martes, 6 de octubre de 2015

Bienal de Lyon

La Bienal de Lyon, una de las más populares de Europa, estrena una nueva trilogía temática de la mano de Ralph Rugoff con sus dos emblemáticas sedes, La Sucrière y el Museo de Arte Contemporáneo, y con 70 artistas trabajando en torno a lo moderno. Ralph Rugoff, responsable de la Hayward Gallery de Londres, ha sido el comisario elegido por el patrón de la Bienal de Lyon, Thierry Raspail, para poner en marcha un nuevo ciclo temático que se desarrollará en esta decimotercera edición y en las sucesivas de 2017 y 2019. Se trata de una exploración del término moderne, liberado, en francés, de la distinción de género, que huye de los artículos y que abraza un colosal inventario de acepciones ligadas a la historia del arte de los últimos ciento cincuenta años..... Ralph Rugoff ha optado por un título, La vida moderna, que rehúye el debate. Creyó oportuno el comisario dejarse arrastrar por la ambigüedad, apuntar las derivaciones obvias de lo moderno como algo plenamente actual o novedoso y al mismo tiempo deslizar las resonancias que trae consigo desde una perspectiva historiográfica. Dos trabajos encarnan con nitidez esta idea. En el espacio que se le ha asignado en La Sucrière, una antigua fábrica azucarera reconvertida en sala de exposiciones, el francés Kader Attia ha hallado unas llamativas grietas en el suelo que ha grapado literalmente, como queriendo coser una herida que se mantiene indefectiblamente visible. Es un ejercicio sencillo pero muy certero. Attia explora el concepto de reparación mediante el que trata de restituir una memoria no siempre asumida en el marco de la etapa colonial. El tándem que forman Fabien Giraud y Raphaël Sibony presenta en el Musée d'Art Contemporain un trabajo en vídeo que recupera un episodio histórico, las protestas que se originaron en Lyon en 1834 como consecuencia de la consolidación del telar de Jacquard y de las profundas transformaciones que ésta produjo en las clases trabajadoras. El vídeo muestra con grandes alardes técnicos una manifestación en la que las carreras derivan en un fenómeno de embotellamiento. Todo está paralizado. El tiempo ha dejado de correr, como la propia historia, tal vez....
Javier Hontoria. El Cultural 2-10-2015

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