jueves, 15 de enero de 2015

Reírnos de nosotros mismos

La cuestión no es ser o no ser"Charlie Hebdo", sino de hacernos merecedores de un derecho excepcional y raro en el mundo, como es la libertad de expresión. Solo la sabemos valorar cuando está amenazada.
Por José Luis Pardo

" A raíz de los horrendos atentados de París se ha levantado cierta polémica acerca de si todos somos o no Charlie Hebdo. Como la primera opción ( Je suis Charlie Hebdo, apoyada por Mario Vargas Llosa en el País del 9 de enero), fue la que tomaron muchos ciudadanos y antes de que se convirtiera en postura oficial, el artículo de David Brooks en The New York Times (Je ne suis pas Charlie Hebdo, que el País publicaba junto con el de Vargas Llosa) no tenía más remedio que llamar la atención y forzar la búsqueda de la "equidistancia" ponderada entre estas dos posiciones aparentemente enfrentadas  que se materializó en la secuela de Victor Lapuente No sé si soy Charlie Hebdo (El País 10 de enero)." José Luis Pardo opina sobre esta polémica que " a pesar de la confusión creada por los títulos sobre todo en las redes sociales, el artículo de Brooks no defiende lo contrario que el de Vargas Llosa sino exactamente lo mismo y mejor."...Brooks "acierta plenamente cuando define  a los humoristas como una suerte de niños grandes, gamberros y pernipeludos que desempeñan la indispensable función  de protegernos contra nuestros propios ridículos: nos reímos de nosotros  al reírnos con los niños o con los humoristas, aprendemos a no tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos al comprender su broma como broma mientras que sí tomamos en serio lo que dicen los eruditos  sabios y considerados. Así al menos deberían ser las cosas aunque no estoy tan seguro de que esto ocurra en la mayoría de las sociedades  que según el autor serían inteligentes combinaciones  de civismo y sentido del humor.".....
José Luis Pardo es filósofo. La Cuarta Página. Opinión,  El País, Miércoles 14 de Enero de 2015 

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