En 1975, Jean Luc Godard, uno de los padres de la nouvelle vague, estrenó Número dos, quizás su película más cruda y radical, en la que se escudriñaba sin piedad las vicisitudes cotidianas de una familia en la que convivían tres generaciones. Desde entonces han pasado casi 40 años y después del boom económico la crisis nos ha devuelto a las casas en las que abuelos, padres, hijos y nietos comparten un espacio físico y mental cada vez más reducido. Por ello resulta tan vigente la relectura de Godard en clave de exposición por parte del Centro Nacional de las Artes Plásticas de Francia. La exposición Número tres. De la casa a la fábrica, abierta en el Virreina Centro de la Imagen hasta el 30 de septiembre, reune una cuaurentena de obras, sobre todo fotografías, pero también algunos vídeos e instalaciones, realizadas entre 1978 y la actualidad aunque la mayoría sean de las últimas décadas. Los dos comisarios Pascal Beausse y Pascale Cassagnau aseguran: "Queremos poner de manifiesto que aunque las estructuras de pareja, familia, economía y sociedad han evolucionado profundamente, nos encontramos reformulando las problemáticas evocadas hace 40 años en Número dos.
Roberta Basco, Barcelona, El País.es. 10-6-2012
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