Después de 200 años, la Galería de la Villa Borghese en Roma vuelve a exhibir las esculturas de arte clásico que en el siglo XVII formaban parte de la colección del cardenal Scipione Borghese, sobrino del papa Pablo V. En 1807, su descendiente Camillo Borghese, casado con Paolina Bonaparte, la vendió al emperador Napoleón Bonaparte. Esta colección, uno de los pilares del Louvre de Paris, supuso, en su momento, todo un programa de autocelebración para Napoleón que quería dotar a Paris de un gran museo con las mejores obras del arte universal. Son 60 piezas de escultura grecorromana que ahora vuelven a la sede original, la Villa Borghese, en el corazón de Roma, lugar que había sido concebido para acogerlas. Destacan el vaso Borghese, con sus escenas dionisíacas; El hermafrodita dormido ; Silíneo con Baco niño; el conjunto de Las tres Gracias o el Centauro con Eros sobre sus lomos. La exposición tiene como título I Borghese e L'Antico y estará abierta hasta el 9 de abril con reserva obligatoria.
María Signo, corresponsal de La Voz de Galicia en Roma, miércoles 11 de enero de 2012.
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