Teatro des Champs-Elysées. Este edificio construido en 1913, en plena belle époque, obra de Auguste Perret con colaboradores de lujo como el arquitecto Henry van de Velde o el ilustre cristalero René Lalique, fue el primer teatro de París erigido en hormigón armado. Es un adelantado de su época que tuvo después alguna que otra intervención. Sin duda la más memorable se la imprimió el pintor simbolista Maurice Denis en el techo de la sala principal, diseñando un plafond art déco de gran pulcritud y elegancia, en el que conviven las características representativas de este estilo y que está presente en todos los manuales. Sala Pleyel. El ingeniero y arquitecto Gustave Lyon director de la sociedad Pleyel (los pianos preferidos de Chopin) confió en el arquitecto Jean-Marcel Auburtin para realizar el sueño de una sala de conciertos en 1924. Dos años después, tras su muerte, le sustituyeron sus colaboradores André Granet y Jean-Baptiste Mathon. Desde lejos le asaltará la visión de una fachada blanca y deslumbrante, con cristales negros cayendo como gruesas líneas planas. Sin embargo, tal vez sea más sorprendemente déco su vestíbulo con 10 columnas y los juegos geométricos del suelo. Maison de Verre. "La mejor casa de París", según Nicolai Ouroussoff, el que fue crítico de arquitectura de The New York Times. "Una máquina lírica cuya teatralidad es la antítesis de la seca estética funcionalista que reinó durante buena parte del siglo XX". Sin ser déco al ser concebida por un genio llamado Pierre Chareau entre 1928 y 1932, años de efervescencia de este estilo, se percibe cierto influjo. En los años veinte, el doctor Dalsace le encargó a Chareau una vivienda en el centro de París y el arquitecto le entregó una casa de tres pisos con fachada de cristal en la que una estructura de hierro sostiene paneles en cada uno de los cuales se cuentan 24 ladrillos de de vidrio. Restaurante Prunier. Es el retaurante, o mejor dicho, templo, del art déco de París. Especialista en caviar y productos del mar. Menos la cuenta todo es déco . Decorado intacto desde 1924, usted disfrutará de mosaicos que juegan en verde y azul y comerá en platos de Paul Labouret, leerá menús ilustrados por Mathurin Méheut y no verá tanto art déco en su vida. Pierre Bergé y su pareja Yves Saint-Laurent, eran tan asiduos que el director de cine Jalil Lespert escogió estos salones como decorados de su biopic del año pasado sobre el diseñador. Además, Bergé decidió hacerse propietario en el año 2000. Desde entonces, cada temporada se venden cajas de caviar St. James envueltas en diseños que homenajean a Yves a quién tanto le gustaron las líneas puras ...
Use Lahoz. El Viajero. El País, viernes 17 de julio de 2015
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