lunes, 24 de abril de 2017

Rosalie Blum

Rosalie Blum (Noémie Lvovsky)
La traslación de las obras literarias al cine no siempre puede realizarse encajando piezas como en un puzle, simplemente traduciendo ideas, relato y prosa a lenguaje cinematográfico. en contadas ocasiones, la lógica, la sencillez y la fidelidad otorgan sentido a una adaptación. Como la que ha compuesto el director y guionista Julian Rappeneau en Rosalie Blum, basada en la reputada trilogía de novelas gráficas de Camille Jourdy. Si Jourdy había completado tres tomos de relato sobre la soledad y el deseo, sobre la placidez buscada y el misterio encontrado, absolutamente personal, ambientado en un aburrido pueblo cualquiera cada uno con un protagonista y donde las acciones de los tres personajes se iban cruzando, Rappeneau ha hecho lo mismo dividiendo su película en tres segmentos. Así, la preciosa estructura, tres roles, mimos momentos experimentados, cada uno desde un punto de vista, sin repetir demasiado, utilizando las elipsis cinematográficas para evitar la reiteración, aunque sin perder el paso de cada una de las acciones, confluyen en un relato unitario sobre el desam del otro hermano de paro y el encuentro con lo desconocido.... Con una elegante puesta en escena de Rappeneau, hijo de Jean-Paul, el veterano director de Cyrano de Bergerac y El húsar en el tejado, Rosalie Blum contiene una notable banda sonora del otro hermano, Vincent Rappeneau, y una hermosa colección de canciones donde todo encaja, incluso las letras.....Rosalie Blum, de apariencia pequeña y fondo exquisito, excéntrica con los pies en el suelo, descubre así tres existencias marginales, grisáceas, sin aparente interés, pero que acaban revelándose como objeto del más fascinante de los espionajes y contraespionajes.
Javier Ocaña. El País, jueves 13 de abril de 2017.

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