Cerdos decorativos en un salón decimonónico, estructuras retorcidas en una impecable mesa de bufete, neumáticos de acero entre el mobiliario aristocrático... Es lo que pasa cuando uno de los establecimientos artísticos más antiguos del mundo abre sus puertas al creador de Cloaca. Aunque donde algunos ven una sarcástica burla , el artista reivindica una respetuosa fidelidad a la herencia tradicional, alejada de la vanidad y de la ligereza del arte contemporáneo que no duda en criticar. O eso nos ha contado el propio Win Delvoye. Cuando una institución tan venerable como el Museo del Louvre invita aun artista contemporáneo, con fama de contravertido, a presentar sus creaciones junto a sus grandes obras maestras, la polémica está asegurada. Blasfema estética, para unos, o fructífero diálogo temporal para otros, las discusiones parecen no tener fin como ya se demostró durante las exposiciones de Jeff Koons (2008), y Takashi Murakami (2010) en Versalles.
Aurélien le Genissel, 18 de junio de 2012. El País.es
Wim Delvoye. Au Louvre. Museo del Louvre, París. Hasta el 17 de septiembre
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