domingo, 4 de diciembre de 2022

Gilles Lipovestky. Optimismo a pesar de todo

"Soy un filósofo, pero un filósofo social", afirma el ensayista francés Gilles Lipovestky (Millau, Francia, 1944). Su obra centrada en temas como el vacío, el hedonismo, la seducción, la feminidad, el consumismo, el ecologismo o el lujo, lo demuestra. "Hay que casar la filosofía con la historia y la sociedad. La esencia cambia, no es eterna", razona. Con su primer libro, La era del vacío (Anagrama, 1983), se dio a conocer internacionalmente y se convirtió en uno de los intelectuales más importantes de finales del siglo XX. Hablamos con él tras su intervención en el II Foro Internacional de excelencia turística Turium, que Vocento ha celebrado en Vitoria-Gasteiz, y antes de que su nuevo libro aparezca en España, sobre el nuevo papel de los intelectuales y de la lucha contra el cambio climático, una de sus máximas preocupaciones en la actualidad.

P.- ¿Es posible un desarrollo sostenible o es algo contradictorio en sí mismo?

R.- Hay todo un conjunto de pensadores, de ingenieros, de filósofos que consideran que hay una contradicción entre el crecimiento económico y la sostenibilidad y afirman que hay que optar por la sobriedad, la reducción del consumo. Yo no soy así de pesimista. Pienso que es posible un desarrollo sostenible. Si conseguimos tener energías limpias, sin huella de carbono, creo que podemos proseguir con el crecimiento, porque creo que el crecimiento y el desarrollo son necesarios, algo que sé que es polémico.

P.- ¿Puede explicarlo?

R.- Si no hay crecimiento no habrá investigación. Y hoy en día necesitamos inversiones en energía eólica, en energía solar  y, sin duda en reacciones nucleares. Y para todo eso se necesita dinero. ¿Cómo vamos a conseguirlo si detenemos el crecimiento?...

P.- ¿Y es posible un turismo que no altere el ecosistema?

R.- En principio sí. Es necesario desarrollar un slow tourism, que consume menos y que  tiene menos emisiones de carbono. Y hay que buscar lo verde en la alimentación...

P.- En su próximo libro analiza la autenticidad como parte de nuestro tiempo. ¡Porque estamos tan apegados hoy a esta noción?

R.- La ética de la autenticidad es el código genético del hombre moderno. Es la conquista del derecho de cada uno a ser uno mismo, a dirigir su vida, según las elecciones propias y no las de los otros... Y este principio se impone cada vez a más categorías: las mujeres, los jóvenes, los homosexuales, los trans...

P.-Cuál es el papel de los intelectuales de hoy?

R.- La responsabilidad de los intelectuales es mostrar la complejidad de las cosas, me desagrada mucho cuando se van a los extremos. Su papel es denunciar lo que se acerca a las fake news. Pero los intelectuales apocalípticos, en general, simplifican las cosas. Solo ven lo que es negro...

P.-En alguna ocasión ha dicho que su acercamiento a la reflexión es antifilosófico.

R.- Soy un filósofo, pero un filósofo social. No es la vía más desarrollada en las Universidades donde se enseña historia de la filosofía. A mí me gusta señalar que estoy interesado por las grandes ideas, pero que estas toman traducciones diversas a lo largo de la historia. Me gusta ver qué es lo que cambia, mostrarlo. Hay que fijarse en las cosas concretas. El hombre no está encerrado en una esencia eterna.

Elena Castelló. MujerHoy, 3 de noviembre de 2022.

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