lunes, 20 de abril de 2015

Jack y la mecánica del corazón

Jack y la mecánica del corazón, de Mathias Malzieu y Stèphane Berla, es una deliciosa fábula oscura, basada en el cuento homónimo del propio Malzieu y en el fabuloso disco conceptual La mecanique du coeur  de su banda de rock Dionysos. La historia de un niño con un reloj por corazón, que no puede o, mejor dicho, no debe enamorarse para no hacer saltar sus resorte y morir, tiene claramente en Tim Burton  uno de sus modelos- como Burton los tenía a su vez en la vieja Europa, pasando por el Expresionismo alemán-, pero más allá de un análisis superficial, su estética se nutre tanto del artista Benjamine Lacombe, ilustrador de muchos de los cuentos de Malzieu, como de los famosos niños góticos del belga Toon Hertz, mientras su historia nos trae obvios ecos de los clásicos del fantástico europeo como Frankenstein, Pinocho o El hombre de arena y El cascanueces de Hofman. Además, esta animación 3D consigue también marcar diferencias con su tono agridulce, la aparición de personajes como Jack el Destripador- con la voz de Alain Bashung- o Georges Méliès, su ritmo imparable y cambios de registro, estéticos y técnicos, además de un final impensable en Hollywood. Sin olvidar las canciones espléndidas de Dyonisos... Jack y la mecánica del corazón  es una producción de Europacorp, es decir la respuesta de Luc Besson, hombre a reivindicar en la industria de Hollywood, que produjera también en 2010 otro excelente filme de animación tridimensiona, que exploraba y explotaba la tradición francesa en clave familiar: Un monstruo en París, de Bibo Bergeron, revisión de El fantasma de la Ópera, La Bella y la Bestia, los folletines de la Belle époque y la bande dessinée con música de Mathieu Chedid, Sean Lennon y Patrice Renson.
Jesús Palcios. Edad dorada de la animación. El Cultural. 10-4-2015

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