sábado, 30 de mayo de 2015

Albi. La cara bucólica de Francia

Reflejos de Albi  en el río Tarn
Coloreada, codiciosa y comer-ciante, Albi transporta al visitante a una agradable forma de vivir que podríamos definir como casi italiana. Declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en julio de 2010, la hermosa ciudad episcopal con-serva su antigua fisonomía carac-terizada por el Pont Vieux/el puente Viejo -edificado en el año 1040 y, por lo tanto, el más antiguo de Francia-, las fortificaciones que bordean el río Tarn  y el Palacio de la Berbie. No podemos olvidarnos de la catedral de Saint-Cécile, con su implacable estructura de ladrillo levantada sobre las aguas del citado río Tarn. No en vano, los expertos aseguran que se trata  de la única catedral del mundo construida integramente con ladrillos. Un récord más para esta hermosa ciudad en la que el tiempo no parece avanzar... Es más toda ella parece avanzar a golpe de ladrillo anaranjado y tejas en tonos bermejos. Por eso, Albi, situada a menos de una hora en coche de Toulouse, le seducirá por su ambiente de ciudad toscana, su amor al arte y una elegancia en el vivir que se advierte en su día a día. Así es el devenir de esta localidad, capital del departamento del Tarn, uno de los ocho integrantes de la región de Midi-Pyrenées. El casco antiguo, desplegado en torno a la catedral, merece toda la atención. El Vieil Albi/Viejo Albi se sitúa en el centro de la actividad que reina en esta urbe de algo menos de 53.000 habitantes.... La catedral de Sainte-Cécile domina la ciudad de una manera magistral. Es una obra maestra del arte Gótico meridional. Sus montajes de ladrillo, su campanario-torreón, su impulso extraordinario. En su interior, sorprende por su atmósfera, cargada d espiritualidad, un decorado por el mayor Juicio Final creado durante la Edad Media y el más extenso conjunto de pinturas italianas realizadas en Francia a principios del Renacimiento. Adosado a la catedral el Palcio de la Berbie era la residencia de los poderosos obispos de Albi. Hoy, en cambio alberga el Museo Toulouse -Lautrec, nacido aquí en 1864. Con más de 1000 cuadros de juventud, retratos, dibujos, carteles y litografías, el museo guarda la colección más importante del mundo de este artista atípico. Enteramente renovado, es uno de los grandes museos contemporáneos de Francia. Se abre sobre los jardines de la Berbie, del siglo XVII. Dispuestos en forma de terrazas sobre el río Tarn. El paseo en gabarra por el río es otra manera original de descubrir Albi y no se olvide de pasear por los numerosos mercados de la ciudad...
Viajes. El Mundo, martes 28 de abril de 2015

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