jueves, 21 de mayo de 2015

Allen a pesar de Allen

Una de sus distracciones favoritas: el jazz
El director presentó Irrational man, una repitición a la baja de algunos de sus mejores trabajos. "Si no fuera por Kant, no seríamos lo que hoy somos", dijo Woody Allen ayer en la sala de prensa y más de uno arrancó a aplaudir. Se notaba bastante que no sabían por qué, pero daba lo mismo. Sea lo que sea, lo cierto es que sino fuera por Woody Allen , no seríamos lo que en efecto, intentamos ser.... Irrational man tiene todo el aspecto de cinta ya vista y como tal se comporta. A un lado el hecho de que Joaquín Phoenix sea nuevo en el reparto, todo suena, huele y pesa lo mismo. Digamos que la temática la empareja a Match point, El sueño de Casandra y Delitos y faltas, a la vez que el tono, alejado de la comedia evidente, la coloca cerca de Blue Jasmine o Medianoche en París. Pero, y aquí las malas noticias, todo más lento, menos elaborado, sin la chispa de los mejores momentos. Y ahora la pregunta: ¿realmente le hace falta producir una película al año? La respuesta la dio el propio Allen : "No hay respuesta positiva para  la vida....El universo desaparecerá. Todo lo que hizo Shakespeare o Miguel Angel desparecerá. Así que mi conclusión es que la única forma posible en la que puedes afrontarlo es con distracciones" Y la suya, evidentemente es el cine."Hacer películas es una maravillosa distracción"....Bien es cierto que, a estas alturas, Allen más que películas lo que confecciona son rituales donde es fácil reconocerse. Más que un ritual es una religión."Asesinar es irracional, sí, pero mucho más irracionales son las creencias religiosas", dijo a modo de aclaración . Y le creemos, creemos en Woody Allen y  por ello hasta acaba por gustarnos a pesar de si mismo. Por cierto, lo de Kant tiene que ver con el rigor moral del imperativo catgórico. Matar, como mentir, nunca es una opción y, por ello, si no fuera por el filósofo de Königsberg no seríamos conscientes de todo a lo que aspiramos  a ser.
Luis Martínez, Cannes, envíado especial. El Mundo, sábado 16 de mayo de 2015.

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