viernes, 11 de noviembre de 2016

Alexandre Tharaud en el Auditorio Nacional

Alexandre Tharaud
"Siempre quiero tocar, pero también parar; es un conflicto". En el apartamento de Alexandre Tharaud (París, 1968) no hay piano. A diferencia del protagonista de el El contrabajo de Süskind, prefiere separar su entorno personal, conservar un espacio para su vida interior. "Tras ganar algún  concurso me dediqué a profundizar en la soledad hasta los 29 años. Apenas di conciertos y grabé mis primeros discos en sellos pequeños. Ello me ayudó a encontrar mi camino y descubrir esta doble vida: el escenario del concierto y el estudio de grabación", reconoce a El País por teléfono antes de actuar, el martes 25 de octubre, en el Auditorio Nacional de Madrid, dentro del ciclo de la Fundación Scherzo. En sus primeros álbumes, se concentró en la música francesa, desde compositores barrocos como Couperin y Rameau hasta el siglo XX. "Siempre pensé que sería erróneo para un joven pianista grabar Mozart o Beethoven con tantos registros famosos disponibles", aclara. Su relación con la música le viene de familia e incluso tuvo, como en la película Amour de Michael Haneke, una profesora de piano a la que veneraba, Carmen Taccon-Devenat. Pero Tharaud se aferra a dos hechos biográficos: su amistad con la viuda de Darius Milhaud y descubrir las grabaciones de Marcelle Meyer". Conocí a Madeleine Milhaud con ocho años, cuando toqué para la asociación de su difunto marido. Al final, me dijo que sería un gran pianista. Nos hicimos buenos amigos y me enseñó  a amar la música francesa, no solo de Debussy o Ravel, también de Chabrier, Satie, Poulenc o Milhaud", recuerda. A Meyer llegó a través de grabaciones. "Con 19 años descubrí en casa de un amigo sus viejos discos de Rameau con piano. Fue revelador. Ella convertía la música barroca en algo moderno, cercano, fresco e inspirador". Tharaud ha desarrollado un estilo refinado y envolvente en esta música, pero también en Bach cuyas Variaciones Goldberg son su obra predilecta..... En el programa del concierto del Auditorio Nacional de Madrid se escuchará una curiosa combinación de compositores del siglo XVIII, XIX, y XX: Couperin, Schubert, Ravel y Rachmáninov....
Pablo L. Rodríguez. Zaragoza. El País, martes 25 de octubre de 2016

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