La École Nationale d'Administration es un selecto club de talentos que solo admite a uno de cada diez aspirantes. Solo los mejores. Tres jefes de estado, seis primeros ministros y los responsables de las mayores empresas francesas pasaron por la École Nationale d'Administration. Aquí ha educado Francia desde 1945 a sus élites, desde el actual presidente de la República, François Hollande, hasta miles de altos funcionarios. Entramos en la ENA, un prestigioso club que nutre de talento a la quinta potencia mundial y al que también acceden los extranjeros más brillantes. Conocer la vida pública de Francia lleva irremediablemente a un calificativo de nuevo cuño: enarca. El diccionario de la Real Academia Española no reconoce el término pero la enciclopedia libre Wikipedia, por supuesto, sí: "Enarca es un alumno o antiguo alumno de la ENA....Del presidente hacia abajo los enarcas han dirigido los destinos de Francia, la quinta potencia mundial y en la que España se ha mirado para construir su aparato administrativo. Aquí van algunos nombres ilustres: los ex primeros ministros Alain Juppé, Lionel Jospin, Laurent Fabius (hoy ministro de Exteriores) Edouard Balladur o Michel Rocard.... Hay muchos políticos que no han pasado por la ENA. La institución privada Sciences Po es otro importante granero de pensadores y administradores de la cosa pública, pero no haber logrado entrar en la ENA es en Francia un desdoro que algunos no perdonan. El nombramiento, en agosto pasado, como ministra de Educación de Najat Vallaud-Belkacem formó un importante revuelo entre las capas más recalcitrantes de la sociedad francesa. A sus defectos de ser joven, feminista y musulmana (nació en Marruecos) le añadieron la tacha de no ser enarca. El machismo impregna las críticas recordando que su marido, Boris Vallaud, si había logrado entrar en la ENA....
Gabriela Cañas.El País Semanal, 15 de febrero de 2015
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