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El actor Jean-Pierre Léaud |
Ni preparado. "El actor está très fatigué", anuncian. ¿No habrá entrevista? "Sí, es la única que concede, pero, ¿puede hacerla sin salir de la cama de su habitación?". Y así, Jean-Pierre Léaud (París,1944), el niño de Los 400 golpes, el hombre que construyó junto al director François Truffaut el personaje de Antoine Doinel en dos décadas de magia fílmica, el actor de Jean-Luc Godard en nueve películas; en definitiva, Léaud, la salsa que usaron los cocineros de la nouvelle vague, hoy se siente como el Rey Sol, su personaje en La muerte de Luis XIV, de Albert Serra, que describe la agonía en la cama, del 9 de agosto al 1 de septiembre de 1715, cuando finaliza un reinado de 72 años, del monarca que aseguraba :"El Estado soy yo". Delante de toda la corte: ministros, nobles, familiares, el joven delfín, médicos. Y, efectivamente, Léaud-Luis XIV espera al periodista en su cama, rodeado por su esposa Brigitte Duvivier, y la traductora. La tripa se le escapa, entre los tirantes, el pantalón y el jersey. A cambio, la mirada brilla juvenil. Ahí se esconde le mito, el talentazo que Truffaut exprimió desde el primer minuto de su carrera, y que ha tenido momentos guadianescos aunque trabajara bajo las órdenes de realizadores como Bernardo Bertolucci, Pier Paolo Pasolini, AkKaurismäki, Tsai Ming-Liang y Olivier Assayas. Lo que sigue es un resumen de los parlamentos del Actor Sol. ¿Se siente cómodo en la cama? "Pues sí, me pasé toda la película en ella, es un lugar en el que transcurren muchas de mis horas. Así basé toda mi interpretación: en mis ojos y en mis gestos. Necesitaba una gran intensidad, trabajé duramente en ella. Durante un mes estuve ahí, estirado. Cuando ruedo, voy conociendo al personaje. Al tercer día, empezaron a salir de mí gestos aristocráticos que yo no conocía."....
Guillermo Belinchón. Madrid. El País, viernes, 25 de noviembre de 2016
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