Cada día madrugo más. Aún sin saberlo me espera la jornada más dura de las cuatro. Nicolás (Lille), sentado en un banco lía algo para fumar. Desde Calzada es un agradable paseo hasta Bercianos, en cuyos aledaños topo con un grueso arco plateado en plena senda. Unos vecinos me dicen, al cruzarnos, que es un adorno de un artista local. ¡Menudo horror ortopédico!. Antes de abandonar el pueblo, reparo en una torre campanario metálica, singular, pero que no tiene uso, ya que al parecer el obispo no la quiso bendecir, aduciendo algo así como que no estaba en tierra sagrada. La historia me la cuenta Práxedes, a cuyos nietos les cuesta pronunciar su nombre, y la corrobora mi taxista. Me espera El Burgo Ranero cuando coincido con Salvatore (Sicilia) y Pablo (43 años). Este último, un maño que trabaja en Chipre como bróker en una empresa de finanzas, empezó en Saint Jean Pied de Port el 24 de julio y, a pesar de que sufrió una docena de ampollas y padece hernia discal, piensa llegar a Santiago a finales de agosto. "El Camino te da respuestas aunque tu no busques preguntas, Y te hace mejor persona. A mí  me impulsa a ayudar a la gente", según me espeta a bocajarro...

Buena parte del itinerario por Tierra de Campos está acondicionado a propósito para los peregrinos, con rectilíneas sendas en fuga, jalonadas por plataneros de sombra en muchos tramos, con el consiguiente aprovechamiento peatonal entre pueblos...Me llama la atención que por estos lares haya extensos campos de maíz. Las horas del mediodía se tornan cansinas y eternas, pero me reconforta que cumpliré el exigente programa, no sin breves reposos para beber. Hoy no me pillan sin agua.

Reliegos es otro pueblo escondido. Mis compañeros llegaron hace casi una hora...El bullicio del bar me parece atronador, será el contraste con los silencios del camino. Lo atienden las hermanas Beatriz (43 años) y Blanca (40 años), que son la cuarta generación al frente del establecimiento que también posee albergue. Me cuentan que el año pasado había que "hacer la ola" cada vez que pasaba un peregrino. "Este verano -añaden- pasan a diario 40-45, pero en un año normal llegan entre 200 y 250. Nos encanta esto y a mimo tratamos a los peregrinos....

Manolo Fraga. El Correo Gallego, domingo 5 de septiembre de 2021

martes, 7 de septiembre de 2021

El padre y la hija que amaban a Picasso

 Durante la carrera tuve un profesor de Estética que relataba anécdotas que parecían leyendas urbanas. Hablando de la voluntad expresiva y de la capacidad del arte para atrapar el tiempo, contó que un día Picasso le hizo un retrato a Dora Maar y cuando ella se levantó para verlo se horrorizó al descubrirse furiosa y arrugada y le dijo: "Esa no soy yo". A lo que el pintor respondió: "Ya lo serás". 

La semana pasada caí por el Museo de la Colección Rosengart de Lucerna, la pinacoteca de Angela Rosengart (1932). Entre otros picassos apareció una Dora Maar. El padre de Angela, Siegfried Rosengart abrió su primera galería de arte en 1937. En el verano de 1948 se rompió una pierna y pidió a su hija de entonces 16 años que le echara una mano. Así formaron equipo con el propósito de coleccionar obras únicas de Paul Klee (más de 129 piezas), de Picasso (¡180!) y de lo que ellos llamaban clásicos modernos (de Cézanne a Chagall). En 1985 falleció Siegfried, y en 1922 ella creó la fundación con el fin de mantener una colección única para Lucerna. Desde 2002 funciona como museo en un edificio de 1934 que todo el mundo llama Nationalbank.

Ángela Rosengart junto a uno de sus retratos de Picasso.
Cuando Angela cumplió 17 años sus padres quisieron regalarle su primer vestido largo de noche. Ella, sincera, dijo que hubiera preferido el dibujo de Paul Klee Ein Tier geht spazieren /un animal va de paseo. Con una sonrisa el padre se declaró favorable al cambio y ella salió disparada a por su adorado regalo. Meses más tarde, padre e hija se hicieron íntimos de Picasso en París. No solo dan fe de ello las obras compradas sin intermediarios, también las numerosas fotografías  de David Douglas Duncan, A sus 80 años, la señora Rosengart conserva el espíritu de la niña que corría feliz a la galería, la costumbre de visitar su museo a diario y buena memoria. Sobre el cuadro Retrato de un pintor después de El Greco, de 1950, cuenta que un día se presentó un marchante de Zúrich con intención de adquirirlo. El padre se negaba a venderlo pero el hombre insistía, Siegfried optó por decirle que era el cuadro favorito de su hija y que se lo pensaba regalar para su boda. Pasaban los años y Angela no se casaba, por lo que el hombre volvía una y otra vez a la carga . Cuando le contaron la anécdota a Picasso, este vio al vuelo la solución, se encogió de hombros y dijo: "Y por qué no se casa con Angela?". 

Antes de irme observo otro retrato de Dora Maar pintado con la técnica de la doble cara y en tonos grises, y al lado otro de Nusch Éluard (esposa del poeta Paul Éluard), tierna, pensativa, frágil...Cuando por fin salgo a la Pilatusstrasse para buscar el espejo del lago entiendo por qué Picasso decía que pintaba como otros escriben biografías. 

Use Lahoz. El País Semanal, 5 de septiembre de 2021