"Escribir es como una cita, no siempre funciona". La francesa Muriel Barbery publica La vida de los elfos tras nueve años de silencio. Su segunda novela La elegancia del erizo, le cambió la vida. Muriel Barbery era una profesora de filosofía en una pequeña localidad francesa que soñaba con viajar y conocer Japón, algo que no podía permitirse económicamente. De hecho, en la novela que le ha dado fama mundial, incluyó a un personaje japonés, que es quien pone en contacto a las dos protagonistas: la portera Renée y la adolescente Paloma. Acaso lo hizo para que la obra pudiese entrar más fácilmente en aquel país. La elegancia del erizo fue un acontecimiento literario en Francia y un éxito mundial que logró vender seis millones de ejemplares en el mundo. A partir de ese momento, Muriel Barbery dejó su trabajo y se dedicó a viajar y escribir. Su primera parada fue Kioto donde vivió un tiempo y allí se le encendió la chispa para escribir su siguiente novela, algo que se le resistía. Y lo razona:"Escribir es como un encuentro amoroso, como una cita: a veces funciona y a veces, no". Ella lo sabe bien ya que en estos nueve años de fama, ha escrito con frecuencia pero eran textos que iban a la papelera . Hasta que un día contemplando los jardines del Pabellón de Plata, de Kioto, halló la inspiración. "Traté de explicarme lo que significaba estar allí, y la belleza de aquellos jardines, tan delicados, tan perfectos que me dieron la impresión de estar hechos por los elfos". Así surgió la idea de la novela."Es una muestra de mi amor y admiración hacia el Japón, aunque el libro no tenga nada que ver con este país". La vida de los elfos (Seix Barral) cuenta la historia de dos niñas, una que vive en un pequeño pueblo francés, y otra que reside en Roma. Sin embargo no es sencillo explicar su argumento. Suceden demasiadas cosas, a veces disparatadas, siempre poéticas. Incluso hay una gran batalla....
J.M. Plaza. El Mundo, miércoles 9 de septiembre de 2015
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