Benjamin Lacombe, el dibujante de moda en Francia, conquista revisando los clásicos. Lo mismo escribe para que otros ilustren o a la inversa, que coescribe un cuento o expone en Roma Tokio o Nueva York. Este anti-Disney convierte a la risueña Blancanieves en una muchachita demacrada de ojos saltones, a Pulgarcito en un desvalido ojeroso, la Bella Durmiente en una belleza cadavérica y distante. Y a todos los coloca en escenarios lúgrubes y desconcertantes. El dasasoiego. La editorial Edelvives, su editorial ha apostado por traerlo a España de promoción, amparado por haber vendido 100.000 ejemplares de sus clásicos, ocho de ellos reunidos en la obra pop-up Cuentos silenciosos."Los padres tienen más miedo a mis libros que los niños." Benjamin Lacombe opina que no hay que contarles historias muy azucaradas, sobreprotegerles. Muestra en su Ipad algunos de los dibujos, delicados y divertidos, de un libro sobre María Antonieta en el que trabaja, uno de sus cuatro proyectos anuales. Elisa Silió , El País, jueves 5 de enero de 2012.
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