SOPI (South Pigalle). Para llegar al sur de Pigalle basta recorrer unos 300 metros del Boulevard Rochechouart y esquivar a los turistas que descienden del Sacré Coeur a la altura de Anvers. En ese tramo hay dos salas de concieros a tener en cuenta: Le Trianon y La Cigale, dos mitos de la ciudad. SOPI es el barrio en alza : lo define la presencia de comercios bio, hoteles boutique con íntimo encanto (El Amour es el mejor ejemplo), restaurantes que no aceptan reserva, regeneración de la clientela en bares que antaño eran antros( hoy el lumpen es puro estilo) y largas y sofisticadas listas de cócteles caros. Así se demuestra el aburguesamiento de un barrio popular a partir de la rehabilitación de inmuebles. Dirty Dick.- En el nº 10 de la rue Frochot es un antiguo peep show reconvertido en coctelería de moda. Reina una atmósfera Mad Men con precios altos. Es un local absolutamente idolatrado por los hipsters que lo encuentran tan ideal que no tocarían ni una servilleta. Coincide con otros locales vecinos en rescatar el lado bueno de la mala vida. Le Mansart.- Estamos en el cuartel general del hipsterismo.A partir de las seis de la tarde, el goteo de bicicletas de piñón fijo y el combo barba espesa más camisa abrochada hasta el último botón es constante en Le Mansart. Épicérie Générale.- Esta tienda de comestibles de la rue Moncey, irradia espíritu bio y permite hacer la compra y tomar un café. Defender valores alimentarios y apoyar a los agricultores se ha convertido en cuestión seria en SOPI. Le Dépanneur.- Bistró californiano , 27 rue Pierre Fontaine, que hace las delicias de quienes pagan 5 euros por una caña/ un demi o 12 por un cóctel como si tal cosa. El culpable de la carta es Jordan Fielders, creador de la furgoneta gastronómica Cantine California que recorre París ofreciendo platos americanos con productos biológicos franceses. Le San Souci.- De los mismos dueños que la Brasserie Barbès, es un ejemplo de bar popular y cultureta. Se recomienda llegar temprano a Le Sans Sousci, 65, rue Jean-Baptiste Pigalle. En su terraza uno puede estar diez horas sin que pase nada más que tiempo. Como su nombre indica, todo fluye sin problemas....
Use Lahoz. El Viajero. El País, viernes 6 de noviembre de 2015
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