Intense Proximité, la Trienal de París que acaba de inaugurarse en los nuevos espacios del Palais de Tokio y en otras sedes de la ciudad, tiene una ambición descomunal, con casi 120 artistas y colectivos que ocupan una extensión dificilmente abarcable en una sola visita. Se alza, además, sobre un complejo armazón conceptual que tiene una profunda impronta etnográfica, disciplina a la que se adhieren los discursos postcoloniales que domina su comisario, el nigeriano Okwui Enwezor. Su intención en esta Trienal es explorar el mundo en que se exhibe el arte en relación a los modelos etnográficos que aparecieron en el siglo XX. Uno de los actractivos de la exposición es la inclusión de los trabajos de los primeros viajes a Brasil y a Africa de los intelectuales occidentales, en torno a la relación entre el explorador y el explorado. Las fotografías y dibujos de Claude Levi-Strauss en la selva brasileña, las películas de André Gide y Marc Allégret en Congo y las de Jean Rouch en Ghana, las fotografías de Marcel Griaule en la misión Djibouti-Dakar... Aparecieron estos trabajos en la década de los treinta, y pronto se situaron en el centro de una efervescente discusión en torno a las nuevas metodologías etnográficas. Junto a este legado encontramos obras de arte que cubren un espectro de ocho décadas.
Javier Hontoria.El Cultural , 4-5-2012
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