Ferrán Adriá firma un artículo sobre el momento actual de la gastronomía. Y para ello presenta algunos retratos de grandes chefs seleccionados por Melanie Dunea en su libro The next course. Hace cuatro años había publicado My last supper y también había reunido 50 grandes chefs de todo el mundo que le confesaban cual sería su última cena. Ahora ha vuelto a repetir el trabajo y agranda así la visión de una cocina absolutamente global. Hoy el epicentro gastronómico ha sido desplazado de Europa. El Mediterráneo sigue siendo la referencia , el lugar, donde después de la nouvelle cuisine se inició la revolución de vanguardia, concretamente en España. La gran verdad de nuestro tiempo es que cualquier país con una cocina tradicional asentada y con materias primas puede colocar en la élite de la cocina cualquier restaurante. Entre los 50 entrevistados están Paul y Jerôme Bocuse. Paul de 85 años, padre de la nouvelle cuisine, ha vertido en su hijo el legado culinario. Habla Jerôme: "En mi última comida regresaría a un plato de mi infancia en Lyon, unos macarrones con queso tradicionales, los gratin maccaroni, cocinados con leche y luego gratinados. Un solo plato, muy sencillo y los preparía mi padre". Y dice su padre Paul:"Mi comida perfecta también sería un plato único. Un pot-au-feu con una buena salchicha de Lyon, cocinado en la chimenea. Luego un buen Saint-Marcellin, porque en Lyon no existe la comida sin queso y remataría con una "brioche" con crema de chocolate. Por supuesto transcurriría en Lyon y todos los ingredientes provendrían de Lyon. Como el vino, un buen Beaujolais."
Ferrán Adriá, El País Semanal, domingo 5 de febrero de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario