Conocí a Krzysztof Kieslowski en Varsovia en el estreno de No amarás. Ya nos habíamos cruzado en el Festival de San Sebastián porque compré el Decálogo. Pero fue con No amarás cuando cuajó nuestra amistad, que además derivó en la distribución de la trilogía Tres colores. A Kieslowski le gustaba mucho España. Azul la presentó en la Seminci, y el Goya que ganó por ese trabajo se lo entregamos durante el Festival de Berlín, donde presentaba Blanco con la puerta de Brandeburgo de fondo. Con Rojo disfrutó muchísimo en San Sebastián: un día comió unas pochas, y le gustaron tanto que rehusó la merluza que le habían preparado de segundo, repitió pochas y de postre comió...pochas. Tímido, reservado, Krzysztof era ante todo muy inteligente. Y eso le hacía tomar decisiones curiosas: cuando le fue a buscar un coche para llevarle a Valladolid, solo pidió por adelantado que no pusiera música. A mí me extrañó, porque siempre fue un cineasta muy preocupado por sus bandas sonoras. "Cuando voy en coche, quiero ir tranquilo, pensando y viendo el paisaje y la música me distrae", me respondió. El Krzysztof que yo conocí fue muy consciente de hasta donde había llegado en el cine. Acabada la trilogía, le pregunté qué iba a ser lo próximo, e incluso con los guiones avanzados de Paraíso, Purgatorio e Infierno -que finalmente se rodaron con otros directores-, me respondió:"La gente no me cree, José María, pero no voy a dirigir más". Incluso hablamos de filmar en España y de coproducir Purgatorio. "Vamos si quieres ir avanzando, aunque ya verás tú como al final no las hacemos".Y desgraciadamente así fue, La trilogía fue extenuante para él a todos los niveles. Recuerdo muchísimo un paseo en el Festival de Sétubal, al atardecer, cuando vimos una manada de delfines, y volvió a repetir:"Esto se ha acabado."....Azul tuvo en España 600.000 espectadores; Rojo, 300.000, Blanco, 150.000. Cantidades impresionantes que hoy son imposibles. Echo de menos su humor inteligente, su humanismo, su capacidad de reírse de sí mismo. Marcó mi carrera y me marcó su amistad.
José María Morales, consejero delegado de la productora y distribuidora Wanda Vision, distribuyó en España el cine de Krzysztof Kieslowski y era amigo del cineasta.
El País, viernes 11 de marzo
Se reestrenan Azul, Blanco y Rojo coincidiendo con el vigésimo aniversario de la muerte de Kieslowski
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