viernes, 18 de noviembre de 2016

El hombre de la trompeta de oro

Así bautizó la historia al jazzman francés, Georges Jouvin, que falleció el 24 de octubre en Saint-Cloud, cerca de París, a los 93 años. Una vida llena de música y de reconocimientos por su sonido: 25 millones de discos vendidos, 3.000 canciones y Caballero de la Legión de Honor en 1994, como guinda a una carrera de éxito internacional. En un comunicado difundido por la AFP, la familia ha preferido no precisar las causas de su muerte. Georges Francis Raymond Jouvin, conocido artísticamente simplemente como Georges Jouvin, nació en Rennes, la Bretaña francesa, en el seno de una familia de músicos. Sería precisamente su padre quien le iniciara en la corneta a los 4 años. También durante su infancia descubrió el piano, lo que confirmó su interés por seguir estudios musicales en el conservatorio de su ciudad natal....Jouvin no tardo mucho sin embargo en trasladarse a París para continuar sus estudios y, con tan solo 20 años, comenzó su andadura profesional trabajando en orquestas desde principios de los años 40. Se quedó con el jazz y la música popular francesa, que servía de baile y entretenimiento.... El joven bretón destacaba entre los de su generación: en esta época grabó su primer disco en la casa Pathé-Marconi, junto a su mujer Dominique, que le acompañaba con la voz. Trabajó con los mejores músicos ya desde joven, en París, junto a Richard Blareau, Michel Legrand, Alix Combelle, Jerry Mengo o Charlie Parker, uno de los saxofonistas americanos más famosos de la historia, con quien también grabaría en estudio en 1950, poco antes de lanzarse a la dirección de orquestas. Su éxito se basó también en la variedad de su repertorio: jazz, música clásica y música popular llenaron sus primeros recopilatorios en paralelo a su trabajo de orquesta, donde hizo arreglos en obras como Carmen, de Bizet, o La flauta mágica,  de Mozart, y también se atrevió con la música de películas. En los 60, sus numerosas giras por Europa lo convirtieron en uno de los músicos más populares del hexágono, dentro y fuera de sus fronteras, gracias también a las numerosas versiones  que firmó dentro de Pathé-Marconi: La Paloma, Historia de un amor o El silencio, entre un sinfín de títulos por todos  conocidos que Jouvin endulzó con su trompeta....
María D. Valderrama. El Mundo, martes 1 de noviembre de 2016

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