martes, 3 de enero de 2012

Azul en el paisaje: Le Limousin


                                                               Para Cécile y Emmanuel Lainé, que me enseñaron      
                                                               el lago y su barco

En el año 2002, Le Limousin, la región de Francia situada al norte de Burdeos, entre la Charente y el Macizo Central, era una perfecta desconocida para mí. Sabía de su porcelana que lleva el nombre de la capital, Limoges; de  sus vajillas que siempren aparecían entre los regalos de las bodas de las casa reales europeas. Y poco más. En julio de ese mismo año recibí casi al mismo tiempo una llamada telefónica y una carta. La llamada era de mi amiga Monique López, también profesora de español en los tiempos en que fuí assitante en el Camille Jullian. Me decía que su hija Karine actual bibliotecaria del Instituto Cervantes de Burdeos, antigua Casa de Goya, había a su vez recibido una llamada de dos profesoras de Limoges que buscababan un centro en Galicia para un intercambio. Estaban muy interesadas ya que estudiaban “El Lápiz del Carpintero” de Manuel Rivas con sus alumnos. Sentían un imperiosa necesidad de conocer los lugares de la obra. Madre e hija pensaron acertadamente que podría interesarme ya que en ese momento no tenía ningun otro compromiso. En la carta había una propuesta de Paloma Léon y Cécile Lainé que llevamos acabo en un tiempo record puesto que su primera visita, acompañadas de 30 alumnos, tuvo lugar a finales de octubre de ese mismo año. Nuestra relación fue de lo más fructífera. Acogimos al grupo francés en tres ocasiones que les permitieron no solo concer los lugares de la novela sino también al mismo autor como ya he contado en otro texto.  Lo que yo recibí a cambio en este encuentro es lo que quiero transmitir aquí. En primer lugar el deslumbramiento que me produjo el paisaje , ese campo , esa naturaleza que como apuntaron las dos profesoras francesas se parece bastante al paisaje de Galicia. El verde los bosques, el gris azulado del granito y todos los matices del azul que de tanto verlos, nosotros los gallegos, casi no distinguimos. Los departementos del Limousin , la Haute Vienne, la Creuse et la Corrèze estan , como Galicia, surcados por los ríos, por eso , aunque no tienen salida al mar como nosotros, es también un país de agua , donde el azul de su ríos , lagos , estanques, espejea según la luz del día. La propia ciudad de Limoges que no es famosa por su belleza ofrece sin embargo una hermosa panorámica cuando uno pasea por las orillas de la Vienne. Adoro las ciudades que se configuran en las márgenes de un río. Tal vez el Miño de mi ciudad me ha marcado para siempre. A veces me pregunto porque sigo diciendo que mi ciudad es Orense, ya que en realidad sólo he vivido unos 14 en ella. Puede ser porque en ella viví los años de “iniciación” a lo que sería mi vida después y en los que el río jugó como escenario un papel fundamental. Perdonen este pequeño meandro del  río de mi vida; volvamos al Limousin.  A  este encuentro físico con el paisaje se fueron añadieron otros, algunos aún los mantego aunque mi último viaje a Limoges date de 2004. El literario es uno de ellos. Paloma y Cécile, las profesoras de español con las que hacíamos el intercambio enseguida se pusieron a buscar alguna obra que nos permitiese descubrir su país, en paralelo con la obra de Manuel Rivas . Nos hablaron de “Le pain noir” d’Emmanuel Clancier, una saga familiar que narra la hisroria del Limosin desde 1870  hasta los años que siguen a la Segunda Guerra mundial. Les hablaré en el siguiente texto. Éste quiero cerrarlo en el azul con que lo abrí:    El lago de Vassivière, paraje natural protegido, 1000 hectáreas de agua clara salidas de la meseta de Millevaches y en medio de esta enorme extensión de agua la isla que acoge el Centro internacional de arte y del paisaje, obra de los artistas Aldo Rossi y Xavier Fabre clasificada como patrimonio del siglo XXI. Además de las exposiciones temporales instaladas dentro del edificio, otras obras se exponen de modo permanente en la parque forestal por toda la isla. Una muestra de “Land Art”integrada en el paisaje, con el agua siempre presente, quieta, azul, ensimismada. 
C.G.T. 
Martes 3 de enero de 2012 

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