El IES Eduardo Pondal de Santiago acaba de acoger durante una semana, en la segunda fase del intercambio al grupo del Collège Jean Rostand de Tartas. Una ocasión para volver a algunos espacios que, aunque muy próximos, dejamos de ver durante un tiempo. Su llegada, un viernes por la tarde, condicionó el programa que empezó para los alumnos franceses con un fin de semana con las familias de sus corresponsales. Mientras los mayores, los profesores franceses acompañantes del grupo guiados por las profesoras participantes en el intercambio descubrieron los paisajes de las rías. Ninguno de ellos las había visitado. Para no alejarnos mucho optamos por uno de los recorridos más compostelanos: la ría de Arosa con subida a la Curota desde donde resulta más fácil entender cómo son las rías. Puerto de Corrubedo con la duna al fondo. Todo, en una tranquila mañana de domingo, envuelta en una ligera bruma. Camino de Noya una parada en el Castro de Baroña el poblado prerrománico que, por su emplazamiento, en una pequeña península sobre le mar, es un lugar único. Pocos días después de nuestra visita, La Voz de Galicia confirma que se acaba de iniciar la primera fase de su rehabilitación que terminará a finales de Junio para que tanto el castro como su entorno puedan soportar el paso de las visitas que acogen cada año en verano. Fue declarado Bien de Interés Cultural por el Consello de la Xunta el 22 de septiembre de 2011. Con una buena comida de pescado de la ría cerramos las visitas de la mañana. En el restaurante nos encontramos a varios alumnos del intercambio son sus familias.
Noya, donde comienza la ría es nuestra primera parada de la tarde. Otero Pedrayo la definió como una pequeña Compostela y Cunqueiro habla de ella como una Pisa Atlántica, blanca, rosa y oro. Luce ahora un sol radiante cuando nos dirigimos, después de admirar la iglesia de San Martiño, a la de Santa María A Nova con sus laudas gremiales en el hermoso cementerio. Y en el extremo norte de la ría Muros, una de las villas medievales mejor conservadas de Galicia, declarada conjunto histórico-artístico en 1970, marca la mitad del camino entre las Rías Bajas y las Altas. Antes de entrar en Muros, nuestra guía, una querida amiga y colega nos muestra los Molinos de Mareas do Pazo de Cachón, uno de los conjuntos de mayor tamaño de los que hay en España, rehabilitado en 1990. Fueron un descubrimiento para los profesores franceses, también para mí, no sabíamos de su existencia. Muros extiende su fachada longitudinal frente al litoral en la que destacan los soportales marineros con sus arcos bajo los que, en otro tiempo, se guardaban los aparejos de pesca. La ciudad guarda en su historia un episodio más de la Guerra de la Independencia. En marzo de 1809 la ciudad fue destruida por las tropas napoleónicas en 12 horas. Además de los daños humanos y materiales, se quemó el Archivo Municipal que causó la pérdida de gran parte de la documentación histórica. Damos un paseo por sus callejuelas hasta el puerto para volver a los coches por el paseo marítimo entre tamarindos. Son los días más largos del año, el sol sigue alto cuando llegamos a Santiago.
C.G.T.
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