martes, 24 de febrero de 2015

"Ya no nos queda ni París"

Julio Cortázar escribió sobre la obra de Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) que era"un juego sigiloso de una inteligencia irónica". Rafael Conte lo definió como "el primer incontrolado de nuestra literatura". Suárez fue un gran periodista deportivo bajo el seudónimo de Martin Girard, es autor de novelas como El asesino triste, director de cine, realizador de Remando al viento , Epílogo o Los pazos de Ulloa. Todos los Gonzalo Suárez están en su última novela, Con el cielo a cuestas, que publica esta semana Random House. "Hay que desordenar el caos" reivindico Suárez  durante una conversación en la que se mezclan el juego, la memoria, el cine, la literatura y la vida."Para mí, para muchos de mi generación, todavía creo que puede preservarse una imagen mítica de París. De ese París que todavía era el extranjero... Se trataba, por supuesto de un París de ensueño en contraste con la sordidez de nuestro contexto. Yo le debo a mi padre el haber soñado con París antes de conocerlo y la novela tiene su génesis en ese París de antaño. El París de los tres mosqueteros y Quasimodo, de Villon y Victro Hugo. Donde todavía escribía Albert Camus y cantaban Piaf y Brassens y el que Picasso hipnotizaba al siglo XX.....A diferencia de España Francia sigue siendo el país para el que la cultura es su signo de identidad...Dicho esto, debo decir que el París soñado no estaba exento de pesadillas. En la faja de Con el cielo a cuestas puede leerse una advertencia:"Es peligroso asomarse al interior". Se trata de un remedo de aquellos carteles de los trenes antiguos que advertían del peligro de bajar la ventanilla  y asomarse al exterior. Pues bien, tras el glamour cultural de París, basta asomarse a la trastienda para descubrir el horror. La acción del libro también nos retrotrae a los tiempos de la guerra de Argelia..."
Guillermo Altares. El País, jueves 19 de febrero de 2015.

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