Posiblemente ninguna otra ciudad del mundo representa la tradición emancipadora del proyecto filosófico de la modernidad como París, lugar donde en 1789 se proclamaron con carácter universal los Derechos del Hombre. En ese sentido, parece un lugar inspirador para acoger la que podría convertirse en una cumbre decisiva sobre el clima de la Tierra. La comunidad internacional aspira a establecer en la reunión de París las bases de una salida cooperativa al formidable desafío del cambio climático. Pidamos al nuevo año 2015 que la tradición universalista y el lugar que Francia ha desempeñado en la historia de las ideas y la cultura inspiren a los asistentes al encuentro y allanen las numerosas dificultades que, sin duda, surgirán en el camino.
Antxon Olabe Egaña. El Mundo en 2015. Babelia. El País, Domingo 4-1-2015
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