El libro Proust contra la decadencia. Conferencias en el campo de Griazowiet, del polaco Józef Czapski (1896-1993), recién publicado por Siruela en una edición a cargo de Mauro Armiño, devuelve a la actualidad este viejo misterio: el del hombre preso salvado por el arte o por la toma de conciencia de su propia transcendencia frente al infierno. Czaspski pronunció sus conferencias sobre Proust en el invierno entre 1940 y 1941, "en un frio refectorio de un convento que servía de comedor de nuestro campo de prisioneros en Griazowietz". De memoria, sin libros, los recuerdos de la obra de Proust se convirtieron en el paisaje que le empujo a sobrevivir. "Czapski fue detenido por los soviéticos poco después de mpezar la Segunda Guerra Mundial. No se fiababan de los polacos y los mandaban a campos de concentración", explica Armiño."Allí, el que sabía algo se lo enseñaba a los demás. Sobre todo los militares polacos que venían de familias nobles y eran muy cultos. Arquitectos, médicos... se daban conferencias unos a otros para luchar contra el aburrimiento y la depresión. Lo más importante para Czapski fue tenre tan buena memoria". "Su historia", añade Armiño, "nos da cuenta de la dimensión salvadora de la literatura".
Elsa Fernández Santos. Madrid. El País, lunes 30 de abril de 2012.
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