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Jean Michel Jarre |
Fue el auténtico pionero de la música electrónica para las masas. Hasta tal punto que la Tierra se le quedó pequeña e intentó grabar en el espacio. Ahora emprende un viaje de autorreivindicación acompañado por David Lynch, Moby o M83. El hombre que está entre nosotros se ha pasado cuatro décadas intentando anticiparse al futuro, pero ahora mismo esta absorto en una reliquia. A Jean Michel Jarre -67 años, 80 millones de discos vendidos, 3 millones y medio de personas congregadas en concierto y un asteroide a su nombre- le tiene fascinado una cámara Leica analógica que alguien le acaba de enseñar. "A ver... Sí, creo que tenía una igual", dice en la terraza de un hotel madrileño. El tiempo le ha hecho perder su melena y las canas han colonizado su cabeza, pero mantiene la energía que le llevó a realizar algunos de los espectáculos al aire libre más descomunales de finales del siglo XX. Tanto es así que, antes incluso de hacer la primera pregunta, ya está hablando del motivo de su visita."Es uno de los grandes proyectos de mi vida", dice, mientras da sorbitos a su té verde. Y entonces empieza a expandir su discurso. Aquello que siente tanta urgencia por contar es un díptico de discos que se inicia con un Electronica 1: The Time Machine cuyo trackist produce impresión: de jóvenes como M83 y Fuck Buttons a vetranos intocables como Laurie Anderson, Pete Townshend (The Who) o John Carpentier y figuras de los 90 encabezadas por Moby ("el Woody Allen del techno; mezcla alegría y melancolía", asegura), 3D de Massive Attack o Air. Lo que podría entenderse como un auto homenaje del hombre que consiguió que la música hecha con sintetizadores se convirtiese en superventas a mediados de los 70. él lo defiende como una carta de amor a "la familia de la música electrónica". "Quería mostrar que la electrónica tiene un carácter atemporal", explica. "Cuando empecé me veían como una especie de extraterrestre que tocaba una máquinas extrañas que la gente ni siquiera consideraba instrumentos. Pero siempre estuve convencido de que se convertiría en la forma más popular de hacer música, más allá de géneros. El pop y el rock conquistaron el mundo, pero la electrónica es universal: es una manera de acercarse a la composición. Una manera de crear". ....
Guillermo Altares. Tentaciones, El País
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