Con este sugerente título Félix de Azúa publicó en el País hace unos meses, ( 19-11-2011) un artículo dedicado a Juan Benet. En él comenta tres publicaciones recientes : Ensayos de incertidumbre, una selección de Ignacio Echevarría de los mejores ensayos de Benet, uno de los escasísimos inéditos de Benet, Variaciones sobre un tema romántico y la Correspondencia entre Carmen Martín Gaite y Juan Benet, Circulo de lectores, Galaxia Gutenberg, Edición de José Teruel, 2011. Una sorpresa muy agradable para mí que siempre me he interesado por la obra de Carmen Martín Gaite. Leí con avidez el comentario de Azúa para más tarde ya con el libro en mi poder seguir sus indicaciones para su lectura. Carmen Martín Gaite cultivó siempre el género epistolar, no solo en sus libros, también en la vida, contestaba a los lectores que le escribían. Mantenía correspondencia con jóvenes escritores a los que ayudaba y aconsejaba. Más de una vez he pensado que habrá sido de sus cartas, todas reunidas serían un tesoro sobre su vida de escritora y sobre ella misma. En las cartas de su Correspondencia con Benet, sesenta y siete, fechadas entre 1964 y 1986 el tema predominante es la literatura, la pasión de ambos, sin que afloren los dramas personales. Leyéndolas podemos seguir la evolución de los dos escritores, ella creía más en la emoción, él en el estilo. Los grandes temas existenciales aparecen tratados con distancia y humor. Para Azúa el final es terrible, es el de dos extraordinarios escritores derrotados por la vida y por el arte, que se encuentran como la pareja de Bergman al final de Escenas de un matrimonio.
Existen numerosas publicaciones que recogen correspondencias entre escritores: la de Flaubert y Louise Colet, E. Siruela, la de Hanna Arendt – Heidegger, E.Heider, las cartas de Margarita Yourcenar a sus amigos en Alfaguara, entre otras. Pero si alguien se distinguió por el número de cartas escritas es Voltaire, casi 20.000 conservadas hasta hoy; se carteaba con políticos, filósofos, escritores. Mi reciente visita a la exposición del Hermitage me hace evocar aquí la correspondencia que mantuvieron Voltaire y Catalina II a lo largo de 15 años. Aunque no llegaron a verse, ella lloró su muerte y adquirió su biblioteca, hoy en el Hermitage de San Petersburgo. Fernando Savater publicó en 1993 El Jardín de las dudas, una novela de corte epistolar en la que revive la figura de Voltaire que , una vez más, se cartea con una dama, esta vez francesa, que vive en España, Caroline Beauregard. Voltaire le expone sus opiniones y ella le describe la España del XVIII.
La correspondencia además de ser un testimonio de hombres y mujeres que sobresalen en la vida política, en las letras y las artes, una fuente de ficción para la creación literaria, es un modo de escritura practicado en la intimidad desde siempre que se ha visto muy afectado por la aparición de las nuevas tecnologías. En muy pocos años las cartas han ido desapareciendo. Creo que todos sentimos una cierta nostalgia por esta pérdida, ninguna otra comunicación las sustituye, nada es comparable a la experiencia de escribir una carta o a la emoción de recibirla. ¡Cuántas amistades se han cimentado gracias a la correspondencia! Un hermoso modo de ser amigos. Probablemente sea esa una de las razones que me ha llevado a abrir este blog, un lugar donde dejo mis “cartas” desde esta esquina del mundo a mis amigos de siempre y a los nuevos que me leen puntualmente. A todos gracias. Aquí termina la primera etapa. En las dos próximas semanas la sección Al día y mis textos semanales serán sustituidos en el blog por una nueva sección: Cuadernos de viajes, en la que informaré sobre los dos viajes que voy a emprender con los alumnos: el primero a París del 18 al 25 de marzo, el segundo a Tartas en Las Landas para un intercambio con los alumnos del Collège Jean Rostand. Les espero pues en esta nueva cita.
C.G.T.
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