El director ha explicado que la película recoge su propia experiencia (él se acercó al cine y al teatro gracias a un centro educativo similar) pero, sobre todo, la del programa Positive School of Hip Hop de la escuela de Sidi Moumen. Ayouch empezó a asistir como oyente a unas clases que son el embrión de un guion que recoge las canciones que los propios alumnos escribieron junto a su profesor. El rapero y actor marroquí Anas Basbousi es la figura central del filme. Un profesor que cumple al dedillo con el estereotipo del docente solitario y exigente y al que, pese a algunas pinceladas interesantes, le falta recorrido dramático en su implicación con un grupo de alumnos para los que sus clases lo son todo.
Pese al tono naturalista predominante, Ayouch introduce píldoras musicales artificiosas que tampoco acaban de funcionar. Mientras el baile de una de las alumnas en una azotea, enredada entre las cuerdas y las prendas de un tendedero de ropa, consigue expresar el dolor que provoca una sociedad que amordaza a sus mujeres, el resto de los números están por debajo de ese logro. Con todo, lo mejor de Dilo alto y fuerte es su abierta sencillez y su fe en lo que cuenta.
Elsa Fernández-Santos. El País, viernes 23 se diciembre de 2022.
No hay comentarios:
Publicar un comentario