martes, 7 de abril de 2015

El poder de la música exiliada

Cuatro malienses formaron Songhov Blues tras huir del yihadismo. Ahora han grabado un disco en Londres...... La historia  de Songhoy Blues empieza en las polvorientas calles de Diré, a orillas del río Niger, cerca de Tombuctú. Allí se divertían tocando la guitarra acústica, cada uno por su lado, estos cuatro jóvenes apellidados todos Touré, aunque no guardan relación familiar. Tampoco con Alí Farka Touré, la gran leyenda de la guitarra maliense, en cuyo grupo, eso sí, tocaba las percursiones el padre de Garba, guitarrista de Songhoy Blues....Todo cambió en la primavera de 2012, cuando yihadistas armados tomaron el control del norte de Malí. "La sharía prohibió la música" explica Garba. "Otras cosas sabemos de donde vienen, pero es imposible remontarse  al origen de la música. El hombre y la música tienen que estar juntos.".... El nombre de Songhoy aúna dos homenajes. Uno al pueblo songhai que dominó el Sahel occidental en los siglos XV y XVI, al que pertenecen tres integrantes. Y otro, al blues, la música que tiene su raíz en el norte de Malí y cuya reinvención al otro lado del Atlántico les fascinó desde niños. La banda se abrió enseguida un hueco en el circuito local de Bamako...Entonces apareció un francés, que dió el giro final a la historia. Marc-Antoine Moreau estaba en Malí en busca de talentos para el proyecto Africa Express, comandado por Damon Albarn, vocalista de Blur. Moreau recibió una llamada de Garba para mostrarle sus maquetas, "Fue el comienzo de una historia muy bella ", recuerda éste......
Pablo Guimón . Londres. El País, lunes 6 de abril de 2015.

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