viernes, 22 de junio de 2018

El piano que vuela

Pierre-Laurent Aimard 
Pierre-Laurent Aimard hace realidad el sueño de Oliver Messiaen: convertir su instrumento en un desfile de pájaros que cantan sin cesar. Al comienzo de su famosa Conferencia de Kioto (1988), Olivier Messiaen confesó a su auditorio: "Me he chocado siempre con cuatro dificultades, que son la desgracia de mi vida y a las que solo el tiempo ha podido aportar algunas soluciones. La primera dificultad es que yo soy un músico rítmico y las personas a que me dirijo confunden el ritmo con los valores iguales y los tiempos regulares. La segunda es que veo colores mentalmente mientras oigo o leo la música, y que tanto mis alumnos como mis oyentes no ven colores en absoluto. La tercera es que soy ornitólogo, que he transcrito multitud de cantos de pájaros, que utilizo constantemente en mis obras, y que el público de los conciertos está integrado generalmente por habitantes de ciudades que no han oído jamás. La cuarta, la más grave y la más terrible, es que soy creyente, cristiano y católico, y que hablo de Dios, de los misterios divinos, y de los misterios de Cristo, a personas que no creen , o que conocen mal la religión y la teología". Ritmos, colores y pájaros, Dios: estos cuatro vértices acotan toda la estética musical de Messiaen, un pacífico creador de tintes medievales condenado a vivir en el brutal y moderno siglo XX. El compositor no bromeaba ...Su pasión ornitológica impregnó muchas de sus obras, pero en ninguna lo hizo de forma tan sistemática, tan concienzuda, tan científica casi como en su Catalogue d'oiseaux, protagonizado nominalmente por los trece pájaros que dan título a otras tantas piezas de hechuras  y concepción muy diferentes, pero por el que desfilan muchas otras aves a menudo gorjeando de forma simultánea. Yvonne Loriod, la esposa del compositor, fue quien dió a conocer este incomparable aviario musical en 1959, y fue  ella también quien enseñó a Pierre-Laurent Aimard cómo dar vida a estos compases de una complejidad endiablada, que el francés tocó en su totalidad en cuatro conciertos de una jornada memorable del Festival de Aldeburgh, el 19 de junio de 2016, desde el amanecer hasta media noche, al aire libre y a cubierto, con luz artificial o natural y a oscuras. De aquella experiencia catártica para todos, él incluido, ha nacido este álbum: Olivier Messiaen. Catalogue d'oiseaux . Pierre-Laurent Aimard (piano). Pentatone (3 CD)...
Luis Gago. El País, 9 de junio de 2018

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