martes, 21 de abril de 2015

Talleres de artistas en París

La Ruche
La hipnótica arquitectura de París debe mucho a los talleres y cristaleras de sus artistas. Los primeros estudios aparecen en Pigalle y en Montmartre al mismo tiempo, hacia 1830. Todavía son pequeños, sombríos e incómodos, pero indefectiblemente se componen de un gran ventanal, una estufa-salamandra y un altillo. Los aristas de París son los inventores del piso duplex. Esta estructura la repetirán todos los arquitectos que se sientan tentados de crear espacios para el arte. Con el siglo XX, la colina del Sacre Coeur, feudo de los impresionistas, se llena de turistas en busca de lo pintoresco, y los aristas e intelectuales se mudan a Montparnasse,. Entre ellos Picasso. Bajo su mandato nace el cubismo al sur del Barrio Latino. Comienza entonces la época dorada del distrito 14. El recorrido comienza en la puerta de Versalles. La primera villa internacional de artistas fue ianaugurada en 1902 por el escultor Alfred Boucher en el pasaje Dantzig (tranvía Dantzig) con materiales procedentes d ela Exposición Universal de dos años antes. Se bautizó como La Ruche, y se convirtió en un Babel romántico y cosmopolita que ayusó en sus inicios a muchos futuros genios. Su estructura decagonal permitió instalr 31 estudios en planta baja y dos pisos. Doscientos artistas vivían aquí por alquileres insignificantes. Chagall, Soutine, Modigliani, Léger, pero también Apollinaire, o Max Jacob pintaron dibujos o compusieron poemas que después cambiaban por un plato de comida caliente. En varias ocasiones ha estado la piqueta a punto de acabar con esta cúpula de la creación. Pero La Ruche sigue abierta y vistable, y su patronato continúa ofreciendo becas para habitarla. Betty Bommel, cantante y compositora, lleva 30 años viviendo en su dúplex de 40 metros cuadrados. "Lo he cambiado de decoración un montón de veces, pero no me voy de aquí ni loca. El ambiente es formidable", dice. En el período de entreguerras, el arquitecto Le Corbousier revolucionó el espacio y el habitat con su uso del hormigón y la luz. Estos primeros inmuebles modernos se situaron en la fachada de uno de los parques más espectaculares y desconocidos de París: Montsouris. Artistas consagrados como Derein, Foujita o Braque se permitieron el lujo de hacerse construir aquí sus villas. Hoy visitarlas es entrar en un santuario. Bajo hiedras y enredaderas, estas casas de artista todavía rezuman la racionalidad con la que fueron creadas: paredes blancas, minimalistas, luminosos. Cada inmueble es una obra de arte.... 
Emilio Garrido.El País. El Viajero 17-04-15.

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