El estreno más plácido de Nadal. El español arrolla al italiano Bolelli en un partido sin mayor historia y en el que sólo cedió cinco juegos. Rafael Nadal apenas se inmuta en su estreno parisino. Nadal alimenta su autoestima para alcanzar una marca de leyenda, pues aspira a conseguir su séptimo Roland Garros y desempatar con Bjorn Bong. La philippe Chatrier ocupó todas sus plazas para el estreno del español, a quién nunca se le ha recibido del todo bien en la central de París. De color escarlata, apurando la puesta en escena por lo que tiene que llegar, Nadal ha cumplido con el guión ante un rival que está muy lejos de la élite (111 de la ATP) y que únicamente ha aguantado los cuatro primeros juegos.
E.Y. /Madrid. Abc.es, 29-05-2012
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