domingo, 26 de abril de 2015

Por algunas sendas de escritores

En casi todos los viajes que he realizado ha habido al menos  un momento dedicado al escritor o escritores locales, con visitas a sus casas, sus bibliotecas, o aquellos lugares que formaron parte de su vida. Así  nuestro primer viaje a Londres, hace más de treinta y tantos años, incluía una salida de la ciudad hasta el encantador pueblo natal de Shakespeare, Stratford-upon-Avon en la comarca  de Warwickshire a orillas del río Avon. Uno de mis últimos viajes no escolares fue La ruta del Quijote que me hizo descubrir lugares de una belleza inesperada como Las Lagunas de Ruidera, un oasis en plena Castilla, Las Tablas de Daimel, en la ocasión casi completamente secas. Dos pedazos de piedras que de allí me traje me recuerdan el extrañamiento que sentí ante ese paisaje lunar. Puerto Lápice, Alcázar de San Juan , el Campo deTriana, la Aldea del Toboso completan la senda cervantina para terminar en Almagro, en su plaza, esa joya de la arquitectura popular, impecablemente conservada , con sus galerías cerradas, todas en verde, sobre los soportales..."España es un continente en miniatura..." . ! Cúanta razón!  en estas palabras del hispanista holandés Cees Nooteboom . 
 Sin buscarlo veo que el azar se porta bien de nuevo, los dos grandes, Shakespeare y Cervantes abren y cierran el círculo de  las sendas de escritores. Entre los dos hubo otras, discúlpenme si elijo una vez más un viaje escolar de los años 90 y en  mi segunda ciudad, en mi segunda patria: Burdeos y Las Tres M: Montaigne, una de las grandes figuras del humanismo francés, Montsquieu, filósofo y pensador político, Mauriac  premio Nobel en 1952 . Tres escritores , tres lugares de retiro, de trabajo, de fuente de inspiración . Probablemente el más conocido sea La Tour de Montaigne, en el Périgord, muy cerca de Bergérac y Saint-Emilion . Forma parte de un Cháteau, hoy propiedad privada del que solo se visita la Torre.  En su último piso se encuentra la famosa librería cuyo techo está adornado por 75 inscripciones en griego y latín, pintadas en las vigas. Allí  el señor de  Montaigne redactó Les Essais/Los Ensayos entre 1571 y 1592. El señor de la Brède y barón de Montesquieu nació , vivió y escribió la mayoría de sus obras, entre ellas L'Esprit des Lois/El Espíritu de las Leyes. en el Château de de La
Malagar, el espacio de Mauriac
Brède
, en el departamento de la Gironde . Es un castillo feudal, de estilo gótico a partir de 1306, rodeado de fosos llenos de agua y un jardín inglés en medio de un viñedo, Graves de Burdeos, que mantiene su carácter de fortaleza. Se pueden visitar la biblioteca (los libros están hoy en la Biblioteca de Burdeos) y la habitación del escritor. No recuerdo bien el porqué no pudimos entrar en el Château pero sí vimos los lugares de trabajo agrícola  que nos mostró un trabajador de la casa que nos informó además que seguía siendo propiedad de la familia Monstequieu, en ese momento la condesa de Chabannes. A su muerte, en 2004, la descendiente de Montesquieu legó todo a una fundación que lleva su nombre. Aunque me gusta mucho el lugar de Montaigne si tuviese que elegir entre los tres creo que me decidiría por Malagar, el espacio de Mauriac. La Maison Mauriac,  ocupa un emplazamiento excepcional dominando a la vez el valle del Garonne, la ciudad de Langon y el el bosque de las Landas. Fue en su origen una propiedad de los monjes Célestins de Verdelais en el Ancien Régime que pasó a la familia Mauriac en 1843, adquirida por su bisabuelo y entonces toma un aspecto similar al de hoy: une maison de maître/ una casa principal entre dos bodegas, un construcción para granja prolongada por dos aleros, un parque de cuatro hectáreas y un viñedo de dieciocho hectáreas. Allí venía de niño François Mauriac en vacaciones, allí situó la acción de tres de sus novelas. Su amor por Malagar empezará a principios de siglo hasta que en 1927 se convierte en su propietario. En Pascua, en verano, en las vendimias, Mauriac y su familia no faltarán a su cita con Malagar. Lugar de vida  fue también un  havre/puerto de paz  y de inspiración hasta su última venida en 1968. Sus cuatro hijos la donarán al Conseil Régional d'Aquitaine  en 1985. Se iauguró, restaurada y acondicionada,  en 1997, como Maison d'Écrivains /Casa de Escritores, lugar de protección y conservación del patrimonio literario que acoge todos los años numerosos coloquios universitarios, jornadas temáticas, conciertos, cine. A finales de septiembre tienen lugar Les Vendanges de Malagar/Las vendimias de Malagar , una serie de conferencias en torno a un tema de actualidad.

En un jardín similar al que les muestro, en la parte trasera de la casa, estuve sentada  en un banco, con el panorama descrito ante mis ojos, poco tiempo, aunque suficiente para pensar en Thérèse, Thérèse Desqueyroux, la primera novela que leí de Mauriac, la mujer que no respira, que se ahoga en el ambiente opresivo de la familia tan burguesa, tan cerrada a la que pertenece su marido, propietaria de une parte de la mer des pins/ el mar de pinos, así llamaba Mauriac a las Landas. Thérèse no respira y busca una salida...
Carmen Glez Teixeira

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