martes, 6 de diciembre de 2022

Decorados por el sol

Roland Beaufre
En la década de los sesenta un viaje a Tánger inauguró un nuevo periodo en la obra del niño Roland Beaufre, todo un fotógrafo a sus 11 años gracias a la cámara que le había regalado su padre, el general francés André Beaufre, al cumplir los ocho. El mundo de la decoración también le fascinaba. Se había criado entre el palacio de Gobierno de Nancy (antigua residencia del que fuera duque de Lorena y rey de Polonia como Estanislao I) y un apartamento de París lleno de muebles de estilo Imperio, escogidos por el pequeño como modelos de sus primeras fotos. En Marruecos cuenta que descubrió una sensualidad distinta a la de las esfinges, grifos y cisnes de oro que decoraban el tipo de mobiliario preferido de su madre.

"En Tánger la luz y la transferencia del aire que sedujeron a Matisse me hicieron muy sensible a ese aspecto de la fotografía: tratar de querer capturar la luz con la cámara. Además mi padre nos llevó a visitar otras ciudades de Marruecos y todos aquellos palacios y mercados, la arquitectura, la artesanía y el estilo de vida que descubrí entonces tuvieron un impacto enorme en mi sensibilidad artística", explica beaufre por correo electrónico. Publicado el mes pasado por la editorial Rizzoli, el lujoso volumen Under the sun propone un recorrido por ese y otros lugares del sur a través de 21 casas retratadas por Beaufre para revistas como The World of Interiors. Las casas pertenecen en su mayoría a intelectuales, artistas y diseñadores que, provenientes del norte, buscaron la felicidad  algunos paralelos por debajo de sus ciudades. Su amada Tánger aparece representada por el hogar del filósofo francés Bernard-Henri-Levy, situada sobre un acantilado y diseñada por Andrée Putman como si de un barco varado se tratara. También salen las casas de la galerista londinense Liliane Fawcett en Marrakech y de Farah Diba en la medina de Taroudant, la ciudad marroquí donde la antigua emperatriz de Irán encontró un sustitutivo de su patria.

"De adolescente conocí a mucha gente interesante en Tánger. Paul Bowles, el pintor Claudio Bravo, el excéntrico David Herbert, que era amigo de la familia real británica... Que todas estas personas me permitieran fotografiar sus casas me resultó de mucha ayuda cuando iba alas revistas a proponer reportajes", explica Beaufre.

Otro de los lugares es la cabaña que Le Corbusier  se hizo en la bahía de Roquebrune, cerca de Montecarlo, "Se bañaba tres veces al día y a la vuelta se duchaba con una manguera bajo un algarrobo", escribe Beaufre en el libro. En Tailandia, retrató la casa de Ed tuttle, un arquitecto de Seattle conocido por los hoteles que creó para la cadena Aman. El primer hotel que diseño estaba en Phuket y Tuttle no pudo resistir la tentación de hacerse una casa dentro del complejo. El libro de Roland Beaufre también se parece mucho a las vacaciones con las que uno sueña.

Diego Parrado. ICON Desing. El País, 29-10-2022

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